En el nido de la serpiente.

Disclamer:Todos los personajes y hechizos presentados en este Fic son propiedad de Jk Rowlin, yo solo los utilizo para crear esta pequeña historia.

Para La Princesa de la Torre Roja y Dorada, leona, prefecta perfecta, miembro del Trió de oro, además de heroína de guerra y sangre sucia, estar en territorio verde y plata es sumamente peligroso, pero al encontrarse tentada por el príncipe de las serpientes, salir a jugar en tierras enemigas será el menor de sus problemas. Para el chico verde y plata, salir a jugar con la leona será lo mejor que la haya pasado en mucho tiempo.


Capitulo Uno : "1 de Septiembre: Londres, King´s Cross"

POV/Draco

El verano de 1998 paso aun más rápido que cualquiera de los anteriores, ese año volvería a lo que quedo de Hogwarts, luego de la batalla, puesto que después de un arduo trabajo por parte del ministerio, el grupo docente y la mayoría del estudiantado lograron poner en pie el majestuoso Castillo a tiempo para retomar el año escolar.

Para Draco Malfoy volver al castillo significaba una ardua lucha interior, El antiguo Príncipe de las serpientes, buscador estrella del equipo de quidditch y para muchos el mejor mago de todo Hogwarts, reducido hoy al hijo del mortifago cobarde que abandono la noble causa del señor tenebroso cuando más lo necesitaba, aquel que se libró de una larga -si no eterna- condena en Azkaban, y peor aún, aquel que junto a su esposa ayudaron a Él-Niño-Que-Vivió-dos-veces a derrotar al Lord Voldemort, aparte claro que todos sabían que el también era un "mortifago desertor", muchos de los miembros de su casa se habían encargado de regar el chisme por todo el castillo, aunque solo pocos de ellos habían visto la marca de su antebrazo izquierdo, bueno en realidad solo sus amigos sabían de la verdadera existencia de esta. Draco sabía que este año iba a ser totalmente diferente, para no decir sumamente difícil, el nunca fue del agrado del resto de las casas, sabía que lo odiaban pero antes, en su interior no podía importarle menos, ahora la situación era un tanto distinta, puesto que aparte de ser odiado por las águilas, por los tejones y aun mas por los leones, las mismas serpientes no lo encontraban muy digno, sabía que en su casa, los hijos de otros mortifagos -algunos muertos y otros prisioneros en azkaban- lo encontraban un tanto desagradable, en realidad totalmente asqueroso.

Al llegar a la estación en compañía de su madre, sintió una pequeña opresión en el pecho, para ser honestos no se encontraba nada feliz con tener que volver, y no por las razones que les había dado a Pancy y a Blaise en 6to año, no porque odiara Hogwarts, o por que las clases de encantamientos lo volvieran un tanto irritable, era por el hecho de tener que dar la cara a todos sus compañeros, tener que aceptar el castigo que se le imponía, al obtener el odio de todos los estudiante y profesores, por haber estado en el bando equivocado en una lucha totalmente injusta, aunque nadie supiera que él nunca compartió los ideales de su lado, que siempre estuvo ahí por su padre, porque desde muy pequeño ese había sido el destino elegido para él.

Pero ahí estaba, en la plataforma 9 de King´s cross, , esperando la salida del expreso escarlata, ese que lo llevaría al inicio de un año que prometía ser largo… muy largo.

Cuando al fin su madre termino con la pequeña charla, los consejos y las suplicas se acercaron al expreso para dejar su baúl con el resto del equipaje, no habían terminado de subir a su nueva lechuza, Eros, La cual tuvo que adquirir luego de discutir arduamente con su madre quien defendía fielmente la idea de que necesitaba una lechuza privada para escribirle, según ella casi a diario. Cuando escucho a un grupo de personas hablar un tanto alto, como si tuvieran la intención de ser escuchadas por el resto de la estación.

-No puedo creer que vuelva al castillo, resulto ser más cínico que su padre al decir que estaba bajo la maldición imperius y en cuanto se libero ayudo a Harry mientras pudo, como se atreve ese proyecto de mortifago – gritaron.

Cuando comprendió que era sobre el de quien hablaban busco la fuente de aquellas palabras y no se sorprendió al encontrar al Trió de oro, la comadreja menor, la lunática y a longtonton con otros dos gryffindors, en su interior no se esperaba menos de su parte, al final ellos siempre fueron los buenos, el siempre fue el hijo del mayor adorador del Lord tenebroso, sabía que aunque nadie dijera nada, o por lo menos no tan de frente como lo hacia la comadreja, todos en el castillo pensaban lo mismo o algo muy similar.

Al despedirse de su madre y subir al expreso decidió por su bien, ahorrarse el trago amargo de tener que viajar en el mismo vagón que el resto de su adorada casa, ya tendría el placer de soportarlos luego, cuando llegaran a lo que sería su prisión personal por el próximo año. Se encamino directamente a el único lugar donde sabía que tendría un poco de paz y con suerte encontraría la tan añorada soledad, al vagón abierto, el único territorio que compartían las cuatro casas, por ende casi ningún estudiante viaja ahí.

