Muchas gracias a todos por seguirme hasta el final, estoy muy feliz de haber llegado tan lejos y alcanzar mas de doscientos review, yupi! Les agradezco a cada uno de ustedes qe ha leído mi historia y mas a cierta chica especial que me a apoyado desde hace tiempo… muchas gracias de verdad… disfruten el ultimo capitulo de "Kung fu school"

Capitulo 10: Un perdón, un comienzo y un final.

Tigresa sacudía de un lado a otro el cuerpo inmóvil de Po, le gritaba una y otra vez pero él no mostraba ninguna señal de movimiento. Las lágrimas fluían con libertad por las mejillas de Tigresa, la cual se encontraba desesperada. Sus amigos, que miraban la escena con horror, lloraban a mares a la par. Po, su amigo, yacía aun en el suelo en los brazos de Tigresa sin mostrar ninguna seña de vida. Tigresa se aferraba con fuerza al cuerpo del albino, gritaba con fuerzas y recargaba su cabeza con la suya.

-¡Resiste!- le gritaba con desesperación- todo estará bien, no te dejare Po, descuida aquí estoy- repetía una y otra vez mientras balanceaba su cuerpo junto con el de él.

De pronto sintió una pulsación muy dolorosa en la cabeza. Todo empezó a nublarse hasta que todo parecía un montón de manchas y al final solo vio oscuridad y cayo inconsciente. El daño que había recibido estaba cobrando factura y eso fue lo que provocó que Tigresa cayera inconsciente.

-Po…- susurro antes de desmayarse totalmente dejando caer una lágrima por su mejilla.

Tigresa estaba rodeada por la oscuridad… de nuevo… sentía que estaba recostada sobre algo suave y todo a su alrededor daba vueltas y vueltas. Escuchaba unas voces pero no miraba a nadie, sentía que se movía con algo de brusquedad y se levantaba del suelo para después volver a él.

Tigresa empezó a abrir los ojos lentamente, al principio veía todo borroso pero su visión se empezó a aclarar, estaba en una habitación, más preciso en un cuarto de hospital, se sentó sobre la cama y sintió todo el cuerpo adolorido, tenia un montón de vendas y parches en el cuerpo. La puerta de la habitación se abrió y de ella salio Shifu, que también tenia unas vendas en la cabeza, se acercó lentamente a Tigresa, ella lo miraba algo extrañada.

-Hola…- dijo un poco… ¿Temeroso?

-Hola…- dijo sin mucho sentimiento.

Hubo un momento de silencio en que ninguno decía nada, ni tampoco se volteaban a ver. Eso ya era normal para ellos, pero había una tensión especial en el ambiente.

-¿Cómo estas?- pregunto Shifu.

-Bien- dijo mirándolo de reojo.

Otra vez hubo silencio. Shifu quería hablar con ella pero las palabras simplemente no salían después de todo no era algo fácil…

FLASHBACK.

Shifu estaba siendo atendido por un doctor en una sala. Sus heridas no eran graves, sólo presento fuertes golpes y contusiones internas debido a la pelea que tuvo con Tai Lung. En su mirada se reflejaba la preocupación y la impotencia. El doctor termino de curarlo.

-Listo- dijo el doctor colocando la ultima venda- si necesita algo sólo avísele a la enfermera- dijo para después encaminarse a la puerta.

-Espere- le detuvo Shifu, el doctor lo voltea a ver- ¿Sabe dónde están los jóvenes que trajeron?- pregunto preocupado.

-Están en la sala de recuperación.

-Y… ¿Están bien?- dijo un poco asustado por la posible respuesta.

-Cinco de ellos están bien, sólo recibieron bastantes golpes- Shifu abrió sus ojos, por un momento pensó que la persona grave podría ser Tigresa- el otro tuvo que ir a la sala de emergencias debido a una herida con navaja- Shifu al escuchar "otro" supo que Tigresa estaba bien pero… ¿Quién era el otro?

-¿Sabe quién era el "otro"?- el medico arqueo una ceja.

-No lo sé, lo único que se es que tiene el cabello blanco y que debe de ser muy importante- después de decir eso se retira de la habitación.

-¿Importante?… qué habrá querido decir con eso- dejo de pensar y decidió salir del cuarto, no le agradaba para nada estar encerrado.

Caminaba por los pasillos del hospital sin ningún rumbo. Su mente era un caos total, tenía demasiadas emociones atrapadas y le dolía demasiado la cabeza. Giro por un pasillo y se sorprendió ver a cierta mujer de cabellos rojos algo opacos sentada en una de las sillas y, a juzgar por su rostro, podía deducir que estaba muy cansada, traía puesta una bata de medico.

-Larga noche ¿No?- dijo Shifu sorprendiéndola, ella gira rápidamente su cabeza un poco asustada, se notaba que la había sorprendido pero luego sonrío levemente.

-Gran fiesta ¿Verdad? - dijo con un tono bromista, Shifu agacha la cabeza con tristeza.

-Lo siento…

-No fue tu culpa- dijo ella tratando de consolarlo.

-No, Escorpión… si yo hubiera hecho algo en el pasado nada de esto estuviera pasando- dijo deprimido.

-El ayer es historia, el mañana es un misterio y el hoy un obsequio…- dijo ella mientras le tomaba uno de sus hombros con la mano.

-Por eso se llama presente…- termino la oración un poco menos desanimado.

-Así es- decía dándole una sonrisa, Shifu sonrío levemente- ah, por cierto…- sin decir nada más le dio una cachetada que resonó en todo el pasillo.

-¡Auch!- grito con dolor por el golpe- ¡¿Por qué hiciste eso?!- pregunto adolorido mientras se sobaba la mejilla.

-Desquite y por el horrible susto que me diste-lo dijo como si fuera natural.

-Ves que me molieron a golpes y todavía me golpeas- decía un poco molesto- espera… ¿Desquite? – Preguntó dudoso- desquite por qué.

Ella no respondió, se levanto y se dirigió a un cuarto y lo abrió.

-Alguien quiere hablar contigo- dijo seriamente.

Shifu se preguntaba quién quería hablar con él y, a paso lento, se dirigió al cuarto. Al entrar, Escorpión, cerró las puertas dejando al pequeño director dentro, él no entendía nada. Miro alrededor de la habitación, era muy bonita pero un ruido llamo su atención, giro su cabeza lentamente y se encontró con un joven de cabellos blancos y ojos color jade. Shifu tardo en reconocer a ese joven pero, como una bala, recordó quien era.

-Hola- dijo algo cansado y bastante pálido, se veía muy mal.

-Hola- devolvió el saludo.

Po le hizo una seña para que se acercara, Shifu se sitúo justo al lado de él.

-¿Cómo estás?- preguntó le preguntó al albino.

-Pues he estado mejor jejeje- bromeó él. Shifu bajo la cabeza, se sentía mal por ese joven que nada malo había hecho y ahora él pagaba su error.

-Gracias y lo lamento…- dijo dolido y con voz crispada.

-¿Qué me agradece y qué lamenta?- pregunto curioso. Shifu lo mira a los ojos un poco confundido.

-Pues… lamento que hayas parado en el hospital y te agradezco que hayas salvado a Tigresa…

-Eso no se agradece- dijo sorprendiendo al pequeño director- ella es mi amiga y lo haría de nuevo y usted no fue quien me apuñalo con una navaja así que no veo porque se lamenta- dijo para después brindarle una calida sonrisa que por una extraña razón había llenado de paz el interior Shifu- ¿Cómo está?- pregunto de improvisto, Shifu se quedo callado pero reacciono y le respondió.

-Estoy bien gracias.

-Me alegro pero… yo me refería a Tigresa- Shifu abrió sus ojos y después los entre cierra y vuelve a bajar la cabeza.

-Está bien…- dijo pesadamente. Po lo miro por unos segundos y le pregunta.

-¿Qué tiene?

-¿Qué? Ah… nada- dijo Shifu tratando de evadir el tema. De pronto sintió una mano sobre su hombro, miro al dueño de ese brazo que tenia una mirada seria.

-Dígame- Shifu sintió una extraña confianza hacia aquel joven y, un poco dudoso, le dijo todo lo que había pasado entre él y Tigresa desde principio a fin. Po ponía atención a cada palabra que Shifu decía y lo miraba fijamente.

-Y eso fue todo lo que pasó…- dijo terminando de relatar todos los acontecimientos que tuvieran que ver con Tigresa. Hubo un leve silencio entre ambos hasta que Po levanto una mano y le dio un zape en la cabeza, Shifu se frotaba la parte afectada por el golpe un poco adolorido- ¿Por qué lo hiciste?- pero el ya tenia una ligera sospecha de lo que diría.

-No le pegue por lo que le hizo a Tigresa- esto tomó desprevenido a Shifu, no se esperaba esa respuesta- lo hice por todo lo que "no" a hecho- Shifu estaba confundido.

-¿A qué te refieres?- pregunto dudoso.

-Usted debió de haber hablado con ella, de a verla apoyado y darle algo de cariño, pero lo que en verdad me molesta es que aun después de lo que pasó cuando recuperó sus recuerdos es que no se haya pedido perdón- Shifu abrió los ojos desconcertado.

-No es tan fácil Po…- dijo deprimido.

-Claro que si- afirmo él.

-Que no…

-Que si.

-Que no- decía un poco impacientado.

-Que si.

