Buenas y Saludos a Todos, Aquí Mariel de co-autora junto con Nael Tenoh, Decidimos una vez conversando crear una historia donde estuviesen juntas nuestras protagonistas favoritas. Sin más aquí les dejo ésta historia que espero que disfruten. Prometo que actualizaré más seguido ya que no depende solo de mi xD

Advierto que en éste fic habrá de todo. Para que se vayan preparando. xD


Capitulo 1

Para una adolescente es bastante complicado vivir con sus padres, es aún peor el estar bajo la tutela de tu hermana mayor que, además de eso es una joven promesa empresarial reconocida a nivel nacional que abruma tu existencia con su fama. Éste es el caso de Miku, quien cansada de cambiarse cada cuatro meses de colegio debido a los viajes incesantes de sus padres, decidió estacionarse en Tokio. Aceptando así las estrictas reglas de vivir con su hermana. Pero salvo esos detalles su vida era tranquila, la relación entre ambas era muy buena. La mas grande disfrutaba de enseñarle cosas y compartirlas con ella, mientras que la pequeña la admiraba y le gustaba aprender de los consejos que le proporcionaba. Ésa noche sería especial para ambas. Debido a que Miku asistiría por primera vez a una presentación de auspiciados por la empresa acompañando a su hermana mayor como representantes de la familia Kaioh Motors.

La pequeña de coletas se encontraba escuchando música en el sillón al tiempo que ojeaba una revista, mientras su tutora ultimaba los detalles de la ceremonia que se llevaría a cabo esa misma noche.

Ella movía sus pies de un lado a otro, cuando el teléfono celular que tenía apoyado en el pecho vibró haciéndola saltar del susto. Vio el aparato. Era un mensaje de su amiga Rin.

- "¡baja en seguida! Estoy aquí afuera." - La pequeña de coletas observó a su hermana ocupada aún al teléfono y camino hacia ella para hacerle señas de que saldría un momento. Al bajar, encuentra a la rubia apoyada en el umbral del edificio un poco aburrida según la expresión de su rostro.

- Hola Rin, ¿Qué estas haciendo aquí? -

- Nada en realidad, es que mi hermana desapareció nuevamente por alguna extraña razón y no tengo a quien ir a molestar por que las chicas también se perdieron.

- Está bien, aunque es extraño que nunca veas a tu hermana , te conozco hace 3 años y aunque está cerca tuyo jamás la he visto. - La rubia se encogió de hombros indiferente. - ¿Quieres pasar? - pregunta amablemente

- No, muchas gracias, tengo la extraña sensación de que no le gusto mucho a tu Michiru-san.

- No, no es así. - La rubia nuevamente hace un gesto de indiferencia -

- ¡Que bonitos! - exclamó al ver el par de perlas que Miku traía de aretes.

- Ah, me los regaló Michiru, hacen juego con el vestido que usaré esta noche. - La rubia extendió su mano para tomar el arete y observarlo mejor. En ese momento se sintió un flash desde la vereda de en frente. -

- ¡Hey! - se quejó Rin - ¿Que creen que están haciendo? - gritó enfurecida mientras los paparazzi se alejaban en motocicleta. Se queó observando como huian con el puño levantado por la molestia. Luego suspiró resignada y volvió hacia donde estaba la peliverde - ¿No te cansas de estas cosas?

- La verdad que sí. Me estreso un poco de repente.

- ¿Por que no vienes a vivir con nosotras? - pregunto viendo la cara de frustración de su amiga - digo, allá estarías más tranquila, además es el último año que podremos estar juntas y que tendrás dentro de todo una vida normal. Ya el año siguiente cuando comiences tus estudios superiores deberás adentrarte en los negocios familiares y se acabará tu vida.

- Bueno, no lo sé. - respondió dubitativa -

- Piénsalo, nosotras necesitamos alguien mas para compartir los gastos. Y quien mejor que una multimillonaria. Quiero decir. Que nuestra mejor amiga.

- Lo pensaré, ahora me retiro, debo ir a alistarme antes de que salga Michiru.

