Disclaimer: Ed Edd y Eddy no me pertenecen, le pertenecen a Danny Antonucci.

Advertencias: Yaoi (Chico x Chico), Menciones de sexo y situaciones muy subidas de tono (Lemon, Lime), ya dije que escribiría algo así y quien avisa no es traidor XD (Por eso está en clasificación M, que nadie diga que no he avisado), Parejas crack, violencia (Un poquito, eh.) Humor (:D)

Temas fuertes, estáis avisados.

Pareja principal: Eddy x Kevin

Dedicado: A Mónica I la única, Marta, Nuria, Rose, Julia, Amina, KiltedEngineer y Maestro jedi.

KiltedEngineer, I hope you like it, and if you don't understand something you can ask me.

Objetivos del fanfic: Demostrar a mis amigas que las adoro. Demostrarle a maestro jedi que he mejorado. Enseñarles a Julia, Marta y Nuria que un lemon pese a ser contenido sexual no tiene porque ser un mete saca sin sentido y a falta de fanfics que expresen bien lo que es para mi un buen lemon pues he decidido crear yo uno. Entretener y enriquecer la super abandonada sección de Ed, Edd y Eddy (Sección española)... Muchas cosas que se reducen básicamente a solo una: Me aburro mucho XD

Aclaraciones: Preguntad lo que queráis, aunque os recomiendo ver algún capítulo de la serie para entender esto mejor en caso de no haberla visto o, en su defecto, leed el artículo que podéis encontrar en la Wikipedia y no os perderéis con nada.

Por cierto, para un mejor funcionamiento, el fanfic se desarrolla un año más tarde que la película, se supone que faltan unos días para las vacaciones de verano (Esas que a mi se me acaban T.T)

Canciones escuchadas mientras escribía: Ur so gay de Katy Perry (No tiene mucho que ver, solo que me gustaba, aunque queda bien. Os recomiendo escucharla mientras leéis esto.) S.O.S de ABBA (Esta sí tiene bastante que ver.)

AVISO IMPORTANTE: NO robes este fanfic, si quieres que tus amigos lo lean enviales este enlace, no te apropies de algo que no te pertenece.

-.-.-.- UnexpectED change -.-.-.-

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-.-.-.-

Era un viernes por la tarde muy normal en Peach Creek hasta el momento. Los jóvenes habían salido de la escuela contentos por no tener que volver hasta el lunes. Sí, era un viernes por la tarde muy normal hasta ese momento...

-¡Eddy! ¡Ed!- Gritaba torpemente Doble D buscando a sus amigos por la calle.- ¡Dios mío! ¡No os lo vais a creer!

Finalmente los encontró, estaban frente a la casa de Ed, montando una nueva estafa para conseguir dinero para chuches, como siempre.

-¿Qué demonios te ocurre, cabeza de calcetín?- Preguntó Eddy molesto por haber sido interrumpido en mitad de su "plan perfecto" para conseguir dinero de los chicos del vecindario- Espero que sea importante.

-Doble D ha muerto, tío.- Dijo Ed mirando a su amigo preocupado ya que este no recuperaba el aliento después de su precipitada carrera. El chico del gorro no pudo explicarse así que le entregó a su líder la tarjetea que llevaba en uno de sus bolsillos, Eddy con curiosidad la recibió y empezó a leer.

Ed, Doble D y Eddy:

Estáis invitados a mi increíble fiesta en el garaje,

habrá buena música, bebida y comida.

Espero que vengáis.

La fiesta será a las siete de la tarde de mañana.

No faltéis.

Nazz

-¡JODER! ¡TIOS! ¡Nazz nos ha invitado a su fiesta! ¡Eso solo puede significar que quiere enrollarse conmigo!- Exclamó Eddy emocionado.

-Eddy, como buen amigo tuyo que soy te suplico que no te precipites en tus conclusiones.- Intentó razonar Edd con su amigo sin éxito.

-Vaya, Eddy ya será todo un hombre.- Concluyó Ed sonriendo estúpidamente.- Más que nosotros, Doble D.-

-¡Sí! Todo un hombre, como mi hermano mayor. Vamos tíos, hay que buscar la mejor ropa porque mañana ¡Me enrollaré con Nazz!-

En en callejón sin salida Kevin y Nazz discutían acaloradamente mientras Rolf solo les miraba sin intervenir.

-¿¡Por qué demonios les has invitado!?- Vociferó Kevin totalmente indignado.

-¡Porque he querido! ¡Es mi fiesta, maldita sea!- Respondió Nazz.-¿Qué tienes contra ellos? Ya somos amigos desde hace mucho tiempo, son nuestros amigos. ¿Es por los tres Eds o por alguno en especial?- Preguntó esta vez más calmada.- ¿Es por eso que me dijiste sobre Eddy aquel día que bebiste de más?- Rolf ahora les miró sin comprender absolutamente nada.

Kevin quería decir que no, que no era por eso pero mentiría descaradamente, aún se sentía confuso, hubiese preferido no hablar de ello jamás pero beber le perdió y acabó explicándole con pelos y señales a su mejor amiga como se sentía respecto al líder de los Eds y lo asustado que estaba por haberse descubierto a sí mismo pensando cosas que no debería pensar. Kevin prefirió callar y Nazz entendió que la respuesta a su pregunta era un contundente sí.

-¿De qué habláis?- Preguntó Rolf totalmente sacado de onda.- ¿Qué pasa con el chico-Ed más enano que un tapón de corcho?

-No es nada, no es nada ¡Joder!- Dijo Kevin. No tenía ningunas ganas de hablar de ese tema que le parecía tan vergonzoso. Nazz le puso la mano en el hombro en signo de apoyo.

-Kev, díselo, es tu mejor amigo. Vamos, no va a pasar nada, él lo entenderá.- Kevin negó con la cabeza y le hizo un gesto a su amiga dándole a entender que podía explicarlo.

-Veamos, Rolf lo que ocurre es que...- Empezó a relatar Nazz.

FLASHBACK

Kevin y Nazz estaban en casa del chico, más concretamente en la cocina, haciendo un concurso de beber chupitos. Kevin iba ganando, desgraciadamente para él, también perdía sentido común al beber y explicaba sus secretos, en cambio Nazz podía beber más a pesar de ser chica sin atontarse demasiado.

-Nazz, yo... soy un marica... muy muy muy muy marica. Lo más maricón...- Kevin paró y tragó de una otro chupito como si fuese agua.-¡Soy gay!

-¿Por qué dices esa estupidez, Kev?- Preguntó Nazz sirviendo otra ronda.

-Jajajajaja, le miro el culo a Eddy, jajajaja yo me lo quiero tirar porque le amo y le amo y le amo... jajajaja.- Explicó Kevin, su amiga supo al instante que pese a sus estúpidas carcajadas decía la verdad.

Después de eso Kevin tuvo que ir corriendo al baño a vomitar. No llegó y vomitó una alfombra. Nazz se llevó una bronca por eso.

FIN DEL FLASHBACK

Rolf estaba con la boca abierta.

-Rolf, sé que esto puede resultar difícil para ti pero trata de entenderlo.- Dijo ella muy asustada por haber estropeado la relación entre sus dos mejores amigos.

-A Rolf no le importa, Nazz, me alegro de saber que mi amigo Kevin quiere a alguien o algo más aparte de su bicicleta.- Explicó en chico rodeando amistosamente por los hombros al chico de la gorra roja.- Además, vosotros respetáis a la novia de Rolf.-

-¿Cómo no hacerlo? Esa tía y sus hermanas dan mucho miedo.- Se justificó Kevin con una sonrisa.- ¿Cómo acabaste saliendo con ella?-

-¿De verdad quieres saber cómo acabamos ella y Rolf los dos en un lavabo del colegio con los pantalones bajados y tocándonos?- Preguntó.

-Sinceramente, no.- Contestó el pelirrojo. Los tres amigos se echaron a reír.

En la caravana de las Kanker, Lee se encontraba muy ansiosa paseándose de una parte a otra de la habitación mientras sus hermanas pequeñas la seguían con la mirada.

-Vale, estoy harta.- Dijo Lee finalmente parándose delante de sus hermanas.

-Lee, creo que estás exagerando ¿Pero de verdad tienes tantísimas ganas de tirártelo?- Preguntó Marie mirando a su hermana mayor con un pequeño deje de indiferencia, no era la primera vez que tenían esa conversación. La pelirroja agitó su cabeza irritada, haciendo que sus rizos se moviesen en el proceso.

-¡SÍ! Llevamos saliendo seis meses y lo más guarro que hemos hecho ha sido vernos sin pantalones.- Dijo la chica frustrada.

-Lee, no te enfades, pero fue muy gracioso que el entrenador os pillase en el baño.- Dijo May.

-A mi no me lo pareció, me dio vergüenza, además ese cabrón llamó a nuestras casas y ahora no lo podría traer aquí ni por asomo y a su casa menos porque su Nana dice que estoy poseída por el demonio. Total, que no follamos.- Explicó Lee. Después golpeó a su hermana rubia en la cabeza por su comentario y May se quejó de dolor.

-Bueno ¿Y qué vas a hacer?- Preguntó Marie.-Algo me dice que si no te lo cepillas pronto acabaras matando a algún inocente.-

-¿No está claro? La fiesta de Nazz será en el garaje, sus padres no estarán así que la casa está libre y lo haremos en alguna habitación.- Concluyó Lee como si fuese lo más obvio del mundo.

-Algo me dice que ese plan tiene algunas lagunas.- Dijo la chica de pelo azul.

-A ti lo que pasa es que te jode que yo tenga novio y tu no hayas conseguido ni que Doble D te mire.- Dijo Lee cruelmente para hacer enfadar a su hermana.

Esto bastó para que Marie, sumamente indignada, abandonase la habitación cerrando la puerta de un un portazo, aunque sabía que su hermana tenía razón, Edd no la miraba ni al pasar por su lado. Marie suspiró con tristeza mientras bajaba al salón y encendía la tele para tratar de olvidar la causa de su dolor.

En casa de Sarah y Ed la conversación era distinta pero también centrada en el mismo evento: la fiesta de Nazz.

-Pero Sarah, yo tengo miedo de que nos hagan jugar a algún juego vergonzoso como la gallinita ciega o algo.- Dijo Jimmy muy nervioso.

-Oh,vamos Jimmy, ese juego es para críos y nosotros ya no somos críos.- Explico cariñosamente la chica a su mejor amigo.

-Tabla dice que miremos a qué juegos nos pueden hacer jugar.- Dijo Jonny sujetando como siempre a su fiel amigo Tabla.

-Vale, busquemos en el desván, me parece que había un libro de juegos "para adultos"- Sugirió la pelirroja.

Una vez estuvieron arriba tuvieron que mover muchas cajas pero finalmente encontraron el libro y lo ojearon hasta que encontraron algo que llamó su atención.

-¿Siete minutos en el paraíso?- Preguntaron los tres a la vez. Se pusieron a leer las normas del juego y a los tres les pareció perfecto para la velada del día siguiente.

Aquella tarde pasó volando, entre planes de unos, emoción de otros y muchas horas de revisar ropa por parte de Eddy. Finalmente cada uno volvió a su casa para prepararse para dormir y estar fresco para la ya esperadisíma fiesta del día siguiente.