Cuando entro al vagón y encontró solo un pequeño grupo de críos de hufflepuff decidió quedarse en la última mesa, allí estaría tranquilo, no lo molestarían ni molestaría a nadie, apoyo su cabeza en el cristal de la ventana y se dejo llevar por sus pensamientos, deseo con todas sus fuerzas poder cerrar los ojo y dormir un poco, sin tener una de las tantas pesadillas que lo acosaban todas las noches desde ese fatídico 2 de mayo, y así, poco a poco sin siquiera fijarse, se fue entregando a los brazos de mofeo, esperando que el viaje en el expreso escarlata fuese tranquilo y si era humanamente posible… eterno.


POV/Hermione

Para una leona, el horizonte era totalmente diferente, aparte de que siempre había sido aceptada y hasta apreciada por los miembros de su casa, de todo el castillo en realidad -excepto las serpientes, eso es obvio- , ser miembro del trió Dorado, Heroína de Guerra, Cabecilla del Ejercito de Dumbledore y Parte de la orden del fénix la posicionaba como una las personas más apreciadas y profundamente admiradas de todo Hogwarts.

Hermione Granger, la princesa de Gryffindor se encontraba en la estación de siempre, en espera del expreso que la llevaría de regreso al lugar que había sido su hogar los seis años anteriores, aunque esta vez sería muy diferente, ella, la prefecta perfecta, era la única integrante del trió dorado que volvería al castillo. Cuando el actual Ministro de magia y amigo cercano de el Ron Harry y ella misma, Kingsley Shacklebolt, Proclamo que todos los interesados, mayores de edad, que formaron parte del ejercito en la batalla de Hogwarts, tendrían plaza abierta para formarse como aurores del ministerio sin necesidad de los EXTASIS reglamentarios, sus dos inseparables amigos decidieron no volver, para Harry volver atrasaba sus sueños de convertirse definitivamente en Auror y poder -según él- madurar y volverse lo suficientemente "aceptable" para poder estar con Ginny una vez que ella se graduara, para Ron volver simplemente sonaba tedioso e innecesario, de igual forma entraría a la academia sin necesidad de cursar otro año más y según él, George lo necesitaba en la tienda, aunque el mismo le había insistido para que retomara sus estudios. Como todos esperaban, ella si decidió volver, sus estudios siempre fueron su prioridad, y si podía regresar a Hogwarts y terminarlos como se debe, no lo dudaría ni un segundo. Al final ella nunca soñó con ser Auror, no pensaba hacerlo ahora, y aunque Kingsley le consiguió una plaza en el departamento de regulación de criaturas mágicas con especialización en los derechos de estas, sin tener que tomar los exámenes del 7mo curso, ella prefirió irse por lo legal y terminar su periodo escolar como todo el mundo, quería crecer y encontrar esa misma plaza pero por sus propios meritos, no por ser amiga del primer ministro. Y aunque la deprimía un poco saber que Ron y Harry no estarían con ella, el volver al castillo y comenzar un nuevo año la llenaban de esperanza, al final no estaría del todo sola, Ginny Neville y Luna también regresaban ese año y ahora todos estarían en el mismo curso. En la plataforma, con sus amigos no pudo dejar de pensar en que le esperaría este año, porque a pesar de que todos los peligros ya no los acosaban, sabían que grandes cosas le esperaban en el castillo, para ser honestos ¿Cuándo un año era tranquilo en Hogwarts? Al final, aunque quizás sus inseparables hermanos -y si a pesar de que ron y ella habían intentado por todos los medios ser algo más que solo amigos, en el transcurso del verano aceptaron que solo se querían como eso, como los mejores amigos- no iban a estar con ella, bueno, no perdía las esperanzas de disfrutar su ultimo año como ningún otro. Mientras hablaban animadamente con ginny, luna Harry y neville, escucho como Seamus, Dean (que también regresaban ese año) y Ron charlaban con un claro tono de indignación sobre algo o alguien que aun ella y el resto claramente no entendían. Wow, no esperaba menos de él, era de esperarse- comento seamus - Bueno. Sería un poco extraño que intentara entrar a la academia con ustedes, sus ideales no se lo permitirían- expreso con una cara de sorpresa Dean mientras observan un punto no muy lejano a ellos.

-No puedo creer que vuelva al castillo, resulto ser más cínico que su padre al decir que estaba bajo la maldición imperius y en cuanto se libero ayudo a Harry mientras pudo, como se atreve ese proyecto de mortifago – casi grito Ronald con la clara intención de que lo escuchara todos.

Hermione al mirar un poco mas pudo observar el causante del escándalo producido por su mejor amigo, Draco Malfoy acompañado de su Madre se encontraban a unos 15 metros de ellos, con la clara intención de tomar el expreso para volver al castillo.

