Los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer, lo único que me adjudico es la trama que es de mi completa autoría.


_-La Chica de la Bufanda Roja-_

-Epilogo-

8 años después

Mire a Isabella interactuar con mi familia. Sonreí al verla tan alegre platicando con mi madre, era una escena que siempre me había gustado ver, Renee se unió a la conversación y algo habrá dicho mi suegra por que las 3 comenzaron a reír.

− Viendo la escena. – escuche la voz de mi padre. Le sonreí cuando lo sentí acercarse a mí.

−Sí, es un escena que me encanta. – mire de nuevo a mi esposa.

−Y pensar que casi pierdes todo eso. – dije al recordar lo que había sucedido hace ya varios años.

Cuando nos instalamos en la universidad, todo fue miel sobre hojuelas, Bella y yo pasábamos todo el tiempo juntos. No había día en que no nos viéramos para salir aunque sea a dar un pasea al parque. Éramos felices.

Pero todo cambio en el primer año de universidad. Nuestras salidas se hicieron poco frecuentes a casi convertirse en nulas, si ella no estaba ocupada con sus deberes era yo el que no podía salir con ella porque tenía que estudiar o una tarea que hacer. Nos fuimos separando poco a poco, hubo ocasiones en que pasaban semanas en las cuales no nos veíamos, eso provocaba peleas entre nosotros, los nervios de Bella estaban otra vez alterados causando los tics de manera más frecuente, yo me encontraba muy ciego por la frustración de lo que se había convertido nuestra relación. Por aquello tomaba muy en serio sus ofensas, que hubo ocasiones en la cual yo le respondía de la misma manera o la ofendía muy feo, su mirada comenzó a ser más triste de lo que era antes, pero era tanto mi coraje que ignoraba todas esas señales.

Hasta que el día llego.

Esto no funciona−me dijo. – Creo que lo mejor será que nos separemos, lo único que hacemos es ofendernos y eso no es bueno.

¿Estas segura que es lo que quieres? –dije muy enojado, ella tomaba la salida fácil. − ¿O es que hay alguien que te está aconsejando?

Sabía que si había alguien, un tal Josh que era compañero de clases de Bella, lo había visto en pocas ocasiones pero en esas veces había notado la forma en como miraba a mi novia.

La verdad es que sí.

Lo sabía, ese Josh te daba miradas muy convincentes, sabía que no era solo un amigo.

Él ha sido un amigo Edward, ha estado ahí cuando tú nunca podías atenderme por que estabas ocupado.

¡Pero lo estaba! –dije exaltado. –Y no por eso ando con otras chicas.

¿Estás seguro? –pregunto confundiéndome. − ¿Quién es Michelle?

Me quede de piedra, ella no era más que una amiga pero estaba seguro que ella si quería algo más conmigo.

Es solo una amiga.

No te voy echar nada en cara, solo con eso te demuestro que lo nuestro no está funcionando, solo nos hacemos daño cada día que pasamos. –dijo pero no me miraba.

Si eso es lo que quieres.

No le dije nada más, solo me di la vuelta y la deje ahí parada.

Pasamos 3 años separados. Los cuales yo salí con varias chicas, pero a pesar de que me la pasaba muy bien con ellas y eran muy dulces conmigo no pasaban de la tercera cita, hasta que llego una chica llamada Lucy, con ella fue diferente, comencé a sentir algo por ella nunca supe si era amor pero era algo maravilloso. Estuvimos juntos cerca de 2 años, fueron unos años muy buenos para mí, hasta llegue a pensar que lo de Bella solo había sido amor adolecente (de ella no supe mucho, solo que había comenzado a salir con ese tal Josh, pero como íbamos a diferentes carreras solo fueron dos veces cuando la vi con su novio) y que Lucy era la mujer de mi vida.

Pero al tercer año algo paso que hizo que mis sentimientos enterrados salieron a flote.

Esta cordialmente invitado a la unión de Isabella Marie Swan y Joshua Gump.

