Siempre había querido escribir algo de BOF pero no me había dado el tiempo, tenía apenas 4 hojas escritas desde hacía meses y no lograba avanzarlas. En este mismo instante estoy tarde para ir a clase, pero realmente necesitaba acabar…De por sí le estoy siendo infiel a las otras dos historias que tengo las cuales deberían tener prioridad en la actualización, pero cuando la inspiración llega, llega…

Las que hayan visto el dorama tanto como yo, notarán los cambios pequeños en los diálogos y situaciones. Espero que este fic les guste puesto que este primero capítulo se pega mucho a los capítulos y casi no hay nada diferente, pero era necesario para los que vienen más adelante. Sin más, les dejo mi historia esperando que la disfruten.

Gracias!


Jan Di's POV

Y allí estaba yo, otra vez, estúpidamente vestida de gala sólo para volver a verlo y darle una nueva oportunidad a mi corazón de darse cuenta de que ya todo había terminado, aún no estaba segura del porqué. Por más de que mi cabeza lo entendía y me decía que lo que estaba punto de hacer era completamente irracional, mi cuerpo iba en contra de mis deseos y me dirigía, como siempre, hacia mi destrucción.

¿Qué había pasado conmigo desde que conocí a Jun Pyo? No estaba completamente segura, pero lo que sí sabía era que yo ya no era yo, esta persona deprimida, triste y sin ganas de pelear no era yo. La Jan Di que veía cada mañana frente al espejo era apenas un suspiro de quien fui en algún momento.

Sin embargo, el día de hoy tenía mi excusa preparada: Era su cumpleaños.

Una invitación me había llegado y Yi Jung sunbae había preparado un vestido no sólo para mí, si no para Ga Eul también.

—Vamos Jan Di, si te vas ahora dejarás sola a la pobre Ga Eul—me recordó.

Sí, ya lo sabía, aunque quisiera regresar ya era demasiado tarde, y aunque intentaba decirme que no, había algo muy cierto: yo aún quería a Jun Pyo. Aunque él sólo hubiera jugado conmigo y me considerara una mancha en su vida, aún lo quería. Ni siquiera a Jun Hee noona se lo había podido ocultar y terminé en un mar de lágrimas en su hombro. Ella también me había pedido que le diera otra oportunidad al idiota de su hermano, pero él no parecía querer una.

Mientras todos estos pensamientos colisionaban en mi cabeza, noté que Ji Hoo sunbae se había parado a mi costado y me ofrecía su brazo galantemente. Todas las chicas alrededor de los F3 estaban lanzando grititos, suspiros y exclamaciones de envidia. Y bueno, no era para menos, todos y cada uno de ellos hacía honor a su apodo de ser "más bellos que las flores" y Ji Hoo no se quedaba atrás.

En ese momento, sin embargo, estaba más que agradecida pro Ji Hoo: mi primer amor, mi amigo, mi bombero honorario y el que estuvo allí a mi lado cuando lo único que quería era caer en un profundo sueño para no pensar. Había logrado distraerme con su cálida forma de ser, característica de él que, a primera vista, nadie notaría. Yoon Ji Hoo era un chico caballeroso, noble, amable y tierno, y estaba muyagradecida de tenerlo a mi lado, aunque de vez en vez, me molestaba saber que yo no podía hacer nada por él para pagarle por su bondad.

Llegué a una mesa, escoltada por él, me senté por inercia y noté que de un momento a otro, todos aplaudían: Joon Pyo se había parado a soplar la vela de su gigantesco pastel. Nuestras miradas se encontraron durante un largo segundo, él al darse cuenta de que estaba allí, simplemente desvió el rostro.

—¿Estás bien? —me preguntó Ji Hoo

—Creo que fue un error venir…—le dije antes de que una molesta voz nos interrumpiera.

—Buenas noches

La madre de Joon Pyo, con una falsa sonrisa y con una expresión de burla había venido a saludarnos. Había sido ella quien me había enviado la invitación a la celebración de cumpleaños de su hijo y ahora, quería que tocara el piano para la sala ¿Está loca o qué? Pensé sorprendida.

Ji Hoo saltó de inmediato

—En realidad, nosotros…

—Lo haré.—dije abruptamente.—Ud. me invitó y lo mínimo que puedo hacer es ganarme la cena.

Ji Hoo había estado a punto de decirle que ya nos estábamos yendo, pero no se lo iba a permitir. ¿Quería humillarme aún más? No sabía cuán equivocada estaba.

—Magnífico.—dijo ella, la burla clara en su voz.

Pude ver la cara de preocupación de mis acompañantes de mesa, pero eso no me iba a hacer desistir. Caminé hacia el piano del escenario entre la presentación que la Presidenta Kang hacía y los murmullos contenidos de la audiencia.

Si esta es la única manera, así te lo diré Jun Pyo—pensé antes de sentarme al piano.

La canción era una que había tocado en algún momento junto a Ji Hoo sunbae, me la sabía completa. Luché, luché muchísimo porque mi voz no se quebrara, pero no lo conseguí del todo. Cada palabra de esa canción era perfecta para la ocasión frente a mí, frente a nosotros. No estaba segura de si Jun Pyo estaba mirando o no ya que estaba de espaldas a él, pero puse todos mis sentimientos en ese pedazo de canción. Quería terminarla, pero no lo lograría sin derramar lágrimas y preferí darle un apresurado final.

Me levanté entre los aplausos de toda la sala y un grito emocionado de Woo Bin sunbae, me había olvidado de que ni él ni Yi Jung sunbae conocían que tenía este pequeño talento con el piano. Pero nada de eso me importaba en ese momento, vi a Joon Pyo mirarme con una expresión consternada y luego volver a fingir que no existía dentro del radio de su visión.

¿Cuánto más quieres herirme? ¿Cuánto más hasta que estés satisfecho? —me pregunté, y sin embargo otra voz en mí contestó.

¿Por qué lo culpas si él ya había dejado claro que entre ustedes no había nada en Macao? Eres tú quien está regresando tras él sin invitación, eres tú la que necesita aferrarse a la idea de que todo esto ha sido mentira y que él aún te ama cuando no es así.

Ríndete, Jan Di.

Bajé las escaleras sorprendida de mi propio razonamiento, tan frío, tan doliente, estaba tan consciente en ese momento de que no podría hacer nada por recuperar lo que habíamos sido que escuché tarde las palabras de sorna de la Presidenta Kang, palabras que hacían que quisiera subir al estrado nuevamente a tirarle el micrófono encima.

Sin embargo, por más de que mi cabeza estaba ganándole la batalla a mi corazón, aún dudaba, aún conservaba esperanza, lo sentía.

No sabía cuánto tiempo más podría seguir con esa incertidumbre dentro de mí pero, para variar, la Presidenta Kang se encargó de hacer trizas cualquier sueño que tuviera.

Un anuncio de compromiso del heredero del grupo Shinwa volvió a elevar aplausos entre los invitados, una chica elegantemente vestida estaba siendo literalmente llevada en brazos por dos guardaespaldas al gran salón. La reconocí de inmediato, la chica que me había salvado en Macao, Jae Kyung. Ante la sorprendida mirada de Ji Hoo me tomé de un solo golpe una copa de champagne, lo que sea y como fuera para aturdir un poco mi dolor.

—Vámonos—escuché que me dijo al oído y con una seña le hizo saber al resto que me llevaría afuera.

