Ya sé, ha pasado una eternidad, pero como dije en otro fic, no he estado muy bien, pero no importa, ya estoy aquí con el capitulo más largo que he escrito en la historia (aunque esta dividido, esta es la primera parte) espero les guste y recompense mi tardanza, ustedes me dirán, no juzguen sin leer ¡gócenlo!

Advertencia: UA, posible lenguaje, OoC, ortografía.

Genero: Supernatural/ Romance/ Humor y otros

Personaje principales: Hinata Hyuga/ Sasuke Uchiha.

Masashi-Kishimoto es el creador y dueño de los personajes, pero como es Fanfiction, puedo hacer con ellos lo que quiera sin recibir recompensa alguna.

(Excepto sus reviews, si los merezco)

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Los mounstros existen, los fantasmas también.

Viven dentro de nosotros, y en ocasiones nos vencen.

Stephen King

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Fue entonces que eso, echó hacia atrás su brazo y supo que la iba a atacar, no podía moverse del susto así que simplemente, cerró los ojos y esperó a que viniera el golpe.

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— ¡Hinata!

— ¿Pero qué fue lo que ocurrió?

—Fue algo muy confuso, no sabemos exactamente.

Hinata escuchaba voces a su alrededor, sabía que esas voces pertenecían a sus compañeros pero no podía verlos ni podía moverse, sentía una punzada en su cabeza y que estaba recostada en las piernas de alguien. Poco a poco volvía a la conciencia, no recordaba con exactitud lo que había ocurrido, estaba aturdida, lentamente fue abriendo los ojos topándose con el blanco techo, parpadeó un par de veces para enfocar bien.

—Gracias a Dios que despertaste, Hinata—escuchó que dijo con alivio Sakura, fue cuando se dio cuenta que su cabeza reposaba en las piernas de la peli-rosa. Sus demás compañeros se acercaron a mirar el estado de la chica, se levantó con mucho cuidado hasta quedar sentada en el suelo, miró a su alrededor y sólo estaban ellos, la extraña masa negra se había ido.

— ¿Qué pasó?

—Eso es lo que queremos saber, Hinata, cuando nosotros llegamos, Naruto y Kiba ya estaban contigo en el suelo—explicó Ino algo preocupada, la Hyuga frunció el ceño y trató de recordar lo último ocurrido con aquella cosa.

—H-había algo frente a mí…—comenzó a narrar, los demás prestaron atención—no sé que era exactamente… era, como una espesa masa negra que… que tomaba forma humana o algo parecido, tenía una garra lista para atacarme y eso es todo lo que recuerdo.

—Yo ví cuando esa cosa la iba a atacar—confesó Naruto y todos posaron su vista en él—grité: ¡Hinata! Y corrí hacia ella para ayudarla mientras dejaba a Kiba atrás, eso pareció mirarme y luego se esfumó.

—Cuando llegué, Naruto sostenía a Hinata desmayada, sin embargo…—Kiba se detuvo en lo que decía, como asimilando lo que seguiría—me pareció ver una sombra escurrirse por la pared pero no estoy seguro.

—Eso es algo extraño—mencionó pensativo Shino, permanecieron en silencio un rato hasta que el Namikaze chasqueó los dedos como si tuviera una brillante idea.

—Lo que debemos hacer es investigar—casi todos lo miraron con una ceja alzada—yo sé donde puedo conseguir información.

— ¿Se puede saber donde, mediocre? —Le preguntó Sasuke con gesto burlón.

—No, aún no, pero ya lo sabrán.

— ¿Te encuentras bien, Hyuga? —Preguntó Shikamaru mientras que junto con Shino ayudaban a poner de pie a ambas chicas en el suelo, ya desviando la atención de todos.

—S-sí, s-sólo me palpitan las sienes—respondió mientras frotaba el lugar mencionado.

—Tal vez debamos llevarla a la enfermería.

—N-no, Karin, estoy bien. Lo mejor sería regresar a clases—la Hyuga se negaba rotundamente a ir a la enfermería, no quería ser una molestia para nadie y menos ahora que tenía la intensa mirada del Uchiha sobre ella, eso la hacía sentir demasiado incomoda.

—Ya la oyeron, no quiere ir. Vamos a clases—anunció con seriedad el pelinegro mientras avanzaba en dirección al salón, los presentes miraron a Hinata y luego a Sasuke; repitiendo la acción varias veces, suspiraron cansinamente y caminaron tras el chico, ella los siguió muy de cerca, por si acaso.

El resto del día transcurrió normal, su última clase es música que era impartida por un profesor llamado Killer Bee. Un hombre demasiado animado que cuando hablaba… no hablaba, sino que cantaba haciendo rimas, según él hacía rimas, los alumnos pensaban que estaba algo loco, pero no hacían ningún comentario al respecto porque también les daba algo de miedo.

