Gracias a todos por los reviews y perdonen la tardanza, la universidad me tiene bastante ocupado así como mi vida social. Aquí está el segundo capítulo, que espero les agrade tanto como el primero.

Tierra/Dan POV

Todo era tranquilidad nuevamente, después de haber acabado con la amenaza inminente que representaban los malvados mechtogan. Por un momento había creído que todo estaba acabado, si no fuese por Drago, Shun y los otros que siempre estuvieron a mi lado, realmente no hubiera tenido la oportunidad yo solo contra tan solo 1 de esas infernales máquinas, como dicen, la unión hace la fuerza.

Pero era hora de buscar nuevos horizontes, algunos pensarían que Drago y yo llegamos a nuestro límite tras esa última batalla, pero por mi parte, tenía en mente que aún nos faltaba mucho por aprender, tanto en batallas como fuera de ellas. Y por esa misma razón, ni siquiera celebré junto a Runo y los demás el logro que había supuesto vencer a Mechtavius Destroyer.

Así fue como partí sin siquiera avisarle a nadie sobre eso, a excepción del mayordomo de Marucho, Kato, quien fue el único presente durante mi partida hacia nuevos rumbos.

Estuve lejos de ciudad Bakugan por algunos años, tiempo en el que viaje por el mundo con tan solo la compañía de mi fiel amigo Drago, aunque realmente estoy exagerando con lo que digo… Apenas sí pude visitar unas cuantas ciudades de algunos continentes en ese lapso de tiempo... Hubiese querido dar la vuelta al mundo para aprender más de cada tipo de persona que habita en la tierra, pero mi nostalgia por los peleadores y por mis seres queridos, me hizo volver a la ciudad más pronto de lo que hubiera querido, además, ya extrañaba entrar en el ciberespacio Bakugan para retar a diversos contrincantes en alguna de las arenas que Marucho creo.

Creo que muy en el fondo de mi ser, comenzaba a madurar, ya que aunque aún amo las batallas Bakugan, no siento el mismo interés que tenía por ellas como cuando Drago y yo nos conocimos por primera vez. Pero era algo inevitable, todos alguna vez tienen que crecer y nadie se salva de madurar, aunque algunos maduran más rápido que otros.

Lo primero que hice al llegar a la ciudad, fue admirar el paisaje. La ciudad había cambiado bastante, alguno que otro nuevo edificio por aquí y por allá. Esa tarde, llegue a mi antiguo hogar, donde mi madre me recibió con mucho cariño, aunque después soltó un sermón bastante largo por mi irresponsabilidad al marcharme sin decirle nada a nadie… Y era de esperarse, ya que realmente hay que aceptarlo, fue demasiado irresponsable de mi parte, pero así he sido siempre, una vez que tomó una decisión, nada me detiene.

-Daniel Kuso, espero que hayas pensado en lo que hiciste jovencito… Yo, realmente te extrañe hijo.- Menciono mi madre mientras me abrazaba. Como de costumbre, mi padre no se encontraba en casa, casi nunca le veía en las tardes, solo en las mañanas durante el desayuno y en las noches durante la cena, supongo le vería a esa hora.

-Lo se mamá. Debí haberles dicho a ustedes mínimo… Yo también te extrañe. Realmente no existe comida como la tuya.- Le respondí mientras trataba de separarme de ella, no porque no me gustará que me abrazará sino porque comenzaba a asfixiarme.

Tras haber logrado separarme de ella antes de asfixiarme y platicarle un poco sobre lo que me pasó durante mi viaje, subí a mi habitación a toda prisa, solo quería recostarme un momento a pensar si era buen momento para contactarme con Runo, Marucho, Shun y los demás. Aunque por un momento pensé que tal vez era bueno pasar a saludarles en los próximos días, mantuve mí llegada en secreto, por alguna razón, aun no podía decirle a nadie más que a mis padres sobre mi llegada a la ciudad.

El tiempo pasó rápido ya que los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses. A veces salía a dar una caminata por el lugar o solamente a descansar bajo la sombra de un árbol en la rivera de algún río.