Una vez en el pasadizo nos volvimos a encontrar con la Presidenta Kang

—¿Lo entiendes ahora? La esposa del próximo heredero del grupo Shinwa debe ser de al menos este nivel.

Jun Pyo se acercó increpándole a su madre sus últimas acciones en el salón y luego a mí, diciéndome que para qué debería de haber ido. La verdad era que yo me estaba preguntando lo mismo desde que me senté a la mesa, no necesitaba que él también me lo dijera. Luego se acercó Jae Kyung, bastante sorprendida, preguntándole a la Presidenta que si todo aquello había sido simplemente una broma, su sorpresa fue más grande al recibir por respuesta de que había estado en conversaciones con sus padres y ambas partes estaban de acuerdo con esa unión.

Matrimonios arreglados, por conveniencia de los negocios… ¿Qué clase de padres son estos? Aunque luego recordé el motivo por el cual mi madre quería que yo estuviera en la escuela Shinwa y me mordí la lengua.

—Tengo algo que decirte así que no discutas y sígueme—fueron las palabras que sentí que Jun Pyo me había dirigido, pero al acercarse a mí y dar la vuelta, fue a Jae Kyung a quien tomó de la muñeca y se la llevó rápidamente.

—Espero que te hayas dado cuenta de que debes desistir de tus vacías esperanzas y fantasías—fue la estocada final de su madre hacia mi persona.

El viaje hacia mi casa fue silencioso, sabía que Ji Hoo no haría ningún comentario, él jamás me presionaba, nunca preguntaba, simplemente estaba allí, para cuando yo quisiera decir o hacer algo. Mirando a mi reflejo en la ventanilla, comprendí que estaba luchando por una causa fútil. Era cierto que Jun Pyo me había obligado a estar con él desde un principio, pero no podía negar que en el camino me enamoré de él…Ahora él ya no lo estaba de mí, y yo ya no podía hacer más. Ya lo había esperado durante meses e incluso había ido a buscarlo a otro país para al menos decirle "Hola, ¿estás bien? Quería decirte que te extraño", pero no había funcionado, ni siquiera estaba segura de cómo había llegado a ese día, a ese momento.

Entonces levanté la mirada al segundo reflejo de la ventanilla: Yoon Ji Hoo, a mi lado, como siempre. Si no hubiera sido por él ¿dónde estaría yo?

—¿Estás muy sorprendida?—me preguntó.

—No importa si está comprometido o no…—y era cierto, ya no importaba ¿qué podía hacer yo?

Escuché cómo intentó defenderlo diciendo que lo más probable era que él no supiera nada del compromiso hasta ese momento, pero Jae Kyung también había estado en Macao, tal vez ya se conocían…

Pero eso no era lo importante en ese exacto segundo, lo importante era que yo aún pensaba en todo lo que había tenido que pasar en Macao y lo que Ji Hoo había hecho por mí sin haberle yo pedido nada.

El auto empezó a perder velocidad y pronto vi las calles cercanas a mi casa. Tenía que decir algo, ¿tal vez 'Gracias'?, pero la palabra no salía de mi garganta al encontrarla insuficiente para transmitirle todo lo que realmente sentía. Cobardemente, estuve a punto de abrir la puerta y escapar, pero antes de que pudiera hacerlo, él hablo.

—Jan Di, con respecto a…

—¡Sunbae! —parecía que le había cortado, pero si no era en ese momento no sería nunca

—…¿Sí?

—Pues…yo…quería…—¿qué hacer? Tan sólo decir gracias no me parecía suficiente en ningún grado, pero quedarme callada después de haberlo interrumpido era peor que decir algo equivocado. Fue entonces que hice algo que me sorprendió hasta a mí misma, tal vez fue la copa de champagne, o los eventos de la noche, o el hecho de que todas y cada una de las veces en las que su sonrisa me había salvado de sumirme en una tristeza profunda o que sus dedos habían limpiado mis lágrimas estaban apareciendo en mi cabeza a una velocidad increíble; antes de que él o yo nos diéramos cuenta, lo abracé. No sé cuánto tiempo estuve así, pero parecía que la calma que Ji Hoo transmitía en su órbita era más fuerte ahora que lo tenía tan cerca de mí, daban ganas de llorar.

—Gomawo, sunbae.

Lo solté antes de que pudiera reaccionar ante mi impulsiva manera de actuar y salí apresuradamente del carro sin siquiera mirarlo a la cara puesto que sabía que la mía debía de estar roja como un tomate. Intenté entrar demasiado rápido a mi casa pero apenas noté que el auto seguía esperando a que estuviese dentro, me lancé a la carrera para ocultarme tras mucha ropa colgada. Realmente esperaba que no lo tomara a mal.

Al entrar a casa me di cuenta de que había olvidado el regalo que le iba a dar a Jun Pyo en el carro de mi sunbae…

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Ji Hoo's POV

Me había abrazado…por su propia voluntad. Se había acercado a mí y me había abrazado. Había sido tan repentino que no reaccioné en absoluto, sólo sentí sus brazos alrededor de mi cuello y su aliento en mi piel cuando susurró "Gomawo, sunbae". Me di cuenta de que tenía el rostro ardiendo cuando salió corriendo del carro, y yo estaba igual.

—Yoon Ji Hoo, ¿qué demonios estás haciendo? —me pregunté. Había estado a punto de decirle que todo lo que le había dicho a Jun Pyo en el aeropuerto de Macao era cierto, que no pensaba ceder más ante él por ella, que si me había alejado era sólo porque ella era la novia de mi mejor amigo...

...pero luego de haber visto la manera en la que la había tratado, no podía quedarme sin hacer nada.

Estaba enamorado de Geum Jan Di.

—Joven amo, hemos llegado.

No me di cuenta de que ya estábamos en la puerta de mi casa hasta que el chofer me avisó. Al bajar, me di cuenta que donde había estado sentada Jan Di había una bolsa blanca con una especie de peluche fucsia; me imaginé que era su regalo para Jun Pyo, la llevé dentro conmigo.

Mientras me cambiaba de ropa no podía evitar pensar en ella, todo lo que había pasado y todo lo que tendría que pasar de ahora en adelante con el "compromiso" puesto que yo sabía que ella aún estaba enamorada de Jun Pyo a pesar de todo lo que él—por culpa de su madre o no— le había hecho. Me senté en la sala y miré el peluche…tenía rizos en la frente, igual que Jun Pyo.

Decidí entonces llamarlo, ¿qué ganaba yo al quedarme con su regalo? Marqué su número y esperé; pronto, escuché un timbre sonando y salí a ver a la puerta. Cuan grande sería mi sorpresa al ver a mismísimo Jun Pyo. Le hice pasar, ninguno dijo una sola palabra.

Luego de servir algo de té para ambos, él empezó.

—La única razón por la que estoy aquí es porque tu casa es la más cercana. Con Yi Jung es difícil por la pelea que tuvimos en Macao, y la casa de Woo Bin siempre tiene chicas ruidosas.

—¿Y qué del golpe que recibí? ¿Qué harás al respecto?

—Eh…está bien, pégame. Todo se arreglará si dejo que me golpees. Apúrate, golpéame.

Jamás cambiará, pensé tristemente. Prefiere recibir un golpe a pedir perdón. Sin embargo, después de todo, seguía siendo mi hermano, aunque ese hecho no borraba el dolor que sentía dentro por mis sentimientos hacía Jan Di, o mi molestia sobre sus acciones pasadas.

—¿Qué pasará con el matrimonio?—le pregunté.

