Los personajes de Bleach pertenecen a Tite Kubo.

Advertencia: Contiene OoC.


GRACIAS: ScarrieS: Me alegra que te gustara el capítulo y comprendieras la conducta de Aizen, en este capítulo explico mejor lo que pasó en el juicio y el orden de acontecimientos. Ojalá te guste el desenlace de cada personaje.


¿POR QUÉ MATASTE A AIZEN SOSUKE?

Capítulo doce.- Caso cerrado.

Al terminar de escuchar el relato de la vida de Sosuke Aizen todos los presentes meditaron sobre la situación, todavía no salían de su sorpresa. El silencio reinante fue cortado por la voz suave de Urahara.

―Cómo pudieron comprobar Rukia Aizen no es la asesina de su padre. ― Ella volteó a verlo. ―Me alegra comunicarle que a partir de hoy queda en libertad. ―se tomó el atrevimiento de anunciarlo antes que los detectives.

―Pero lo herí y mentí en la declaración. ―comentó Rukia afligida. Sabía que eso era penado.

Yoruichi se levantó del asiento y la miró fijamente.

―La fiscalía no presentará cargos en tu contra. ―informó Yoruichi. ―Y menos ahora que has dado pistas para apresar al Vandenreich.

Nunca lo diría, pero la detective morena había abogado por ella y por Ichigo, porque ya habían sufrido mucho y además no podía culparlos por la declaración que hicieron, seguramente ella también hubiera actuado igual que ellos en esa situación.

Rukia e Ichigo cruzaron miradas, en sus ojos se podía ver un nuevo brillo, el de la esperanza. Sonrieron, no estaban cien por cierto alegres, toda lo concerniente a este caso les había dejado un vacío en el alma, era esa sensación de saber que conviviste con una persona y darte cuenta al final que no la conocías como pensabas.

Y no era sólo por Sosuke. A raíz de su muerte pudieron conocer algo nuevo de los demás.

Ichigo descubrió que su madre lo hizo vivir en una mentira, desde su apellido hasta la muerte de su padre. Y que también era una parte culpable de que él no estuviera con ella en su lecho de muerte. Rukia que, la chica que veía como la felicidad de su padre, en realidad sólo había jugado con él, claro que eso no lo exoneraba de todo lo malo que Aizen había hecho.

Pero también se dio cuenta de que se molestó con Aizen cuando lo único que intentaba hacer era protegerla y cumplir la promesa hecha a Byakuya.

A una seña de Soi Fong, tres policías entraron y se llevaron a Gin, Rangiku y Momo. Ellos tenían que presentarse ante un juez para escuchar la condena por lo que hicieron.

En la habitación se quedaron Ichigo, Rukia y Orihime.

―Entonces ¿me puedo ir? ―preguntó Orihime poniéndose de pie. Además de que la estación de policía la ponía nerviosa, le dolía ver a Ichigo y Rukia juntos.

―Antes tengo que entregarle esto. ―dijo Urahara extendiéndole un sobre bolsa amarillo tamaño carta.

―¿Qué es? ―preguntó intrigada.

―Véalo usted misma. ―pidió Urahara con una sonrisa.

Orihime se apresuró a abrir el sobre bajo las miradas curiosas de los demás. Cuando leyó el documento contenido en la bolsa, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos grises.

―¿Esto es verdad? ―cuestionó ella limpiándose las lágrimas.

―Sí. ―respondió el rubio. ―El día que murió Aizen te había mandado a llamar para darte esa información, pero tras lo que pasó ya no pudo hacerlo.

Ichigo se había levantado en cuanto la vio llorar y se acercó a la chica de cabello naranja.

―Orihime ¿estás bien?¿pasa algo malo? ―le preguntó preocupado.

―¿Mi papá te hizo algo más? ―le preguntó Rukia, quien también se acercó a ella. Estaba preocupada por lo que Sosuke hubiera podido hacer.

Orihime negó con la cabeza mientras apretaba el sobre contra su pecho.

―Estos son datos sobre mi hermano. ―reveló. ―ahora al fin podré reunirme con él. ―sonrió discretamente. ―y todo gracias a Sosuke.

