Recuerdos comenzaron a brotar en mi mente… Sora Takenouchi, mi mejor amiga desde siempre, cuando éramos niños me sentía tan bien a su lado que pensé estar enamorado de ella, nunca pude aclarar mis sentimientos y yo no quería lastimarla así que me callé; como siempre pasa, alguien mas llegó, Yamato Ishida, mi mejor amigo, la amaba con locura, los celos me inundaron pero ya era muy tarde, ya eran una pareja, verla feliz me bastaba, parecería mentira pero en serio me alegraba verlos felices, eran mis amigos creo que era lo normal.

Un día terminaron su relación y ninguno me habló de eso, cuando Matt lo recuerda solo se repite "Fui un idiota", nunca quise indagar mas en el asunto, ya que a ellos mismos les costaba mucho vivir con ello, no quería remover asuntos zanjados.

Sora seguía siendo mi amiga, en realidad comenzamos a llevarnos aún mejor, quizás por que ya no era tan inmaduro, no lo se pero estar tan cerca de ella me agradaba, salíamos a menudo con mi hermana Hikari.

Matt por otro lado se distanciaba, yo procuraba salir al menos una vez por semana únicamente los dos, pero comenzó a cerrarse; me recordó a cuando niños, él me entendía y yo lo entendía, no necesitábamos mas, quería creer que nuestra amistad era tan buena como para acompañarnos en la distancia.

Todo llegó a mi mente en un flash de tres segundos mientras ella me besaba… mi amiga y la ex novia de mi amigo… mentiría si dijera que me disgustó, sentía una tierna calidez, tan rápido como empezaba a responderle me separé de ella en un pequeño rayo de cordura.

_No… esto… no… yo… no puedo…_ bajó la mirada y lo comprendió, en la mente de ambos estaba el mismo nombre, Matt.

_De pequeña siempre me gustaste… cuando crecimos me di cuenta que no eran sentimientos infantiles, que era de verdad… pero… creía que solo me veías como tu amiga… entonces llegó… Yamato… no te mentiré, en serio lo amaba, lo quería tanto que me quise segar…no quise ver que me engañaba… lo perdoné… pero… no pude confiar de nuevo en él…

_Es la primera vez que se algo de esto... no puedo juzgar o justificar… pero se que Matt no se ha rendido, nunca me lo ha dicho… pero lo se… es mi amigo después de todo… por eso…lo siento, Sora._ Me miró tiernamente y acarició mi mejilla, me sentía como cuando perdíamos un partido y ella nos animaba.

_Esta bien, de alguna forma, sabía que dirías algo así, tu… serías incapaz de dañar a tus amigos… eso me gusta mucho de ti… no quiero cambiar eso…._ Se ve justo como en ese entonces… definitivamente… Sora siempre logrará sacarme una extraña sensación en el corazón.

Un pequeño episodio bastante extraño, seguimos siendo amigos como siempre, parecía que nada hubiese cambiado, así trascurrieron tres meses.

_Hermano, apresúrate, todos deben estarnos esperando en casa de Mimi_ Llegó de Estados Unidos la semana pasada y todos se la pasan armando un alboroto a su alrededor, yo ni siquiera la he visto porque… bueno… me quedé dormido cuando la recibieron en el aeropuerto y… pues… la verdad es que aún siento que me regañará por no ir a despedirla… se que ya fue hace mucho pero… ella es una loca… y no de las buenas.

_Ya… oye… Kari… tu crees que… ella…

_ Discúlpate_ Frívola y directa, dónde estaba mi cariñosa y dulce hermanita cuando yo la cagaba.

_ Si, ya, me lo imaginaba… es que yo siempre soy el lobo del cuento y debo rebajarme a mendigo para complacer a la princesa…

_ Tai, ya deja eso, ha pasado mucho tiempo y Mimi es diferente_ no me lo creo, Mimi Tachikawa es una llorona, caprichosa y consentida.