—No sé. ¿Cómo puedo saber las maquinaciones de la vieja bruja? Compromiso mi pie, de todas las chicas existentes ¿De dónde sacaría a una como ella?—Se quejó. De repente, su tono cambió a uno de estudiada indiferencia—...Um… ¿Ustedes… regresaron a salvo?

—Si te preocupa Jan Di, entonces sí, regresó a salvo.

—¿Acaso dije que estuviera preocupado?...¡Yah, es el cumpleaños de tu amigo y no le has dado ni un regalo! Apúrate y entrégamelo.

Suspiré, y saqué la bolsa blanca que dejé al costado del sillón. Se la di y me fui a la cocina, necesitaba una dosis de pancakes, eso siempre me calmaba. Rápidamente ya tenía uno en mi plato, al verter la miel sobre él, a mi cabeza llegó nuevamente la imagen de Jan Di abrazándome. La había tenido cerca, muy cerca…tal vez la última vez que la sentí así fue en Nueva Caledonia, allí fue cuando…

—Oye, ¿te vas a servir toda la miel?

Regresé a mis sentidos al escuchar a Jun Pyo y observé que había vaciado toda la jarrita de miel en mi único pancake y Jun Pyo se estaba poniendo su abrigo.

—¿Te vas?—le pregunté.

—Sí, antes de que la vieja bruja envíe un escuadrón del ejército a buscarme es mejor que va a de una vez a casa…Gracias por el regalo.

—De nada.

Sin más, se fue, dejándome comiendo un muy dulce pancake.

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Jan Di's POV

Todo había parecido un sueño pero sabía que era la realidad. Al día siguiente en la escuela no se hablaba de otra cosa que no fuera el compromiso de Jun Pyo, obviamente las autoproclamadas reinas de la escuela intentaron molestarme hasta la saciedad y no podía negar que con cada comentario sentía un agudo dolor en el pecho.

Agradecí a los cielos el fin del día, no podía quedarme en la escuela un minuto más. Caminé lentamente hacia la salida por una ruta más larga de la normal para evitar toparme con cualquiera que pudiese molestarme, pero pronto sabría que no había sido suficiente.

—¡Hey…tú! ¡Oye…niña de la cartera!

Me detuve al escuchar esa descripción y de repente la voz me pareció conocida. Al voltear pude ver a Jae Kyung, mi salvadora de Macao.

—¡Ahhh! Si eres tú, la chica que conocí en Macao—dijo con una sonrisa triunfal.

Me tomó del rostro y se emocionó, diciendo que estaba muy feliz de verme, me preguntó mi nombre y luego declaró que sería su hermana menor. Había ido a buscar a Jun Pyo y a averiguar el trámite de inscripción a la universidad Shinwa. La verdad era que yo no me sentía nada cómoda y esperaba poder irme pronto, pero nuevamente, esa ruta había sido la peor…Por el lado de atrás vi aparecer a los F4.

—¡Ah, lo encontré! —dijo Jae Kyung y salió corriendo hacia Jun Pyo, este no la saludó de manera amable y ella simplemente le hizo una llave al cuello diciendo que esa no era la manera de hablarle a su prometida. Lo que le dijo luego de eso no lo llegué a escuchar bien, pero por más de que quería irme, mis ojos seguían clavados en esos dos. Woo bin fue el que se me acercó.

—A partir de hoy Jun Pyo estudiará con nosotros en la universidad Shinwa

Era obvio, no por nada Jae Kyung habría querido ir allí específicamente a estudiar. Le agradecí a Woo Bin e intenté irme de allí lo más rápido que pude, necesitaba distraerme, pensar en otra cosa, y en el trabajo eso era más sencillo.

—¿Segura de que estás bien?

Ga Eul me había preguntado esto toda la tarde, no importaba qué le dijera, ella seguía con lo mismo. Que si no me molestaba Jae Kyung, que si no estaba celosa de que ella estuviera todo el día con Jun Pyo y yo no.

—¿Eso que tiene que ver conmigo? Además es mi unnie…

—¿Tu unnie?

—Parece una buena persona…No, ella es una buena persona

—¿Quién? ¿Quién es buena persona?

Jae Kyung en persona estaba frente a Ga Eul y yo. Se presentó con ella y preguntó si trabajamos allí. Antes de que pudiéramos contestar nada declaró que a ella siempre le hubiese gustado trabajar en un lugar así, por supuesto, el jefe salió casi de inmediato a ofrecerle trabajo, pero ella dijo que por ese día, nos tomaría prestadas. Ni Ga Eul ni yo pudimos objetar y pronto nos vimos arrastradas a un salón de belleza en el que nos estaban haciendo la manicure. Luego, nos llevó a comer y comprobamos que Jae Kyung podía comer lo de tres personas.

—Desde niña he viajado a muchos países, nunca me quedé lo suficiente como para hacer amigos. Así que dime Jan Di, ¿qué clase de mujeres le gustan a Jun Pyo?

En ese momento estaba con la boca llena, pero ese no era el único motivo por el cual no podía contestar. ¿Qué se supone que dijera? Por suerte Jae Kyung no presionó y siguió comiendo y pidiendo más platos para comer. Al salir, pensábamos que eso sería todo, pero Jae Kyung nos volvió a sorprender y, esta vez, nos llevó a una tienda de ropa carísima, era obvio que cobraban hasta lo que una respiraba.

Estaba viendo bolsos con Ga Eul, cuando Jae Kyung llegó preguntando qué estilo de ropa le gustaría más a Jun Pyo, mi boca le ganó a mi cabeza contestando que, honestamente, a él no le importaba lo que trajeras puesto.

—Creo que este idiota me gusta cada vez más. Me gustan los hombres bruscos y directos. Cuéntame más de él, Jan Di donsaeng.

Y nuevamente, no pude quedarme callada

—Es altivo y orgulloso, se disgustaría si hubiera alguien más presumido que él. Cree que lo sabe todo…pero en realidad es muy inocente. Además, si le gusta algo, ignora la opinión de los demás e intenta conseguirlo a toda costa. Arrasa con todo a su paso. Cuando está enfadado da mucho miedo, pero cuando es bueno contigo, es cariñoso.

Fue allí que me di cuenta de lo que estaba diciendo y de las miradas de Ga Eul y Jae Kyung

—De todas formas, jaja, lo que quiero decir es que es un demonio infantil, inmaduro e irresponsable. Piensa en él así, jajaja…

Realmente esperaba que con eso nadie se hubiera dado cuenta de que había sino más franca de lo que hubiera querido.

—Jan Di, se nota que conoces muy bien a Jun Pyo y eso me ayudará. Te lo pediré oficialmente. ¡Se mi entrenadora de citas! Por favor ¿sí?

Solo esto me faltaba

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Ji Hoo's POV

Estaba leyendo una revista en la sala de juegos de los F4 mientras que Jun Pyo caminaba de arriba abajo como si esperara que algo fuera a suceder. Yi Jung y Woo Bin no paraban de molestarlo, sobre todo con el hecho de que habíamos escuchado que la Srta. Han le había mordido en la oreja, todos sabíamos que ese era el punto más sensible de Jun Pyo.

Pero algo que dijo Yi Jeong era cierto, ella no era como el resto de las hijas de los magnates que habíamos conocido, esta era una chica interesante, no habíamos conocido a nadie así desde Jan Di.

—¿Y se hacen llamar mis amigos?...Aish…—Jun Pyo se dirigió a la salida pateando mi pie en el proceso—¡Quítate!

