Disclaimer: Los personajes pertenecen a la genial S.M, yo solo juego con los personajes, solo la trama es mía.


Tan solo una hora atrás Alice había recibido el llamado de parte de los voluntarios de la casa hogar para informarle que la pequeña April, su hermana menor, a la cual apadrinaba desde hacía dos años y de la cual le habían negado el parte de adopción por tratarse de una "señorita soltera" tal como se lo habían hecho saber los directivos del orfanato, había sufrido un pequeño accidente, el cual para Alice de pequeño no tenía nada, su ángel, que de ángel tampoco tenía nada ya que era en realidad un pequeño terremoto lleno de fuerza y energía como ella, había caído de un árbol mientras intentaba salvar a un gatito de las alturas.

Terriblemente preocupada y alterada había acudido al llamado sin contar con que el horroroso tráfico que había en la ciudad le retrasaría treinta valiosos minutos en los que no sabía si la vida de su pequeño ángel pendía de un hilo…

A toda velocidad exhalo de alivio al ver la entrada del orfanato "Saint Claude" y como una loca estaciono el coche, bajo del mismo sin importarle que este quedara con las ventanas abiertas y las luces encendidas, solo necesitaba saber cómo se encontraba April para aliviar su atormentado corazón.

¿Dónde está? ¿Cómo se encuentra? —gritó en cuanto atravesó la puerta de entrada y se topó con la monja encargada del orfanatorio.

¡Alice! Cálmate, la niña está bien, fue un simple accidente que de no ser tan traviesa no tendrías por qué estar aquí. —dijo la hermana Caroline en un intento porque la chica se tranquilizara.

Pe… pero, ¿dónde está?

Se encuentra en la habitación de niñas, ya fue atendida y no hay de qué preocuparse.

Esa simple información basto para que Alice corriera al segundo piso en dirección a las habitaciones de niñas que se encontraban en ese piso.

Con el corazón en la boca, se detuvo frente a la habitación que ocupaba April y como posesa la abrió de golpe… —April… —el nombre de la pequeña se atoro en su garganta al observar a la niña acostadita en su cama con una pierna inmóvil a causa del yeso que tenía.

¡Allie! —exclamó la pequeña feliz de ver a su madrina.

Mi niña… ¿qué… qué sucedió? —ingreso ubicándose a un lado de la pequeña e inmediatamente comenzó a besar su cabecita.

Estoy bien Titi, —dijo llamando su atención al usar el apodo que la pequeña usaba para explicarse cuando pensaba que estaba en problemas… —solo… solo fue un pequeño tropezón.

¿Llamas tropezón a una pierna enyesada y un brazo lleno de rasguños? —dijo está en un falso tono molesto en un fallido intento de mostrar autoridad ante la niña.

¿Qué fue esta vez?

Titi —repitió la niña sorbiendo su nariz que ya evidenciaba el lloriqueo que venía a continuación —yo… intentaba salvar a un gatito que se subió a mi árbol de semeruco y de no haber sido por el molesto de Matthew que llegó a asustarme no hubiese pasado a más —dijo limpiando su rostro de las lágrimas que ya la cubrían, —estoy bien. —finalizó lanzándose a los brazos de quién para ella era su salvadora.

¿Estás segura que estás bien? —pregunto Alice un poco más calmada conmovida por el acto de valentía y ayuda que había intentado llevar a cabo la niña…

Es solo un yeso que me acompañara por un tiempo Allie. —susurro la niña que se aferraba a los brazos de su "hermanita mayor". —Ya verás cuando el doctor venga, le podrás preguntar y él me dará la razón.

En ese instante en que se encontraban una a la otra dándose consuelo escucharon el eco de unos suaves golpes en la puerta de la habitación a lo que April respondió con un —Adelante.

Buenas tardes, disculpen la intromisión pero vengo a ver como se encuentra mi pequeña paciente estrella del día —dijo el doctor que había atendido a April.