—Con eso terminamos la clase, yeah. Para mañana quiero el trabajo, oh—"decía" el hombre con animo después de que el timbre sonara, anunciando la hora de salida, los alumnos suspiraron, cada vez iba peor.

Poco a poco iban saliendo del salón y afuera de éste; un pequeño grupo de alumnos se iba reuniendo con algo de pereza, pues sabían que en cualquier momento debían ir al laboratorio a cumplir el castigo que Orochimaru-sensei les daría. Sin embargo un rubio hiperactivo salió alegremente del salón y se dirigía a la salida sin prestarle atención a las miradas incrédulas y enojadas de sus compañeros.

—Nos veremos mañana chicos, de veras—se despidió a mitad de camino pero fue jalado de la camisa por el Uchiha.

—Ningún "nos vemos mañana" ¿se te olvida que tenemos un castigo que cumplir por tu culpa? —Mencionó enojado el pelinegro, Naruto abrió los ojos como platos, como recordando apenas el castigo, luego sonrió tontamente.

— ¿A que no saben? —Preguntó y todos lo miraron, esperando a que continuara—se me olvidó—de alguna forma pudieron evitar caer al suelo de golpe, resultaba increíble la idiotez del chico. Sasuke lo soltó de golpe haciendo que cayera sentado en el piso.

—Perdedor—le dijo el pelinegro; mirándolo desde arriba haciendo que el rubio se cruzara de brazos y se enfurruñara, luego de unos segundos chasqueó los dedos como si se le acabara de ocurrir una buena idea— ¡No! No te vas a ir corriendo; dejándonos a nosotros pagar por el castigo—lo regañó el Uchiha, el Namikaze se desanimó y volvió a su postura, otros segundos más y repitió el mismo gesto de antes, se puso de pie y sin darle oportunidad a nadie de atraparlo salió corriendo, perdiéndose en uno de los pasillos.

— ¡Maldito Naruto! Vuelve acá—gritó Karin furiosa— ¡No seas cobarde!

— ¡Ya verás cuando te vea Naruto! ¡Te voy a dar un golpe tan fuerte que no recordarás ni cuando se creó el ramen! —Esta vez quien gritó fue Sakura, también enojada por el reciente comportamiento del rubio.

—Que problemáticas son ustedes dos—dijo Shikamaru luego de dar un bostezo, miró a su amigo que estaba a un lado de él, un gordito de mejillas marcadas y que comía una bolsa de papas—Chouji, será mejor que te vayas, yo estaré por aquí un buen rato.

—Olvídalo Shikamaru… eres mi mejor amigo… te ayudaré a cumplir el castigo… porque sinceramente… no creo que con ellos acabes pronto—decía el chico entre las veces que se metía las papas a la boca, el Nara suspiró con fastidio pero le agradeció el gesto pues él también dudaba acabar rápido si sus compañeros seguían así.

— ¿Qué quisiste decir con eso Chouji? —Preguntó Kiba molesto, quién respondió fue Ino.

—Pues que si seguimos peleando, nos darán más castigo del que merecemos. Mejor vámonos, miren que es de Orochimaru-sensei del que hablamos.

El grupo comenzó a caminar en dirección a su perdición, Hinata se había mantenido en silencio todo ese tiempo, la verdad estaba algo asustada con respecto al castigo pues, no sabía el trabajo que les daría el profesor de ciencias. Llegaron a su destino, miraron la puerta como si ésta fuera la entrada al infierno, dieron un profundo respiro y como Shino era el más cercano, abrió la puerta, no había nadie adentro, suspiraron con alivio. Al parecer era mejor esperar, que a que los esperaran, entraron y se mantuvieron en silencio, pasaron diez minutos y nada.

—Tal vez se le olvidó—comentó Kiba con la esperanza reflejada en su rostro, algunos lo miraron como diciendo: "si claro, sigue soñando"

—Será mejor quedarnos aquí hasta que se le ocurra venir—dijo Sakura con aburrimiento mientras se sentaba en uno de los bancos del laboratorio y se cruzaba de brazos sobre la mesa.

— ¡Hola chicos, ya volvió por quien lloraban! —Gritó Naruto, llegando al laboratorio luego de otros diez minutos que se habían mantenido en silencio.

— ¡¿Dónde demonios estabas!? —Preguntaron enojados Kiba, Sakura y Karin, el rubio retrocedió algo asustado pero luego habló.

—E-estaba en el baño—todos suspiraron, a veces su amigo no cambiaba, pero era mejor así, no querían que cambiara aunque nunca se lo dirían en voz alta.

— ¿Qué hacías…? Olvídalo, no queremos saber—habló Ino pero luego se retractó, Naruto la miró extrañado.

—No, estaba en el baño de las niñas, buscando información—un silencio se instaló en el aula y el chico miró a sus compañeros, los chicos lo miraban con lástima y las chicas… tragó saliva pesadamente, parecía que estaba en problemas.

