último capitulo :)
Muchas gracias para todos lo que lo leyeron, comentaron y lo pusieron en sus favoritos. Significa mucho para mí :3
Espero que les guste, estoy bastante orgullosa de este capitulo si me permiten presumir e.e
Advertencias: Intentos de suicidio, smut, Klangst :'(
Blaine se sentó en el suelo, su espalda contra la bañera y suspiró. Tomó el puño del brazo izquierdo de su remera y lo enrolló hasta que quedó a la altura de su codo.
Tragó nerviosamente.
"Te amo Kurt" dijo apenas audible.
La navaja tocó su piel y un escalofrío recorrió su cuerpo al sentir el frío metal. La punta del metal tocó su piel pero no lo suficiente como para cortar. Vaciló un poco pero el moreno respiró para tranquilizarse y apretó la navaja contra su piel.
Siseó de dolor pero una ráfaga de placer recorrió su interior al ver la sangre brotar de su piel. Movió el metal hacia la derecha conteniéndola respiración. Cuando el corte alcanzó los tres centímetros aproximadamente levantó el metal.
El corte color piel rápidamente se transformó en uno color rojo. Largó un suspiro tembloroso. Una lágrima cayó por su mejilla. La gota de sangre rodeó su muñeca y cayó en el muslo de su pantalón del pijama.
Iba a hacer otro corte más abajo de ese cuando la perilla de la puerta se movió. Mierda. No le había puesto traba a la puerta.
La puerta se abrió y un dormido Kurt apareció. El castaño notó lo que estaba sucediendo y sus ojos se abrieron como platos. "¡¿Qué mierda haces?!"
"¿Qué crees que estoy haciendo?" dijo el ojimiel, su voz irradiaba veneno y odio. Apoyó el metal contra su piel pero una mano lo tomó de la muñeca con fuerza.
"No lo hagas" dijo su hermano que ahora se encontraba arrodillado al lado suyo. Trató de seguir como si el ojiazul no hubiera dicho nada.
"No lo hagas" repitió pero esta vez se escuchaba la súplica y el dolor en su voz. Lágrimas cayeron de sus ojos. Su mano tembló sin saber qué hacer.
Su mano soltó la navaja y sollozo salió de su boca. Kurt agarró la navaja y la dejó en el lavatorio. Se levantó para cerrar la puerta y buscó una toalla. Regresó a su lugar y presionó la suave tela contra la cortadura.
"¿Por qué?" preguntó su hermano luego de unos minutos de silencio. Levantó la toalla y al ver que la sangre no corría más buscó el maletín de primeros auxilios.
"No me amas" dijo suavemente el moreno.
"Tonterías"
Blaine levantó la vista de su muñeca y miró a su hermano. "Es verdad, no me amas. No quieres que estemos juntos, crees que estoy loco"
El ojiazul buscó la gasa y envolvió la muñeca de su hermano con delicadeza. "Nunca podría no amarte". Terminó de vendar la cortadura y plantó un pequeño beso en la palma de la mano de Blaine. "Nunca".
El ojimiel miró para cualquier lado menos a Kurt. "Me hubieras dejado seguir".
El castaño negó con la cabeza. "No… No. No puedo vivir sin ti" admitió.
Blaine rió, puro odio salía de la risa que tanto solía amar. Que ama. "No mientas. No me amas. No te importo"
"Claro que si" dijo indignado el ojiazul.
"No. Si me amaras no me hubieras dejado. Me hubieras perdonado" dijo con rabia el moreno. Luego unas lágrimas cayeron. "N-no me amas" sollozó.
"No quieras echar toda la culpa sobre mí, Blaine. Sabes que te amo"
"Entonces demuéstralo". Blaine lo tomó de las manos y lo acercó. "Muéstrame cuanto me amas" susurró en su oído antes de empezar a dejar besos en su cuello.
"Blaine…" trató de decir débilmente pero el ojimiel continuó y Dios, cuanto extrañaba esos besos.
Blaine lo besó en los labios y eso fue lo único que necesitaba para perderse completamente. La lengua de su hermano tocó su labio inferior y el abrió la boca permitiéndole la entrada. Sus labios se movían juntos en perfecta sincronía.
El ojimiel tomó su labio entre sus dientes y lo mordió suavemente logrando que soltara un gemido.
"Te necesito" susurró Blaine.
Ambos se levantaron y caminaron hasta la cama del moreno, sus labios permaneciendo juntos. La parte trasera de las rodillas del castaño tocaron la cama y se dejo caer, el ojimiel encima de él.
Manos vagaban sobre los cuerpos, prendas de ropa volaban por todos lados y besos eran tomados. Tanto extrañaba esos momentos de intimidad, donde los únicos en la tierra eran ellos dos.