Doble D había cenado, se había duchado y se había ido a dormir totalmente agotado porque Eddy le había tenido toda la tarde ayudándolo a elegir ropa para la fiesta, así que casi no tuvo tiempo de elegir la suya porque él hacía los deberes del fin de semana el viernes por la tarde. Se decidió precipitadamente por una camisa roja con botones negros, unos zapatos negros de vestir y unos pantalones vaqueros azul marino para no parecer tan formal a pesar de ir tan arreglado, bueno, todo esto además de su inseparable gorro y una corbata.

Ed había cenado un pedazo de pizza de cuatro quesos y había rechazado la "invitación" de su madre a tomar un baño, y además, no tenía intención de irse a dormir, estaba leyendo un tebeo de invasiones extraterrestres que ocurrían en un pequeño pueblo de Delaware y esa tarea le tenía totalmente absorbido. Para la fiesta no se pensó demasiado la ropa que usaría, iría como siempre, solo que tal vez usaría algo de colonia.

Eddy estaba totalmente eufórico, no sabía para qué había "pedido" ayuda a sus amigos para el tema de la ropa si él tenía el conjunto perfecto para tal evento: una estridente camisa amarilla con flores naranjas muy al estilo tropical, unos pantalones pirata beige y unas chanclas azul marino con una franja dorada. Iba dispuesto a triunfar, a enrollarse con la rubia y conseguir que accediese a ser su novia. Sí, iba a ser un día perfecto. Esa noche se dio la ducha más exhaustiva de su vida, se arregló el pelo para que quedase suave y brillante, se lavó la boca a conciencia y hasta se arregló las uñas. Antes de dormir pensó un instante en Tom Jones, su cantante preferido.

-Yo sí que estoy hecho un sex bomb.- Y se durmió con una sonrisa.

Nazz aquella noche recibió una charla de sus padres sobre No alcohol, No fumar, No drogas, No sexo... Nazz desconectó de la charla a los diez segundos aproximadamente y solo asentía periódicamente con la cabeza. Se dio un baño con sales aromatizadas y se secó todo el cuerpo con un albornoz muy suave. También se hizo algunas cosillas en el pelo para probar qué peinado llevar, estuvo así hasta que su madre le ordenó ir a dormir, así que se puso su pijama y desde su cama, gracias a la ayuda de la luz de la luna que se filtraba por la ventana pudo contemplar en la silla de su escritorio un vestido colgado, el que iba a usar el día siguiente. Era un vestido azul de tirantes con una flor blanca en la cintura, un diseño simple pero que a ella le encantaba, lo combinaría con unas sandalias blancas.

Rolf alimentó a sus animales mientras pensaba en su novia. No quería admitirlo, pero él también quería tener relaciones con ella, estaba bastante ansioso y en ese momento todavía más ya que su chica había ido a verle y le había comunicado su plan para tener sexo durante la fiesta. Rolf se bañó y preparó para el día siguiente una camisa de cuadros rojos y unos vaqueros rotos, llevaría unas viejas deportivas.

Jimmy se bañó con sales aromatizadas, se puso una mascarilla para el pelo, unos rulos para mantener marcados y perfectos sus rizos rubios y se puso cremas para tener un cutis limpio de impurezas y muy bonito. Al día siguiente iría de blanco impoluto tanto en camisa como en el pantalón, iba a utilizar un diseño muy playero pero elegante y con unas sandalias marrones de piel.

Sarah leyó más juegos y planeó cosas, después llamó a Nazz para acordar qué harían. Estaba emocionada porque ¿Quién sabe? Tal vez podría acercarse a Doble D... se hizo unas trencitas después de ducharse para que su pelo quedase más ondulado, se pintó las uñas de rosa, las de las manos y las de los píes. Escogió un conjunto de camisa amarilla con flores negras grabadas y una falda negra, todavía no sabía qué zapatos ponerse, pero ya lo decidiría, Doble D sería suyo.

Jonny finalmente decidió ir a la fiesta con ropa normal y Tabla también iría.

Lee se había preparado a conciencia, limpia, perfumada, pelo perfecto y la ropa más sexy y provocativa que puso conseguir, un vestido palabra de honor con brillos de color blanco perlado, llevaría unos sencillos tacones negros a juego con un precioso bolso de mano negro. Además usaría maquillaje, más que de costumbre pero sin exagerar, iría elegante y hermosa porque no todos los días una pierde la virginidad. Lee estaba más que preparada para ese paso, amaba a su novio, se sentía preparada y tenía preservativos en su bolsa de mano. Sería la noche de su vida, estaba segura de eso.

Marie estaba harta de no llamar la atención del chico de sus sueños, pero de esa fiesta no pasaba. Iba a hablar con él, le iba a decir lo que sentía. Ella, al contrario que su hermana mayor, no buscaba llamar la atención ni un poco, así que escogió una camiseta gris con un gato negro en el centro, unos vaqueros rotos verdes oscuros y unas zapatillas negras. No se le iba a escapar, Doble D iba a ser suyo muy pronto.

May estaba muy soñadora, se había comprado para la ocasión unos pantalones cortos negros con un estampado de pequeños corazones rojos y un top rojo también y los llevaría combinados con unas preciosas bailarinas de brillo charol y se pondría una coleta alta, ya lo había decidido. Pensaba que igual durante la fiesta podía tener un momento romántico con Ed y tal vez, incluso besarle.

Kevin se fue a dormir demasiado ansioso, tenía ganas de estar junto a Eddy aunque fuese un rato, observar su hermoso rostro y tal vez tener algún tipo de acercamiento. Kevin eligió para la ocasión una camisa negra que le sentaba increíblemente bien, unos vaqueros azules y unos zapatos de vestir, aparte de su gorra roja.

La mañana siguiente ninguno de los niños salió de su casa para no verse hasta la celebración, había sido como un pacto silencioso, no hubo llamadas, y los únicos que salieron de casa antes de la fiesta fueron Kevin y Rolf para ayudar a Nazz a decorar el garaje, lo habían llenado todo de globos, había un sofá, un mueble con un dvd y un televisor grande, una mesa llena de comida y bebida, una mini nevera donde Nazz había escondido neveras alcohólicas de la curiosa mirada de sus padres y algo que llamó la atención de Kevin, un armario totalmente vacío algo espacioso.

-¿Para qué es el armario?- Preguntó el chico de la gorra a su amiga.

-¿Qué eres tu? ¿Un niño de guardería? Es para jugar a siete minutos en el paraíso.- explicó la rubia.

A Kevin se le puso la cara del mismo color que un tomate, roja intensa. Se imaginó que le tocaba con Eddy y...

-¡Kev! ¡Kev! ¿Estás bien? Te has quedado mudo.- Dijo Nazz algo preocupada.-¿Estabas pensando lo que yo creo que estabas pensando?- Preguntó con sorna.

-¡No!- Exclamó él muy sonrojado.-Bueno, sí, estaba pensando que así tendría más posibilidad de... bueno, ya sabéis, besarle...-

-Bueno, no tienes tantísima posibilidad, ya que somos bastantes.-Dijo ella, esto entristeció un poco al chico de la gorra.

-Bueno, amigo tus posibilidades aumentan.-Dijo Rolf rodeando a sus dos amigos por los hombros, colocándose entre ambos.

-¿Por qué dices eso?-Preguntó Kevin extrañado.

-¿No es obvio? No pienso besar a nadie que no sea mi amada novia, y ella no va a jugar a eso tampoco. Comprendedlo, somos monógamos.-Dijo Rolf muy orgulloso de sus palabras.

-Vale, Romeo.-Respondió Kev sonriendo dándole un golpe amistoso.-Vamos a continuar preparando esto.-

Faltaba una hora y media, así que Jimmy y Sarah hicieron tiempo comentando cosas sobre la fiesta.

-¿Y por qué tanto empeño en jugar a eso...?-Sarah le miró sin comprender a qué se refería exactamente.- Me refiero a lo de siete minutos en el paraíso.

-Ya sabes, es un juego de besar y esas cosas, así que aprenderemos mucho.-Dijo Sarah. Mentía, no era por eso. Jimmy no era estúpido y se dio cuenta.

-¿Seguro que es por eso?-Preguntó el chico alzando una ceja con expresión de incredulidad.

Sarah le miró como dudosa, pero después su mirada se iluminó.

-Oh, Jimmy, ya no puedo ocultarlo más tiempo. Estoy... ¡Enamorada!-Sarah se sonrojo y bajó la mirada.

Jimmy se sintió en una nube, estaba más que claro, Sarah le quería y todos esos años de amistad se convertirían en un amor eterno, se casarían, tendrían hijos y envejecerían juntos.

-Sarah... estoy seguro de que él siente lo mismo.- Dijo el chico del aparato muy seguro de si mismo, la vergüenza había desaparecido, ya no tenía razón de ser.-Yo creo que cuanto más pronto se lo digas mejor.- Ahora tendría el momento que estaba esperando desde preescolar, un beso con la chica de sus sueños.

-Tienes razón, se lo tengo que decir pronto, es un chico muy especial y otra puede adelantase y quitármelo.-Dijo Sarah muy segura.-¿Tu crees que Nazz me lo podrá quitar?

-Seguro que a él no le gusta Nazz, seguro que no le gusta otra que no seas tu.-Dijo Jimmy ya muy seguro y feliz.

Sarah se levantó de golpe del sofá de la sala de estar de casa de Jimmy dirigiéndose hacia la puerta, antes de girar el pomo para abrirla se giró y miró a su amigo con lágrimas de felicidad.

-Muchas gracias Jimmy, gracias por ayudarme a tener confianza en mi misma.- él se levantó para abrazar a su amiga pero antes de que pudiese dar dos pasos las palabras de Sarah le detuvieron.-Muchas gracias, Jimmy, gracias a ti tendré el valor de decirle a Doble D lo que siento por él.-

La chica salió de la casa muy contenta. Jimmy estaba allí quieto, totalmente petrificado ¿No era él? Él estaba seguro de ser el elegido ¿Dónde estaba su seguridad? ¿Por qué sentía ese dolor en el pecho? ¿En qué momento se puso a llorar? ¿Cuándo sus piernas habían dejado de responder? ¿Por qué estaba de rodillas en el suelo de la sala de estar tapándose los ojos llorando como si no hubiese un mañana. La respuesta era clara, simple, sencilla. Le habían rechazado, le habían roto el corazón.

Faltaba una hora y los Eds hacían tiempo en casa de Doble D.

-¿No estoy sexy, tíos?- Dijo Eddy contemplándose en un espejo de cuerpo entero haciendo poses.

-Sí, Eddy, estás más elegante que un pollo en un corral nuevo.-Respondió Ed.

-Curiosa metáfora, Ed.-Comentó Doble D.

-Gracias, tío. Es para clase de literatura.-Dijo Ed sonriendo estúpidamente.

-Nazz va a caer en mis redes.- Comentó Eddy.-¿Y quién no? Soy el chico más guapo del mundo.

-Amigo, siento desilusionarte, pero me parece que esa dama no tiene el interés en ti que tu crees.-Trató de hacer razonar Edd a su amigo. Recibió como respuesta una mirada bastante molesta.

-¡A ti lo que te pasa es que estás celoso porque se quiere enrollar conmigo y no contigo!- Exclamó el más bajito molesto.

