Disclaimer: Los personajes de Bleach pertenecen a Tite Kubo. Lo que me pertenece es la idea de las historias y no busco lucro en Esto.

Título: Eventos cotidianos

Autor: Al Shinomori

Pareja: Nelliel Tu x Grimmjow

Dedicatoria: Este evento está dedicado a Dairen Tsukihino , Hatter'Green'Soul'IR , MikoBicho-chan y Akisa por sus lindos comentarios en el capi pasado.


Capítulo IV: Dulces Quince


-Feliz Cumpleaños princesa – Escuchó la voz alegre de su tía desde el umbral de la puerta – Dormilona – Sonrió al verle moverse con pereza en la cómoda y cálida cama – La abuela quiere saludarte –

La chica de cabellos verdes abrió sus ojos con lentitud – mmm- Aquel sonido le indicó a la mujer de cabellos cobrizos que la chica estaba a punto de levantarse. La joven se reincorporó en la cama sentándose con las piernas cruzadas, hizo una señal a su acompañante indicándole que estaba lista para atender la llamada.

-Preciosa – Escuchó la cariñosa voz de su abuela – Muchas Felicidades – Dijo con entusiasmo la anciana – No sabes cómo lamento no poder estar allá – La preocupación en la voz de su abuela le enterneció.

-No te preocupes Tita – Respondió la chica – Muchas gracias

- Mi niña – La abuela recuperó su tono alegre – Te quiero mucho y aunque no estoy allá físicamente – El cariño inyectado en las palabras de la mujer eran auténticas – En espíritu ya te estoy abrazando –

-Lo sé – La chica sonrió – Ya puedo sentir como me asfixias

La anciana se contagió con la risa de su nieta – Espero que te diviertas, tu obsequio no tardará en llegar – Hablaba con más entusiasmo – Por favor, no cometas locuras y dile a tu tía Ran que por una vez en la vida sea madura con lo que respecta a tu cuidado- Dijo con algo de suplica – Sólo eso le pido

La joven había aprovechado para poner el altavoz – Te escuché madre – Replicó la castaña – Hasta cuando entenderás que Nelliel también debe vivir sus propias experiencias y ahora que tiene quince años tendrá que prepararse para recibir un sinfín de invitaciones para salir con apuestos chicos – Dijo con malicia "la mujer adulta".

-Ni que lo digas – La preocupación surgió nuevamente – Nel, querida debes tener mucho cuidado – Le aconsejó.

-Abuela no hay nada de qué preocuparse - Respondió en su defensa Nel, temiendo que su abuela se volviese todavía más sobreprotectora de lo que ya era - ¿Acaso eso podía ocurrir? – Pensó con temor.

-Mamá no hay nada de qué preocuparse – Sonrió victoriosa – Grimmjow, el apuesto amigo de Nel se hará cargo de cuidarla – Rió divertida.

-Eso es lo que más me preocupa – Musitó al borde del colapso – Ese joven es del que más debes cuidarte –

-Abuela – Exclamó la chica, gracias al cielo su abuela no se encontraba ahí. Así no podía ver lo roja que se encontraba – Aunque dudaba que Grimmjow pudiera verle de otra manera que no fuera como una hermana – se quedo con las ganas de soltar un grito lleno de frustración. En presencia de su tía y con su abuela al teléfono ese tipo de desahogo no le convenía para nada hacerlos.

-Sólo es por precaución – La voz solemne de su abuela, casi le produce un infarto de la impresión – Cuídate cariño y disfruta de tu día – Se despedía la anciana.

-Te amo mamá – Dijo la castaña divertida de ver a su sobrina roja como un tomate – Y seguro que Nel querrá darle tus saludos al apuesto chico que mueres por tener como nieto

-Ran..- -Tía – ambas, abuela y nieta exclamaron al escuchar las palabras de la modelo. Pero antes de que su madre pudiera decir algo más la llamada se corto.

-No es para tanto – La mujer le dijo divertida – Estas creciendo y seguro que en algún momento Grimmy se dará cuenta de que existes no como amiga sino como mujer – Le guiño un ojo con complicidad – Ahora arréglate y no demores que el desayuno está listo

Nelliel vio salir a su tía de su habitación. Las palabras de su tía le darían mucho que pensar para todo su día.

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Después de disfrutar de un delicioso desayuno preparado por su tía entro al plantel del instituto donde cursaba la secundaria – Para haber hecho la tía el desayuno estuvo muy bien – pensó subiendo las escaleras – Esos Hotcakes y chocolate estuvieron deliciosos – Sonrió feliz. El día de su cumpleaños había iniciado con pie derecho - La felicitación de tita, el desayuno de la tía Ran – Sólo faltaba algo más y su día sería fabuloso, no pedía mucho. Seguía caminando ensimismada en sus pensamientos que escuchar el grito de alegría de sus amigas le sobresaltó.

