Disclaimer: La Saga Crepúsculo pertenece a Stephanie Meyer; fanfiction escrito sin fines lucrativos.
Línea temporal: Universo alterno.
DESTINOS
Capítulo Único
Isabella observa a Edward atentamente. Cerca, pero no tanto como quisiera. Un rostro melancólico mirando a uno radiante. Ella aprieta el ramo que tiene en sus manos con fuerza. La rabia e impotencia acumulada en su cuerpo se hace patente en ese simple gesto. Ella no quiere estar allí, quiere huir, escapar. Marcharse de ese lugar. ¿Por qué tiene que ser sometida a semejante tortura? Su mejor amiga y el hombre que ama unidos en sagrado matrimonio; no es que sea algo que no se haya visto antes, simplemente es algo que no debería suceder, algo que debería estar prohibido. Y, sin embargo, allí está ella, luciendo bonita, alegre, deseando los buenos deseos a la pareja que está a punto de contraer nupcias. ¿Por qué ha aceptado ser la madrina? ¿Qué la ha llevado a cometer tal suicidio de su razón? La moral, la ética, las buenas costumbres y el qué dirán. ¿Y qué hace todo eso por ella? Ella es la que está sufriendo, pereciendo a un lado del altar, del lado de la novia, como dama de honor; ella debería ser la compadecida, la que recibiera consideraciones, no su amiga la feliz y radiante novia que comienza una nueva vida, una que le ha arrebatado a ella.
Por un momento, Bella siente rabia. Una rabia casi ciega, una rabia que no le pertenece a ella, a su carácter, sino a sus sentimientos ahogados por mucho tiempo. Tiene ganas de lanzar el ramo al suelo, gritarle a todos los presentes lo que están haciendo con su cabeza, cómo están hiriendo a su corazón. Hacerles saber que está enojada; que paguen por ello. Pero no puede porque ella es la mejor amiga de la novia, la que llena de buenos deseos a la pareja. La que está allí para ayudar a la mujer del gran vestido blanco. Así que sonríe. Bella sonríe y su mente se ahoga en divagaciones, en pensamientos homicidas que pronto se convierten en suicidas. ¿Por qué el amor tiene que doler tanto?
Y cuando la novia entra, ella no la ve. Ella dirige su mirada a Edward. Sus ojos clavados en las atractivas facciones de él. Y ve cuánto la ama, cuánto quiere desposarla, pasar el resto de su vida con ella. El sentimiento es tan palpable que Bella casi se ahoga con él, pero sigue sonriendo. Sigue sonriendo para la novia, para los presentes, para esa pantomima; sonríe esperando que nadie note su incomodidad. Lo ha ocultado muy bien los últimos meses, en las últimas semanas y en los últimos días, y hoy es el último de ellos. Después de esa gran boda ella tomará sus cosas y se marchará de allí. No tiene la necesidad de estar soportando tanto dolor, como si ella hubiera hecho algo mal y mereciera tal castigo.
Porque ella no ha cometido ningún pecado. No es inmoral amar a un hombre, solamente es mala suerte querer a uno que prefiere a otra y es peor suerte aún que esa otra sea su mejor amiga.
Bella observa a Edward toda la noche, manteniéndose alejada de él y del alcohol en todo momento. Esos dos son una mala combinación para ella justo en ese momento. Se pregunta por qué ellos no pueden estar juntos. Ella lo ama lo suficiente por los dos. Mastica un canapé fuertemente, queriendo distraerse de sus tortuosos pensamientos y luego piensa, cree fervientemente en ello como su último consuelo, que su camino y el de Edward están unidos, pero en un universo distinto.
Llevaba tiempo queriendo escribir algo relacionado con la última línea de la historia. No supe con qué personajes encajaría más, así que decidí hacer de esto un fanfiction de Twilight.
Supongo que ustedes saben cuál es aquel "universo distinto" al que Isabella apela en el final :).
¡Besos embarrados de Nutella para todos!