Capítulo 13
-Vegeta Ouji.-contestó Vegeta fríamente al hombre que lo recibía en la entrada.
-Oh señor Ouji. Pasé por aquí por favor.-dijo el empleado mientras se hacía a un lado para darle paso a Vegeta.-Mis compañeros le dirán cual es su mesa.-terminó amablemente.
-Gracias.-respondió de mala gana mientras ingresaba al penthouse.
Era realmente un lugar inmenso. Él jamás había conocido la casa de Ginehouse. A pesar de que todos los años le llegaba la invitación del festejo de su cumpleaños, Vegeta nunca antes había asistido ya que el vivir en Estados Unidos se lo impedía. Él se había imaginado una reunión tranquila y formal con los socios mas cercanos de Stanley pero al ver aquello se sorprendió gratamente. Más que un penthouse aquello era un gran salón de fiestas al aire libre. Habían alrededor de cien mozos atendiendo a la gente que se acomodaba en las numerosas mesas. Se escuchaba una música refinada y se podían ver a los guardias luchando contra los periodistas para que no molestaran a los invitados. Parecía un evento de Hollywood. Era realmente demasiado exagerado para ser un cumpleaños o al menos eso pensaba Vegeta. Desde los incontables mozos hasta la alfombra roja por la que había ingresado. Era demasiado innecesario tanto lujo. Vegeta miró a Myrna y a Frank quienes observaban maravillados el lugar. Sonrió. Aguantaría la estúpida velada por ellos. Se los debía. Dirigió su mirada al hombre que estaba esperándolo.
-Señor Ouji acompáñeme. Yo lo dirigiré a su mesa.-dijo amablemente otro de los empleados.
Vegeta asintió levemente y lo siguió tranquilo. Se cruzó con varios de sus socios en el camino hasta su mesa incluyendo a la patética familia Ball. Bulma volvió a su mente al instante. Recordó al inútil de Draco intentando abusar de ella. Sacudió su cabeza con enfado e ignoró a la familia. El mozo indicó con sus manos cual era la mesa de ellos.
-La mesa junto a la fuente es la suya Señor Ouji.-indicó amablemente.
-Esta bien. Gracias.-respondió él tranquilo.
-Que tenga una buena velada.-terminó el joven y se marchó.
Los tres se sentaron en sus respectivos lugares. Ginehouse había dicho que la fiesta era en el penthouse pero pareció cambiar de opinión ya que la velada se organizó en los jardines de la mansión. A Vegeta le fascinaba las fiestas al aire libre. A pesar de que ese cumpleaños era una gran exageración, a él le encantaba asistir cuando las reuniones se hacían afuera. Lo que más le llamaba la atención era la gran pasarela que estaba en medio de las mesas. Otra vez Bulma invadió su mente. El solo hecho de saber que ella estaría allí lo hacía enloquecer de felicidad.
-Este lugar es hermoso Señor.-dijo Myrna felizmente mientras sacaba a Vegeta de sus pensamientos.
-Ya deja de decirme señor, dime Vegeta.-pidió divertido.
-Gracias por invitarnos, Vegeta. Jamás habíamos visto algo tan maravilloso.-agradeció Frank mientras tomaba la mano de su mujer.
-Siempre fueron atentos conmigo. Se merecen mas que esto.-dijo sonriente.
-¿No te da vergüenza que te vean con la servidumbre?-preguntó Myrna observando el lugar nuevamente. Era personas muy elegantes y aunque ella no parecía ser un ama de llaves, se sentía incomoda.
-Eso es una tontería, Myrna. Son más que dos empleados para mí.-confesó Vegeta enfadado.
-¿Y si te preguntan quienes somos?-preguntó Frank.
-Son mis amigos.-contestó sonriente.
-Claro que no. Somos el servicio.-habló Myrna nuevamente.
-Cállense par de tontos. Me voy al baño ¿saben?-dijo enfadado mientras se levantaba.-Vayan y recorran el lugar.-ordenó amablemente mientras se marchaba.
Camino por todo el amplio jardín mientras saludaba amablemente a algunos de sus socios. En realidad eran socios de su padre. Suspiro levemente. Ese año si que había sido complicado. Volver a la Capital del Norte y enterarse de la muerte de sus padres y encontrar el amor y perderlo en dos meses había sido difícil ¡Basta de esto!. Esa noche se supone que sería para divertirse y buscar a Bulma. Sonrió levemente y entró al baño. Sus ojos se abrieron como platos. ¿Como era posible que Ginehouse pusiera mozos también en el baño?. Soltó una sonora carcajada.
