A raíz de las siguientes razones, he decidido regalarles un epilogo más extenso de cómo continua la relación de Hermione y Draco, parte de la entrevista que tanto las hizo reír y el porqué de "la boda Penalty":

Por los 53 Review en FanFiction.

Los 61 favoritos de FanFiction.

Las 40 suscripciones a la historia en FanFiction.

Los 18 comentarios de PotterFics.

Los 57 favoritos de PotterFics.

Sin más, les dedico este epilogo a todas esas personas que me han seguido desde el principio, tanto a la historia como a mí misma como escritora ha sido emocionante escribir cada palabra de esta loca historia porque ustedes estaban allí, pidiéndome un poco más, todas esas personitas me han animado a continuar, dándome aliento o cruciatus(sirven de igual manera xD), a Mot y Abytutis, mis hijos del alma y Dee, mi querida tejona que lee todas mis obras…


Seductor Seducido

Epilogo hiper-corto solo para ultimar dudas y detalles que me preguntaron, tiene menos de 1.200 palabras, así que no esperéis mucho xD


-¡Te matare, Malfoy hurón del demonio! ¡Resucitare a Ojoloco que te lance hasta el planeta más alejado de la Vía Láctea! –Los gritos provenientes de la sala de partos producían escalofríos en Draco Malfoy, parado cerca de allí con Harry Potter, Blaise Zabinni y Theodore Nott, sus mejores amigos. Estos lo miraban con temor y compasión en sus rostros porque, a pesar de que ellos también estaban casados, ninguna de sus mujeres tenía tan mal carácter o cumplía tanto sus promesas. Sin embargo, Pansy gastaba hasta que a su esposo le daba dolor de solo escucharla ir de compras, Ginny tenía un mocomurcielago mortal para el pobre Zabinni y, a pesar de todo, la peor de las tres era Luna, poseedora de uno de los peores males contra los maridos: el silencio.

-Hermano, ¿No deberías entrar? –Susurro Theo cuando vio a Draco tomar sus cabellos y tironearlos con fuerza, haciendo que su cuero cabelludo se estirara, generando dolor ajeno en sus amigos.

-¿Tú crees? ¿No me matara apenas tenga una varita en su poder? –Y como conjurado por el infierno, apenas Draco terminara esa oración, desde la sala de partos se escucho:

-¡Matare a todos tus putos ancestros! ¡Los hare revolcar en sus tumbas y se arrepentirán de tu nacimiento, mortifago maldito!

-Bueno, me arriesgare, quiero conocer a mis hijos –Y respirando profundamente se adentro en la sala donde se encontraba su mujer desde hacían siete meses, la misma a quien le había jurado amar y respetar, aguantar en las buenas o malas. Dos semanas después de la boda de Pansy y Harry, se entero que sería padre de gemelos por lo que se caso, haciendo lo que cualquier caballero haría.

-Sr. Malfoy, su primer hijo ya está bien, aunque tenemos problemas con el segundo, por alguna extraña razón su vínculo mágico es demasiado fuerte: se aferra al útero materno –Dijo la enfermera, pasándole un bultito envuelto en celeste. Era tan pequeño que se le escuchaban los latidos del corazón y un leve sollozo, el heredero que continuaría la dinastía Malfoy había nacido y era la luz de los ojos de su padre.

-Hola, pequeño Scorpius –Susurro Draco, tocando la pequeña nariz de su hijo, que estornudo levemente, sin que los demás adultos se percataran porque su hermanito los tenia entretenidos al no querer salir.

-¡PUJE, SEÑORA MALFOY! ¡PUJE! –Gritaba el doctor, aferrado a una cabeza que sobre salía de las piernas de Hermione, pero que no cedía ni un centímetro.

-¡VIUDA MALFOY! ¡NO DEJARE QUE ME TOQUE NI UN PELO MIENTRAS VIVA! ¡MALDITO MORTIFAGO, NO LE PONDRAS NOMBRE DE CONSTELACION A MI BEBE! ¡VETE AL INFIERNO CON TUS PADRES ANTES DE ESO, HIJO DE VOLDEMORT! –Los gritos de Hermione eran cada vez mas fuerte hasta que, de repente, el médico se cayó de culo en la sala, sosteniendo a un bulto sanguinolento que gritaba como si lo estuvieran matando, creando una extraña expresión en el rostro de su padre: una sonrisa.

