-Diálogos-

-Pensamientos-

-"Recuerdos"-

-Pensamientos de recuerdos-

Lo dulce de la vida.

.

.

.

5 años después

-¿Minato-chan estas listo?- hablaba una mujer con voz delicada desde el primer piso de su casa.

-Un momento- gritaba un pequeño rubio, el pequeño corría de un lado a otro aparentemente buscando algo.

-Minato-kun ¿que estas haciendo?- el pequeño de repente al escuchar la voz de su padre se detuvo.

-Lo siento, oto-san, es que….yo…mmm…como decirlo-

-Venga, soy tu padre puedes decirme lo que quieras, solo confía en mi-

-¿Recuerdas que hoy es mi cita con el dentista?-

-Si, tu mamá me comento sobre ello-

-Bueno…la ultima vez…no me sentí muy cómodo…es que la doctora es muy…me asusta-

-¿Cómo que te asusta, te hizo algo extraño?-

-No, no es eso, es que es muy frentuda. Vieras la gran frentesota que tiene, y…esa vez hice un comentario un poco…malo y…creo que se enojo desde ese día conmigo. Oka-chan me hizo disculparme con ella pero creo que no fue suficiente y tengo miedo de que quiera hacerme algo malo-

Naruto sin pensarlo soltó una de sus carcajadas mientras se tomaba el estomago, cosa que a su hijo le disgusto y frente a este se cruzo de brazos con un mohín en su rostro, uno demasiado serio para su edad.

-¡No es gracioso!- exclamo irritado el pequeñín.

-¿Eh?- Naruto dejo de reír, para volver a recobrar la compostura.

-Lo siento, no quería gritarte- susurro Minato.

-Oye, no tienes de que preocuparte. Es normal que todos a tu edad sientan algún temor al dentista pero no todos son malos, dudo mucho que la persona que te atiende te tenga algún rencor y si es así es cuestión de hablarlo ¿no crees?-

-Supongo que si-

-Hagamos algo ¿quieres que vaya con ustedes? Si sucede algo intervendré por ti-

-¿D-de veras?-

-Claro, eres mi campeón y con mi campeón nadie se mete, de veras- dijo Naruto revolviéndole el cabello a su hijo y mostrándole su gran sonrisa, acto que fue devuelto por el menor.

-Minato-chan ¿ya encontraste tu cepillo de dientes?-

-Lo siento, oka-chan…es que…oto-san y yo…-

-Hinata-chan, todo esta bien, pienso acompañarlos- dijo este rascándose la cabeza.

-¿En serio? Pero si tú le temes a los dentistas-

Minato ante la declaración elevo sus cejas. Naruto se acerco a ella con rapidez para que no siguiera hablando.

-No me hagas quedar mal, Hinata-chan-

-¿Así que oto-san también le teme a los dentistas?-

.

.

.

Condujeron durante media hora, y mientras Naruto pensaba en que era mejor no haber prometido eso a su hijo, pues si ya era adulto y todo eso, pero aun así no le gustaba ir a un odontólogo para nada. El chirrido que aquellos objetos producían no era para nada agradable a sus oídos. Pero era consciente que haría lo que fuera por su hijo para siempre hacerlo sentir mejor.

Una vez adentro esperaron el llamado del pequeño para su cita.

-¿Minato Uzumaki?- pregunto una enfermera.

-Soy yo-

-Pueden pasar- al escuchar esto el niño se tenso.

-Cariño ¿que te sucede?- cuestiono la madre del niño.

-Es que no quiero entrar-

-No estas solo, iré contigo- dijo la chica con una amble sonrisa.

-Bueno…es que esta vez… ¡quiero que sea oto-san quien venga conmigo!- el chico grito de repente.

-¡QUEEEEEEEEE!-

-Bueno, tú dijiste una vez que no le temías a nada, y nada es nada. Lo justo es que vengas conmigo esta vez, oka-chan siempre es quien viene conmigo ahora es tu turno, y recuerda que tu eres mi héroe-

-Tienes razón Minato-chan, Naruto-kun acompáñalo- comento Hinata con una sonrisa.

-¿Tu también? Hinata-chan tu sabes que…- comento este con indignación.

-Si lo haces tendrás un regalo especial esta noche, por favor- la chica había hablado en su oído con su voz demasiado sensual, cuando Naruto escucho esas palabras no hubo nada que lo hiciera cambiar de opinión, así que se levanto de su asiento y tomo de la mano a su hijo y lo llevo a la cabina donde lo atenderían.

Al entrar vieron a una mujer de cabello rosa de espaldas.

-¿Es ella?- susurro el rubio mayor.