Aun no encontraba como decirles a los demás que estaba de vuelta, no sabría si estarían molestos por mi ausencia en tanto tiempo. Y de quien estaba más asustado, era de Runo. De alguna forma u otra, sabía que ella no había tomado muy bien mi partida, pero en el fondo sabía que ella me apoyaría en cualquier decisión que tomará. Hablando sobre ella, desde mi partida a Vestal y mis viajes por Neathia y Gundalia, realmente nos hemos distanciado mucho…. No sabría decir sí aún conservaba esos sentimientos por ella o sí ella seguía sintiendo lo mismo por mí.

Ese día, me encontraba pensando sobre eso en el lugar donde arrojé a Drago al río durante la época de la dimensión de la perdición, Masquerade, Hal-G y Naga. Aunque ese no era un muy buen grato recuerdo, simbolizó un cambio de actitud para mí hacia Drago y viceversa, nos comenzamos a tratar mejor.

-Aún recuerdo la fría agua de este río Daniel. Espero que nunca más pienses en lanzarme así de nuevo viejo amigo.- Menciono Drago estando en su forma esférica, para después lanzar un pequeño suspiro en señal de alivio.

-Eso ni pensarlo de nuevo Drago. Ahora no quiero perderte.- Le respondí mientras observaba el curso del río fluyendo a su propio ritmo, tratando de distraerme sobre pensar en Runo.

-Vaya vaya… Pero miren a quien tenemos aquí. Sí es Dan Kuso, el peleador número 1 del ciberespacio Bakugan.- Mencionó una conocida voz a mis espaldas, que quisiera no haber encontrado aquí en este momento, pero no es como si pudiera seguir escondiéndome de ellos para siempre.

Volteé hacia el origen de la voz, solo para confirmar lo que ya sabía, era Shun con los brazos cruzados y mirándome fijamente a los ojos. –Hey Shun. Que sorpresa encontrarte por aquí, creí que no venías por este lado de la ciudad.- Le respondí mientras le sonreía y me acercaba a él, con Drago aun en su forma esférica a mi lado.

-Shun, Jaakor. Que gusto es verlos nuevamente, ¿cómo han estado?.- Menciono Drago mientras se adelantaba, llegando frente a Jaakor que también se encontraba en su forma esférica.

-Bastante bien. Pero, ¿qué hay de ustedes?. Desaparecieron aquél día sin dejar ni siquiera un mensaje.- Jaakor por su parte, se acercó a Drago para saludarle, de cualquier forma posible en que dos esferas se puedan saludar…

-¿Y bien Dan?. Necesitamos tener una larga charla.- Escuche decir a Shun con su típica voz de: "¡¿Porque sigues haciendo lo incorrecto!?". A pesar de eso, es un buen amigo. De verdad extrañaba contar con él hasta en los malos momentos. Mientras platicábamos sobre todo lo que había pasado después de mi partida, el tiempo se fue volando, tanto que no nos dimos cuenta que el ocaso se había hecho presente frente a nosotros. Nos despedimos y le prometí que nos veríamos nuevamente en esta semana.

Dos o tres días pasaron desde mi encuentro con Shun y gracias a la plática que tuve con él, pude saber de los demás sin necesidad de verlos cara a cara, cosa que aún estaba pendiente. Shun me dijo que Marucho había comenzado a trabajar en la empresa de su padre, en donde se desempeñaba bastante bien como programador, diseñando diversos programas parecidos al interespacio bakugan pero con fines lucrativos.

Joe había vuelto a ganar contacto con los peleadores y, además de seguir el novio de Chan Lee, ahora se encargaba de monitorear el interespacio bakugan, ya que Marucho ya no tenía mucho tiempo para hacerlo.

Julie era reportera de la ciudad desde que los chicos y yo combatíamos a los bakugan caos y a los mechtogan, así que no me sorprendió escuchar que seguía desempeñándose en ese trabajo, el cual le dejaba una buena retribución. Además, seguía saliendo con Billy desde hace años.

