Disclaimer: Los personajes de Hetalia no pertenecen, este fanfic si :3


Sonrisas sinceras

China se agachó para mirar al niño, que estaba llorando. No pudo evitar sentir compasión por él. Tan pequeño.

¿Cómo te llamas?

Rusia —murmuró él, agachando la cabeza.

No. ¿Cómo te llamas tú como persona?

El niño levantó la cabeza, mirando fijamente a China, y se permitió una pequeña sonrisa.

Soy Iván.

China también sonrió, contagiado por Iván.

Yo soy Yao. ¿Por qué estabas llorando?

Porque hace frío… Y estoy solo.

¿No tienes familia?

El pequeño vaciló ante la pregunta.

Tengo dos hermanas… Pero no las veo mucho aunque intente protegerlas todo lo que pueda.

Yao no pudo evitar suspirar y abrazar al niño.

Cuida de ellas. No te separes de tus hermanas. La familia es lo más importante que tienes en este mundo vacío y cruel.

El niño levantó la cabeza de nuevo y sonrió abiertamente.

Tienes razón. Yo… Debería estar con ellas ahora mismo, cuidándolas, y no aquí llorando.

Dicho esto, se levantó y corrió, alejándose de China, que soltó una pequeña carcajada ante la inocencia de aquel niño.

XxXxX

Yao se apoyó sobre un árbol. No se permitía muchos descansos y menos tan largos como aquel que estaba tomando. Había estado muchos años trabajando sin cesar para sacar a su país adelante. Pero hacía unas semanas, había decidido descansar y simplemente había echado a andar por su país. Ni siquiera sabía dónde estaba, pero tampoco le importaba. Era tranquilizante, por una vez, no estar cargado de trabajo.

De repente, oyó un ruido entre los árboles. Alerta, se puso en posición de defensa. Pronto, pudo distinguir un hombre alto, con el pelo rubio muy claro, prácticamente blanco, ojos violeta, un largo abrigo y una bufanda beige alrededor del cuello. Le sonaba de algo, pero no podía acertar de que.

—¿Quién eres-aru?

El hombre pareció sorprendido de verlo. Al parecer no se había percatado de su presencia. Primero le miró confundido y a continuación sonrió abiertamente.

—Hola Yao~

—¿Cómo sabes mi nombre-aru?

China empezó a alarmarse. ¿Quién era aquel hombre? No le daba buenas vibraciones. Respiró hondo y continuó en la posición de defensa. El ojivioleta tenía una sonrisa inocente en la cara que a Yao le seguía pareciendo muy familiar.

Se acercó a él, estando a tan poco distancia que China comenzó a sentirse incómodo.

—¿No te acuerdas de mí? Eso me pone triste —dijo el otro, poniendo una cara un poco de decepción y tristeza.

—Tal vez, si me dijeras tu nombre-aru.

—Soy Rusia. Aunque puedes llamarme Iván.

Yao abrió los ojos. Iván. Iván… ¡Rusia! Era él. La última vez que le había visto era un niño pequeño, sólo, que estaba llorando. ¿Cómo había crecido tanto? Ahora era mucho más alto que él, y ciertamente, intimidante. Aunque seguía conservando la sonrisa que le había visto aquel día.

—Iván-aru… Cuanto tiempo.

—Sí. Sigues igual, Yao.

—Tú has crecido mucho —protestó el chino, cruzándose de brazos, relajándose, sin saber que eso era lo último que debería haber hecho.

Iván dibujó una sonrisa depredadora en su rostro, y se acercó a Yao, acorralándolo contra un árbol, e impidiéndole moverse, susurrándole al oído.

—Ahora que he crecido… Se uno con Rusia, da?


Cualquier comentario, crítica (constructiva a ser posible XD), petición del algo, etc... Review ^.^

Muchas gracias :3