Ambos estaban en bóxers. Blaine tenía sus manos en las caderas del menor y sus labios estaban pegados al cuello del ojiazul. Kurt tenía sus manos en los rulos de su hermano, sosteniéndolos como si su vida dependiera de ello y palabras de deseo e incoherencias en su boca.
"Blaine, por favor" rogó.
El moreno asintió en su cuello y dejó un último beso antes de separarse.
El castaño se quejó por la pérdida de contacto. El ojimiel se acercó a la mesita de luz y sacó el lubricante y un condón. Por más que quisiera sentir todo de su hermano, él había estado con Trevor.
Se sentó entre las piernas de su hermano y las acarició suavemente, desde la punta de los pies hasta la cadera.
El castaño suspiró y una lágrima salió, cayendo por la mejilla. Esas caricias, ese amor que tanto lo alegraba… lo iba a extrañar.
Blaine tomó el lubricante y lo esparció por sus dedos. Besó el muslo derecho y llevó su mano entre las piernas de su hermano. El dedo índice rodeó su entrada juguetonamente antes de entrar lentamente.
El ojiazul aguantó la respiración. Una mano se entrelazó con la suya. Su rodilla derecha se levantó levemente y su cabeza giró hacia atrás. Sus mejillas estaban enrojecidas y su boca ligeramente abierta.
Un gemido escapó de sus labios al sentir la boca de Blaine en su cuello. El moreno sacó su dedo e hizo entrar un segundo, los movió dentro y fuera, haciendo movimientos de tijera.
Luego Kurt recordó que su padre estaba en la casa. Mordió su labio tan fuerte como pudo para no hacer ruido pero era difícil cuando tenía los dedos de su hermano entrando y saliendo.
"Por favor, Blaine"
El ojimiel retiró sus dedos. Abrió el paquete y se colocó el condón. Puso un poco de lubricante sobre su erección y se alineó con la entrada de su hermano.
Tomó por la rodilla la pierna derecha del castaño y la levantó enganchándola en su hombro, hizo lo mismo con la izquierda. Se acercó y besó a Kurt en los labios.
Lentamente entró, gimió al sentir el calor alrededor de su erección.
"Dios, Kurt, tan apretado…" murmuró.
El castaño clavó sus uñas en la mano de su hermano que estaba sosteniendo y con la otra agarró las sabanas.
Ambos gimieron cuando el moreno estaba completamente adentro. Cuando el castaño asintió, Blaine salió y entró nuevamente.
Cada vez lo hacía más rápido. Cada tanto se acercaba y le robaba un beso a su hermano o doblaba la cabeza y besaba una de las piernas.
Movió sus caderas para encontrar una mejor posición y el ojiazul hizo lo mismo. Sus caderas se encontraban en cada embestida y era totalmente excitante. La habitación olía a sudor y se escuchaban los roces de las sabanas y los "Te amo" susurrados.
"Oh, ahí" gimió Kurt.
Blaine tomó con una mano la cadera del menor y aumentó el ritmo. Sus caderas iban cada vez más rápido, golpeando una y otra vez la próstata de su hermano.
El ojiazul gemía de placer, sus ojos giraron hacia atrás y su mente daba vueltas.
"No durare…" advirtió.
"Entonces acaba" susurró el moreno en su oído y mordió su oreja.
El ojiazul se dejó llevar por el placer y acabó en su estomago y el pecho de su hermano, su cuerpo temblando ligeramente por el orgasmo.
El ojimiel gimió al sentir el líquido caliente en su cuerpo y una avalancha de placer lo inundó, terminando en el condón.
Ambos terminaron cansados y respirando con dificultad. El moreno salió del interior de su hermano y se acostó a su lado.
Kurt se acurrucó a su lado y se dejaron llevar por los brazos de Morfeo.
En ningún momento durante la noche sus manos se separaron. Ni cuando hacían el amor ni cuando dormían.
El castaño se despertó temprano en la mañana y su mano seguía entrelazada con la de su hermano.
Soltó su mano y se levantó para limpiarse a él y al ojimiel. Tiró el condón a un tacho de basura y tapó a su hermano con las sabanas.
Se estaba por alejar pero una mano lo tomó de la muñeca.
"No te vayas" susurró Blaine.
"Tengo que hacerlo. Lo de anoche fue una… despedida" no diría que fue un error porque nunca podría serlo. No con Blaine.
"Lo sé" respondió suavemente y soltó su muñeca. "Te amo"
"Y yo a ti" respondió antes de salir de la habitación.
Ese verano Blaine se fue hacia la universidad. La noche anterior a la despedida los hermanos se quedaron toda la noche despiertos tomados de las manos.