Felicidades Amiga – Sus tres mejores amigas le recibieron con una sonrisa, Tatsuki su inseparable amiga desde el jardín de niños, Rukia la novia de su primo Ichigo a quien había conocido tres años atrás en la secundaria y la última en unirse al grupo Orihime apenas había entrado al bachiller el semestre pasado desde el primer día de clases se había empezado la amistad.

-Muchas gracias – Sonrió contenta, su día no podía estar avanzando mejor. Adoraba los día de cumpleaños, recibía de todo - Llamadas, obsequios, arreglos florales, globos, felicitaciones… y la lista se alargaba de tal manera que era una de nunca acabar - Fue recibida por las chicas, en fila india una por una iba dándole su abrazo, beso y le deseaban diversión y muchos años más.

-¿Ya sabes dónde vamos a partir el pastel? – Preguntó la pelirroja entusiasta.

Nel asintió – La tía Ran está de visita en casa – La felicidad no le cabía en el pecho, realmente le emocionaba estar de cumpleaños, las sorpresas que sus familiares y amistades le preparaban siempre eran dignas de recordar – De seguro que preparará algo en casa y todas están invitadas –

-Entonces no se diga más – Comentó la pelinegra compartiendo una sonrisa con la cumpleañera.

- ¿Y podemos llevar a nuestros galanes? – Preguntó tímida Orihime.

-Por supuesto – Afirmó la chica de ojos color olivo.

-Perfecto – Respondió Tatsuki – Ya le habló a Abarai para que no haga planes – La pelinegra sacaba su móvil de la mochila y hacia la llamada mientras las chicas seguían atiborrando de preguntas a Nel.

Caminaban juntas hacia el salón de clases, sus demás compañeros le iban saludando y los que se enteraban que ese día era su cumpleaños también le daban abrazos y felicitaciones.

-Maestra el día de hoy es cumple de Nel – Se escuchó el comentario desde el fondo del aula – Debería darnos la hora libre – Nunca faltaba el gracioso de la clase.

-Felicidades Señorita Odelschwanck – Le felicitó la maestra – Tengo que ver el tema de hoy, pero les puedo dejar salir antes – La joven rubia les sonrió.

-Gracias Maestra – Nel agradeció el detalle de la profesora.

Así pasaron las horas de clases, cuando no era uno de sus compañeros, alguna de sus amigas mencionaba que Ella estaba de cumpleaños y los maestros amablemente le felicitaban, le deseaban un lindo día y hubo uno que otro que les dejaron salir antes de terminar la hora. Y a pesar de todo aquello su día no iba en mejora, por más que seguía esperando la aparición de una persona en particular – Ni sus luces – Le dijo su conciencia. Se empezaba a sentir deprimida, sus compañeras habían insistido en que saliera del salón para que respirara un poco de aire fresco. Pero, no tenía el ánimo de salir de ahí. Y justo cuando se disponía a adelantar una de sus tareas escuchó su voz.

-Feliz cumpleaños a tiiiiiiiii- La voz masculina grave y profunda le llegó hasta sus oídos como música – Feliz cumpleaños a tiiiii – Alzó su mirada brillante, no cabía de la felicidad – Feliz cumpleaños querida Nellllllllllll – Sonrió complacida con aquella serenata, un lindo y raro detalle viniendo de su mejor amigo – Feliz cumpleaños a tiiiiiiii – Finalizó obsequiando una sonrisa, un gesto que raras veces brindaba a las demás personas, un gesto que sólo reservaba para Ella.

-Grimmy – Susurró con un nudo en la garganta, se sentía tan emocionada que temió que las lágrimas le traicionaran y estas se soltasen en contra de su voluntad. Respiró profundamente conteniendo el llanto. El impulso se lanzarse a sus brazos le tentó de una manera que le asustó.

-Felicidades Nel – Le dijo el chico una vez que estuvo más cerca de Ella.

Nel dejó de hacer, pensar, simplemente se puso de pie y recibió el abrazo que Grimmjow iba a darle – Muchas gracias – Musitó sintiendo los brazos del chico de ojos turquesa rodearle su cuerpo.

-mmm…- La estrechó con suavidad y calidez - Esto es para ti – Deshizo el abrazo para que Ella pudiera ver lo que tenía por darle. Una hermosa rosa de color amarillo era ofrecida a la joven cumpleañera.

-No debiste – Dijo emocionada, Grimmjow era de los chicos, poco detallistas, de los que pensaba que no eran necesarios los obsequios para demostrar a una persona que se le estima. Para Él eran las acciones lo que demostraba cuanto se le quería o se podía contar con una persona. Y en especial, las acciones del apuesto chico, siempre hablaban más que mil palabras -Él siempre estaba y estaría ahí para Ella –

-Va unoGrimmjow le miró complacido con la actitud de la chica, su obsequió le había gustado.

-¿Cómo? – Preguntó sin entender a lo que Él se refería.