Rukia sonrió al ver a Orihime, le sorprendía como todavía podía sentir agradecimiento hacía su padre después de que la había tratado mal estos últimos años. Se sintió mal al recordar que nunca se había dado la oportunidad de tratarla a causa de sus celos. Quizá ella hubiera sido una buena amiga.

―Rukia. ―la llamó Orihime sacándola de sus pensamientos. ―de verdad siento mucho lo que le pasó a tu papá y también me alegro de que Ichigo y tu puedan estar juntos. ―dijo con sinceridad, ella amaba a Ichigo, pero estaba consciente de que a su lado él jamás sonreiría como lo hacía con ella.

―Sí, gracias. ―respondió Rukia no sabiendo que más decir.

Después Orihime salió de la habitación acompañada por Kyoraku, Ukitake y Soi Fong.

―Ichigo también hay algo para ti. ―comentó Urahara entregándole un folder beige. ―Es un fideicomiso para tus estudios. ―añadió cuando el chico agarró el folder.

―¿Qué? ―Ichigo no podía creer que Sosuke le hubiera dejado esa cantidad de dinero.

―En realidad lo único que quería él era que te superaras, por eso te decía todas esas cosas humillantes, porque sabía que cuando él muriera tu serías el único apoyo de Rukia.

―Gracias, pero no creo utilizarlo. ―señaló Ichigo. Aunque Sosuke siempre lo trató bien y lo ayudó mucho en un principio, su conducta de los últimos años y el descubrir que lo había alejado de su madre seguía causando en Ichigo sentimientos encontrados.

―De todas formas consérvalo. ―pidió Kisuke. Él y Yoruichi caminaron hacia la salida.

―Detective Yoruichi. ―se apresuró a llamarla Rukia. ―tengo que preguntarle algo. ―agregó cuando ella volteó.

―Dime.

―¿Qué va a pasar con Ulquiorra y Grimmjow? ―preguntó con zozobra. ―¿ellos serán arrestados?

Yoruichi negó.

―Tampoco se levantaron cargos en su contra. ―comentó Yoruichi. ―Sólo se tiene conocimiento de que mataron al hombre que estaba por asesinar a Ichigo, a los otros sólo los hirieron. Así que no te preocupes por ellos, cuando los veas puedes decirles que son libres.

―Gracias. ―dijo Rukia aliviada.

Urahara y Yoruichi salieron de la habitación dejando sola a la pareja.

Ichigo se giró hacia Rukia y acarició su mejilla.

―Te extrañé. ―declaró él. ―e hiciste que me preocupara por ti. ―Ichigo bajó su mano y le sonrió cálidamente.

―Lo siento. ―se disculpó ella.

―¿Por qué te declaraste culpable? ―preguntó él.

―Por la misma razón que tú lo hiciste. ―respondió Rukia. ―al principio pensé que tú lo habías matado por mi culpa y no quería verte en la cárcel, tú ya has sufrido mucho.

―Tonta. ―le dijo pegándole suavemente con los dedos en la frente. ―A pesar de tu dolor y sufrimiento te preocupaste por mí. ―Ichigo la abrazó con fuerza y ella correspondió el abrazo. ―Yo también creí que lo habías hecho y eso ya te iba a doler mucho, por eso no quería que tuvieras que vivir la experiencia de estar encerrada.

Rukia comenzó a llorar, era una mezcla de alegría y agradecimiento, por saber que Ichigo la amaba tanto que era capaz de renunciar a su libertad por ella. Ichigo se separó de ella para limpiar sus lágrimas, la miró con admiración y amor, ahora sabía que no se equivocó al enamorarse de ella, pues era una gran mujer que estaba dispuesta a sacrificarse por él.

Cuando Ichigo terminó de limpiarle las lágrimas se acercó para besarla.

Aunque sólo habían estado pocos días separados, ya extrañaba el sabor de sus besos y el calor de sus caricias.

Después de terminar el beso, se tomaron de las manos y salieron de la habitación. A ellos no les importaba como habían sucedido las cosas, sólo les bastaba con saber que a partir de ahora estarían juntos.

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Yoruichi y los demás detectives se encontraban en sus escritorios, Urahara estaba recargado sobre el escritorio de su esposa, con los brazos cruzados.

