Si, lo sé. No es muy inteligente comenzar una historia cuando se esta ocupado pero la idea me viene molestando hace días.

Es mi primer intento de BadBoy!Blaine... o Slut!Blaine, como quieran llamarle. Tambien, en la historia Blaine es hetero. Va a ser multi-chapter, si tiene buena respuesta, lo continuaré.

So... Si les gusta o no, diganlo para ver si lo continuo :)

Disfruten :3


Blaine estaba apoyado contra la pared donde se encontraba el equipo de música, el volumen de la melodía a un nivel casi ensordecedor. Su pie derecho estaba cruzado sobre su izquierdo y sus brazos cruzados sobre su pecho, una sonrisa arrogante en su rostro.

Dos animadoras, una a cada lado de él, estaban mirándolo con una sonrisa, la de cabello rubio jugando con la solapa de su chaqueta de cuero y la latina pegada a su costado como si estuviera pegada con cemento, el ajustado top que estaba usando parecía que estaba a punto de estallar.

"¿Sabes?" dijo la morena. "Con Brittany pensábamos en que podríamos ir a la habitación de arriba, no tenemos problemas en compartirte otra vez, ¿no, Britt?"

La rubia asintió rápidamente con una sonrisa.

"Cariño, tienes que aprenderte mi frase de vida- Yo no repito el mismo plato dos veces, no importa que tan deliciosa sea la comida" dijo tocándole la punta de la nariz con su dedo índice en falsa dulzura.

En ese momento una chica rubia vestida con un vestido turquesa hasta la rodilla que la hacía parecer más delgada de lo que en realidad era y un chico con el cabello castaño estilizado, usaba los pantalones más ajustados que había visto un hombre usar en toda su vida, pasaron en frente de ellos, la muchacha tomó la mano del chico y lo llevó donde se encontraban las bebidas.

"Aunque eso-" dijo señalando a la pareja. "-No tendría problema en repetirlo" terminó moviendo las cejas sugestivamente.

"¿Fabray?" preguntó Santana. "No lograras poner un dedo encima de ella luego del 'problema' que tuvo con Puckerman"

"No la chica, el castaño"

La latina lo miró escéptica. "¿Hummel?"

Blaine la miró con una ceja levantada. "¿Lo conoces?"

"Si, está en el club Glee"

"Yo lo besé" dijo Brittany de la nada. "…Sabe a nubes… y brillos"

"¿Si?" preguntó el moreno con una sonrisa. "Me pregunto si solo sus labios saben a brillos" dijo lamiéndose los labios mientras veía el trasero del castaño.

"Espera, ¿desde cuándo te gusta el pene?" preguntó Santana.

"Cariño, debes entender, aquí la clave está en que si veo algo que me llama la atención debo poseerlo, tenga o no senos." Dijo como si le estuviera explicando a un niño de cinco años. La morena rodó los ojos.

"Suerte con eso, Hummel es la versión masculina de la Virgen María"

El moreno resopló. "Por favor, una sola sonrisa y puedo hasta lograr que Voldemort se acueste conmigo"

Santana rió. "Primero: tu lado nerd está saliendo a la luz y segundo: Si, eres caliente pero tus habilidades no son tan impresionantes"

"Qué raro, no dijiste eso cuando terminé de follarte" dijo Blaine acercando sus labios a los de ella.

La latina acercó sus labios y los alejó rápidamente antes de que pudieran besarse. "Bien, pruébalo"

"¿Probar que?"

"Que eres tan impresionante como dices, te doy dos semanas para que conquistes a Hummel y te acuestes con él"

Blaine abrió los ojos por unos segundos. Blaine no era gay, de eso estaba más que seguro. Le gustan las mujeres, le encantan las mujeres. El ojimiel no puede recordar una sola noche de los últimos dos años en la que no haya tenido algún tipo interacción física con una mujer.

Aunque pensándolo bien, si logra acostarse con un chico y no cualquier chico, sino Hummel, quien no ha dejado que nadie se acerque a él desde que Puckerman había tratado de conquistarlo en un momento de borrachera durante una fiesta del club Glee(lo único que logró fue una cachetada y varios insultos), sin duda lograría proclamarse como el hombre más sexy de todo Ohio, para mujeres y hombres.

"Está bien… pero necesito más tiempo" dijo mirando a la morena, quien sonrió como maniática.

"Perfecto" dijo aplaudiendo. "Te daré un mes para lograrlo"

"…Parece justo" se encogió de hombros el muchacho. "¿Qué gano si lo logro?"