-Si, oto-san tengo miedo-

-Ok, buenos días Minato-kun, espero que el día de hoy hayas amanecido mejor que la vez…- al darse vuelta vio acompañaba al pequeño.

-…anterior-

-¿Sakura?-

-¿Naruto? ¿Q-qué haces aquí?-

-¿Trabajas aquí?-

-Si ¿Qué es este niño de ti?-

-Es mi hijo-

Sakura al escuchar la declaración sintió un frio que le recorrió el cuerpo.

-Wow, no creí que te volvería a ver y menos…con un hijo-

-Yo tampoco-

-Oto-san…- el pequeño comenzó a apretar la mano de su padre.

Si, no había duda, ella había escuchado bien, lo había llamado padre.

-Sakura-chan ¿crees que podrías apresurarte? a él no le gusta estar aquí-

-Por supuesto-

El niño se acomodo en una gran silla mientras le hacían su chequeo medico.

-¿Así que es tu hijo? debí suponerlo- comento mientras revisaba la boca del niño con sumo cuidado.

-Si, ¿Dónde estuviste? Te fui a buscar un día y me dijeron que te habías ido-

-Después de terminar mis practicas viaje a Estados Unidos, allí me ofrecieron trabajo como pediatra y me quede allá por cuatro años, y este año he estado trabajando aquí, siempre te hace falta tu cultura-

-Que bien por ti-

-Muy bien, tienes los dientes muy bien cuidados pronto tendrás que ver por ti mismo los cambios ¿de acuerdo?-

-¿No me hará nada malo?-

-No tengo que nada malo que hacerte. Todo esta en orden, sus dientes están bien cuidados, te recomiendo que lo presiones para que utilice seda dental, es fundamental -

-Entonces ¿puedo irme?- dijo el niño con alegría.

-Claro, no olvides cepillar tus dientes tres veces al dia…-

-…En forma de barrido y circular, lo se, siempre me lo dice- termino el niño de forma abrupta para después salir corriendo.

-No solo se parece a ti físicamente-

-¿De veras?-

-De veras, también en lo hiperactivo que es… aun así se que heredo muchas cualidades de ti-

-Gracias-

-Te hare la factura-

Y mientras Sakura escribía comenzó una breve charla entre ellos.

-¿Y que ha sido de ti aparte de esta sorpresa?- pregunto curiosamente la chica de ojos verdes.

-Bueno…termine mis estudios, tengo un trabajo, tengo una casa y tengo una familia- Sakura había dejado de escribir su reporte.

-Es muy hermosa y también muy amable, supongo que siempre fue la clase de mujer que te gusto-

-Tú tienes esas cualidades-

-Se que no has olvidado lo que paso entre nosotros y estoy segura que la que ahora es tu esposa, no te hubiera herido de esa forma-

-Sé que no, pero tampoco es perfecta. Nadie lo es-

-¿Sabes? Todo este tiempo me he preguntado que hubiera sido de mi si me hubiese quedado a tu lado, sinceramente no me hubiera equivocado- contesto con total sinceridad.

-No tienes…-

-No Naruto, fui egoísta con muchos, no solo contigo y tal vez sino tuviera mis desperfectos… estaría bien a tu lado, pero probablemente tu y yo no estábamos destinados a estar juntos, nuestros caminos se cruzaron pero nunca se juntaron-

-Creo que tienes razón, aun así…quiero que sepas que no tengo ningún rencor hacia ti o…Sasuke-

-¿Cómo?-

-Te busque por eso, para hacerte saber que no sentía nada malo hacia ti, ni en contra de él, ahora no puedo sentir nada malo y más si ellos están a mi lado, ella me demostró que quedarme estancado en un mundo de soledad, odio y frustración… no valía la pena. Y encontré una forma de perdonarte sin reclamarte nada-

-Eres un suertudo, tú siempre te quedas con lo mejor, te lo mereces. Tienes un hijo maravilloso y una mujer grandiosa a tu lado, espero yo formar algún día una familia así-

-Sé que encontraras a alguien que te haga feliz-

-Gracias por hacerme saber que no me odias, no tienes idea de todo lo que he pensado estos años con mis acciones pasadas…pero quiero que sepas que…de verdad quiero que me disculpes por lo mal que me porte contigo-

-No hay problema, te perdono-

Ambos se sonrieron y cuando Sakura finalizo el reporte y factura hablo una vez más.

-Naruto ¿has sabido algo sobre Sasuke?– pregunto la chica con tristeza.