-¿Necesita algo, Señor?-preguntó uno de ellos.
-No. Solo entraré al baño.-contestó tranquilo mientras ingresaba a uno de los tantos baños del lugar.
Ginehouse estaba realmente loco. ¿Gastar semejante dinero por un cumpleaños?. El baño, otra exageración. Allí había de todo. Lavatorio, toallas, un gran inodoro, flores y hasta un espejo cuerpo entero. ¿Hacía falta tanto lujo? Se miró en el espejo y sonrió.
-Morirás al verme Bulma. Hoy estoy irresistible.-dijo divertido mientras se reía.
Llevaba un elegante traje negro. Por debajo, se denotaba una camisa azul oscuro acompañada por una corbata color azabache al igual que los zapatos. Odiaba vestirse así pero la ocasión meritaba y no le gustaba quedar mal adelante de tanta gente. Se acomodó bien el traje y salió del baño. Otra vez el mozo lo abordo de preguntas pero decidió ignorarlo. Una vez que pisó el jardín, los periodistas lo rodearon. ¿Como lograron entrar?. Se puso incómodo.
-Señor Ouji ¿como trata con la muerte de sus padres?-preguntó una notera.
-Vegeta ¿es verdad que fuiste guardaespaldas del presidente de Estados Unidos?-preguntó un reportero.
-Señor Vegeta ¿esta saliendo con alguien?-interrogó otro.
Trato de esquivarlos como pudo pero le era imposible. Salían de todos lados. Observó como los guardias luchaban por sacarlos pero ellos seguían gritando preguntas y filmando todo. Comenzó a caminar hacia atrás tratando de salir de aquel lugar. Como odiaba a los periodistas. De repente chocó contra alguien. Sus ojos se angostaron de odio al verlo.
-Ve...vegeta.-titubeó Draco Ball.
-Oh. Veo que me reconociste mocoso.-dijo sarcástico Vegeta.
-Yo...yo... ¿como se encuentra?-preguntó el joven. Vegeta notaba su nerviosismo.
-Ya deja de fingir amabilidad, estúpido. ¿Crees que me olvide?-contestó Ouji despectivo.
-Si, sé que me equivoque. ¿Bulma se encuentra bien?-preguntó sincero.
-Hace siete meses que no se nada de ella.-contestó frío.
-¿No sabe nada pero nada de ella?-preguntó sorprendido Draco.
-Te estoy diciendo que no insecto.-respondió enfadado.-¿Acaso tu la viste?-preguntó curioso.
-Si, hará uno o dos meses fuimos a la Corporación. Esta distinta.-contestó Draco sonriente.
-¿Distinta como?-replicó Vegeta.
-Debo irme Vegeta.-ignoró la pregunta sonriente.- Pero si tanto le interesa saber sobre su ex secretaria dentro de poco la verá y entenderá porque esta distinta. Usted también la ha perdido.-dijo burlón mientras se marchaba hacia su mesa.
-¡Estúpido mocoso!-insultó Vegeta enfadado.
¿Que habrá querido decir el insecto con que Bulma estaba distinta? ¿Estaría muy flaca? ¿Sería una mujerzuela? ¿Sería gorda? ¡Al demonio con su cambio! Él la amaba de todas formas y la quería a su lado así fuera un esqueleto viviente, una cabaretera o incluso siendo una obesa. Ella era hermosa por muchas cosas más allá de su físico. Su vista viajaba por todos los lugares de la casa de Stanley pero aún no divisaba a la mujer. Suspiro. Camino nuevamente a su mesa y al llegar se encontró con el mismísimo Ginehouse hablando con Frank y Myrna. Se sentó en su lugar sorprendiendo al viejo hombre.
-Vegeta por fin vienes a una de mis fiestas. ¿Cómo estás querido?-saludó amablemente Stanley mientras estrechaba su mano.
-Sabes como era mi trabajo en Estados Unidos, se me era imposible escapar.-rió- Estoy bien ¿y tú? Realmente me sorprende el lujo que tiene esta fiesta.
-Más feliz imposible. Me gusta dar con el gusto a mis invitados.-contestó sonriente Ginehouse.
-Y dime ¿falta mucho para que empiece el desfile?-preguntó curioso.
