Bleach y sus personajes son propiedad de Tite Kubo

Agradecimientos a: Akisa, lovetamaki1: gracias por leer esta historia hasta el final, espero que este capítulo les guste

Mal trabajo

Suegros sensibles

Habían pasado tres días desde que Rukia le había dejado. Llegado la mañana y aunque los rayos del sol tratasen de levantarlo, no lograría calentar su fría existencia decidió levantarse sentándose en las orillas de la cama mientras frente a él estaban sus amigos abrazados de sus esposas como si nada hubiese pasado. La noche que todo se descubrió había presenciado la pelea de ellos con sus esposas pero al parecer, a diferencia de él, lograron tocarles el corazón, algo que él no pudo hacer con Rukia.

Rasco sus rebeldes cabellos y salto de la cama en dirección al baño. Luego de salir se vistió, una camisa blanca con rayas rojas y azules en las mangas y cuello; y unos pantalones de mezclilla. Salió de su hogar, hasta salir del edificio, no tenía ganas de ver la escena de familia feliz de sus amigos mientras él un pobre desgraciado observaba a lo lejos.

Camino por las aceras de las calles, tal vez debería mudarse con sus padres "si, claro…y que les diré" al parecer todo estaba en su contra, su padre haría un escándalo al saber que Rukia se divorciaría de él "divorciarse de mi…" aun se le hacía imposible que eso le estuviese pasando a él

Siguió caminado por horas fundido en sus pensamientos, que no noto que estaba frente a la mansión Kuchiki, el lugar donde definitivamente su esposa se alojaba junto con su hija, en verdad quería entrar y gritar a los cuatro vientos que la ama, pero no seria suficiente para que le perdonase todo lo que hizo

Ahora que lo pensaba bien, si entraba a la mansión, al primero que se encontraría seria al padre de la morena, de seguro él lo intentaría asesinar después de saber que trabajo en un centro nocturno y así pensaba mantener a su hija

-hola Ichigo-salto en su lugar al escuchar la dulce voz de una mujer que conocía muy bien

-como esta Hisana-tímidamente le volteo a ver, sorprendiéndose al verle sonreír, al parecer no estaba molesta con el

-vamos-caminando hacia la mansión-es de mañana y hace frio, y de paso visitas a Atsuko

"Atsuko…y también a Rukia?" se pregunto triste mente, era más que obvio que ella no le vería ni en pintura. Siguió a su suegra, tomando las bolsas que tenía en las manos después que se percato que las traía.

Entro a la mansión, sintiendo la calidez que transmitía, comparado con la ratonera donde había metido a Rukia, era normal que no le molestara vivir en la casa de su padre.

-eres muy amable por cargar las bolsas-extendió su mano hacia él-las llevare a la cocina, porque no te quedas a desayunar?-iba a negarse, pero su suegras no le dio tiempo, lo tomo del brazo y lo llevo hasta el comedor.

Al llegar ahí, abrió los ojos en par al ver una figura sentada en el comedor que fijo si mirada en el…era el padre de Rukia quien le observaba con su rostro pasivo, pero con mirada claramente asesina

-Ichigo se quedara a desayunar, iré a decirle a Rukia-y salió de la habitación sin esperar la respuesta de su esposo

Por otro lado, el peli naranjo estaba contando el tiempo que duraría ahí antes que Byakuya le lanzara los cubiertos que estaban en el comedor y dejarlo pegado a la pared como muñeco de trapo

-deberías sentarte, ya no crecerás-comenzó a temblar al escucharlo-además-continuo-quiero arreglar un asunto contigo

Le obedeció procurando sentarse en la silla más alejada de él, sin embargo no despego su mirada, solo estaba ahí con sus ojos cerrados como si estuviese dormido, tal vez en las mañanas se despertaba medio sonámbulo

-sabes porque Rukia está aquí cierto?-le asusto, haciendo rechinar la silla, haciendo fruncir el ceño a Byakuya

-si-se limito a contestar

-entonces…me quieres explicar porque no le compraste ese conejo Chappy?-le pregunto dejando anonadado a Ichigo