- De acuerdo, pero ¡ piénsalo! Dile que estamos cerca, y que puede ir cuando quiera. Aunque no es cierto – rió la rubia alejándose del lugar. La peliturquesa asintió con una sonrisa y corrió hacia adentro.


Entrada la tarde, Miku estaba en su cuarto preparándose para el evento. Michiru le había comprado un vestido blanco, totalmente angelical, tenía el cuello circular abierto en el sector de los hombros. La parte superior era más bien ajustada, pero holgada en la zona inferior dándole un pequeño vuelo al vestido largo hasta por encima de las rodillas. En los pies unos delicados zapatos blancos de charol.

- ¿Cómo estás hermanita? - pregunta ingresando al cuarto. Miku sonríe y acaricia la falda de su vestido. Michiru se lleva las manos a la boca y la abraza para besarle la cabeza. - Te ves tan pero tan hermosa. Mamá y papá estarán orgullosos de ver la belleza que tienen como hija.

- Nunca seré tan hermosa como tú. - Se sonroja la pequeña -

- ¿Que dices? - Ella se aleja un poco y frunce el ceño. - Miku, eres idéntica a mi. Si no te consideras una belleza descomunal, eso quiere decir que yo tampoco lo soy. - Michiru le sonríe guiñándole un ojo y ella le devuelve la misma sonrisa. - Bien, solo falta arreglar tu cabello y estaremos listas.

- ¿No lo puedo llevar como todos los días? - suplicó. Michiru se quedó observándola unos momentos. Salió del cuarto y regreso al instante.- Bien - dijo colocándole unos apliques en la parte superior de sus coletas. - así te sentirás más cómoda.


Mientras tanto...

La puerta del departamento es golpeada una y otra vez. En su interior, la rubia se encuentra acostada sobre la cama aún con la ropa de calle.

- ¡Abre la puerta o la tiraré abajo! - amenazaba la chica de cabellos rosados del otro lado. - ¡Haruka Tenoh! por lo menos contesta tu teléfono y dame una señal de vida.

La rubia hace uso de toda su fuerza de voluntad para salir de la cama. Se arrastra por encima del colchón y haciendo caer las sabanas al suelo queda inmóvil sin poder levantarse.

- ¡Tienes dos minutos o partiré la puerta en dos! - amenazaba la chica del otro lado - ¡Me las pagarás por hacerme esperar tanto!

La rubia continuó con su labor y apoyó sus manos en el suelo, luego hizo uso de sus piernas y con la ayuda de la mesa de noche logró ponerse de pie. En este momento el mundo de la rubia parecía girar a 400 km por hora.

- ¡voy! - intentó decir pensando que no volvería a tomar alcohol nunca más. Caminó con lentitud lo que parecieron ser unos doscientos metros hasta llegar a la puerta. Apoyó una de las manos en la pared y con la otra abrió lentamente la puerta. Lo que pudo ver, fue a su prima enfadada con las manos en la cintura. - mmm - emitió para luego escuchar la risa incontrolable de la pelirosa.

- oye - le dice empujándola un poco hacia atrás - ¿Estás loca? en dos horas tienes una de las presentaciones más importantes de tu carrera y tú... TU mira como estas le dice llevándola a la pieza para que entrara a bañarse.

- ¿Por qué siempre te violentas conmigo Luka? - pregunta la rubia intentando sacarse la camisa.

- Por que siempre te comportas como si no hubiera mañana Ruka - se quejó la pelirosa abriéndole el agua de la ducha.

- No te preocupes, dame... - hace una pausa y se queda de pie pensando - veintisiete minutos, solo eso. Y estaré perfecta. - la rubia tomó una toalla y camino tambaleante hacia la ducha.

La pelirosa negó con la cabeza y se sentó en la cama de la habitación a esperarla. Momentos más tarde La rubia sale secándose el cabello cubierta en la bata blanca.