Algo dentro de mí se removió cuando en mi mente vinieron las imágenes de Bella en brazos de otro hombre, ella no podía hacer eso… ella era mía. Esas habían sido mis palabras cuando lo supe, aún estaba enamorado de Bella, ella es y seria siempre el amor de mi vida. Había tomado la invitación observándola totalmente.

La boda seria en una semana. Tenía una semana para hablar con ella.

Al día siguiente la busque como un loco, eran pocas las ocasiones en las que iba para esa área.

Entonces la encontré.

Ella estaba platicando alegremente con una chica castaña, que para ser sinceros no la note, la observe mucho tiempo en el cual creo que ella sintió mi mirada y volteo su cabeza para verme. Ella seguía siendo la misma chica que conocí hace tantos años, tenía la misma dulzura en su mirada sola que sus rasgos eran más maduros, se veía igual o más hermosa de lo que la recordaba.

Se había acercado hacia mí tan rápido que no me di cuenta que estaba frente a mí.

Edward…

Hola Bella. –fue lo único que se me ocurrió.

¿Edward? – me miro extrañada. − ¿Qué haces aquí? Es raro verte por estos lados.

¿Es verdad? – fui directo al grano. Ella miro sin entender. − ¿Te vas a casar?

Ella me miro sorprendida, lo cual confirmo mis sospechas, ella se iba a casar con ese sujeto.

No puedes hacerlo.

Edward…

No Bella, no puedes hacer eso, yo… yo sé qué hace mucho tiempo te deje ir, fui un verdadero estúpido, no supe balancear vi vida personal con la escolar y yo…

Edward…

No la deje continuar, si lo hacía probablemente me confirmaría lo de su boda y yo no quería eso, era horrible.

Yo quiero pedirte perdón por mi estupidez y quisiera que tú y yo…

¡Edward! – me detuvo con un grito. − ¿De qué demonios hablas?

Tu, te vas a casar con Josh

No sé qué habré dicho o como lo dije, pero en cuanto termine esas palabras comenzó a reírse, no sé si de mí o conmigo pero eso me molesto un poco. Me quede observando cómo se reía a carcajada de mí hasta que al parecer se quedó sin aire.

¿Terminaste?

Fueron mis últimas palabras, antes de que ella se enderezara para responderme.

− ¡Papi! – escuche que gritaban, baje mi mirada para responderle a mis dos angelitos de ojos cafés.

− ¿Qué pasa, pequeñas?

−Tony no deja de moleta a Rensme. – me dijo mi pequeña Lizzy, siempre defendiendo a su hermana. Mi papá sonrió antes de dejarme solo con mis pequeñas.

Si, tenía 3 pequeños remolinos en mi vida, mis pequeño Anthony, Elizabeth y Renesmee. Mis trillizos de casi 4 años de edad, a pesar de que siempre eran unos buenos niños mi pequeño hijo siempre molestaba a su hermana por el extraño nombre que mi adorada esposa había bautizado a mi hija menor, menor por 1 minuto, y de eso se aprovechaba mucho Tony porque era el mayor, si también por un minuto y digamos que Lizzy era la que nació al segundo treinta de su hermano. Una tontería para muchos pero para mi hijo era algo importante.

− ¿Y tu madre? – pregunte alzando la mirada buscándola.

−Ta reñando a Tony. – dijo Nessie. – El molesta mí.

−Sí papi, Tony malo con Nessie poque se llama así. – dijo con un puchero.

Tome la mano de mis hijas y las lleve con su madre quien regañaba a Anthony por lo sucedido. Ella no me oyó llegar pero mi hijo si me vio, y puso una cara de asustado muy grande le sonreí.

−Y prométeme que nunca volverás a burlarte de tu hermana. – se levantó y fue cuando se dio cuenta de mi mirada, me sonrió señalando a mi niño. – Promételo y pídele una disculpa a Renesmee.

