El británico se sonroja un poco más con el corazón desbocado, abriendo el maletero y viendo dentro una manta... Algo en su cerebro le dice que esa manta debería darle alguna idea, pero está tan nervioso que la idea de ponerla en el asiento y sentarse encima no se le acaba por formar, mientras saca la bolsa.

Francia sonríe, mirándole fijamente mientras se baja los pantalones quedándose sólo con la camisa abierta encima. Se quita los calcetines y los zapatos. Tiembla un poquito de frío.

Al inglés se le va la vista a la tour Eiffel[1] y enseguida la aparta tendiéndole la bolsa.

Francia, evidentemente, está un poquito feliz, no todo lo posible. Sonríe al ver que le mira, acercándose a él y tomando la bolsa.

—¡Quítate el resto, cher!

El de ojos verdes traga saliva quitándose los zapatos y los pantalones (pero no los calcetines ni los calzoncillos) así como la camisa y la corbata, metiéndolo todo en la bolsa.

—Te falta algo.

—Ahora... Dentro me los quitaré —se dirige a la puerta corriendo, dejándole la gabardina.

El francés echa la gabardina al maletero, y toma la cobija bajo su brazo, entra al coche echándola en el asiento de atrás antes de que el inglés realmente pueda darse cuenta. Se sienta en el lugar del pasajero, friccionándose los brazos porque tiene frío. Mira al inglés de reojo quién está quitándose los calcetines y encendiendo el motor para poner la calefacción, de rodillas en el asiento para no mojarlo con los calzoncillos.

Francia le pasa una mano por la espalda y le sonríe al ver la posición, metiéndole un dedo al elástico de los calzoncillos y bajándoselos un poco a lo que Inglaterra se incorpora por el susto y se da en la cabeza con el techo.

Cheeer, venga... relájate por dios, que vas a desarmar el coche —le acaricia la cabeza con la mano y le sonríe.

—Estoy relajado —miente suspirando y sonrojándose más al notar que el momento ya es ineludible, pensando que como acaben manchando el coche de algo peor que el agua Francia va a ser quien va a pagar la limpieza. Y quien va a llevarlo al mecánico, añade para si apretando los ojos imaginando la escena en la que un hombre en un mono azul le explica pacientemente que tiene que saber exactamente de qué se manchó el coche para no usar productos demasiado abrasivos y él, con las orejas incandescentes, se inventa toda una historia sobre tener a su hija sentada sobre las piernas tomando leche de un cartón mientras le muestra fotos de Seychelles.

Francia sonríe atrayéndole un poco hacia él y acercándose buscándole de nuevo un beso e Inglaterra parpadea mirándole acercarse y se echa un poco más atrás, asustadillo.

—Sólo cálmate —pide con voz dulce tomándole de la nuca y besándole. El inglés le besa de vuelta calmándose más por que los besos pronostican que todo va bien.

Francia aprovecha para bajarle los calzoncillos todo lo que puede, que es hasta las rodillas por que sigue arrodillado en el asiento y cuando nota la caricia del francés en sus muslos mientras le besa empieza a reaccionar un poco, así que vuelve a separarse sonrojado, sentándose sin mirarle.

El francés se ríe un poquitín y le pone una mano en la cara.

—Cierra los ojos.

—No puedo conducir con los ojos cerrados —responde cerrándolos igual para acabar de quitarse los calzoncillos del todo.

Francia se extiende hacia atrás y toma la manta, echándola encima de los dos. Inglaterra abre los ojos al notar la manta seca y calentita encima.

El francés se le acerca un poco, abrazándole de los hombros y dándole un beso en la mejilla.

—¿Más tranquilo? —pregunta sonriendo.

—De... I mean, ¿de dónde...? esta es la manta del maletero —nota mirándole de reojo.

Oui —asiente acariciándole la pierna por debajo de la manta. Inglaterra se tensa mirando hacia donde esta la mano, apartando la pierna y empezando a desaparcar.

—¡Podría haberme sentado sobre ella con ropa! —protesta cayendo en ello por fin.

—Podrías, pero he tenido mucha suerte y no se te ha ocurrido eso antes —sonríe subiéndole más a la calefacción.

—¡Podrías habérmelo dicho!