Santana sonrió seductoramente y lo acarició en el cuello. "Pues… podría convencer al resto de las animadoras en hacer una orgia solo para ti" susurró en su oído. Le gustaba la idea, demasiado, sus pantalones se habían encogido un talle ante la idea.

"Eso suena bien…" dijo con una sonrisa antes de fruncir el ceño y cruzarse de brazos. "¿Y qué ganas tu en todo esto?"

"¿Por qué supones que quiero algo?" preguntó con inocencia y el ojimiel resopló. "Está bien, está bien. Si pierdes, te tendré a mi disposición"

"¿Ah sí?"

"Si, cuando yo quiera, el día que quiera, a la hora que quiera y en donde sea que encontremos" lamió el lóbulo de la oreja del moreno.

"Hecho" dijo Blaine extendiendo la mano, la latina la aceptó y cerraron el trato. El chico tomó un sorbo de cerveza de la botella que Brittany dejó en una mesa y comenzó a caminar hacia el castaño.

El chico y la rubia que lo acompañaban estaban junto a la mesa charlando entre ellos, moviendo ligeramente el cuerpo al ritmo de la música.

"Hola hermosura" dijo con una sonrisa el moreno cuando se acercó. La muchacha lo miró y asintió la cabeza en forma de saludo, en cambio, el chico no se movió en absoluto.

"Es de mala educación no responder cuando te hablan" susurró en el oído del castaño. Este se dio vuelta y lo miró con la ceja levantada.

"¿Me hablabas a mi?"

"Pues, tu eres hermoso así que si, te hablaba a ti"

El ojiazul lo miró por un tiempo antes de saludarlo con un corto "Hola" y volvió a su conversación con su amiga.

"Oh, vamos cariño, no seas tan frio" dijo Blaine colocando una mano en su cadera.

La chica lo miró y luego a su amigo. "¿Quieres que busque a Finn?"

"No te preocupes Quinn, solo hay que ignorarlo y se irá" respondió a la pregunta como si el moreno no se encontrara a solo centímetros de él.

En ese momento Sam se acercó y la invitó a bailar a Quinn, la rubia miró al castaño para ver si no había problema, él asintió así que tomó la mano del rubio.

"Tendré un ojo sobre ti" le dijo a Blaine antes de irse junto al deportista.

El ojimiel le guiñó un ojo antes de volver su atención al chico. Tomó el vaso que tenía en su mano y lo dejó en la mesa.

"¿Qué pretendes hacer?" preguntó con una ceja levantada.

"Tu" dijo Blaine señalándolo "Bailaras conmigo" lo agarró de la mano antes que pudiera negarse y lo arrastró al centro de la habitación donde todos estaban bailando.

"¿Y quien dijo que quería bailar contigo?"

El moreno resopló. "Por favor, ¿Quién no querría bailar conmigo? Soy sexy" dijo como si fuera obvio. Lo sostuvo por las caderas y lo acercó hasta que sus pelvis se estaban tocando. "Y como eres sexy, tienes el privilegio de que te haya escogido para bailar conmigo"

"Oh wow, gracias pero no gracias" dijo el ojiazul sarcásticamente antes de tratar de zafarse de su agarre pero Blaine no lo soltó.

"Blaine, suéltame"

El moreno sonrió seductoramente. "Sabes mi nombre"

El castaño rodó los ojos. "Es obvio, todos te conocen a ti y tu reputación"

"¿Ah sí? ¿Y cuál sería esa reputación?"

"Una pobre excusa de chico malo que probablemente se ha acostado con el 90% de las chicas de Lima" dijo y frunció el ceño. "Y por lo que veo, deberían agregar 'muy arrogante y un gran dolor en el trasero'."

Blaine se quedó callado por un minuto antes de sonreír. "Y bueno, ya sabes lo que dicen, una mala reputación es mejor que no tener reputación alguna"

"Lo que tu digas Blaine"

El ojiazul no dijo nada más pero tampoco se alejó. Los dos estaban bailando en silencio por unos minutos hasta que el moreno dirigiera sus manos al trasero del más alto, provocado que saltara.

"Oh, vamos, suéltate, relájate un poco" comentó el ojimiel intentando una vez más colocar sus manos en su trasero.

"¿Qué quieres Blaine? Se supone que eres hetero porque, ya sabes, te acuestas con chicas. Y no sé si te ha llegado el memo pero no soy una chica"

"Ya lo sé cariño, pero tú eres sexy y tienes un gran trasero. Deberías sentirte halagado"

"¿Alguna vez has estado con un chico?"

"No… Pero tú podrías ser el primero en probar esto" dijo Blaine moviendo sus caderas contra las del castaño.

"Mi nombre" dijo el más alto.

"¿Qué?"