"comprar conejo Chappy?" la morena le había ocultado la razón por el que le había dejado? Ella estaba tratando de protegerlo de su padre, sin embargo al igual que su mentira fue descubierta la de ella también lo seria, así que mejor pondría su cuello en juego en lugar de Rukia

Mientras tanto…

Subió las escaleras en busca de la habitación en donde se encontraba su hija, toco la puerta hasta que escucho la autorización encontrándose con Rukia jugando con su hija

-ya está el desayuno?-le pregunto

-aun no-se sentó a las orillas de la cama, cerca de la morena-Rukia, Ichigo desayunara con nosotros-causando que la morena se levantara bruscamente de la cama con Atsuko en brazos

-que!? Entonces no desayunare-se negó con el ceño fruncido

-Rukia, te estás escuchando?-Hisana le reprendió-sabes tan bien como yo que extrañas a Ichigo, aunque te duela su mentira sabes que lo hizo por ti

Rukia se mordió el labio inferior al saber que las palabras de su madre eran ciertas, lo extrañaba y mucho, cada vez que despertaba la ausencia en su cama sin su cuerpo abrazándole, brindándole su calor, susurrándole cuanto la amaba pero, cada vez que recordaba aquel video, aquel lugar, aquella mujer que era su supuesta tía

-inténtalo Rukia, sino sientes nada cuando lo veas, entonces estaré de acuerdo en que te divorcies de el-haciendo que sus pupilas se dilataran, era cierto, le había dicho aquella tarde que se divorciaría de él sin embargo no había movido ni un dedo para tales tramites

-papi!-le escucho decir a Atsuko, su hija se había empeñado en hacerla recordar al peli naranjo en esos días

Suspiro-está bien…

Nunca le agrado que Rukia le defendiera, más aun cuando ella estuviese arriesgándose. Estaba decidido a decir la verdad, aunque estuviese frente a Kuchiki Byakuya, el padre de Rukia y posiblemente el hombre que le odie mas en el mundo, es comprensible, después de todo es su suegro y todo padre es celoso con lo que respecte a su hija, y pensar que en unos años estaría en el lugar de Byakuya

-yo…-llamando la atención de su suegro, mientras por las escaleras baja Rukia-Rukia no me dejo…por no comprar un conejo fue porque…-al escuchar las de su esposo, la morena corrió hasta el comedor, tratando de impedir que dijese la verdad, pero fue muy tarde-conseguí un trabajo de stripper

La morena se quedo estática frente al comedor observando el rostro sombrío de Ichigo y sus manos empuñadas sobre sus piernas como si esperase la reprimenda de su padre.

Byakuya al escuchar tales palabras no se inmuto, solo observo al hombre frente a él quien había tenido las suficientes agallas para decirle tal cosa pero, no era suficiente como para que aceptase el acto y no era suficiente como para que siguiese unido a su hija

-muy bien-coloco los codos encima del comedor mientras empuñaba sus manos y recostaba su mentón-entonces, dentro de una semana reuniré a mis abogados para el trámite de divorcio

Aun con los ojos abiertos de la impresión, la morena dejo caer sus lágrimas. Había hecho todo lo posible para que su padre no se enterara de la verdad por la sencilla razón de pensar un poco con claridad y sobre todo no separarse de Ichigo permanentemente pero, todo había sido en vano

-eres un idiota!-le grito al peli naranjo después de salir corriendo a las escaleras

Hisana no la detuvo, solamente observo la escena de su esposo e Ichigo, quien no se movía de la silla, mas si apretaba los dientes como si se estuviese quemando por pronto se escucho el arrastrar de una silla, Ichigo había salido a toda prisa de la casa, sin mostrar su rostro. Entonces Hisana aprovecho para acercarse a su esposo

-no crees que actuaste demasiado…

-rápido?-le interrumpió, adivinando las palabras de su esposa-ahora en día, los jóvenes matrimonios entienden mas cuando se les fuerza…más aun si se tratase de una pelea-dejando impresionada a su esposa, lo había dicho como si lo hubiese planeado