Por supuesto, no me moví ni un centímetro y casi se cae de cara. Salió furioso de la sala.

—Pero, hablando en serio, tenemos que hacer algo, Jun Pyo está realmente atrapado—comentó Yi Jung.

—Una cosa es tener un matrimonio arreglado ¿Pero y si ella de verdad siente algo por él? —dijo Woo Bin.

—Recuerda que es la heredera de JK, si Jun Pyo no hace algo pronto, terminarán realmente casados.

Eso fue algo que resonó en mi cabeza, y ya me lo había dicho antes, me molestaba todo lo que Jun Pyo había hecho sufrir a Jan Di, pero no por eso dejaba de ser mi hermano y lo último que deseaba para él era un matrimonio a la fuerza.

—¿No se encargarán de eso? —Pregunté— ¿Qué ya no son el Don Juan y el Casanova de los famosos F4?

Sabía que algo como eso les daría directo en la vena del orgullo. Y al verlos intercambiar miradas y sonreír, comprobé que no me había equivocado.

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Jan Di's POV

Estaba camino a mi casa, aun recordando lo último de la noche. Jae Kyung nos había acompañado casi hasta la puerta de nuestras casas, pero la convencimos de lo contrario. Al despedirse, nos había entregado a Ga Eul y a mí una bolsa de la boutique en la que habíamos estado diciendo que a partir de ese momento ambas éramos sus mejores amigas. Mirando nuevamente el bolso que me había regalado tenía que concordar con Ga Eul: Jae Kyung tenía un carácter muy raro, pero era imposible odiarla.

Me apresuré más a casa puesto que el frío comenzaba a sentirse más. Al entrar, parecía que alguien se había muerto, mi mamá, papá y hermano estaban con una cara de decepción tal que no sabía si empezar a preocuparme. Obviamente, el motivo de su desesperación era el haberse enterado de que Jun Pyo estaba comprometido. De alguna manera sentí pena de ver que mi madre y la de Jun Pyo se parecían tanto, ambas querían casar a sus hijos con el mejor postor sin importarles las consecuencias. Al menos yo sí sabía que mi madre en el fondo me amaba.

Todo el barullo fue interrumpido por el timbre de la casa y toda mi familia quedó sorprendida al observar a nada más y nada menos que la prometida de Jun Pyo esperando en el recibidor. Mis padres la hicieron entrar rápidamente y la aceptaron casi al instante luego de ver los obsequios que había traído. Jae Kyung dijo que ella y yo éramos como hermanas y que por favor cuidaran bien de ella, mi madre le agradeció y la invitó a venir a nuestra casa cuando quisiera.

—Entonces…¿puedo quedarme a dormir aquí?

Lo siguiente que supe fue que estaba en mi habitación con Jae Kyung en mi cama y yo acostada en un futón.

—Esto es como una fiesta de pijamas. Siempre quise hacer algo así…tu habitación es acogedora.

—¿En serio? —tenía que admitir que al menos no había hecho comparaciones en voz alta. Estaba segura de que su habitación debería de ser 5 veces la mía.

—Es realmente un milagro—la escuché decire.

—¿Qué?

—Haberlos conocido a ti y Jun Pyo en Macao…es como si hubiera estado escrito en el destino

—¿Entonces, conociste a Jun Pyo en Macao? —yo había tenido razón.

—Creo…que me gustó desde el primer momento en que lo vi… ¡Cuando me mencionaban la palabra compromiso salía corriendo! Pero cuando vea la cara de Jun Pyo mi corazón empieza a arder…Jan Di ¿alguna vez sentiste eso? Quiero decir ¿Te gusta alguien? Algo como…tu primer amor.

Apenas escuché esas palabras salir de su boca la imagen de Ji Hoo vino a mi cabeza y me sonrojé. Jae Kyung lo notó de inmediato.

—¿Si hubo alguien? ¿Cómo es él?

Me tomé un par de segundos para responder, no podía evitar ver su rostro cuando cerraba los ojos una y otra vez en situaciones diferentes, usualmente, siempre era cuando yo estaba en problemas.

—Él es…una persona absorbente…—Dije intentando buscar una palabra que describiera a Ji Hoo.

— ¿Absorvente?

—Cuando miras a esa persona, todo lo demás se desmorona. Él es ese tipo de persona.—Tal vez mi elección de palabras no había sido precisa.

—Ah…ya entendí. Es una persona con la cual te sentías bien.

—Es una persona con la que me siento bien—dije intentando aclarar que aún seguía salvándome.

—Jun Pyo para mí es como el vino.

—¿Cómo el vino?

—El vino es fuerte y aromático, cuando lo bebes te hierve al sangre, esa sensación de aturdimiento… ¿Crees que haya alguien que le guste? Bueno, no importa, sólo debo pensar en hacer que se fije en mí…Me parece muy extraño, hace mucho no deseaba algo con todas mis fuerzas.

Sonreí ante su comentario, realmente Jae Kyung se veía como alguien que podría tener todo con tan sólo chasquear sus dedos, pero aquí estaba, dispuesta a luchar por algo que quería sin importar quién se pusiese en su camino. Conocía esa sensación, yo también lo había hecho, pero había perdido.

Me di la vuelta y cerré los ojos intentando dormir…Fue extraño, pero otra vez vi el rostro de mi sunbae, y más extraño aun, el hecho de verlo me tranquilizó y permitió que durmiera con plácidamente.

Al día siguiente…

Gracias al cielo Jae Kyung se fue temprano y yo pude ir sola a la escuela, el día se me pasó rápido y más tranquilo, si bien seguía habiendo rumores acerca del compromiso, ya no eran dirigidos directamente hacia mí, sin embargo no podía decir que no me afectaba…

Salí por el lado de siempre esta vez, en el que estaba la entrada de la piscina, me gustaban los pilares que había en ese lugar y también el estar al menos de esa forma cerca a una de las cosas que siempre amé. Casi a la mitad del camino, me pareció ver a… No, no podía ser, volteé esperando ver nada, pero tenía mala suerte: efectivamente, era Jun Pyo.

Lo observé unos segundos, no sabía si decir o no algo, ¿pero qué podría decirle?

Mi orgullo ganó la batalla y me di la vuelta sin dirigirle una sola palabra, obviamente me siguió.

—¿Qué? ¿Tienes algo que decir?—Dije bruscamente dándome la vuelta.

—¿Por qué no estás nadando? —Y claro, sus preguntas siempre tenían que hacer daño.

—Renuncié.

—¿Por qué una nadadora renuncia a nadar?

—No te importa. ¿Me seguiste para preguntarme eso?

—Odio que alguien me malentienda, quería aclarar este asunto.

—¿Qué asunto?

—El compromiso o lo que sea…no tiene nada que ver conmigo.

—Tampoco tiene nada que ver conmigo. Jun Pyo, te has vuelto más amistoso, le estás dando explicaciones a la mancha que quieres borrar

Se lo dije con toda la intención del mundo, no era justo que me hubiera desechado y ahora quisiera hacerse el bueno. Capté por la comisura de mi ojo a Jae Kyung bajando las escaleras de la escuela. Me vio y me saludó con la mano.

—Mira, allí está tu prometida.

—¿Qué hace otra vez ese mono aquí?

No tenía nada más que decir así que me fui, Jun Pyo volvió a seguirme, ¿y ahora qué? Miré a todos sitios y lo encontré. Por supuesto. De alguna manera siempre respondía voluntariamente o involuntariamente a la alarma: Ji Hoo estaba montando su motocicleta y corrí hacia él.