―Pues eso que hicieron ellos no cualquiera lo haría. ―comentó Ukitake refiriéndose a Rukia y a Ichigo.

―Ahí está Gin Ichimaru como ejemplo. ―comentó la detective de cabello negro. ―Ni porque por su culpa Matsumoto está en esa situación se declaró culpable.

En ese momento se acercó el capitán Yamamoto.

―Supe que los chicos están libres de cargo. ―comentó él. ―y que ya saben quién mató a Sosuke Aizen.

―Así es capitán. ―respondió Yoruichi. ―tuvimos que interrogarlos de nuevo para atar cabos sueltos y hacer la cronología de los hechos.

―Entonces pónganme al tanto de la situación.

―Claro que sí. ―dijo Urahara y procedió a contarle los resultados de la investigación.

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Por la mañana del día que Aizen murió, lo fue a ver Orihime a petición suya, apenas habían comenzado a hablar cuando alguien pidió verlo, que no era otra que Momo que le llevó un ramo de rosas y quería que recapacitara al respecto de su relación.

Mientras eso sucedía Orihime aprovechó para hablar con Ichigo, fui ahí que Rukia los vio y subió llorando a su cuarto.

Aizen, que ya había regresado con el ramo de rosas, lo vio todo y se enojó con su asistente, así que la corrió sin decirle lo que había descubierto, y cuando le dio la cachetada fue que Sosuke le tiró una de sus horquillas y se transfirió un cabello de ella a su ropa.

Por la tarde Rukia fue a verlo para pedirle permiso para salir a una fiesta, él se lo negó y comenzaron una discusión sobre los verdaderos padres de ella, pues Aizen no quería que ella usara su apellido.

Rukia salió llorando del despacho, encontrándose con Ichigo en el pasillo. Después de dejarla tranquila en su cuarto, Ichigo bajó para hablar con Aizen.

Discutieron sobre Rukia, Sosuke amenazó con llevársela lejos.

No dejaré que te la lleves. ―lo encaró Ichigo, no podía permitir que los separaran y le hiciera daño a Rukia.

¿Y qué vas a hacer para evitarlo? ―lo desafió Aizen, instintivamente él se llevó la mano al arma y la sacó.

Podría matarte aquí mismo. ―declaró apuntándole, Sosuke no se inmutó.

Te desafío a que lo hagas. ―lo retó Aizen. ―Me llevaré a Rukia y la dejaré en un internado, no la dejaré volver aquí. ―Sosuke sabía que Ichigo no se atrevería a hacerlo pero quería ver su reacción, necesitaba asegurarse de que él era el indicado para su hija.

No. ―dijo Ichigo bajando el arma. ―a pesar de todo eres el padre de Rukia, no puedo causarle ese dolor. ―además también era alguien querido para él, fue la persona que le extendió una mano cuando lo necesitaba, que le dio una nueva razón para vivir.

Aizen sonrió satisfecho. Ichigo dejó la pistola sobre el escritorio.

Creo que está de más decirte que renuncio. ―dijo Ichigo y luego salió del despacho.

Ssubió al cuarto y le contó a Rukia lo que Sosuke le había dicho. Ella se enojó y decidió bajar a hablar con su padre en lo que Ichigo esperaba en el cuarto, ella pensaba que podía persuadir a su papá de mandarla lejos.

Pero Rukia y Sosuke discutieron de nueva cuenta.

Cuando él la amenazó con llevarla a un convento, ella no aguantó más.

¡Te odio! ―le gritó, luego vio la pistola sobre el escritorio y la tomó.

Rukia no pudo controlar tantas emociones en su interior y terminó por dispararle a su padre en el hombro.

Cuando vio a su padre sangrar tomó conciencia de lo que hizo. Se asustó por lo que había hecho, pero sobre todo se sentía miserable por haber atentado contra Sosuke, porque a pesar de todo él era su padre, siempre vio por ella y Rukia lo quería.

Ichigo entró a la habitación pues había escuchado el disparo. Se sorprendió al ver a Sosuke herido y la pistola cerca de Rukia.

Rukia…―trató de preguntarle qué había pasado, pero Rukia soltó la pistola y salió corriendo a su habitación.