—¿Y perderme la oportunidad de tenerte YA desnudo y sonrojado para mi en cuanto lleguemos a casa? Non, mon amour... merci.

—No estoy sonrojado —aprieta los ojos llevando la contraria a toda evidencia. Francia baja la mano a su estómago, arañándole suavemente con las uñas perfectamente manicuradas que siempre tiene, desde luego.

Stop! —protesta hundiendo el estomago—. ¡Las manos fuera de la manta, donde pueda verlas!

—Eres tremendamente aburrido —se ríe bajando un poco más la mano hundiéndola en... bueno, los pelillos que encuentre por ahí.

France! —protesta con un escalofrío, soltando una mano del volante y dándole un golpe sin pensar que eso hace bajar aún más la mano del francés hasta la absoluta zona de peligro que le hace paralizarse. Bien... pues si con esas vamos, Francia no tiene otra opción más que bajar bien la mano y capturar suavemente al Big Ben.

No! NO France! —suplica Inglaterra empezando a reaccionar mientras tiene que estar pendiente de conducir y echa de menos desesperadamente las pastillas de menta que se han quedado en los pantalones.

—Si estrellas el Rolls vas a matarme y no quiero que me mates, sinceramente —yo sólo digo que Francia sabe mover muy bien las manos.

No... ple... please... —intenta moverse reaccionando más con el corazón desbocado, mientras trata de no chocar con nada y vigilar el resto de conductores que gracias a dios a esta hora son pocos. Hace caras raras intentando respirar más deprisa.

—No deja de maravillarme —sentencia quitando un poco la mano de ahí y volviendo a acariciarle la pierna.

Al británico el corazón le va a mil por hora y sigue respirando como si acabara de correr diez kilómetros, calmándose un poco, súper acalorado baja la calefacción sin estar seguro de querer saber que es lo que le maravilla a Francia y se para en un semáforo. El de ojos azules se le acerca, desde luego, le gira la cabeza y le besa.

Inglaterra se deja llevándose las manos al asunto, ordenándoselo lo mejor que puede.

El francés se separa sonriendo y mirando al frente, pasándose una mano por el pelo y el inglés le da un puñetazo en el brazo (no muy fuerte).

You bloody bastard —le insulta arrancando de nuevo, no demasiado en serio

Francia se suelta a reír, "doliéndose" del brazo, que además le empieza a doler un poco por remar.

—Maltratooooo! —protesta mirándole de reojo.

—Lloriqueoooo! —se devuelve imitándole, mirándole de reojo y notando que se soba el brazo—. Te está bien empleado, por no hacer caso de lo que te dicen.

—Si hiciera lo que me dices, hace años estaría colgado de un poste o cualquier desgracia por el estilo.

—¡Eso no sería una desgracia en absoluto!

Ah, non? ¿No te parecería una desgracia quedarte viudo?

—¿Y tener costa en el Mediterráneo? ¡Tú deliras si crees que eso es una desgracia! ¿Por qué crees si no que me casé contigo?

Francia levanta las cejas y le mira ligeramente indignado, no muy en serio en realidad.

—No vas a quedarte con mis costas —protesta.

—Lo tuyo mío, tu lo firmaste y siendo que eres más viejo y con lo que fumas... Vas a morirte como para... ¿Navidad?

—Ya estoy fumando menos, lo sabes... —replica haciendo los ojos en blanco.

—Aun así —sonríe relajado entrando por Portobello ya.

—Pues no creas que voy a morirme, ya lo sabes... hierba mala nunca muere —le mira de reojo y sonríe —. Y no soy tan más viejo.

Of course eres mucho más viejo, eres viejo y decrépito y yo soy solo un jovencito a tu lado —le pica con eso por que sabe que le molesta.

—No soy decrépito... ¿de dónde sacas que soy decrépito? Sólo solo unos añitos más viejo que tú y aún así me sigo viendo mejor y más joven —protesta.

—¡Ja! ¡Eso querrías tú! Con esas bolsas bajo los ojos y esas arrugas —le mira de reojo sonriendo de lado, esperando que se abra la puerta del garaje.

Francia se pasa la mano por la cara y baja la víscera del coche donde sabe bien que hay un espejo. Inglaterra se ríe por lo bajini.

—No tengo bolsas bajo los ojos y las arrugas ya te he dicho que es porque tengo la piel un poco reseca —explica.

