Todo lo mío (?) es para Lizjoo porque es MI TODO y la amo densamente & porque soy de ella para todo lo que guste & desee

Twilight no me pertenece y la historia tampoco, es de kitkat681, yo solo me adjudico la traducción.

Mil gracias a ericastelo, quien siempre estuvo dispuesta a ayudarme a betear a pesar de que soy un desastre (:

La historia está registrada en Derechos de Autor. Si encuentran otra traducción, será un plagio.


Epílogo

Tres años (y 5kg) después

"¡Bella¡ ¡Necesitas venir y lidiar con esto!"

Estoy parada, acobardándome, en la ducha.

Faith está sentada en el excusado, justo al otro lado de la cortina, y se niega a irse hasta que vea mi 'fierro'.

Voy a matar a Jasper.

Su hijo, William, es tres años más grande que mi pequeña, dulce e inocente Faith.

No debería enseñarle a mi niña sobre pajaritos y abejas.

O, aparentemente, cuevitas y palitos.

"Pero Will dice que las niñas tenemos cuevas y los niños palos. Solamente quiero ver", gimotea, tratando de apartar la cortina con sus pequeñas manos increíblemente fuertes.

"¡BELLA!"

"Dios, Edward. Es normal que sienta curiosidad. Solo espera a que comience a crecerle un arbusto ahí y se pregunté por qué yo no tengo uno. Trata de explicarle una depilación brasileña a una niña", susurra acaloradamente Bella mientras saca a Faith del baño, prometiéndole galletas.

Suelto mi fuerte agarre de la cortina y pongo mi cabeza debajo del agua tibia, tratando de recordar exactamente cuándo mi vida se había vuelto tan loca.

Y tan llena de amor.

*()*()*

"¿Ya es hora? ¿Ya es hora, verdad?", pregunta Faith mientras rebota en el sillón junto a mí.

"Tenemos veinte minutos más hasta que lleguen", suspiro, tratando de mantenerme calmado.

Alguien necesita mantenerse calmado.

Después de que Faith nació, Bella montó una buena actuación sobre que ya no quería tener más niños... pero sabía que estaba mintiendo.

Se sentaba en el cuarto de la bebé y la mecía mientras lloraba.

Mi corazón se rompía al ver su tristeza por nuestras oportunidades perdidas.

Pero cuando una puerta se cierra, una ventana se abre en algún lugar.

Y nuestra ventana se abrió en Maine.

Hace un mes, cuando fue a un seminario a Bangor, Bella caminaba del centro de conferencias a su hotel cuando descubrió a una joven durmiendo en un callejón.

Su nombre era Sara.

Bella, siendo Bella, llevó a la chica a su hotel y la obligó a bañarse mientras ordenaba servicio a la habitación.

Fue entonces, cuando Sara salió del vaporoso baño en nada más que una toalla, que Bella se dio cuenta de que estaba embarazada.

Sobre un cuenco de sopa de tomate, Bella escuchó su triste historia.

Y después de que la arropó entre sus sábanas, me llamó, llorando.

"Tenemos que ayudarla".

Por supuesto que lo hicimos.

"¿Qué quieres hacer?", pregunté, mientras imágenes de un secuestro a través del país surgían en mi cabeza.

"Dice que el bebé va a nacer cualquier día de estos. Ella... Ella no quiere al bebé. Quiere que nos lo quedemos", susurró Bella, su voz llena de esperanza, pero temblando de miedo.

Sabía exactamente cómo se sentía.

La idea de recibir tal regalo era maravillosa.

Pero, ¿qué pasaba si cambiaba de parecer?

Era mejor si no teníamos esperanzas.

"Bella..." Le advertí, manteniendo mi voz suave pero firme.

"Lo sé. Es solo... esto se siente bien para mí. Estaba destinada a encontrarla", dijo, podía escuchar sus lágrimas a través del teléfono.

