Disclaimer: Junjou Romantica no me pertenece. Cu creador es Shungiku Nakamura, yo solo utilizo los personajes para hacer un tributo a su obra.

El fanfic de donde me inspire para hacer este se llama "Insensato" de Naru Nishihara.


Martes 19 de junio (11:45 PM)


Misaki miro por tercera vez en diez minutos el reloj en la cocina, Usagi estaba atrasado nuevamente. Dio un suspiro y se levantó de la silla, corto un trozo de platico y envolvió el plato que se suponía Akihiko cenaría con él esa noche. Subió las escaleras después de apagar las luces del departamento y se encerró en su habitación.

Ese extraño comportamiento se había estado repitiendo por más de un mes, no le parecía raro, pero las últimas dos semanas había dejado de avisarle en donde estaba o a qué hora volvería, incluso había dejado de quejarse de las reuniones con la editorial.

Se metió entre las sabanas y se recostó abrazando a Suzuki-san, estaba seguro de que el escritor le explicaría todo en la mañana.


Miércoles 20 de junio (2:30 AM)


Hiroki entro a su departamento, todo estaba obscuro, y no era de extrañarse, Nowaki estaba en su turno nocturno y él había estado fuera hasta altas horas de la madrugada. Su mirada se apagó ligeramente, debía parar eso, hacía mucho que debía parar eso, pero algo en él lo detenía.

Presiono el botón de la contestadora mientras comenzaba a desabrocharse la camisa, detuvo sus acciones de golpe al escuchar el mensaje de Nowaki.

"Hiro-san, lo siento, llegare un poco tarde en la mañana, debes de estar dormido, te llame al celular y no contestaste, descansa. Nos veremos en la mañana. Te amo"

Saco el celular del bolsillo derecho de su pantalón y reviso las cinco llamadas perdidas que tenía. Lo dejo en la mesa de la sala y fue directo al baño; lanzo la ropa al cesto de la sopa sucia y abrió las llaves de la regadera, metiéndose de inmediato. Sentía como el agua iba tomando la temperatura indicada mientras se lavaba el pelo. Se tallo con fuerza el cuerpo para asegurarse de que no quedara rastro del aroma del escritor.

Tenía que parar eso. Tenía que dejar de ser el amante de Akihiko.


Misaki abrió sus ojos lentamente y se sintió atrapado, una parte de él se alivió al saber que eran los brazos de Usagi-san, la otra se enojó porque no sabía a qué hora había regresado. Sentía su nariz rosando su nuca y sus labios apretados contra su hombro, se movió tratando de despertar al escritor pero este no despertó.

— Usagi-san, levántate. Tengo que ir a la universidad.

— Espera un rato más.

— No, además tengo que hacer el desayuno. —Sintió como el escritor aflojaba su abrazo para dejarlo ir, antes de que el castaño se levantara por completo lo sujeto para besarlo.

— Sabes que te amo ¿Verdad? —Misaki se sonrojo furiosamente pero asintió débilmente, Usagi le sonrió y volvió a besarlo.

— Tengo que hacer el desayuno.

Se levantó y se cambió rápidamente.


Nowaki termino de lavar los platos que habían usado en el desayuno. Hiro-san había estado extraño esa mañana.

Primero que nada le había recibido más frio que de costumbre y había desayunado con él a pesar de que con esa acción iba a llegar tarde a la universidad. Sonrió dulcemente con eso, pero no dejaba de preocuparle, escucho el teléfono sonar, rápidamente fue a contestar descubriendo que era un fax. A simple vista se veía que era una letra bastante linda y elaborada, pero era un mensaje bastante corto, un mensaje que le hizo sentir escalofríos.

"Su pareja, Kamijou Hiroki, le está engañando, trate de averiguar con quien"

— Informante, —Fue lo único que pudo decir, las manos le temblaban y su expresión mostraba la furia que sentía en esos momentos. Miro el numero con el que habían enviado el mensaje, pero solo aparecía que era un número desconocido —, imposible, Hiro-san no puede estar engañándome. —Rompió el mensaje en muchos pedazos y los lanzo con odio al cesto de la basura, y con esa idea en la cabeza continuo su idea.