-Que no- a este punto ya se estaba molestando.

-Que si.

-Que no- su voz tomo más volumen.

-Que…- pero fue interrumpido por Shifu.

-¡Te estoy diciendo que no!- le grito molesto, Po lo miro a los ojos por unos segundos, Shifu recupera la calma y se dio cuenta de que no debía de a verle gritado- perdón…

-¿Fue tan difícil?- Shifu abrió los ojos muy sorprendido al darse cuenta de lo que había dicho- si en verdad estas arrepentido de tus acciones entonces discúlpate, aunque ella no lo acepta al menos podrás decir que lo intentaste en vez de seguir huyendo…

Shifu estaba tan impactado como sorprendido. Ese chico que no tiene ni la mitad de su edad le estaba dando conejos y para acabar eran muy buenos. Shifu lo miro pero se preocupo al ver que se encontraba bastante agitado. Po sudaba bastante, respiraba con dificultad y empezaba a cerrar los ojos.

-¡Enfermera!- grito Shifu- ¡Rápido que alguien venga!- gritaba desesperado.

De la puerta entro todo un equipo medico y entre ellos se encontraba Escorpión. Las enfermeras empezaron a revisar al paciente mientras que Escorpión indicaba cada movimiento de los médicos. Shifu se encontraba parado viendo como el grupo de médicos atendía rápidamente a Po. Una de las enfermeras sacó a Shifu de la habitación. Estuvo un rato mirando la puerta, escuchaba como las personas iban y venían de un lado a otro, ¡Incluso juro a ver escuchado un sonido zumbante! (el Piiiiiiiiiiiii que hacen las maquinas que toman el pulso). Después de otro rato de mirar aquella puerta se alejó de ahí en búsqueda de Tigresa.

Pasó por varias puertas más y al fin encontró la que estaba buscando. Con la mano temblorosa tocó el picaporte de la puerta, la giro lentamente y abrió la puerta con una lentitud desesperante. Sus ojos rápidamente se posaron sobre Tigresa, que yacía dormida en la cama, tenia unas vendas en la cabeza y unos parches en sus mejillas. Esa imagen le dolió bastante pero se alegro al ver que no sufría. Shifu, justo en cuanto estaba por pasar vio como Tigresa despertaba y se sentaba en su cama, ahí el se metió…

FIN DEL FLASHBACK.

-Tigresa…- ella lo voltea a ver.

-¿Qué ocurre?- dijo fríamente. Shifu respiro hondo y lo dejo ir.

-Perdóname…- Tigresa abrió sus ojos como estos se lo permitían- perdóname Tigresa- a este punto Shifu había soltado varias lagrimas, Tigresa se encontraba sorprendida- perdóname por todo el daño que te hice…- soltó aun mas lagrimas que antes- lamento todo el daño que te hice y las múltiples veces que te deje sola…- Tigresa sentía un nudo en la garganta- tenia tanto miedo que te convirtieras en Tai Lung que creí que la mejor manera era siendo frío y distante contigo… pero me equivoque… termine haciéndote más daño de lo que puedo imaginar…- la mira directo a los ojos, sus ojos azules suave se conectaron con los rubí de ella- perdóname y lo lamento…- dijo mientras se ponía de rodillas y se inclinaba hacia a delante hasta pegar al suelo.

-N-no hay nada que disculpar- decía ella un nudo en la garganta y unas lagrimas amenazando por salir.

-Pero lo que más lamento… es no haber sido un buen padre para ti… por favor, dame la oportunidad de ser el padre que mereces sin embargo entenderé que me odies por toda la vida…- Tigresa abrió aun más sus ojos, unas lagrimas consiguieron escaparse de ellos, miro a su maestro aun en el suelo esperando una respuesta, se bajo de la cama y se puso a su nivel. Suavemente toco su espalda.

-Maes… padre- Shifu se despego del suelo para mirarla sorprendido por la palabra que acababa de escuchar- no te odio padre, usted me saco de ese orfanato, me dio un hogar y me dio todo lo que necesitaba… y te perdono- ella comenzó a soltar cada vez más lagrimas junto con él.

-Pero no te di cariño…- dijo aun dolido.

-No dijo que empezaría a ser mejor padre…- le dijo entre lagrimas- aun no es tarde- contra todo pronostico Tigresa hizo algo que Shifu jamás se hubiera esperado… ella le sonrío para después abrazarlo

Shifu, al ver aquella hermosa sonrisa y sentir aquel calido abrazo, empezó a llorar con más fuerza. Tigresa se le unió. Ambos lloraban, pero no de tristeza, sino mas bien de alegría. Padre e hija duraron mucho tiempo abrazados, la felicidad que ambos sentían era indescriptible, parecía que el momento era eterno hasta que alguien abrió la puerta.

-Tigresa ¿Estas aquí?- dijo una voz femenina que se asomaba por la puerta.

-¿Esta Tigresa ahí?- dijo la voz de un chico que estaba detrás de aquella voz femenina.

-Les digo que no es aquí- decía otro.

-¡Cállate Mantis! Que nos hemos equivocado ya cuatro veces de habitación- se quejo alguien del otro lado.

-Es cierto- agrego otra.

Tigresa rompió el abrazo que tenia con su padre y miro a los dueños de esas voces que ya conocía. En la puerta se encontraba Víbora, Mono, luego Mantis y al final Grulla. Todos estaban discutiendo entre ellos y se hallaban tan metidos en eso que no notaban la presencia de Tigresa. Ella los miro por un rato y una idea surco por su cabeza.

-¡Haber idiotas!- grito con fuerza y muy agresivamente- ¡Dejen de discutir por tonterías y pónganse en fila!- en cuanto termino la oración los cuatro chicos y chica estaban formados uno de lado del otro como soldados y con una expresión de pánico. Tigresa, al ver sus caras, no pudo evitar comenzar a reírse de ellos- ¡Deberían ver sus caras!- decía entre risas.

-¡Eso no fue gracioso!- gritaron a unísono- ¿Eh?...- dijeron mientras se le quedaban mirando.

-Tigresa…- dijo Víbora bastante asombrada.

-Tú…- dijo Mono mirándola como si fuera un bicho raro.

-Te…- dijo Mantis bastante sorprendido.

-¿Reíste?- termino Grulla.

-Si- dijo con naturalidad- ¿Qué tiene?

-Es que… nunca te habíamos escuchado reír- dijo víbora que no salía del asombro.

-Pues nunca es tarde para empezar ¿No?- dijo con una sonrisa.

Los cinco se quedaron pasmados, no creían lo que sus ojos estaban viendo. Tigresa, su Tigresa, había reído y como plato fuerte les sonrío. Hubo un leve silencio hasta que un grito agudo de emoción lo rompió y dejo sordo a más de uno, el grito provenía de Víbora.

-¡Tigresa, por fin!- decía dando saltitos de emoción- ¡No sabes cuanto tiempo llevo esperando a que hicieras algo como esto!- decía muy animada- deberías hacerlo más seguido.

-No te pases, que apenas me estoy acostumbrando- decía nerviosa.

-Pero si te ves hermosa cuando sonríes ¿O no chicos?- dijo mirándolos de reojo pero ellos seguían en shock, era demasiada información por procesar.

Tigresa se sentía feliz pero sentía que le faltaba algo... de pronto recordó algo, algo de verdad muy importante…

-Oigan… ¿y Po?- dijo Víbora sin darse cuenta de lo que había dicho…

Por la mente de todos, surco como rayo, la imagen de Po cayendo del edificio, sus expresiones alegres se borraron y se transformaron en miradas de miedo y preocupación. Tigresa rápidamente dirige su vista a su padre, él, al verla, sólo agacho la cabeza. Al ver esa reacción ella sale corriendo del cuarto, los otros no tardaron en seguirla al mismo paso, al parecer habían olvidado que se encontraban heridos. Corrían y corrían por los pasillos del hospital sin ninguna dirección, sólo se limitaban a seguir a su líder, la cual era guiada por una voz interior. Corrieron un poco más y Tigresa se detuvo en un pasillo, los demás la imitaron. Ella se adentra en el pasillo con paso apresurado y busca en cada puerta el nombre del paciente, pasaron unos segundos hasta que encontró una con el nombre de Po Ping. Sin perder tiempo ella abre la puerta de golpe pero en la habitación no se encontraba nadie, excepto un hombre, ya mayor, que limpiaba la habitación. Tigresa no perdió tiempo para hablar.

-Oiga- él hombre la voltea a ver mientras sigue con su labor- ¿Sabe dónde está Po Ping?- el hombre la miro un poco confuso.

-No…- contesto sin voltear a verla.

-El estaba en esta habitación, usted debe de saber algo o al menos ver a dónde lo enviaron- dijo apresurada.

-Lo siento pero no se quien sea esa persona, después de todo sólo las veo, no les hablo. Además cuando llegue ya no había nadie…- dijo sin mucha prisa. Tigresa baja la mirada con tristeza- aunque si me dicen como es él podría ser que lo haya visto, después de todo nunca olvido un rostro ni en donde lo vi por ultima vez- Tigresa se llenó un poco de esperanza.