Tomé una respiración profunda, dándome cuenta que me sentía exactamente de la misma manera con Bella.

Estaba destinado a encontrarla.

Ella estaba destinada a estar en mi vida.

Y, aparentemente, también esta chica.

*()*()*

La noche que Bella me llamó para avisarme que Sara estaba de parto fue una tortura.

Estaba asustada, no solo por Sara, sino también por nosotros.

No estaba seguro de qué iba a pasar si Sara cambiaba de parecer.

Se le rompería el corazón a Bella.

Yo había sido cuidadoso cuando hablaba con Faith sobre dónde estaba su mamá.

Bella y yo podríamos superar la pérdida de un hijo potencial más fácilmente que Faith.

Quería tanto un hermanito o hermanita.

"Es un niño".

Horas después, cuando Bella llamó y se quedó en silencio, llorando; estaba emocionado y devastado a la vez.

"Quiere quedárselo, ¿verdad?" Pregunté, tratando de no cambiar mi tono de voz.

"Sí", susurró Bella.

Mis brazos se morían por abrazarla, pero estaba a medio país.

"Nena", suspiré, escuchándola llorar.

"Quería esto... muchísimo", jadeó.

"¿Quieres que vayamos contigo? Podemos tomar el próximo vuelo", ofrecí, sabiendo que iba a decir que no, pero necesitando que ella supiera que estaríamos ahí tan pronto como pudiéramos si ella lo pedía.

"No. No quiero que Faith me vea de esta manera", dijo, rompiendo mi corazón.

"Te amo".

"Te amo. Voy a asegurarme que Sara esté bien antes de regresar al hotel. No me puedo quedar. No puedo verlo", susurró, y yo asentí aunque ella no pudiera verme.

Pero Bella nunca regresó a su hotel.

Se quedó con Sara para el primer cambio de pañal y para cuando lo alimentara a medianoche.

Dos días después, cuando Sara y el bebé fueron dados de alta, Bella los llevó al hotel donde se estaba quedando para que tuvieran un lugar hasta que ella les encontrara algo definitivo.

Estaba costándonos una fortuna, entre el hotel y la cuenta del hospital... pero valía la pena.

*()*()*

La puerta se abre y Faith salta de mi regazo y corre por el pasillo.

La sigo ligeramente más lento.

Bella está parada justo debajo de la puerta, con un bultito de sábanas entre sus brazos.

Faith se tira hacia Bella, balanceándola un poco, pero Bella solo se ríe y se agacha, enseñándole a Faith su nuevo hermanito.

Sonrío cuando veo a Sara parada en el marco de la puerta, incapaz de seguir escondiéndose detrás de Bella.

Se ve mucho más joven que los diecisiete que tiene.

Y el miedo en sus ojos llega a mi corazón.

Bella la convenció de traerse al bebé y venir a vivir con nosotros.

Cómo se las arregló para viajar de Maine a Washington con una adolescente que acaba de dar a luz y un recién nacido, nunca lo sabré.

Lo único que importa es que los dos ya están aquí y que están a salvo.

Y que puedo abrazar nuevamente a Bella.

*()*()*

Armo la antigua cuna de Faith en el cuarto vacío, para que Sara pueda tener al bebé con ella.

Una vez que está todo acomodado y todos están dormidos, puedo acostarme con Bella.

Se acurruca contra mí, sus mejillas húmedas.

"Estaba tan feliz cuando aceptó venir a casa con nosotros", suspira Bella, sus brazos apretándose a mi alrededor.

Beso su cabeza.

"Va a ser feliz aquí. Los dos lo serán".

*()*()*

Con el estrés del último mes, he desarrollado un hábito asqueroso.

Bocadillos a medianoche.

Que es por lo que me encuentro con Sara en la cocina a las tres de la madrugada.

"Oh, hey", digo suavemente, tratando de no entristecerme cuando ella se encoge ante el sonido de mi voz.