Sumi caminaba por el pasillo vacío con tres libros bajo el brazo. Miyagi-sensei le había pedido ir por ellos al salón de maestros, sintió su celular vibrando incesantemente en su bolsillo trasero, lo reviso y noto que era el mismo número que le había estado marcando desde hacía dos horas, alzo una ceja y se dignó a contestar.

— ¿Sumi Keiichi? —Una voz distorsionada sonó al otro lado de la línea.

— Si ¿Qué desea? O más bien ¿Quién llama? —Dijo de forma sarcástica.

— Mi identidad no es importante, pero tengo entendido que mantiene una buena amistad con Takahashi Misaki.

— Si, supongo que sí, —Miro por uno de los ventanales del pasillo —, ¿A dónde quiere llegar con esto?

— Me gustaría que le preguntara si sabía que su actual pareja, el escritor Usami Akihiko, se encuentra todos los martes en la noche en el hotel Teito con alguien. Solo hágale llegar este mensaje. —La línea cortó la llamada después de eso, Sumi miro confundido la pantalla, se encogió de hombros y siguió caminando hasta el salón en donde se estaba impartiendo la clase. Dejo los libros en el escritorio y regreso a su asiento, justo al lado de Misaki, quien trataba de mantener su atención en el pizarrón.

— ¿Ocurre algo sempai? —Le pregunto al terminar la clase. Sumi le sonrió.

— ¿Usami-sensei ha estado saliendo los martes en la noche? —Inclino la cabeza al ver la expresión del castaño.

— ¿Cómo sabe eso?

— Hace un rato recibí una llamada de un desconocido, me pido que te dijera que Usami-sensei se ha estado reuniendo todos los viernes en la noche con alguien en el hotel Teito. Creo que es una broma de mal gusto. —Le sonrió al intranquilo muchacho.

— Sí, es cierto, —Rio nerviosamente, levantándose y guardando sus cosas, Sumi imito sus canciones y salieron juntos hasta la entrada de la universidad —, nos vemos mañana sempai.

El mayor simplemente hizo un gesto con la mano y se fue por otro lado del camino. La sonrisa de Misaki se borró apenas comenzó a caminar, era una broma de mal gusto, simple y sencillamente, pero la parte más inteligente de su cerebro le decía que no era así, primero que nada, nadie más que sempai sabía de la relación que tenía Usagi con él, y nunca había hecho algo que llamara la atención de los medios de comunicación.

Ni siquiera su hermano lo sabía, por eso no había un sostén para que alguien inventara eso. Usagi-san tenía un amante, alguien más a quien podía amar.

Cuando llego a la puerta del edificio se dio cuenta de que estaba llorando. Se limpió con la palma de la mano rápidamente y llamo al ascensor.


Miércoles 25 de julio (9:30 AM)


Misaki miro su teléfono en el centro de la mesa, había estado recibiendo mensajes poco agradables. Todos de números desconocidos o que no se registraban, lo que le hacía sentir un poco de miedo, tomo el celular y reviso el mensaje más reciente.

"¿Has notado el cambio? Ya no se desaparece en la noche"

Cerro sus ojos con fuerza ¿Sería capaz el amante de Usagi-san de restregarle que estaba saliendo con él? ¿Realmente Usagi-san tenía un amante? El celular vibro en su mano.

"¿Quieres salir de dudas?". Sin pensarlo dos veces contesto que sí. "Pronto tu sufrimiento terminara". Cerró sus ojos con fuerza y lloro, dolía.


Domingo 29 de julio (9:30 AM)


Nowaki le sonrió a una niña que llevaba en brazos, su recuperación había sido satisfactoria.

