Siento muchísimo no haber escrito, de verdad, pero… sinceramente no había ganas ni inspiración y lo que escribía no me gustaba…
De todas formas aún no estoy muy convencida con la primera parte de este cap. Espero que lo disfrutéis todo igualmente
Midnight
….. Takeshi´s Pov…
Entró una mano en mis pantalones, liberando finalmente mi miembro restringido.
Se movía sobre mí cual gato acechando una presa, y me encantaba. Más. Necesito más.
Nuestras lenguas luchaban, y tocaba todo a mi alcance, pero torpemente en comparación. Tan bueno… La piel quemaba allí por donde tocaba, volviéndome adicto, loco. Amasé entre mis manos su culo, descendiendo con los labios por ese elegante cuello, escuchando con deleite el jadeo entrecortado en sus finos labios.
-¡Oy, Take-!- Y en el instante en el que pops abrió la puerta, todo se detuvo.
Sonrojándome violentamente mirando a pops, apenas escuché el chasqueo que hizo Gokudera o vi cómo, con toda la tranquilidad del mundo, se vistió y se marchó.
Tras ver a Gokudera irse, pops me miró de nuevo, aún inmóvil, medio desnudo y duro. –Bueno…- carraspeó, incómodo.- No importa…- Y ya no sabía si estar avergonzado o molesto…
Cerró la puerta tras él, y sólo salió de mí una palabra, frustrado- ¡Mierda!
….. Xxx´s Pov…
… ¿Por qué me tengo que esforzar para que alguien me quiera?
Ojos cansados se entrecierran, mirando al suelo. A su alrededor sólo se escuchan gritos de una mujer, a los que pronto se les suman los de un hombre. Los finos labios se aprietan; hable o no hable las diatribas sólo empeorarán, pero no volverá a gastar saliva.
Parece que todo lo que hago está mal…
Otro día diferente, una vez más. En éste punto ya he notado que sólo soy una herramienta para sus disputas; para poder recriminarse qué defecto en mí es por culpa del otro. Eso, sin embargo, nunca lo hizo menos doloroso.
Pero todo el mundo tiene defectos, ¿no?
A mi alrededor, pequeños grupos se establecen: niñas ruidosas, engreídas, deportistas, estiradas, todas en uniforme, el mismo que llevo yo, y, sin embargo…
El espacio a mi alrededor está vacío…
Aunque yo intente corregirlos, es inevitable, y para otros, siendo yo, remarcable…
Tropiezo a mitad del paso, y, a duras penas, consigo agarrarme de la barandilla en la pared. Risitas suaves resuenan por la amplia habitación, infantiles burlas lanzadas como si yo ni siquiera estuviera allí.
Con las mejillas ruborizadas destacándose en la pálida, casi enfermiza, piel, me levanto de nuevo y me pongo en posición, con mirada baja e insegura, notando de soslayo la dura mirada de reprobación de la profesora.
"Tampoco yo quería estar aquí", quería decir.
… ¿Tan difícil es perdonar?...
Y, de nuevo, gritos. Ya era una sinfonía familiar, en todo sentido se la palabra.
No hace falta repetirlo: sé que soy torpe, sé que tampoco tengo un gran cerebro, también de mi inutilidad… ¿Hace falta seguirlo repitiendo? Prometo que si paráis no me voy a olvidar…
Pero, al parecer, nada que diga o haga importa.
Ya parece una rutina… Libros; necesito mis libros. Realmente será demasiado sin ellos… Sin el arte; sin sueños…
Pero al volver, nada está: libro, dibujos, escritos… todo ha desaparecido…
Mi respiración se engancha, casi puedo oír los acelerados latidos de mi corazón. Busco y vuelvo a buscar por cada rincón de la habitación, hasta que parece que un mini tornado ha pasado por ella, pero nada…
Con la respiración enganchada, continúo, sin darme por vencida. No podía darme por vencida.
Una criada, curiosa pero no interesada más allá del por qué tendría que limpiar el desastre me pregunta, y a su vez yo pregunté.
Deshecho. Se habían deshecho de todo.
Si hago bueno, o normal, si me esfuerzo, hablo o me callo, parece que da igual…
Lágrimas de un corazón sangrando se derraman. A veces es demasiado. Simplemente demasiado.
Tranquila, sin hacer ruido, escondida en un rincón de la cerrada habitación, de aquella casa que era más una cárcel llena de cadenas que me ahogaban, cada vez más…
¿Tan odioso es tratarme? ¿Verme? ¿Escucharme?
Un suspiro tembloroso, desesperanzado, es sonoro en el silencio. En la planta baja gritos resuenan una vez más.
Sé cuándo hago mal, y, de verdad, lo trato de arreglar…
"Al menos elegiré mi destino", me digo, mirando a la calle con decisión, andando hasta quedar justo frente a la acera.
Pero a veces parece que no importa, que el error fue mi propia existencia…
Miro al frente, contengo la respiración y, finalmente, salto.
Bueno, pues ahí está, jaja. Creo que ya sabéis quién era ese personaje, ¿no? Simplemente me vino la inspiración ahí jeje.
Tal vez retoque la primera parte cuando esté en un poco más de ánimo. De todas formas estaría bien saber vuestras opiniones nwn
Bye bee~!