—Y ayer había pelos blancos en el cepillo —insiste.

—Todo es culpa de este clima de los demonios, en casa no tenía ninguno de estos problemas. Es tanta hum... —se detiene abriendo los ojos como platos y mirándole con horror.

El inglés mete el coche en el garaje sonriendo.

Le Royaume-Uni de Grande-Bretagne et d'Irlande du Nord, no digas mentiras! —protesta frunciendo el ceño, mirándose el pelo en el espejo y olvidándose de quitarle la cobija de encima antes de entrar al garaje como había planeado hacer.

—¿Es mentira? Yo no lo creo —sonríe de lado parando el motor y riéndose.

—Claro que lo es, si no note estarías riendo idiotamente —sigue mirándose un poco en el espejo, ligeramente agobiado.

—OK, lo que tu digas pero no me estoy riendo idiotamente —se baja del coche sin acordarse de su desnudez.

Francia cierra el espejo y se baja también y cuando le mira sonríe olvidándose un segundo de sus posibles canas, recordando el asunto de la desnudez.

—Oiii!

Inglaterra le mira sonriendo pensando que se ha encontrado una cana de verdad, mientras va al maletero a por la bolsa de la ropa. El francés se acerca a el dándole la vuelta al coche.

—¡Esto no es justo!

—Es la edad, Frog, no puedes hacer nada —le pica pensando que sigue con eso, cubriéndose con la bolsa. El francés le arranca la bolsa de las manos y le mira y de arriba a abajo.

—¡Yo te tenía sonrojado e incómodo en el coche! No es justo que... oh... —se ríe un poco maligno —, vas a pagar por esto.

What?! —chilla de golpe, sonrojándose de nuevo intentando quitarle la bolsa otra vez.

—¡Estás intentando distraerme! Y vaya que lo has logrado —pone la bolsa en el suelo y frunce el ceño, sonriendo malignamente. El británico se cubre con las manos dando un pasito atrás suficiente para llegar hasta la esquina del coche.

El francés se le acerca un paso y levanta una mano, pasándole un dedo por el esternón, a lo que Inglaterra tiembla sosteniendo el aire y se da la vuelta saliendo corriendo, dándole la vuelta al coche.

Angleterre... ven aquí en este instante.

El inglés se detiene en la puerta del garaje aun con las manos sobre las regiones vitales como si le acabaran de pillar huyendo.

—¿A dónde crees que vas?

—A-A dentro... ¡Aquí hace frío! —se excusa inventándose sobre la marcha. Francia se le acerca caminando con paso firme y sonrisa burlona

Inglaterra da unos pasitos atrás, nervioso sin dejar de cubrirse. Le mira a la cara y luego se le va la vista de forma evidente y acaba por apartarla. Francia le alcanza en la puerta y le sonríe, poniéndole una mano en la barbilla y la otra en los hombros.

—Si sigues tensándote así y poniéndote nervioso el que se va a morir mañana eres tú —explica sonriendo, buscándole la mirada. El de ojos verdes le mira nervioso, temblando un poco.

—No me voy a morir, llevo toda la vida aguantando esto —responde demasiado tenso para pensar en el transfondo de eso.

—Es muy bueno saber que llevo toda la vida ocasionándolo —se acerca más y le besa el cuello. Inglaterra aparta la cara un poco para que le bese mejor conteniendo el aliento aunque intenta no hacerlo y aguantarse.

—Y aún me maravillo —le pone ambas manos sobre sus brazos —, de que te guste verme desnudo y que te siga avergonzando —gira la cabeza y le mordisquea de nuevo la manzana de adán.

—N-No me... No... —traga saliva de forma obvia.

—Nunca... —le lame un poco el hueco de arriba del esternón, y le hace un rastro de saliva hasta la clavícula —, voy a hartarme de esto.

Inglaterra echa la cabeza hacia atrás con el corazón y la respiración completamente agitados mientras trata de decir algo entre jadeos que se parece sospechosamente a "I Love you" pero no es claro. Francia le pone las manos en la cintura y le mordisquea la clavícula.

—¿Qué tal que tu —baja un poco y captura entre sus labios lo que hay por ahí que es sexual y capturable con los labios... se entretiene un rato en esa sección antes de despegarse —, dejas de reaccionar un día?