Hacia más o menos tres semanas que había cambiado de turno y se hallaba completamente recuperado de las desveladas. Hiro-san y el compartían más tiempo juntos gracias a eso y por ello había ignorado todas las llamadas y mensajes que había estado recibiendo desde hacía casi un mes.

Dejo a la niña junto al área de juegos, estuvo mirando a los niños jugar alrededor de diez minutos y después sintió que alguien jalaba de su bata, se giró y le correspondió la sonrisa a un niño que estaba a su lado.

—Doctor, un hombre me dijo que le entregara esto. —Alzo su mano dejando ver un sobre transparente que traía dentro una invitación azul obscuro.

— ¿Quién te la dio? —La tomo.

— El señor de… no está, —El niño apunto con su dedo e hizo un puchero cuando noto que no había nadie ahí —, el señor me dijo que se la diera, pero creo que tenía prisa.

— Esta bien, ve a jugar.

Nowaki miro sobre que tenía su nombre escrito en letras doradas. No era la primera vez que recibía ese tipo de atenciones de los padres de un paciente, quienes exigían darle regalos u otras cosas para agradecerle sus atenciones como médico. Abrió el sobre transparente y saco la invitación, sintiendo el papel corrugado con el que estaba hecho.

"Estimado Kusama Nowaki:

Quiero agradecer abra y lea esta invitación. En los cuatro meses y medio me he tomado el atrevimiento de apreciar la gentil y amable persona que es, cumpliendo alegremente con sus deberes de médico.

Por eso es un placer y una necesidad invitarle al descubrimiento de la infidelidad que mantiene su pareja, Kamijou Hiroki en el hotel Teito el próximo martes 17 de julio a las 10AM.

Espero nos alague con su presencia.

Informante"

Nowaki miro confundido la invitación, al poco raro su teléfono comenzó a sonar, reviso el mensaje del número desconocido que había llegado.

"No eres el único que está sufriendo, alivia el sufrimiento de la otra persona que te estará esperando."

Sintió que se le iba el aliento por unos segundos, guardo la invitación en la amplia bolsa de su bata blanca y continuo su camino hasta los consultorios.


— Usagi-san… —Suspiro el castaño en brazos del escritor. Visiblemente agotado y a punto de quedarse dormido.

— ¿Qué ocurre? —Murmuro mientras le acariciaba el cabello y le rodeaba la cintura desnuda.

— Tengo miedo.

— ¿De qué?

— De lo que pueda pasar. —Akihiko le miro sin comprender, jalando las sabanas y cubriendo su cuerpo desnudo. Le beso dulcemente en los labios.

— No pasara nada.


Lunes 30 de julio (12:17PM)


Akihiko miro por los ventanales del departamento, el comportamiento de Misaki le había sorprendido y preocupado al mismo tiempo, no sabía cómo, pero Misaki estaba sospechando de lo que estaba haciendo y no estaba dispuesto a perderlo, saco su teléfono celular y marco rápidamente.

¿Qué ocurre? —Respondió la línea al otro lado.

— No podemos vernos mañana.

¿Por?

— Misaki está sospechando, no creo que deba dejarlo mañana.

Estará en la universidad. —Akihiko se giró y se sentó en el sillón.

— Lo se… nos veremos mañana.

Esta bien.

— Hiroki. —Encendió un cigarro.

— ¿Qué ocurre?

— Mañana será la última vez. No quiero perder a Misaki, perdóname. Perdóname por todo.

— Akihiko… estoy totalmente de acuerdo, debemos acabar ya con esto. Y creo que yo debo pedirte perdón también por muchas cosas…

— La última vez.

— La ultima. Nos vemos mañana.

— Bien. —Cerró su teléfono y le dio una larga calada a su cigarro, cerrando los ojos. Pronto todo volvería a la normalidad.


Martes 31 de julio (9:50AM)


Misaki miro el mapa del hotel Teito, podía recordar algunos salones, habitaciones incluso. Miro a ambos lados y recibió un mensaje.