- ¿Qué te dije? - fanfarroneo la rubia. - Estoy más fresca que una lechuga - La rubia observó la vestimenta de su prima y se quedó viéndola unos momentos. - Da gracias que no me gusta el incesto, sino prima, créeme que intentaría tú sabes... ¿Vas a acompañarme o a buscar marido? - la pelirosa rió -

- Sabes que mi interés por conseguir marido es tan grande como el tuyo - La chica de cabellos largos y rosados traía puesta una camisa blanca ceñida al cuerpo, una falda larga con un tajo que dejaba ver sus perfectamente torneadas piernas.

- Perfecto - festejó la rubia guiñándole un ojo. - ahora te advierto Luka, cuando bajemos del auto lo más probable es que los fotógrafos y mil bichos estén revoloteando a nuestro alrededor, seguramente te acosen, vendrán chicas llorando y gritando mi nombre desesperadas por un segundo de mi atención. - la chica de brillantes ojos azules comenzó a reir.

- Que exagerada ¿Quien te crees que eres? - rio sin poder controlarse -

- Ya verás, si no sucede lo que acabo de decirte, te invito un helado y si sucede, me debes una cerveza -

- Mejor que sea una cerveza - retrucó sin dejar de sonreír - Oye, ¿te informo algo? - preguntó mientras la rubia se terminaba de colocar la camisa. - Me quedaré a vivir aquí contigo.

- ¿Qué? - Haruka sonríe y se vuelve a verla - ¿En serio? Genial.

- Es que Tokio es el mejor lugar para poder desarrollarme bien en lo mío.

- Lo sé. ¡Y era hora que te decidieras! Ya estaba cansada de invitarte. Bien. Estoy lista. - Luka observó a su prima que traía un pantalón de tela negro, zapatos del mismo color y una chaqueta semiformal de color blanca.

- Estas guapísimo - dijo ella guiñándole un ojo. La rubia sonrió. Se dio media vuelta, tomó las llaves de su deportivo amarillo e hizo un gesto a Luka para que saliera del lugar.


En el salón de eventos...

La prensa y los curiosos esperaban a la entrada del lugar.

- ¿Estás tranquila? - preguntó tomándole la mano a Miku, ella asintió - Sólo tienes que ser como eres, no es nada especial. Si tienes alguna duda o necesitas algo, estaré contigo, ¿De acuerdo? - Nuevamente la pequeña asintió y apretó con fuerza la mano de su hermana.

El Mercedes Benz azul estaciona en la entrada principal. Todos estaban esperando la llegada de las herederas mas famosas de la industria automotriz. Michiru descendió del vehículo con la ayuda de uno de los asistentes. Traía un vestido celeste claro largo con unos delicados detalles de brillantes en el cuello. Traía el cabello recogido para poder lucir su tersa espalda al descubierto. En la mano una pequeña cartera de mano. Si no supieran a qué se dedicaba podría pasar sin dificultades por una estrella de cine. A su lado. Una acostumbrada Miku sonreía a los flashes y saludaba a quienes la señalaban. Caminando ambas hacia la entrada las hermanas Kaioh representaban las dos caras de la belleza femenina.

Momentos más tarde, el deportivo amarillo se detiene en la entrada. Los fotógrafos comienzan a disparar al ver a la acompañante de la corredora. Ambas bajan el auto. Haruka toma del brazo a Luka y aclara ante las dudas. "es mi prima". La pelirosa a medida que avanza le cuesta creer la cantidad de muchachas que gritan el nombre de la rubia, al borde de un ataque de histeria.

- Me debes una cerveza - le susurró al ingresar al gran salón.

Ambas se acomodaron en una de las mesas privilegiadas, junto con el representante de la rubia y su esposa.

- ¡Tenoh! - exclamó el hombre regordete al verla. Ella acomodó a Luka en su silla y saludó con un amable gesto a la esposa de él . - Que alegría verte, sabes querida, No habrá ningún piloto que pueda superarla. Ella es mi mina de oro - Bromeó a su esposa. La mujer le sonrió - Oye, ahora dará un discurso tu patrocinadora. conoces a las Kaioh ¿cierto?

- A decir verdad, sólo de nombre, siempre las mencionas pero no las conozco. -

- Pues la pequeña es aún una niña, tiene solo 17 años. Pero la mayor es una de las solteras más codiciadas del país.