-Es de piel blanca, de cabello albino, sus ojos son de un color jade muy hermoso, tiene una encantadora sonrisa, es alto, guapo, encantador, brillante, carismático, valiente, fuerte…- Tigresa cayo en cuenta de que estaba revelando demasiada información y cerro la boca con sus manos. Miro a sus amigos la miraban con una sonrisa cómplice, Mono y Mantis luchaban para no reírse, Víbora no dejaba de mirarla con un extraño brillo en los ojos y Grulla le sonreía mostrando los dientes.

-Mmm… de hecho… si vi a alguien con esas descripciones- Tigresa gira rápidamente la cabeza para ver a aquel hombre- no tan detalladamente pero si a un joven de cabello blanco y de ojos color jade.

-¿Dónde está?- le pregunto con prisa mientras lo tomaba de los brazos y lo sacudía un poco.

-Tranquila, tranquila…- le decía él- lo vi en el piso subterráneo en la sala "B", está debajo del primer piso, puedes tomar el ascensor llegar directamente ahí- apenas había terminado de hablar y Tigresa, junto con los demás, salieron corriendo directo hacia el ascensor.

Una vez llegaron al ascensor, los jóvenes entraron apresurados. Aplastaron con desesperación el último botón que este marcaba. El ascensor comenzó su recorrido hasta el último nivel de abajo. Pasaron unos interminables minutos que martirizaban más a cierta chica de cabellos anaranjados. Por fin llegaron a su destino y, a modo estampida, salieron del ascensor y comenzaron a correr, pasaron rápidamente la sala "A", no había muchas gente ahí, sólo un medico y unos cuantos encargados del área. Tigresa sentía que su corazón aceleraba cada vez más, la necesidad de verlo sano y salvo la mataba lentamente. El pasillo le parecía eterno, todo lo miraba en cámara lenta y con cada paso que daba sentía que estaba cada vez más cerca de Po.

Mantis miraba el lugar por todos lados, sentía que esa área le era familiar pero no recordaba que. Sus dudas se disiparon cuando vio el letrero de la sala "B" pegada a una puerta con una línea negra en horizontal… ahí se dio cuenta de donde se encontraban…

Los cinco se detuvieron justo delante de la puerta de metal con la letra "B" arriba. Tigresa iba abrir la puerta pero la vos de Mantis la detiene.

-Chicos, aguarden un momento…- los otros lo voltearon a ver, Mantis estaba pálido, una gota de sudor surcaba por su cabeza, su cuerpo se encontraba estático y su mirada ensombrecida sin brillo- ¿Saben qué lugar estamos?...- Tigresa, Mono, Grulla y Víbora intercambiaron miradas entre ellos, ninguno sabia en que lugar se encontraban- este lugar se llama…- Mantis enmudeció, no podía terminar la oración, como si algo se le hubiese atorado en la garganta.

Tigresa, cansada de esperar, abrió la puerta sin esperar respuesta de su amigo, pero lo que encontró adentro… la habitación era fría como un iceberg. Adentro había muchos casilleros cuadrados de metal pegados a la pared, había uno que estaba un abierto mostrando a una persona cubierta por una sábana blanca.

-La morgue…- dijo al fin el peli platino.

Los ojos de todos estaban abiertos a más no poder. Sus corazones dejaron de latir por un segundo y la sangre parecía agua helado recorriendo sus venas. Tigresa fue la primera en dar un paso, los demás la siguieron de cerca, cada paso que daba la acercaba cada vez más cerca de aquel bulto. Al llegar hasta ahí, levanto su mano con la clara intención de quitar la sábana que cubría el rostro de aquella figura. Tomo la sábana con su mano y la levanto levemente, por cada movimiento que hacia su mano temblaba cada vez más, su respiración era entrecortada. Los otros esperaban con temor en sus corazones que esa persona fuera su amigo y deseaban que fuera cualquier otro, menos él... Tigresa dio una gran bocanada de aire y, juntando fuerza y mucho valor, jalo levemente la sábana para destapar el rostro de esa persona. Su mano se aparto bruscamente de la sábana, sus ojos se crisparon y sus labios temblaban. No creía lo que sus ojos le mostraban, negaba una y otra vez con la cabeza mientras se alejaba del cuerpo de esa persona.

-No…- dijo con voz quebrada y combinada con lágrimas.

Víbora tenía las manos en su boca ahogando su llanto, tenía los ojos cerrados pero no evitaba que las lágrimas salieran de ellos, sus piernas se doblaban involuntariamente haciendo que casi cayera al suelo. Mono lloraba y moqueaba en grandes cantidades, sus manos pasaban una y otra vez por su cabello despeinándolo. Mantis levanto su cabeza con dirección hacia el techo, apretaba con fuerza los puños y sus ojos estaban cerrados con mucha más fuerza que sus puños, de ellos salía aquel doloroso liquido salado mientras trataba de no ver lo que sus ojos le mostraban. Grulla tenía los ojos abiertos, miraba el rostro de su amigo sin pestañar y, al igual que los demás, lloraba pero en silencio y su boca estaba entreabierta, lo único que lo mantenía en pie era que estaba sosteniendo a Víbora, la cual se abrazo a él con fuerza. Tigresa se encontraba en blanco, de sus hermosos ojos color rubí salía el dolor en forma de lagrimas, su garganta se encontraba hecha un nudo y su estomago se retorcía. Se negaba a creer lo que veía, deseaba que todo fuese una horrible pesadilla y que despertaría en cualquier momento, pero por más que trataba de negarlo más evidente se hacia el hecho de que estaba despierta, en el mundo real y no en un sueño como ella deseaba.

-Po…- dijo Mono entre el llanto mientras recordaba el día en que lo conoció y el maravilloso consejo que le había dado.

-Po…- dijo Víbora en un susurro, ella recordó aquel día en el parque donde lo conoció y que gracias a él la esperanza había vuelto a su vida.

-Po…- dijo esta vez Mantis recordando aquel día en el parque donde le mostró como vivir sin miedo y demostrándole su capacidad, le había enseñado a vivir.

-Po…- hablo Grulla, él estaba recordando el día en que Po llego a su vida y le había dado la confianza de seguir adelante, de no rendirse, de luchar por lo que quiere…

-Po…- susurro Tigresa mientras se acercaba a él, recordó todos aquellos buenos momentos que pasó a su lado, las risas y la diversión que tuvo junto a él. Por su mente pasaba una y otra vez aquella feliz sonrisa que él le daba cuando estaba preocupada o se sentía afligida con algo. Por más lagrimas que atrapaban sus manos soltaba el doble, era inútil intentar detenerlas pero ya no quería llorar más, sin embargo el dolor de haber perdido a la primera persona que le dio amor en su vida era demasiado para ella. Lo miro de nuevo al rostro, se veía en paz y sin remordimiento, inconscientemente acaricio el cabello blanco de Po y no pudo evitar sonreír.

Sus piernas ya no pudieron más y callo sobres su rodillas y dejo caer su peso sobre el cuerpo de Po y comenzó a descargar el dolor que sentía dejándolo fluir por sus ojos, daba gritos desconsoladores y se aferraba con fuerza al cuerpo de él como si alguien los fuera a separar. Sus amigos veían impotentes como Tigresa lloraba sin cesar pero que podían hacer ellos, después de todo se encontraban en una situación similar…

-Po… Po…- repetía su nombre una y otra vez- ¡Poooo!- dijo esta vez pegando un grito al cielo levantando la cabeza con brusquedad y, de la misma manera, la dejo caer…

En el momento en que su cabeza todo el cuerpo de Po algo crujió. Tigresa escucho ese ruido y aparto la cabeza. Pensó que tal vez su imaginación le estaba jugando una mala broma pero, con la punta de su dedo índice, pico el punto de donde había provenido el crujido y de nuevo se escucho, era como si algo frágil envuelta en plástico se moliera. Tigresa sintió un leve movimiento, movió lentamente la cabeza en dirección hacia el rostro de Po, lo miro detenidamente sin parpadear como si estuviera esperando algo y así ocurrió. Los ojos de Po, aun cerrados, comenzaron a moverse y lentamente los abrió revelando aquellos ojos brillantes de color jade. Lentamente empezó a incorporarse y se sienta sobre la cama, suelta un gran bostezo mientras estira los brazos. Tigresa se aparto de él como si de un fantasma se tratara, los demás lo observaban como si fuera un muerto viviente. Po parpadeo un par de veces y luego abrió los ojos un poco preocupado, tiro de la sabana revelando una bolsa de frituras aplastada.

-¡Mis papitas!- se quejó como niño de cinco años, las abrió y vio que su contenido estaba hecho polvo- rayos…- dijo para después tomar un poco de ese polvo y metérselo en la boca- no sabe igual pero ni modos- dijo con aceptación.

Los cinco lo miraban comer esa bolsa aplastada de papas con mucha tranquilidad, al parecer Po no se daba cuenta que tenía acompañado. Tigresa, Mantis, Mono, Grulla y Víbora lo miraban estupefactos, las lágrimas habían cesado e involuntariamente una sonrisa se dibujó en ellos, no obstante, Tigresa tenia la mirada ensombrecida y escondida por su flequillo y sin ningún aviso le da un fuerte puñetazo en la cabeza.

