Capitulo 3: Depende
Cuando a Pansy le preguntan si le gusta el Quidditch ella sonríe de medio lado, entorna los ojos y responde un escueto: «Depende». Depende de si Draco ha prometido regalarle la snitch cuando la atrape, de si su padre ha conseguido las mejores localidades, de si juega su equipo favorito, de si puede estrenar túnica nueva, de si sus amigos van a asistir.
Aunque la verdad es que no. Le parece un deporte aburrido, demasiado rápido como para prestarle atención y cuya máxima diversión es restregar la victoria por la cara. Victoria de la que poco ha disfrutado en el colegio.
Cuando le preguntan si le gusta estudiar, se encoge de hombros y se muerde un poco un labio antes de responder un «Depende». Depende de si Theo ha prometido ayudarla con los deberes, depende de si Viktor Krum está en la biblioteca, depende de si Draco está buscando un hechizo nuevo para encantar sus insignias.
Pero tampoco le gusta. Estudiar es aburrido y quita mucho tiempo libre. Además, de mayor será una rica heredera casada con otro rico heredero. Por lo que, entre sus planes jamás ha existido el de hacer uso de sus estudios. Una pérdida de tiempo.
Y es que con Pansy no hay absolutos, solo hay medias verdades ocultas tras sus propios intereses. Para Pansy todo son dependes.
— ¿Te gusta mi túnica nueva?— pregunta Daphne el día antes del Baile de Navidad.
Y Pansy arruga la nariz y sonríe «Depende», piensa, «de si la llevas tú o la llevo yo».
— Me encanta— dice, sin embargo y Daphne da una vuelta más sobre sí misma, mostrando el vuelo de una horrible túnica verde pastel con estampado de florecitas rosadas.
Porque para Pansy todo es un depende: depende de si saca provecho o no.
Tan simple como eso.
Fin.
Finalicé con el reto. Por no perder la costumbre, señalar que este llegó al límite (inferior) de palabras justo. Me gusta lo justo, señores.
Muchas gracias por llegar hasta aquí (a los que hayan llegado). Un saludo.