- Es cierto, yo la he visto en las revistas, es realmente hermosa - acotó Luka - es extraño que no la hayas visto.

- Bueno, sabes que no salgo del taller y las pistas... - se excusó la rubia. "y de los clubes nocturnos" pensó su prima ahorrándose el comentario

- De cualquier modo ya la conocerás. - dijo buscándola entre los presentes - Mira, allí está. - Le señaló a la joven de vestido celeste que conversaba a un costado del palco. Estaba mirando hacia el lado opuesto a su mesa, por lo que dejaba ver su perfecta y sensual espalda.

- wow - se le escapó sin querer. Luka la codeo suavemente para que cerrara la boca. -

- exactamente, todos aquí pensamos lo mismo - comentó el caballero que acto seguido recibió un pisotón de su mujer por debajo de la mesa. - Querida, quiero decir que todos pensamos que es guapa.

- Guapa le queda chico - comentó a su prima sin quitarle los ojos de encima. Cuando el hombre que estaba emitiendo un discurso en el palco concluyo, todos comenzaron a aplaudir. La chica de cabellos aguamarina se da vuelta lentamente sin dejar de sonreír. Saluda con un leve gesto de la cabeza al hombre que está por presentarla.

- Sin más preámbulos - concluye el hombre de cabellos oscuros y gafas - Dejo con ustedes a la representante de Kaioh International Incorporated. - La chica sonrió amablemente y el hombre le tendió la mano para acompañarla a subir la escalera. La joven corredora la observaba boquiabierta. No sabía por que pero el magnetismo que emanaba esa mujer le hacia inevitable quitarle los ojos de encima. Pero no fue hasta que ella sintió su voz dando las buenas noches que quedó absolutamente prendada. La joven dio un discurso al que para ser sincera no prestó mucha atención. No fue hasta que llegó a la parte de patrocinios y colaboraciones que termino volviendo en si. Luego de un par de equipos que llevarían la marca, nombró a la nueva adquisición de la empresa y anunció quien sería su piloto. La rubia no entendía por qué cuando pronuncio su nombre y la llamó a ponerse de pie su corazón comenzó a latir con fuerza. Ella hizo una reverencia leve con su cabeza y sonriendo nuevamente tomó asiento.

- Realmente no creí que fueras tan popular prima - susurró Luka un tanto asombrada. Haruka sonrió con un aire de superioridad y se encogió de hombros.

Momentos más tarde, el agente de Haruka le pide que la acompañe para presentarle personalmente a las Señoritas Kaioh. La rubia asiente y acompaña al regordete hombre hacia el sector donde se encuentran los altos ejecutivos de la corporación.

- Disculpe, Señorita Michiru - dice el irrumpiendo a la mesa - Quisiera presentarle a su nuevo piloto. Ella miro de reojo a la persona que estaba de pie a sus espaldas. Por mientras la rubia contemplaba de cerca la blanca y tersa piel de la joven. La peliverde sonrió discretamente y se puso de pie.

- mucho gusto joven Tenoh - saludo Michiru elegantemente, extendió su mano, Haruka la tomo suavemente, cual petalo de rosa, y le brindo un cortes beso

- al contrario, el gusto es mio - Haruka hablaba caballerosamente dando luces de su natural coquetería – pero por favor digame Haruka.

- de acuerdo, entonces espero que me diga Michiru – respondió con una pequeña sonrisa que dejo embobada a la corredora, pero un carraspeo de garganta la regreso a la realidad…

- señorita Kaioh con su permiso me retiro, porque mi señora me espera - interrumpió el señor que acompañaba a la rubia - espero que tenga una hermosa velada.

- gracias igualmente - respondió con una cortes sonrisa.

- nos vemos Haruka - se despidió y caminó en dirección a su mesa - y pórtate bien con ella. - susurró al alejarse

- ¿Eh? - Haruka se sonrojo por el comentario y Michiru solo dio una pequeña risita por lo bajo.

- onee-san - se escuchó a la joven que se encontraba a su lado.

- disculpa - dijo Michiru apenada hizo una seña a la joven y ésta se puso de pie. - Haruka le presento a mi hermanita Miku.