-¡Por el amor de Dios! Eddy ¿Te estás escuchando acaso? Estás diciendo tonterías.-Trató de explicarse el joven e inteligente chico del gorro.

-¡Eres un mal amigo! ¡Tendrías que estar contento por mi!- Eddy se marchó enfadado y cerrando golpeando fuertemente la puerta para quedarse simplemente sentado en el jardín, que estuviese enfadado no era una buena razón para marcharse sin sus amigos.

-Ed, ya no sé qué hacer, no quiero que sufra un desengaño amoroso tan fuerte y tan pronto, es más sensible de lo que aparenta ser.- Dijo Doble D muy preocupado.

Ed se le acercó y le puso una mano en el hombro y pronunció unas palabras que no parecían en absoluto propias de él.

-Eres un gran amigo, Doble D, pero tenemos que dejar que a veces haga las cosas por si mismo porque la vida es en si un conjunto de experiencias y cuantas más tienes, más sabio eres. Si sufre el rechazo parecerá que ha perdido, pero ganará mucho más que si hubiese sido al contrario.- Dijo el unicejo sabiamente.

-Vaya, Ed, amigo, a veces me sorprendes gratamente.- Edd ve a su amigo levantarse la camiseta y despegarse una locha de queso de la tripa antes de llevársela a la boca.-Otras no tanto...-

Solo faltaba media hora y las Kanker se maquillaban un poco. Ya estaban listas, aunque era un poco pronto, así que se pusieron a comentar detalles de la fiesta en el sofá.

-¿Qué creéis que habrá para comer?- Preguntó May emocionada ante la expectativa de una gran comilona.

-¿¡Y eso qué importa, tonta!?- Respondió Lee dándole una colleja a su hermana. May se quejó de dolor.

-Vaya, vaya, si que se nota que se acerca la hora de tu primer polvete.- Dijo Marie con una pequeña sonrisa. Recibió una colleja por parte de Lee.- Si, definitivamente estás ansiosa.-Contestó esta vez frotándose la zona golpeada.

-¿Creéis qué mi gran Ed se me declarará?- Preguntó May fantaseando.

-¿Por qué no?- Respondió Marie.

-¿Y tu qué, eh? ¿No vas a conquistar al empollón?- Preguntó la mayor, Marie solo sonrío ante la pregunta.

-Eso intentaré, aunque estoy harta y cansada de esto.-Expresó la chica del pelo azul mirando sus píes.-Quiero decir ¿Realmente merece la pena?-

-Bueno, es lo que tú querías.-Dijo la mayor.

-Bueno, no, sí, en parte, no, no exactamente.-Trató de explicar la chica.-Sí que lo quiero si él siente lo mismo, pero me parece injusto e innecesario sufrir cuando lo más probable es que me diga que no.-

-¿Estamos negativas, eh? Mira, Marie.-Buscó las palabras adecuadas.-Yo no sé qué dirá, pero lo que sí sé es que si dice que no él se lo pierde y que el mundo no se acabará.-

-Sí, tienes razón Lee. Pero he soñado tanto con esto que tan solo imaginar que mis sueños se desmoronan me destroza el corazón.- Dijo la chica tratando de no ponerse a llorar. Estaba nerviosa, tenía que recibir una respuesta esa misma noche, tenía que saber qué rumbo seguir y así avanzar como persona, no había nada seguro, lo único que tenía era su determinación a dejar de sufrir.

Faltaban quince minutos y Sarah fue a buscar a Jimmy a su casa, se sorprendió al ver que ya no llevaba la ropa impoluta blanca con la que le había visto hacía una hora y cuarto. Jimmy llevaba una camiseta negra con letras grises, unos pantalones vaqueros rotos por varios sitios y desgastados, zapatillas viejas y un peinado diferente, en vez de arreglar sus rizos los fijó hacia un lado. No solo su ropa y pelo habían cambiado, ahora su voz sonaba más fuerte y seria, no sonreía y tenía cara de mal humor aparte de no tener brillo en sus ojos azules.

-Jimmy ¿Estás bien?-Preguntó la pelirroja.

-Claro, Sarah.-Sonrío falsamente aunque su amiga no se percató de este detalle.-Vayámonos a la fiesta que no quiero llegar tarde.

Se fueron a la fiesta, ella muy ilusionada y él sin ilusiones.

En casa de Nazz la música ya sonaba y los primeros en llegar habían sido Jonny y Tabla. Nazz se estaba arrepintiendo de haberlos invitado.

-¡Jonny! ¡Maldito plasta! ¡BAJA AHORA MISMO DEL PUTO SOFÁ!-Vociferó Kevin totalmente molesto, por si ya no estaba lo suficientemente nervioso a ese estúpido niño no se le había ocurrido otra cosa que destrozar el garaje.

Jonny se cansó y Kevin bebió su primera copa de la tarde.

-Te recuerdo que cuando bebes cantas como un pajarito, lo digo porque no le digas a alguien, algo que de normal no te atreverías a decirle.-Dije Nazz refiriéndose claramente al peligro de que su amigo se declarase accidentalmente al líder de los Eds.

-Ya lo sé, Nazz, pero ese maldito cabezón me tiene hasta los huevos.-

Las siguientes en llegar fueron las Kanker. Las dos menores fueron a dejar en la mesa de la comida algunos aperitivos preparados por ellas mismas para la ocasión, la mayor, en cambio, y antes de saludar a nadie fue a besar a su novio y después los dos se dirigieron hacia donde estaba Nazz hablando con May y se la llevaron aparte.

-¿Que queréis?- Preguntó la muchacha.

-No sé como decírtelo, el mayor temor es traicionar nuestra amistad y confianza, Rolf no podría soportar algo así.-Dijo Rolf algo avergonzado y dramático puesto que no le iban a pedir algo tan fácil.

-¿De qué se trata?-

-Mira, sé que no es muy agradable pero nos gustaría que nos dejases alguna habitación para intimar durante tu fiesta.-Dijo Lee de forma directa.

-Nazz, sentimos ofenderte...-Nazz le hizo un gesto de que no importaba, y ambos se iban a alejar de allí totalmente rojos.

-Podéis usar mi habitación.-Dijo la rubia.

-¿¡Qué acabas de decir!?-Preguntó la pelirroja emocionada sujetando a la otra por los hombros.

-¡Shhh! Baja la voz. He dicho que os dejo mi habitación.-

-Gracias, gracias, gracias.- Repitieron los novios varias veces abrazando a su amiga.

-De nada, de nada. Eh, mirad, no tenía ni idea de que Sarah y Jimmy ya estaban aquí.-

Los tres se acercaron a los demás que estaban recibiendo a los recién llegados.

-Eh, Jim ¿Qué te has hecho en el pelo? Estás fantástico.-Preguntó Nazz acariciándole la cabeza.

-Eh, nena ¿Qué te parece si bailamos?-Preguntó el rubio ¿Quién era ese ligón? ¿Qué había sido del inocente Jimmy?

-No va a poder ser, la fiesta tiene una lista de actividades programadas y bailar es la última.- Explicó ella.- Además no estamos todos.

-Faltan los bobos.- Añadió Kevin.

-Eh, hablando del rey de Roma...-Dijo Rolf.

Ed, Edd y Eddy habían llegado a la fiesta.

-Pero mirad ¿No son esos Bo, Bobo y Bobín?- Dijo Kevin burlándose de ellos, el resto de niños empezaron a reírse y Eddy se puso rojo de rabia.

-¡EL ÚNICO BOBO AQUÍ ERES TU, CABEZA DE BUZÓN!- Dijo Eddy tratando de saltarle encima, acción que sus dos amigos impidieron.

-Ya vale, vamos a empezar con la primera actividad: películas.-Exclamó Nazz emocionada.- Veremos Titanic.-

Todos se dirigieron rápidamente a ocupar el sofá mientras Nazz ponía la película, finalmente empezó, la película y otra pelea entre Kevin y Eddy.

-¡Este sitio es mio!- Dijo Eddy.

-De eso nada, yo he llegado primero así que es mio.- Dijo Kevin haciendo enfadar al más bajito.-Puedes sentarte en el suelo.-

Eddy tuvo que sentarse de muy mala gana sobre la alfombra. Nazz apagó la luz y se sentó en el sofá junto a Kevin que estaba apoyado en el reposa brazos, al otro lado, Rolf estaba sentado con Lee en sus piernas, besándola y junto a la pareja Jimmy, aunque a Nazz le pareció extraño que no se sentase en el suelo como los demás junto a Sarah. Eddy estaba, de muy mala gana, sentado en el suelo apoyando la espalda en el sofá entre las piernas de Kevin y Nazz, su enfado se fue cuando la historia de amor relatada en Titanic le hizo desviar su atención de la discusión. Kevin no le prestaba demasiada atención a la película, en su mente solo estaba la idea de que estaba viendo la película más romántica que conocía con el chico de sus sueños.

Cuando la película terminó se encendieron las luces y se descubrió a Jimmy, Doble D, Ed, May y Eddy llorando.

-Jajajajajaja. El bobo estaba llorando. Jajajaja. ¡Y con Titanic!- Exclamó Kevin cachondeándose de Eddy, el rostro del cual se ponía rojo brillante del enfado por momentos.

-Haya paz.-Intervino Nazz.- Vamos a la siguiente actividad: ¡Siete minutos en el paraíso!-

-¿Qué?- Preguntó Edd con vergüenza.

-¿Cómo se juega a eso?-Quiso saber May.

-Tabla dice que no importa qué juego sea, que va a jugar igualmente.- Añadió Jonny.

-Se juega haciendo girar la botella y al que apunta con la parte de abajo sera la victima y al que apunte por la parte de la tapa será el secuestrador y se meten en ese armario- Señalando el armario que había en el garaje.-y el secuestrador le hace lo que quiere a la victima durante siete minutos y los demás jugadores no deben ver nada y después que pasen esos siete minutos se vuelve a girar la botella con los jugadores sentados y se repite y se repite...- Explicó Nazz.

-¡Wow! Eso mola.- Dijo Marie.

Todos, salvo Rolf y Lee que se quedaron abrazados en el sofá, se pusieron en el suelo y giraron una botella de cristal que había por allí: el culo de la botella señaló a Ed y la parte superior señaló a Tabla. Ed cogió a Tabla y se encerró en el armario.

-Algo me dice que en estos siete minutos no va a pasar nada.- Dijo Marie.

-Eso espero.-Dijo en voz baja May.

-No me jodas, May ¿Estás celosa de una puta tabla de madera?-Preguntó Marie en voz baja.

-Algo...-Dijo la pequeña.

Finalmente pasaron los siete minutos y Ed salió del armario con lágrimas en los ojos.

-¡Ni me ha tocado! ¡Jamás me he sentido tan humillado!-Exclamó el grandote.

-Ya, ya pasó- Dijo Edd calmando a su amigo mientras Jonny sacaba al suyo del interior del armario.

La botella volvió a girar y a Marie le tocó ser la secuestradora y a Doble D la víctima. Entraron en el armario y cerraron la puerta. Era una ocasión tentadora para Marie porque se supone que podía hacerle durante siete minutos lo que quisiese al chico.