—¡Sunbae! ¿Puedes llevarme?

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Ji Hoo's POV

Sólo había una sola persona que me decía sunbae con ese tono de voz, al voltear vi a Jan Di, con un rostro preocupado pidiéndome que la llevara. Miré tras ella y vi que Jun Pyo y la Srta. Han venían siguiéndola. Dudé un segundo sobre si estaba bien involucrarme en esto, pero luego me di cuenta de que quería estar involucrado.

Le ofrecí mi casco, que más ya era el suyo en ese momento, accediendo silenciosamente a llevarla. Estaba a punto de ponérselo cuando la comitiva llegó.

—¡Viéndolos juntos es casi como si estuviese planeado! Jan Di y Jun Pyo son muy íntimos ¿verdad? —nadie dijo nada y su mirada cayó en mi—Oh…esta persona…

—Él es Ji Hoo sunbae—Jan Di dijo intentando presentarme.

—¿Por qué presentas tú a mi amigo?—Objetó Jun Pyo, claramente molesto de ver que Jan Di y yo estábamos a punto de irnos juntos—Oye mono, este es mi amigo Yoon Ji Hoo.

Me sonrió y en respuesta le di una leve reverencia, algo que aún no podía evitar era sentirme incómodo ante personas extrañas.

—¿Te gusta? Por lo menos tienes buenos gustos—Continuó Jun Pyo

—Ya entendí—dijo Jae Kyung

—¿Qué cosa?—preguntó Jun Pyo confundido.

—Es él ¿verdad? —Jae Kyung no se dirigía a Jun Pyo si no a Jan Di

—¿Eh?...¿Qué?—Ella parecía anonadada

—Jan Di, él es el chico que te gusta ¿cierto?

No pude evitar reaccionar ante ese comentario ¿De dónde ha sacado esta chica esa idea?

—¡Él es de quien hablabas ayer! No me puedo equivocar ¿verdad?

¿Ayer? ¿Jan Di le ha hablado de mí? No entendía nada, cuando volteé a mirala, vi que sus mejillas estaban rojas y movía mucho las manos, algo que hacía cuando estaba nerviosa.

—Ah…unnie, por favor…no digas nada…—hablaba en voz muy baja, y casi no entendía las excusas que estaba dando.

—¡Esto es genial!—exclamó Jae Kyung inconscientemente—Salgamos los cuatro juntos ¿Está bien?

—¡No!—Fue una respuesta unánime.

—¿Por qué no?—preguntó triste.

—Bueno…yo tengo cosas que hacer, así que tengo que irme. Unnie, diviértanse los dos juntos. Sunbae, vámonos por favor.

Se puso el caso y se colocó en la parte trasera de mi moto.

Nos comenzamos a alejar y me relajé en el trayecto. Esto era algo que realmente me gustaba hacer, montar con ella. Si bien no podía ver su rostro, sentía la cercanía de su cuerpo al mío. Jan Di era cálida, a veces incluso apoyaba su cabeza en mi espalda o en una curva estrecha se abrazaba a mi cintura. Estoy seguro de que lo hacía de manera inconsciente, pero no podía negar que esos pequeños gestos me encantaban. Esos eran momentos que compartía sólo con ella, nunca nadie ha subido a la parte trasera de mi moto, ni siquiera Seo Hyun; a ella no le gustaba eso. Ese espacio y ese casco pertenecían sólo a Jan Di, y el tiempo que me demoraba en llevarla a dónde ella necesite, me pertenecían sólo a mí.

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Jan Di's POV

¿Por qué Jae Kyung hizo ese comentario? ¡Y en frente de Ji Hoo! Quiero decir, sé que dije que él era mi primer amor, pero no dije que aún me gustara...No que no me guste, Ji Hoo sunbae me gusta. Me refiero a que es alguien muy importante para mí y…es…es un gusto de manera de amigos ¡exacto!

Mientras intentaba poner en regla mis sentimientos, pensaba en lo que Jae Kyung había dicho. Esperaba que Ji Hoo no estuviera molesto por ese comentario…Aunque no creía que así fuese. Después de todo no me había dicho nada, aunque bueno, ese era Ji Hoo, nunca presionaba.

Me encantaba montar en su motocicleta, con el viento pasando tan rápido en mis oídos que no podía escuchar nada y todos los malos pensamientos se iban con la brisa. Además, la espalda de mi sunbae era cálida y reconfortante. De alguna manera sentía que me aprovechaba de estos momentos que tenía con el, pero era algo que no podía evitar.

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Ji Hoo's POV

Esa vez, no la llevé al restaurante como siempre, me pidió llevarla a una clínica.

—¿Ahora trabajas aquí?—le pregunté.

—No es trabajo, es voluntariado. Sólo limpio…y hago algunos encargos. Cuando estoy aquí me siento muy relajada y me concentro en mis estudios.

—Misterioso

—¿Qué cosa?

—¿Cómo puedes esforzarte tanto en todo lo que haces? —Esa pregunta siempre me la hacía cuando pensaba en ella. Incluso me sentía avergonzado cuando veía a esta chica que no tenía nada pero que daba su mejor esfuerzo en cada cosa de su vida, como respuesta, recibí una sonrisa.

Éramos tan diferentes en ese aspecto, yo todo lo había recibido sólo pidiéndolo, nunca me había esforzado por nada, por eso le agradecí en Macao, por hacerme experimentar cosas que jamás hubiera imagino, por eso le compré esos zapatos, porque eso era algo que había deseado casi desde la primera vez que noté que la quería: Comprarle algo con el primer dinero que ganara con mis propias manos.

—No es tan difícil, sunbae.—Me regresó el casco y apretó mi brazo a manera de despedida—Ya tengo que irme, gracias por traerme, conduce con cuidado.

La vi dirigirse a la puerta y tuve una gran idea.

—Jan Di—volteó a verme—Yo también soy bueno limpiando.

Me miró extrañada, pero casi inmediatamente después me sonrió de nuevo.

—Entonces entra, mira que ya estoy tarde.

La seguí a la clínica, era pequeña y modesta, pero tenía lo necesario para la gente del lugar. Apenas entró, Jan Di fue gratamente recibida por todos los pacientes, incluso los niños la llamaban y pedían ser cargados o que jugara con ellos. Era increíble, sólo con aparecer todo se había vuelto más bullicioso, así como cuando ella entró a mi vida.

La expresión de Jan Di había cambiado, estaba feliz y se le notaba cómoda, tan y como ella había dicho. Seguí observando el lugar y vi al médico que se hacía cargo, acababa de terminar un examen a una paciente. De alguna forma me hacia recordar a mi abuelo, era canoso y algo anciano, así debía de estar él.

—Su presión está bien, regrese en dos semanas.

—Muchas gracias, doctor.

Ambos se levantaron y esta vez pude ver su rostro claramente.

No

No podía ser ¿cierto? Era imposible.

Me quedé petrificado en mi lugar sin saber qué hacer. Correr de pronto me pareció una excelente opción.

—¿Ji Hoo?

Me había visto, había dicho mi nombre…Esos ojos, esos lentes…

Esta persona era mi abuelo.

Salí corriendo inmediatamente.

—¡Ji Hoo!

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Jan Di's POV

Escuché al abuelo gritar el nombre de mi sunbae y salí a ver qué pasaba. No vi a Ji Hoo por ningún lado y el resto de pacientes se veía confundido. Cuando entré de nuevo con el abuelo al consultorio lo noté triste, tenía lágrimas en los ojos.