Ichigo ve con ella. ―le dijo Sosuke mientras colocaba una mano sobre su herida. Ichigo seguía inmóvil viéndolo con desconcierto. ―¡Hazlo! ―ordenó.

Lo único que le preocupaba en ese momento era su hija, quería salir corriendo tras ella, pero no se atrevió a hacerlo, no quería empeorar las cosas.

Ichigo, tras la orden de Aizen, salió de la habitación para ir con Rukia. La encontró en su cuarto llorando sentada sobre la cama.

Ella estaba muy angustiada por lo que había hecho. Ichigo la consoló por bastante tiempo. Después decidieron que lo mejor sería irse de ahí, así que en lo que Rukia preparaba su maleta, Ichigo fue a su cuarto para buscar sus cosas.

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―Fue en ese lapso que ocurrió la muerte de Sosuke. ―interrumpió Yamamoto.

―Así es. ―respondió Urahara. ―la primera en bajar fue Rukia, cuando vio a su padre no dudó en ir hasta él. Como ignoraba que alguien más había entrado, por lógica pensó que Ichigo lo había asesinado para que al fin pudieran estar juntos. Después Ichigo entró y la vio junto al cuerpo de Aizen, también pensó lo mismo, que ella era la asesina.

―Así que decidieron declararse culpable para proteger al otro. ―comentó Yamamoto. ―Menos mal que todo se descubrió. ―dijo y después se retiró.

Los demás también se retiraron a descansar, había sido un día agotador.

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La mañana había amanecido nublada y con un poco de viento, pero eso no fue impedimento para que la gente se congregara en el cementerio para darle el último adiós a su querido actor.

Rukia dejó que el funeral fuera público, pues sabía que su padre así lo hubiera querido.

En este momento caminaba detrás del féretro gris por los pasillos del cementerio, junto a ella iba Ichigo.

Las cámaras de televisión estaban presentes, los reporteros intentaron muchas veces entrevistarla, pero ella se había negado, todavía no se sentía capaz de hablar ante las cámaras sin soltarse a llorar y sin que se le quebrara la voz.

Ichigo la tomaba de la mano, eso era lo que la ayudaba a no desmoronarse ahí mismo. Llegaron al sitio donde ya los estaban esperando las personas encargadas de bajar el ataúd y cerrar la tumba.

Mientras un sacerdote decía unas palabras, ella recordó todos los momentos que vivió con su padre, tanto buenos y malos, ahora los atesoraría todos, porque la habían hecho ser lo que era.

Ichigo contemplaba con tristeza el féretro. Era en esos momentos cuando uno reflexionaba sobre lo que pudo hacer y nunca hizo. Ahora recordaba que jamás le agradeció por acogerlo en su casa, por darle comida, techo y una familia.

El féretro comenzó a bajar y Rukia no pudo evitar que un nudo se le formara en la garganta y que las lágrimas brotaran descontroladamente.

Ella se había prometido no llorar, pues no deseaba dar un espectáculo ante las cámaras, pero el dolor la superaba. Muy chica había perdido a sus padres, y aunque siempre los amaría, Sosuke se había convertido en parte fundamental de su vida.

Sí, no le importaba que la llamaran loca o tonta, la noche anterior había reflexionado y los momentos buenos que pasó con él, superaban con creces a los malos.

Él no fue un hombre perfecto, ni bueno, incluso llegó a ser cruel; pero si fue un buen padre, que sacrificó su vida, sus sueños y deseos por ella, una pequeña sobrina que había quedado huérfana.

Ichigo la acercó a su pecho, para que sintiera su apoyo, Rukia recargó su cabeza en su hombro y se limpió las lágrimas mientras los hombres comenzaban a echar tierra sobre el ataúd de Aizen.

Las personas a su alrededor lloraban y susurraban un "Adiós Sosuke", "Te extrañaremos", "Siempre estarás en nuestros corazones"

Al pasar el tiempo frente a la tumba sólo quedaron pocas personas. Además de Ichigo y Rukia, estaban Orihime y un muchacho de cabello marrón, Rukia se imaginó que era su hermano, también estaban los detectives, Urahara, el comandante Yamamoto, Ryuken Ishida y un hombre moreno que Rukia no conocía.