-porque lo dices de esa manera?-observando cómo se levantaba del comedor

-porque solo hare una llamada y eso dependerá de los deseos de ambos-y salió de la habitación dejando a su esposa con la curiosidad

Camino hasta la entrada de la casa notando la lluvia por las ventanas empañadas, tomo el teléfono y una libreta hojeándola, encontrando el número que necesitaba, marco y escuchando los repiques hasta que le contestaron

-si?-se escucho por el teléfono

-Ryuken Ishida…necesito tu ayuda

La vida era irónica, de solo pensarlo juraría que es como una película, hacia unos momentos desde que había salido de la mansión Kuchiki y las gotas voluptuosas de agua habían chocado contra su piel pero, no podía negar que así sentía su corazón, como si estuviese lloviendo en el, arrasando con todo, y como si fuese poco ahogándolo

Se percato que estaba frente al edificio de su hogar, había corrido tanto que ni se había dado cuenta. Entro y roso su mano contra sus cabellos mojados revolviéndolo por todos lados mientras miraba caer el agua; se sintió impotente de solo ver la cara sin expresión de Rukia, esa era la segunda vez y seguía pensando que no le gustaba verla así, sentía como si ella le odiase más de lo que ya le odiaba.

A penas había llegado al comedor y le había escuchado a él diciéndole a su padre la verdad del porque ella le había dejado, había sido inoportuna, aunque no le había volteado a ver a la cara sabia que sus ojos no mostraban su brillo especial, estaba mas pálida que nunca, con su menudo cuerpo temblando, reprimiéndole las ganas de golpearlo hasta hacerle sangrar, pero lo único que ella hizo fue…

Eres un idiota!

Gritarle y salir corriendo. Subió por las escaleras con lentitud, en cuanto entrara a la habitación sus amigos y las amigas de su futura ex-esposa le llenarían la cabeza de preguntas y no estaba de ánimos para contestar. Tenía la esperanza que Rukia no se divorciase de él pero, al escuchar a Byakuya que se encargaría de esos trámites, su esperanza se fue bajo tierra

Al llegar a su hogar entro, haciéndole frente a las miradas de sus amigos, con una sopa instantánea cada uno sin embargo, no le preguntaron nada solo una sopa de más en la cocina; así que tomo unos palillos y comenzó a comer sentado en el suelo. Hasta que escucharon unos toques a la puerta

-yo iré-sonriente Inoue abrió la puerta encontrándose con el casero del lugar-que sucede señor Urahara

Urahara, el dueño del edificio pero preferían decirle casero, un hombre de cabello rubio, corto hasta los hombros, con un extraño sombrero a rayas verticales negras y blancas

-hey!-sacando un abanico con su mano derecha y un teléfono inalámbrico con la mano izquierda-hay una llamada para el señor Kurosaki…

El ludido dirigió su mirada hacia el casero y luego al teléfono, quien le llamaría a esas horas? Serian los abogados de Byakuya? Tan rápido había realizado los tramites? Se suponía que sería en una semana. Se levanto del suelo hasta Urahara tomando el teléfono

-habla todo lo que quieras, luego me lo llevas-se despidió el hombre del raro sombrero

-sí, habla Kurosaki Ichigo-dijo en el audífono del teléfono

-habla Ishida Ryuken, soy del hospital general de Karakura, me encantaría hablar con usted cara a cara…junto a sus dos amigos-le escucho, era un doctor del hospital, será que tendría el trabajo que en verdad quería

-claro!-sonriendo, dejando a sus amigos anonadados por el cambio repentino-solo diga cuando nos necesita

-mañana, a primera hora-finalizando la llamada, después de eso, bajo corriendo las escaleras con algunos tropezones y escapes de caer cuesta abajo, al llegar abajo del edificio toco la puerta del apartamento del casero, entregándole el teléfono a su esposa, una mujer de cabellos morados, de piel morena y de ojos del color del oro de nombre Yoruichi

