Disclaimer: Los personajes son propiedad de la escritora L.J Smith y CW.


N/T: La historia es de la autora KindOfAmy. Yo solo la traduzco y la publico únicamente en Fanfiction.


N/A: Hola chicos, esta es mi segunda historia de ''Klaroline''. Espero que les guste. ¡Por favor déjenme comentarios para saber lo que piensan de esto! Me gusta hacer los capítulos basados en las canciones que escucho mientras escribo la historia, así que les recomiendo que se animen a escuchar la canción para poder sentir igual a como me siento yo con cada capítulo.

*La canción de este capítulo es "Look After You" de The Fray.


Capítulo 1:

Look After You.

Klaus POV.

Me subo en mi coche hasta el hospital y aparco cerca de la parte delantera. Es mi primer día de trabajo.

Para cualquier enfermero/a promedio, el primer día significa que corres el riesgo de mearte en los pantalones.

Por suerte, no estoy nervioso. Supongo que podría tener que ver el hecho de que mi hermano Elijah es uno de los médicos del hospital y él me ayudó a conseguir el trabajo.

Una vez dentro del hospital, la recepcionista me regaña. Debo firmar un chequeo de seguridad. No estoy de humor para nada pero entiendo que está tratando de hacer su trabajo, así que hago lo que dice.

Al terminar, veo a Elijah doblar en una esquina del pasillo, caminando hacia mí.

—¡Klaus, llegaste! —nos damos un abrazo rápido—. ¿No tuviste problemas para encontrar el lugar?

—Mystic Falls es un pueblo pequeño. No creo que pudiera perderme incluso si lo hubiera intentado. —El sarcasmo detona en mi voz.

Agarro mis cosas del control de seguridad y lo veo sonreír suavemente.

—Bueno, eso es bueno. Te voy a enseñar el lugar.

Nos dirigimos a una habitación ubicada detrás del escritorio de la recepcionista que tiene un cartel de ''Solo Personal''. Elijah abre la puerta con su juego de llaves y entramos. En el interior hay oficinas independientes, sala de archivo, sala de descanso, una cocina, un baño y una pequeña pared con armarios.

Elijah me indica cual es la mía y me da un pequeño juego de llaves. Explica lo que cada uno es y luego me da un uniforme verde para que me cambie. Todas las enfermeras visten verde, los médicos usan azul (a veces con sus batas blancas por encima), y los pacientes se visten de blanco. Los ayudantes y voluntarios llevan sus propias batas con diversos diseños sin interferir en el color de los demás.

Mientras me da un recorrido por el edificio de tres pisos, hablamos de lo que hay de nuevo en nuestras vidas. Le cuento de que quiero volver a la escuela en el otoño para obtener mi doctorado y le doy las gracias por haberme ayudado a llegar al internado pagado de verano en el hospital. Hablamos de nuestro hermano Kol y cómo él ha estado de fiesta en fiesta su primer año de universidad. Creo que podría tener que ver con la influencia de su nuevo amigo Damon. Luego está nuestra hermana menor, Rebekah, cursando en su último año de la escuela secundaria y disfrutando de todas sus actividades extracurriculares.

—¿Has oído sobre mamá? —me pregunta.

—Sólo que ella nos echa de menos y se enorgullece de que estamos trabajando juntos —le digo.

—¿Y... papá? —pregunta con cuidado.

Le doy una mirada severa. Él sabe que no me llevo bien con papá. Técnicamente, ni siquiera es mi papá. Mi madre tuvo una aventura con un tipo al azar y nueve meses después llegué yo.

—Bueno, bueno. Valía la pena intentarlo —dice y cambia de tema—. ¿Quién es el paciente con suerte hoy?

Antes de venir, Elijah me había dado la oportunidad de escoger mi propio paciente con el cual iba a trabajar. Hablamos brevemente por teléfono acerca de unos pocos pacientes, pero había uno en particular que me había llamado la atención.

