Disclaimer: Ningún personaje me pertenece; son propiedad de Suzanne Collins y de quienes le dan dinero por ellos. La trama se basa en la película 'Only You' dirigida por Norman Jewison y escrita por Diane Drake, por lo que la idea original tampoco es mía. Everything just for fun, alright?
N/A: Hola! Aquí estoy con una nueva historia que he adaptado de la película 'Only you'. Me he permitido modificar algunas -muchas- cosas de la trama original para poder llevarla a un final que ha salido de mi imaginación. En verdad es una película muy divertida -sale un Robert Downey Jr muy joven- y no pude resistirme a usarla de guía para este fic. (Advierto que en cierto punto no será como en la película)
Son capítulos cortos de menos de 1,200 palabras y consta de Introducción, 10 Capítulos y Epílogo. Para no alargarla demasiado, en algunas partes el dialogo es veloz y un poco diferente a como escribo, pero en esencia sigo siendo yo :D
Otra advertencia: Al principio no aparece Peeta; pero este hará acto de presencia en algún momento porque es totalmente un EVERLAK. Por eso no se desesperen, ¿ok?
Prometo que esta es la nota mas larga de autor que verán.
Ahora sí. ¡A leer se ha dicho!
'No existe la casualidad, y lo que nos parece un mero accidente; surge de las más profundas fuentes del destino'
Introducción
Katniss Everdeen creció en un pequeño suburbio de Arkansas. Era un poblado que poseía únicamente lo necesario. Algunas tiendas de básicos, una escuela pública que albergaba todos los grados, un pequeño municipio y una estación de bomberos. Ni siquiera tenía biblioteca propia, aunque eso no era algo que le molestara en absoluto porque ella disfrutaba de estar más en los bosques que encerrada leyendo, o al menos leía estando en el bosque.
Cuando pequeña, su madre le contaba historias de princesas y caballeros, vidas llenas de amor verdadero. La propia historia de sus padres era en sí misma una novela romántica que la hacía imaginar de día y soñar de noche. Así que con esos sueños dulces, la pequeña Katniss crecía rodeada de amor fraternal y buenas amistades.
A sus cuatro años, su pequeña familia se amplió cuando su madre dio a luz a una pequeña y hermosa bebita de piel tan blanca como porcelana, y cabello rubio como el de su mamá. Katniss era físicamente lo opuesto a su nueva hermanita, porque tenía la piel oliva y cabello oscuro igual que su papá. La niña no podía esperar a crecer para jugar al té con Primrose, aunque ya tenía amigas con quienes jugar en el jardín de niños.
El tiempo transcurrió y en su onceavo cumpleaños, Katniss recibió de regalo un hermoso arco con flechas a juego, que había pertenecido a su abuelo. Pronto la niña demostró tener un talento nato para la puntería y seguido su padre la llevaba a tirar al bosque. En ese año, Katniss conoció al chico nuevo del pueblo. Gale Hawthorne se había mudado con su familia desde Virginia.
Ellos dos se conocieron en una de las escapadas en solitario que la niña hacía los sábados por la mañana. Katniss se topó con un conejo que colgaba en una trampa bien disimulada. Con curiosidad se acercó a estudiar la hábil cuerda, cuando la voz de un chico le advirtió que se alejara.
Desde entonces se hizo amiga del chico que era dos años mayor que ella. Pronto compartieron sus secretos; ella lo enseñó a usar el arco y él le mostró como pescar (Gale era aficionado a la pesca cuando vivía en Virginia) Compartieron muchas cosas juntos, y aunque él tenía amigos de su edad, siempre se veían para ir al bosque a pasar un rato juntos.
Cuando Katniss cumplió doce años, un carnaval visitó el pequeño suburbio de Panem. Su papá les prometió a ella y a Prim que las llevaría a los juegos que habría en el pequeño festival. Así que toda la familia Everdeen se reunió esa noche junto con todo el pueblo que tenía tan poco con que entretenerse.
Katniss se subió a un par de juegos mecánicos al lado de su hermana Prim, pero cuando se encontró con su amiga Madge, la hija del alguacil, pidió permiso para ir con ella a algunas otras atracciones. Le dieron permiso y pronto se encontró corriendo al lado de su amiga, mientras cotilleaban sobre compañeros del salón y admiraban los puestos multicolores de la feria.
En un momento dado se toparon con Gale, pero este no les vio, porque estaba demasiado ocupado morreándose con la rubia hija del tendero. Las niñas se alejaron dando risitas y por qué no, algunos gestos de asco de su parte. Mientras Katniss trataba de que Madge no se ahogara en su ataque de risa, cayó en la cuenta del puesto más lúgubre del lugar.
De la pequeña tienda colgaba un viejo letreo de madera que ponía 'Gitana' –Hay que entrar –dijo Katniss emocionada, recordando una historia de las que su mamá solía contarle cuando pequeña. La historia era de romance y aventura, lo que solo incitó a la niña a querer consultar a la mujer con poderes adivinatorios.
-¿Y qué le vas a preguntar? –Quiso saber Madge caminando junto a su única y mejor amiga.
-No sé… Algo se me ocurrirá.
-¡Oh, ya sé! –Exclamó una Madge entusiasmada – ¡preguntemos con quién nos casaremos!
Entraron traspasando la espesa cortina. A sus narices llegó el aroma de incienso (como el que usaba la china que vivía en las orillas de Panem) y una muy tenue nube inundaba el lugar. –Dos billetes por persona –les dijo una mujer grande y tosca, de nariz ganchuda y gesto duro, que iba vestida con una túnica de brillantes colores.
Katniss y Madge se miraron mientras buscaban en sus bolsillos. La decepción les llegó en cuanto comprendieron que entre las dos juntaban únicamente para que una entrara –úsalos tú, Kat. –Dijo solemnemente Madge. –Después de todo ha sido tu idea venir acá.
-No podría. Mejor nos vamos. –Le dijo Katniss levantándose junto con su amiga, listas para irse.
-¡Esperen! –Gritó la gitana desde su lugar –como el negocio anda mal, denme lo que traen y les contestaré una pregunta a cada una. –Las niñas se miraron evitando sonreír y volvieron a ocupar las viejas sillas de plástico. –Que comience la rubia. –Madge se mordió el labio decidiendo que pregunta realizar. Pero antes de que pudiera decidir, la gitana se adelantó mientras frotaba con sus manos la bola de cristal que reposaba en el centro de la mesa –quieres saber si te darán un perro por tu cumpleaños.
La niña la miró con sorpresa, eso era algo que ni a Katniss le había dicho – ¿cómo lo ha sabido?
-Fácil, soy gitana –contestó aburrida –y la respuesta es sí. Pero la bola no me dejará saber que raza será.
Antes de que Madge se pusiera a platicar sobre perros y sus manías, Katniss se dirigió a la mujer –yo quiero saber quién es mi otra mitad.
-¡Oh! Directo al grano. Me agradas, muchacha. Veamos que dice la bola sobre tu cuestionamiento. –Tuvieron que esperar algunos momentos durante los que la niña torció las manos ansiosa –vaya. No hay mucha claridad sobre lo que pasará, pero… espera… aquí hay un nombre, pero no estoy segura que sea…
-¡Dígalo ya! –gritó Katniss no soportando más.
La gitana respondió con aire misterioso –Dice Frederick Marvel.
-¡Vaya nombre! –se le escapó a Madge.
Pero Katniss no escuchó. Únicamente el nombre de este sujeto quedó en su memoria bien grabado, esperando que el destino los uniera algún día.
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