Mira y Keith, venían de vez en cuando de visita a la tierra, aunque al igual que Marucho ya no tenían mucho tiempo para hacerlo, su trabajo no les permitía mucho tiempo libre. Ambos trabajan ahora para una compañía de Vestal, como científicos, pero Mira se dedica a la inteligencia artificial y Keith a la biomecánica.

Ace finalmente había admitido sus sentimientos por Mira, invitándola a salir. Además de eso, no sabíamos nada más de él desde hace mucho. En cuanto a Baron, lo único que sabíamos era que seguía en su casa, ayudando a sus padres a cuidar de sus muchos hermanos, además de tener un trabajo de medio tiempo, para juntar sus ahorros y en el futuro, mudarse a un apartamento o comprar uno propio.

Jake ahora era entrenador de futbol americano del equipo de la ciudad, después de todo lo que pasamos juntos había aprendido a dirigir a un equipo por el buen camino. Fabia y Ren, como es de esperarse, seguían siendo los respectivos líderes de su planeta.

Y en cuanto al mismo Shun, él ahora da clases de artes marciales en el dojo que su abuelo le heredo, además de que comenzó a salir con Alice, quién después de la muerte del único familiar que le quedaba (su abuelo Michael), decidió mudarse a la ciudad para pasar más tiempo con sus amigos. Fue en ese momento cuando ella y Shun se acercaron y revelaron sus sentimientos, que en todo ese tiempo, no habían cambiado.

De la única que aún no sabía nada, era de Runo. Le pregunté a Shun sobre ella pero, cada vez que lo hacía, me desviaba el tema de conversación. "-Tienes que hablar cara a cara con ella, eso es todo lo que te diré.-", esas fueron sus palabras, las cuales, de una u otra forma me preocuparon.

Esta vez, decidí ir a la Mansión de Marucho, esperando encontrarlo para hablar con él. No es que quisiera evitar a Runo pero, me parecía más importante verlo a él en este momento. Kato abrió la puerta y me recibió con gusto hasta la estancia.

-Espere aquí amo Dan, iré por el amo Marucho para que lo atienda enseguida.- Fue todo lo que dijo, mientras se adentraba en la Mansión.

-Estas seguro de que fue una buena idea Dan?... No deberías, ya sabes, ir primero con Runo… Después de todo, sigue siendo tu novia.- Escuchar decir a Drago mientras salía de mi bolsillo en su forma esférica y se posicionaba en mi hombro, mirándome directo a los ojos.

-Oh vamos Drago… Shun y Marucho son mis mejores amigos. Ellos también se merecen saber que ya estoy aquí.- Le respondí seriamente, aunque ya sabía a donde iríamos con esta pequeña charla que estábamos teniendo.

-¿Tu aun quieres a Runo?- Me cuestiono, esta vez pasando de mi hombro a flotar frente a mí. Estaba a punto de responderle cuando, por suerte, me interrumpieron. Esto era algo de lo que solo yo sabía, ni siquiera a Drago se lo había contado, pero creo que ya no sentía lo mismo por ella.. Digo, después de todo, ¿cuándo fue la última vez que tuvimos una cita?, con todos los sucesos que pasaron, Vestal, Neathia, Gundalia y luego mi viaje solitario. Creo que ni siquiera tuvimos otra cita además de aquella a la que fuimos tras derrotar a Naga. Me alivie al ver que Marucho había llegado a la estancia, aun no quería hablar con Drago sobre eso.

-¡Dan!... Tanto tiempo. Me da gusto verte por aquí… Pero, ¿enserio te hubiera hecho mal una llamada o algo por el estilo?- Se oía la alegría en la voz de Marucho y a la vez, se veía que estaba algo emocionado con mi llegada y no era para menos.

-Lo siento… Realmente no fue una de las cosas más maduras que haya hecho. Pero tu me conoces… Además, realmente, no me arrepiento de nada amigo.- Le respondí mientras me acercaba a saludarlo. De un momento a otro, al igual que paso con Shun, el tiempo paso volando en nuestra plática.