— ¿En el baño de las chicas? —Preguntaron en tono lúgubre Ino, Sakura y Karin, Hinata simplemente se mantuvo en silencio pero con las mejillas sonrojadas—más te vale tener una muy buena razón para que estuvieras ahí.

—B-bueno y-yo… hmmm … pues… visitaba a mí amiga—ahora si todos estaban desconcertados, ¿qué amiga tenía Naruto en el baño? A no ser que…

— ¡Naruto pervertido! —Gritó Sakura y luego lo golpeó tan fuerte que lo estrelló contra la pared.

—Sakura… Creo que te pasaste un poco—comentó Shino acomodando sus lentes luego de examinar al rubio que veía estrellitas con la cara de la pelirosa.

—Ella hizo bien… ¿Cómo se le ocurre a Naruto tener relaciones sexuales en el baño de chicas? ¿Y justo en este momento? —Mencionó Karin con enojo mientras se cruzaba de brazos y volteaba la cara.

— ¿Quién dijo…? —Susurró el rubio despertando del ataque, adolorido— ¿Quién dijo que tenía sexo en el baño? Eso es imposible.

— ¿Qué? ¿Acaso mini-Naruto no tiene confianza? —Se burló Kiba y luego se soltó a reír, el burlado lo fulminó con la mirada.

—Al menos al mío no lo ha visto ni tocado Sai—contraatacó Naruto, todos jadearon sorprendidos ante tal revelación, miraron a Kiba que estaba con la boca abierta y un poco sonrojado.

—Kiba, no sabíamos que tenías esas fijaciones—comentó Shikamaru con gesto entre aburrido y burlón.

—E-eso n-no es c-cierto—tartamudeó el Inuzuka en defensa, seguían mirándolo con duda y por si acaso algunos se alejaron un paso—. Oigan ¿qué les pasa? No sean así.

—Es que Kiba, sabíamos que Sai era como medio rarito pero ¿tú? —Explicó Ino divertida y extrañada. El chico le iba a contestar pero…

—Escuchen bien, estudiantes—el profesor Orochimaru entró en ese preciso momento, sin mirarlos y dirigiéndose a su escritorio—los dividiré en grupos… Nara, Yamanaka y… Se puede saber ¿qué hace el señor Akimichi aquí? —Ahora era que repara en la presencia del muchacho.

—Vine a ayudar, si no es impertinente—contestó Chouji mientras escondía tras su espalda; la tercera bolsa de papas que había destapado. Orochimaru lo miró e hizo un gesto, pero no mencionó nada más.

—Como decía… Nara, Yamanaka y Akimichi, irán al salón de música… Inuzuka y Aburame se quedarán en el laboratorio, Uzumaki, Haruno y Namikaze irán al gimnasio—anunciaba autoritario pero la diversión se mezclaba en su voz, cosa que los hacía tragar pesado a los alumnos, el profesor miró con malicia a Sasuke—mientras que Sasu… el señor Uchiha y la señorita Hyuga—se corrigió y anunció el apellido de Hinata con algo de desprecio—vendrán conmigo a otro lugar.

Casi todos hicieron gestos de desprecio al escuchar a donde iban, menos Hinata que su expresión demostraba terror, el tan sólo pensar que debía estar sola con el Uchiha y posiblemente con Orochimaru, la hacía ponerse nerviosa y por una razón le entraba el miedo. Los primeros tres salieron rumbo al salón de música siendo seguidos por los otros que iban al gimnasio, Shino y Kiba comenzaron a ordenar el laboratorio, el profesor se mantuvo en su escritorio unos momentos, casi sin prestarle atención a Hinata y Sasuke.

—Síganme—dijo Orochimaru poniéndose de pie y saliendo por la puerta siendo seguido por ambos alumnos, caminaron por los pasillos hasta llegar a una puerta, el profesor se dio la vuelta y los miró con desprecio—mucho cuidado con lo que hay adentro—dicho esto se marchó sin más.

—P-pero… ¿Qué hay ahí? ¿Qué hacemos? —Preguntó la Hyuga algo asustada, dándole la espalda a su compañero, Sasuke la miró y suspiró silenciosamente.

—Es la oficina de él, debemos organizarla sin romper nada—explicó el Uchiha con indiferencia, acercándose a la puerta y verificando si estaba abierta, ella se dio la vuelta y lo miró con expresión de pánico.

Él abrió la puerta y se hizo a un lado para que la chica entrara primero, Hinata tragó pesadamente y entró con pasos lentos y algo torpes. La oficina no era ni tan grande ni tan pequeña pero si sería algo difícil de limpiar por el montón de cosas que allí había, Sasuke había encendido la luz luego de haber entrado detrás de ella. Había una estantería con varios libros, otra estaba llena de frascos y el contenido de éstos era variado, algunos de los líquidos se veían viscosos y otros contenían ojos y otras extremidades. En una esquina se encontraba una mesa y encima de ella había varios animales disecados, aves, ratas y serpientes. Hinata sintió pánico y no siguió mirando, el Uchiha hizo un gesto de desagrado ante la situación, no sabía como ese hombre podía trabajar en ese lugar, camino hacia el escritorio que había allí y tomó los utensilios de limpieza que estaban escondidos atrás.