-Uyyy, heredo el temperamento de su mama –Rio al pequeño primogénito de sus brazos, aunque una agitada medusa se volvió hacia él, olvidando por completo su "cansancio" de parturienta.

-¡A TI TE DARE EL TEMPERAMENTO DE MAMA, DRACO LUCIUS MALFOY BLACK Y LA ZORRA HERMANA DE BELLATRIX QUE TE PARIO! –Contesto Hermione, que convertida en una medusa vengadora se abalanzo hacia su esposo, aunque las enfermeras cercanas la sujetaron a la cama mientras la apaciguaban, dándole a sus hijos para que su instinto de madre tomara las riendas de la situación.

-Scorpius y Antares Malfoy, sois preciosos como su papa –La baba de Draco alcanzaba niveles exagerados bajo la mirada de Hermione, que los aparto de su vista. Los entrecejos no se hicieron esperar entre ambos, cada uno por causa diferente.

-No se llamaran así, mis hijos se llamaran Thomas y Giliberta, como mis padres.

-¿Olvidaste al último Thomas que conociste? ¿O el apellido Riddle no te lo recuerda? No permitiré que mi primogénito se llame como ese mestizo con aires de grandeza.

-No me importa, tú disfrutaste haciéndolos, pero yo elijo los nombres.

-Pues yo no escuche quejarte en el proceso, es más, los: "No pares, Draco", "Dame mas, hurón" sonaban muy placenteros –El rostro de Hermione se puso colorado frente a las agudas miradas de las enfermeras y doctores de San Mungo.

-Los tuve nueve meses dentro mío.

-Te alimente nueve meses, ingrata, además, como esposa prometiste obedecerme.

-Pues ahí tienes tu obediencia: no me volverás a tocar un pelo.

-¿De arriba o de abajo, querida?

-¡De cualquiera de los dos, infeliz!

-¡Mas infeliz debe estar la comadreja! Ahhh, hablando de esa, me debes el favor que te hice por invitar a Don cara dura a nuestra boda, todo después que te cago insultando en los diarios cuando anunciaron nuestro compromiso.

-¡Es mi amigo!

-¡Mira cuanto me importa! ¡Me saco en cara tu virginidad!

-Puaggg, ni siquiera fue tan lindo ese día –Le saco importancia, Hermione.

-Si lo tuviera o no, no me importa ya, eres mía ¡MIA! Y me debes ese favor, así que elegirás el nombre de la nena, y yo del varón, ¿Satisfecha? –Termino democráticamente Draco, seguido por los ojos como platos de los doctores del lugar.

-Eh… Bueno, ella será… Joanne Malfoy –Dijo Hermione mirando a la beba, quien se chupaba un dedo con los ojos abiertos, los cuales parecían ser igualitos a los de su padre, aunque con una beta de autoridad de su madre.

-Scorpius Thomas Malfoy y Joanne Lyra Malfoy –Saliéndose con la suya, Draco le puso un nombre de constelación a su bebita, a la que lloraba por comida desde la sala de neonatos pero que hacia descarga en los micrófonos y las cosas electrónicas de todo el hospital, demostrando una gran vena mágica para dos cortos tres días de vida. Mientras iba hacia la sala donde estaba Hermione, pensó en su nueva preocupación: su esposa juro que no lo dejaría tocarla de nuevo, solo que eso ya se vería.


Cuarenta y cinco días después:

-¡DAME MAS, HURON VALIENTE! ¡HAZME TUYA! –Los gritos se escuchaban por toda la habitación mientras Draco Malfoy, despeinado y lambiendo sus labios, sacaba la cabeza de debajo de las colchas, más exactamente de entre las piernas de su esposa.

-¿No era que no me dejarías tocarte más? –Susurro satisfecho, tratando de no hacer mucho ruido para no despertar a sus hijos en la habitación de al lado.

-¡Cállate y vuelve a lo tuyo! –Hermione, tomando los cabellos de su esposo, lo metió debajo de las colchas hacia su centro, suspirado cuando la mágica boca de la serpiente llego a donde ella lo requería.


FIN