Avatar no me pertenece, solo la historia que escribo por diversión, sin fines de lucro.
Advertencia: Capítulo muy cursi.
Epílogo
Habían pasado seis meses desde que la guerra había terminado. Katara se encontraba sentada frente a un espejo, no podía evitar sonreír cada vez que veía su reflejo. Le parecía imposible que ese día se casara con Aang, tantas cosas habían cambiado y aunque el mundo aún no se recuperaba del todo de la guerra, ya había paz. Las tribus agua se unificaron y la Nación del Fuego estaba en reconstrucción, Omashu, a pesar de la invasión, no sufrió daños de consideración.
Un golpe en la puerta la saco de sus ensoñaciones.
-Adelante.
Kya entró a la habitación junto con Toph, con quien había hecho una buena amistad.
-¡Estás hermosa!- le dijo su madre entusiasmada.
Katara se miró al espejo y sonrió de nuevo. El vestido que llevaba era azul claro, como el de las aguas de las costas del Reino Tierra, con diminutas flores blancas, su pelo caía como una cascada de risos castaños, sujeto por unas peinetas con brillantes.
-Noto que estás muy emocionada- le dijo Toph con una sonrisa traviesa –déjame decirte que no eres la única.
Katara sonrió ante ese comentario, pero antes de que le pudiera contestar la puerta se volvió a abrir.
-Todo está listo, solo te están esperando- dijo Hakoda, asomándose a la habitación -¡Estás preciosa!- entró y se acercó para abrazarla.
-¡Gracias, papá!
-Bueno, salgamos antes de que los nervios del novio se desborden y entre en estado Avatar- bromeo el rey, Katara le dio un suave golpe en el brazo como reprimenda por su broma. Salieron a un hermoso jardín de la Isla Kyoshi.
Habían elegido hacer ahí la ceremonia por los hermosos recuerdos, además de que era un punto intermedio para que pudieran asistir sus amigos: Toph, Zuko, Iroh, incluso el rey Bumi y el rey Kuei.
El jardín estaba decorado con muchas flores blancas y amarillas.
Todos estaban en su lugar, Aang, flamante con su traje de gala de los Nómadas aire, la esperaba al frente.
Katara caminó con sus padres a su lado, mariposas en su estómago comenzaron a revolotear a causa de la emoción. Caminó lentamente, sin apartar la mirada de su prometido, cuando este le devolvió la mirada embelesado, todo lo que había alrededor se desvaneció, solo existían ellos dos.
Cuando llegó a su lado, Kya le besó la frente y le sonrió a su yerno, Hakoda también le dio un beso en la frente y entregó la mano de su hija. El monje Gyatso comenzó la ceremonia. Los dos prometieron amarse, respetarse y estar juntos en los tiempos buenos y malos, compartir la vida con sus tristezas y alegrías, como costumbre de la Tribu Agua, Aang le puso un collar a su esposa, el listón era de seda y el dije tenía el símbolo del agua con un fondo anaranjado, visto de cerca se podía distinguir el símbolo del aire. Finalmente se dieron su primer beso de esposos.
Los presentes aplaudieron conmovidos y con alegría, en especial la familia de Katara. Kya agradecía que su hija fuera tan feliz como ella lo había sido en su matrimonio.
Minutos después todos los presentes comenzaron a felicitar a los recién casados. Una vez terminadas las felicitaciones todos se dirigieron al lugar donde se servía el banquete, con platillos de las diferentes naciones.
-Me alegra que por fin se casaran- dijo Toph, que estaba en la misma mesa que los ahora esposos.
-Gracias- le respondieron los dos al mismo tiempo.
-Espero que ahora sea más soportable pasar tiempo con ustedes, sin tantos suspiros y pulsos acelerados.
Los aludidos se sonrojaron, pero la llegada de Sokka les ayudó a salir de la situación.
-Hermana, por fin puedo felicitarte como es debido- le dijo mientras la levantaba de su asiento para darle un fuerte abrazo.
-Pensé que no lo harías- bromeo.