—Hyuga, toma la escoba y barre el piso, yo limpiaré lo demás—dijo mientras le tendía la escoba, ella la tomó con manos temblorosas, asintió y comenzó su labor al igual que el pelinegro, mientras más rápido empezaran más rápido terminarían.

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Todos ponían mucho empeño en su tarea pues no querían tener más problemas con Orochimaru, probablemente era el profesor al que más miedo le tenían, no sabían que era exactamente lo que les daba ese miedo pero no querían averiguarlo. Sakura, Naruto y Karin limpiaban el gimnasio, aunque ambas chicas estaban un poco apartadas del rubio y lo fulminaban con la mirada debido a que todavía se acordaban de lo ocurrido hace rato.

— ¿Podrían, por favor, dejar de mirarme de esa forma? —Se quejó el muchacho, harto de las miradas de ellas—yo no hice nada de eso que ustedes piensan.

— ¿Ah no? —Preguntó con burla y enojo la pelirroja, sujetando el trapeador con mucha fuerza, daba la impresión de que se preparaba para golpear a su primo.

—Por supuesto que no—siguió defendiéndose—fui a visitar a mi amiga Hanako, la niña de los baños—ahora ambas lo miraban incrédulas y él completó—del viejo edificio.

— ¿¡Que tu qué?! —Se alarmó Sakura—ese lugar está prohibido Naruto y lo sabes.

— ¿Qué hacías exactamente allí?

—Sakura, Karin, recuerden que les dije esta mañana que buscaría información pero no les dije donde, conozco a Hanako desde que llegué, ella había sido mi única amiga hasta que encontré al cretino de Sasuke—comenzó a explicar el rubio, ellas asintieron con algo de pena—eso que atacó a Hinata fue algo raro y se me ocurrió preguntarle a ella, pues era la única que sabía acerca de todo lo extraño que pasa en el instituto.

— ¿Y te contó algo? —Naruto asintió ante la pregunta de su prima, Sakura estaba algo nerviosa, no le gustaba mucho esa situación.

—Me lo contó todo, me dijo que…

— ¿Qué hacen aquí chicos?

— ¡AH! —Gritaron los tres por la voz repentina—Gai-sensei es usted, nos asustó—respiraron aliviados, el hombre los miró con una ceja alzada.

— ¿Pero que hacen aquí?

—Es que Orochimaru-sensei nos castigo y nos dijo a nosotros que limpiáramos el gimnasio—respondió Sakura, ambos primos asintieron a lo dicho por su compañera.

—Hum, que raro—dijo con el ceño fruncido y colocando una mano en su barbilla como pensativo—él me lo hubiese dicho y de todas maneras no puedo preguntarle porque ya se fue.

—Espere…—lo interrumpió Karin— ¿Orochimaru se fue? ¿Hace cuanto?

—Sí, el se fue hace como…—Gai miró su reloj para consultar—media hora después de que sonara el timbre.

—Y nosotros llevamos aquí hora y media—se enojó la pelirroja—y el tipo ese no se digna a ver si cumplimos el castigo, es un…—lo que era no lo supieron pues, ella se alejaba mientras maldecía entre dientes al profesor.

— ¿Cómo sigue, Gai-sensei? —Le preguntó Sakura al hombre, que alzó una ceja al mirarla, ella tragó saliva y señaló el vendaje que llevaba en la cabeza—lo digo por el vendaje, algo debió haberle ocurrido.

—Ah, esto—señaló su cabeza y luego frunció el ceño, Naruto se puso nervioso—no sé lo que pasó, sólo recuerdo que iba al comedor y luego oscuridad, desperté en la enfermería con Iruka y Shizune (aunque me dio la impresión de que les interrumpía el momento) me dijeron que posiblemente resbalé y al caer me golpeé la cabeza y por eso quedé inconsciente.

— ¿Pero le duele mucho?

— ¡Bah! Naruto, se ve que todavía no me conoces—el hombre se puso firme, levantó su pulgar derecho y le dio una brillante sonrisa con un guiño de su ojo izquierdo, un escalofrío recorrió a ambos jóvenes y sonrieron de forma forzada—yo soy mucho más fuerte de lo que parezco, esto es algo sin importancia. Pero será mejor que ustedes se vayan a casa, ya es muy tarde y no es bueno que jóvenes como ustedes anden merodeando por ahí a altas horas.