"¿Cómo me llamo? Si es que siquiera sabes mi nombre"

"Claro que lo sé" dijo Blaine. "Tu nombre es… es… Kyle, Kevin, no, espera, ¡rayos! Estoy seguro que era con K"

"Está bien, te explicare algo. Solo porque tu quieres ver que se siente estar con un hombre y yo sea el único chico abiertamente gay no significa que dejare que me uses" dijo.

El ojiazul se acercó hasta que estaban a milímetros de distancia y podía sentir el ligero olor a alcohol en el aliento del moreno. "Y créeme, por mas borracho, desesperado o demente que este, nunca me acostaría contigo. Adiós Blaine"

"¡No! Espera" gritó Blaine pero el castaño ya se había ido. Escuchó risas por detrás y se dio vuelta para encontrarse cara a cara con Santana, quien prácticamente le caían lágrimas de la risa.

"Oh por Dios, hacia tanto tiempo no me reía tanto" dijo la chica.

"Cállate" gruñó Blaine mientras tomaba un sorbo de la cerveza del vaso de la latina.

"No, pero en serio, muchas gracias, necesitaba una buena risa" dijo con una sonrisa. "Yo diría que puedes rendirte ahora mismo"

"Ni en sueños. Lograré acostarme con él, ya verás. Además, eso fue de práctica, todavía me queda un mes"

"Lo que digas Hobbit. ¡Hey, Puck! Vamos arriba"

El deportista se acercó tambaleándose- obviamente borracho- y la tomó por la cintura.

"Ahora, si me disculpas Anderson, iré arriba a tener un poco de acción" dijo la morena comenzando a caminar.

"¡Espera! ¿Cómo se-?"

"Kurt, idiota"


Blaine llegó a su casa y subió directo a su habitación así no despertaba a nadie. Se acostó en su cama con solamente un par de bóxer y buscó su notebook.

Entró a su cuenta de facebook y revisó sus notificaciones. Luego de unos minutos de pensarlo, apretó en el buscador de la página y tecleó 'Kurt Hummel'. Entró en la primera opción y comenzó a revisar el muro del chico ya que no era privado.

"¿Hay algo que publique que no sea sobre musicales?" pensó en voz alta. Entró a las fotos y las fue viendo una por una.

Había una en especial que le llamó la atención. El castaño estaba sobre el escenario y estaba vestido con unos pantalones negros- muy ajustados-, una remera blanca que decía 'Like Boys' y una chaqueta a cuadros roja. Su cabello estaba peinado como si- el moreno decidió- recién hubiera salido de la cama luego de una noche de sexo salvaje.

Sintió que su bóxer lo estaba incomodando y cuando vio su pene se encontraba duro. Blaine levantó una ceja pero decidió que haría un pequeño experimento. Corrió la computadora y se bajó el bóxer hasta que se encontraba en sus rodillas.

Cerró sus ojos y movió su mano hasta su erección y se tocó ligeramente, suspirando por la sensación placentera. Imaginando que se trataba de Kurt, su mano libre comenzó a moverse por su pecho sensualmente.

Con uno de los dedos acarició uno de sus pezones y un pequeño gemido salió de su boca. En su mente, Kurt estaba desnudo sobre él tocándolo, besando su cuello, su pecho. Incrementó el ritmo de sus movimientos en su pene, rozando la punta con su pulgar.

La mano que estaba en su pezón se comenzó a mover para abajo, dibujando pequeños patrones en su estomago.

Blaine sacó su mano de su pene y la lamió para que se deslice con mayor facilidad. Acercó su otra mano a su boca y lamió un dedo hasta que quedó bañado en saliva. Abrió sus piernas lo más que podía gracias al bóxer y con el dedo jugó con sus testículos por unos segundos.

Una ligera capa de sudor se estaba formando en su frente y su garganta comenzaba a doler por los gruñidos que salían de ella. Su dedo bajó un poco más y lo pasó por la sensible piel de su entrada.

Se tuvo que morder el labio para poder silenciar el grito que estaba por salir sino quería que los demás se despierten. Con un suspiro nervioso metió solamente la punta de su dedo en su agujero pensando que era el dedo del castaño.

Eso fue lo que necesitaba para acabar en su mano y estomago con un gemido. Cuando volvió su capacidad de pronunciar palabras y respirar con normalidad se quedó en silencio, pensando.

Bueno, sin duda alguna tendría que convencer al ojiazul de que acueste con él, si así se sentía solamente pensar en él, estar con él seria…

Blaine gruñó por el pensamiento.

Se paró y caminó hasta su baño para tomarse una ducha.

Tenía 30 días para conquistarlo, pero… ¿Cómo?