Después de entregarlo, salió corriendo de nuevo a su hogar dejando sin en que pensar a Yoruichi. Al entrar se encontró con la mirada de confundidos de sus amigos y amigas

-Grimmjow y Ulquiorra, preparen sus papeles, porque he recibido la llamada de un médico del hospital general de Karakura y nos ha citado mañana a primera hora-los aludidos no sabían que hacer hasta que Inoue y Nelliel le levantaron del suelo llevándolos directo hacia los cajones en busca de sus papeles con una sonrisa y brillo en sus ojos

Al verlos así, Ichigo sintió nostalgia, cuanto hubiese deseado que Rukia estuviese así de feliz porque, a veces se reprendía porque se había enamorado de una mujer tan difícil, pero también se sentía feliz de saber que encontró a una mujer tierna y cariñosa quien le regalo una hija hermosa, aunque esos pensamientos no valieran ahora que ella no sería más su esposa; al menos cumpliría su sueño de ser un medico, aunque ella no esté cerca de él para compartir su alegría

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Al día siguiente, se había levantado de madrugada con el frio intenso de esas horas, estaba tan entusiasmado por la cita al hospital que se había propuesto hacer lagartijas en el suelo, al menos así no sentiría tanto el frio.

Se tomo un baño y se vistió con la ropa más elegante que tenia, una camisa de algodón blanca y sobre ella una camisa de vestir negra con botones manga corta, con un pantalón de mezclilla y unos zapatos negros. Espero en su cama acostada mientras pasaban las horas y el sol se dignaba a salir, esa cama personal se sentía como una cama matrimonial sin Rukia

Horas más tarde se encontraba con sus amigos en la entrada del hospital sin saber quién era el tal Ishida Ryuken, caminaron en círculos por el hospital preguntando por el sujeto recibiendo respuestas que los llevaban a otras hasta que un hombre de gafas, cabello negro hasta los hombre recogido en su oreja izquierda se les coloco en frente

-Kurosaki Ichigo, Ulquiorra Schiffer, Grimmjow Jeagerjaques-les llamo observando a cada uno de ellos-me llamo Ishida Uryu, mi padre les llamo pero, me temo que no se presentara así que yo me encargare de la situación, síganme-y no mas se dio la vuelta seguido de los tres.

Llegaron a la oficina, entregándole todos sus papeles hasta sentir un atavismo de deja vu, se sentaron mientras aquel hombre frente a ellos leía detenidamente sus documentos

-bien…pueden empezar mañana-escucharon dejándolos perplejos-por su rostro, creo que pensaban que les haría preguntas…cierto-a lo que ellos asintieron-me gusta aceptar profesionales, si estos papeles dicen que lo son no tengo por qué hacer preguntas-se levanto de su escritorio y salió por la puerta

Al salir del hospital, sentían un aura extraña habían jurado que les haría duro el conseguir trabajo aun así salieron de tal lugar con sus horarios de entrada y salida y de los lugares en los que se especializarían e irónicamente los tres habían quedado en pediatría.

Al llegar a su departamento, Ichigo paso directo a su cama a dormir y aunque fuese de día, no soportaba ver a sus amigos felices junto a sus esposas, ahora solo le quedaba esperar los abogados de Rukia enviados por Byakuya…

Seis meses después…

Una morena estaba entre lagrimas al ver a Atsuko caminar dos pasos y luego caer, por otro lado la puerta se abría dejando ver a Hisana quien miraba curiosa la escena para luego cambiarla por una leve molesta y se acero sin que su hija se diese cuenta.

-al parecer la pequeña está aprendiendo a dar sus primeros pasos-dejando entre alegre y confundida por su rostro-solo tú piensas tener la dicha de ver a su hija ponerse de pie?-arruinando la sonrisa de Rukia al saber a qué se refería, dejándola sin palabras-entonces ven conmigo y lleva a Atsuko…haremos un viaje.