-¡Auch!- grito de dolor. Víbora, Mono, Mantis y Grulla abrieron sus bocas hasta no poder más. Tigresa siguió golpeándolo en la cabeza y en los brazos, pellizcaba sus mejillas y las estiraba- ¡Basta, me rindo!- suplicaba con dolor. Tigresa dejo de pegarle, Po se sobaba las zonas afectadas- ¿Por qué hiciste….?- no termino de preguntar ya que unos brazos rodearon su cuello y fue apresado en un fuerte abrazo. Tigresa lo estaba abrazando. Ella recargaba su cabeza en el hombro de él y soltaba pequeñas lágrimas mojando el hombro de Po. Ninguno de los otros cuatro creían lo que sus ojos miraban- ¿Tigresa?...- pregunto Po algo desconcertado.

-Estas vivo- dijo aun pegada a él.

-Pues claro… espera, ¿Por qué debería estar muerto? ¿O estoy muerto? ¡No puede ser, noooooooooo!- decía dramáticamente- ¡No quiero morir, no aun! ¡Tenia muchas cosas por hacer, comer diferentes platillos, jugar videojuegos, montar en bicicleta!- Mono y Mantis estaban a punto de romper a carcajadas pero decidieron hacer algo mejor.

-Así es Po, estas muerto- decía Mono imitando una voz fantasmal- y ahora te llevare al más haya muajajajaja.

-¡Nooooooo!- decía cubriéndose con las sabanas- ¡No me lleves muerte, por favor, soy muy joven para morir!- decía escondiéndose entre las sábanas blancas.

-No hay nada que hacer- esta vez fue Mantis- te llevare conmigo quieras o no- decía mientras se acercaba a él con la intención de quitarle la sábana, pero cuando estaba lo suficientemente cerca recibió un fuerte puñetazo en el rostro que lo mando al suelo.

-Pues si quieres llevarme muerte tendrás que vencer primero - decía mientras se levantaba y se ponía en guardia- ¡Prepárate para sentir el…! ¿Trueno?- Po miro a Mantis en el suelo, luego miro a su alrededor y miro a cada uno de los cinco- huy…- decía un poco avergonzado.

-¡Idiota, eso me dolió!- decía mientras se levantaba del suelo con una mano en la parte que había sido golpeada de su cara.

-Lo siento…- decía apenado mientras se rascaba la nuca.

-¡Sentirlo no me quitara el golpe!- decía aun adolorido- Pegas muy duro ¿sabes?

-Ya Mantis- decía Víbora- además tú te lo buscaste por asustarlo- dijo defendiendo a Po.

-Es cierto- afirmo Grulla. Mantis se cruzo de brazos.

Todos miraron a Mantis, Mantis los miró a todos, luego miró a Po y abrió los ojos, miró a Víbora, a Mono, a Grulla y a Tigresa para después mirar de nuevo a Po, ellos se miraron entre si, miraron a Po, se volvieron a mirar entre ellos, abrieron los ojos y dirigieron, de vuelta a Po, su vista.

-¡Poooo!- gritaron todos sorprendidos menos Tigresa.

-¡¿Qué!?- dijo asustado.

-¡Tú!- dijeron al mismo tiempo los cuatro.

-¡¿Yo qué?!- volvió a decir.

-¡Estas bien!- más que pregunta fue una afirmación.

-¡No lo se! Primero me despierto y descubro que mis frituras fueron machacadas, luego me dicen que estoy muerto y después me dicen que estoy bien- decía mientras movía los brazos de un lado a otro- ya me confundí- decía rascándose la cabeza.

Los cinco comenzaron a reírse, lloraban pero de felicidad y de la risa que les habían provocado, Po se les unió a la risa. Poco a poco se fueron apagando las risas.

-¿Por qué nos estamos riendo?- pregunto el albino.

-Por nada viejo… por nada- dijo Mono bastante sonriente.

-Ah, bueno- dijo felizmente mientras sonreía.

Los cinco quedaron estáticos, varios recuerdos gratos aparecieron en sus cabezas y todas tenían que ver con esa sonrisa. Todos sonrieron ampliamente junto con él mientras soltaban una última lágrima.

-¡Po!- se escucho un grito desde el pasillo- ¡¿Hijo dónde estas?!

-Rayos, me encontró…- decía derrotado.

Antes que cualquiera pudiera preguntar algo de la puerta entro el Sr. Ping con un semblante preocupado, rápidamente su vista se posó sobre Po.

-¡Po, hijo!- decía mientras corría hacia él con los brazos abiertos, todos veían venir un dulce abrazo entre padre e hijo, pero justo cuando se encontraba a unos centímetros de Po da un brinco y de le da un golpe con una cuchara de madera para sopa que sólo Dios sabe de dónde lo saco.

-¡Hay!- dijo sobándose la cabeza- ¡¿Pero cuánto golpe voy a recibir el día de hoy?!- se quejo.

-Cuando seas más conciente de tus actos y menos tonto- le decía mientras le apuntaba con la cuchara. Po bajo la mirada un poco asustado- y ustedes- miro a los cinco y les propino a todos un golpe en la cabeza con la cuchara, los cinco se sobaban el área golpeada- no les basto ya todo el daño que le hicieron y ahora se lo vuelven a ser- la voz del Sr. Ping era bastante seria y molesta- ¡Primero lo mandan por diez años al hospital! ¡Luego llega todo golpeado y cubierto de sangre a casa después de la escuela!- este ultimo comentario afecto bastante a Tigresa- ¡Y ahora esto!- grito aumentando el tono de su voz- ¡¿Cuánto daño piensan seguir asiéndole a mi hijo?!- los cinco quedaron en shock, lo que decía el Sr. Ping tenia un buen argumento, los cinco agacharon la cabeza apenados y muy heridos ante aquellas palabras.

-¡PAPÁ!- gritó Po… ¿Enojado? El mencionado lo voltea a ver muy sorprendido, nunca lo había escuchado tan molesto. Po lo miraba a los ojos directamente y no veía muy contento, el Sr. Ping resoplo cansado.

-Esta bien- se encamino a la salida- por cierto, Escorpión te esta buscando- Po volvió a su semblante infantil- está enojada por haberte escapado de tu cama.

-Pero tenia que irme- se quejo mientras hacia un puchero.

-¿Para comer tus papitas?- dijo arqueando una ceja- sabes que no puedes comer eso en el hospital.

-Ya sé, pero es eso o comer lo que me querían dar- hizo una mueca de asco con sólo recordar esa "comida".

-Oh vamos hijo, no puede ser tan malo…

-Era tofú…- respondió rápidamente. El silencio hizo acto de presencia pero un sonoro grito en forma de pregunta, proveniente del cocinero, lo rompió.

-¡¿QUÉ?!- dijo alarmado- ¡EL TOFÚ NO ES COMIDA!

-Eso mismo les dije, pero seguían insistiendo en que debía comerlo- Po puso una cara de cachorrito regañado.

-Ya verán esos "doctores"- dijo con un tono amenazante- les are entrar en razón- dijo alzando la cuchara en el aire- ¡A la carga!- gritó para después salir por la puerta.

Po no dejaba de mirar la puerta por la que hace unos segundos su padre se había ido. Soltó un largo suspiro y dirigió sus ojos a cada uno de sus amigos, cada un de ellos se miraba, en una palabra, mal… los cinco sentían un enorme remordimiento, el papá de Po les recordó el terrible mal que le provocaron a Po hace diez años. Esa era una herida que simplemente no sanaría de un día para otro…

-Lo siento…- dijeron los seis mientras que caían de rodillas con la cabeza gacha… espera… ¿seis? Al levantar la cabeza vieron que Po se encontraba en el suelo y, al igual que ellos, se encontraba de rodillas y con la cabeza abajo. Tigresa, Víbora, Grulla, Mantis y Mono estaban estupefactos.

-¿Por qué te disculpas Po? La culpa fue nuestra- dijo Víbora bastante confundida.

-Se equivocan…- dijo cabizbajo- todo esto se pudo haber evitado, pero hice lo correcto…

-¿A qué te refieres con eso?- dijo Tigresa- lo que dices no tiene sentido, la victima aquí eres tú- dijo tratando de animarlo. Po niega con la cabeza.

-Si hubiera hecho lo correcto desde el principio tal vez nunca hubiese sucedido todo esto… aunque el hubiera no existe jejeje…- sonrío melancólicamente, los cinco estaban aun más confundidos, Po, al mirar sus rostros de confusión, volvió a hablar- déjenme explicarles todo desde el principio…

RELATO DE PO.