-Muy de vez en cuando hablamos-

-También debe haber formado una familia-

-No lo se, solo se que esta viajando por el mundo…ya sabes su trabajo es muy exigente-

- Si ¿también arreglaron sus diferencias?-

-Si, fue algo muy extraño-

Era un día soleado y en un gran parque había mucha gente, muchos con carpas, otros con canastas de comida y otros paseando a sus mascotas. Naruto se encontraba comprando unos algodones de azúcar muy lejos de donde había dejado a su esposa e hijo de dos años. Muy cerca de allí cierto azabache caminaba por el sendero mientras era observado por muchas mujeres sin compañía y otras acompañadas, tenia unos audífonos puestos por lo que iba ciertamente concentrado hasta que sintió como algo choco con uno de sus tobillos. Molesto por el hecho de que alguien tal vez solo quisiera fastidiarle el día, o quizá quisiera acercársele de forma estúpida, tomo el balón de felpa entre sus manos listo para arrojarlo muy lejos pero cuando se agacho vio como una mujer, también se agachaba para recogerlo.

-L-lo siento, no quería molestarlo- comento la chica sonrojada.

-¿Tu?-

-Es u-usted-

Sasuke la veía de arriba abajo, no había cambiado mucho desde la ultima vez que la vio, de hecho se veía mas joven como si los años no le afectaran, pero vio algo que no fue de su agrado. un niño de aproximadamente dos años aferrado a la pierna de aquella chica con ciertas características que él conocía.

-D-disculpe, no queríamos m-molestarlo es solo que….solo j-jugábamos, n-no era nuestra intención…-

-No tiene que dar explicaciones, esto le pertenece- el de ojos oscuros le extendió el juguete.

-Gracias- iba a recibirlo pero el chiquillo empezó a jalar del pesquero de la mujer.

-Es un niño muy simpático, ¿es algo suyo?- pregunto el Uchiha con cierta curiosidad disipando sus ideas.

-Si, e-es mi hijo-

-¿Su… hijo?- al escuchar esas dos palabras se quedo totalmente anonadado.

A lo lejos un grito se escuchaba.

-Oe Hinata…Hinata-chan ¿Dónde?…¿eh? ¿Sasuke?-

Naruto los diviso. Verlo con el balón de su hijo en sus manos lo lleno de incertidumbre y no solo eso sino porque también estaba muy cerca de su mujer. Corrió hasta acercarse a ellos y entender que sucedía, por alguna extraña razón le molesto verlo cerca de su familia.

-Chiquita ¿que haces aquí?- cuestiono el Uzumaki mientras colocaba una de sus manos en una de sus mejillas. Mientras Sasuke pensaba en lo cursi que se había oído eso.

-Naruto ¿donde e-estabas?-

-Aquí están- le entrego los dos algodones mientras alzaba a su hijo en sus brazos.

-¿Que tal campeón eh?- dijo el rubio mientras el pequeño escondía su rostro en la curva de su nuca.

-Ah Naruto…él- la peli azul hablo.

-Teme- musito Naruto melancólico.

-Dobe, ha pasado mucho tiempo-

-Es verdad-

-Pa…pá, ma…má- dijo de repente el niño.

Hinata se acerco por uno de los costados de su esposo mientras acariciaba una de las mejillas de su hijo, acción que irrito al azabache. No se sentía cómodo presenciado esa escena, no sino era él quien cargaba un niño de cabello negro y con esa mujer a su lado.

-Creo que esto es suyo-

-Oh, claro- Naruto tomo el balón mientras entregaba a su niño a su esposa.

-Cariño podrías dejarnos a solas, no tardare mucho-ella solo asintió para luego apartarse de allí.

-¿Así que decidiste arruinarte la vida tan pronto?-

-Hubiera sido así si hubiera escogido a la persona equivocada…pero no fue así, al contrario escogí a la mejor de todas…de hecho ella me escogió a mi-

-¿Te aseguraste de que no tuviera vendados los ojos en ese momento?-

-No empezaras con eso ¿verdad?-

-No es como si fuera un reencuentro-

-Te perdiste- dijo con tristeza el rubio.

-No soy un flojo como tú, la empresa no descansa y no es como si me estuvieras buscando-

-De hecho…si. Hace mucho que quería hablar contigo-

-Entre nosotros todo había quedado claro-

-No pienso reclamarte nada, solo es algo que quiero que sepas-

-Habla, no tengo tiempo-

De hecho, tenia todo el tiempo del mundo pero estar ahí con el en un lugar publico y con su familia cerca no era algo que le agradara mucho.

-No se si te vuelva a ver pero si es o no así, quiero que sepas que no guardo ningún rencor hacia ti-

-¿Que?- comento el pelinegro con recelo.