-Son quince años – Comentó mirándole divertido y con un dejo de arrogancia muy característica en Él – Te daré quince abrazos – Hizo una sonrisa de medio lado – Me faltan catorce –

-AHH- Exclamó sorprendida –Definitivamente - Cuando creía que Grimmjow no podía asombrarla, siempre tenía algo inesperado que la tomaba desprevenida y la sorprendía.

-Tengo que irme – Le dijo caminando hacia la puerta – Nos vemos al rato – Se dio media vuelta, le observó meter las manos a los bolsillos del pantalón y caminar con toda su elegante altura saliendo del salón.

-Siii – Soltó un gritito por lo bajo, la emoción no le cabía en el alma – Aquello había sido alucinante – Escucharle cantar, recibir su abrazo, la rosa. Clavó su vista en la rosa que tenía en sus mano, un obsequio cargado de buenos deseos y en ese momento la promesa de obtener más abrazos le entusiasmo.

Las horas de clases siguieron su curso. Y, Nel esperaba con ansias los cambios de hora para ver entrar o en los pasillos a Grimmjow que venía y le daba sus abrazos. El abrazo número nueve lo recibió en su clase de educación física, se encontraba dando vuelta a las canchas cuando de repente alguien le asió de la muñeca y la estrechó en sus brazos. El décimo se lo dio en la cafetería estaba sentada con sus amigas cuando Grimm la sorprendió sentándose a su lado y la acercó haciéndola prisionera de sus brazos. A esas alturas medio bachillerato sabía ya que Nelliel, la joven de cabellos verdes de segundo semestre estaba cumpliendo quince años y su atractivo amigo de la infancia andaba por todas partes detrás de Ella obsequiándole abrazos y rosas – Por cada abrazo, una rosa – Sus amigas no dejaban de molestarla diciéndole que seguro Grimmjow le decía lo que sentía por Ella y terminaba con broche de oro ese día. No podía evitar sentirse feliz, así que cuando recibía un comentario de parte de sus amigas o de sus compañeros relacionándola con su amigo de la infancia de una manera más amorosa, sus mejillas se teñían de un rojo que delataba lo mucho que la situación le afectaba.

¿Desde cuándo había dejado de ver a Grimmjow como un amigo?; ¿Desde cuándo se había dado cuenta que era un espécimen atractivo? ¿Desde cuándo esperaba que su amigo de la infancia le dijera que Él sentía lo mismo?… Desde siempre, era la única y apropiada respuesta a todos sus cuestionamientos

Cuando entró en la Biblioteca en busca de un libro para su tarea de biología jamás imaginó encontrar a Grimmjow en uno de los pasillos esperando para darle su onceavo abrazo y su respectiva rosa – Dios mío – Soltó asustada de verle frente a Ella, a pesar de que Nel era alta, la altura, complexión y estilo de Grimmjow podían llegar hacer intimidantes – No hagas eso – Le dijo mirándole con el ceño fruncido - ¿Acaso me estas siguiendo? – Entrecerró sus ojos, aunque el acoso que recibía ese día por parte de Grimmjow tenía justificación y no le abrumaba en lo más mínimo, de repente le resultaba inesperado por no estar acostumbrada a ese tipo de comportamiento por parte del joven de cabellos azules. Por lo general, Él siempre le daba su espacio, el suficiente para que Ella se sintiera cómoda con su presencia. Algunas veces no se veían en todo el transcurso del día – sus deberes les absorbían – Hasta que llegaba la noche se saludaban y grandes rasgos – De manera express – Se compartían los sucesos que vivían.

Grimmjow levanto una ceja, sin decir nada se acercó a Nel y le dio otro abrazo- Uno diferente- más prolongado, la estrechó con más fuerza entre sus brazos y acercándose a su oreja le susurró – Este vale por dos – El aliento cálido que acaricio la piel del cartílago hizo que su cuerpo experimentará un estremecimiento. Se alejó de Ella entregándole dos rosas. Aquel contacto le dejo anonadada – Había estado a punto de desmayarse – No supo en que momento Grimm había desaparecido, parpadeo un par de veces haciendo contacto con la realidad.

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Echó un vistazo a su reloj de pulsera – Las cuatro y media – Faltaban escasas dos horas y por fin estaría en casa disfrutando de un momento agradable en compañía de sus amistades, comiendo algo delicioso y degustando un rico pastel de chocolate – Su favorito – La mejor parte de los cumpleaños, a parte de los obsequios siempre era partir el pastel –

Como en la mayoría de las veces en los cambios de hora, sus compañeros salían a los pasillos a estirarse, a tomar un poco de oxígeno y también aprovechaban para ir a la cafetería y comprar algo de comer. Se quedó sentada mirando la docena de rosas que estaban bien envueltas en un ramo, en cada entrega las iba acumulando de tal manera que fuera más sencillo para Ella transportarlas y también evitar herirse con las espinas, esas rosas amarillas eran preciosas. Sonrió para sus adentros.