―Vino mucha gente al entierro de mi padre. ―comentó Rukia.

―Hizo cosas buenas por varias personas. ―señaló Ichigo. ―por eso lo recuerdan con cariño.

―Me pregunto si lo seguirán queriendo cuando sepan lo que hizo. ―comentó con tristeza. ―cuando sepan que jugó con dos mujeres y que las hizo sufrir.

―Ya no pienses en eso. ―pidió Ichigo poniéndole una mano en el hombro. ―mejor piensa en lo bueno que hizo.

Rukia asintió, se despidió de su padre y junto con los demás, se alejó de la tumba, sin percatarse de dos hombres que a la distancia habían visto el entierro de la persona que los apoyó e hizo crecer en todos los aspectos.

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Día del juicio.

Ella entró al edificio gris con una opresión en el pecho, los cinco pisos que subió en ascensor se le hicieron eternos. Ese día conocería su condena por arrebatarle la vida a un hombre.

Las esposas que llevaba en manos y pies dificultaban sus movimientos, un par de veces tropezó y alguno de los guardias que iban junto a ella tuvieron que ayudarla.

Aguardó en una habitación hasta que el juicio comenzó. Tuvo tiempo de reflexionar en lo que hizo.

Por fin los guardias fueron por ella y la condujeron por un pasillo. No podía evitar sentir miedo pues sabía que pasaría mucho tiempo para que volviera a ver a su familia, a sus amigos, para ser libre.

La sala de juicio estaba llena por la importancia de Sosuke como figura pública.

Al mismo tiempo Rukia entraba en la sala acompañada de su abogado, como familiar de Sosuke participaba como la parte acusadora.

Y era un conflicto interno, pues quería justicia para el hombre al que le habían arrebatado la vida, pero al mismo tiempo no quería acusarla a ella, pues en parte sabía que su papá había tenido la culpa.

Pero como le había comentado Kisuke: Nadie puede hacer justicia por su propia mano, ni nada justifica quitarle la vida a otra persona. Ella tenía que pagar por sus acciones, así como Sosuke las pagó.

Rukia se sentó detrás de una mesa frente al estrado donde estaba el lugar del juez, junto a ella se sentó su abogado.

Vio entre los asistentes a Ichigo, Tsunade y otras personas que iban a darle su apoyo. Los detectives y Urahara también estaban presentes.

Vio hacia un lado y vio que en un pequeño cuarto, detrás de una rejilla se encontraban Momo, Rangiku y Gin esposados.

Los tres se veían abatidos. Los tres recibirían ese día un castigo por sus acciones.

El juez no tardó en aparecer dando por iniciada la sesión.

Los testigos, sospechosos, detectives y criminalistas, pasaron a rendir declaración.

Mientras se iban descubriendo las cosas, las personas se iban asombrando de lo que su actor favorito había hecho, pero también de lo que había sufrido por culpa de Rangiku. Así se fueron formando bandos contrarios, los que seguían apoyando a Sosuke y los que no lo hacían.

―Señorita Rangiku Matsumoto. ―habló el juez con seriedad. ― se le ha encontrado culpable…―ella suspiró hondo. ―del delito de alteración de evidencia y es sentenciada a pasar diez meses de cárcel.

Rangiku se llevó la mano a su vientre, sería unos meses muy difíciles para ella y su bebé.

―Señor Gin Ichimaru se le ha encontrado culpable del delito de alteración de evidencia. ―señaló el juez. ―es sentenciado a pasar seis meses en prisión.

El cuchicheó en la sala no se hizo esperar y el juez tuvo que intervenir para callarlos.

―Señorita Momo Hinamori se le ha encontrado culpable del delito de homicidio calificado. ―de nueva cuenta la fuerte voz del juez se escuchó en el juzgado. ― y es sentenciada a pasar treinta y cinco años en prisión.

Rukia cerró los ojos, las lágrimas fluyeron con tristeza. Se sentía mal por Momo y Rangiku. Su abogado le colocó una mano sobre su brazo en señal de apoyo.

Hitsugaya desde su lugar sintió una opresión en el pecho por saber que su amiga pasaría muchos años en prisión, pero él no la iba a abandonar, era su amigo y estaría con ella en las buenas y las malas.

