Disclaimer: Inuyasha no me pertenece, sólo la trama de esta historia.

Chapter-1 ~Oscuridad~

Era una noche oscura, fría y sin estrellas en el Sengoku.

Un Hanyou saltaba entre las ramas de los árboles bufando molesto.

Kikyo no había querido complacerle esa noche y eso le enfurecía.

Percibió el olor de Kagome no muy lejos de allí y sonrió. Seguro que ella le satisfacería. Después de todo, estaba perdidamente enamorada de él.

Mientras, Kagome paseaba con tranquilidad por el bosque. Sabía que Inuyasha estaba con Kikyo pero no le importaba. Ya no.

Él se había ocupado de cambiar eso. Con sus escapadas, sus palabras hirientes, y sus constantes comparaciones entre ella y Kikyo.

Ella no quería ser como esa bruja. La verdad, no le atraía mucho eso de ser un cadáver que se regodeaba en su propio rencor hacia el mundo, odiando todo a su alrededor.

Notó una presencia y tensó su arco; un Youkai, quizás?Cuando vio a Inuyasha, suspiró con alivio, guardando su arco tras de sí. Lo que no esperaba, es que Inuyasha la tirara al suelo y le desgarrara la camisa.

-Q… qué haces? -chilló

-No decías que me querías? Demuéstralo.

-No! Ya no te quiero! Y tu no me quieres a mi!

-No importa, lo pasarás bien.

-No voy a acostarme contigo, Idiota! Suéltame!

-Cállate.

-Suelta!-sollozó.

Estaba siendo brusco, incluso para ser él.

No la acariciaba, la arañaba. Y por supuesto, no la besaba. Sus labios no le parecían importantes, y mejor, no quería que su primer beso fuera con él.

-Inuyasha, suéltame por favor!

-No quiero.

-Que me sueltes!

-Y si no quiero?

Sus piernas, brazos y abdomen estaban arañados y le dolían. Estaba llena de sangre por todas partes, e Inuyasha estaba ejerciendo demasiada presión en sus muñecas. Al forcejear tanto, Inuyasha gruñía. Se estaba resistiendo demasiado y no podía tocarla.

-Basta! Me haces daño!- su grito se mezcló con un sollozo.

No podía permitir que Inuyasha se saliera con la suya, y no lo haría. Con su poder de sacerdotisa hizo desprender una energía blanca de su cuerpo que hizo a Inuyasha volar.

Cogió rápidamente su arco, se tapó como pudo y echó a correr.

Pero todo el cuerpo le dolía. Sus ojos parecían no querer mantenerse abiertos, y en medio del bosque, se derrumbó.

Un Youkai peliplateado de ojos ámbar caminaba tranquilo junto a Jaken y Ah-Un. Rin se había adelantado para "investigar".

No paraba de pensar en lo idiota que era su hermano por tener a aquella sacerdotisa tan hermosa y dejarla de lado por la muerta.

Los chillidos histéricos de Rin interrumpieron sus pensamientos.

-Amo Sesshomaru! Amo Sesshomaru! Venga aquí, rápido!

-Qué sucede ahora?-Dijo con su típica voz fría.

Tanto él como sus discípulos fueron corriendo a dónde se encontraba la niña, quedando petrificados al ver lo que esta señalaba.

-Mi amo bonito…no es esa extraña sacerdotisa que acompaña a su hermano? Que le habrá pasado? Sus ropas están llenas de arañazos.

-Su cuerpo también está lleno de arañazos! Y tiene moratones en las muñecas!-chilló la niña- Cree que habrá sido un Youkai lobo?-preguntó temerosa.

Sesshomaru la cogió en brazos y se giró hacia el río donde habían acampado la noche anterior.

-Se lo preguntaremos.

¿Reviews?