Se acercó a él y empezó a besarle con mucha pasión en los labios mientras le rodeaba el cuello con los brazos. Él respondía poco a poco, simplemente porque eran las normas y esto fue advertido por Marie que se sintió mal y se apartó de él sin decir nada.

-¿Pasa algo?-Preguntó el chico en un susurro.

-No, nada.-Contestó ella. Esperó que él se acercase o algo para seguir o al menos, reconfortarla, pero esto no ocurrió, sencillamente cada uno se quedó sentado a un lado del armario hasta que pasó su tiempo. Marie salió del armario disgustada y volvió a su sitio en el suelo. Doble D salió visiblemente aliviado de que ese momento hubiese llegado a su fin.

Cuando la botella giró, Eddy se enfado porque era el turno de Nazz y Jonny.

Entraron en el armario y se empezaron a besar y abrazar, al principio simples abrazos y caricias y besitos sin lengua ni nada. La intensidad de los besos y las caricias aumentó y acabaron dándose un beso francés que finalizó justo antes de que se les acabase el tiempo. Ambos salieron del armario bastante felices, había sido una experiencia buena para ambos.

La botella giró de nuevo y les tocó a Kevin y May. Kevin sabía desde hacía tiempo que era homosexual y a May ese chico no le atraía nada así que como él era el secuestrador deseó con todas sus fuerzas que solo quisiese abrazos porque no soportaba la idea de traicionar a "su" hombre.

Al entrar al armario, antes que otra cosa, Kevin le dijo algo en susurros.

-No es por ti, pero no me apetece mucho darme besitos con nadie ¿Te importa si solo nos abrazamos?-

-Por mi está bien- Dijo la chica sumamente aliviada.

Pasaron sus siete minutos abrazándose amistosamente. Salieron del armario con la expresión de haber hecho algo simple y sin importancia alguna para ellos.

Giró la botella y le tocó a Sarah ser secuestradora y a Edd víctima.

-¡Esto es injusto! Él ya ha salido una vez ¡Volvamos a girar la botella!- Dijo Eddy enfadado y ansioso de que le tocase con Nazz.

-¡Cállate bobo!- Dijo Kevin.

-¡El bobo eres tu, cabeza de buzón! ¡Hagámosla girar otra vez!- Exigió Eddy.

-Amigo, ya te tocará en otro turno.-Dijo Doble D tratando de calmar a su amigo.

-¡Sí, claro! ¡Tú estás muy tranquilo porque te estás poniendo las botas!- Concluyó Eddy.

Sarah le sacó el dedo corazón a Eddy y empujó a Doble D al armario y después de cerrar las puertas saltó encima suya y empezó a besarle con mucha pasión y ganas.

-Te amo, Doble D.-Dijo Sarah entre beso y beso.

-Espera, Sarah.- Dijo Edd separándola de si mismo.- Esto no está bien.-

-¿El qué no está bien? ¿El beso? Tranquilo es solo un juego.- Dijo antes de tratar de besarle de nuevo, pero él se lo impidió.

-No, no es eso Sarah... Es que yo no siento lo mismo por ti.- Dijo el chico un poco triste de tener que decirle algo tan doloroso.

Sarah se apartó de él dolida. Jimmy le había asegurado que él correspondía a sus sentimientos. Su tiempo pasó y al salir del armario ninguno de los dos dijo nada.

Al volver a girar la botella le tocó nuevamente a Marie... esta vez con Jimmy.

Entraron al armario. Marie estaba sumamente triste por la actitud de su amado y ella iba totalmente dispuesta a enrollarse con alguien para olvidar. Jimmy estaba marcado por el despecho debido al rechazo indirecto de Sarah y con su nueva actitud ante la vida, una actitud de ligón atrevida empezó a besar sin ninguna vergüenza a la chica. Marie no esperaba que ese inocentón le diese un beso con tal pasión y tan bueno a pesar de llevar aparato.

-Vaya, no sabía que con aparato se podían hacer cosas taaan buenas.- Dijo Marie sonriéndole coquetamente.

-Y se pueden hacer muchas más, nena.- Dijo el rubio antes de que ambos empezasen a besarse con mucha más pasión que antes.

Sintieron como la temperatura aumentaba por momentos. Se separaron y se quitaron las camisetas. Jimmy ya estaba muy activo y sin vergüenza le metió las manos a la chica por debajo del sostén y agarró sus pechos mientras se besaban, ella ni se quejó. Estaban disfrutando de eso cuando su tiempo pasó. Se pusieron sus camisetas y él le dijo a ella algo antes de salir.

-¿Quieres que nos veamos algún día?- Dijo él en tono seductor.

-Me parece bien.- Dijo ella con un toque seductor en su voz.

Cuando salieron los demás les miraron impresionados, al parecer no habían sido muy discretos en su actividad y su pelo desordenado y sus camisetas dudosamente colocadas hacían muy evidente que había habido algo más que besos entre los dos.

Los siguientes fueron Ed y May. Los demás no supieron qué ocurría allí dentro porque solo se escuchaban carcajadas de Ed.

En el armario un Ed sin chaqueta ni camiseta se reía ante las cosquillas que sentía porque May acariciaba su trasero con las dos manos y le besaba el cuello dejándole un par de chupetones en el proceso. Se besaron en los labios un par de veces antes de que el chico empezase a besar también el cuello de su compañera dejándole dos marcas también.

Al salir del armario ambos iban de la mano muy sonrientes y Ed en una mano, en la que no estaba ocupada, llevaba su chaqueta y camiseta. Todos sonrieron con picardía al ver las marcas en el cuello de ambos.

La botella volvió a girar. Eddy contuvo la respiración: le había tocado el culo de la botella, lo cual significaba que era la víctima, deseó con todas sus fuerzas que Nazz fuese las secuestradora. Sus ilusiones se fueron al traste cuando alzó la mirada y en vez de encontrarse ojos azules y pelo rubio se encontró con una gorra roja, pelo pelirrojo y ojos marrones: Kevin era el secuestrador.

-Mira, Eddy, ya te ha tocado a ti.- Dijo Doble D antes de empezar a reírse y los demás le imitaron.

-Muy gracioso, cabeza de calcetín. No lo haré.-

Kevin se levantó y le cogió del cuello de la camisa levantándolo del suelo.

-Mira, bobo, no es que me haga ilusión pero nos ha tocado.- Lo soltó.- Al armario.-

-Pero, pero...- La mirada enfadada de Kevin le intimidó y entró apresuradamente seguido por el chico de la gorra roja que cerró las puertas.

Nazz sonrío para si y los amigos del bajito miraron muy preocupados las puertas del armario.

-Vas... vas a romperme todos los dientes ¿No?- Preguntó Eddy totalmente asustado.- Que... sea rápido, por favor... ¡No me mates, por favor!- Dijo él casi llorando.- ¡Te daré lo que tu quieras!-

Kevin sonrió para si.

-Tranquilo, amigo, tranquilo. Vamos Eddy, soy el secuestrador y quiero que nos besemos.- Eddy le miró muy extrañado.

-¿Para... para qué? ¿Qué ganas tú con eso?- Preguntó el moreno alucinado.

-¿No es evidente? Estoy seguro de que no tienes ni puta idea de dar un buen beso.-Eddy le miró muy molesto.- ¿Miento acaso?

-No... nunca he besado a nadie, bueno, una vez a Doble D porque TÚ me lo mandaste para no revelar mi segundo nombre.- Eddy se quedó pensativo unos instantes- Sigo sin entender qué ganas tu exactamente con esto.

-Bueno, si aprendes a besar es muy posible que consigas una novia-A Eddy se le iluminó la mirada.- Y si consigues una novia no estarás por el callejón tan seguido y no tendré que verte la cara más de lo necesario.-Mintió Kevin. Necesitaba que Eddy se tragase su explicación para poder besarle.

-Tiene mucho sentido, está bien.-Kevin sintió mucho alivio.-Umm, Kevin.-

-¿Dime?-Dijo el chico de la gorra que ya estaba sujetando el cuerpo del más bajito y sentándolo en sus rodillas mientras sonreía.

-¿Me podrás enseñar... el beso francés?- Preguntó Eddy.

-Está bien, si insistes.- Dijo Kevin fingiendo fastidio aunque en su interior saltaba de emoción.

Kevin levantó el mentón del bajito y unió sus labios con los de él, ambos cerraron los ojos y siguieron besándose.

-Abre la boca, bobo.-Dijo el pelirrojo.

El moreno obedeció y Kev exploró con su lengua la boca de su acompañante, para sorpresa y deleite del de la gorra, Edward, en su deseo de aprender, empezó a imitar los movimientos de la lengua de Kevin. Kevin acercó más el cuerpo del otro al suyo, una acción que tomó por sorpresa al chico de la camiseta amarilla aunque no se quejó.

-Estás haciéndolo muy bien, pequeño.- Dijo Kevin separándose de él un poco y hablándole de forma muy cariñosa.

Eddy estaba pensando en eso cuando notó que Kevin le sujetaba bien la cabeza y movía su lengua mucho más rápido, él le imitó. Empezó a sentir mucha calor, Kevin coló una se sus manos debajo de su camiseta y empezó a acariciarle los pezones mientras no dejaba de besarle y con la otra mano le agarraba el trasero por encima de la ropa. Eddy no sabía por qué le estaba haciendo eso, y tampoco quería saberlo, estaba disfrutando de la experiencia más placentera de su vida y no quería que acabase, quería seguir, quería saber qué más podría hacerle sentir el chico de la gorra.

Eddy se empezó a quitar la camiseta para sorpresa de Kevin, desabrochando los botones uno a uno. El pelirrojo se impacientó y como Eddy estaba desabrochando desde arriba él empezó a ayudarse desabrochando desde abajo, recibió una mirada de Eddy que estaba sonrojado, Kevin le besó una última vez antes de desabrocharle el último botón. Una vez desabrochada, Kevin la retiró del cuerpo del otro y esta vez empezó a besarle el torso y a chuparlo.

-Ah, Kevin.- Suspiró en voz bajita Eddy.

-Shhh, calla, disfrutalo.-

Eddy apretó con sus manos el extremo de la camisa de Kevin, éste entendió, solo que en vez de desabrocharla se la arrancó prácticamente sin importar que se rompiese algún botón. Eddy empezó a acariciar el pecho y la espalda del otro. Kevin, en una clara posición dominante, empezó a dejar chupetones en el su vientre, su cuello y sus brazos. Eddy le imitó mientras Kevin le acariciaba la espalda y bajaba la cabeza para contemplar a su amado cubriéndole de besos.

Sus labios volvieron a encontrarse en un increíble beso francés, eso era impresionante, sentían mucha calor pero también mucho deseo, deseo que empezaba a mostrarse claramente en los bultos de sus pantalones. Kev acarició lentamente el bulto de la entrepierna de su acompañante y éste tan solo lo disfrutaba. Kevin iba a desabrochar los pantalones del otro y a cumplir una de sus fantasías sexuales, hasta que oyeron unos golpes en el armario.

-¡Chicos! ¡Chicos! Estáis jugando mal, el juego era siete minutos en el paraíso ¡Lleváis ahí metidos VEINTE minutos!- Escucharon la voz de Rolf y unas risitas.