Hablamos sobre muchas cosas en realidad, nuestros amigos, nuestro pasado y nuestro futuro, los bakugan y su creación el interespacio Bakugan. Al parecer Marucho ya se había apartado totalmente de las batallas bakugan por no tener el tiempo suficiente para poder disfrutarlas, incluso se había despedido de Radizen, a quién envió a Nueva Vestroia para que ahí, encontrará nuevos amigos.

-Y… ¿Qué sabes de Runo?.- Era un tema que estaba evitando hablar con Marucho, al menos por mí parte, pero no pude evitar preguntarle a él sobre ella tras empezar a quedarnos sin temas de conversación.

-Oh… Ehm, bueno yo. Recordé que tengo una junta en la empresa de mi padre en unos minutos, lo siento Dan, pero tengo que irme.- Su voz se notaba nerviosa sin duda, como si no quisiese hablarme de ella. Suspiré, supuse que no me enteraría de todo hasta que la viera cara a cara. Antes de salir de la estancia, Marucho volteo nuevamente hacia mí, con intenciones de hablar. –Y Dan… Haré una fiesta en la noche dentro de dos días aquí en la mansión… Vendrán todos nuestros amigos. O al menos los que puedan, espero verte aquí. Todos te extrañan la verdad… Incluso ella.- Y sin más que decir, se fue. Yo de la misma manera, tomé a Drago en el bolsillo y salí de la mansión para volver a mi hogar y así conseguir algo de descanso.

Tierra (dos días después)/Linus POV

Aun no puedo creer que la reina Fabia se haya tardado tanto tiempo en deducir sus sentimientos hacia Kuso. Desde que ellos dos combatían juntos para salvar a Neathia de la invasión Gundaliana era obvio que lo trataba de forma muy diferente a los demás peleadores, le tenía el mismo afecto que le tenía a su prometido Jin.

Esos eran mis pensamientos al llegar a la tierra y más específicamente, a ciudad Bakugan, el hogar de Dan Kuso y los peleadores que combatieron a nuestro lado. Realmente no sabía dónde buscar, pero la reina había previsto esto y me había mandado la dirección de Marucho a mi bakumetro. Al parecer nuestro horario difería ligeramente ya que mientras en Neathia faltaban unas horas para el atardecer, en ciudad Bakugan ya había anochecido.

Sin más tiempo que perder y no sin antes activar el programa que me disfrazaba como un humano para no llamar la atención, me dirigí hacia el lugar donde mi bakumetro marcaba como la residencia del joven aquos de los peleadores. Al llegar, me detuve frente a la puerta, ya que no quería llegar a irrumpir en la casa, además las instrucciones de la reina Fabia fueron exclusivamente, encontrar a Dan Kuso solo para ver que había sido de él. Me asomé por una ventana y lo que vi, realmente me sorprendió…

Elright POV

Sé que lo que estaba haciendo está mal. Pero no podía permitir que mis oportunidades con mi amada se desvanecieran, simplemente no quería. Desde un principio sabía que ella y Kuso tenían una estrecha relación, pero nunca pensé que llegará a ser tal sentimiento… Aunque tal vez estaba malinterpretando las cosas, ¿qué tal si en realidad a quién Linus buscaba era a Kazami?. Aun así, no podía arriesgarme que cualquiera de los dos se metiera en mi camino.

Al llegar a la ciudad, me sentí un poco perdido, pero era realmente porque nunca había estado en la tierra…

Por un momento casi pierdo de vista a Linus, lo que hubiera acabado con mis oportunidades de interceptarlo. Por suerte él también se detuvo un momento, fue entonces cuando, decidí activar el dispositivo para disfrazarme como un humano, al igual que él, para que en caso de que alguien nos visualizará, no hubiera ningún problema.

Le seguí sigilosamente hasta que se detuvo en una mansión, ahí elegí guardar mi distancia por el momento, debía estar atento a sus movimientos para interceptarlo cuando fuese el mejor momento.

Continuará.

Bueno, aquí está el capítulo 2. Espero poder comenzar con el capítulo 3 tan pronto como me sea posible, solo les pido algo de paciencia. Además, como saben, después sigue la traducción al inglés de este mismo capítulo. Zack fuera!.