Minutos después se encontraba frente al hospital general de Karakura sin entender nada, ni siquiera estaba enferma y mucho menos su hija y de pronto se vio guiñada de su muñeca por su madre, al entrar al edificio Hisana se detuvo a hablar con un enfermera hasta que le vio despedirse

-ven conmigo-y de nuevo le guiño de la muñeca por los pasillos del hospital, hasta que llegaron hasta una puerta que decía pediatría

-mamá que hacemos aquí? Atsuko no es enferma- le dijo antes de girarse y salir del hospital

-tal vez no pero detrás de esta puerta la solución-dejando mas confundida a su hija

-solu…-pero antes que terminase su madre abrió la puerta y le empujo dentro de la habitación

Al entrar a fuerza escucho el azote de la puerta detrás de ella, mientras que frente a ella observaba atónita la cantidad de niños con su madre o padre sentados en bancas cercanas a unas puertas en el pasillo

-quien es el siguiente!?-escucho una voz muy conocida salir por la puerta numero 15

Y mientras la silueta de dicha persona aparecía, una madre con su hija se levantaba de la silla con su hijo en brazos. El hombre de bata blanca y un estetoscopio en el cuello le froto los cabellos del niño mientras le regalaba una dulce sonrisa, pero antes que se diese la vuelta y regresar por donde había salido, fijo su mirada en la persona que le miraba expectante, haciéndole abrir los ojos en par

-Rukia…-salió de la voz entrecortada del hombre peli naranjo, al verla de nuevo se le estrujaba el estomago

"solución…?"-resonaba por la mente de la morena, ahora entendía a que se refería su madre, de solo pensar en lo tonta que fue le carcomía el corazón, ahora se encontraba frente al hombre que no quería ver, no porque lo odiase sino, que le hacía desistir de su decisión de divorciarse de él, siempre que se proponía llamarle a los abogados, solo imaginárselo le hacía alejar su mano del teléfono

Por el rostro ensombrecido de Rukia se hacía a la idea que quería salir corriendo del lugar, pero si estaba ahí era porque no sabía que él estaba ahí, y al ser un hospital y en la especialidad de pediatría solo le hacía pensar que su hija estaba enferma, le dio indicaciones a la señora con el niño que le esperase en el consultorio y antes de dar un paso la morena coloco a su hija en el suelo dejándole confuso

-ve con papá-le escucho para luego observar a su hija pararse en sus piecitos y luego caer, hasta que intento una segunda vez caminando a pasos tambaleantes llenando el corazón de Ichigo en ternura, amor y otros sentimientos que le hacían dejar salir las lagrimas de sus ojos

-Atsuko puedes caminar-la cargo en cuanto cayo sosteniéndose de sus zapatillas negras, abrazándola y frotando su mejilla con la de ella

La morena solo se hacía a la idea que su hija logro dar sus primeros pasos frente a Ichigo y ella pero, no lograba asimilar la tierna escena que sus ojos miraba, él siempre fue así, cariñoso con Atsuko incluso con ella entre tantos afectos y atenciones, afectos y atenciones que comenzó a extrañar desde que se alejo de su lado pero, se sentiría ridícula si le dijese que volvieran seria…

-Rukia…-Ichigo le llamo asustándola al verlo frente a frente, dándole en brazos a Atsuko-yo…bueno…como veras soy médico de pediatría-sintiéndose tonto al decirle lo obvio y más aun si ella le seguía mirando como si nada-digo…trajiste Atsuko así que debe estar enferma y…

-estoy aquí por obra de mi madre-dejándole un poco herido, ya que se esperaba un "está enferma" o lo que es claro que no escucharía de su dulce boca un "vine a visitarte al trabajo" y con su almuerzo en manos-además…es normal…que…-un nudo se le formo en la garganta incluso juraría que estaba muy sonrojada, era anormal reconocer y disculparse por un error cometido-que…una esposa lleve a su hija para que su padre comparta tiempo con ella

Aun las palabras "esposa" y "esposo" en una sola oración se le hacían sacados de sus sueños, pero por lo sonrojado de las mejillas de Rukia era la realidad, entonces la luz de esperanza que Rukia estuviese a su lado volvió a sus ojos

-eso quiere decir que me das otra oportunidad?-tomándola de hombros

-yo…-no sabía que decir, aun tenía ese nudo en la garganta

-si es así, hare todo para que me perdones, y se cómo!-soltándola se quito la bata blanca mientras llamaba por teléfono...

