Hola, hola! aqui les dejo el siguiente capítulo.

Capítulo 29

POV Peeta Mellark

Estamos a mitad del invierno así que cierro la panadería más temprano, como casi todos los negocios del Distrito, la actividad en las tardes se reduce al mínimo por causa del mal tiempo. A mí me agrada, ya que regreso a pasar la tarde con Katniss. Esta mañana estoy sumamente ansioso por cerrar, pues Katniss no ha salido a cazar con sus discípulos, pues uno de ellos esta resfriado a causa del clima. Así que deseo salir corriendo a casa para verla.

Timo nota mi ansiedad y trata de distraerme hasta que es la hora de cerrar. Tomo mi abrigo, la muleta y me despido de mi amigo. Camino lentamente entre la nieve rumbo a la Aldea de los Vencedores. Desde lejos distingo mi casa, no observo luz en las ventanas, pero si el humo saliendo de la chimenea.

- Katniss debe haberse quedado dormida

Acelero el paso todo lo que la nieve y mi pierna artificial me lo permiten. En cuanto llego a la entrada sacudo la nieve de mi abrigo y botas antes de entrar. Noto como el aliento me falta en cuanto entro a casa.

- Bienvenido – me dice Katniss parada al lado de la chimenea encendida

- ¡Katniss! – alcanzo a decir sin poder moverme

Ahí está ella, ataviada con un sencillo pero bello vestido blanco que le resalta su figura. Trae el pelo recogido como su mamá lo hacía y unos ligeros mechones caen en su frente y cuello. Se ve hermosa.

Está rodeada por pequeñas velas prendidas que adornan toda la estancia. Frente a ella hay una pequeña mesa adornada con algunas primroses que seguramente cortó de las que planté frente a su casa. También hay una bandeja con un pan. Uno de los panes más sencillos que hacemos en la panadería, pero de los más especiales pues son los que se usan durante la ceremonia de unión matrimonial.

¡¿Katniss desea casarse conmigo?! – pienso sin poderme mover, sin dejar de verla

- ¿Peeta? – me dice por fin dando un paso hacia mí, estira su mano para tomar la mía. Mira mis ojos buscando el indicio de un episodio pero solo encuentra lágrimas que seca con su mano

- Katniss…

- No deseo una gran boda – comienza a decir – pero si deseo ser tu esposa…

- Katniss… – continuo tartamudeando

- Hace mucho, te pedí que me pidieras matrimonio frente a todo Panem – dice y recuerdo cuando ella pidió una propuesta de matrimonio televisada – por eso creo que ahora me corresponde hacerlo – se arrodilla frente a mi

- ¡Katniss! – vuelvo a decir dejándome caer frente a ella. La rodeo con mis brazos y nuestros rostros quedan a pocos centímetros de distancia

- Peeta Mellark – comienza a decir con seriedad – desde hace mucho tiempo robaste mi corazón con un simple gesto que salvo mi vida y la de mi familia. No tengo palabras para expresar todo lo que significas para mí, pero eres necesario para mi existencia, eres mi razón de vivir, lo único que me motiva a salir adelante y seguir viviendo.

- Katniss…

Ella me silencia con su dedo y su mágica sonrisa

- Peeta – continua sin dejarme de ver a los ojos – ¿deseas casarte conmigo?

- Katniss – digo en medio de las lagrimas de mi rostro – pero…

- No me digas eso Peeta – interrumpe con alegría

- ¡Sí! – exclamo atrayéndola hacia mí aún más – si quiero casarme contigo, pero... no es necesario que lo hagas Katniss, yo sé lo que piensas sobre el matrimonio

- Eso era antes, Peeta. Cuando temía que el Capitolio pudiera hacerle daño a mis seres queridos

- ¡Katniss! – exclamo inundado de amor

- Vamos – dice levantándose y ayudándome a hacerlo.

Me lleva hasta la pequeña mesa tomando el pan entres sus manos.