—Sí, Gai-sensei, tiene razón, vámonos Naruto—Sakura tomó al rubio de la mano y lo jaló hacia la salida, Karin hacia mucho que se había ido, se detuvieron en la puerta y la Haruno volteó hacia su profesor—espero se recupere pronto, profesor—luego de eso se fueron, dejando solo a Gai, que suspiró al perderlos de vista.

—Esta jaqueca me mata—dijo en voz alta poniendo una mano en su frente—no me gusta mentirle a los chicos, pero luego verán que soy débil y preferirán a mi rival—sus ojos flamearon y alzó un puño frente a su rostro—Kakashi, algún día voy a vencerte de forma definitiva… ya lo verás…—luego se echó a reír de forma histérica— ¡Ay! Estupida jaqueca, mejor voy a donde Shizune para que me dé unas pastillas, espero que no esté Iruka, no quiero sentirme mal tercio—salió del gimnasio quejándose y sujetando su cabeza pues, sentía que iba a explotarle.

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Naruto y Sakura caminaban por los pasillos para encontrarse con sus demás amigos, no vieron a Karin por ningún lado por lo que supusieron debió haberse reunido con los demás. Iban en silencio, lo único que se escuchaba eran sus pisadas al avanzar, ambos estaban algo pensativos y ella rompió el silencio que los envolvía, pues tenía ciertas dudas rondando en su cabeza.

— ¿Oye Naruto? —El rubio la miró cuando escuchó su nombre— ¿Tu sabes lo que es Hanako? —Él, no sabía si debía responderle pero al final asintió— ¿Y no estás asustado?

—Bueno, no voy a negar que, cuando la conocí la primera vez; casi me hago en los pantalones—tenía una sonrisa en el rostro al recordar y luego soltó una carcajada—fue completamente aterrador pero luego de un tiempo de conocerla mejor ya no le tenía miedo.

—Hanako siempre ha habitado los baños del viejo edificio—decía la Haruno—eso es lo que me han dicho, yo nunca he ido a ese lugar… ¿pero que hacías tu ahí? —el chico parecía renuente a contestar y ella lo notó—si no quieres contarme esta bien…

—Me ocultaba—la interrumpió, su voz se hizo baja y ella lo miró extrañada—el primer año, antes de cambiarme de salón al de ustedes, mi antiguo grupo me molestaba por muchas cosas, yo era más pequeño que ellos y se aprovechaban de eso, me correteaban y cuando lograban alcanzarme, me golpeaban hasta dejarme en el suelo sin moverme—la pelirosa jadeó horrorizada y cubrió su boca con sus manos, habían dejado de caminar y él continuó su relato—nunca le dije nada a nadie en ese momento pues sentía miedo.

— ¿Naruto, qué le decías a tu padre y a tu padrino?

—Que me caía, yo era algo torpe y travieso, así que les pareció lógico y no preguntaron más—respondió con una sonrisa sombría, ella pasó saliva y lo oyó atentamente—un día en que me molestaban, les repliqué y salí corriendo a todo lo que daban mis piernas, me dolía el cuerpo pues en la mañana me convirtieron en un saco de golpear, llegué al viejo edificio, obviamente ellos sabían los relatos de ese lugar y no se atrevieron a seguirme…

"—Estás muerto Namikaze—"escuché que gritaron cuando me adentré en el edificio, se habían reído y luego se marcharon. Yo me quedé ahí sin saber que hacer, comencé a caminar sin rumbo fijo, todo el lugar parecía ser sacado de una película de terror pero no me importaba, yo no quería salir, sin darme cuenta llegué a los baños de chicas, un temblor se apoderó de mí al abrir la puerta pero no hice caso y entré.

"Todo estaba sucio o se caía a pedazos, los espejos estaban rotos y algunas de las puertas estaban caídas o por la mitad, sólo una se encontraba en buen estado, la cuarta puerta. Eso me pareció raro pero no le dí mucha importancia, caminé hasta el final del baño y me senté en el suelo, el techo tenía un agujero por donde entraba la luz al igual que una ventana muy alta que yo no alcanzaba en una de las paredes. Ahí me quedé por lo que pareció varias horas pero no me importaba, me sentía miserable y no podía evitarlo, de pronto me pareció escuchar que se abrían los grifos y el agua comenzaba a caer.

"Me levanté del suelo y miré los lavamanos, nada, estaban intactos, después escuché agua que se desbordaba, me moví y el piso estaba inundado, estaba sorprendido y asustado, no sabía de donde salía hasta que ví la cuarta puerta, de allí provenía el agua. Me acerqué con mucho cuidado a la cuarta puerta y lo más rápido que pude la abrí de golpe, sólo estaba el inodoro que desbordaba agua, me alejé asustado y cuando me di la vuelta para irme de allí, la ví.