-Por lo que veo tú también estas impaciente por ver a la señorita Brief o quizás deba decir señora ya que esta noche la acompaña una personita muy especial.-rió divertido.- Ahora mismo daré comienzo al desfile. Disfruten la velada.-se despidió el hombre mientras se marchaba.
-¿Personita especial?-repitió Myrna.
-¿Qué habrá querido decir con eso?-preguntó Frank.
-Seguramente Bulma se ha casado. La llamó señora.-contestó Vegeta apenado.
-No te precipites a los hechos Vegeta primero tenemos que verla.-sugirió Myrna.
-¡Lo escuchaste Myrna!-dijo enfadado mientras golpeaba la mesa.-Quiero irme.
-Myrna tiene razón Vegeta. Esperemos a Bulma y veamos que es de ella. No te precipites.-aconsejó Frank.
-No creo que esto haya...-
-¡Bienvenidos a todos a mi fiesta de cumpleaños!-habló desde el escenario un emocionado Stanley.-Realmente deseo que mi fiesta sea de su agrado mis queridos socios. Gracias por estar presentes.
Todos los invitados comenzaron a cantarle al cumpleañero, estaban felices y emocionados. Se notaba que a todos les encantaba la fiesta. Vegeta siguió observando a los invitados pues eran tantos que aún no había podido reconocer a todos. De repente su vista capturó al viejo Brief y a su mujer aplaudiendo totalmente alegres pero no había señales de Bulma. Había un muchacho junto a ellos. ¿Sería el esposo de la peliazul?. La duda lo estaba carcomiendo.
-Bueno gente. Daremos comienzo al primer evento de esta noche que es el ya conocido desfile de todos los años donde se presentan las mujeres mas bellas de la velada. Pero este año viene con una gran sorpresa ya que será conducido por hermosisima científica .. ¡BULMA BRIEF!-anunció Ginehouse llamando la atención de todos los invitados.
Los ojos de Vegeta rodaron rápidamente al escenario cuando escucho el nombre de la mujer. La sorpresa llegó cuando la vio ingresar al escenario saludando a todos los invitados con una de sus manos. No podía reaccionar. Estaba realmente shockeado ante la escena. Se sentó ya que sus piernas no soportaban más. Algunos invitados aplaudían sonrientes, otros solo murmuraban pero la mayoría estaba incrédulo ante la escena. Bulma abrazó fuertemente a Stanley quién sonreía felizmente mientras acariciaba la gran barriga de la mujer.
-Creo que este pequeño es lo más importante de la noche.-dijo Ginehouse.-Lo has ocultado muy bien.
-Quería sorprenderlos a todos. Como verán, esta noche vine acompañada por mi hijo Trunks.-dijo divertida la muchacha.
Todos los invitados ovacionaron a la joven salvó Vegeta quien estaba estático ante la escena. Bulma... su Bulma.. ¿estaba embarazada? Cerró fuertemente sus ojos tratando de asimilar aquello. Estaba impactado. Dirigió su vista a Frank y Myrna quienes estaban igual de sorprendidos que él. Meses tratando de superar que ella se fuera, meses tratando de ocultar lo que sentía, meses en los que convivió con el dolor y... ella se olvidó fácilmente de todo aquello.
-Espera Vegeta. Tiene que haber una explicación.-dijo Myrna mientras observaba a Vegeta confundido.
-No hay ninguna explicación más que esa Myrna.-contestó dolido señalando a la feliz mujer sobre el escenario.
-Vegeta yo...-intentó hablar Frank.
-¡Esta embarazada! ¿entienden?-dijo desesperado.- ¡Esta cargando con el hijo de otro!
-Tranquilízate Vegeta.-dijo Myrna mientras tomaba su mano.
-Myrna tú sabes cuanto sufrí cuando se marchó y ella... saltó a la cama de otro sin pudor y encima se embarazó.-dijo angustiado.
-Lo lamento.-dijo la mujer suavemente.
-No hay nada para lamentar.-contestó frío.
-Muy bien.-dijo Bulma desde el escenario llamando la atención de todos.-Daremos comienzo a este desfile.
-Antes que nada, Bulma.-interfirió Stanley.-Quiero agradecerle a mi amigo Vegeta por venir esta noche ya que hacía muchos años que no sabía nada de él.