—Ji Hoo…Ji Hoo…—se lamentaba.

—Abuelo…¿qué te sucede? ¿Acaso…conoces a Ji Hoo sunbae?

—Él…ese chico es…ese muchacho es mi Ji Hoo, es mi nieto…

—¿¡Qué!?

Sabía la historia de la muerte de los padres de Ji Hoo pero nunca supe que tuviera un abuelo. Jamás se me había ocurrido preguntar.

—Abuelo… ¿qué pasó entre ustedes? Por qué están así, mira como te has puesto abuelo…

—¡Déjame sólo!—me pidió entre lágrimas—No quiero hablar de eso…déjame…

Me di cuenta de que no había manera de calmarlo y salí cerrando la puerta de su consultorio. Intenté llamar a Ji Hoo pero no contestaba al celular. Todo esto era rarísimo.

—¿Todo está bien Jan Di? —me preguntó una de las señoras que estaba esperando por el doctor.

—¿Eh? ¡Sí! Todo está perfecto, el doctor se siente un poco cansado así que yo terminaré de examinarles, ¿está bien?

Observé que ningún paciente era de emergencia y todo lo que requerían era una medida de la presión, temperatura o unas cuantas medicinas para la tos, todo esto ya sabía como tratarlo gracias al abuelo, lo mínimo que podía hacer ahora era intentar atender a todos lo más rápido posible para que él pudiese irse a casa tranquilo.

Al día siguiente…

No pude dejar de pensar en Ji Hoo sunbae y en el abuelo durante todo el día, le comenté a Ga Eul lo que había sucedido y se sorprendió mucho al entender que el anciano renegón que venía pidiendo comida que no se servía en nuestro restaurante era en realidad el presidente Yoon Seok Young. Lo que no entendíamos ni ella ni yo era el por qué nieto y abuelo no se habían hablado en tanto tiempo.

—No es que no quieran hablarse, es que no han podido hacerlo—nos interrumpió el jefe

—Jefe, ¿cómo es que conoces a ese señor? —le preguntó Ga Eul

—Jan Di, por favor, ayuda a esos dos.—Me pidió el jefe sin contestarle a Ga Eul.

Sabía que tenía razón, tenía que hacer algo para juntarlos, Ji Hoo sunbae había estado solo durante mucho tiempo, era necesario que se reuniera con su abuelo.

—Jefe, el día de hoy salgo temprano.

Me dirigí a la clínica sin saber el desastre que estaba dejando a mis espaldas.

Cuando llegué, no había gente, sólo estaba el abuelo en su oficina, parado mirando hacia una foto familiar.

—¡Hola abuelo! ¡Llegué temprano! ¿Quieres algo de tomar?

No me contestó, así que de igual forma fui a hacerle algo de té, ¿quién sabe si había comido algo estando en ese estado? Después de servirlo y dejarlo en su escritorio me di la vuelta para irme, pero escuché al abuelo…

—Yo fui el que los mató…Soy el que dejó huérfano a ese niño. Es todo culpa mía

—Abuelo…

Me quedé el resto de la tarde y parte de la noche. Me contó lo que había pasado y cómo se sentía respecto a haber dejado sólo a su único pariente, del arrepentimiento que albergó en su corazón todos esos años. Recién en ese momento noté que la foto que tenía detrás de su escritorio era la misma que tenía Ji Hoo en su casa, con él y sus padres, el abuelo y dos asistentes. ¿Cómo no lo había notado antes?

—Abuelo, todo se arreglará, lo verás, sólo es cuestión de que hablen…

Me dolía saber que Ji Hoo pensaba que su abuelo lo odiaba por haber "matado" a su único hijo, pero no era así…

Todavía seguía pensando en lo que me había dicho el abuelo sentada frente a mis deberes escolares, pensando en una manera de ayudarlos a él y a mi sunbae, cuando mi celular sonó. Era Ga Eul dándome la peor noticia que había escuchado: Tendría una cita con Yi Jung.

—¿Estás loca Ga Eul?

—Por supuesto que no, Yi Jung dice que me recogerá mañana así que debo ir a casa a preparar qué me pondré para mañana. ¡No voy a poder dormir! Adiós, Jan Di.

Esto no podía ser, era como poner a un corderito atado frente a un lobo feroz.

Marqué el único número que vino a mi cabeza en ese momento.

—Sunbae, por favor contesta…—Pero no recibí respuesta una vez más, y esto ya me estaba preocupando. No lo había visto en la escuela y ya era el segundo día sin comunicarse

¿Qué voy a hacer?

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Ji Hoo's POV

Al día siguiente del encuentro en la clínica, no fui a la escuela, de todas maneras, no lo necesitaba. La verdad era que todavía estaba en shock… ¿Cómo es que él estaba bien y vivo aquí, tan cerca, y nunca había intentado verme? La única explicación que encontraba era que seguía odiándome. Sí, yo había sido el asesino de su hijo, era obvio que me odiase. Me sentía mal, con un vacío en el pecho que no podía soportar. No estaba seguro de qué hacer hasta que recordé a mis padres…tenía que ir a verlos. Ya era de noche, pero no importaba, me alisté rápidamente y llamé al chofer, tenía que ir ya, en ese mismo instante.

En el carro de camino a la tumba de mis padres me di cuenta que no había llevado mi celular, pero al final, no importaba, los únicos con los que me comunicaba eran los F4 y ellos sabían que tenía días en los que me desaparecía. Simplemente quería poder ir al lugar en el que reposaba mi madre y mi padre, después de haber visto a…mi abuelo-aún me costaba decirlo-necesitaba pedirles perdón una vez más…

Preguntas confusas y oscuras memorias invadían mi cabeza...pero Jan Di estaba presente en mis pensamientos.

Llegamos demasiado tarde y ya no podría ir a verlos, decidí quedarme en la casa de campo que tenía en ese lugar, sin poder dormir, sólo se me ocurrió tocar el violín…toda la madrugada.

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Jan Di's POV

No estaba segura de cómo había llegado a este punto, pero ya estaba allí; había tenido que ir a pedir ayuda a Jun Pyo la noche anterior y, después de haber escuchado de la "Muerte en 5 Segundos" que me explicó Woo Bin, estaba más que empecinada en ir a rescatar a mi amiga de las garras de ese lobo.

Ahora me había tenido que aliar con quién menos quería pasar tiempo para poder seguir a mi amiga y asegurarme de que su pureza no se viera amenazada. Arrastré a Jun Pyo durante toda la cita, la llevaba a boutiques de ropa, a tiendas de perfume, ¡Incluso le había puesto labial!...esto era demasiado…

—Aish…¿Por qué Yi Jung hace esto?—dije al aire, sin esperar una respuesta.

—Ya te dije que a él le gusta otra clase de mujer. Ga Eul no es para nada su tipo. Tu amiga está a salvo—Jun Pyo me dijo mientras ambos estábamos sentados dentro de su auto.

—¡Si así fuera, no le hubiera pedido salir a mi amiga…idiota!—exploté.

—¿A quién le dices idiota?—Sus ojos brillaron con furia

—A ti, ¡energúmeno! ¡No entiendes nada! ¡No sabes nada!

—¿Ah sí? ¡Pues sé que te dejaré aquí botada y ahí veremos como te regresas puesto que este es mi auto!