-Nel te han dejado esto – La chica alzó su mirada para ver una de sus compañeras acercarse, le entregó una rosa amarilla junto a un sobre color rosa pastel que en el centro con letras mayúsculas se encontraba escrito su nombre "Nelliel" .

-Gracias – Lo recibió, una vez que se percató que su compañera se encontraba fuera del campo visual empezó a abrir el sobre. Dentro venía una tarjeta que en la portada tenía dibujado un oso grisly adorable con los brazos abiertos y tenía un fondo rosado y unas palabras doradas -"En este día especial…" - En la parte superior de la tarjeta por encima de la cabeza del oso y debajo de las patas del simpático osito -"Te mereces…"-. Abrió la tarjeta y el mismo oso color gris se encontraba abrazando cariñosamente a una osita de un gris un poco más claro comparada al oso de la portada y con letras enormes y mayúsculas decía: - "UN ABRAZO DEL OSO… MUCHAS FELICIDADES" - Al ver la imagen y leer aquellas palabras la alegría se reflejó en sus ojos que se cristalizaron al instante – Es hermoso – Le dijo su conciencia – Sí que lo es – Secundó en silencio evitando derramar lágrimas – Para tratarse de un detalle viniendo de Grimmjow - Estaba segura que al joven le había costado mucho ir en busca de ese obsequio, las rosas y en especial la tarjeta eran el obsequio más especial que recibiría ese día, nada lo superaría, nada podría compararse con lo significativo que para Ella era que Grimm se tomará el tiempo para escoger el mismo todos esos obsequios. Leyó en silencio el párrafo escrito de su puño y letra -"Sabes que eres una persona especial para mí y aunque no lo digo a menudo, Te quiero. Felicidades Nel. Pd1. Te espero a la salida en el estacionamiento. No te demores. Pd2. Con este van trece abrazos ;) Grimmjow" -

Soltó un suspiró y guardó la tarjeta en su sobre – Justo a tiempo- Sus compañeros ingresaban al salón, el maestro de historia se había retrasado. Le vio entrar apresurado y pedir que todos sacaran sus apuntes – Un poco más y estaría libre de los deberes académicos y disfrutando por fin de su festejo de cumpleaños

Era una locura – En un momento el tiempo se hizo lento De repente – En un abrir y cerrar de ojos – Ya estaban en tiempo de salida.

-Chicas les espero en mi casasu casaA las ocho no falten – Dijo guardando sus libros y cuadernos, dejo la lapicera en el cierre de enfrente y se la acomodó en su hombro derecho – Tengo que irme – Caminó lo más rápido que sus piernas le permitían.

-Nos vemos al rato – Escuchó a lo lejos. Literalmente corrió hacia el estacionamiento. No quería hacer esperar a Grimmjow. Cuando llego a las escaleras aminoró el paso y le divisó a un costado del árbol que estaba en la entrada de las canchas de basquetball.

- Aquí estoy – Le habló para captar su atención - ¿Qué paso? – Preguntó curiosa.

-El abrazo catorce está cerca – Pensó observándole atenta – Grimm

Grimmjow le entrego una rosa más – Catorce – Contó mentalmente.

- Sin previo aviso la abrazo, sintió la calidez y cariño que transmitía aquel tipo de acercamiento – Ese día Grimmjow le había dado más abrazos de los que le había dado en todos los años que llevaban de conocerse – Y si ese era el último abrazo – Se decepciono ante tal hecho – Ella quería… deseaba que aquel contacto no terminara nunca –

-¿Este... – La duda la asaltó - Abrazo vale por dos? – La inquietud se reflejó en sus palabras.

Grimmjow negó alejándose de Ella – ¡No! – Quizo gritar cuando sintió que perdía el contacto. Pero, su Conciencia no se lo permitió, afortunadamente.

Hubo un incómodo y tenso silencio desde la perspectiva de Nel.

Grimmjow seguía frente a Ella contemplándole, le observaba con sus ojos entrecerrados. Se encontraba de pie, con su mochila en su hombro derecho, el ramo que había improvisado entre sus manos, un poco maltratado por el estrujamiento recibido a causa del abrazo anterior.

-Te dejo – Fue todo, aquello desequilibro la armonía de las emociones de Nel.

Pero.. Aún falta un abrazo – Pensó en voz alta – Rayos, y su conciencia bien gracias – Yo... – Balbuceó sin saber que decir – Que descaro – Estaba siendo tan obvia.

-Al rato que nos veamos – Grimmjow siguió su camino con una sonrisa que Nel no tuvo la dicha de apreciar.

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Cuando llego a casa su tía Rangiku le esperaba con sus platillos de comida favoritos – Espagueti, pizza de peperoni, lasaña, panecillos rellenos de queso mozzarella – Al centro de la mesa había un pastel circular de chocolate cubierto con betún de mantequilla y decorado con m&m´s en la superficie, también su favorito- Sólo faltaba esperar a que llegarán los invitados

-¿Y ese ramo de rosas? – Cuestionó curiosa la despampanante rubia que tenía por tía.