—Estaba pensando en esa chica que está aquí hace ya siete años —le digo mientras nos dirigimos de nuevo al área de ''Solo para personal''—. La que sufre de delirio.

—Así que… Caroline ¿eh?—dice y abre la puerta—. ¿En serio? ¿Y no te interesa la chica muda, Elena?

Niego con la cabeza.

—Tú me dijiste que ella no ha hablado desde que sus padres murieron y que no responde a los tratamientos. No puedo ayudar a alguien que no quiere ser ayudado.

—Me parece bien —Entra en la sala de archivos, en busca del paciente que le mencioné—. Déjame que voy a agarrar el archivo y luego vamos donde está ella.

Le toma un segundo buscar el archivo y luego me lo da a mí y se va. Me pongo cómodo en la sala de descanso y abro el archivo.

Nombre: Caroline B. Forbes

Fecha de Nacimiento: 28/08/1994

Fecha de Ingreso: 11/20/2004

Madre: Elizabeth Forbes

Padre: Desconocido

Dirección: Oso Avenida 20133. Mystic Falls, VA 22314

Teléfono: (703) 55-5555

Diagnóstico: Delirio grave

Síntomas:

-Cambio rápido entre estados mentales.

-Cambios en los niveles de conciencia o conocimiento.

-Patrones de sueño en constante alteración.

-Confusión (desorientación) sobre el tiempo o lugar.

-Alucinaciones.

-Disminución de la memoria y el recuerdo.

-Atención vaga o interrumpida.

-Pensamiento desorganizado (habla incoherente).

- Cambios de personalidad

Medicamento recetado:

-Salud mental: Thorazine.

-Estrés: Zoloft.

-Insomnio: Restoril.

Notas Personales: Toma medicamentos a diario, aunque no siempre es eficaz. Cooperativa, un placer ayudarla.

Eso es lo más lejos que puedo llegar a leer cuando Elijah regresa a la habitación.

—Ella está esperando en la sala de conferencias en las afueras, a la derecha —me dice—. Buena suerte.

—Nos vemos en unos minutos —dije con una sonrisa, mientras agarro la carpeta.

Al caminar por el pasillo, me doy cuenta de que hay pequeñas cámaras circulares en el techo. EN TODAS PARTES.

Encuentro la sala de conferencias a la derecha y alcanzo a ver en el interior a través de la ventana de la puerta. Ahí está, de espaldas a la puerta. Rubia, delgada y pálida. Todos están vestidos con batas blancas. Ella está sola, sentada en una de las sillas en la mesa gigante. Puedo ver un aura esperanzadora alrededor de ella, mientras juega guerra de pulgares con ella misma.

Elegí el paciente correcto.

Pongo mis dedos en el pomo de la puerta y presiono hacia abajo.


Caroline POV.

Yyyy… ahí está.

Está bien, no arruines esto Caroline. Enfócate.

—Hola, señorita Forbes. ¿Puedo llamarte Caroline? —me pregunta, poniendo mi archivo sobre la mesa y sentándose frente a mí.

—Mmm —trato de sonar afirmativamente.

Tengo que tener cuidado en lo que digo.

Elijah dijo que este tipo va a estar estudiándome. Quiero asegurarme de que puedo demostrarle lo mucho que estoy tratando de vencer a mi enfermedad. Si lo hago, tal vez pueda ayudarme.

Lo veo abrir mi archivo y me sonríe.

—Muy bien Caroline, voy a pedir que respondas sólo algunas preguntas básicas para que podamos empezar. ¿Te parece bien?

—Mmm —vuelvo a balbucear y trato de erguir lo máximo mi espalda.

—¿Cuál es tu nombre completo?

—Caroline Beula Forbes.

—¿Cuándo naciste?

—Veintiocho de Agosto de mil novecientos noventa y cuatro.

—Tu cumpleaños ya se acerca. ¿Tienes grandes planes para ese día?