Había salido por fin de ese hospital especial, estaba demasiado contento ya que por fin volvía a sentir la libertad de vivir. Me fui a casa, junto con mi padre y Escorpión, después de tantos años lejos y en lo único en que pensaba todos esos años era en volverlos a ver y decirles que no les guardaba ningún rencor y que quería empezar de nuevo con cada uno de ellos. Al llegar a mi casa fui a mi vieja habitación, al entrar note que era más pequeña de lo que recordaba, pero entendí que la habitación no se encogió, yo fui el que creció. Me dirige a mi antiguo espejo, estaba algo sucio y viejo por lo que tuve que limpiarlo, me mire de pies a cabeza. Nunca note lo mucho que crecí, en mi opinión me veía como otra persona completamente distinta, acaricie mi cabello que ahora era blanco, era raro pero me gustaba. Mi vista se posó sobre una fotografía de un niño, la tome con delicadeza, la contemple y note algo peculiar en ese pequeño niño, el tenia los ojos color jade, como yo, en mi cabeza hubo un corto circuito y entendí que ese niño era yo… miro a mi antiguo yo y lo comparo con el de ahora, ¡Las diferencias eran enormes! Cuánto habrá pasado, uno, cinco, siete… creo que diez años…

Escuche que mi padre me llamaba, deje la foto en donde estaba y fui a atenderlo. Cuando llegue a la primera planta de la casa todo estaba oscuro, apenas si podía ver mis manos, de golpe, se encendieron las luces dejándome parcialmente ciego por unos segundos. Un sonoro "Bienvenido a casa" escuché de mi padre y de Escorpión, los mire y ambos tenían un gorro de fiesta, lanzaban serpentinas y me sonreían con mucha alegría. Yo les devuelvo la sonrisa y de sus espaldas sacaron una gran y delicioso pastel de chocolate con velas en sima de él, mi baba se comenzó a salir de mi boca al ver aquella maravilla y me dieron un pedazo para que dejara de babear el piso. Los tres comimos entre risas, comentarios alegres sobre mi recuperación y una que otra lagrima de felicidad de que volviera a casa. Luego me dijeron que apagara las velas y pidiera un deseo. Pensé por unos segundos mi deseo, pero qué podía pedir… la imagen de Tigresa y de los demás apareció en mi mente, soplé las velas y se apagaron. Mi padre y Escorpión aplaudían felices. Me preguntaron cuál fue mi deseo pero ni dándome una porción más grade me convencieron de decirles, después de todo si dices tu deseo te dará mala suerte. Después de festejar un poco más, Escorpión, de su bolso, sacó un papel bastante grande, me pregunte qué sería, y me dio la noticia de que me habían aceptado en la mejor preparatoria de toda China, la Preparatoria El Palacio de Jade. Yo daba saltos de alegría junto con ellos, hace unos días, antes de salir del hospital, hice el examen en Internet, me pareció un poco sencillo pero tal vez tenga que ver que mi maestro era muy bueno a la hora de enseñar después de todo el me ayudó también en mi rehabilitación. Al terminar de celebrar me dieron unos regalos, entre ellos todo lo indispensable para ir a la escuela, un celular, un reproductor, una laptop… creo que mi papá sufrió de la cartera con todo esto, aunque sospecho que Escorpión tuvo que poner de su parte para motivarlo a gastar tanto.

Subí a mi habitación y abrí mi nueva laptop, entre a la página oficial de la escuela y verifique la lista de los aceptados, me interesaba ver en que lugar quede, no por sentirme superior a los demás, simplemente fue porque sentí curiosidad. Al entrar a la lista de aceptados no tarde en encontrarme ya que era el primero de la lista. En verdad no creía lo que mis ojos veían pero ahí estaba. Me sentí algo raro, nunca había quedado en primer lugar en ninguna cosa, bueno… comiendo nadie me a ganado, decidí seguir viendo la lista pero mis ojos se detuvieron en el número dos, era el nombre de una chica que nunca pensé en volver a ver en mi vida.

Tigresa…

Susurre, ese nombre jamás lo olvidaría. Por una extraña razón sentí la necesidad de seguir verificando y me lleve más sorpresas al encontrar el nombre de Grulla, Víbora, Mantis y Mono en la lista. Todos ellos estaban entre los primeros diez lugares. Busque más información en el sitio, descubrí que cada uno tenia un gran historial. Todos ellos tenían bastantes logros muy destacables ante la sociedad escolar y más en el mundo de los deportes estatales, pero con quien pasé más tiempo mirando su historial fue en el de Tigresa… en tan sólo diez años había logrado más cosas que cualquiera de los otros. Leia emocionado cada palabra que aparecía de ella, sus trofeos, sus triunfos y las entrevistas que le hacían, ¡Era algo bárbaro!, mire la foto que tenia en su perfil, me sorprendí mucho todo lo que creció, pero jamás olvidaría esos ojos… esos vivases ojos como el rubí, sin embargo, en la foto, se miraba… muy fría... distante… y no sonreía.

Salí de la página y cerré la laptop. Me acosté en mi cama, en la que apenas si cabía, y cerré mis ojos y me puse a pensar en mi primer día de preparatoria, ya mañana iniciaría las clases y los nervios me comían vivo. Cansado de tanto pensar decidí irme a bañar. Después de bañarme me cambie de ropa, que gracias a Escorpión tenia algo nuevo que ponerme, y me acosté de nuevo en la cama, tarde en conciliar el sueño, pero al final el sueño me venció.

Era de mañana cuando mi padre me levantó de manera poco delicada. Al parecer llevaba un buen rato hablándome y como no me levantaba de la cama él me tiro de ella. Un poco adolorido me levante, él me dio el uniforme de la escuela y luego bajo para que me pudiera cambiar. Primero me puse los pantalones, luego una camiseta negra y encima de ella me coloque la camisa manga corta del uniforme, me dirigí al espejo, aun no me acostumbraba a mi nueva imagen pero pensé que sólo era cuestión de darle tiempo. Baje las escaleras para ir a la cocina, de ella salía un delicioso aroma a fideos, al llegar a la cocina, mi estomago rugió llamando la atención de mi papá y de Escorpión, me sorprendí mucho al verla, su visita me dejo bastante sorprendido. Ambos rieron y yo me puse colorado. Sin decir nada me senté en la mesa, mi padre puso frente a mí un gran tazón de fideos y en el había unos huevos cocidos rebanados flotaban a un costado. Yo me relamí los labios, se veía delicioso. Sin esperar nada comencé a comer. Podía sentir la mirada de Escorpión y de mi papá fijándose en mí, pero no le di mucha importancia.

Al terminar de desayunar Escorpión se ofreció a llevarme, yo me negué a la petición, no por ser grosero, sino más bien tenia el deseo de caminar hasta la escuela para poder ver el vecindario. Al salir de casa fui despedido por mi padre y Escorpión. Ambos me desearon suerte y me pidieron que tuviera cuidado.

Camine por varias calles, a todas ellas las recordaba. Seguí caminando hasta que llegue a un parque que recordé de inmediato, en cierta forma se veía diferente, sin embargo seguía siendo el miso parque en el que pasaba mis tardes jugando. Me adentre en él recordando todos esos días divertidos que pase junto a él. Los árboles eran más grandes de lo que recordaba, supuse que, al igual que yo, ellos también crecieron… me acerque a una de las bancas y me senté en ella. Los recuerdos invadían mi mente, sentí una gran nostalgia al recordar que en ese mismo sitio había conocido a Víbora. Una sonrisa salió de mis labios, me levante de ahí y me dirigí hacia el centro del parque y me detuve justo en medio. Otro recuerdo abordo mi cabeza, en es lugar conocí a Mantis. No pude evitar sonreír de lado al recordar al pequeño y "débil" Mantis.

Sentí que algo tocaba mi pie, baje la vista y me encontré con un balón de futbol, lo tome entre mis manos y lo contemple por unos segundos. Recordé esa vez que yo y Mono jugamos con una pelota. Escuche a unos niños llamándome para que les pasara el balón, yo les sonrió y les devuelvo el balón con una patada giratoria, al parecer eso los impresiono ya que me miraban como si fuera un héroe de alguna historia, después me invitaron a jugar, al principio dude debido a que no debía llegar tarde a mi primer día de escuela, pero vi la carita de ilusión que tenían y no pude negarme. Pasó un rato y los niños se fueron ya tenían que ir a su escuela, la cual estaba a unas calles. Sin pensarlo me ofrecí a llevarlos, ellos se alegraron mucho. Por el camino hablábamos y reíamos de temas triviales. Al llegar a la calle de la escuela otro recuerdo surco por mi mente. En esa misma calle, cerca de la escuela, había conocido a Grulla… al despedirme de los niños me dirigí hacia la banqueta donde él y yo nos juntábamos a dibujar, comer y reír.

Muchos recuerdos invadían mi cabeza, aquellos días que pasé con cada uno me llenaban de alegría y no veía la hora de volverlos a ver… ¿Hora?... asustado saque mi celular y mire la hora… lo metí rápidamente a mi bolsillo del pantalón y emprendí la carrera, era tarde, ¡Muy tarde!, corría y corría sin parar. Decidí tomar un ligero atajo entre las casas y unos cercos, que por hacer eso un perro muy grande y muy enojado me persiguió por cuatro calles.

Ya después de mucho correr llegue a la escuela, todos apenas estaban entrando, respire aliviado y decidí entrar. El lugar era inmenso y me entretuve explorando algunas áreas. Escuche en el alta voz que había alguna clase de reunión, pero no sabia en donde estaba el lugar. Tarde en encontrarlo y al llegar miro que ya todos se habían ido… al día siguiente me levante tarde, por suerte Escorpión estaba cerca y me llevo. Al llegar a la escuela me baje y me metí en ella como relámpago, vi la hora y me alarme y empecé a correr de nuevo, pero hacia dónde. Pensé y pensé y se me ocurrió ir al tablero de información que vi que se encontraba cerca de la entrada al cual no le había puesto mucha… ¡Rayos!... de nuevo emprendí la carrera. Al llegar a la entrada me fije en la lista y luego en el mapa de la escuela. Una vez ya supe donde se encontraba mi salón de clases volví a correr, que por cierto ya me estaba cansando (¬¬), al llegar abrí de golpe la puerta, todos se me quedaron viendo como si fuera un tipo de fantasma, le pregunte al maestro si podía pasar y él me dejo entrar, aunque se veía algo molesto…

Al sentarme en la única banca que quedaba el maestro siguió hablando, no le preste mucha atención ya que estaba algo cansado. De pronto me entro mucho sueño y sin querer me quede dormido. El grito del profesor me saco del mundo de los sueños, me sobresalte bastante, lo que provoco las risas y comentarios de mis compañeros, el maestro no se miraba muy feliz… luego dijo algo de hacer un examen sorpresa y que teníamos poco tiempo. Al ver el examen note que era muy fácil y lo conteste sin dificultad, ¡Incluso me sobro tiempo!, sin nada que hacer mire a mi alrededor… nunca pensé que me encontraría con más de un rostro familiar… ¡Ahí estaban ellos! ¡Todos en mi misma clase!, una emoción se apodero de mi cuerpo, no esperaba que me tocara compartir clase con ellos de nuevo. Estaba a punto de levantarme y saludarlos cuando en mi cabeza algo hizo corto circuito… esto me hizo levantarme de mi asiento, pero en vez de saludarlos a ellos, fui directo con el maestro, le di el examen y al tenerlo más de cerca lo reconocí, ya que lo había visto en los periódicos y el la televisión, lo salude respetuosamente y hable un poco con él. Luego le pedí permiso de irme y el me dejo marchar.