-Oh, Bueno chicos es algo inesperado pero no es para tanto no? Al final es ministerio encontró a Malfoy inocente, es normal que regrese al castillo- Expreso Harry, ganándose una mirada un tanto grosera por parte de ron.

- Bueno, ya basta Ronald, todos sabemos lo cara dura que puede llegar a ser Malfoy, no es de sorprenderse, pero no tienes que tomar esa actitud, al final lo dejaron volver al castillo así que nadie puede hacer nada al respecto OK? - Regaño Ginny con sus brazos en Jarra tomando una actitud un tanto parecida a la de su madre.

- ok Molly, calma, no comentare mas nada- se disculpo Ronald ganando un fuerte puñetazo por parte de su pelirroja hermana.

El expreso, rugió y puso sus maquinas en movimiento, advirtiendo que pronto partiría, Los estudiantes empezaron a subir, algunos con lagrimas en los ojos, y otros felices por regresar, Hermione y el resto de sus amigos se despidieron del pelirrojo y del moreno y subieron al tren.

En realidad Ronald tiene razón no? Es muy cinico por parte de malfoy el volver a Hogwarts, después de todo lo que paso- expecto ginny mientras se conducían al mismo compartimiento de siempre.

-Bueno, quizás los Torposoplos que rodean toda su cabeza tienen algo que ver con su regreso… ¿Quisquilloso?

Ehh Luna, no creo que los torpo… eso de lo que hablas tengan algo que ver con el regreso de malfoy- dijo neville mientras intentaba absurdamente ocultar el sonrojo de sus mejillas.

-Bueno si es un poco extraño que haya decidido volver, pero vamos chicos todos sabemos que malfoy siempre ha sido un buen estudiante, quizás regreso para terminar sus estudios básicos, como todos nosotros.

- ¡Por merlin mione! Un mortifago siempre es un mortifago.

- y que se supone que significa eso Ginevra?

- No me llames así –Amenazo la pelirroja con una mirada peligrosa- Solo digo que puede que las razones por las cuales malfoy decidió regresar al castillo no sean totalmente vocaciones.

-Y si la serpiente intenta volver a meter mortifagos al castillo? Comento Dean Thomas, mientras luchaba por que seamus no se hiciera con una rana de chocolate.

- Oh por dios, están siendo totalmente paranoicos.

- Vamos Herms, Todos sabemos quién y cómo es malfoy, ya lo hizo una vez y mataron al director, quien asegura que no lo volverá a intentar? – Pregunto Seamus con un Tono un tanto retador.

Hermione guardo silencio, una parte de ella sabía que todos tenían razón al dudar de malfoy, pero al mismo tiempo estaba consciente de que el mismo malfoy de él que todos dudaban los había salvado a Harry Ron y ella cuando los llevaron a la Mansión de su familia, simplemente no podía hablar mal de la persona que los ayudo a escapar, aunque se tratara del mismísimo arrogante, adorador de la sangre limpia, Subnormal y bastardo de Draco Malfoy. Agradeció a Merlin, Morgana y los cuatro fundadores cuando sus amigos se enfrascaron en el único tema de conversaciones que todos ellos (a excepción de Luna y ella) aman, El Quidditch, ya que Harry no regresaría este año, Ginny fue seleccionada para ser la nueva capitana del equipo de Gryffindor, y eso para la pelirroja era sin duda un sueño hecho realidad.

Sacando provecho de la pequeña distracción de sus amigos, salió del compartimiento sin llamar mucho la atención de estos, y lo mejor, sin tener que buscar en su cabeza una excusa medianamente creíble para poder hacerlo sin verse acosada por las preguntas de sus compañeros de vagón, siendo sincera con ella misma, nunca fue buena para mentir.

Decidió ir al vagón abierto, ahí jamás se juntaba mucha gente, aunque ella nunca lo entendía, era mucho mejor viajar ahí que en compartimientos separados, en sus mesas hacia un excelente ambiente para una lectura ligera de camino al castillo. Al llegar noto que solo se encontraban un pequeño grupo de estudiantes de hufflepuff y siendo dignos estudiantes de su casa se mantenían en silencio, muy tranquilos. Pero al enfocar sus ojos marrones en la última mesa del lugar, lo que encontró la dejo un tanto sorprendida, Draco Malfoy, El príncipe de las serpientes se encontraba solo, desarreglado y … Dormido? Ya era extraño observar a Malfoy en ese sector del tren, pero bajo esas circunstancias era totalmente raro.

Para su salud mental y quizás para su salud física prefirió ignorar esa desencajarte escena y tomar asiento en la punta contraria del vagón, quizás Malfoy estaba esperando a sus amigos ahí, o como ella solo quería un poco de paz para, en su caso, descansar un poco. Se relajo en el asiento y abrió una novela muggle que llevaba leyendo unos días, aunque no fuese de su total agrado las novelas románticas, Amor y Prejuicios la había flechado desde el principio.

Suspiro relajada, con un buen libro y un buen asiento, quizás este viaje en el expreso no iba a ser tan largo después de todo.