- Este pan – comienza – marca el inicio de nuestro matrimonio

- Es el símbolo de que siempre compartiremos todo – continuo hablando desde mi corazón – en las buenas y en las malas

- En la salud y la enfermedad… – dice ella

- Te entrego mi vida – le digo mirando sus bellos ojos grises – y viviré para hacerte feliz Katniss…

- Porque eso es lo que nosotros dos hacemos – me dice con una bella sonrisa – nos entregamos por completo, damos nuestras vidas por el otro… porque nos protegemos y amamos desde hace mucho tiempo

- Y por siempre lo haremos – concluyo acercando el pan a la bandeja colocada en la chimenea para tostarlo

Nos miramos en silencio mientras escuchamos las chispas saltar tostando el pan.

- Listo – dice Katniss sacando la bandeja con el pan tostado.

Lo toma con un paño blanco y lo parte dejando ver un suave pan caliente por el interior. Se lo acerca a la boca soplando sobre él, luego lo acerca a mi boca y le doy una mordida. Tomo el pan por el mismo lugar que lo tiene agarrado Katniss y se lo quito para acercárselo a su boca. Ella lo muerde sin dudar y me sonríe con la mirada.

- Te amo Katniss Everdeen – le digo en medio de besos y caricias

- Soy tuya, Peeta Mellark, siempre he sido tuya – concluye besándome con amor… amor infinito que respondo levantándola entre mis brazos y sintiendo el dulce sabor de su boca en la mía mientras la llevo a cuestas a nuestra habitación.

La dejo en la cama, abro el cajón de mi cómoda y saco una caja que llevo guardando bastante tiempo. Es un anillo que compré en una visita al Capitolio, Effie, me ayudó a conseguirlo y es perfecto para mi querida Katniss. Es un diamante no muy grande pero si muy claro y brillante del que me enamoré en cuanto lo vi. Lo compré con la esperanza de algún día convencer a Katniss de casarnos. Ahora ella me ha sorprendido y ya somos marido y mujer.

- Katniss – le digo enseñando la caja

- ¡Peeta! – exclama sorprendida y toma la caja entre sus manos

- Ábrela – le digo y no dejo de verla. No quiero perderme un segundo de su reacción

- Es… ¡es hermoso! – exclama sacando el anillo – ¿desde cuándo lo tienes?

- Mucho

- Siento haberme tardado tanto en dar este paso

- Por ti esperaría toda la vida, Katniss

- Ya no tienes que esperar, Peeta. Soy tuya, soy tu esposa

- Eres mía – repito acercándome a ella. Tomo el anillo y lo coloco en dedo de su mano – perfecto

- Te amo Peeta Mellark, te amo.

La tomo entre mis brazos y la abrazo con pasión, me dejo llevar por mis sentimientos y libero mi cuerpo de toda atadura. Nos desnudamos con suavidad, sintiendo cada centímetro de nuestros cuerpos, besándonos y acariciándonos sin prisa, disfrutando cada instante de entrega total.

POV Katniss Everdeen

Peeta puede hacer conmigo lo que quiera, tanto así que me convenció de tener un hijo. Fue niña. Seguimos luchando contra las secuelas de nuestra vida a manos de Snow, es parte de nuestra vida, por lo mismo sabemos disfrutar cada momento de tranquilidad y belleza que tenemos.

Fin

Hola, hola!, pues aquí quería terminar la historia originalmente, así que decidí hacerlo. Ahora, tengo varias ideas para continuar con una Katniss embarazada y con sus pequeños, pero decidí hacerlo en otra historia. Ya sabran de mí!

Les agradezco muchisimo a todas y cada una de las personas que leyeron esta historia, sobre todo a quienes me dejaron sus comentarios que furon un gran aliciente en este viaje. gracias por su apoyo, gracias por sus comentarios y gracias por disfrutar conmigo de esta idea que tenía que sacar de mi mente. De verdad! sentía la necesidad de escribir lo que creí que pasaba, darle un cierre a la maravillosa historia de Susan Collins. gracias por acompañarme y nos leemos pronto.