Nos encontrábamos en la puerta, Kari sonó el timbre y yo miraba despreocupadamente los alrededores… solo podía pensar una cosa… esta chica literalmente esta forrada de efectivo, era una casa… perdón, una mansión, creo que es mas grande que la escuela… y no exagero.

_ ¡Kari! ¡Tai!, pasen, todos se encuentran en la sala, estábamos justamente pensando en ustedes _ Nos abrió la puerta Davis, naturalmente debió estar todo este tiempo a que llegáramos… bueno, a que llegara mi hermana, él me agradaba, pero… naturalmente alguien que quiera con tu hermana no puede agradarte, es una especie de instinto raro.

_Si, muchas gracias pasemos de una vez_ como era de esperarse me interpuse a él y tomé a Hikari de la mano, solo tuvo oportunidad a un saludo con la mano; al llegar ya se encontraban todos excepto la susodicha princesa, tomé asiento junto a Kari antes de que otro ventajoso lo hiciera.

Jou ya estaba en la facultad de medicina y… prácticamente tenía muerte social, no tenía tiempo de nada, Izzy como siempre es un tanto raro, pero todavía se acopla bastante al ambiente entre Matt, Sora y yo, el resto de mocosos que no me agradan, Davis, Jolei y Cody, se integran entre ellos junto a mi hermana que pongo en manos de T.K, es un buen chico, y el otro chico Ken, digamos que… ahí anda.

_Venga entonces, ¿solo nos sentaremos aquí a vernos las caras?, tan siquiera… una cascarita ¿o no?_ comenzaba a aburrirme y con esa clase de comentarios parecía que no les parara el pico a todos.

_ Chicos, lamento el retraso pero, estaban recogiendo un poco la sala de juegos, ayer me quedé con mamá hasta tarde y bueno hicimos un desastre, había olvidado pedirle al servicio que lo hiciera antes_ esa voz chillona… bueno ya no tanto… pero si consentida. Todos comenzaron a hablar bla bla bla bla bla, al fin se levantaron y nos encaminamos al destino guiados por un criado… que originales son los ricos.

Esperé el momento adecuado para hablar con Mimi, cuando todos se adelantaron y nos quedamos un poco atrás._ Esto… Mimi… yo quería hablar contigo de algo…_ Aun nos veían Jou e Izzy que caminaban mas calmados.

_ ¿Qué sucede Tai?_ preguntó con una inocencia casi… imposible.

_ Yo… quería disculparme por no despedirte cuando te fuiste y por no ir al aeropuerto a recibirte, no se que pasaba por mi cabeza esos días…_ A veces puedo tener pensamientos muy malvados, pero lo cierto es que todos ellos son mis amigos y yo haría lo que fuera por mantenerlos unidos, incluso… esto, saqué una pequeña cajita de mi chamarra cuando ya nadie nos veía y se la entregué.

_ No tenías que comprarme nada para disculparte_ parece que realmente ha cambiado, se alegró bastante y lo abrió, era un broche para… bueno… no se, no recuerdo lo que dijo la tipa de la tienda, solo sé que se usan atrás.

_No es por eso, es que, tampoco te felicité en tu cumpleaños y… creo que me sentí un poco culpable_ Era un truco bien elaborado, aún si se molestaba, me gritaba o mataba, yo sería el buen tipo que le regaló el broche… mis intenciones eran buenas.

_Mmm un truco bien elaborado, aún si me molestaba, te gritaba o mataba, tú serías el buen tipo que me regaló el broche "tus intenciones eran buenas"… además esto no es mas que una baratija_ Un cambio radical de 180º, de la nada era… mala.

_ Pues si no te gusta bien puedes regresármelo_ A la mierda ser un buen tipo, yo quiero mi dignidad.

_ Pues toma_ me estaba sacando de quicio, tomé el broche pero esto no se quedaría así.