- Mucho gusto Haruka - saludo alegremente Miku.

- mucho gusto pequeña princesa - respondió el saludo acompañando de una amistosa sonrisa. Para Haruka la belleza de ambas era impresionante, las dos eran unos ángeles que se habían arrancado del cielo. Miku una jovencita hermosa, inocente y que denotaba alegría Y por otro lado Michiru, la bella diosa aguamarina, una mujer que entre mas miraba mas se encantaba, tenía un magnetismo especial que no podía evitar, la voz suave, sus ojos eran dos zafiros deslumbrantes. No podía entender como existía tanta hermosura reunida en una sola persona, mas aun estaba soltera y peor aun ella recién se enteraba de su existencia "tendré que dejar de encerrarme tanto, mira de lo que me estoy perdiendo" se reprochó.

- Toma asiento,por favor acompáñanos - invito cordialmente Michiru señalando la silla que estaba a su lado. La rubia accedió y se sentó pudiendo así percibir el embriagador perfume de la joven. Se quedó unos momentos en pausa pero la delicada voz de Kaioh la sacó de sus cavilaciones - y dime ¿como es que llegaste a ser corredor?

- De hecho soy piloto porque no se puede hacer carreras en los F-16 - bromeó, sacando una sonrisa a las jóvenes Kaioh - la velocidad me encanta, rebasar a todos tus contrincantes, mirar hacia adelante y lo único que ves es la pista, escuchas a la gente coreando tu nombre, sientes el viento en tu rostro desordenando tu cabello, ésa sensación de plena libertad... es lo mejor de la vida.

- Vaya, nunca me habían dado una razón así - se sorprendió Michiru.

- Se nota que amas correr - exclamó la extrovertida Miku ya mas relajada ante la presencia de la rubia.

- Claro preciosa, es una sensación indescriptible, pero al hacerlo en moto te sientes el viento - la niña escuchaba fascinada sus palabras mientras su hermana mayor observaba detenidamente cada facción y movimiento de la corredora, algo llamaba enormemente su atención no sabia bien que era pero lo averiguaría. La rubia sentía la mirada fija sobre ella y esto la ponía algo nerviosa. Intentó disimular esa extraña incomodidad. La conversación con Miku le estaba ayudando bastante a evitar el posible sonrojo.

- Oye pequeña esto ya parece interrogatorio - rió ante tantas preguntas. La pequeña se sonrojó pero le devolvió la sonrisa de todos modos.

- A todo esto Haruka - intervino Michiru con un dejo de picardía en su voz - espero que tu reputación sea como dicen.

- "¿me esta hablando enserio o me esta coqueteando?" - pensó confundida la corredora al escuchar el tono de voz - tan real como que tienen los ojos más hermosos que he visto - respondió entrando en su juego "¿habrá notado la indirecta?" Pensó.

- Gracias por el halago – respondió la joven de cabellos aguamarina haciéndose la desentendida – entonces espero que nos traigas muchos triunfos. - continuó.

- Claro que lo haré y será un placer llevar las copas personalmente a su oficina – coqueteaba mas directamente a lo que Miku se quiso desentender y se levanto de la mesa.

- permiso iré a dar una vuelta – Miku hizo una pequeña reverencia con la cabeza y luego camino hasta la salida posterior del gran salón.

- ¿le habrá molestado algo? – pregunto Haruka viendo como se retiraba del salón.

- No, ella es asi - la tranquilizó - es bastante inquieta y ya llevaba tiempo sentada – explicaba Michiru – Dime, ¿llevas mucho con tu representante?

- Alrededor de tres años, desde que me descubrió en las carreras clandestinas y me trajo a las pistas legales por así decirlo - rió

- ¿Tres años? – pregunto bastante extrañada.

- si ¿porque? –

- porque para la fama que tienes llevas muy poco en el circuito profesional – explico – no me imaginaba tampoco que eras de las que corrían en clandestinas.