-Es un obsequio – Sus mejillas se sonrojaron.

-Es hermoso – La rubia notó la reacción de su sobrina – Sabías que las rosas amarillas significan alegría – Comentó sin dejar de observar el ramo de rosas -Se obsequian para demostrar que el día que se celebra es importante – Ran sonrió con picardía – Seguro te las regalo un admirador secreto –

Nel soltó una risita, divertida ante el comentario de su tía – Ningún galán – El rubor se acentúo – Grimm me las obsequio

-Dios – Exclamó la rubia – Tienes razón ese chico no es un galán – Río divertida – Es un galanazo -

-Tía Ran – La chica gritó escandalizada, su tía podía llegar hacer una mujer muy imprudente, directa y sobre todo muy atinada – Sonrió para sus adentros, su amigo Grimmjow era el hombre de su vida

-Imagina- Le dijo entusiasmada – Que su regalo sorpresa y el que cierre con broche de oro este día – Le miró ilusionada – Sea que te pida que seas su novia

-Tía – Exclamó roja de pies a cabeza – Eso no va ocurrir – La decepción se transmitía en las palabras que Nel decía.

- ¿Quién sabe? – Hablaba la voz de la experiencia – ¿Y si te da la sorpresa?

-Me iré a dar un baño – Comentó ignorando las últimas palabras de su adorable y fantasiosa tía – Los chicos llegarán en cualquier momento - Dando por terminada la conversación.

Caminó hacia su cuarto observó las rosas que llevaba en mano – Tía Ran tiene razón estas rosas son hermosas – Sonrió embobada.

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-Grimmjow – Escuchó la voz de su profesor de Cálculo.

-Dígame – Respondió mirándole atento.

-Necesito que me apoye con cinco tutorías – Grimmjow se le quedo mirando sin mucho entusiasmo. El hecho de que el fuera uno de los mejores promedios de su clase. Algunas veces le daba mucho trabajo, en especial cuando debía ayudar a los idiotas que no tenían suficiente intelecto para entender cosa de números y letras.

-Está bien- Respondió con indiferencia, se disponía a irse, debía salir lo antes posible. Echó un vistazo a su reloj de mano – siete y cuarto – Tenía más de quince minutos de retraso, necesitaba hacer todavía unas cosa más y después ir a casa para poder acompañar a Nel en la cena de cumpleaños que le había organizado su tía – Grimmjow se puntual – Le había dicho la top model, la tía de Nel podía llegar a ser algo exigente y odiosa cuando se lo proponía – Esta vez vale la pena – Se dijo en silencio guardando en su mochila el libro grueso que usaban como biblia en su clase de cálculo – ¿Para cuándo? – Clavó su vista en la figura que se encontraba sentada detrás del escritorio.

-Hoy mismo, dentro de treinta minutos – El profesor calificaba unos exámenes – Lo alumnos nos van a ver en los cubículos de la biblioteca –

-Hoy no puedo – Soltó con tono gélido. -No podía esperar una respuesta afirmativa de su parte - No hoy que tenía un compromiso serio - Uno especial e importante -

-¿Cómo dijo? – Alzó la vista el castaño mirándole incrédulo.

-Lo que escuchó – La respuesta fue un tanto grosera. Grimmjow era una persona que no se andaba con rodeos. Lo mejor era afrontar las cosas directamente, no se dejaría intimidar por un profesor.

-Pues creo que el que no escuchó bien fue usted joven – El maestro frunció el ceño, no se tomaría las cosas de manera personal. Se trataba un chico rebelde con mucho talento y futuro en las matemáticas, no se dejaría intimidar con un comentario de un mocoso que creía ser un hombre – Alístese – Entrecerró sus ojos – En menos de treinta minutos tenemos que estar allá –

-Tengo un compromiso- No quería dar explicaciones, pero ese estúpido hombre no dejaba de ser su maestro, tutor y para terminar de acabar el profesor con quien había decidido hacer su servicio becario y su deber era cumplir con sus funciones de becario. Debía reconocer que en algunas ocasiones críticas cuando más lo había necesitado el profesor Kenpachi Zaraki le firmaba la hoja de servicio sin cumplir todas las horas que requería el departamento de becas y apoyos académicos – Yo… - Por Nel se tragaría su orgullo y suplicaría.

-No quiero escuchar sus pretextos – El profesor se acomodó sus gafas y centró su vista en el joven de ojos azul turquesa - Guárdese sus explicaciones – Entrecerró sus ojos – Creo que me lo debe – EL hombre empezó a guardar sus cosas – Llévese mi portafolios – Ordenó sin dar tiempo a que Grimmjow dijera algo más.

Grimmjow no se movió. Estaba a punto de enviar al diablo a su profesor idiota – Pero… no podía tirar en vano cuatro meses de servicio – El profesor estaba en todo su derecho de no firmarle su hoja de servicio y eso le traería serios problemas.

