Disclaimer: Todos los personajes le pertenecen a la maravillosamente talentosa Sra. Stephenie Meyer, mis historias solo son para desahogar el impulso de lanzarme sobre Edward aunque este casado (lo siento Bella) C: M por lenguaje y escenas de violencia.

Summary: Cuando ya no te queda algo seguro a lo cual aferrarte, cuesta volver a creer en las personas, aunque vengan a ti con una sonrisa tímida y una mirada pura.


Pueden poner su playlist para este capítulo:

Marina and the Diamonds - Lies; Take it all - Adele.


Chapter 11: La espera

Sabía que no estaba sola, que había alguien o algo a mi lado, o al menos cerca. Temblé al pensar que él podía estar a mi lado, pero no podía abrir los ojos y verificar que era lo que exactamente me acompañaba.

Estaba aterrada. Pronto caí en la cuenta que no estaba ni en casa ni en la calle, olía a moho, estaba caluroso dentro y era demasiado difícil respirar.

¿Dónde estaba?

Volví a sentirme alerta en cuestión de minutos. Y realicé que todos los recuerdos volvían a mí todos desde que me atrapó. Me dolía la cabeza pensar en todo pero no sabía porque… inevitablemente abrí los ojos. La poca luz que observaba me lo impedía un poco. Sin embargo logré divisar algunas manchas, tal vez borrosas pero de a pocos aclaraban.

Entonces lo entendí, solo había luz artificial, cuatro paredes nada cerca de mí. Mis manos estaban encadenadas al igual que mis piernas.

En realidad estaba sola, pero la sensación de ser observaba de cerca no se va de mi cuerpo. Tirito nuevamente, quiero y necesito salir de aquí, gritar. Tampoco puedo hacerlo, tengo una mordaza y mi garganta seca me impide siquiera intentarlo, sé que será en vano. Mis párpados aun pesan demasiado, y la oscuridad y sopor no ayudan. Estoy exhausta, al límite de mis fuerzas. No tengo idea de cuánto he dormido, sin embargo según el estado de mi cuerpo ha sido muy poco.

De la nada escucho un sonido, parece lejano en un principio, luego avanza, crece. Me altero, suena como si se estuviese acercando… a mí. Directamente. Casi puedo sentir los rieles de un tren que se avecina sobre mi cuerpo dolorido. Tal vez estoy alucinando, aun duermo, no estoy muy segura de la realidad, pero solo en el caso de ser cierto, me preparo para morir, para el final definitivo. Cuando está ya encima de mí y aprieto los ojos, el sonido va perdiendo paulatinamente su fuerza.

No ha pasado sobre mí, pero sí lo ha hecho. Estoy debajo de los rieles, probablemente en un foso.

Abrí los ojos confundida, azorada, indignada por no haber muerto. Sé que es injusto, pero ¿Por qué esperar a la tortura? ¿Por qué alargar lo inevitable? Sé con la más grande de las certezas que voy a terminar bajo tierra, probablemente si me lleva lejos, no avanzará mucho y me encerrará como lo hizo anteriormente. ¿Por qué no aprovechar que aún estoy entera, viva?

Las oportunidades de "salvación" no se aparecen continuamente, menos en estos casos. Dicen por ahí, pero a mí solo llegaban las preguntas de confusión, de desolación. Estaba noventa y nueve por ciento segura que no sobreviviría a un nuevo período. Era cobarde, lo admito, pero ya no me quedaban fuerzas, mi cuerpo estaba exhausto al sentir la inquietante incertidumbre sobretodo después de haber experimentado por sí mismo el tipo de dolor que él podía causarme.

No logro entender qué es lo que está causando mi cobardía. Hasta hace poco reía y gritaba metafóricamente que podía con todo, hasta hace… o tengo idea cuánto llevo aquí, supongo que un día. No logro ver la luz, no hay ventanas, en un sótano, supongo que es difícil.

En ese momento recuerdo porque salí en primer lugar…

Por Edward. No.

No. No, no, no.

¿Qué hago si lo atrapó a él primero? ¿Cómo ayudarle a escapar? No soportaría que le pase algo a él por mi culpa, prefiero vivir eternamente junto a la desgracia de tutor legal, pero no verlo sufrir a él también. Eso nunca.