"Ve a la recepción y espera en el sillón entre los dos floreros rojos, ahí te encontraras con alguien."

Camino hasta la enorme sala que era la recepción, la gente iba y venía. Se sentó apretando el celular entre sus manos, al poco rato un joven mayor que él se sentó a su lado, se miraron por un momento y el celular del joven sonó.

El joven que está a tu lado se llama Takahashi Misaki, —Cuando escucho eso le hizo una seña al castaño para que escuchara la plática, Misaki comprendió de inmediato y se acercó a él, sin tocarlo —, en el marco de la puerta de la habitación a la que van a ir hay una llave que les permitirá entrar.

— ¿Cómo sabremos que habitación es?

Respondan la pregunta, —El celular de Misaki sonó —, espero que sepan cómo tomar esto. —Corto la llamada mientras Misaki leía el mensaje.

— ¿Cuántos huesos tiene un recién nacido? —Murmuro el castaño.

— Aproximadamente 306.

— ¿Eso de que nos sirve?

— No creo que este hotel tenga tantos pisos, así que probablemente sea el número de la habitación.

— Tenemos que buscar en que piso es… —Miro como Nowaki se levantaba, avanzo unos pasos y lo volteo a ver.

— ¿No vienes? —Se regresó y noto que el muchacho estaba a punto de llorar —, ¿Qué ocurre?

— Ya no estoy tan seguro de querer esto… yo ¿Y si es mentira y nos están engañando? —Nowaki le miro comprensivamente y le sujeto de los hombros.

— No te conozco, no sé cómo seas o cual sea tu personalidad… peo ya estamos aquí, han pasado demasiadas cosas como para que sea una broma ¿Quién querría que tú y yo nos reuniéramos? —Misaki le miro con los ojos llorosos, asintiendo suavemente.

— Es que es difícil… no quiero que sea verdad. —Nowaki le abrazo suavemente cuando comenzó a llorar.

— No eres el único que se siente así… pero si te hace sentir mejor, no estás haciendo solo esto, yo estoy aquí, haremos esto juntos.

Misaki le sonrió tristemente y se levantó para caminar junto a él al en el que se mostraba la distribución del hotel. Revisaron todas las áreas hasta hallar el número de habitación. Ambos caminaron hasta el ascensor sin mucho ánimo, como si trataran de retardar lo mayor posible el llegar. Una vez adentro miraban la pequeña pantalla que mostraba el número de piso por el que estaban pasando, al bajar recorrieron el largo pasillo, mirando el número de las habitaciones hasta llegar a la habitación 306, Nowaki recorrió con los dedos la horilla del marco de madera hasta que sus dedos se toparon con algo. Con algo de dificultad saco la tarjeta que servía como llave para la puerta.

Se miraron otra vez y Nowaki deslizo la tarjeta por la pequeña cerradura y la puerta se abrió silenciosamente, apenas se adentraron a la habitación lograron escuchar los sonidos que provenían de esta. Gemidos ahogados y las respiraciones agitadas. Misaki retrocedió dos pasos con los ojos llenos de lágrimas, Nowaki le tomo de la mano y le invito a adentrarse con él en la habitación. Misaki accedió cuando noto que el contenía las lágrimas.

Atravesaron una pequeña sala, en donde no había más que un maletín y los celulares, ambos notaron que estaban apagados, Misaki soltó un sollozo cuando llegaron a la cama, en donde Usagi se hallaba encima de Hiroki. Estos dos se separaron casi de inmediato, Hiroki jalo la sabana para cubrirse y se cerró la camisa rápidamente, por su parte Usagi se cerró el pantalón con un rápido movimiento.

Misaki se soltó de la mano de Nowaki y salió corriendo de la habitación, el otro se quedó sin moverse, mirando únicamente a Hiroki, quien seguía en la cama, mirando el repentino alboroto que había en la habitación. Akihiko se había puesto rápidamente una camisa, sin abrochar, y salió corriendo tras Misaki, gritando su nombre.