-Eso me ofende mucho, tal vez sea algo despistado pero no creo llegar a ese extremo- le sonrió y le dio un beso en la mejilla, se giró hacia Aang –Hermano, por qué ahora puedo decirte así ¿verdad? O ¿debo de seguir con el formalismo de Avatar Aang?
-Claro que puedes llamarme hermano- le contestó el maestro aire con una gran sonrisa, mientras se levantaba para abrazarlo- sabes que nunca me han gustado esos formalismos.
-¡Que escena tan enternecedora!- exclamó Toph con burla.
-A ti también puedo abrazarte, si quieres.
-Olvídalo, señor boomerang.
-Ven quiero presentarte a algunas persona de mi tribu- Sokka la tomó de la mano y se la llevo a pesar de las débiles protestas de la maestra tierra.
-Veo que esos dos se llevan cada vez mejor- dijo Aang algo sorprendido, de que su amiga no lo hundiera en la tierra por llevársela así.
-Sí, es extraño tal vez sea a que sus sentidos del humor son muy parecidos- dijo la princesa con una sonrisa. Se alegraba que su hermano ya no estuviera tan triste, aunque sabía que nunca dejaría de amar a su esposa, era bueno verlo nuevamente con ánimos.
Cuando terminaron de comer, conversaron con los invitados, brindando por la restaurada paz y por la felicidad de los recién casados.
La música comenzó a sonar.
-Princesa ¿me permitiría bailar esta pieza?- le dijo Aang, como se lo pidió aquella vez en el festival del Polo Sur.
-Será un gran honor para mí, gran Avatar- le respondió con una gran sonrisa.
-Esta canción la pedí especialmente para ti.
La melodía los comenzó a envolver y la letra fue entrando al corazón de Katara.
My love, your love
Has opened up a world I've never know
All hope was found
A place I never dreamed I would go
(Mi amor, tu amor
Me abrió un mundo que nunca había conocido
Encontré toda la esperanza,
Un lugar al que nunca soñé que iría)
Conforme escuchaba la canción, la princesa no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas.
-Te amo tanto- le dijo Katara.
-Y yo a ti- le respondió.
Cuando terminó la canción ya no tuvieron tiempo de decirse nada, ya que Hakoda pidió bailar con su hija, después fue turno de Sokka; es más, Katara bailó con todos los invitados y Aang hizo lo propio con las invitadas.
Después de mucho tiempo pudo descansar. Buscó un lugar apartado de todo el bullicio, necesitaba un respiro.
El día estaba terminando y el cielo estaba teñido de tonalidades rosas. Mirando el cielo suspiró con tristeza, le dolía que Yue no estuviera ahí ese día tan importante. La extrañaba pero sabía que estaba en un lugar mejor y desde ahí le sonreía.
-Llevo unos minutos buscando a mi bella esposa- escuchó que le decía Aang a su espalda.
La princesa se limpió las lágrimas discretamente, lo que menos quería era que su esposo se preocupara.
-¿Qué te pasa amor?- le preguntó mientras la abrazaba.
-No es nada, solo estaba pensando en Yue- le contestó recargando la cabeza en su pecho.
Como respuesta la estrechó más hacia sí y la besó en la frente.
-¿Para qué me buscabas?
-Ah sí, es momento de que nos despidamos de todos.
Katara se sonrojó.
-Quiero decirte algo antes- le dijo separándose de él pero sin romper del todo el abrazo.
-Soy todo oídos.
-Te amo, tal vez ya estés cansado de que te lo diga...
-No pienses eso, nunca me cansaré de que me lo digas. Yo también te amo mucho- le respondió dándole un tierno beso en los labios.
Al separarse los dos sonrieron.
-Cuando mis padres me dijeron que me tenía que casar con un desconocido, sentí que mi vida sería una pesadilla y más al conocerte en el viaje a Ba Sin Se. Renegué mucho de mi suerte, pero también les rogué a los espíritus que pasara algo extraordinario y ser libre de casarme con quién yo quisiera. Fue muy grande mi desilusión cuando regresé al Polo Sur y todo seguía igual, pensé que todos mis súplicas habían sido en vano, ¡qué equivocada estaba! Los espíritus me escucharon y me premiaron al ser tú mi prometido. Eres tan importante para mí como el oxígeno para vivir- concluyó con la voz quebrada por la emoción.