A Eddy se le subieron los colores, se puso su camisa e intentó abrocharla lo más rápido posible mientras Kevin también se vestía. Cuando iba a salir, una mano en el hombro le detuvo.

-Escucha, si quieres repetirlo... ven mañana por la tarde a mi casa, mi padre no estará.- Dijo Kevin para que después, y sin dejarle tiempo para responder, saliese del armario.

Eddy salió, los demás le miraban con curiosidad y todos se preguntaban ¿Por qué habían estado ahí tanto rato?

-Bueno...-Dijo Nazz para romper el hielo y hacer que la atención de los chicos se alejase de Kevin y Eddy.-¿Bailamos un rato?

Nazz puso unas luces suaves de fiesta que tenían un doble efecto: podías ver bien con ellas y al mismo tiempo tenias intimidad, subió la música sin temor a molestar, es lo que tiene vivir al lado de tus amigos e invitados, que puedes poner música hasta más tarde.

Jimmy y Marie para sorpresa de todos se pusieron a bailar. Sarah se sintió confundida ¿Por qué Jimmy bailaba con Marie Kanker si siempre bailaba con ella?

Doble D, algo apartado de la hermana pequeña de su amigo la miró con lástima antes de dirigirse a la mesa de la comida para servirse una limonada. Allí se encontró a Eddy, apoyado contra la pared mirando a ninguna parte.

-¿Eddy?-Su amigo ni le miró.-¿Eddy?-Preguntó esta vez tocándole.

-¿Ehh...? Ah, hola cabeza de calcetín.-Respondió para después volver a la parra.

-¿Hay algo que te preocupe? Puedes decírmelo, ya lo sabes.-

Eddy salió de su estado de reflexión y se sonrojó porque detrás de Edd, a unos metros estaba Kevin, quién le sonrió. El bajito bajó la cabeza.

-No es nada, tío.-Dijo finalmente antes de irse al sofá.

May y Ed eran con diferencia los que mejor lo pasaban, estaban bailando a su marcha y muy felices.

-May, eres tan bonita como una gallina.-Dijo el chico como si fuese la declaración más romántica de la historia, al menos así lo sintió la chica.

-Oh, Ed, grandullón...-May fue a besarle la mejilla, pero el chico giró su cara para recibir el beso el los labios.

La rubia se sonrojó, el chico le sonrío y siguieron bailando.

Jonny saltaba al otro lado del sofá, el lado contrario al que se encontraba Eddy, éste ni se inmutaba.

Tabla había quedado abandonado en la mesa de la comida, manteniéndose en pie gracias a un cuenco que había contenido palomitas pero que se había vaciado viendo Titanic.

Rolf se acercó a Nazz.

-¿Crees que Lee y Rolf ya pueden ir a tu habitación?-

-Oh, claro. Ya sabes dónde está. Divertios.-

Rolf miró a su amiga algo avergonzado antes de ir en busca de su novia y entrar a la casa por la puerta que comunicaba con el garaje. La rubia se acercó a Kevin que miraba a Eddy desde lo lejos con una sonrisa.

-Ei ¿Qué pasa?-

-Nada, nada.- Respondió él.

-Oh, pero mirate, si se te cae la baba.- Ella se quedó pensativa unos instantes.-Ven, vamos al salón que tienes demasiado que explicarme.-

Los dos entraron por la misma puerta por la que había entrado Rolf acompañado por Lee. Al llegar al salón se sentaron juntos en el sillón individual, cada uno en uno de los reposabrazos.

-A ver, a ver. Romeo ¿Qué le has hecho a Julieta en el armario?-

-Jo ¿No nos podías haber comparado con otra cosa?- Preguntó el pelirrojo indignado.

-¿Por?-

-Es que creo que a esos les pasaba algo malo, los abducian los extraterrestres o algo.- Respondió irónico, sabía que su amiga no tenía idea de literatura.

-Ah, vale. Bueno, a lo importante ¿Qué ha pasado?-

Kev iba a explicarse cuando la puerta de la casa se abrió dejando ver a los padres de Nazz realmente enfadados.

-Jovencita ¿¡Me puedes explicar qué hacen aquí tus amigos todavía!? Te dijimos hasta las once como tarde y es la una de la mañana. Vas a estar castigada mucho tiempo, de momento despídete de todos y diles que vuelvan a sus casas.- Dijo la madre de Nazz, una mujer rubia como ella y también muy guapa pero muy malhumorada, su marido estaba junto a ella apoyándola.

Kevin salió por la puerta principal muy feliz y Nazz desalojó el garaje en unos minutos tras explicar la situación, el único que no quiso salir por su propia voluntad fue Jonny al que Sarah sacó a rastras de la oreja. La chica volvió al salón y su padre la vio.

-Bien, Nazz, sube a tu habitación y que no se te ocurra salir de allí, te vas a dormir pero ya mientras nosotros pensamos un castigo adecuado para ti.- Ordenó él y la chica obedeció a su progenitor sin rechistar.

Subió y entró, cerró la puerta y pegó un grito al ver un bulto moverse bajo sus sabanas.

-Nazz ¿Estás bien, cariño?- Preguntó su madre desde abajo algo preocupada.

-Sí, tranquila mamá.- Nazz con la bronca de sus padres y por la prisa que tuvo en echar a todos había olvidado totalmente que le había dejado su habitación a la parejita que en esos momentos le miraban cubiertos por la sabana únicamente.

-Tíos, os vais a tener que ir, mis padres han llegado mucho antes de lo que creía y todos se han ido ya.-

-¿¡Qué!? ¡Si mis hermanas llegan y yo no llego con ellas mi madre va a matarme!-Exclamó Lee muy asustada.

-Nazz ¿Qué estás haciendo?-Preguntó su madre entrando la la habitación.

La rubia reaccionó rápido y se lazó a la cama sobre la parejita y los cubrió con la sabana quedando encima de ellos.

-Nada, mami, me iba a dormir.- Dijo ella sonriendo inocentemente y pidiéndole a Dios que se fuese porque si la pillaban no sabía qué explicación dar al respecto.

-¿Con esa ropa? ¿Te crees que soy tonta? Deja de hacer el tonto y duérmete.- Tras decir esto abandonó el cuarto de su hija.

Cuando Nazz escuchó que la mujer bajaba las escaleras se quitó de encima de ellos.

-¿Y cómo vamos a salir de aquí?- Preguntó Rolf.

La rubia se puso a pensar y solo se le ocurrió una cosa.

-Por la ventana.-

-Está bien, está bien.-

La parejita se vistió rápidamente y se fueron. Se dejaron olvidada la caja de condones sobre la mesilla de noche de Nazz. Esta no lo advirtió y tras cambiar las sabanas y ponerse el pijama se acostó.

La pelirroja llegó corriendo a la caravana y su madre la esperaba de muy mal humor.

-¿Qué pasa contigo? ¿Eh? Tus hermanas llegaron hace más de media hora ¿Dónde estabas tú?-

-Me quedé ayudando a Nazz a limpiar.-

-Oh bueno si es así... de todos modos prefiero que volváis juntas, solo Dios sabe qué clase de depravados puede haber en la calle a estas horas.-

-Sí, mamá.- Lee subió a su habitación y sus hermanas la esperaban despiertas.

-¿Y bien? ¿Qué se siente?- Preguntó Marie con picardía. May solo soltó una risita.

-No lo sé, no pudimos hacerlo.-

-¿Por qué? ¿Es impotente?-Preguntó la rubia, la pregunta le costó una colleja por parte de su hermana mayor.

-No, tuvimos que largarnos cuando acabábamos de empezar... ¡Que mierda!- Exclamó la pelirroja dejándose caer en la cama.

-Bueno, bien mirado, tal vez Dios quiere que llegues virgen al matrimonio, virgen y muy salida pero virgen al fin y al cabo.- Dijo Marie, tanto ella como May se rieron.

Su hermana las fulminó con la mirada y fue a tomar una ducha muy helada para bajar el calentón.

Rolf llegó a su casa y su Nana le recibió con una sonrisa.

-Vaya, Rolf, si que vuelves tarde, pobrecillo, estarás agotado de estudiar con Kevin y Nazz.- Se acercó a besarle.- Sacarás un diez en el examen, ya lo verás. Bueno, vete a dormir que ya es muy tarde nietecito mío.-

-Nana, Rolf tomará una ducha primero para recordar lo estudiado.-

-Me parece muy bien, pequeño, anda ve.-

Cuando se fue, Nana sonrió.

-Éste se cree que soy tonta, estoy impaciente por ver qué más tonterías hace para perder la virginidad.-

Lo cierto es que Nana no tenía nada en contra de la novia de su nieto, pero era una anciana que se aburría mucho y eso era un buen entretenimiento para pasar el rato, mejor que una telenovela.

Rolf sin sospechar lo que realmente ocurría en su casa, estaba bañándose para tratar de olvidar las ganas que tenía de... meterla en caliente.

-Bueno, Rolf no le ha mentido del todo, he estudiado... anatomía femenina.- Dijo con algo de malicia.

Sarah y Ed llegaron a su casa y no recibieron ninguna riña ni nada por el estilo, simplemente los mandaron a dormir.

Jimmy se llevó una gran bronca y fue castigado por contestarle mal a sus padres. Cuando el malhumorado rubio subió a su habitación, sus padres se miraron tratando de comprender el por qué del cambio de actitud de su hijo.

Cuando Doble D llegó a su casa sus padres aún no estaban, les dejó una nota adhesiva de buenas noches, tomó un baño y se acostó.

Eddy fue recibido con un montón de besos y achuchones por parte de su madre, por primera vez no se quejó, aún estaba flipado por lo ocurrido en aquel armario... con Kevin. Se fue corriendo a su habitación y se puso a pensar en ello, entonces recordó la invitación del pelirrojo.

-Seguro que sólo era una broma para reírse de mi, además yo no quiero repetirlo.- Dijo Eddy no muy convencido de sus palabras.

Se acercó al espejo para mirarse como siempre, pero al quitarse la camiseta se sonrojó violentamente: tenía su pecho y tripa cubierto por chupetones no muy marcados, solo unas marcas rojas.

-Oh, Dios ¿Qué demonios me pasa?- Se preguntó llevándose las manos a la cabeza.

Kevin llegó a su casa y su padre aún estaba despierto y revisando algunos documentos del trabajo.

-Hola, hijo ¿Qué tal lo has pasado?-

-Bestial.- Respondió el chico antes de sentarse junto a su padre en el sofá.

-Me alegro, hijo. Por cierto, tienes un regalo.-

-¿¡Enserio!?- Preguntó el pelirrojo emocionado.-¿Qué es?-

-Ve a mirar, está en la mesa de la cocina.-

Kevin se levantó seguido por su padre.

-Ostras ¿No son las nuevas Jawbreakers*? (Rompemandíbulas, las chuches que en todos los capítulos ansían conseguir los Eds.)- Preguntó Kevin muy contento, eran tan nuevas que pese a que su padre tenía un puesto de poder en la fábrica aún no las había probado.

-Sí, así es. Espero que te gusten, campeón.- Dijo su padre acariciándole la cabeza.

-Gracias, papá.-

Kevin cogió las chuches y subió a su cuarto y se imaginó lo feliz que sería Eddy si probaba una. Se acercó a la ventana y habló al viento.