Yo misma me sorprendo ante la ferocidad de mis pensamientos pero no me queda tiempo que perder, debo pensar, estoy más alerta ahora.

Necesito al menos un reloj, o algo que me ayude a saber que demonios de tiempo a pasado desde que me llevó del lado de mi familia, debo tener la cabeza fría pero las lágrimas deforman mi poca visión, nublándola.

Él es capaz de lo que sea.

Nadie, menos Edward merecía pasar por ese infierno, tal vez yo sí, no estoy segura en este momento, pero no él.

¿Era esto lo que Edward sintió cuando le conté cómo pasaron las cosas antes conmigo? ¿Es esta ansia asesina lo que experimentó? ¿Este inflamable deseo de protegerle a toda costa?

Mi nivel de exhaustividad me pasó factura de nuevo, caí dormida de nuevo, sobresaltándome de vez en cuando. No aparecía nadie y hasta en mis sueños tuve miedo, por Edward, por Esme, por Rose, por tío Carlisle.

Veía sus rostros felices y luego cretinos y desgastados por el dolor pero todos estaban allí, solo que… yo no.

Desperté sudosa, mis muñecas ardían, seguramente forcejeé en sueños.

Sin embargo, agradecí internamente un poco de sueño, el dolor de mi cabeza casi había cesado, quería comprobar que no tenía herida pero me fue imposible, en ese momento me di cuenta que la mordaza ya no estaba pegada, había bajado a mi cuello.

¿Habría llegado a…? No, si estuviese al menos cerca no se hubiera ido.

Dejé de hacer conjeturas, debía pisar sobre la tierra. Si, en el peor de los casos, Billy tuviese a Edward ¿Cómo iba yo a saberlo? ¿Cómo demonios iba a tener idea?

Estaba en una encrucijada, debía buscar una forma de salir y rápido, sino mi vida y la de los seres que más amo estarían…

Un estruendo… temblé.

Es él, decía mi mente y todo pasó demasiado rápido.

Aparecieron dos sombras grandes en la puerta –que no parecía más que una abertura improvisada –caminando lentamente, o tal vez yo lo vi así, en mi dirección. No era ninguna persona que yo conociese.

Mis lágrimas esta vez salieron en torrentes. No sabía qué hacer.

Sólo pude ver un rastro pequeño de sorpresa en el rostro de uno, el otro permanecía impasible mirándome.

- I think Boss went too far, this time.* –me sorprendió escuchar su ingles bien pronunciado, supuse que siendo quien era Billy ya no tenía juntas que yo simplemente haya visto. Ahora debía estar cerca de gente que simplemente no se va por la tangente, aparte que le convenía mucho que no pudiesen comunicarse conmigo.

- So, You think is not his daughter? ** –el primero parecía contrariado mientras miraba a otro lado. Yo me limité a ignorarles un poco, puesto que apenas entendí lo que decían.

- No, look at her. She is not his. He's making things out of his mind. There's no way this little girl is his. I met his wife. Besides, I know who her real father is***- entendí poco más que ciertos pronombres, y uno que otro sustantivo. Probablemente lo mejor era no entender nada.

Intenté por todos los medios imaginar cómo salir de allí pero con los gorilones en medio me sería imposible. Probablemente estaban allí para vigilarme y castigarme si hacía falta.


Aquí de vuelta, y algo pronto. ¿que les pareció? Yo... me guardo mi opinión, espero la suya. Creo que no tardaré demasiado con el final puesto que quedan pocas cosas por solucionar... además no hay demasiadas opiniones. Sin embargo para las hermosas lectoras silenciosas que siguen por aquí, no voy a dejarlas en el aire sin historia, de hecho estará hasta el final, no la abandonaré para nada. Besos, espero que les haya gustado.

PD: volvemos al POV Bella puesto que no sé que tal le fue a Ed... nadie dijo nada.

Besos

Ale ;) -

"Translation time"

*Creo que el jefe se pasó esta vez.

**Entonces, ¿no crees que sea su hija?

***No, solo vela. No es suya. Está creando cosas en su cabeza. No hay forma que esta niña sea suya. Conocí a su esposa. Además, sé quién es su verdadero padre.