"Lo siento. Solo estaba... solo quería... me iré", susurra, tratando de pasar al lado de mí.

"¡No, espera! Quería decirte cuán feliz estoy que aceptaras venir a vivir con nosotros. Sé que es un gran cambio, pero espero que con el tiempo te sientas cómoda aquí", digo rápidamente, mis manos sudando.

"Eres... Eres un hombre realmente grande", dice suavemente, yo sonrío con autodesprecio.

"Debiste haberme visto antes de que Bella me pusiera las manos encima. ¡Era un gordo épico!", bromeo, sabiendo que Bella me cortaría la cabeza si me viera degradándome de esta manera.

Sara sonríe y me mira de arriba a abajo.

"Así que, ¿ella te ayudó a perder peso?", pregunta tímidamente y me tomo un minuto para pensar en cómo responderle.

"Me ayudo a encontrar a mi Yo sano y feliz dentro de mi antiguo cuerpo. Aún no estoy en mi 'peso ideal', pero ahora estoy feliz conmigo mismo", digo, dándome cuenta de que mi respuesta fue perfecta.

Es exactamente como me siento.

Sara se acerca a mí, sus pasos son dudosos, y estira sus brazos alrededor de mi cuerpo, con su cabeza descansando en mi pecho.

"También me hace sentir de esa manera", susurra antes de soltarme y dirigirse arriba.

Me quedo parado en la cocina, impresionado.

Después de todo por lo que ha pasado, aún es capaz de ver lo bueno de las personas.

Y nosotros somos muy buenos para esta chica.

*()*()*

"¿Estás segura que tienes todo? ¿Tu dinero para el almuerzo? Podría ponerte algo de comida si prefieres eso", parloteo, mis manos temblando ante la idea de ella desapareciendo en el enorme autobús amarillo de la escuela.

"Edward, relájate. Lo tengo todo listo", suspira Sara, pareciéndose a Bella cuando está espantada.

Aunque le dijimos que podía terminar el bachillerato en línea, ella realmente quería ir a la escuela.

Y hoy es su primer día.

"Tienes que ser bueno con papi, ¿me escuchaste?", le susurra Sara a Aiden mientras lo llena de besos.

Aunque no pudo soportar deshacerse de él, Sara sabía que no podía darle la vida que él merece.

Así que hicimos lo siguiente mejor...

Los adoptamos a los dos.

Sara obtuvo una oportunidad que de otra forma nunca hubiera tenido.

Y a cambio, ella compartió a su hijo con nosotros para que nuestra familia pudiera estar completa.

"Diviértete. Y no, repito... no le hables a ningún chico", gruño, aceptando el ligero peso de Aiden para que ella pueda agarrar su mochila.

"¡No lo haré! Las hemorroides y estrías fueron suficientes para mantenerme alejada de cualquier cosa con un pene". Ríe tontamente mientras me palmea el brazo para dirigirse al autobús.

Dios, amo a esta chica.

Una vez que Sara está segura camino a la escuela, regreso dentro con Aiden durmiendo ruidosamente en mi pecho.

Bella y Faith aún están dormidas, acurrucadas en nuestra cama.

Las miro y trato de recordar qué se sentía estar solo y ser infeliz en mi antiguo pequeño apartamento de mierda.

No puedo.

Bella gira, tratando de mantenerse lejos de los pies fríos de Faith y me mira.

"Realmente tenemos que considerar poner una guardería en el gimnasio", susurra Bella, enterrando un dedo en mi mullida panza.

"Grosera", contesto, alejando su mano.

Su risa es música para mis oídos.

He ganado algo de peso.

He perdido músculo.

Quizás siempre sea un gordito.

Pero estoy feliz, sano y rodeado de personas a las que amo.

Y al final... eso es todo lo que importa.


Muchísimas gracias por acompañarme durante esta historia, por leer, por comentar y por todo.

Espero que les haya gustado tanto como a mí.