Ya afuera me recargue en la pared, ¿Qué me estaba pasando?, me despegue de la pared y me fui caminando sin rumbo fijo. Por el camino pensé en ellos y me preguntaba a mi mismo por qué no los salude… de pronto la posibilidad de algo cruzo por mi cabeza… ¿Y si ellos lo habían olvidado de nuevo? Eso me deprimió un poco, sin embargo podía recordarles quien soy yo y tal vez ellos me recordarían… pero el recuerdo de aquel incidente reapareció por mi mente, no lo había recordado desde la ultima pesadilla que había tenido sobre el incidente y eso fue hace años… la posibilidad de que recordaran ese accidente me mortifico mucho y más el hecho de que los podría hacer sufrir por tan horrible accidente. Había leído sobre traumatismos debido a incidentes en la infancia, lo cual perjudicaría mucho al afectado si llegara a tener algún tipo de encuentro semejante o un recuerdo sobre eso… el miedo de hacerlos sufrir por aquel accidente se apodero de mi y más cuando la imagine la reacción que tendría Tigresa al recordar algo tan traumante, no quería verla sufrir ni mucho menos hacerla llorar así que me decidí a no decirles la verdad y tenerlos lo más lejos posible de mi… era una promesa… y yo siempre mantengo mis promesas.

Sin darme cuanta llegue a la cafetería, así que decidí comer algo y de pasó hacer una que otro gracia para levantarme el animo. Me quede congelado al escuchar la voz de una chica a mis espaldas, escuche su nombre y me paralice. Era Víbora… los nervios se apoderaban de mi, pero tenia que alejarla de mi así que hice algo que no degusta hacer… ser malo con alguien…

Los encare y me porte como todo un patán, insulte a cada uno de ellos, pero no pude evitar preguntar si me conocían y al parecer si se habían olvidado de mi, eso me alivio un poco, lo que pasó después fue que hice enojar a Tigresa y me fui.

Al llegar a mi casa recordé de aquella escuelita a la que iba, me entraron unas ganas tremendas de ir a ver que fue de ella y, sin decirle nada a mi papá, me fui. Tomé varios autobuses y al final llegue a pie. Observe la escuelita en muy mal estado, me sentí nostálgico y un poco triste. No supe en que momento había llegado al jardín trasero, pero ahí estaba. Escuche unos ruidos provenientes de una pequeña casita de madera, de la cual me acorde un poco, de ahí salio una ancianita que al verme se sobresaltó, luego comenzó a llorar. No entendía porque lloraba, me acerque más a ella con la intención de ayudarle. Al tenerla más de cerca sentí que ya la conocía de alguna parte… al verla a los ojos por fin descubrí quien era y sin pensarlo la abrase con fuerza. Ambos duramos mucho tiempo abrazados. Ella me pidió disculpas pero yo negué con la cabeza, después de todo no había nada que perdonar. Me contó todo lo que sucedió después del accidente, lo que le pasó a los cinco y el cierre permanente de la escuelita… no pude evitar sentirme mal al respecto. Todos los días, desde ese día, la visitaba y todos los días le llevaba fideos.

En los días siguientes me uní a cada club, evitando todos los que tuvieran que ver con luchas, artes marciales o cosas por el estilo ya que mi maestro me dijo que no debía pelear con gente "normal" aunque no se que quiso decir con eso, me sorprendí mucho al toparme con Víbora, Mono, Grulla y Mantis, dí gracias a Dios por no encontrarme con Tigresa, aun no estaba listo para encararla sin tener el impulso de abrazarla. Recordé la promesa que le había hecho a cada uno y el impulso de volver a bailar y jugar con ellos, aunque sea de esa manera, me ganó… lo que pasó después es que les había ganado a los cuatro, ustedes se veían bastante sorprendido e incluso yo me encontraba sorprendido, nunca pensé que eso me traería consecuencias…

Sucedió lo del reto y pensé que seria mi oportunidad par a hacer que me odiaran y no quisieran saber nada de mí, por eso acepte. El día de la pelea fue la más larga y agotadora de toda mí vida, mi alma se partió en dos cuando los golpee con mis puños. Nuca pensé que un día los usaría para lastimar a los que quiero, pero era necesario… al vencer a Mantis me prepare mentalmente para el siguiente que seria Tigresa… simplemente no pude… no pude enfrentarme a ella, no deseaba lastimarla, prefería morir antes… así que se me ocurrió una excusa, bastante buena a mi parecer aunque sabia de antemano que me golpearía, y así que deje que me golpeara. Me dolió mucho pero era eso o… simplemente ya sabia en que pensar, lo bueno es que sus golpes me quitaron algo de remordimiento. Cuando dejo de golpearme me levante del suelo, sentía la sangre en mi cabeza y como ésta manchaba mi ropa. Decidí que era hora de irme a casa…

Al llegar a casa a mi papá casi le da un infarto al verme, rápidamente me atendió y me alegro ya que sentía que perdía el conocimiento, de la puerta de la entrada apareció Escorpión con su maleta de medico y me atendió las heridas. Mi padre me pregunto cómo había acabado así, yo no le conteste, fue Escorpión quien le dijo al final, le dijo quien fue la persona responsable de mi estado y mi padre estallo en furia, sino lo detengo se hubiera ido a hacer la tercera guerra mundial a la escuela. Le dije que era mi culpa y que no volvería a pasar… pero no todo sale como uno lo planea.

Al final no pude evitar que descubrieran la verdad recordaron todo lo que pasó… como los conocí a cada uno… nuestro desafortunado reencuentro en el jardín de niños… y el accidente… todo mi esfuerzo se había ido por el caño, ahora lo único que se me ocurría hacer era alejarme de ustedes para no hacerles más daño… pero como siempre me equivoque…

Después del encuentro en la escuelita caí en una gran depresión, no comía… bueno tal vez eso es mentira pero no dormía bien. Las lagrimas fluían todas las noches que por un momento temía que se acabarían. Realmente me sentía fatal, la forma en que les había gritado me atormentaba cada segundo. Ver sus rostros llenos de dolor y el llanto me destrozaba lentamente… a este punto ya no me importaba la escuela, ya no me importaba nada. La idea de dejar de estudiar y de dedicarme a vender fideos por el resto de mi vida me parecía una gran opción…

Sin embargo, las palabras de mi maestro me hicieron cambiar mi forma de pensar y de hizo ver la realidad. Aun podía arreglar las cosas, sólo tenia que hablar con ustedes y que mejor momento que en el baile de graduación. Rente un traje y me fui a la escuela decidido de lo que tenia que hacer, aunque, como siempre, no todo salía todo como pensaba y el resto ya es historia contada…

FIN DEL RELATO DE PO.

-Si les hubiera dicho la verdad desde el principio todo este dolor se pudo haber evitado… lo siento…- dijo tristemente.

Los cinco se encontraban estupefactos. No sólo le habían hecho daño, sino que él

Nunca les había guardo rencor alguno y aun deseaba su bienestar. Ahora se sentían peor que antes, que habían hecho ellos para merecer a alguien como él. Lentamente se fueron acercaron alrededor de Po y lo aprisionaron en un efusivo abrazo grupal.

-¿Me perdonan?- dijo Po asombrado.

-Tonto…- dijo Tigresa- no hay nada que perdonar…

-El ayer es historia…- dijo Grulla.

-El mañana…- dijo Mono.

- Un misterio…- completo Mantis.

-Y el hoy es un obsequio… dijo Víbora.

-Por eso se llama presente, Po- finalizo Tigresa con una calida sonrisa.

Po comenzó a llorar, los demás hicieron lo mismo. Las lagrimas no eran de tristeza, todo lo contrario, esas lagrimas estaban cargadas de alegría y felicidad. Los seis estaban felices de volver a estar juntos y esta vez se asegurarían que fuera para siempre.

-Por cierto… ¿Quién era tu maestro Po?- pregunto curiosa la chica de cabello anaranjado.

-Ah, es cierto, no se los había dicho jejeje- se rasco la cabeza algo nervioso por haber omitido esa información- la persona que me ayudo a estudiar cuando estaba en el hospital fue el maestro Oogway- los cinco se ahogaron con su propia saliva por la impresión- también me ayudo con la terapia física y me enseño kung fu- los cinco tenían los ojos salidos de sus orbitas- ¿Qué tienen?- pregunto un poco extrañado por su comportamiento.