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Ji Hoo's POV

En la mañana salí temprano al cementerio, fui solo y a pie, no quería que nadie me acompañara. Llevé margaritas blancas, las favoritas de mi madre. Al llegar a la cima, pude ver que la lápida estaban algo descuidadas, y que sus tumbas estaban secas…No recordaba cuándo había sido la última vez que había ido, era un hijo ingrato.

—El abuelo…probablemente me sigue odiando ¿verdad? Ninguna de las personas que he querido se ha quedado a mi lado. He tratado de vivir pensando que no necesito a nadie…pero me estoy volviendo egoísta… ¿Qué debo hacer?

¿Qué debo hacer, Jan Di?

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Jan Di's POV

—…y además, fuiste tú la que me trajo a este sitio ¡Te dije que dejarás las cosas como estaban!

Estaba a punto de responderle pero de pronto, sentí como si alguien me llamara. Como si alguien hubiese mencionado mi nombre, y esa persona me necesitase de inmediato.

—Oye… ¿qué tienes?—Me preguntó Jun Pyo

—No es nada…creo, es sólo que…sentí como si alguien me estuviera llamando y, no lo sé, es un presentimiento…

Jun Pyo me quedó mirando como si estuviera loca y le metí un golpe para que reaccionara, teníamos que continuar siguiendo a Ga Eul.

Deja de pensar tonterías. Me dije.

Luego de comer, ir a un centro de juegos de video y de entrar en una heladería, Yi Jung llevó a Ga Eul a una pista de patinaje sobre hielo. Por los binoculares podía ver que ambos estaban tomados de las manos mientras patinaban y luego, Yi Jung tomó su abrigo y lo puso sobre los hombros de Ga Eul.

—No puede ser… ¡es todo un Casanova!—Exclamé.

—Entonces ¿preferirías que tu amiga se muera de frío?—preguntó Jun Pyo

—Bueno...no—tuve que admitir.

—Tus labios se están poniendo azules...Morirás congelada por querer salvar a tu amiga. Ven acá—dijo mientras me jalaba hacia él.

—O-Oye ¿Qué estás haciendo? —Jun Pyo se había puesto detrás de mí y estaba intentado cubrirme con su saco.

—Quédate quieta

—¡Por supuesto que no! —de dónde había sacado la voluntad para alejarlo de mi, no estoy segura, pero sí sabía que no podía permitirme estar cerca de él como antes…Eso sólo me lastimaría más—Estaré bien, gracias.—le dije intentando suavizar mi acción previa.

Jun Pyo no dijo nada, sólo se quedó mirando a la pista. Yi Jung había levantado el brazo y, casi al instante, muchos fuegos artificiales bañaron el cielo.

—¿Por qué es que los F4 usan fuegos artificiales como serpentinas?—me pregunté.

—¿Qué dices? Es genial…me copió la idea. Dime algo…cuando yo lo hice para ti… ¿Te gustó?

Me quedó mirando fijamente y yo también; Nueva Caledonia tenía buenos y malos recuerdos para mí, pero definitivamente ese había sido uno bueno.

—Claro que me gustó, ¿a qué chica no le gustaría? —Lo vi sonreír así que elaboré mi respuesta, no queriendo darle la impresión equivocada—Pero eso fue hace mucho tiempo, ahora las cosas son diferentes…

La sonrisa se desvaneció de su rostro y antes de que pudiera decir algo para cambiar esa expresión, me di cuenta de que Yi Jung y Ga Eul se estaba yendo.

—Oye, oye, ¿a dónde se la está llevando? ¿Dónde está yendo?

—¿No es obvio?—preguntó Jun Pyo

—¿Qué cosa?

—¿Deberíamos subir?

—¿Subir a dónde?—Cuando dirigí mis ojos hacia donde Jun Pyo estaba mirando, pude ver un gigantesco hotel frente a nosotros.—¡No puede ser!

Jun Pyo consiguió una habitación junto a la que Yi Jung había reservado. Apenas entramos, me puse a intentar escuchar lo que decían contra una pared, pero me dijo que siendo un hotel 5 estrellas, jamás conseguiría oír nada, que lo mejor sería que fuera a hacer guardia y así lo hice, pero apenas salí a ver el pasillo observé a un botones con una mesita de dulces, velas y flores que se dirigía hacia el cuarto de Ga Eul, obligué a Jun Pyo a que lo detuviera y que lo llevara a nuestra habitación. Yi Jung estaba intentado seducir a Ga Eul y yo no podía dejarlo hacer eso.

Estaba tan concentrada en saber qué sucedía en la otra habitación que no había notado que el botones había dejado la mesa instalada con las velas prendidas y la comida arreglada. La romántica atmósfera me paralizó. Fue en ese segundo que caí en cuenta que estaba en una habitación de hotel, a solas, con Goo Jun Pyo.

—Felicidades—le dije

—Gracias.—contestó él, pero se le veía confundido, así que volví a hablar.

—Aunque sea tarde, feliz cumpleaños.

—Aunque sea tarde, gracias por el regalo.—me contestó.

—¿Cómo supiste de mi regalo?—le pregunté. Lo último que yo recordaba era haberlo dejado en el carro de Ji Hoo.

—Es la cosa más barata que haya recibido, pero lo acepto porque la intención es lo que cuenta.—dijo de manera magnánima.

Quise reírme, pero luego recordé otra cosa.

—Aunque sea tarde…felicidades, por tu…compromiso.—Las palabras eran vinagre en mi boca y él se veía tan incómodo como yo.

—Te dije que te olvidaras de eso.

—Unnie es una buena persona—le dije.

¿Unnie?

—A ella…de verdad, de verdad le gustas.

—Veo que aún no sabes meterte en tus propios asuntos. Está bien, no serías tú si no me hicieras enfadar. ¿Y entonces? Ahora que ocurrió ¿estarás feliz de que me case? ¿Eso te haría sentir mejor?

Su pregunta me tomó por sorpresa. Era obvio que no estaría feliz de que se casase con alguien más, pero Jae Kyung era de su mundo, sabía como eran esas cosas, ella también era una heredera de un gran grupo financiero. Yo, yo era sólo heredera de una lavandería. Además…ahora Jun Pyo estaba siendo amable y me había acompañado, ¿quién me aseguraba que al día siguiente no fuera a tratarme como lo hizo? ¿Acaso podía volver a confiar en él?

Ninguna respuesta vino a mi cabeza, así que que esquivé la pregunta—Ah… ¿qué estará haciendo Ga Eul? Saldré a ver…

La verdad era que estaba preocupada por Ga Eul. Me paré fuera de la habitación 2012 intentando escuchar algo, pero no oía nada…

¿Acaso estarían…?

—¡Tú!

Volteé a ver quién me había descubierto con la oreja pegada en un cuarto de hotel. Estaba segura de que me botarían. Pero realmente al observar quién era, hubiera preferido hasta al mismísimo diablo, menos a esa persona: La madre de Jun Pyo.

—H…Hola—mi voz sonó extraña.

—Eres una chica a la que no soporto, aunque lo intente. ¿Ahora estás mostrando tu verdadera personalidad? Es por eso que fui muy cuidadosa, ¡para que gente como tú y tu familia no se acercaran a mi hijo!—Comenzó a gritar.

—Me…Me parece una gran ofensa. Señora créame, esto es un malentendido.

—¡Ja! Señorita dígame, si una chica trae a un hombre a un hotel ¿qué clase de mujer es? ¿Tiene el atrevimiento de decirme que es un malentendido?

Jun Pyo escogió ese preciso momento para salir de la habitación—Oye, Jan Di, ¿qué pasó con…?—y se dio con la sorpresa de ver a su madre en el pasillo.