- si, es que era un hobby – comentó recordando con la mirada perdida, Michiru escuchaba atentamente cada palabra sin perderse el más mínimo detalle – por decirlo de alguna forma el llego a ordenar esa parte de mi vida.- Rió un poco al recordar lo desordenada que era antes de integrarse a las pistas profesionales. Su día normal consistía en despertar con resaca, reponerse, revisar su auto, en la noche correr, ganar el dinero de las apuestas e irse de juerga. Aunque aún hacia mucho de eso, al menos ya era toda una profesional, tenia su buena reputación y aunque seguía con su vida nocturna muy activa la evitaba en las fechas de competencia.

- ya veo – expreso Michiru – de todas formas me parece excelente que ahora seas parte de nuestro team. - dijo sonriendo con coquetería


En la parte central del lugar del evento se encontraba el auto que manejaría próximamente Haruka, era un bólido impresionante de colores negro, verde olivo y aguamarina, repleto de todos los auspiciantes pero en el centro del capó estaba el logo de las empresas Kaioh. Miku estaba de lo mas emocionada mirando el vehículo a pesar de que su familia llevaba años auspiciando este tipo de deportes jamás se había interesado en ninguno pero esa noche se animo a conocer de cerca la nueva adquisición familiar.

- wow - exclamó - si es impresionante – decía para si misma la pequeña aguamarina mientras recorría el vehículo con la mirada, se acerco a éste y caminó por todo el contorno posando su mano sobre el. Hasta que llego a la puerta del piloto miró hacia ambos lados con temor a que alguien estuviese observando lo que estaba por hacer, se tomó el vestido e ingresó por la ventana para sentarse tras el volante – ¿será verdad lo que dice Haruka?. Se preguntaba mientras intentaba imaginar como seria estar ahí mismo en una carrera con el motor a máxima potencia, la adrenalina al máximo, el volante vibrando y el viento desordenando sus cabellos.

- En mi vida había visto algo tan hermoso – dijo una voz que hizo saltar del susto a la menor Kaioh

- ¡AH¡ - lanzó un grito que la sobresaltó haciéndose golpear la cabeza con el techo del móvil.

- disculpa no pensé que te asustarías así – la pelirosa se acerco rápido al ver que la jovencita se había golpeado, le puso la mano sobre la cabeza y comenzó a verificar si se había hecho daño, esta cercanía puso muy nerviosa a la aguamarina que permaneció inmóvil y completamente sonrojada. - menos mal y no te has hecho daño.- respiró aliviada ya separándose de ella.

- s-si n-no fue nada – tartamudeó.

- Hola soy Luka Megurine, disculpa el abrupto – se presentó con una de sus mejores sonrisas y con algo de pena por lo sucedido. La pequeña se sonrojó aún más.

- Hola, s-soy Miku Kaoih - dijo devolviendole la sonrisa - y descuida estaba en la luna – respondió aún nerviosa desviando la mirada.

- me lo imagine, ya llevabas un rato ahí sentada – comentó sin poder evitar mirar la belleza de esa chica. "Al parecer las Kaioh vienen con un imán para nuestra familia" bromeo para si misma recordando lo babosa que había quedado Haruka al ver a Michiru y ahora ella estaba por las mismas con Miku.

- ¿m-me estabas espiando, eres un paparazzi? – preguntó inocentemente con cierta molestia.

- para nada, no soy un paparazzi – respondió Luka con algo de gracia apoyándose en el auto sin dejar de observarla de reojo – solo vine a ver el monstruo de auto que manejara mi prima.

- ¿tu prima? – pregunto algo extrañada.

- si, Haruka Tenoh es mi prima – respondió Luka con sinceridad – y estoy feliz por la oportunidad que tiene de correr para ustedes. Miku no podía dejar de mirar a la pelirosa, había algo en ella que llamaba enormemente su atención. Era hermosa, pero mas que eso le llamaba la atención la facilidad con que habían entablado una conversación, no es que ella fuera tímida ni nada parecido pero tampoco era de las que hablaba con extraños así como así Además algo en ella le decía que no había de que preocuparse.

- ¿o acaso me equivoco? – pregunto Luka de una cierta forma maliciosa ya que noto que la joven de cabello aguamarina estaba ida mirándola, ésta al percatarse de la pregunta volvió a sentir que los colores le subían al rostro.

