La oficina del Jefe del Departamento de Medicina Forense de la Policía de Boston difícilmente lucía como uno pudiese imaginar. Con telas exóticas, objetos tribales y étnicos dignos de pertenecer a un museo, el lugar asemeja más una colección privada de objetos fascinantes que lo que uno podría imaginar de una oficina de gobierno. La compleja mezcla de cultura y clase, texturas delicadas y objetos notables, son una muestra de la esencia de la dueña de dicha oficina. La Doctora Maura Isles se encontraba sentada en su silla, observando detenidamente la pantalla de su computadora, con su mente fija en Jane Rizzoli.

El cumpleaños de Jane se acercaba y el año pasado había sido uno profundamente dramático. Al ser mejores amigas, sabía que a Jane no le gustaba celebrar su cumpleaños, ya que si ponía muchas esperanzas en ese día, muy seguramente salía decepcionada.

Después de mucho meditarlo, Maura reconoció lo que realmente quería darle a Jane para su cumpleaños. No es que fuera demasiado, o tal vez sí, pero para ella, nada era demasiado cuando se trataba de Jane.

Le echó un vistazo a la computadora de nuevo. Los arreglos estaban listos para que ella pudiera reservar el Fenway Park para una fiesta privada. Ella sabía que Jane objetaría el que Maura gastara una cantidad estratosférica de dinero, pero como resultaron las cosas, el director de eventos era amigo cercano de Constance Isles. En el momento en el que él reconoció el apellido de Maura y confirmó que efectivamente era la hija de Constance, el asunto se arregló sin más ni más. Ella únicamente tendría que proporcionar la comida y bebida. Tendrían el lugar a su disposición por un día completo. Jane era una ferviente fanática de los Red Sox, incluso había mencionado alguna vez una fantasía de casarse en ese lugar. Ese era justo el tema que preocupaba mas a Maura. Si Jane se casaba, ella, Maura, de alguna manera le estaba quitando la oportunidad de una fiesta de compromiso en Fenway Park a su futuro, y aún inexistente, marido.

Maura intentó ignorar la punzada de celos que tal pensamiento le provocó. Últimamente no le agradaba la idea de que Jane tuviera una relación con alguien, menos aún que fuera a casarse con alguien. SIn embargo, ella no podía pedir eso de su amiga. Maura revisó de nuevo los correos que había estado compartiendo con Alex Todd, el director de eventos del Fenway Park. Ella únicamente necesitaba confirmar los datos del proveedor de banquetes y tendría todo listo para reservar Fenway Park para el siguiente sábado, el cumpleaños de Jane.

Maura finalmente se decidió. Era momento de levantarse y buscar lo que deseaba. Alcanzó el teléfono apenas envió el mail de confirmación.

—¿Hola, Angela? Necesito tu ayuda.


La oficina de los detectives de la Policía de Boston lucía como cualquier otra mañana. Alteros de papeles, cada uno esperando ser revisado una y otra vez, ocupaban la mayor parte del área de cada escritorio. Libretas y bolígrafos parecían estar dispersos, no de una manera descuidado, sino de acuerdo al estilo del dueño de cada escritorio; el responsable de hacer sentido de toda la información. El responsable de identificar entre lo inútil y lo útil.

Con todo eso en consideración, uno de los escritorios ostentaba un juguete. Un muñeco. Una figura de acción. Y era precisamente el dueño de esa figura de acción, el primero en cruzar la oficina esa mañana y sentarse en la silla frente a ella. Frost la observó detenidamente por unos momentos. Era su ritual de cada mañana.

—¿Qué no estás muy grandecito para andar jugando con muñequitos?— La rasposa e inconfundible voz de Jane Rizzoli resonó en la oficina desierta a excepción de Frost.

—No es un muñequito— enfatizó Frost cada palabra con un tono defensivo. Es una figura de acción.

Jane puso los ojos en blanco en señal de fastidio.