"— ¿Qué haces aquí? —"me preguntó, yo me caí de espaldas al suelo y la miré con más detalle. Era como una niña de once o doce años, tenía el cabello corto hasta la barbilla y de color marrón, sus ojos eran azules pero opacados, tenía el uniforme del instituto pero era antiguo pero además de eso, era toda transparente y flotaba como a medio metro del suelo.

"—Yo… yo, n-no era mi intención m-molestar—"tartamudeé, estaba asustado no lo iba a negar y ella podía ver eso, al principio se veía molesta pero después se entristeció y se me hizo raro eso.

"—Ya veo—dijo—está bien si estás asustado y te quieres ir. Todo el mundo se va, no deberías estar aquí, es muy peligroso—estaba atónito y no entendía lo que me estaba diciendo"

"— ¿Pero que hay de ti? Tú también peligras—"le había dicho, recuerdo que puso una expresión burlona y luego se echó a reír, tenía una linda risa, no sabía que era lo gracioso hasta que habló

"—Yo no peligro tanto, estoy muerta y soy un fantasma—yo me quedé estático, sin poder creerle—soy Hanako y… ¿Quién eres tú?"

"—M-me llamo Naruto—"el miedo empezaba a desaparecer y la curiosidad se apoderaba de mí, me sentía relajado y desde ese momento ella empezó a hablar conmigo, se convirtió en mi amiga y eso me agradaba, ya no le tenía miedo y era divertido estar con ella. No sabía cuanto tiempo había pasado, recuerdo haberme quedado dormido y luego escuchaba una voz llamándome, sentía frío en algunas partes de mi cuerpo y desperté.

"Hanako atravesaba mi cuerpo con sus manos, no era una sensación agradable, me miró con mucho reproche, me dijo que llevaba media hora tratando de despertarme y que ya era muy noche, me preocupe pero luego escuché una voz que me llamaba con preocupación, era mi padre y luego escuché la voz de mi padrino, me levanté; no me había dado cuenta de que me dormí en el suelo mojado y ahora tenía mucho frío, además de que el cuerpo me dolía por los golpes en la mañana y la carrera. Intenté dar un paso pero caí, Hanako me miró preocupada y de nuevo la voz de mi padre se escuchó, le dije a ella que se fuera, que estaría bien y que haría todo lo posible por volverla a visitar. No se movió por un rato pero después asintió y desapareció, de nuevo se oyó la voz de mi padre, le grité y el me escuchó, pasaron como cinco minutos cuando me encontró.

"Apenas me vio se lanzó sobre mi y me abrazó con mucha fuerza, "gracias a dios estás bien" decía, me cargó en sus brazos (mi padre era fuerte y yo no pesaba tanto) y salimos del edificio, en la salida vimos a mi padrino e hizo lo mismo que mi padre cuando me encontró, nos fuimos al auto de mi padre y mientras yo miraba hacia atrás, en una ventana estaba Hanako, despidiéndose de mí con expresión triste, desde ese día prometí que la volvería a ver como pudiera.

— ¿Qué ocurrió después? —Preguntó Sakura cuando el rubio terminó el relato.

—Ellos se enojaron conmigo, decían que había sido irresponsable y que casi les daba un infarto cuando vieron que no regresaba, entonces les conté todo lo que me pasaba. De inmediato se movilizaron, sabían que no estaba mintiendo, me quede en casa una semana antes de volver al instituto, sólo quería volver para visitar a Hanako, cuando regresé, estaba en otra sección…

—La nuestra.

—Exacto. Todos fueron amables conmigo y no me trataron como apestado, eso me agradaba, me cayeron bien, bueno… Sasuke no, me cayó de la patada, en el receso iba a ver a Hanako y me entretenía con ella, en una de esas visitas cuando tenía que regresar a clase, el grupo que me molestaba se acercó a mí y comenzaron a molestarme como antes, no podía defenderme y fue entonces que…

—Que Sasuke apareció—completó la pelirosa con una sonrisa, el rubio la correspondió y asintió—te ayudó a ponerte de pie con su siempre semblante serio, estaba molesto y entonces ambos se pusieron a pelear con el grupo…—ella negaba con la cabeza y una suave risa escapó de sus labios—los demás llegaron a donde estaban y en vez de apartarlos, les ayudaron a darles una paliza, el director de aquel tiempo los vio a todos y los mandó a la dirección.

—Contamos todo lo que pasaba y a la final, esos chicos fueron expulsados, claro que antes de que decidieran eso; habían pasado unos días, los cuales Hanako aprovechó para asustarlos…

—Y desde entonces todos ustedes son muy unidos, en especial tú y Sasuke, a pesar de no querer admitirlo… hay un lazo especial entre ustedes dos… nadie lo entiende…

—Sí, bueno, entre Sasuke y yo no hay secretos… es mi mejor amigo, mi hermano, aunque a veces me saca de quicio.

—Gracias Naruto—él la miró sin comprender—por expresar lo que sentías y compartirlo conmigo, eres una buena persona, alguien muy especial—ella sonrió otra vez.