-Espero que mañana vengas...- Dijo Kev totalmente asustado al pensar que su invitación podía ser rechazada.- No imaginas las ganas que tengo de estar contigo otra vez.

Después se acostó.

Jonny se quedó castigado durmiendo en el jardín por llegar tarde a casa.

La mañana siguiente fue interesante para todos, para Kevin, por ejemplo, empezó con una llamada de teléfono de Nazz. Kev estaba dormido y el teléfono de su mesilla sonó. De muy mala gana el chico se levantó, bostezó, se frotó los ojos y contestó.

-¿Sí?-

-Kev, soy Nazz. Te suplico que vengas a mi casa, mis padres no me dejan salir y me siento sola.-

-Está bien, me arreglo y voy.-

Kevin se duchó y se vistió. Cogió su bicicleta y fue a casa de Nazz. La chica se encontraba sola porque sus padres habían ido a hacer algunos recados.

-Gracias por haber venido, Rolf no podía.-

-De nada ¿Qué quieres hacer?-

-¿No está claro? ¿Qué paso ayer con Eddy?-

-Nazz, eso es privado.-

-Va, no jodas, pero si estás deseando contármelo.-

-Bueno, pues resulta que me inventé una trola de que tenía que besarle para que aprendiese y consiguiese una novia para no verle tanto.-Nazz rió ante estas palabras.- Entonces me pidió que le enseñase el beso francés y lo hice y él empezó a hacerlo muy muy bien... después de eso nos quitamos las camisetas y empezamos a besarnos los pezones y eso... al final tuve una erección y él también y cuando iba a bajarle los pantalones para hacerle sexo oral, Rolf nos interrumpió.-

-Joder, Kev, y a ti que te preocupaba no poder acercarte a él y en veinte minutos casi te lo follas. Bien, ya no podré mirar ese armario igual nunca más.- Los dos amigos se rieron.

-Eso no es todo, aunque no sé cómo saldrá.-

-¿A qué te refieres?- Preguntó ella intrigada.

-Ayer le dije que viniese a mi casa esta tarde si quería continuar con lo del armario.- Nazz le miró con la boca abierta. -Joder, no me mires así, no podía desperdiciar la oportunidad.-

-Tienes razón ¿Te preocupa que no se presente?-

-Sí.-Admitió el pelirrojo.

En casa de Rolf estaban él y Lee en la cama a punto de hacerlo. Lee paró para buscar la caja de condones en su bolsa de mano negra y para su sorpresa no estaban allí.

-¡Maldita sea!- Rolf la miró extrañado.-Nuestros preservativos no están.-

-¿¡Qué!? ¡Con lo que nos costó conseguir el maldito dinero para comprarlos!-

-¡Lo sé! ¡Lo sé! Joder, solo se me ocurre que tal vez me los haya dejado en casa, aunque no recuerdo haberlos sacado allí...-

-¡Oh, mierda! ¡Nos los dejamos en casa de Nazz!- Adivinó el chico recogiendo su ropa del suelo.-Voy a buscarlos, tu quédate aquí.-

Cuando Rolf salió de su casa, Nana volvió y pilló a Lee en la cama de su nieto, fingió enfado y la hizo vestirse rápidamente y marcharse. Lee salio de la casa y se sentó en el suelo de la calle a esperar a su chico. Nana la miraba desde la ventana tronchándose de risa.

Jimmy no se podía creer todo lo que había hecho esa mañana. Cuando Sarah fue a buscarlo para hacer lo de costumbre le mintió diciéndole que debía estudiar y que prefería hacerlo solo esa vez. También se escapó de la casa, desobedeciendo el castigo de sus padres y se fue al parque de remolques, donde vivían las Kanker.

Buscó con la mirada el remolque perteneciente a las tres hermanas y lo halló, llamó a la puerta con decisión y le abrió la persona a la que quería ver justamente. Marie Kanker sonrío maliciosa.

-Hola, nenita. Había pensado que como querías que nos viésemos igual querías dar una vuelta o algo.-

-Mmmm... No me apetece salir, pero estoy aquí muy solita... ¿No quieres entrar?-

El chico entró y tan pronto como entró empezaron a besarse con mucha necesidad. Su relación era claramente de índole sexual, nunca habían sido muy amigos, aunque en los últimos tres meses habían tenido una relación más cercana. Les unía la atracción y el despecho, nada más. Ambos querían olvidar la causa de su dolor. En la habitación de la chica se empezaron a escuchar algunos gemidos a causa de sus numerosos besos y tocamientos.

-Espera, Jimmy.-Dijo la chica apartando al rubio de si.- Tenemos que hablar.-

-¿De qué?-

-Oh, vamos. No soy estúpida, haces esto por despecho, como yo.-

-¿Cómo lo sabes?-

-Es muy evidente que estás enamorado de Sarah y que esto es una pantomima.-

-Sí, tienes razón, pero tengo mis razones para actuar así.-

-¿Por qué lo dices?-

-Por que ella ya me ha rechazado.-

-Oh... realmente lo lamento.-

-Me rompió el corazón saber que amaba a Doble D.-

-Me parece curioso que la causa de nuestro dolor esté relacionada.-

-¿Qué quieres decir con eso? ¿Relacionada? ¿Relacionada por qué?-

-Estoy muy triste y con el corazón roto porque Doble D, el chico al que amo, me besó con asco jugando a siete minutos en el paraíso.-

-Eso ha tenido que ser una experiencia horrorosa, lo siento mucho.- Dijo él triste por la chica.

-Bueno ¿Por qué no podemos darnos consuelo el uno al otro?- Preguntó Marie.-¿Qué tiene de malo?-

-Yo no le veo nada malo. Estaré encantado en complacerte, nena.-Dijo Jimmy volviendo a su falsa faceta de ligón.

Ambos se rieron antes de retomar la actividad que hacía unos instantes habían interrumpido. La habitación se llenó de gemidos y suspiros de nuevo.

Sarah estaba agotada. Como Jimmy estaba demasiado ocupado como para salir tuvo que irse con su hermano mayor y su nueva novia. Había sido aburrido y doloroso ver tantos cariñitos y besos al día siguiente de haber recibido calabazas. May y Ed eran realmente empalagosos pero por suerte la chica tenía que irse, así que la acompañaron al remolque en el que vivía. La sonrisa de Sarah se congeló al ver salir a Jimmy de allí abrochándose los botones de la camisa y siendo despedido por Marie Kanker que iba tan despeinada como él. Sarah se escondió tras su hermano y el rubio se fue sin percatarse de que la chica estaba ahí.

Kevin y Nazz aún discutían sobre la invitación a Eddy.

-Yo creo que deberías ir y preguntarle directamente si irá.-

-Tal vez tengas razón.- Admitió el pelirrojo.

-Vamos a buscarle, seguro que está con los otros Eds.-

-Espera, espera ¿Tú no estabas castigada?- Preguntó Kev.

-Consideremos esto una emergencia.-

Los dos se marcharon, al minuto llegó Rolf y no los encontró: el hijo del pastor volvió a su casa frustrado por no haber podido recuperar los preservativos.

Eddy estaba absorto encerrado en su habitación, tumbado en su cama y con su amigo Doble D sentado a su lado.

-Eddy, amigo, estoy seriamente preocupado por ti, estás así desde ayer por la noche.- Dijo el chico del gorro preocupado.- Vámonos afuera, Eddy.-

El bajito salió con su amigo y se sentaron en el escalón de la entrada, Eddy trató de apartar los extraños pensamientos que tenía en la cabeza desde la noche anterior.

-¿Dónde está Ed?- Preguntó el líder con curiosidad al no ver allí al más tonto de sus amigos. Doble D sonrió ante la pregunta, Eddy no lo reconocería nunca, pero les quería y se preocupaba por ellos.

-¿No lo sabes? ¡Pero si estabas delante cuando le pidió a May Kanker que fuese su novia!-

FLASHBACK

Acababan de salir de casa de Nazz. Ed y May iban cogidos de la mano, se pararon y todos los allí presentes se detuvieron a observarles, Eddy parecía mirarles también aunque realmente su mente estaba muy lejos de allí.

-May Kanker, eres la chica más guapa del mundo ¿¡Quieres ser mi novia!?- Ed bajó la mirada después de lo dicho. Allí todo el mundo miraba con la misma cara que si hubiesen visto un OVNI: ¿¡Un Ed enamorado de una Kanker!? ¡Era el fin del mundo!

Sarah miraba a su hermano mayor impresionada puesto que siempre había creído que era demasiado tonto o despistado para interesarse en las chicas. Genial, ahora tendría que enseñarle qué era y para qué servía un condón.

Doble D temblaba de miedo esperando la reacción de Eddy, la cual seguramente sería desmedida, exagerada y estúpida. Para su sorpresa su líder miraba sin decir una palabra. Todos contuvieron la respiración al ver que May iba a darle una respuesta.

-¡SÍ! ¡OH, DIOS MIO! ¡TE AMO ED!- Y sus labios se unieron en un beso muy romántico.

Todos salvo Eddy y Sarah aplaudieron.

-Ahora, si no os importa, voy a llevar a mi chica a su casa.- Dijo Ed antes de coger en brazos a May al más puro estilo nupcial y llevarla al parque de caravanas seguidos por Marie y Sarah.

-Vaya, Eddy, te lo has tomado de maravilla.- Dijo Doble D orgulloso.

FIN DEL FLASHBACK

-Ah... pues no me acordaba.-Respondió finalmente Eddy.

Doble D estaba oficialmente asustado, su amigo tendría que estar histérico y prácticamente echando fuego por la boca, pero estaba sereno. Le tocó la frente para ver si tenía fiebre, pudo comprobar que ese no era el caso ¿Qué ocurría entonces?

-Eddy... ¿Qué te pasa? Dímelo, por favor.-

-No lo sé, Doble D... cuando lo sepa te lo diré.-

-Está bien, si me necesitas estaré en mi casa preparando algo para esta tarde, que tengo que darle clases a nuestro Ed.- Doble D se levantó y se fue.

Eddy suspiró, no podía decírselo a su amigo ¿Qué le iba a decir? ¿Ayer tuve la experiencia más placentera de mi vida con el tío al que más odiaba en el mundo hace tan solo un año y me gustó mucho. Además, si no nos hubieseis cortado, me hubiesen hecho la primera mamada de mi vida. Para mas inri, el tipo en cuestión me ha invitado a ir esta tarde a su casa y estoy planteándome hacerlo? No, definitivamente esa no era una opción. Iba a entrar a su casa cuando oyó que le llamaban.

-¡Eddy!- Llamó la voz de una chica.

El chico se giró y casi se quedó sin aliento, ante él se detuvo una bicicleta, Kevin la manejaba y Nazz estaba en el asiento. Ambos se bajaron y Kevin se acercó a él.

-Tenemos que hablar.- Dijo el chico de la gorra.

-¿De qué?- Preguntó Eddy, tenía miedo de que hubiese traído a Nazz para burlarse los dos juntos de él.

-¿Vendrás esta tarde?- Dijo el pelirrojo sin rodeos.

-¿Para qué quieres que vaya?- Eddy ya temblaba, no le iba a dar el gusto de decirle que sí para que Nazz y Kevin se pudiesen burlar y tampoco que no porque lo estaba pensando todavía.