- ¿eh? bueno… eh... - Titubeó sin saber que decir, no había prestado atención a lo que le hablaba y ahora se delataba con su actitud. Luka rió suavemente por lo bajo cubriéndose la boca con la mano para no hacerla sentir peor.

- tranquila entiendo – la calmó – debe ser la primera vez que estas tras el volante de un auto así, ¿verdad?

- si – aunque no entendió bien que sucedió agradeció el gesto de la joven de cabellos rosados – nunca había tenido interés en los autos, pero luego de lo que Haruka me comentó si me dio curiosidad.

- me lo imagino – respondió – cuando Ruka habla de los autos o motos es inevitable querer subirse a uno y acelerar a fondo. - Mientras escuchaba lo que la pelirrosa le contaba Miku aprovecho para salir del movil. Cuando estaba por saliendo su pie se trabó en el cinturón y provocó que la pequeña se cayera. Luka alcanzó a reaccionar rápido y la tomó evitando que cayera. La peliverde quedó sujetada de su cuello y mientras ella la tomaba fuertemente de la cintura. Ambas se quedaron observándose sin poder evitar un enorme sonrojo en cada uno de sus rostros.

- ¿estas bien? – pregunto ya terminando de ayudarla para que saliera y ponerse de pie. Pero ninguna soltó el abrazo de la otra.

- Si… gracias – respondió mas que avergonzada, que al darse cuenta que aun no la soltaba volvió a sentir su rostro ardiendo y se soltó inmediatamente, Luka hizo lo mismo pero sin mucha gana – a veces soy algo descuidada, disculpa. - Miku mantenía la cabeza agachada y jugaba con sus pulgares, se sentía muy apenada y no sabia que hacer.

- No, tranquila enserio son cosas que pasan – la tranquilizó, realmente la encontraba muy tierna y linda – lo importante es que no te paso nada. A todo esto, ¿te puedo preguntar algo mas personal?

- Si puedo responderlo, claro – Miku miraba a Luka ya con un color mas natural en sus mejillas.

- ¿tienes algún hobbie, además de huir de los paparazzi? – bromeó. Miku rio.

- Pues a decir verdad me gusta cantar –Respondió con completa sinceridad la peli turquesa.

- ¿Te parece bien si un dia de estos, claro si es que tienes tiempo, juntarnos e ir a un karaoke? – propuso

- pero si no nos conocemos – argumento Miku

- por lo mismo, me gustaría conocerte mas – respondió sin rodeos, cosa que hizo regresar el rojo a las mejillas de la pequeña.

- pues claro, si seria divertido – respondió sonriendo – además siendo la prima de Haruka no creo que le moleste a mi onee-san. Termino de responder ya mas convencida y alegre, en eso siente que su celular vibra.

- ¿alo? – contesto el celular – dime onee-san

- Miku ¿Dónde estas? -

- Estoy aquí en el auto -

- Lo imaginé - suspiró - Por favor ven que es hora de retirarnos.

- De acuerdo, voy para allá - Corto el celular y lo volvió a guardar en su delicada carterita.

- te tienes que ir, ¿cierto? – pregunto desanimada Luka.

- si, Michiru me dice que ya nos tenemos que ir, anota mi numero pero rápido sino mi onee-san se preocupa – la apuró. Luka saco su móvil y anoto el numero. Terminado eso la peliturquesa se despidió y se alejó caminando a paso acelerado. Luka se quedo observando a esa extraña pero hermosa chica, cuando siente su celular.

- ¿ya nos vamos Haruka? – pregunto al momento de contestar y comenzó a caminar, con una sonrisa, hacia el estacionamiento del lugar para no tener que pasar por la multitud de gente que había en el interior.


Tadaa hasta aquí llegó el primer capítulo. Espero que les haya gustado y si no, que nos dejen sus comentarios.

Muchas gracias por dedicar unos minutos a leer nuestra historia.

Nos leemos prontito en mis otros fics n_n


N/A: para los que no saben en esta clase de autos las puertas no se abren asi que hay que bajarse por la ventana que no tiene vidrio solo una malla desmontable.