—¿Qué? ¿Ahora que Jun Pyo está comprometido tú te imaginas que puedes pasar una noche con él y seducirlo? ¡No eres más que una p…!

Vi como se acercó a mí con la mano en alto para abofetearme. Su secretario hizo un movimiento pero se detuvo, Jun Pyo se acercó a nosotras pero su madre llegó antes. Sentí arder mi mejilla izquierda después de ese golpe.

—¡Déjala ya! —Jun Pyo tomó el brazo de su madre—Por favor, no la toques

Su madre hizo caso omiso de su acción y petición y le propinó una bofetada también.

—Jun Pyo no debe estar aquí—tras esa orden todos los guardaespaldas que la seguían tomaron a Jun Pyo y se lo llevaron.

¿Yo? Yo seguía de pie como una estúpida, no había podido defenderme, no había podido hablar…Me dejé resbalar contra una de las paredes del pasillo e intenté calmar la tristeza y la cólera que sentía por dentro

¿Qué he hecho mal?

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Ji Hoo's POV

Había estado casi todo el día sentado en la tumba de mis padres, cuando comenzó a oscurecer, decidí que era hora de volver a casa. Pero cuando lo hice, no sentí ganas de quedarme allí, a ese lugar al cual el abuelo no había regresado. Me cambié de ropa, tomé mi celular y monté mi motocicleta, al menos eso me calmaría.

Llevaba apenas una hora así cuando sentí mi celular vibrar. Era un mensaje de Jun Pyo pidiéndome que llame a Jan Di. Eso sólo podía significar problemas. Cuando cerré el mensaje pude notar las llamadas perdidas de Jan Di que había tenido la noche anterior y eso me alarmó aún más…

La llamé de inmediato

Hola sunbae—Su voz sonaba lánguida

—¿Dónde estás?

En casa

—Vi tus llamadas perdidas. No ha pasado nada malo ¿verdad?

No, no ha pasado nada

—Entonces descansa.

Sí, lo haré. Gracias, adiós.

Era obvio que algo había pasado ¿Cómo fui tan tonto como para no fijarme si había tenido algún mensaje en el celular apenas llegué a casa? Jan Di había llamado tres veces y yo había estado lejos, había necesitado de mí y yo no había estado cerca. Sentía como la moto se quejaba mientras aceleraba cada vez más. Jan Di había dicho que estaba en casa, pero algo me dijo que no era así, cambiando de dirección en una calle, fui a la clínica y al llegar suspire por ver que estaba en lo correcto, las luces estaban encendidas aun cuando ya debería haber estado cerrada.

Me estacioné y entré intentando no hacer ruido. Deslicé la puerta que era la entrada al consultorio y la vi, estaba trapeando el suelo. Sin decir nada entré y me paré frente a ella.

—Sunbae…—murmuró.

—Este lugar se ha convertido en la casa de Geum Jan Di.—Comenté, tratando de hacerla sonreír.

—No…no podía estudiar. Pensé que podría tomar un poco de aire y estudiar un poco…

Su voz demostraba que estaba dolida, y estaba manteniendo sus ojos pegados al suelo en vez de mirarme.

Sin querer seguir la conversación, intentó seguir trapeando, pero le impedí hacerlo bloqueando su camino. Una vez, dos veces, tres veces…No pude soportarlo más, tome su mano, deteniendo su movimiento con el trapeador. Jan Di finalmente me miró y por fin pude verlo, sus ojos inundados, su roja mejilla…

Dejé caer el trapeador y la atraje a mí, sosteniéndola en mis brazos. Jan Di enterró su rostro en mi pecho y empezó a llorar, grandes sollozos que mostratan todo el dolor que había estado ocultando. Se apretó a mí mientras lloraba.

Soy un idiota. ¿Cómo pude permitir que esto pasara? ¿Cómo pude dejar que estuviera lastimada?

—Sunbae…sunbae ¿qué hice mal?

—Nada, Jan Di no hizo nada malo. Tranquila, ya estoy aquí…estás segura conmigo—murmuré, abrazándola con más fuerza puesto que no se me ocurría que más hacer.

—Yo…yo intenté hablar contigo, porque sabía que tú me ayudarías sunbae, pero…pero no te encontré…—decía entre sollozos.

—Lo sé, perdóname…—Tomé su rostro entre mis manos y acaricié su mejilla, la miré directamente a los ojos mientras le limpiaba las lágrimas—Nunca más volverá a pasar algo como esto, siempre estaré allí para ti Jan Di, sólo tienes que llamarme y estaré a tu lado lo más pronto posible. Perdóname…

Finalmente terminamos sentados en el suelo, Jan Di acunada en mis brazos y yo intentando mantenerla segura a mi manera. Juré que jamás la haría pasar algo así y que, de ahora en adelante, realmente lucharía con todas mis fuerzas por ella.

Lo siento Jun Pyo, pero yo también la amo.

—¿Estás mejor?—le pregunté después de que pasara un tiempo y sus lamentos hubiesen disminuido hasta ser pequeños gemidos.

—Sí…lo siento, por todo…esto. No es obligatorio que cada vez que te llame estés allí.

—Pero lo estaré, siempre que quieras. Y siempre que me lo permitas.

Me quedó mirando y le sonreí.

—¿No me preguntarás qué pasó?

—No. Pero cuando quieras decirme, escucharé.

Ahora ella sonrió, aunque débilmente y tomó un profundo respiro. —Quiero contártelo ahora, sunbae

Mientras que Jan Di me contaba el angustioso relato de lo ocurrido, sentí ira nacer dentro de mí. La madre de Jun Pyo, nunca me había gustado esa mujer, pero ahora, realmente estaba empezando a odiarla.

—¿Te duele?—le pregunté tocando su rostro nuevamente.

—Nah…estaré bien para mañana.

—Bien entonces, es hora de que vayas a casa. Tu otra casa, la que tiene una cama.—le bromeé.

—Sí, sólo acomodaré rápido lo que falta.—Revisó rápidamente la clínica, arreglando las revistas, colocando los medicamentos del día siguiente y guardando el trapeador.

—Te espero afuera.—le dije.

Cuando terminó, Jan Di cerró la clínica, luego se acercó a mi para recoger el casco. Le ayudé a asegurarlo bajo su mentón, luego aseguré la moto mientras que ella pasaba una pierna sobre ella y se colocaba sobre el asiento. Sus brazos se abrazaron a mi cintura por completo mientras acomodaba su posición. Eso era raro; usualmente ella solía agarrarse de los lados de mi chaqueta, con cuidado de no invadir mi espacio personal. Sin embargo, no era como si fuera a quejarme. Para nada iba a quejarme.

—¡Sostente fuerte!—fue lo último que le dije.

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Jan Di's POV

Ji Hoo era como un ángel, llegando en el preciso momento en el que más lo necesitaba. Todo mi dolor se lo llevaron su chaqueta y camisa con mi llanto y por más que quise disculparme y pagar la cuenta de la tintorería, él se rehusó firmemente.

Al salir de la clínica, la visión me azotó casi como cuando lo vi por primera vez. Ahí estaba él, montado en su moto blanca, con el brazo extendido ofreciéndome el casco del mismo color. Me subí y en vez de sostenerme de su chaqueta, pasé mis brazos a su alrededor, silenciosamente disfrutando el sentimiento de cercanía y conexión que siempre tenía cuando estaba con él.

Gracias, mi bombero honorable, Yoon Ji Hoo.


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