Disclaimer: Naruto es de Masashi Kishimoto.

Línea temporal: Ninguna en especial.


RARO

Capítulo Único

Una persona normal y corriente jamás creería lo que veía. Kushina estaba… enamorada. La gran y temida Habanera Sangrienta estaba enamorada y, además, feliz y correspondida por nada menos que el Rayo Amarillo de Konoha, Minato Namikaze. Destilaba felicidad, el cambio de clima podía notarse si se estaba a su alrededor. Todo en ella parecía tan rosa (claro que hablando figurativamente) que cualquiera pensaría que el apocalipsis se acercaba. Y es que ¿cómo no pensarlo? La chica aseguró que jamás estaría de tonta babeando por algún hombre bueno para nada, que el matrimonio era anti feminista, que los hombres eran mierda y más cosas de ese estilo. Entonces ¿cómo demonios alguien se iba a tragar que estaba enamorada?

A Minato se le preguntó si le había dado o hecho algo. Todos sabían que él estaba interesado románticamente en Kushina, excepto claro, ella. Él fruncía el ceño ante los cuestionamientos y se marchaba del lugar. ¿Cómo podían pensar que utilizó artimañas para crear su puro amor? Bueno, se había ensayado un poco la frase de "tus cabellos son hermosos, así que me di cuenta de inmediato", pero de eso no pasaba. No había embrujado a Kushina ni le había dado toluache en el ramen… no es que lo hubiera pensado.

Pero regresemos a Kushina y su extraña nueva forma de ser. Repartía flores (literalmente. Las arrancaba de por ahí, no las compraba. Eso era muy caro), sonrisas y cupones de ramen. Saludaba con los buenos días y deseaba suerte en las misiones. Sonreía a diestra y siniestra (y los aldeanos sentían escalofríos), daba abrazos y compartía sus sentimientos con el mundo, la clase de cosas que uno pensaría que jamás podría hacer.

¿Por qué has cambiado, Kushina? Sus conocidos cercanos le preguntaban. Los pocos que se atrevían. Debían admitirlo, se sentían más seguros con una Habanera Sangrienta enojada que con una Uzumaki Kushina prometida de Namikaze repartiendo amor por el mundo. Ella sonreía con una de esas sonrisas que casi le partían la cara y se largaba del lugar.

Jamás compartiría su secreto.

Todos podrían saber que estaba enamorada de Minato, pero jamás nadie se enteraría cuan perfecto era en acción.


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Di NO al PLAGIO.