-La razón quedó muy clara ayer, bobo.- Respondió el otro tratando de sonar duro, no le iba a hablar cariñosamente delante de nadie, si bien le hablaba mejor que antaño, eso era solo para disfrute de su amado. Eddy ya estaba temblando y

sudando frío.

-Solo te pedimos que lo pienses.- Intervino Nazz finalmente.- Vámonos, Kevin.-

-A las cinco.- Dijo el pelirrojo.

Los dos se fueron en la bicicleta. Eddy se quedó allí quieto y en shock.

Sarah mientras tanto lloraba en su casa sin saber demasiado bien por qué. Le dolía que Jimmy le hubiese mentido, pero no era por eso y no conseguía entender por qué exactamente... Tal vez era por Marie, esa chica le había robado a su amigo.

Ed estaba en su habitación viendo una película de terror cuando le llamaron para comer.

Eddy estaba comiendo en la mesa totalmente pensativo.

-¿Qué te pasa, bebé?- Le preguntó amorosamente su madre, una mujer regordeta de pelo castaño y bajita.

-No es nada, mamá...-Contestó él.

-Mira que eres mentiroso, hijo. Cariño, creo que tenemos algo que celebrar.- Dijo su padre abrazándole con un brazo orgullosamente.

-¿Ah, si?- Preguntó algo confundida la mujer.-¿El qué?-

-¿Qué no es evidente, esposa mía?- Respondió el hombre sonriente.-Nuestro Edward se ha enamorado.-

Eddy se puso como un tomate al escuchar lo último que había dicho su padre ¿Enamorado? ¿Él? Tenía que ser una broma.

-¿Es eso cierto, hijo?- Preguntó su madre emocionada por la noticia.

-¡No!- Exclamó antes de levantarse de la mesa y marcharse a su dormitorio.

-Que diga lo que quiera, estas cosas un padre las sabe.-

-Solo espero que no le den calabazas.- Dijo la madre algo preocupada.

Rolf estaba llorando de frustración y su novia le animaba.

-Yo te amo. Rolfy, ya lo haremos...-Lee por lo general no era la persona más cariñosa del mundo, pero sabía que Rolf en ese momento la necesitaba.

-Rolf solo es el noble hijo de un pastor ¿Por qué la mala suerte se ceba con Rolf?- Preguntó Rolf totalmente indignado.

Lee solo rodó los ojos.

Kevin acabó de comer a las 15:30 y se bañó, se cambió de ropa, le llevó un buen rato elegir, finalmente eligió lo más sencillo que tenía porque no quería parecer muy desesperado ni asustar al otro: una camiseta blanca sin dibujos o texto y unos pantalones cortos marrones. Arregló su habitación y cuando todo estaba hecho se sentó a esperar al chico, miró su reloj, eran las 16:30. Estaba nervioso ¿Y si el otro no iba? Decidió calmarse, Eddy vivía en la casa de al lado y no tardaría si es que iba.

Eddy estaba indeciso... se suponía que había quedado en media hora. No sabía si ir, se imaginaba a todos los chicos llamándole marica y pasando de él. Una parte de él quería ir y volver a sentir esas sensaciones... entonces tomó la decisión que cambió su vida para siempre.

16:45, el bajito estaba llamando a la puerta de su vecino. Kevin iba a abrir rápidamente pero no quería parecer desesperado y abrió como desinteresadamente aunque no era capaz de ocultar su felicidad.

-Hola.-Le saludó con una sonrisa, esto puso nervioso al líder de los Eds.-Pasa.-Entraron y Kevin le cogió del brazo y le miró a los ojos.- Has venido...-Comentó.

-Umm... Sí.- Dijo el moreno.

-Ven.-Dijo el pelirrojo sin soltarle el brazo dirigiéndole a su habitación.

Eddy se puso nervioso y las imágenes de la noche anterior volvieron a su cabeza. Estos pensamientos se fueron de su mente cuando escuchó a Kev cerrar la puerta y ponerle pestillo: Ahora estaba en una habitación, solo, con un chico con el que había hecho cosas tan placenteras como vergonzosas. Kevin se alejó de él y se acercó a la mesilla y cogió algo, una bolsa.

-¿Quieres probar las nuevas Jawbreakers? Aún no las han sacado a la venta, me las ha traído mi padre.- Dijo Kevin entregándole una al otro chico que seguía sin moverse de la puerta.

-Entonces... ¿Realmente tu padre trabaja en la fábrica?- Dijo por fin el bajito. Se metió la chuche en la boca.

-Sí, pero eso tú ya lo sabías.-Eddy se dio cuenta de que había dicho una tontería. Kevin se lanzó a su cama, cayo tumbado boca abajo pero después se sentó en medio y lazó sus zapatillas al suelo, junto a la bolsa que contenía el resto de las chuches.-Ven, siéntate conmigo.-

Eddy algo nervioso obedeció, se quitó las zapatillas y se sentó junto al otro.

-¿Disfrutaste ayer?- Preguntó Kevin.- No tienes de qué avergonzarte.- El otro chico no respondía.

Kevin se acercó más al otro y le abrazó, Eddy dudó pero correspondió al abrazo. Kevin le besó en la mejilla.

-Mmmm... Kevin.- Dijo el otro.

-¿Sí?-

-Si que disfruté, mucho.-

-Ya lo sabía. Yo también.- Contestó sonriendo.

-Kevin... ¿Qu-qué me vas a hacer?-Preguntó muy nervioso y sudando.

Kevin le besó, esta vez en los labios, Eddy no tardó en corresponderle, era un beso sin lengua que a los dos les supo a gloria.

-Tus labios saben a jawbreakers...-Comentó Kevin.- ¡Eddy!-

Lo tumbó de golpe y poniéndose encima de él empezó a besarle pero esta vez con lengua, y el líder de los Eds correspondía de muy buena gana, aunque al principio se resistió un poco no pudo evitar caer en la tentación. Kevin permaneció encima del otro a pesar de haber dejado de besarle.

-¿Ponemos música?- Preguntó Kevin levantándose.

-Vale...- Respondió Eddy todavía tumbado apoyando la cabeza en la almohada.

Kevin se levantó, encendió la radio y para sorpresa de Eddy, una canción de Tom Jones, su cantante favorito, estaba sonando, concretamente Love is in the Air. Kevin pensó que era una canción muy adecuada para la situación, se tumbó junto a Eddy, y mientras escuchaban la canción, el moreno apoyo su cabeza en el pecho del pelirrojo abrazándolo y el pelirrojo le rodeó con sus brazos. Eddy escuchaba una de sus canciones favoritas y el corazón de Kevin, se sentía protegido. El otro se sentía en una nube, era el momento más romántico de sus vidas.

Sus labios se unieron en un romántico beso francés antes de volver a ponerse en la misma posición de nuevo.

-Kevin.-Llamó Eddy.

-Dime.- Respondió el otro acariciándole el pelo al moreno con una sonrisa.

-¿Ya no me odias? ¿Realmente no me odias?- Preguntó el bajito asustado.

-No, nunca te he odiado, eran idioteces.- Contestó Kevin.

-Ahh.-Prefirió no preguntar nada más.

-¿Quieres seguir con lo de ayer?- Preguntó Kev.

-Creo que sí.- Respondió el otro sonriendo algo avergonzado, Kev le respondió de forma similar.

Se sentaron el uno junto al otro pero esta vez se quitaron cada uno su camisa, Kevin también se quitó la gorra. Se miraron, el pelirrojo se acercó y empezó a tocarle. Pasó las manos por el pecho del otro y empezó a besarle el cuello. Eddy quedó tumbado boca arriba y tocándole a Kev el trasero y la espalda. Eddy suspiró, se sentía muy bien. Kevin se separó y el otro empezó a lamerle el pecho y los pezones sacándole algunos suspiros.

-Mmmm, eso es muy placentero.- Dijo Kevin.

Eddy sintió vergüenza al notar un bulto en sus pantalones, Kev lo notó también y para sorpresa del otro se lo empezó a acariciar.

-¡Ah! ¡Kev!-

-¿Te gusta?- Preguntó el pelirrojo.

-Mmm... S-sí.- Suplicó el moreno.

-¿No estaremos más cómodos sin ropa?- Preguntó el más alto.

-Kevin, dejemos esto claro, aún no estoy listo para... hacer nada más. No estoy listo para el sexo.-

-No quería decir que tuviésemos sexo, aunque es bastante tentador.- Respondió sonriendo.- Aunque si podríamos masturbarnos ¿Te gustaría?-

-Bueno... supongo que sí ¿Cómo lo hacemos? ¿El uno al otro?-Preguntó Eddy.

-No te preocupes, no quiero que te sientas obligado, es la primera vez que... bueno. Mira, yo me masturbo y tu me miras ¿Vale?.-El otro asintió con la cabeza.- Pero nos tenemos que desnudar del todo.-Eddy le miró con curiosidad, no entendía por qué tenía que desnudarse él también.- No me digas que tu no necesitas nada para excitarte, no te creería.-

Eddy se empezó a desnudar y Kevin se levantó y cerró las cortinas, después volvió a la cama y se desvistió. Su erección era más que evidente, la rodeó con su mano y empezó a masajearla, Eddy observaba el movimiento de la mano del otro y su expresión de placer, para sorpresa de Kevin, el bajito le besó y después siguió mirándole. Eddy no pudo aguantar la excitación y empezó a imitar al pelirrojo.

-Kev... ¡Ah!-

-Nunca había... ¡Ah!... Hecho algo así.-

-Mmm... ni yo.-

Al cabo de un rato Kevin se corrió y Eddy un poco después.

-Ha sido la mejor... de mi vida.- Admitió Eddy.

-La mía también, aunque tendré que cambiar las sabanas.- comentó Kevin.

Ambos se rieron. Pasaron un rato más abrazados en la habitación hablando de cosas sin importancia hasta que llegó un momento en el que Eddy se tenía que ir. Ambos se vistieron y Kevin le acompañó a la puerta. Antes de abrir se despidieron con un beso.

-Nos vemos en el instituto, bobo.- Dijo Kev a modo de despedida. A Eddy jamás le había sonado tan bonito que alguien le llamase bobo.

-Vale, cabeza de buzón.- Respondió Eddy antes de marcharse a su casa. Para ambos había sido una tarde inolvidable, jamás habían tenido una experiencia tan intensa y pervertida pero al mismo tiempo tan romántica.

Al llegar a su casa, Eddy estaba totalmente feliz pero cuando entró a su habitación sus sentimientos se volvieron confusos, él no se consideraba homosexual, de hecho jamás había sentido atracción por un chico... hasta la fecha. Su otro temor era que aunque hacía tiempo que se habían hecho amigos, Kevin aprovechase la situación para meterse con él o algo parecido. Eddy se sentía superado por lo ocurrido.

-...¿Diga?-

-Doble D, soy Eddy. Ven a mi casa, te necesito, por favor.-

-¿Es algo importante? Estoy enseñándole a Ed a hacer los ejercicios de mates...-

-Por favor, tienes que venir.-

-Está bien, voy para allá.-

Los pensamientos de Kevin eran muy distintos a los del otro chico. Inmediatamente tuvo la necesidad de llamar a su amiga.

