Bueno aquí estamos de nuevo. La segunda parte de Cautiva.
Gracias a todas aquellas que me mandan, reviews, emails, favoritos, mensajes privados, anónimas etc... a todas y todos, gracias por leerme.
Espero que os guste. Esta es la introdución y el capírulo lo subire lo antes posible.
CAUTIVA II; OBSTINADO Y HAMBRIENTO.
Segunda parte de Cautiva.
Bella intenta seguir con su vida sin Edward. Nueva ciudad, nuevos amigos y nuevo trabajo. Ella quiere comenzar de nuevo, olvidarse de su marido y empezar de cero. Estaba siendo muy duro.
Echaba de menos a Edward , pero estaba convencida de que Edward no era para ella. Se hacían daño mutuamente. Sólo quería pensar en su pequeñín que crecía en su vientre.
Con la ayuda de Alex consiguió alquilar un apartamento de renta baja en un barrio tranquilo y un trabajo de bibliotecaria cerca de casa. Era un trabajo sencillo. No tenía que hacer mucho esfuerzo, estaba asegurada y le daban días para las visitas al médico.
El sueldo no era mucho, pero lo suficiente para la comída y el alquiler.
Al principio le costó mucho trabajo organizar todo a su alrededor, pero una vez hecho, necesitaba esa monotonía para estar tranquila. El trabajar y estar ocupada era su mejor baza para no pensar en Edward. Como le había cambiado la vida. ¿ Qué iba a esperar ahora de la vida cuando había tenído la felicidad más absoluta? Nada podría ser mejor que lo que había tenído y ningún hombre iba a ser suficiente. Nadie, porque ningún hombre era Edward.
Con mucho dolor en su corazón puso la casa de su padre en venta para devolverle el dinero a Edward. Este aunque le había pedido perdón y le había dicho que no quería que le devolviera nada, ella no le había hecho caso.
Le había esperado el divorcio y esperaba que poco a poco fuera superando el pasado.
Edward queda destrozado tras la marcha de Bella y de su hijo y no quiere vivir. Está angustiado y no encuentra la manera de recuperarlos. Bella le pidió que la dejara en paz y Edward intentaba hacer lo que le había pedido, pero no podía soportar que se le escapase de las manos.
Se ha metido en un pozo lleno detrizteza y oscuridad del que no sabe salir.
No va a trabajar y nadie aguanta su estado de ánimo. Edward tampoco quiere ver a nadie. Sólo a ella. Sólo a su Bella.
No ha dejado que limpien su habitación. Huele a ella. Las sábanas, la almoada...toda la habitación. Cuando se encuentra muy desesperado se envuelve entre las sábanas y revive las imagenes con ella.
Su cuerpo, su olor, sus labios. La necesitaba.
Tiene que tomar una decisión, o firma los papeles de el divorcio y la deja libre que es lo que Isabella quiere, o busca su propia felicidad.