Aang tenía un nudo en la garganta, había pensado que no podía amar más a esa mujer. Obviamente se había equivocado.
-No eres la única a la que la noticia del compromiso le cayó como una bola de fuego. Cuando Gyatso me lo comunicó sentí que era la gota que derramaba el vaso. Déjame decirte que ser el Avatar no es muy grato, todo el mundo me trata bien pero no tenía la certeza de que fueran sinceros realmente, mis "amigos" comenzaron a tratarme diferente. Fue muy refrescante conocer a "Natsuki", sentirme como un joven normal atraído por una chica. Lo mejor fue que tú me trataras con sinceridad sin ninguna intención oculta. Por eso me enfureció más el saberme comprometido con una extraña, como te había dicho, mi intención al ir al Polo Sur era romperlo y también encontrar a Natsuki, no me iba a marchar hasta encontrarte. Es más, estaba decidido a hablar con tus padres para pedirte en matrimonio, ¿Quién se iba a negar a casar a su hija con el Avatar? Por una vez en la vida iba a aprovechar mi título- le sonrió de forma traviesa. –Supe que los espíritus no me habían castigado cuando te vi en el palacio y me enteré de que tú eras mi prometida, desde ese momento me propuse enamorarte para que nuestro matrimonio fuera por amor. Porque yo me enamoré de ti en ese viaje a Ba Sin Se.
Katara estaba muy enternecida por lo que su esposo le acababa de decir.
-Pero hay algo de lo que me acabas de decir que no me gustó- continuo Aang, acercando su rostro al de ella, le susurró al oído –no quiero ser tu oxigeno, todo lo contrario, anhelo quitártelo, romper el ritmo a tu respiración, entrecortarla, acelerarla y durante muchos instantes detenerla.*- al hablar fue recorriendo su mejilla hasta terminar con un beso en el cuello.
-Pues lo has logrado- dijo Katara con la voz entrecortada.
Aang sonrió y la beso, primero lentamente disfrutando la textura de sus labios, saboreándolos; chupó el labio inferior y después lo mordió suavemente para abrirse paso a su interior y recorrerlo con su legua, palpándolo todo, deleitándose de ella.
Cuando finalmente se separaron, sus respiraciones estaban agitadas.
-Es hora de irnos- dijo Aang con la voz un poco ronca. Tomados de la mano caminaron a donde la fiesta seguía para despedirse de todos y viajar a la Isla Ballena, donde pasarían su luna de miel.
Era el principio de su vida juntos y ambos sabían que no habría obstáculo que los pudiera separar, pues la Fuerza del Destino los había unido.
Nota de la autora: La canción que bailan en "Only you" de Sinead O'Connor.
*es una frase que vi en el facebook y me pareció perfecta para esa escena.
Muchas gracias, 101 reviews, estoy sumamente emocionada y agradecida =)
Maya 1234: Gracias por dedicar algo de tu tiempo para leer mi historia y sobretodo, gracias por tus comentarios.
Flor: Qué bueno que te gustó mi fic, gracias por tus comentarios y por supuesto que leeré tu historia y dejare comentario.
Muchas gracias también a todos los lectores anónimos por leerme :D
Agradezco por adelantado los comentarios que hagan a este capítulo a aquellas personas que no tengan cuenta, un beso muy grande =)
Por último, fui nominada para unos premios "Wa Shi Tong" del foro: Escritores de FF (Avatar: La Leyenda de Aang y la Leyenda de Korra) en esta misma página por si quieren votar.
Me despido, por el momento me dedicaré a terminar la traducción que estoy haciendo. Pero tengo en mente 2 historias un Kataang y un Tokka, me alegrará mucho verlos por ahí. LOS AMO :D