El reflector iluminó a la persona mencionada haciendo que Bulma quedará petrificada en su lugar. De todos los lugares en el mundo jamás pensó encontrárselo allí. Inmediatamente sus manos bajaron hacía su hinchado vientre. ¿Qué estaría pensando Vegeta sobre su hijo?. No supo que hacer o que decir, solo pudo bajarse del escenario y correr, correr lo suficientemente lejos. Escuchó como Stanley la llamaba pero aún así corrió. No quería enfrentar aquella situación. No quería enfrentar a Vegeta. Sus lagrimas no le permitían observar por donde iba así que se detuvo frente a un gran banco de piedra. Se sentó allí y comenzó a llorar desesperadamente. ¡Por Dios! No sabía como enfrentar aquello. Una mano en su hombro hizo que ella volteara asustada. Si antes creyó morirse, ahora lo haría del todo.
-¿Porqué huiste así mujer?-preguntó Vegeta frío.
-No quiero verte ¿entiendes? Me causaste mucho mal.-contestó ella amargada mientras se alejaba de él.
-¿Te cause mucho mal?-preguntó sarcástico.-¡Ja! ¿El dolor te obligó a embarazarte?
-¡NO PERMITIRÉ QUE TE METAS EN ESTO! ¿ENTIENDES? NO SOY UNA CUALQUIERA.-gritó mientras lo observaba enfadada.
-¿Y ESE HIJO DE QUIÉN ES? ¿DEL ESPÍRITU SANTO?-gritó furioso.
-TÚ ME USASTE, ME HUMILLASTE Y ME MALTRATASTE. ¿QUÉ TE DA EL DERECHO DE VENIR A JUZGARME POR MIS ACTOS?-respondió ella cegada de ira.
-¡JAMÁS ME PERMITISTE EXPLICAR ABSOLUTAMENTE NADA BULMA! ¡TE FUISTE SIN SIQUIERA DEJARME HABLAR!-Vegeta estaba realmente furioso.
-¡ DÉJAME EN PAZ VEGETA! YO ME OLVIDE DE TI.-mintió mientras estallaba en llanto y se sentaba otra vez.
Vegeta se sentó junto a ella. No la había seguido por todo el lugar para discutir. Quería explicarle porque había mentido aquel día y tratar de que ella lo perdonara. Tomó su rostro entre sus manos y secó sus lagrimas. Bulma lo miraba con un amor que era indescriptible. Se amaban y sus ojos los delataban. Su amor nunca había muerto. A Vegeta no le importaba que ella fuera a ser madre, solo la quería junto a él. Sería capaz de aceptar su hijo solo por tenerla a su lado. Acercó su rostro y la besó lenta y dulcemente. Ella correspondió al instante abrazándose a su duro cuello. Hacía meses que ambos habían deseado aquello. En el beso se derramaba todo el amor y el deseo que sentían por el otro. La falta de aire los obligó a separarse. Vegeta chocó su frente a la de Bulma mientras sentía como sus respiraciones se mezclaban.
-No me tortures.-susurró Bulma débilmente.
-No lo hago. Necesité ese beso.- contestó Vegeta mientras acariciaba su rostro.
-¿Porqué me mientes? Estas jugando conmigo, otra vez.-replicó la peliazul mientras se alejaba de él.
-Si no te quisiera juro que no estaría aquí.-se sinceró Vegeta mientras la miraba dulcemente.
-Es demasiado tarde Vegeta.-dijo Bulma al borde de las lagrimas.
-Lo sé. No puedo creer que estés casada y embarazada.-dijo Ouji apenado.
-No estoy casada, Vegeta. Soy madre soltera.-respondió con la verdad mientras se paraba otra vez.
-¿Qué?-preguntó incrédulo Vegeta mientras la seguía.-¿Y el padre?
-Pues...-titubeó nerviosa.
-¿De cuantos meses estás Bulma?-preguntó él con cierta duda.
-Ocho.-respondió intranquila.
-¿Hay alguna posibilidad de que yo sea el padre de tu hijo?-preguntó nuevamente mientras la tomaba suavemente de los brazos para que lo mirara a los ojos.
-¿Qué?-contestó Bulma incrédula. ¿La había descubierto ya?
-Por favor. Respondeme con la verdad.-suplicó un desesperado Vegeta.
Bulma no sabía que hacer. ¿Tenía que decirle la verdad o mentirle?
Continuara...
N/A Hola lectores.. aca traigo otro capitulo de esta historia. A mi no me gusto tanto como los otros pero espero que a ustedes si les agrade.. Debo decirles que no actualizare por un par de dias ya que mañana me voy de vacaciones y pues no podré conectarme. Apenas regrese subire el otro capitulo si? Gracias por sus comentarios. Cuidense mucho. Besos :)