— ¿Por qué? —La mirada del médico se había ensombrecido.

— Espera, Nowaki, déjame explicarte todo. — Se levantó buscando sus pantalones y poniéndoselos rápidamente.

— Eso es lo que estoy esperando. El porqué de que hayan hecho esto.

— Te juro que esta iba a ser la última vez que íbamos a hacer esto… —Se acercó lentamente, pero Nowaki se alejó —, ¿No me crees?

— ¿Hace cuánto que se ven? ¿Hace cuánto que hacen esto? —Hiroki agacho la cabeza, incapaz de responder.

— Yo…

— No digas nada. —Se dio media vuelta y salió de la habitación, escucho los pasos de Hiroki tras de él.

— Espera. —Le sujeto del brazo para detenerlo.

— No me sigas. En estos momentos no quiero ni puedo verte. —Murmuro con una mirada furiosa, Hiroki soltó su brazo lentamente, mudo al ver esa expresión dirigida a él.


Usagi corrió tras Misaki apenas se puso los zapatos. Había corrido por el pasillo lo más rápido que su cuerpo le permitió pero no logro evitar que las puertas del elevador se cerraran. Presiono frenéticamente el botón del segundo elevador pero al final opto por correr por las escaleras para poder alcanzarlo.

Cuando llego al gran salón que era la recepción pudo ver como el universitario salía por la puerta principal. Aun con la respiración agitada corrió tras él.

Logro alcanzarlo antes de que cruzara la calle.

— Misaki. —Trato de acercársele, Misaki retrocedió. Sus ojos verdes se llenaron de lágrimas que empezaron a caer lentamente. Usagi miro dolido el rastro húmedo que quedo en sus mejillas. Lo tomo de la manga de la chamarra, importándole poco si alguien los veía o no, le tomo de la nuca y lo jalo, obligándole no solo a mirarlo, si no también a juntar sus labios. El castaño no se permitió volver a caer en ese juego y se separó de el con fuerza, dándole una fuerte bofetada. La mejilla del escritor quedo roja mientras miraba sorprendido al universitario, pero no lo soltó, lo abrazo con fuerza, Misaki derramo más lágrimas, no iba a caer en ese juego, ya no más, no quería, no iba a permitir que ese hombre le volviera a utilizar, que le dijera más te amo llenos de falta de sentimientos. Comenzó a temblar, sentía a la perfección el calor del cuerpo de Usagi, trato de parar las lágrimas y rodeo la cintura del cuerpo de Usagi.

Solo un momento, tan solo unos segundos de paz, unos segundos más de esa mentira, cuando sintió que el agarre del escritor se aflojo, se liberó de esos brazos y se alejó lo más rápido que podía. Cerro sus ojos con fuerza cuando dio vuelta en una esquina, cruzando la calle escucho a un auto detenerse estrepitosamente, lo primero que pensó fue que estaban a punto de atropellarlo. Cuando abrió los ojos sintió que lo jalaban con fuerza.

— ¿Qué? —Alcanzo a decir antes de que le colocaron algo en la boca, trato de zafarse y sintió que apresaban sus brazos tras su espalda, lastimándole.

— No te preocupes, lastimado Misaki-kun… —Una voz le susurró al oído —, ese hombre no te tocara de nuevo, —Quiso gritar, correr, por lo menos ver quien era la persona que le hablaba —, yo soy tu informante, Misaki-kun.

Sintió un fuerte golpe en el estómago y sintió que el aire se le iba por completo, cerro sus ojos y perdió conciencia de lo que pasaba a su alrededor.


Muchas gracias por leer este primer capítulo, este será un fanfic algo largo (Realmente espero que no pase de quince capítulos) De nuevo, muchas gracias a Naru Nishihara por dejarme hacer una continuación de su fanfic, el cual aún me gusta mucho.

Espero me den una opinión a este nuevo proyecto.