-Como usted diga – Se tragó su orgullo, con arrogancia se puso de pie y caminó hacia el escritorio asiendo en sus manos el portafolios de cuero color negro – ¿Nos vamos? – Preguntó con mordacidad.

El profesor asintió caminando antes que Grimmjow- Demonios – Maldijo mentalmente – Nel no le iba a perdonar tan fácilmente –

El docente salió primero del aula de clases, detrás de Él su inconforme becario le seguía muy de cerca; juntos se dirigieron hacia la biblioteca.

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Entró a la habitación, se quitó los zapatos y se dirigió al armario de dónde sacó un lindo vestido verde musgo, que resaltaba sus atributos físicos y hacia juego con su cabello y ojos, un vestido largo, le llegaba a los tobillos, el escote era recto y las mangas era tres cuartos, definitivamente iba parecer una princesa de época medieval, en la parte baja del pecho le adornaba un listón negro

Gargantilla de listón negro y una hermosa piedra de ónix rodeada de un fino metal verdoso que acentuaba sus ojos gris pardo, aretes de piedra negra a juego con la gargantilla y una pulsera de hilos negros y pequeñas piedras verdes, negras y doradas – Un atuendo y accesorios dignos de una princesa; se miró en el espejo de cuerpo completo que estaba empotrado en el closet – Encantadora – Era la imagen reflejada en ese espejo.

Eres preciosa – Le dijo su tía.

-Gracias – Nel se giró para encontrar a la rubia recargada en el marco de la puerta y cruzada de brazos a la altura de su pecho.

-Tat y Hime ya están aquí – Le sonrió feliz de ver a su sobrina convirtiéndose en toda mujer – Vienen acompañadas de dos chicos muy guapos – La rubia le guiño el ojo.

- Deben ser Renji y Ulquiorra – La joven se puso perfume. Estaba lista para reunirse con sus invitados.

Nel salió de su habitación con el objetivo de ir con sus amistades y celebrar su cumpleaños. Sólo faltaba que llegara Grimmjow; y, así, su cumpleaños quince sería perfecto. Los detalles que Él había tenido con Ella quedarían grabados en su memoria y no los olvidaría jamás. Con una sonrisa que delataba lo contenta y satisfecha que se encontraba con todo aquello salió de su recamará para poder encontrarse junto a sus amigas y su respectivos novios.

Renji y Ulquiorra saludaron y felicitaron a Nel, le dieron abrazos deseándole muchos años más y que todos sus anhelos se cumplieran. Después de unos quince minutos se unieron a Ellos Rukia e Ichigo, se disculparon por la demora, su primo había tenido algunos pendientes universitarios por hacer y se había retrasado en pasar por la pelinegra. El festejo transcurrió de los más ameno y tranquilo, contaban anécdotas y reían felices. Nel se sentía cómoda y contenta con la compañía de sus amigos. Sin embargo, sentía que no estaba completa, le hacía falta la presencia de Grimmjow, su mejor amigo había olvidado que tendrían una celebración intima en casa, sólo las personas más cercanas compartían aquel momento tan especial.

-En cualquier momento llega – Le consolaba su conciencia – Él no puede dejarte plantada en un día tan especial – Una justificación propia de una mente que vive de la imaginación y el romanticismo – Pero, parece – Le replicó su ego – Que Grimmjow no llegará – Miró el reloj de pared que estaba frente a Ella – Las diez cuarenta – No era una hora para llegar a una fiesta de merienda.

Consciente de que al día siguiente tenían que ir a clases los chicos y chicas una vez que habían cenado, cantado las mañanitas, partido el pastel y abierto los obsequios se despidieron para ir a sus respectivas casas a descansar.

-Que la sigas pasando lindo – Le dijeron su amigas, querían animarle, sabían de sobra que la chica de cabellos verdes no estaba del todo complacida, había hecho falta la presencia "del estúpido" de Grimmjow - ¿Hasta cuándo se iba dar cuenta de lo que sentía por Nel?

-Gracias chicas – Fingió una sonrisa.

Ichigo se acercó a Ella y dándole otro abrazo le habló en tono bajo para que sólo Ella le escuchase – Te prometo que cuando lo vea – la estrechó confortándola - Le daré una paliza que jamás olvidará –

Nel sonrió, su primo Ichigo siempre había sido el más impulsivo, necio y determinado en sus acciones – No es necesario – Respondió – Debe haber una buena razón – Le defendió, siempre la había, siempre había una excusa para lo que Grimmjow olvidaba, siempre había una excelente explicación para que él se librará de su ira – Pero, mientras esperaba, la frustración, incertidumbre y la inquietud le hacían presa de la Preocupación