—Bueno, de nada…—se quedaron en silencio—será mejor que vayamos con los demás—Sakura asintió y comenzaron a avanzar, otra duda la asaltó y se lo hizo saber al rubio.

—Naruto…—el asintió para hacerle saber que escuchaba y que podía continuar— ¿Cómo sabes que Sai vio… ejem… a Kiba? —Se sintió incomoda por preguntar y miró al chico que bufó disgustado pero luego se echó a reír.

—El mismo Sai me lo contó, estaba en el baño lavándome las manos cuando él apareció, la verdad es un poco incomodo estar con él a solas, de repente comenzó a decir cosas extrañas de que había leído en un libro… bla, bla, bla… y dijo que de alguna forma vio a Kiba y hasta lo tocó, yo le dije: "bien por ti" y salí corriendo del baño.

—Oh por Dios—dijo Sakura avergonzada, poniendo sus manos en sus sonrojadas mejillas y luego se echó a reír— ¿crees que Sai…?—Dejó la pregunta al aire pero Naruto entendió.

—Yo creo que sí, sólo que no lo sabe…—el rubio dejó de hablar cuando se dio cuenta de que habían llegado a donde estaban todos sus amigos, sólo faltaban Sasuke y Hinata.

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Hinata y Sasuke aún se encontraban en la oficina de Orochimaru, ya casi terminaban limpiar y eso era un alivio, procuraron dejar todo en su lugar y no tocar aquello que los hiciera dudar. La Hyuga, subida en una silla, colocaba unos libros en el estante cuando de pronto sintió que perdía el equilibrio, dio un pequeño grito y luego sintió que se estabilizaba, se sostuvo de la pared y puso una mano en su pecho, su corazón latía desbocado y su respiración estaba agitada, después de haberse calmado decidió saber cómo es que no había caído.

El Uchiha estaba a su lado, claro que ella lo miraba desde arriba por estar subida a la silla, se quedaron mirando un buen rato, escaneando el rostro del otro como para guardarlo en su memoria, la mirada de él era muy intensa y confusa, Hinata no pudo más y apartó la mirada, fue cuando se dio cuenta de algo. Frunció el ceño y miró el brazo derecho del pelinegro, siguió su trayectoria y se ruborizó hasta el nacimiento del cabello, estaba segura de que se iba a desmayar en cualquier momento.

— ¿U-Uchiha? C-creo q-que… C-creo qu-que… B-bueno.. —El aludido frunció el ceño, no sabía qué quería decirle, tartamudeaba mucho pero parecía que era por los nervios, la vio con la cara tan roja como un tomate y se preguntó que le pasaba. De pronto notó algo, su mano derecha sostenía algo, firme y agradable al tacto, bueno a su tacto, miró su mano y abrió los ojos como platos.

Dio un saltó hacia atrás y tropezó con la alfombra que estaba allí, cayó de espaldas al suelo. Hinata casi se vuelve a caer pero esta vez pudo estabilizarse por cuenta propia, a penas lo hizo se bajó de la silla y se movió al otro lado de la habitación, como si quisiera poner mucha distancia entre ellos y no es para menos. Después de todo, le había agarrado el trasero pero no en plan pervertido, lo hizo para que no cayera y se lastimara, tampoco sabía donde ponía sus manos, fue una especie de impulso.

—Yo…—el pelinegro se puso de pie y miraba a otro lado, parecía tener un imperceptible rubor pero la ojiperla pensó que era su imaginación—lo lamento, no quería tocarte de esa forma, no sabía lo que hacía.

—No, no hay problema—él alzó una de sus cejas pero no la miró—q-quiero decir q-que no volverá a suceder y fue mi culpa porque casi me caigo.

—Creo que ya terminamos aquí—seguía sin mirarla, tomó todas las cosas y las puso en su lugar, fue a recoger los libros que se cayeron y vio una fotografía, se sorprendió pues en la foto salían Orochimaru, la directora del instituto y el padrino de Naruto, aunque estos últimos estaban rayados con marcador, como si fuera la travesura de un niño. El reloj de la oficina sonó anunciando la hora y despertándolo de su ensoñación.

— ¡Ay no! —Se lamentó la Hyuga, el pelinegro no le prestó atención, se puso de pie y metió la foto en el libro y puso éste en su lugar—ya son las cinco, probablemente me van a matar—el Uchiha se tensó al escucharla y la miró con una expresión que parecía pánico.

— ¿Qué hora dijiste que era, Hyuga?

—Las cinco ¿P-por qué?

— ¡Maldición! —Sasuke comenzó a caminar rápidamente hacia la puerta mientras maldecía entre dientes—vete con los demás y le dices a Naruto que tuve una emergencia y se lleve mis cosas, él entenderá, espero—después de decir esto salió corriendo como si su vida dependiera de ello. Había estado tan distraído, que se le había olvidado por completo.