—¿Por qué todo mundo tienen esa obsesión por corregir mis palabras?

Frost volteó a su alrededor, sutilmente insinuando que estaban solos en la oficina.

—¿Quien es "todo mundo"?

—Ya sabes. Maura... ¡y ahora tú!

—Así que... ¿Maura ahora califica como "todo mundo"?

—¿Qué? ¡No! — Jane regresó súbitamente a su escritorio y se dejó caer en su silla. No le había pasado por alto el tono burlón de Frost aunque decidió no seguirle el juego.

Frost le dirigió una mirada interrogadora, a lo cual Jane respondió con un cuasi-gruñido.

Después de una pequeña burlona, Frost decidió abusar de su suerte y prosiguió.

—Es bastante envidiable lo que ustedes dos tienen, ¿sabías?

Esta frase dirigida a cualquier persona normal hubiera sido considerado como un enorme cumplido. Peor conociendo a Jane, Frost de pronto se preguntó si acaso debería haberse puesto su kevlar antes de hablar. Jane podría explotar si se daba cuenta lo que él estaba sugiriendo; además tenía su arma, y probablemente no dudaría en usarla.

Jane sonrió inconscientemente antes de percatarse de las palabras de Frost.

—¿Pero que dices Frost? Somos amigas. Ella es mi mejor amiga, pero tu yo también somos amigos. Todos somos amigos.

—Yo se, pero ustedes dos tienen una conexión especial —agregó Frost con una sonrisa genuina. Hay veces que hasta parecen una pareja.

Frost sabía que acababa de meterse en terreno sumamente peligroso y seguía sin ponerse su chaleco a prueba de balas. Por suerte para él, Jane lo miró ligeramente boquiabierta así que continuó.

—Especialmente cuando ustedes dos se ponen a discutir.

—¿Que? —preguntó Jane casi con un chirrido.

—Olvídalo— dijo Frost desestimando su pregunta con la mano.

Jane intentó no hacer caso de los pensamientos que amenazaban con salir a flote. Era inútil pretender que no había considerado si los sentimientos que tenía hacia Maura eran más que solo amistad. Sabía que lo que fuera que sentía por ella, era muy fuerte, y aún cuando a veces quería analizar esos sentimientos, al final siempre reconsideraba y se convencía a sí misma que los profundos sentimientos que albergaba hacia Maura eran simplemente por la fuerte amistad entre ellas y nada más. La atracción era meramente platónica, se decía. Sabía lo excepcionalmente hermosa que era Maura, por dentro y fuera pero... imaginar la suavidad de su piel a su tacto...y sus labios... Una vez más sus pensamientos estaban fluyendo en direcciones que ella no permitiría. El lazo entre ellas se había fortalecido por los eventos que habían vivido juntas y se había mantenido inquebrantable. Podían no estar de acuerdo, discutir, incluso lastimarse sin querer, pero de alguna manera siempre encontraban el camino de regreso, una a la otra. Su amistad, habiendo sobrevivido tantos infortunios, era de las pocas cosas con las que podía confiar ciegamente.

Jane estaba tan absorta en sus pensamientos que no se percató el momento en que Frost se movió de su escritorio y caminó hacia el suyo. Frost chasqueó sus dedos frente a la mirada perdida de Jane.

—Tierra llamando a Rizzoli, cambio —dijo Frost apenas conteniendo la risa.

Jane parpadeo un par de veces antes de darse cuenta que se había quedado perdida entre sus propios pensamientos .

—En serio, Jane. Simplemente deberías aventarte.

—¿Qué? Aventarme a donde Frost, no estarás sugiriendo que me le aviente a...— Jane consideró las palabras que iba a decir, pausando mas de lo que era prudente.

—¿Quiere decir que lo harás?— Frost apenas y podía contener la emoción que le causaba la idea,

—¿Hacer qué?— La voz de Korsak irrumpió en la conversación, preguntando al tiempo que comía una dona rellena.