El castaño prefirió no saber a qué universidad iría porque sabía que era capaz de ir a buscarlo. Ese año fue infierno. Cada rincón de su casa o de la escuela le recordaba a su hermano y empezaba a llorar.
El verano siguiente se dirigió a Nueva York para comenzar con la universidad.
Le lastimaba saber que dejaría solo a su padre pero por suerte estaba Carole a su lado y él nunca podría agradecerle demasiado.
Allí conoció a Andrew. Era dulce con él. Siempre le tomaba la mano o lo besaba cuando estaban en público. Se sentía bien poder demostrarles a todos que había encontrado a alguien que lo amaba. Aunque si tuviera que elegir estar con Andrew o tener que estar entre las sombras con Blaine durante una sola noche, elegiría la última opción sin dudarlo.
Blaine regresó a casa para Navidad. Hacía años que no veía a su padre o Kurt. Kurt. Como extrañaba esos hermosos ojos azules que brillaban siempre que lo veía.
Cuando entró por la puerta escuchó risas provenientes del living. Con el bolso en el hombro caminó con una sonrisa hasta allí.
Sentados estaban Carole, al lado su padre, Finn viendo la televisión y a su lado Kurt con alguien que no lograba reconocer.
Su padre lo vio y se acercó a saludarlo al igual que Carole y Finn. Su hermano lo abrazó y él envolvió sus brazos fuertemente alrededor de su cintura. Respiró profundamente y suspiró al sentir el aroma de su hermano, no había cambiado. Nada de él había cambiado, sus ojos eran del mismo azul que amaba y su piel seguía tan pálida como hace cuatro años atrás.
"Te extrañe" susurró su hermano al oído. Se separaron.
"Blaine, el es Andrew, mi prometido"
Su corazón se partió en mil pedazos. Prometido. Bajó su vista y vio las manos entrelazadas, una piedra brillaba en uno de sus dedos.
Con una sonrisa forzada tomó la mano de Andrew y la sacudió políticamente.
"Un gusto Andrew"
"El gusto es mío, por fin puedo conocerte. Me contaron muchas cosas de ti"
El moreno vio a su hermano quien no dijo nada. "Espero que buenas" dijo con una risa.
En toda su estadía en la casa Hummel-Hudson un ácido quemaba su interior cada vez que veía a la pareja abrazarse o besarse.
Durante una de las cenas el ojiazul le pidió que sea su padrino de bodas. Con una sonrisa aceptó aunque los dos sabían que era lo mismo que pedir que se pare en frente de leones hambrientos.
La noche de bodas fue una tortura. Todos sus amigos lo abrazaban y decían cosas como "Debes estar orgulloso de él" o "Hacen tan linda pareja". Hasta en el discurso de un borracho Puck dijo "Por un momento creíamos que eran novios", todos rieron y Kurt le lanzó dagas con la mirada pero él miró a su hermano con tristeza y dolor.
Cuando llegó al hotel en el que se estaba hospedando se encerró en el baño a llorar con una botella de whiskey. Luego vio la cicatriz- casi invisible por los años- y recordó que bien se sentía.
Agarró la botella por el cuello y la estrelló contra el piso, el líquido marrón y pedazos de vidrios volaron por todos lados. Tomó el pedazo más grande y lo enterró una y otra vez en su brazo. Sangre caía de las cortaduras directo al piso y su traje.
"Hopelessly devoted to you…" cantó antes de quedar inconsciente.
Una luz molestaba sus ojos. ¿Era el Cielo? No, escuchaba voces.
Abrió uno de sus ojos y vio un hombre de blanco. "Hola Blaine, soy el Dr. Rodríguez, que suerte que despertaste"
El ojimiel dijo una incoherencia y el doctor rió. "¿Por qué no duermes y cuando te sientas mejor hablamos?"
Sus ojos se cerraron de nuevo.
Horas después se despertó, esta vez más consciente y sintió una presión en su mano. Giró su cabeza y vio a Kurt sentado al lado de la camilla, ojos rojos, mejillas enrojecidas con rastros de lágrimas. Sus manos entrelazadas, sonrió.
"¿Fue un sueño?" preguntó.
"¿Qué cosa?" preguntó su hermano.
"Que tienes a alguien más" susurró.
"No Blaine, no fue un sueño" el castaño se acercó y lo besó en la sien. "Me tengo que ir, tengo que ir a mi luna de miel"
Se levantó de la silla y caminó hasta la puerta.
"¿Lo amas?" preguntó el moreno.
"¿Mas que a ti? Nunca" respondió antes de irse.
Blaine sonrió. "También te amo"
Klaine no esta junto, buu :( pero al menos Blaine sigue vivo, tenia que darles alguna alegría xD
Disfruten la lectura y no olviden comentar :3