Unos oficiales se encargaron de llevar nuevamente a los culpables a la prisión donde habían pasado el último mes.

El licenciado se despidió de Rukia y fue a hablar con el abogado que llevaba el caso de Hinamori.

―Rukia ¿estás bien? ―preguntó Ichigo acercándose a la chica de ojos violetas.

Como respuesta Rukia se aferró a él, no se sentía bien, se sentía triste y con un vacío en el pecho. Tsunade se acercó a ellos y abrazó a Rukia por la espalda. Ellos le demostrarían que no estaba sola.

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Después de que Sosuke le dijera que no quería nada con ella y que intentaría hacer una vida con Rangiku, Momo regresó a su casa y estuvo llorando por largo rato hasta que decidió que Sosuke no podía estar con Matsumoto, ella no era buena y sólo lo haría sufrir.

Así que tomó la pistola que heredó de su padre y un silenciador y salió de su casa con la firme convicción de liberar a su amado Sosuke del dolor, ella sabía de su enfermedad así que no permitiría que él sufriera tan severos dolores y tampoco que Matsumoto volviera a jugar con él.

Así que mientras Ichigo trataba de reanimar a Rukia en su cuarto, Momo entró a la casa.

Cuando llegó a su despacho se dio cuenta que él estaba herido de un brazo, pero Sosuke no le dio importancia diciendo que había sido un accidente, vio la pistola en el escritorio y decidió no usar la suya, metió la mano en la bolsa y agarró el silenciador, no quería que los de la casa escucharan los disparos.

Momo y Sosuke se hicieron de palabras, presa del coraje y los celos por su decisión de seguir con Matsumoto, le disparó con la pistola que había tomado del escritorio, no le dio tiempo de ponerle el silenciador que llevaba en la otra mano.

Vio como caía de espaldas al piso, también vio dolor y aflicción en sus ojos. Lo vio respirar con dificultad.

Ru..kia. ―lo escuchó decir con su último aliento antes de cerrar los ojos.

Dejó caer la pistola y se acercó a él.

Al verlo lleno de sangre comenzó a llorar, los nervios y los remordimientos la traicionaron, sin querer se le cayó el silenciador, que se manchó de sangre, lo recogió, luego tomó el florero con las rosas que le habían llevado en la mañana y salió corriendo.

Se tropezó en la puerta haciendo que algunos rosas de deshojaran y perdiera el silenciador, como tenía miedo de ser descubierta prefirió irse a buscarlo.

Rukia e Ichigo estaban solos en su respectivo cuarto cuando escucharon disparos, tardaron un poco en reaccionar y bajar a ver qué pasaba.

Ichigo al ver que Rukia estaba junto a Aizen muy mal, pues estaba llorando desesperada y manchada de sangre, se la llevó al cuarto para calmarla y borrar los rastros de sangre de su cuerpo, y los de la pólvora.

Matsumoto llegó minutos después, aprovechando que Momo había dejado la puerta entreabierta por huir rápido. Cuando ella llegó ya estaba oscuro.

Lo vio tirado en el suelo, y aunque ya estaba muerto, al recordar todo lo que le había hecho pasar la furia la cegó.

Se arrodilló junto a él y comenzó a enterrarle el cuchillo. Necesitaba comprobar que estaba muerto, que ya no podría hacerle daño, que jamás volvería a dormir aterrada pensando en que él abusaría de ella cualquier noche.

Después llegó Gin y pensando que ella lo había matado le aconsejó enterrar el cuchillo y salir de la casa.

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Yoruichi cerró el informe que estaba leyendo del caso de Sosuke. Sólo ella permanecía en esa habitación. Tomó las evidencias del caso y las guardó en una caja blanca, le puso la tapa y la sello con cinta.

Debajo de la leyenda "Asesinato de Sosuke Aizen" y del número del caso, escribió unas palabras con un marcador negro: "Caso cerrado".

Luego llevó el expediente al archivo y la caja a la bodega donde guardaban las evidencias de los casos.

Cuando salió de la comandancia Kisuke la estaba esperando con un ramo de flores y una sonrisa.

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Dos años después.