-teléfono?-susurro la morena, siendo escuchada por el peli naranjo

-eh? Me lo compre hace tres meses, no te preocupes te comprare uno

-no! Yo…-pero antes que continuara un hombre de lentes entro por la puerta

-que quieres Kurosaki, para que me llamaste?-le dijo Uryu Ishida

-que bien Ishida, necesito que te ocupes de un paciente de mi consultorio mientras vuelvo-tomando a la morena de la muñeca sin escuchar las quejas de su compañero de trabajo-te lo voy a agradecer mucho!

Y mientras Ishida le maldecía, guiño de su esposa por los pasillos hasta llegar a las afueras del hospital, precisamente en el estacionamiento donde pararon frente a un auto negro. Ichigo abrió la puerta trasera del auto ya que Rukia no podía ir en el copiloto con su hija en brazos

-sube

-este auto es tuyo?-señalaba anonadada el auto

-eh?...si, lo compre hace dos meses pero, sube te mostrare algo mejor

Rukia subió al auto. Todo el transcurso del camino hubo un silencio pero para nada incomodo, el auto se detuvo en un pueblo específicamente frente a una casa con un jardín de césped presiono y arbustos.

-esta es mi casa-le dijo mientras le ayudaba a salir del auto

-que!?-ahora si estaba para desmayarse, tanto había progresado Ichigo en esos seis meses?

-Rukia-tomándole una de sus muñecas-regresa conmigo, este es el lugar que he preparado para el día que estuviese de nuevo a mi lado, por favor Rukia…regresa conmigo

-Ichigo…-susurro mientras se soltaba de su agarre-yo…-su tartamudeo le ponía de nervios a Ichigo-yo…esto es mi culpa

-eh?-dejando en blanco al peli naranjo

-tome una decisión desesperada alejándote de tu hija, te dije que me divorciaría de ti y al final termine extrañándote y…-los labios de Ichigo detuvieron sus palabras llenas de sofocación. La morena le correspondió ante el beso que denotaba también, desesperación y amor. Se separaron al sentir las manitos de Atsuko

-eso no fue lo que te pregunte enana-le dijo con una sonrisa mirando la cara de sonrojes de la morena, había pasado tiempo desde que se refería a ella de esa manera-además Kuukaku me dijo hace unos meses que una ex compañera de universidad se las ingenio para revelarte mi anterior trabajo, pero no me molesto…sabes por qué?

-no-le contesto contemplando su vasta sonrisa

-porque no me importa, solo me importaba el pensar que algún día me perdonarías…Rukia…regresa conmigo-le dijo sonriente hasta que la morena comenzó a llorar-eh!? Dije algo malo

La morena sin dejar que se "disculpara" de su supuesto error cometido, le abrazo-si Ichigo, regresare contigo y seremos la familia más feliz del mundo!

Por otra parte…

-Hisana, donde está Rukia?-le pregunto su esposo sentado en el sofá al verla entrar a la mansión sin su hija y nieta

-digamos que complete tu misión-regalándole un dulce sonrisa

-recomendarlo al hospital no una misión y menos ayudarlo, sabes que ese mocoso no me agrada-Hisana se sentó a su lado abrazándole mientras Byakuya le rodeaba su cintura

-pero aun así lo hiciste-regalándole un beso en la mejilla

-solo porque el chico eligió un mal trabajo considerando que su esposa toma decisiones desesperadas al entirse engañada…

Fin

Por fin! Pensé que nunca lo terminaría y saben porque!? Porque sistemáticos y monografías no combinan y menos cuando hay estrenos anime de otoño.

Espero que les haya gustado el final de esta corta historia, no se preocupen tengo una preparada pero no sé cuando la publicare

Me dejan un reviews si?

Nos vemos!