Alice al escuchar aquella suave y delicada voz levantó su rostro en dirección a la puerta donde aún se encontraba el chico ricitos de oro más hermoso que hubiera visto jamás…

Ese fue tan solo el primer encuentro de los muchos que precedieron este y en el cual Alice Brandon había conseguido dar con su alma gemela, un rubio de cabellos dorados con la bendición en su ser de salvar vidas y realizar trabajos voluntarios en diferentes casas hogares de la ciudad. Jasper Hale siempre presto a ayudar al que más lo necesitara y a pesar de su dura infancia donde paso largos periodos de incomprensión por parte de sus padres ya que estos no entendían lo especial de ese pequeño milagro enviado a sus vidas, una pareja que hoy se enfrentaba a los extraños designios del destino que les tendría preparada una de las más hermosas experiencias de aprendizaje…

La joven pareja se encontraba en algún lugar de una espesa selva, rodeados de una densa neblina que daba la bienvenida a la noche.

Con una fuerte punzada en su hombro Alice fue devuelta bruscamente a la realidad del mundo de los recuerdos donde se hallaba paseando por diferentes acontecimientos importantes de sus vidas, al mismo tiempo como recibiendo un llamado natural por parte de su amor, un confundido Jasper abrió los ojos encontrándose de lado asegurado aún a su asiento de avión, su mirada dio un rápido escaneo del lugar dando con la mirada perdida y concentrada de su pareja.

— ¡Alice! —exclamo fuertemente llamando la atención de la chica que inmediatamente giro en su dirección poniéndose de pie y corriendo en su dirección.

—Jas —suspiro de alivio al ver que este se encontraba en buen estado, intentó ayudarlo a zafarse del cinturón que lo apresaba al asiento y entre ambos lograron soltarlo.

Fuertes sollozos fueron emitidos por parte de ambos que aliviados de sobrevivir a aquel terrible accidente y a pesar de cualquier estadística se encontraban juntos. Besos y Abrazos fueron repartidos llenándose del amor que se profesaban, hasta que el dolor de ambos los devolvió a la realidad, ella con un hombro dislocado a causa del fuerte impacto que sufrió y múltiples heridas a lo largo de su cuerpo, él con un fuerte dolor de cabeza, que por inercia le hizo llevar su mano al nivel de su frente sintiendo una gran protuberancia que salía de esta, se desestabilizó por un momento cayendo al piso y fue cuando sintió un hilo de sangre salir de su oído izquierdo.

Ella preocupada se lanzó a los brazos de su amor que ya se había recuperado de la caída. —Jazzy… —suspiró enérgicamente intentando llenarse de valor para enfrentar el futuro incierto que les aguardaba al verse inmersos en ese lugar.

Comenzó a respirar erráticamente y él de inmediato entro en fase doctor y preocupado comenzó a revisar el estado de salud de su pareja.

—Alice, déjame revisarte —dijo comenzando a observarla y tocando cada una de las heridas en su cuerpo hasta que dio con la que le robaría el aliento a la chica.

—Argh, ¡duele, duele! —grito la chica intentando fallidamente apartar las manos de su sanador personal de su clavícula. — ¡Jasper! Ten cuidado, —rogo— ¡Argh! Déjame —bufó frustrada tirando de las manos del chico para alejarlo de ella.

— ¡Alice por favor! —Dijo este molesto —deja de actuar como una niña y ¡déjame examinarte!

— ¡Claro, como no eres tú, lo dices tan fácil! —bufó.

—Necesito asegurarme que no se trate de una fractura Alice, por favor —ella se dejó hacer emitiendo pequeños gemidos de dolor, pero al mover o al menos intentar mover su brazo derecho el cual se encontraba dislocado confirmo su diagnóstico. —amor, esta fracturado y necesito localizar algo que pueda usar para inmovilizar la zona hasta tanto nos rescaten.