Un chico de cabello blanco se encontraba sentado en una mesa esperando que Momo llegara, como todos los domingos él había ido a visitarla al reclusorio.

Recordó la primera vez que fue, se había asustado al ver a Momo golpeada por unas reclusas fans de Aizen, que estaban enojadas con ella por haberlo matado.

Pasaron meses para que dejaran de molestarla, por su carácter terminó ganándose la simpatía de varias mujeres y la compasión de otras.

Toushiro sonrió al ver llegar a la chica de ojos marrón, de la que desde hacía tiempo estaba enamorado y no importaba cuanto tiempo tardara, él la iba a esperar. Esperaría a que se olvidara de Aizen para confesarle su amor, y esperaría a que terminara su condena para poder estar juntos.

Momo sonrió y se sentó frente a él y como siempre que la visitaba, se sintió un poco mejor.

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Al mismo tiempo varias personas se habían congregado en una iglesia, pues ese día se celebraba la unión de Ichigo y Rukia.

Ella caminaba hacia el altar con su hermoso vestido blanco, del brazo de Ryuken Ishida, después de todo él había sido amigo de sus dos papás y del padre de Ichigo. Y en estos dos años les había brindado su amistad y su apoyo.

Rukia avanzaba muy sonriente, ese día había decidido no estar triste, pues estaba segura que sus padres estaban ese día con ella. Sonrió a Tsunade cuando pasó junto a ella.

Después pasó junto a Rangiku y a la pequeña Hisana, una niña de cabello rubio de casi dos años de edad, la pequeña la observó con sus ojos marrones y le sonrió. Rangiku también sonrió.

Ella había tenido a su bebé en prisión, pero decidió dejar que Rukia la cuidara, pues no quería que su bebé pasara tiempo en la cárcel, afortunadamente sólo fueron dos meses los que estuvo separada de su niña.

Y Hisana se convirtió en la consentida de todos rápidamente.

Cuando Gin salió de prisión le pidió perdón y le propuso ser el padre de su hija, pero ella no aceptó. No podía decir que ya lo había olvido por completo, pero entendió que él no podía amar a alguien que no fuera el mismo, así que prefirió dedicarse solamente a su hija.

Tanto Gin como ella se vieron vueltos en un escándalo por ser figuras públicas. Pero pudieron salir adelante. Y aunque en ese momento no estaba trabajando en la televisión, estaba contenta con su nuevo empleo como directora de una asociación que ayudaba a los niños huérfanos y madres solteras, que Ichigo y Rukia habían fundado con el dinero que había dejado Aizen, y en la cual también ayudaba Orihime.

Rukia llegó al lado de Ichigo y la ceremonia empezó.

Orihime estaba sentada junto a su hermano y su familia y junto a Uryu Ishida, a quien había conocido durante su estancia en las celdas. Vio con agrado como el padre declaraba marido y mujer al chico de cabello naranja y la chica de ojos violetas.

Ichigo le dio el primer beso como esposos a Rukia, y no podía estar más feliz.

―Te amo. ―le dijo Rukia cuando se separaron.

―También te amo. ―le respondió Ichigo.

Pero eso ya lo sabían. Y también sabían que no importaba lo que pasara, ellos siempre saldrían victoriosos de los obstáculos, porque estaban juntos y se amaban.

Desde la puerta de la iglesia dos hombres observaban la boda.

―Creo que nuestro trabajo está completo. ―comentó Ulquiorra.

―Así es. ―dijo Grimmjow. ―Patitas Flacas ahora es feliz.

Los chicos se dieron la vuelta y se perdieron entre la gente que ya aguardaba a fuera de la iglesia a que salieran los novios.

Se iban tranquilos pues estaban seguros que ahora Rukia estaba en buenas manos, que atrás habían quedado sus días de soledad y tristeza y ahora sólo le aguardaban días llenos de dicha.

FIN.


Cuando me decidí a editar la historia tenía planeado cambiar al asesino, pero eso requería replantear varias escenas y lamentablemente no tuve tiempo para hacerlo.

Muchas gracias por leer la historia a lo largo de estas semanas y por tomarse el tiempo de comentar. Gracias también a los que pusieron la historia en favoritos y/o alertas.

Saludos y espero puedan leer otra de mis historias.