¿Por qué alguien piensa que hay suficiente sangre de Inglaterra para irrigar su cerebro como para que hable de algo? Si le esta costando no babear.

Francia le mira... y sonríe. ¿Cómo alguna vez pudo pensar que no valía la pena casarse y dedicarse solamente a alguien? ¿Cómo es que pensaba que esto dejaría de ser divertido? Conocía cada uno de los centímetros del cuerpo de Inglaterra, y este CADA vez reaccionaba como quería que reaccionara. Sube hasta su cuello besándole la barbilla y poniéndole las manos en el culo.

La parte del cerebro de Inglaterra que le considera a si mismo un gentleman finolis y que hace que obligue a todo el mundo a llamarle Lord lucha para poner cara de desinterés, encontrar un monóculo y una buena taza de te mientras le miente a Francia comentando algo como "está bien, caballero, no ha estado mal, ya puede retirarse", Gracias a Dios, como hemos dicho, solo hay suficiente sangre en su cerebro para que diga "waaaah" en un susurro muy bajito.

Francia le mira a los ojos, y le besa los labios con mucha suavidad e Inglaterra SE LO COME para el deleite absoluto del francés, porque no hay nada como sentirse deseado, TAN deseado como le desea él.

El británico le abraza de los hombros y de la nuca y le hunde las manos en el pelo y puede que hasta levante los pies y le abrace con las piernas también y como no tenga cuidado lo va a tirar al suelo.

Francia le carga del culo, porque débil débil pero a la hora de este tipo de actividades, Francia saca fuerzas de no se donde, y lo lleva con algunas dificultades, y mucha ayuda de la adrenalina y las ganas que tiene desde hace rato, hasta el primer lugar que encuentra que sea mejor que la puerta del garaje. Para desgracia (o no) del inglés, es la mesa del comedor donde aun hay restos de las crepes y del brandy y de todo por que los dos guarros se han ido sin recoger la mesa y las malditas hadas al parecer, no cooperan. pero si acaso Inglaterra pudiera pensar o ver algo que no fuera Francia ahora mismo, seguramente se daría cuenta de que les están mirando y le están animando con pom-pones

Bastante a ciegas, sin dejar de besarle y con muchas ganas de tirar las cosas al suelo pero recordando que ha utilizado los platos de su vajilla favorita, Francia posiciona al inglés (quien no sabe ni donde está mientras sigue besándole con muchas ganas de estar con él) en el extremo de la mesa que únicamente tiene la botella de brandy, luego le mira a los ojos y sonríe respirando un poco entrecortadamente.

Los ojos verdes parpadean un poco descolocado sin dejar de abrazarle con piernas y brazos, al notar que han llegado al comedor. El francés levanta una mano un poco temblorosa y le acaricia la mejilla, sin dejar de mirarle a los ojos.

—¿Te parece que me veo viejo? —pregunta desviando un poquito la mirada.

—Eh? —vacila un poquito más (lo siento esto es difícil porque está muy metido.)

Francia suspira, besándole de nuevo un segundo y arrepintiéndose a la mitad y volviendo a separarse, frustradillo. Inglaterra le sigue de forma evidente, por supuesto y cuando nota que se separa demasiado vuelve un poco más en sí, relamiéndose discretamente.

—¿En serio me veo más viejo que tú? —insiste mirándole a los ojos.

—¿Pero qué estás... what? —le mira fijamente. El de ojos azules desvía un poquito la mirada sintiéndose ligeramente ridículo de estar preguntando esto.

Are you OK? —pregunta agobiándose al notarlo, dejando de abrazarle tanto. Francia sonríe un poco e inclina la cabeza.

Oui... sólo —traga saliva —. Bueno... eventualmente voy a... —suspira y niega con la cabeza acercándosele de nuevo—. Non, non... pardón, allez[2]...

Y ahora es, milagrosamente, Inglaterra el que se echa para atrás notando algo raro. El francés cierra los ojos, maldiciéndose un poco.

What's up? —pregunta de nuevo tomándole de las mejillas. Francia suspira.

—Sólo digo que eventualmente quizás termine por verme... viejo, o tener canas o algunas arrugas —murmura y se muerde un poquito el labio. Inglaterra sonríe un poquito, tiernamente—. Yo no me voy a gustar a mi mismo —susurra mirándole a los ojos un segundo y volviendo a desviar la mirada.

