Just like a pill (Como una píldora)

¿Cómo había llegado a ese punto? No podía detenerse, otra vez estaba cortándose. Hacía pequeños cortes horizontales en su brazo. Uno por su sonrisa, otro por su mirada, otro por sus lágrimas y el último por sus palabras. "Te amo" le había susurrado con sus ojos llenos de lágrimas, pero ahora los ojos que lloraban no eran los de él, eran los de ella.

Nunca nadie le había dicho eso. La sangre siguió corriendo.

Nunca ella había sentido eso. Más gotas de sangre salían.

Se tiró en el suelo acurrucándose a la puerta. Estaba rota, estaba perdida. Los problemas de sus padres eran importantes pero ahora comenzaba a sentir real peso en sus hombros.

Había escuchado aquella maldita historia, de alguna manera había estado cara a cara con las víctimas, y el único chico que había capturado sus sentimientos era un asesino, no solo eso, era un fantasma. ¿Eso la asustaba? No, lo que realmente le asustaba era lo que él causaba en ella.

Había jurado que al verlo le daría la espalda, sentía tanta angustia, desilusión. Había tomado una enorme dosis de pastillas para dormirse, y tal vez hacerlo para siempre, pero abrió los ojos y él la estaba salvando, la abrazaba como si tuviera en él todo el cariño del universo. Caía, otra vez Caía.

Trataba constantemente de olvidar lo sucedido hasta que él volvió aparecer, y no estaba equivocado, ella realmente estaba siendo fría con él. Pero realmente, ¿Había otra forma de actuar luego de lo que se había enterado?

El dolor continuaba, pero no era por aquellos cortes, era por heridas que estaba segura que nunca cicatrizarían.

En verdad él era su punto de inflexión. "Te amo", le dijo. Él le dio la oportunidad de largarse y no volver, ella solo decidía.

Dilo Violet, Dilo. Se dijo para sí misma. Una palabra, cuatro letras. VETE.

"Ven Aquí" susurró. ¿Qué estaba haciendo? Se acurrucó en la cama con él, se sentía tan bien. Tenía un calor especial que estaba segura que nadie en esta tierra se lo podría dar.