—Na-

Apenas alcanzó a musitar Jane media palabra, cuando fue interrumpida por el súbito destello de inspiración de su compañero.

—¡El Rizzles! ¡Ya se armó!— exclamó Frost entusiasmado, aplaudiendose a si mismo, regocijándose de su propio ingenio.

—¿QUÉ?— vociferó Jane, mientras su irritación aumentaba segundo por segundo al tiempo que Korsak sonreía divertido, pero un tanto confundido.

—¿Rizzles? ¿Qué demonios es eso Frost?— preguntó Korsak mientras devoraba el último trozo de su dona, ignorando completamente a Jane quien parecía estar a punto de explotar.

—Venga hombre, es como Brangelina, pero...ya sabes—. Frost movió las cejas sugerentemente señalando a Jane.

Korsak lo miró confundido, pero después una pequeña 'o' se formó en sus labios.

—Ah, eso está genial Frost. Voy a ignorar el hecho de lo afeminado que pareces por mencionar a Brangelina, pero ¿Rizzoli y Isles? Buenísimo— asintió Korsak sonriente.

—¡Cierren la boca, los dos!— explotó Jane, señalandolos con un dedo amenazador—. Y haganme el favor de dejarnos fuera de sus depravaciones. ¡Y también deja de leer revistas de chismorreos Frost!

—Sería la pareja celebridad del Departamento de Policía de Boston. Nuestro propio Brangelina— dijo Frost demasiado pagado de si mismo, mientras en el aire simulaba una marquesina de esas con letras neon con los dedos—. Rizzles, suena pegajoso, ¿no?

—¡Ah si, sí, como Tomkat!— exclamó Korsak entusiasmado. Tal vez no era muy seguidor de la cultura pop, pero hasta el sabía quien era Tom Cruise. Considerando la conversación, no le importó mencionar algo que él mismo también hubiera clasificado como afeminado. Los hombres no hablan de parejas de celebridades, pero en este caso la ocasión lo ameritaba.

—Eso no puede ser. Tom Cruise y Katie Holmes acaban de separarse. El Tomkat es historia ahora— La voz modulada de Maura de incorporó a la conversación, desconociendo totalmente el contenido de la conversación que los detectives estaban teniendo en ese momento.

—¿Leyendo revistas de chismorreos, Maura? ¿Otra vez?— Jane por poco se torció el cuello de tan rápido que giró al escuchar la voz de Maura. ¿Que tanto tiempo llevaba ahí parada? ¿Había escuchado la conversación con Frost?

Maura hizo una mueca sorprendida. Estaba acostumbrada al tono de Jane cuando estaba molesta, particularmente en las mañanas, antes de tomar su dosis de cafeina, pero esta vez sonaba un poco mas molesta de lo habitual.

—Bueno, no los leo, en sí. Veo las portadas de las revistas cuando estoy en la fila del supermercado. No es mi culpa que recuerde que hayan sido el tema de portada de la segunda semana de Julio. Algunos de los encabezados eran bastante duros. Claro que había habido rumores de su ruprtura en 2009 y 2010. Esta vez es la definitiva, eso si.

Jane la miró incrédula.

—Vaya, gracias Perez Hilton. ¿Que nos puedes decir de Brangelina? ¿Acaso el mundo puede seguir contando con ellos?

—Han aparecido en algunas portadas y se ven muy felices y muy juntos. Te estás burlando de mí y no debería tolerar tu abuso. Aunque es una idea muy infantil el juntar los dos nombres de una pareja para acuñar un término común, me parece que puede ser muy tierno, siempre y cuando los nombres queden bien, eso si— dijo, con la mirada fija en los ojos de Jane. Había veces en que Maura no podía evitar ver a Jane con cierta ternura, aun cuando ella estuviera molestándola con sus comentarios, como ahora.