Ella que hipaba al escuchar las palabras de Jasper "rescate" comprendió que eso podía suceder en cualquier momento como también podían perecer en ese lugar. Inmediatamente se alarmo, y comenzó a hiperventilar al darse cuenta que la felicidad que sintió al saber que su esposo estaba bien era disipada por el dolor de no sentir contacto con su amiga.

—Jasper, ¡Bella y Edward! —gritó llamando la atención de su pareja que se encontraba ya en la búsqueda de alguna tela que pudiera usar para hacer un improvisado cabestrillo.

Él sintió como su corazón se paralizaba igualmente al notar que no se encontraban en ningún lugar y peor aún al observar como la oscuridad comenzaba a apoderarse del lugar.

Ella haciendo a un lado el sentimiento de pérdida que sentía en su corazón respiro profundo en un intento de encontrar la concentración necesaria para hacer contacto con su gemela.

¿Bella? Llamo en su interior y un gemido escapo de sí al no conseguir respuesta. —Bella — llamo nuevamente. En ese momento sintió como la energía de su amiga la llenaba e inhalo profundo de felicidad al sentirla.

Alice… ¿Allie eres tú? —Sintió el llamado minutos después.

A lo que inmediatamente contesto —Sí Bella, ¿dónde estás?

Alice, llevamos horas intentando ubicarlos, ¿están bien? —Al escuchar la voz de su amiga sintió alivio y más que si mal no había entendido al decir llevamos se refería a que se encontraba con Edward.

Oh Bella, que alivio, estamos bien, solo algo heridos.

Al otro lado de la isla Bella suspiro igualmente aliviada de pensar que ese estamos involucraba a su marido.

No se muevan de allí, vamos en su ayuda —dijo Bella.

Pero Alice fue más rápida y una vez Bella le diera la dirección en que caminaban decidió que harían el camino en dirección contraria para encontrarse con su amiga.

Nada podía superar el terrible dolor que sintió al momento en que Jasper manipulo su brazo herido y su clavícula le hizo gemir por la molestia causada, pero a los minutos se sintió aliviada al sentir el cabestrillo que con la tela de su camisa termino haciendo.

—Estamos listos cariño. —dijo él terminando de ajustar y verificar que el cabestrillo quedara bien posicionado.

—Vamos a por los chicos —respondió otorgándole una sonrisa y es que se veía tan lindo todo sucio.

Inhalo profundamente, era tiempo de sobrevivir o entregarse a los antojos del destino ¿Por qué les tocó vivir a ellos esa experiencia? ¿Por qué sobrevivir ellos y no las decenas de cuerpos que yacían a su alrededor? Esas preguntas internas duraron lo que tardó en escuchar la voz de su amiga, que la llamaba en alguna parte de la oscura noche en la que se encontraban…

Aliceeeeee —escuchó el llamado.

Jasperrrrr —escucharon una fuerte voz de hombre que no lograron reconocer.

— ¡Bella! Estamos cerca hermanita —gritó Alice de vuelta, aunque no lo suficientemente alto como para que la escucharan.

Edwardddd —cuando la pareja escucho ese llamado apenas alcanzaron a encontrar sus miradas sin entender porque llamaban a Edward si se suponía ellos estarían juntos…


¿Y dónde andará Edward? y que enredo que una cree que esta con la otra... paciencia, ya en el próximo entrara nuestro amor.

Agradecimientos especiales a: Eve, Manuela y la bruja Lo.

Así como a las chicas que dejaron RR, marcaron la historia como favorito y ahora la siguen, espero cumplir con sus expectativas. Linda Noche Xo

PD.: para la chica que dejo rr como anónimo diciendo que si no me daba vergüenza pedir rr cuando no dejo, ohms ¿mas o menos como sabes que no dejo rr? besos para ti hermosa y la próxima me lo dejas en cuenta para saber quien eres y responderte :D