El británico suspira recordando algo y le acerca hacia sí, para hablarle al oído. Francia se acerca, cerrando los ojos, pensando en las posibles respuestas de "si me vas a gustar, siempre me vas a gustar", pensando que querrá creer lo que dice, pero que al final, el día que en verdad se vea mal... bueno, verse bien era una parte ridículamente importante en su vida, ¿qué quedaría de él si se viera mal?

When you grow old and lose your hair... [3]—empieza a cantarle una versión un poquito diferente de la que una vez viendo el atardecer desde el tejado de la casa, con una guitarra entre las manos le dijo que era su canción favorita de los Beatles—. Many years from now... I will keep sending you valentines, birthday greetings, bottles of wine. [4]

El francés sonríe un poquito porque sí que es su canción favorita de los Beatles, suspira otra vez y gira la cabeza mirándole a los ojos.

If you come up to a quarter to three, I'll wait for you[5] —sigue un poco más—. I will still need you, I will still feed you. When you're sixty-four. [6]

Traga saliva y sonríe un poco más, dándole un beso suave en los labios.

—¿Aunque engorde y me salgan pelos de la nariz y las orejas? —pregunta como niño pequeño.

—Tú nunca me has gustado, no sé por que iba a ser diferente entonces —responde apartando la vista un poco. Francia se ríe

—Esta, quizás, es la única vez que me ha consolado escuchar eso. Si no te gusto ahora, quizás te guste menos... y si interpreto eso como interpreto cada vez que me dices "te odio" Quizás quiera decir que te gustaré más, non?

—Además, de que te quejas, git, seguro tu te haces mayor y te vuelves uno de esos hombres que mejoran con el tiempo como Pierce Brosnan o George Clooney o algo de eso, siempre has tenido la flor en el culo con esas mierdas.

Francia sonríe más, genuinamente halagado ahora, mirándole a los ojos.

—¿Entonces tu vas a ser el gordito con pelos en las orejas?

Inglaterra frunce el ceño por que de hecho, ya tiene que cortarse pelo de las orejas y desde que viven juntos como que se ha notado engordar un poco misteriosamente. Nada que ver con la comida que ODIA.

—Y serás calvo quizás... —le besa la mejilla, notando que ha fruncido el ceño.

El inglés se incomoda un poco pensando que es verdad que para Francia ha sido siempre muy importante el aspecto y que ese es uno de los motivos de que nunca haya podido estar seguro del todo de que realmente le quiera a él más que a nadie.

El francés le mira a los ojos, notando la incomodidad y pasándole una mano por la mejilla e Inglaterra carraspea intentando que se separe un poco, pero no le deja, sosteniéndole la mirada sin dejar que le separe.

—¿Sabes que tu eres el único al que le creo si me dices que aun cuando fuera calvo y se me cayeran los dientes... seguirías queriéndome? —confiesa. El británico baja la vista e intenta hacerse un poco bolita.

—No te querría, no te quiero —responde en un susurro. Francia le levanta la cara obligándole a que le mire él lo hace un instante y vuelve a bajarla.

—Eres el único al que sé que le gusto, que realmente le gusto, no por como me veo —insiste —. ¿Sabes cuan importante eso para mí? Podrían cortarte el...—vacila — podrías estar desfigurado y yo... me seguiría riendo de tu chaleco de rombos.

El británico se sonroja, frunce el ceño (pero sonríe un poco) mirándole.

—Si me gustas con todo y esas cejas, vas a gustarme igual gordo, flaco, chimuelo, calvo... —bromea un poco, pero hablando sinceramente.

—Pues tú a mi no, shut up —protesta yendo a besarle otra vez. Francia se ríe un poco besándole suavemente, sintiéndose más tranquilo ahora y valorando fugazmente la idea de ir a la cama.

Inglaterra sigue besuqueándole con parsimonia porque lo que le ha dicho también le ha hecho sentir mejor y más seguro de si mismo, así que no es como que el mundo vaya a acabarse sino que tiene al hombre más guapo que ha visto nunca entre sus piernas y le está devolviendo los besos. Al final no es como que puede realmente sentirse desafortunado, aunque sea secretamente.

El francés se separa del beso después de un ratito, con los ojos aún cerrados.