-Ahora entiendo porque eres tan buen estudiante- dijo Tigresa muy impresionada.

-Con razón nos venciste tan facialmente- agrego Grulla.

-Tramposo…- mascullo Mantis.

-¿Por qué? ¿Qué tiene de malo?- decía confundido.

-¿Sabes quién es el maestro Oogway?- Po no contesto, se quedo con la boca cerrada- el maestro Oogway es la persona más respetada de toda China, es el mejor maestro que existe y el mejor guerrero de kung fu que haya existido- Po se impresiono con esta información- desde que era pequeño, Oogway demostró una habilidad inigualable en los estudios y en el kung fu. Participo en varios torneos y fue el campeón mundial de artes marciales en el mundo. También es el mejor a la hora de enseñar, cualquiera que haya sido su estudiante está destinado a la grandeza…

-Oh… ya veo… BÁRBARO- grito emocionado- y pensar que le llamaba viejito raro jejeje- los cinco jóvenes tenía una enorme gota de sudor surcando su cabeza.

-Por cierto… ¿Cómo es que estas tan bien?- pregunto Mantis- deberías estar muy fregado del cuerpo.

-Así es, pero Escorpión es una gran doctora, después de todo ella fue mi medico durante diez años, es gracias a ella y al maestro Oogway que ahora estoy aquí- dijo con simpleza y felicidad mezclada.

-¿Tan buena es?- pregunto Mono.

-Buena no… es la mejor- dijo Po- bueno… al menos es lo que he escuchado de los demás doctores- dijo rascándose la cabeza- después de todo tiene seis doctorados, varias maestrías y se gradúo de la escuela de medicina como la mejor de su generación. Además creo haber escuchado que también es química, bióloga, neurocirujano, cirujana plástica, forense y no me acuerdo que más- dijo sonrientemente.

-…- (O.o la cara de todos).

-¿Qué?- preguntó Po.

-Nada- dijeron los cinco.

Lo que ellos no sabían es que cierta persona los había esta escuchando. Al terminar de oír todo sintió que una paz se apoderaba de él. Se sentía… en paz… por fin sentía paz después de tanto años de dolor. Sin nada más que hacer se retiro de ahí con una sonrisa.

-Usted nunca se equivoca… maestro…- pensó Shifu.

Después de algunos días Tigresa, Mantis, Víbora, Mono, Grulla y Po salieron del hospital. La escuela no fue demandada ni mucho menos clausurada por ningún padre ya que los alumnos de la misma escuela protestaron e hicieron huelga estudiantil para evitar que su amada escuela cerrara para siempre. Aun quedaba una semana de clase y los estudiantes iban gustosamente a sus últimos días a la preparatoria.

Los cinco y Po regresaron como héroes a la escuela. Todos los felicitaban por su gran hazaña y valentía. Sobre todo a Po, que era rodeado por un montón de chicas ahora que se había vuelto una celebridad en la escuela. Cosa que no agrado a cierta chica de cabellos anaranjados que tiraba cuchillos con sus ojos a cada chica de la escuela, las cuales salían corriendo al verla.

Los cinco aun tenían heridas en sus cuerpos. Tigresa tenía una que otra venda en su cabeza. Mono tenía un cabestrillo debido a que tenía el hombro lastimado. Mantis tenia el pecho y abdomen lleno de vendas. Víbora tenía un collarín alrededor del cuello debido al golpe que recibió en la nuca. Grulla tenia la pierna vendada desde la rodilla hasta la pantorrilla, pero eso no les molestaba demasiado. Po, por otro lado, parecía que nunca se hubiera peleado con el tipo más peligroso y caído desde el último piso de un edificio de la escuela. Eso les sorprendió mucho a sus amigos, lo cual Po contesto diciendo que era bárbaro.

Los seis jóvenes se encontraban almorzando juntos debajo de un árbol, entre risas y sonrisas Mono le pregunto a Po.

-¿Y que haz hecho todo este tiempo?- un puño, una pierna, un codo y un listón se impactaron en la cabeza de Mono que termino estampado contra el suelo.

-¡Idiota!- le gritaron Tigresa, Mantis, Grulla y Víbora.

-¿Por qué hicieron eso?- se quejo muy adolorido. Ellos lo miraron con reproche, Mono pensaba y pensaba hasta que se dio cuentas de lo que había preguntado- huy… perdón…- dijo avergonzado.

-Pues… miraba televisión, leía libros, me metía en Internet y me divertía bastante- los cinco lo miraron estupefactos, Po se dio cuenta que lo miraban algo consternados y decidió cambiar de tema- ¿Quiero que me cuenten todo lo que han hecho?- dijo brindándoles una calida sonrisa.

Los cinco empezaron a contarle toda su vida, claro, evitando el tema de hace diez años, Mono contaba sus "hazañas", Mantis le hizo una que otro broma con su estatura y el castaño se enojo. Todos se rieron al ver su cara. Grulla le contó como le había ido a él y a su madre, Víbora le contó los campeonatos de baile en los que estuvo y Tigresa sólo le contaba las actividades que hizo. Po se veía feliz y lo estaba, sus amigos habían logrado tantas cosas en su ausencia y eso lo hacia sentir muy bien, ellos no perdieron la oportunidad de agradecerle lo mucho que los ayudo de pequeños que, sino fuera por Po, ellos jamás hubiesen llegado hasta donde se encontraban.

La semana se fue rápido, los cinco no se despegaron en ningún momento de Po, como si se lo fueran a arrebatar o algo por el estilo. Po no se quejaba de su "excesiva" compañía, es más, la disfrutaba. Todos los días se divertían, iban a visitarlo a su casa y jugaban videojuegos y reían aun más por las ocurrencias de su amigo. Mono y Mantis no perdieron oportunidad y le hicieron una broma a Tigresa con respecto a sus sentimientos a "cierta" persona. Lo que pasó después es que tuvieron que saltar por la ventana de Po y correr por sus vidas ya que cierta chica de ojos rubí los perseguía por toda la calle con intenciones de hacerles mucho daño. Los demás reían a más no poder, aunque Po no entendió la broma. Así pasaron los días hasta que las vacaciones llegaron, los cinco pensaban en pasar todo su verano con su amigo, pero el les aviso que tenia que marcharse para hacerse unos análisis. Los cinco se deprimieron un poco con la noticia. A Víbora se le ocurrió hacer un día de campo con todos ellos y sus familiares para desearle un buen viaje a Po. Los otros festejaron la idea

Yo tenía una mejor relación con Shifu, el cual desempeñaba ahora el papel de padre con alegría, era aun más feliz. Víbora se metió en problemas con su padre, pero éste no pudo hacerle nada ya que vio la felicidad que tenia su hija y no pudo hacer más que mandarla a su cuarto. Grulla fue castigado, según él, de la peor manera… el silencio de su madre por tres días por meterle semejante susto. Mono recibió por todo un mes las bromas híper pesadas de su tío, el cual estaba que echaba espuma de la boca por el enojo. Mantis fue obligado a labores forzados, que eran lavar, limpiar, cocinar, arreglar y cuidar de su casa.

Para ser sincera no se que pasara de ahora en adelante pero creo que…

-Tigresa- se escucho la voz de Shifu que le llamaba- vámonos que se nos ara tarde

-Ya voy- respondió Tigresa apagando su computadora, salio de su habitación y bajo las escaleras donde estaba siendo esperada por Shifu.

-Ya era hora- dijo entono de broma.

-Lo siento maes…- Shifu se le quedo mirando- quiero decir… padre- Shifu sonríe al escuchar esa palabra- tardare en acostumbrarme un poco a esto-pensó ella.

Ella y Shifu salieron de la casa y se subieron al auto del subdirector. Ambos platicaban cosas triviales por el camino hasta que por fin llegaron a su destino, que era el parque donde Po conoció a la mayoría de ellos.

Al bajar del auto caminaron hasta el centro del parque, todos ya se encontraban sentados en una gran manta debajo de un árbol. Al verla todos la saludaron, Tigresa les sonríe. Ahí estaban Víbora, Grulla, Mantis y Mono. La madre de Grulla y de Víbora también estaban ahí, el tío de Mono, Escorpión y el Sr. Ping y por ultimo Po… Tigresa y Shifu se acercaron a ellos y tomaron asiento. Tigresa quería estar enseguida de Po pero el espacio estaba siendo ocupado por Mono, así que hizo lo que cualquier chica decente y paciente haria… le dio una patada en la espalda que lo mando al otro extremo de la manta (estilo comedia anime), Mono estaba a punto de protestar pero al ver a Tigresa que lanzaba fuego de los ojos decidió callarse, por su propio bien. Todos se rieron con la escena, el tío de Mono no perdió tiempo en humillarlo con bromas que aumentaron las risas de todos.

-Me podrían ayudar a bajar la comida del auto- pregunto la madre de Vibra a los demás adultos, ellos aceptaron- ustedes quédense aquí y espérenos, no tardaremos- después ella y los demás adultos se fueron.

Hubo un momento de silencio, pero fue roto por cierto albino.

-Y pensar que en este mismo parque los conocí…- dijo Po con los ojos cerrando los recargando su peso con los brazos hacia atrás, una agradable brisa de aire paso por el rostro de todos los jóvenes, que al sentir el contacto del aire en sus rostros, cerraron sus ojos.