-¿Diga? Nazz al aparato.-

-Nazz, soy Kev. No te vas a creer lo que ha pasado, nena.-

-El que no te vas a creer lo que ha pasado vas a ser tu.-

Sarah trató de hablar con Jimmy, pero era como si la tierra se lo hubiese tragado, así que pasó la tarde muy sola paseando sin rumbo. Vio a Eddy ir a casa de Kevin y en otro momento le hubiese llamado la atención pero no estaba para nada ¿Qué había hecho para que su mejor amigo se hubiese olvidado de ella? Marie, Marie, Marie. Todo había ocurrido desde que le explicó lo que sentía por el amigo de su hermano pero no recordaba haberle dicho nada ofensivo a Jimmy... así que solo podía haber sido culpa de la mediana de las Kanker. Se fue al parque y se puso a columpiarse.

-Esto no es lo mismo sin Jimmy.- Dijo antes de ponerse a llorar.

Nazz pese a estar castigada aprovechó que sus padres no estaban para salir y entrar de casa a voluntad, pero después de acompañar a Kevin a hablar con Eddy decidió no tentar más a la suerte y se quedó en su casa por si sus padres volvían. Entonces Jonny fue a visitarle.

-¡Hola caracola!- Le saludó alegremente el muchacho.- Tabla y yo hemos venido a hacerte una visita.-

Nazz estaba contenta de que ese chico hubiese ido a verla, había pasado un buen rato con él jugando en su fiesta, lo que le llevó a la conclusión de que era alguien a quien no conocía realmente con profundidad y que al parecer merecía la pena.

-Jonny ¿Quieres ir a mi cuarto a escuchar música?- Preguntó Nazz sonriente.

-Nos parece bien.- Respondió el chico de color.

Subieron a la habitación y Jonny se sentó de golpe en la cama.

-Espera un momento, voy a por un poco de zumo.- Dijo la chica. Jonny aprovechó para cotillear un poco por el dormitorio.

Jonny no vio nada de su interés porque ya conocía ese habitación, había estado allí antes, trabajando en proyectos de la escuela y con el resto de sus amigos. De golpe se encontró con algo que sí llamó su atención: una caja de condones.

-Tabla, amigo, esto solo puede significar una cosa ¡Nazz quiere montárselo conmigo!-Dedujo precipitadamente el chico.-Tabla, eres un envidioso.- Exclamó antes de tirar a su amigo a la otra punta de la habitación.- Y no se te ocurra mirar.-

Jonny se desnudó y se colocó en la cama de Nazz en una pose sexy.

Nazz estaba en la cocina. Había puesto dos vasos con zumo de manzana en una bandeja cuando su madre entró.

-Hola, cariño. Vaya ¿Dos vasos?- Nazz la miró con un poco de corte porque sabía que castigada no la dejaban traer normalmente amigos a casa.

-Bueno, mamá, es que Jonny ha venido a verme y no me he podido negar a recibirle.-

-Ah, vale ¿Y dónde está tu amigo?- Preguntó la mujer no dándole mucha importancia al hecho de que su hija se había saltado el castigo.

-Está arriba, en mi habitación.-

-Oh, bien, sube tú con el zumo que yo os prepararé unos sándwiches.-

-Gracias, mamá.-

Nazz subió a su habitación y al abrir la puerta, la visión de Jonny desnudo y en esa pose la hizo dar un grito de la impresión y dejar caer la bandeja.

-¿¡Qué te crees que haces así, desgraciado!?- Preguntó verdaderamente molesta.- ¡Eres un sinvergüenza!-

-Eh, eh. ¡Eres tu la que querías sexo!- Respondió molesto levantándose de la cama sin dar importancia a su desnudez.

-¿¡QUÉ!?- Exclamó ella realmente enfadada y furiosa.

-¡Sí! ¡Tu eres la que has dejado los condones en la mesilla!-

-¿¡QUÉ!?- Exclamó esta vez otra voz.

Nazz se giró para encontrar a su madre con la peor mueca de enfado de la historia. La madre de Nazz había subido a darles la merienda a su hija y al amigo de ésta cuando se encontró al chico completamente desnudo, hablando de condones y en la habitación de su ÚNICA hija. Soltó un grito tan fuerte que todo Peach Creek pudo escucharlo claramente. Nazz, obviamente, fue castigada de nuevo. Jonny fue echado a patadas de la casa y se le prohibió volver a ir o acercarse a la rubia. Nazz cambió de opinión con respecto a Jonny, ya no quería profundizar su relación con él ¿Que haría si cogía más confianza si a la primera de cambio ya se había desnudado?

Jimmy no pasó la tarde con Marie. En la soledad de su dormitorio volvía a ser el de siempre, alguien miedoso e inseguro. Marie Kanker era una joven agradable y atractiva desde su punto de vista y más mayor que él. Se había acostado con ella, habían perdido la virginidad juntos y solo por placer. Jimmy se sentía muy culpable porque él quería hacerlo por amor. No es que no hubiese disfrutado la experiencia pero daba igual cuanto tratase de olvidarlo. No podía olvidar que amaba a Sarah, aunque ella amase a otra persona. Esa era la verdad de Jimmy y ahora tendría que vivir con la sensación de haber hecho algo que no debía y con el rechazo de la persona amada.

Los pensamientos de Marie no se alejaban mucho de los de Jimmy, se habían dejado llevar por un calentón. Sus hermanas estarían orgullosas de ella, ya podía imaginar a May preguntándole qué se sentía y a Lee celosa ¿Qué iba a decirles? Se sentía como si hubiese cometido el peor error de la historia. Jimmy era un buen chico, pero ella sólo podía pensar en Doble D, le amaba, le amaba más que a su vida y el chico le tenía asco, esto la destrozaba. Marie se fue al parque, sabía que a aquella hora no habría nadie por la zona. Se sentó en un banco, se sentía muy mal. Entonces vio a Sarah.

-Hola...- Dijo acercándose a ella, no estaba de buen humor pero le dio pena verla llorar.

-¿Qué quieres? Snif, snif.- Dijo Sarah llorando.

-¿Qué te pasa?- Preguntó la mediana de las Kanker.

-Todo es tu culpa.- Dijo ella apuñalandola con sus palabras.

-¿Eh?- Preguntó Marie sin entender absolutamente nada.

Sarah se levantó del columpio para encarar a la otra.

-¡Desde que te tocó con Jimmy en el juego él pasa de mi! ¡Y hoy le he visto salir vistiéndose de tu remolque! ¡Eres una zorra!- Dijo Sarah al momento de saltar sobre Marie para pegarle.

Empezaron a golpearse con rabia. Se hacían mucho daño, Sarah golpeaba fuertemente el rostro de Marie mientras esta le tiraba del pelo y le daba patadas y puñetazos. La pelea terminó con ambas llenas de morados y heridas en rostro, brazos y piernas. A Marie le sangraba la nariz y el labio y Sarah llevaba un feo golpe en un ojo. Ambas se retiraron a sus hogares sin decir nada.

Lee y Rolf pasaron una agradable tarde paseando a Wilfred, el cerdito de Rolf, por los alrededores de la escuela.

-Rolf, yo creo que no tenemos de qué preocuparnos. Nazz nos devolverá los condones y tal vez, no sé... alguien nos deja algún sitio.-

-Ya, Lee, pero Rolf se siente tan avergonzado de tener que ir mendigando un lugar para tener intimidad. Rolf piensa que es injusto, somos una pareja, tenemos derecho.- Respondió él algo abatido.

-No te preocupes, mira, yo buscaré algún sitio, te lo prometo.- Dijo la pelirroja.

-Lee ¿Lo dices enserio? ¿Lo prometes?- Dijo él emocionado por la muestra de cariño que albergaban las palabras de su novia.

-Sí, ya no te preocupes por eso, mi amor.-

Se besaron y siguieron con su camino.

May pasó toda la tarde viendo la tele porque Ed, su novio, tenía una jornada de estudio especial con Doble D. La chica se sintió un poco sola, antes estaba más unida a sus hermanas, ahora cada una iba un poco a su rollo, Lee salía con el hijo del pastor y Marie se había vuelto más solitaria y reflexiva.

Ed no entendía nada de mates, Doble D le hablaba y él solo escuchaba bla bla bla, no sabía de qué hablaba su amigo, como si el otro le hablase en chino. Ed tardó un minuto en aburrirse de la explicación y se puso a cantar en su cabeza la canción de un anuncio de pasteles.

-Pastelitos mantequillines, lalalala, para los más chiquitines... lalala...-

-Y este sistema de ecuaciones se puede resolver muy fácilmente con el método de sustitución...-

-¡Pastelitos mantequillines para ti!... lalalala....-

-Ed ¿Me estás escuchando?- Preguntó Doble D.

-Claro que sí, Doble D ¿Por quién me tomas?- Preguntó muy digno el unicejo.

Doble D le sonrió y siguió explicándole hasta que Eddy llamó por teléfono pidiendo ayuda y tuvieron que irse. Ed aprendió que no se sabía entera la canción del anuncio de los pastelitos mantequillines... pero de matemáticas no aprendió nada.

Kevin escuchó todo lo que Nazz le contó sobre lo de Jonny, se puso a reír un poco pero no demasiado, pues comprendía que su amiga se sintiese mal ante tal situación.

-Todos parece que se creen que soy una fácilona... en plan ¡Eh! Que la puta de Nazz se deja follar.- Explicó por el teléfono muy triste la chica.

-Tonterías tuyas, ni siquiera has tenido novios o citas, nadie puede creer enserio que eres una puta. Tus primas sí eran putas, que aún me acuerdo.- Replicó Kevin un poco molesto, odiaba cuando su amiga se ponía así.

-Bueno... ¿Al final Eddy ha ido?- Preguntó la chica tratando de animarse y rezando para que así fuese.

-Sí.-Nazz suspiró de alivio.-Ha sido la mejor tarde de mi vida.-

-Vaya ¿Qué ha pasado?- Preguntó la chica emocionada.

-Estábamos en mi cuarto...-

-¿Síii?-

-Y nos enrollamos...-

-¿Yyyy?-

-Nos desnudamos...-

-¡Guau!-

-Y...-

-¿Todavía hay más?- Preguntó ella sorprendida.

-Sí...- Respondió Kevin haciéndose el interesante como durante toda la conversación.

-¿¡Qué!?- Preguntó ya muy impaciente la chica.

-Nos masturbamos.-

-¿¡QUÉ!?-

-Que nos masturbamos.- Respondió Kev con una sonrisa.

-Oh. Dios. Mio ¡No me lo puedo creer! ¡Felicidades, tío!-

-Sí, fue algo muy bueno. Estuvo genial.-

-¿Ya sois novios oficialmente? ¿Eddy es mi cuñadito ya, hermano?-

-No. Ya sabes que yo no creo en las relaciones formales.-

-Oh, vamos Kev, que tus padres se divorciasen no significa que vosotros...-

-Ya... pero no me arriesgaré a sufrir lo que sufrió mi padre.- Sentenció Kevin.

Kev estaba profundamente enamorado de Eddy pero no pensaba sufrir lo que su padre, no pensaba dejar de protegerse ni ahora ni nunca.

Continuará...

Nota de la autora: Ahora empiezan los líos XD espero que lo hayáis disfrutado.

OFIXD (Carmen C.)