−Lo pometo mami, lo siento Nessie. – mi pequeña se soltó de mi mano y fue a su hermano y lo abrazo.

−Te pedono, Tony.

Lizzy se unió al abrazo y después los tres se fueron corriendo a seguir jugando como si nada hubiera pasado.

−Y esos son tus hijos. –le dije a mi esposa rodeándola con mi brazo.

− ¿Mis hijos? – Bella me miro con la ceja alzada. – Nuestros hijos, ese carácter que se carga tu hijo no es cosa mía. Yo soy más dulce, así como Nessie y Lizzy.

−Claro, claro como tu digas. – la estreche más contra mí. – No puedo creer que casi te pierdo.

−Nunca lo hiciste.

−De hecho, estaba pensando en ese día, cuando te fui a buscar a tu área.

Ella comenzó a reír.

− ¡Si, como olvidarlo!

− ¡No te burles! – le di un apretón que la hizo callar. – De verdad pensé que te ibas a casar.

− ¿De casualidad le preguntaste a alguien de tu familia o a mis padres si era verdad?

Claro, como si yo hubiese hablado mucho con los Swan después de nuestra separación. Me daba mucha pena hablarles y mucho menos verlos, así que la misma temporada en la que yo estuve separado de Bella también perdí el contacto con su familia, lo único que supe es que Bella y Charlie tenían una relación normal, ni de cerca de ser padre e hija, pero se llevaban bien. Y con Renee iban muy bien, Jasper y Alice también estaban de novios y hasta planes de boda cosa que me molesto un poco porque mi hermana no me había dicho nada y a parte en esas épocas tendría unos 19 años, era de esperarse que no hubiera boda. Aunque se casaron en el momento en que Alice cumplió los 21, esa chica me sorprendía.

−No, no lo hice. – hice un puchero. – Es que la invitación se veía muy real. Por cierto, ¿Quién mando la invitación?

− Josh.

− ¿Qué? – pensé en muchas personas menos en él.

−Él sabía lo mucho que te seguía amando, y como sufrí al verte con las demás chicas.

Eso me hizo sentir mal, no es como si me hubiera visto mucho.

−Y para que te lo sepas, nunca fui su novia ni nada parecido.

− ¿En serio?

− ¡Si!

−Pero… pero…

−Solo fingíamos, pero tú eras demasiado ciego y no veías nada más que tu nariz.

−Lo siento, tarde mucho en verlo.

−Fue por eso que comencé a reírme como loca cuando me dijiste todas esas cosas, no podía creer que el plan de aquel idiota hubiese funcionado.

−Pues funciono. Me hizo abrir los ojos y recuperarte. – me agache para besarla. – Te amo, mi chica de la bufanda roja.

−Te amo, mi chico rudo.

Sabía que en el pasado habíamos tenido muchos errores, pero yo creía que todo eso pasó para valorarnos más como pareja y nuestra relación, y ahora que lo veo con mejores ojos, estaba agradecido de que hubiera pasado porque ahora nuestro amor es más fuerte y quiero creer que nada ni nadie nos podría separar ahora y junto a nuestros hijos trataríamos de tener una buena vida.

Y con respecto a los tics de Bella, bueno, ya los ha superado.

Fin


¡Oh por dios! No puedo creer que eh puesto esa palabra en otro fic. Bueno gente, ya es el final, me dio mucha dicha y felicidad escribir esta historia, lo que empezó como un chiste de South Park y Gigolo por accidente termino siendo una linda historia de amor.

Solo me queda decir que agradezco a cada una de esas personas que me leyeron, me pusieron en sus favoritos y también las que me dejaron su comentario, aunque a veces por falta de tiempo no podía contestar, los leía y me sacaban una sonrisa con cada teoría o locura que me escribían.

Solo me queda decir GRACIAS *Aplausos*

Nos seguimos leyendo con Un Zombie Vegetariano.

Espero contar con su último comentario.

Besos

Paulina R