-Si…- dijeron felices.

-No es justo- dijo Grulla- a mi no me conociste en este parque.

-No, pero si cerca de él- dijo intentando animarlo.

-No es lo mismo- canturreó Mono burlándose de él.

-Pues a mi me regalo un gorro, ¿Y a ti que te regalo?- Mono se quedo callado- ¡Ja!, yo gano.

-¿Ganar?- dijo Mantis confundido- ¿Ganar en qué?

-Pues claro que hablo de ser su mejor amigo, que soy yo por supuesto- dijo orgulloso.

-De eso nada viejo- dijo Mantis- yo soy su mejor amigo.

-Están locos- dijo Mono- su mejor amigo soy yo- dijo orgulloso.

-Chicos…- dijo Po

-No, soy yo- decía Grulla.

-Chicos…- volvió a decir Po.

-Que yo- dijo Mono.

-Chicos…- decía en un tono más elevado.

-Ustedes dos se pueden ir a la…- Mantis no termino de hablar porque un grito no se lo permitió.

-¡Chicos!- grito Po para llamar su atención- lo siento pero mi mejor amigo es Tigresa, bueno, no digo que sea un hombre, aunque pega como uno, no por eso la hace menos femenina, no es que me fije mucho en eso, pero no digo que sea una chica, ¡Digo! No, n-no es como si lo viera como un chico aunque…- no pudo terminar de hablar ya que alguien le dio una patada voladora en la cabeza (estilo anime), Po miro a su agresor y era Tigresa- ¿Por qué hiciste eso?- dijo adolorido.

-No sé… tal vez porque me dijiste "chico"- dijo algo molesta. Po jugaba con sus dedos algo nervioso.

-Lo siento- dijo a penado. Tigresa se tranquilizo, no podía enojarse con él.

-Está bien, no pasa nada- dijo con una sonrisa.

Tigresa le ayudo a levantarse, Po, una vez ya de pie, la miro a los ojos. Los ojos rubí de ella se conectaron a los ojos jade de Po. El tiempo parecía que se detuvo, ninguno despegaba la vista del otro, era un momento mágico para ella y hubiese durado más tiempo de no ser por las tontas risas de dos personas. Tigresa miro a su alrededor y se encontró que todo el mundo los estaba observando, los hombres se reían un poco, Víbora y las demás mujeres tenían una sonrisa picara y Shifu… no se veía muy contento por la cercanía.

-Yo… esto… no…- todos pusieron una enorme sonrisa de "te cachamos". Po no entendía lo que pasaba, miro a Tigresa y ella estaba roja como tomate.

-Tigresa, ¿Estas bien?- dijo mientras acercaba peligrosamente su rostro al de ella mientras ponía una mano en su frente, ella se pone aun más roja- estas caliente, deberías des…- no termino de hablar porque Tigresa le dio un puñetazo en la cara (cara de Tigresa: / mientras le daba el golpe. Cara de Po cuando lo recibe: DX)- ¿Qué te pasa?- dijo en el suelo-… Tigresa…- un aura peligrosa rodeaba a Tigresa, su rostro estaba ensombrecido y apretaba con fuerza sus puños. Tigresa lo miro a los ojos (Ò/Ó) y Po se asustó. En su cabeza apareció el letrero "peligro" y salio corriendo.

-¡Vuelve aquí!- grito Tigresa que comenzó a perseguirlo.

-¡Ayuda!- gritaba Po, que sentía como si un demonio lo persiguiera.

-¡Ya veras cuando te atrape!- le dijo ella.

-¡Ah!- gritaba aun más espantado.

-¡Po!- acelero el pasó.

Si es con él…

Tigresa lo deriva al suelo comienza a ahorcarlo de manera cómica, todos los demás reían con la escena.

No me importa lo que pasara más adelante…

Ahora le pellizcaba las mejillas, Po soltaba miles de quejas.

Ya que se que él…

Ahora le hacia cosquillas en todo el cuerpo. Po se moría de la risa.

Siempre estará conmigo…

Deja de hacerle cosquillas y se quita de encima de él. Po respiraba agitadamente, luego mira a Tigresa y le sonríe, ella lo mira por unos segundos. De pronto los otros cuatro se dejaron caer arriba de Po, el cual ahora era aplastado por Mantis, Grulla, Mono y Víbora. Todos comienzan a reír a la par, era un ambiente muy agradable.

Y yo siempre estaré con él…

Tigresa da una enorme sonrisa con los ojos cerrados mostrando sus perfectos dientes y sus, curiosamente algo largos, colmillos (les recuerdo que en algunos animes las personas tiene un poco más largos los colmillos que los demás pero no exagerados). Los demás la miran sorprendidos pero se le unen poco después con grandes sonrisas plasmadas en sus rostros.

Porque es mi mejor amigo… y mi primer amor…

Fin…

Espero que les haya gustado el ultimo capitulo de "Kung fu School" ya que… *suspiro* tengo que decirles algo… este sera mi despedida… asi es, dejare de escribir… hace tiempo que estaba pensando sobre esta decisión, no era facil pero me propuse a lo menos teminarla… ¿por qué dejare de escribir?… las razones son un tanto personles, pero la más importante de ellas es que necesito tiempo para pensar en mi vida. Ahora se que es lo que pensaban los más grandes escritores de kung fu panda cuando dejaron de escribir… ahora los entiendo… descuiden, no me ire de fanfic, solo me retito como escritor, seguire leyendo sus historias y dejare review cada vz que pueda, nos vemos amigos, ah, y recuerden que si quieren pueden mandarme un mensaje privado si aun desean unirse a mi foro en face. Hasta pronto…

Lizz Jiao: OK, LIZZ TE HAS LLEVADO EL PREMIO DE LA ACADEMIA AL REVIEW DOBLE MÁS LARGOS DE TODOS *APLAUSOS* TU COMENTARIO FUE MUY ALAGADOR Y TE AGRADEZCO MUCHO QE LO HAYAS LEIDO. ESPERO QE LA NOTICIA DE MI RETIRO NO DE MOLESTO n.n… NOS VEMOS….

Llink: muchas gracias, no eres el primero qe piensa que soy el mejor escritor pero eso nunca deja de alagarme ejejej… adios…

jeffersongongora: muchas gracias por dedicarle tiempo a mi fic… muchas gracias, aun que sea el final…

Zhihui de xinzang: pues la espera ha terminado… aun qe muchos hubieran deseado que mejor nuca hubiese llegado el final… ahora me despido y descuida, como habras leido, él no murio y yo no desapareceré… solo dejare de escribir.

Jack and Alisson: si, me gusta dejar en suspenso XD y espero qe este final te guste… gracias…

Alisson: jejejeje entonces te gustara el final jejejejeeje

dani t.g: o.o ok… ejejejejejej si, ya me conocen, me gussta el suspenso XD

Sweetluckygirl:ok, neglects not kill ... O.o, although this is the end ... I hope you do not get mad and understand my reasons ... thank you very much, you're my Pirma reading in English and I am honored to have you as a reader ... thanks ...

Venture into the imagination: me avisas XD, espero qe el final de guste... es dificil poder escribir algo como un "adios"…

Sabbe man: :/ ?

ana Paula: hola ehjeejejej, espero qe este cap te haya gustado y espero qe no te moleste lo que decidi… gracias…

Kriton6: esperare con ansias tu regreso amigo ejejejeje y gracias.

maestra vibora:… pues el final te gustara mucho… espero… gracias po tu comentario

Eme48: un poquito XD…

Askard: y aquí esta el final de Kung fu school… espero sea de tu agrado.

valenagra: el mejor escritor de kung fu panda... creo que para eso se tiene que votar amigo XD, muchas gracias por tus palabras y espero que no te haya desepcionado… muchas gracias en serio… me agrado mucho tu comentario y por seguirme por tanto tiempo… gracias

invanickname: gracias por comentar ejejejejej… muchas gracias de verdad…

Ahome Firefly: ... espero que sea el final qe esperabas… lo siento…

Leonard kenway: se acabo la espera pero… empieza el adios…

Miguel el romantico je: muchas gracias amigo, epsero que este cap sea de tu agrado… me gusta atrapar al lector en la historia y hacer qe la viva… aunque sea el final…

shanya and ty-rex: muchas gracias por el graaaaaaaaaaaan comentario amiga shanya jejejejejejeje, sabes que me gusta atrapar a los lectores con mis cap, hago qe se metan tando que terminan dentro de la pantala jejejejej y si me gusta mucho la pelicula y ya te deje un review, solo avisame por mensaje privado cuando subes el proximo ya que no reviso muy seguido fanfic pero si mis mensajes jejejeje, creo que... este cap… te dejara marcada… *suspiro* espero qe no te enojes… nos vemos en otra ocacion … ESPERO QUE LA NOTICIA DE MI RETIRO NO TE HAYA AFECTADO…

geraldCullenBlack: jejejeejej espero qe este cap te haya gustado y pues… con lo que dije al final… pues no se si yo… tu sabes, espero qe no me odies. Deseguro lloraras mucho con este final pero espero qe no te enojes…

CAKE324: me halagas XD, muchas gracias.

Desiderius Helmschmied: gracias por comentar y espero que sea de tu agrado este ultimo capitulo.