Jane resopló burlonamente y fingió buscar unos papales. Afortunadamente para ella, tanto Frost como Korsak dejaron el tema. Una cosa era molestar a Jane cuando la Doctora Isles no estaba cerca, pero con las dos, no iban a seguir molestando a Jane.

Por su parte, Maura no pudo evitar pensar en la palabra que se le había ocurrido alguna vez, combinando su apellido y el de Jane. Había estado garabateando en su bloc de notas mientras esperaba al teléfono. Entre garabato y garabato, escribió el apellido de Jane, y su cerebro en modo Scrabble entró en funcionamiento. Era tonto, pero tenía un...sonido agradable. Rizzles. Se sintió como una adolescente enamorada porque...básicamente porque sabía que lo estaba. Había recolectado la evidencia en un proceso rigurosamente científico y determinado que su atracción por Jane Rizzoli distaba mucho de una simple atracción. Su amiga era tan recatada en ciertos temas, que Maura había decidido evitar dar cualquier indicativo a Jane que pudiera sugerirle algo acerca de su atracción por ella. No iba a arriesgar su amistad. No nada más le daba curiosidad saber que se sentiría físicamente tener una relación sexual con otra mujer, pero con Jane ella quería mas que eso. Ella había estado con hombres únicamente por el placer de tener sexo con ellos, y no más. Sabía que le gustaba disfrutar de una vida sexual plena con hombres que se ajustaban a sus necesidades. Con Jane, no quería nada tan simple como solo sexo. Era relativamente fácil satisfacer la química básica para el sexo, pero era más difícil encontrar alguien con quien tener una conexión mas profuna y más intima. Alguien que la retara y la hiciera sentir plena. Con Jane, quería todo.

Jane echó un vistazo a Maura, quien seguía ahí parada, seguida de una sonrisa, momentos antes de que sonara su teléfono.

Contestó su teléfono, aún compartiendo una sonrisa con Jane; la clase de detalles que no pasaban desapercibidos para Frost o Korsak. Estas dos mujeres intercambiaban tantas miradas melosas, que los dos estaban sorprendidos que ninguna hubiera ya actuado en consecuencia.

—Si, ya ya. Voy para allá— Jane se guardó el teléfono en la bolsa de sus pantalones y se dirigió a la puerta. Tengo que ir a Personal, quieren revisar algo de mis papeles. Los veo en un rato.

—De acuerdo, tomaré el elevador contigo. Adios chicos.

Korsak y Frost, se despidieron de la forense, mientras Jane, por naturaleza, abrió la puerta para Maura y espero a que pasara ella primero ante de pasar.

—Te metiste en terreno muy peligroso Frost. No hubiera podido salvar tu trasero— rió Korsak con fuerza en el momento en que las dos mujeres se perdieron de vista.

—Lo dudo mucho, yo creo que Jane necesita un empujoncito.

—¿No crees que pueda ponerse rara la situación?

—Yo creo que mucha gente ya las ve como pareja, y solamente ellas no se han dado cuenta.

—Te advierto que estás solo si esto sale mal, hombre.


Nota del autor: No se si simplemente no se escribir en español (WTF!? es mi idioma!) o se siente raro por ser traducción de un original en ingles. O será que no siento que salgan naturales las "voces" de los personajes en español. Nunca he —y espero no hacerlo— escuchado la serie doblada al español, tal vez por eso no me sienta totalmente comoda aún con la traduccion.

En fin, no pensaba traducir esta historia al inglés, pero me di cuenta que hay tan pocos fanfictions de Rizzoli & Isles en español, que ni modo de no hacerlo. Espero que la disfruten. La historia ya esta completa en su versión en ingles y cualquier duda, comentario, jitomatazo, etc etc etc es bien recibido.

Odio la raya, ahí esta, ya lo dije otra vez (como si twitter no fuera suficiente). Gracias a Nura por señalarme una pagina donde pude ver sus usos, pero estoy segura que me sigue fallando, pero lo estoy intentando usar bien jajaja.