-Si, todo ahora esta en el pasado, Sakura ya no hace parte de mi vida como te habrás dado cuenta y ahora soy feliz, lleno de vida-

-Siempre fuiste tan torpe y ahora te ves tan cursi, ¿viniste a restregarme tu felicidad?-

-No, solo ha decirte que ojala volvamos a ser los amigos que siempre fuimos…los tres-

-¿Quienes? ¿Nosotros y tu esposa?- pregunto divertido el Uchiha.

-No teme, me refiero a nosotros y Sakura-chan-

- Hmph-

-¿La ves? Ella es la razón de que no te odie- un extraño sentir se sintió en el pecho del Uchiha ante esas palabras, si la veía jugando sonriente con ese niño –ellos son mi vida de no ser por ella no se que hubiera sido de mi-

-Para mí siempre seguirás siendo el mismo fracasado-

-Seguro, pero para ella soy su galán- Sasuke no tenia idea si le estaba diciendo eso para ponerlo celoso o simplemente para presumir lo bien que le estaba yendo en la vida.

-¿Terminaste?-

-Si, de hecho te agradezco muchas cosas-

-¿A mi? ¿Por qué?- Sasuke no esperaba que le dijera eso.

-Sino hubiera sucedido todo esto no me hubiera fijado en lo extraordinaria que es ella, no digo que lo que hiciste estuvo bien, pero no hay mal que por bien no venga- ahora lo entendía, no le decía eso para molestarlo o por el éxito que tenia sino porque realmente lo apreciaba, a pesar del daño que le causo de lo contrario no estaría comentándole ese tipo de cosas.

Ella, si Naruto tenía razón, ella era la causante de su sonrisa, de su alegría, de sus triunfos y alguien como ella era lo que él necesitaba y por fin después de tanto tiempo se sintió satisfecho de cierta forma, no negaba que esa mujer podía moverle el piso a cualquiera pero se sintió tonto pensando que si Naruto era feliz él también lograría encontrar esa felicidad que llenaría ese vacio tal y como paso con el Uzumaki.

-Será una gran madre y tu hijo…solo espero que se parezca a ella y no a ti en lo tarado-

-¡Sasuke!-

.

.

.

Ya era tarde y Naruto veía como Hinata arropaba con delicadeza a su hijo para después depositar un beso en su pequeña frente pues ya estaba profundamente dormido.

-¿Esta dormido?-

-Si, se canso de jugar tanto con Akamaru que ya no pudo más-

-Oye, tu me prometiste algo esta mañana- pregunto con picardía el Uzumaki mientras la tomaba por la cintura.

-Si, es cierto p-pero no te lo puedo d-dar aquí-

-¿Entonces donde?-

La chica saco un pequeño pañuelo y vendo los ojos de su esposo con este. Lo condujo hasta la cocina donde lo hizo sentarse en una silla.

-No te vayas a quitar la bufanda aun-

-No lo hare, solo no te demores- decía este impaciente.

-Ya te la puedes quitar-

Al hacerlo, Naruto abrió sus ojos con sorpresa su comida favorita junto con su postre favorito estaban ahí. No se esperaba eso para nada.

-Oye, ¿Qué estamos celebrando?- no era su cumpleaños, ni el de su esposa, ni el de su hijo.

-Feliz día del padre, Naruto -kun-

Si, era despistado y al parecer nunca se le quitaría eso, pero si ella estaba ahí para recordárselo no le importaría olvidar nada, pero algo que jamás olvidaría seria el amor que sentía por ella, por su hijo. Por su familia.

-Gracias. Aunque me esperaba algo más intimo-

-Creo que si, pero eso me corresponde, yo no hice esto para ti-

-¿Que? ¿La comida no la hiciste tu?-

-No, de hecho ambas comidas venían con estas tarjetas-

Naruto tenía en sus manos una tarjeta azul oscuro y otra naranja, abrió la primera. Tenía una nota.

-"Bien hecho dobe, pero probablemente mis hijos sean mas listos que los tuyos. Feliz día tarado"-

Y después abrió la naranja.

-"Feliz día Naruto-kun. Espero que te guste el postre, tu esposa tiene buen gusto, me alegro de haberte vuelto a ver"-

Si era así, entonces Sasuke había enviado el ramen.

-¿Así que ya se conocían?- pregunto con satisfacción el hombre.

-Un poco- musito ella.

Y así después de una velada sencilla, y un poco de acción después, Naruto tenia lo que siempre quiso. Amigos, familia y amor, mucho amor por parte de aquella que ahora dormía sobre su pecho desnuda disfrutando de su calor por el resto de su vida.

.

.

.


Para la personita que me pidio epilogo y para aquellos que lo estaban esperando...pues ya estuvo aqui. Espero que les haya gustado. Cualquier cosilla por review o mensaje privado. De verdad les agradezco por leer este fic. Nos leemos...