-Sí que lo es – Habló con molestia – No hay justificación para lo que ha hecho – Tenía rato, desde que su querido primo se enterara de los sentimientos que Ella tenía, que Grimmjow no le era santo de su devoción – Como decía la mayoría, se tenía que ser ciego e idiota para no darse cuenta de lo mucho que Ella lo quería… de lo mucho que ya lo amaba – No se trataba de un amor de la niñez, de uno pasajero… Se trataba de un amor real, platónico y no correspondido - Eso debía ser – Se decía muchas veces en silencio - Para no lastimarla, ni darle falsas esperanzas Grimmjow se mantenía al margen sin cruzar la línea que les abriría un abismo si llegase a romperse -

-Te quiero Itsigo – Le besó la mejilla y le agradeció una profunda mirada el que se preocupara por Ella – Gracias –

-No hay de que - La soltó y metió sus manos a los bolsillos, giró sobre sus talones y camino hacia a su coche.

-Hasta mañana – Alzó la mano para decir adiós y despedir a sus invitados.

Entró a casa desanimada – Ojalá tenga una buena explicación – Se dijo en silencio caminando hacia la cocina un poco de agua fría le ayudaría a aclarar sus ideas.

-Nel – musitó su tía viéndole entrar y dirigirse al refrigerador - Lo siento – La rubia la abrazo dándole ánimos – Cuando lo vea lo moleré a golpes – Ambas rieron – No tengo ni idea de que pudo haber ocurrido –

-No te preocupes tía – La joven sonrió – Ya mañana será otro día – Se sirvió agua en un vaso y bebió – Me voy a dormir – Acercó a su tía besando su mejilla le dio las buenas noches.

-Igual, descansas – La rubia caminó hacia la habitación que solía ocupar cuando llegaba de visita.

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-Maldición – Vociferó por enésima vez maldiciendo su suerte – Demonios – Observó su reloj, once y media – Esta vez Kempachi sí que se había pasado – Obligarle a dar cinco tutorías en su compañía y aparte esa odiosa chica que no podía terminar los problemas y las indicaciones del estúpido profesor de no irse hasta que todos los chicos terminarán con sus ejercicios había sido el acabos y le había valido su demora – Seguro que ya habría todo un ejército acampando alrededor de la casa de Nel esperándole para fusilarlo – Con su odioso primo tenía para pasar el peor de los ratos, ahora, que si sumaba la presencia de la top model las cosas se pondrían peor si todavía se podía más – La familia de Nel lo pondría en la lista negra, la de los desgraciados que no podían tener acceso a la adorada chica - Desde la muerte de sus padres la sobreprotegían, incluso él había cambiado su trato para con Ella y siempre que tenía la oportunidad la asfixiaba con su constante supervisión y compañía.

Corría a toda la velocidad que sus piernas le permitían. Tenía que darle su obsequio, un último abrazo y la rosa que aún hacía falta para completar ese ramo. Por fin llego, observó una vez más el reloj de mano – Rayos – Soltó enfadado, faltaban quince minutos para que el cumpleaños de Nel terminará. Posó sus ojos hacia la ventana de la habitación de la chica, las luces se encontraban apagadas – Todo estaba en completo silencio y calma – No podía irse a si como así y dejar que las cosas de aquella manera. Caminó con paso seguro hacia la ventana y empezó a dar ligeros golpes al cristal para poder despertarla.

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El sonido constante sobre un cristal le despertó. Todavía somnolienta pasó ambas manos por sus ojos y soltó un discreto bostezo. Giró su cabeza para ver la hora en el reloj digital que estaba en el buro – Es muy tarde – Pensó constándole trabajo concentrarse, el sueño le tentaba.

-Nel – escuchó una voz familiar para Ella y de brinco se levantó de la cama y adquirió completo contacto con la realidad. Caminó con sigilo hacia la ventana, corrió la cortina y encontró a Grimmjow, ahí de pie, con una rosa en mano y una caja envuelta para regalo en otra.

-¿Qué haces acá? – Preguntó parpadeando un par de veces.

- Sal un momento – Ordenó el joven sin preocupación.

-Has visto la hora que es – La chica le dijo sorprendida, la noche era oscura, demasiado, las nubes cubrían la luna y las estrellas.

-Si – Asintió – Todavía tengo el tiempo suficiente para darte tus obsequios – Se encogió de hombros – Date prisa

A regañadientes – Pero, con una mezcla de inmensa felicidad - Se dirigió a la puerta para reunirse con Él.

Abrió la puerta y se quedó de pie mirándole – Su mirada pardo grisácea se iluminó al ver que no se trataba de un sueñoTengo sueño – Le dijo con reproché – No podías esperar a mañana – Preguntó sin apartar la vista de sus bellos ojos azules, que se oscurecieron al verla frente a Él.