Por otra parte, Hinata no entendió lo que había ocurrido, mientras lo meditaba caminaba en dirección al laboratorio donde estaban sus cosas, cuando llegó estaban todos allí, ellos la miraron pero se extrañaron de verla completamente sola, sin el Uchiha.

—Hinata ¿Dónde está Sasuke? —Le preguntó Ino apenas estuvo con ellos, la ojiperla los miró con extrañeza.

— ¿No pasó por aquí? —Ellos negaron— él se fue rápidamente—miró al rubio—dijo que tenía una emergencia y que recogieras sus cosas. Que tú entenderías o eso esperaba.

— ¿Eso que quiere decir Naruto?

—No sé Karin, estoy tratando de recordar. Aquí tengo las cosas de Sasuke pero…—se quedó pensativo un rato y luego abrió los ojos con pánico, la misma expresión que Hinata vio en Sasuke hace un rato— ¡Maldición! ¡Es hoy! ¡Nos vemos mañana chicos! ¡Adiós! —Y exactamente como el pelinegro, salió corriendo como si su vida dependiera de ello.

— ¿Qué pasa? ¡Naruto! ¡Vuelve! —Le gritaba Sakura pero ya era tarde se había ido— ¿Alguien sabe que acaba de pasar?

—Para nada—respondieron todos al unísono.

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-$-U/H-$-

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— ¿Dónde demonios estabas, Sasuke? ¿Está viendo la hora?

—Lo siento, lo olvidé por completo, no sé cómo es que se me paso… Itachi.

—No importa—dijo un pelinegro igual a Sasuke, aunque más mayor, con el cabello algo largo atado en una coleta baja y una ojeras algo marcadas—sólo… trata de llegar a casa más temprano la próxima vez.

—No fue mi culpa, Orochimaru nos castigo.

—Me lo contarás mañana, ahora vamos que ya casi anochece—entraron a la casa, Itachi entró primero seguido de Sasuke—Minato y Jiraiya están en el sótano, está todo listo.

—Está bien—a Itachi le dolía que su hermano menor hablara de esa forma tan vacía, como si no importara, pero ya no podía hacer nada a estas alturas, tenían que hacerlo por el bien de todos e incluso del menor.

Bajaron las escaleras que conducían al sótano, al final de éstas había una reja de hierro muy resistente, la abrieron y pasaron, más que un sótano eso parecía una cueva debajo de la casa, allí con unas cadenas que estaban conectadas a la pared, se encontraban dos hombres. Uno de cabello blanco y largo, el otro rubio y de ojos azules, tenía un parecido con Naruto, pues claro, eran su padre y su padrino, ambos hombres miraron al chico y suspiraron, colocaron las cadenas en las muñecas del menor y en los tobillos. Itachi se acercó con lo que parecía ser un bozal y lo colocó en el rostro de Sasuke, de manera que parecía evitar que hablara u otra cosa. El chico se movió de manera frenética para ver si las cadenas resistirían y asintió a los demás.

—Ya pueden irse, está por comenzar—habló sofocado, pues el bozal le impedía que saliera con claridad la voz.

—Pero Sasuke…

— ¡Que se vayan, Itachi!

—Nos veremos en la mañana Sasuke—Minato dijo esto y empujó al Uchiha mayor en dirección a las escaleras, Jiraiya mantenía la reja abierta, pasaron y la cerró con candado. Los tres se sentían impotentes mientras escuchaban los gritos de dolor de Sasuke, sin poder hacer algo para evitarlo.

Sí, la noche había llegado más rápido de lo que alguien hubiera imaginado, la oscuridad se cernía en toda la ciudad, sólo las luces de las casas y algunos faroles iluminaban algunas zonas, la casa de los hermanos Uchiha estaba en oscuridad, unos minutos después, sus luces fueron encendidas en el mismo momento en que un joven rubio llegaba a toda prisa y se quedaba mirando la fachada, luego le echó una mirada al cielo, no había luna, suspiró y con pasos lentos se dirigió a la puerta.

En el sótano, las cadenas sonaban fuertemente, el pelinegro se retorcía en el suelo de dolor, sus ropas comenzaban a romperse, su cabeza colgaba hacia delante sin dejar de moverse para romper las cadenas, su cabeza se alzó de golpe y sus ojos, antes completamente negros, se volvieron rojos. Como la sangre.

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Uy, ¿Qué les pareció? La parte final, desde que Sasuke sale corriendo, es algo de último momento, espero que les haya gustado y que no fuera algo tedioso, les doy las gracias por sus hermosos reviews, no los contesto porque ya ven el largo del cap pero aún así los agradezco en el alma, en fin, nos leemos la próxima, ahí me dicen que tal estuvo ¿si? Y sabrán muchas cosas más, no se preocupen por eso. Espero no haber perdido el toque ¿preguntas o algo?