—Mmmmmm.

El británico baja la cabeza apoyando la frente en la suya y empieza a estar un poco incómodo, sentado en la mesa.

Angleterre... Te... —vacila —molestaría seguir esto...

Abre los ojos verdes, mirándole.

—Es que vas a quedarte dormido en cuanto...

El inglés carraspea y se baja de la mesa apartando la cara nervioso por que no le gusta mucho que detenga las cosas estas en medio y ya van dos veces y además vuelve a sentirse desnudo. Francia le sonríe tomándole de la mano y tira de él hacía las escaleras apretándole la mano.

Inglaterra se cubre con la otra mano un poco, siguiéndole, pero el francés no le mira más, a sabiendas de que esta incómodo, hasta la puerta de su cuarto, donde se gira a el dándole un rápido beso en los labios.

—Pareces adolescente, impaciente —le molesta un poco cuando se separa.

—Como no voy a ser impaciente... —se ríe besuqueándole el cuello.

—Pues ahí está el cuarto no veo la premura —sigue y para estar quejándose mueve la cabeza muy adecuadamente para que le bese.

—Yo quería hacerlo en la lancha, mon amour

—Frente a todo London, you wanker! —le abraza.

—Claro... Yo quiero presumirles. ¡Miren! Me estoy tirando a Angleterre

Shut up —levanta una pierna acariciándole el culo con la pantorrilla y abre la puerta a su espalda casi cayéndose de culo hacia dentro. Francia se ríe un poco de él y le busca los labios.

Inglaterra le besa y mientras lo hace le obliga a dar la vuelta y le empuja hacia dentro hasta que le hace caerse de espaldas en la cama, con él encima suyo.

Francia le mira mordiéndose el labio y levantando los brazos. Inglaterra es quien empieza a besarle ahora en los hombros y el cuello y Francia se deja inclinando la cabeza y apretando los ojos.

Angleterreeee...

Yes? —pregunta sin dejar de besarle y mordisquearle un poco.

Je t'aime... —susurra sonriendo, abrazándole con fuerza.

El inglés se detiene de golpe con el abrazo y lo que ha dicho, solo cayéndosele encima un poco, sin moverse y sonríe con ternura. Francia le hunde una mano en el pelo y le besa en la cabeza.

—Esto me gusta... Todo esto me gusta mucho —murmura como cada noche, antes o durante o después. Inglaterra sonríe con ello.

—Entonces lo estoy haciendo mal —responde como siempre sin dejar de acariciarle y besarle. Francia suelta un gemido largo y levanta una mano hundiéndosela en el pelo.

—Hablo de esto... De ti... —Francia el meloso, le acaricia un poco la cabeza.

—Y yo —responde besándole en la boca. El francés sonríe, echando la cabeza hacia atrás y dejándole hacer todo lo que quiera, sin ninguna prisa... Al final, seguramente Inglaterra llegará tarde mañana a la oficina… Hasta puede que esté enfermo si Francia tiene suerte.


[1] La Torre Eiffel (Tour Eiffel, en francés), inicialmente nombrada torre de 330 metros (tour de 330 mètres), es una estructura de hierro pudelado diseñada por el ingeniero francés Gustave Eiffel y sus colaboradores para la Exposición universal de 1889 en París. En este caso, pero, Inglaterra se refiere a las regiones vitales del francés.

[2] Vamos.

[3] Cuando te hagas viejo y se te caiga el pelo

[4] Dentro de muchos años, seguiré mandándote postales de San Valentín, felicitaciones de cumpleaños y botellas de vino.

[5] Si llegas a las tres menos cuarto, esperaré por ti.

[6] Seguiré necesitándote y seguiré alimentándote cuando tengas sesenta y cuatro años.


Y ahí está por fin el final :) dulce dulce como la miel.

Por que no dedicar un Long trae mala suerte:

A Naho-chan y Xilema (estricto orden Alfabético) que leen en cualquier cosa que publicamos y además nos dejan reviews súper geniales aunque no les respondamos, nos hacen sonreir y nos ayudan a seguir publicando.

A Ererlbrile, ya que lo escribimos para ella, tal como ella lo pidió y esperando que le gustara mucho. Sin burla, en serio ;)

Y por supuesto, a ti, que lo has leído, muchas gracias.