Negó con la cabeza y se acercó en silencio. La rodeo con sus brazos – Muchas Felicidades Nel – Susurró estrechándola con fuerza – Aquello era una disculpa implícita – No recibiría de Grimmjow ni explicaciones, ni buenas razones por su ausencia en la cena, ni mucho menos una disculpa dicha de su boca, su orgullo no se lo permitía. Sin embargo, ahí estaba junto a Ella dándole el quinceavo abrazo, justo como lo había prometido. Se separó de Ella y le entregó la última rosa que completaba aquel bello ramo que se encontraba en un florero en su habitación y también el obsequio – Espero que te guste – Le dijo dando algunos pasos hacia atrás.

-Muchas gracias – Sonrió con la mirada cristalina – No voy a llorar, no lo haré – Se decía mentalmente conteniendo las lágrimas – Todo aquello había sido mágico y era Grimmjow quien lo había hecho posible.

Es hermoso – Dijo con dificultad, el nudo en su garganta era difícil de desenredar, dentro de la caja había un oso café mediano, suave y abrazable – Este ha sido el mejor de mis cumpleaños – Se acercó a Él y le volvió abrazar – Tus obsequios han sido insuperables – Las lágrimas corrían con calma y silenciosas por sus mejillas – Jamás podré olvidar este día – Con disimulo secó las escasas lágrimas y obsequió otra sonrisa – Ahora, el sueño se había esfumado, no podría dormir de la emoción

-Te mereces eso y más – Respondió Grimmjow satisfecho de ver a su querida Nel contenta con los obsequios. Se escuchó a lo lejos el sonido de una melodía y doce campanadas – Justo a tiempo – Se dijo para sus adentros del joven de ojos felinos.

-¿Quieres una rebanada de pastel? – Preguntó curiosa Nel.

-No – Negó con cansancio – Ve a dormir, mañana nos veremos – Le guiño un ojo, se acercó a Ella y se inclinó para besar su mejilla – Descansa

Nelliel asintió, la calidez de los labios de su amigo seguían rozando su mejilla – Gracias – Musitó.

Le vio caminar hacia su casa - Te quiero mucho – Gritó ya con emoción, le valía que la escucharán los vecinos.

Antes de girarse para entrar a la cochera se detuvo y con una voz moderada le respondió – Y yo a ti más - Sonrió complacido – Después de todo aquel día había salido mejor de lo planeado

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Notas de la autora: Hola a tod s. Una enorme disculpa por la demora, este capítulo estaba iniciado desde el año pasado. Pero, como ya algunos saben he empezado un movimiento que hemos nombrado "la causa", que consiste en escribir y publicar fics NELGRIMM, con la idea de combatir todos los fics que hay de NelNnotria. La idea es superar la cantidad de fics que hay de esta pareja. Y me enfoque en escribir otros fics, que igual ya estoy trabajando en Estos. El punto es que ya estoy acá con nuevo evento, un cumpleaños y que coincidencia, no? –En el mes de abril que también es el cumple de Nel ya para el 24 de este mes, iba a subirlo para esa fecha, pero, estoy pensando mejor subir otro independiente para esa fecha y como Yo también cumplo en este mes el 27 de abril, pues estamos de manteles largos y espero escribir lo más que pueda. Aprovechando que los pendientes del trabajo se han moderado y que no hay maestría el fin que viene. Espero que haya valido la espera. Para compensar la demora hice más largo el capítulo (es el más largo que escrito de esta pareja). Lo iba a subir en dos partes, pero, ya era mucho esperar.

Y pues me base en una anécdota personal, algo parecido me sucedió en mis quince, ^^ (Que bonito es recordar)

Tengo tres propuestas para ustedes, para el siguiente evento: 1. Escribir de la muerte de los padres de Nel, 2. Escribir del primer beso de Nel y que por supuesto se lo da Grimm o 3. Escribir de los celos de Grimmy para con Nel. Queda su consideración. Voy a esperar dos semanas para empezar a escribirlo, si no dejan reviews, pues me envían un PM, no hay problema.

Pd. Para las personas que esperan la actualización de besos robados, ya viene el capítulo que ser el final, esto es porque se me han ampliado los deberes y no quiero dejar inclusos los fics de esta sección. Ya subiré a parte y como complemento otro fic que se titulará "Besos robados: Situaciones inesperadas" Y ahí sí podrán leer muchos besos en diferentes situaciones.

Otra cosa más agradezco de corazón a todas las seguidoras de mis fics, sus comentarios me hacen feliz y son el motor para que siga, créanme mientras más reviews más rápidas las actualizaciones, pruébenme, jeje.

Gracias a:Hatter'Green'Soul'IR, MikoBicho-chan, Akisa ( Hola linda, espero que sigas leyendo, me he dado cuenta que en los nuevos fics que he subido no has comentado. Ojalá este capítulo sea de tu agrado, un abrazo) y Darien Tsukihino, por dejar sus comentarios en el capítulo anterior.

Nos seguimos leyendo… Hay NelGrimm para rato (Tengo 6 historias más que no he publicado y trabajo en ellas de poco a poco, ya terminando las otras las tendrán en la red, lo prometido es deuda)

Al chan