_ Ya, uno trata de ser agradable pero contigo no se puede.

_ Pues no me mientas, si de verdad no lo sientes no lo digas… además… este broche…_ ¿qué había de malo con el broche?

_ Bueno mira, si me sentía culpable… y la cosa es que no sabía que hacer y… pues si fue una idiotez creer que… algo como esto lo arreglaría todo, lo siento en verdad Mimi_ Me miró por vario rato y le ofrecí nuevamente el presente, lo tomó entre sus manos y se quedó pensando mientras lo veía_ y… ¿qué hay de malo con el broche?

Se quedó un poco pensativa, cerró los ojos y al abrirlos regresó a la actitud de antes_ No es nada, todo está bien_ me sonrió y continuó caminando, yo la seguí pero… por alguna razón sentía que la había cagado de nuevo… para variar.

Mimi, Kari, Sora y Jolei, se la pasaban todos los días en mi casa, como si fuera poco gritaban como locas, en especial esa tipa de cabello lila, escuche abrirse la puerta principal y por fin el silencio reinó de nuevo, de seguro salieron a comprar alguna tontería, era mi oportunidad para salir a la intemperie por alimentos, me deslice sigilosamente por el corredor, continué al comedor y seguido a la cocina, mientras hacía el tema de fondo de misión imposible, abrí el refrigerador y tome un zumo.

_ Menuda rutina te haces solo para tomar un zumo.

_¡Mimi!_ me asustó bastante, eso que hice es vergonzoso por eso lo hago cuando nadie me mira_ no deberías espiar ala gente en su casa.

_Tú deberías revisar si estas solo antes de… hacer eso_ Tenía razón pero, esto no era mi fin.

_ ¿Dónde han ido las demás?

_ Comprarían algunos accesorios… tenía algo de sueño así que les dije que me quedaría a echar una siesta…

_ Eres muy rara, pensé que esas cosas te molaban.

_ Así es, pero no de esa clase, tengo gustos muy finos, no hay nada único en esos lugares, además el gusto de Jolei me provoca nauseas.

_ Ya veo…_ de la nada se acercó bastante a mi, su mirada era algo fría, me recorrió una extraña sensación.

_ Eres muy lento, Tai_ la tristeza en sus ojos se asomó y sentí como un balde de agua fría.

_ No lo entiendo… ¿a qué te refieres?

_ ¿Siempre regalas broches a las chica?...

_ Pues… no, a Kari le gustan muchas cosas como los peluches… solo le he regalado broches a…_ El recuerdo me llegó, yo le había comprado hace mucho un broche a Sora, por su cumpleaños _ ¿qué tiene eso que ver?

_ ¿quién eligió mi broche?_ No tenía caso mentir.

_ Sora me ayudó.

_Hmp, una completa ironía…_ se apresuró a darse la vuelta

_Hey, espera_ Le tomé la mano sin medir los riesgos, quedamos juntos frente a frente… eran… lagrimas, ella estaba llorando….

_ Ahora qué quieres_ me veía afligida, como si mi mirada le doliese.

_ Mimi, creo que fue una tontería regalarte ese broche_ se sorprendió un poco_ no se por qué te molesta pero… bueno… tu siempre te ves hermosa y me gusta cuando llevas el cabello suelto._ ambos nos sonrojamos bastante…

_ Mmm, gracias…_ agachó la mirada avergonzada y se marchó, no entendía nada, de un momento a otro no podía dejar de pensar en sus ojos, era como antes, cuando estaba tan decidida en la batalla final, cuando no quería pelear, cuando siempre se quejaba, cuando llegamos al digimundo… incluso desde antes… cuando la veía mi corazón ardía, era tan insoportable porque me dolía… siempre que la llamo princesa viene a mi mente cuando la encontré en ese castillo, se veía tan linda, esa imagen… me trae una calidez al corazón, no se que es pero… quisiera sentirla siempre…