—¿Aquí? —resoplo—. Sí, seguro.

Él se ríe. Eso es una buena señal.

Tal vez pueda realmente ser yo misma con él.

—¿Dónde vives?

—Bloque número dieciséis —le digo—. Tiene trece por tres metros, sin incluir el baño.

Él está sonriendo.

—Quise decir... ¿Qué ciudad? ¿Estado? —ahora yo sonrío.

—Mystic Falls, Virginia.

—¿Cuál es el nombre de tu madre?

—Liz.

—¿Y tu padre?

Abro la boca para responder, pero nada sale.

—Yo... no recuerdo —trato de recordar, pero esa parte simplemente aparece en blanco en mi mente.

—Está bien —dice con calma—. Cada cosa a su tiempo. ¿Cuándo fue admitida en el área de delirio?

—A los diez años.

—¿Y has estado internada aquí desde entonces?

—Sí. Ya hace siete años —suspiro y miro hacia abajo, jugando con mis dedos otra vez—. Se siente como setenta.

—¿Te acuerdas qué fue lo que te hizo entrar aquí?

—No. Recuerdo haber tenido una fiebre muy fuerte —Me encojo de hombros—. Pero todo el mundo tiene fiebres.

—Correcto. —Él marca algo en uno de los papeles—. Entonces, ¿Qué recuerdas?

Respiro hondo y suelto el aire.

—Mi mamá me llevó al hospital y la enfermera me dijo que me ponga mi ropa nueva. También dijo que iba a darme un globo después, pero eso nunca sucedió.

—Eso es interesante —dice, mirándome.

—¿Qué?

—Que te acuerdes ese pequeño detalle con la enfermera, pero no recuerdes lo que le hizo terminar aquí.

—Bueno, realmente quería ese globo.

Él se ríe otra vez. Me gusta verlo sonreír.

—¿Cuánto tiempo ha pasado sin que experimentes...?

—Dos meses —le respondo de inmediato, sintiéndome orgullosa. Sé que se refiere a mis alucinaciones.

—Oh bueno, felicitaciones.

—Gracias —le sonrío—. Dicen que, si sigo así, en seis meses me van a dejar salir de aquí, pero voy a seguir siendo observada por los médicos. Enviaran a una enfermera a mi casa cada semana, o algo así. Mi fecha esperada para salir de aquí es el veintiocho de octubre.

—Bueno, Caroline… —él escribe algo de nuevo—. Voy a asegurarme de que puedas mejorar y hacer todo lo posible para que puedas salir.

Me mira y sonríe. No puedo evitar sonreír de nuevo.

—Dr. Mikaelson, ¿Puedo hacerle una pregunta?

—Por supuesto.

Espero sinceramente que no arruinar las cosas con esto.

—¿Por qué me eligió?

Él no responde. Su boca cuelga abierta ligeramente mientras me mira fijamente. Trato de reformular la pregunta.

—Quiero decir, hay un montón de pacientes necesitados aquí. ¿Por qué yo?

—¿Y por qué no tú? —se cruza de manos sobre la mesa.

Nos miramos el uno al otro.

—Yo tenía un puñado de personas para elegir. Cuando me encontré con tu carpeta y la leí, vi una luchadora —me mira fijamente—. Caroline, eres hermosa, fuerte y llena de luz. Yo sé que puedes mejorar para salir de este infierno oscuro y lo harás. Ya sea con mi ayuda o no.

Ahora mi boca está ligeramente entreabierta.

—¿Cree que soy hermosa...?

Él sonríe.

—Y descarada —cierra la carpeta y se levanta de su asiento—. Te veré mañana Caroline.

Está a punto de salir por la puerta cuando se detiene, girándose para mirarme.

—Y no soy un médico, soy un enfermero. Pero puedes llamarme Klaus, es mi nombre.

—Está bien, Klaus... Gracias. —le digo educadamente.

Él sonríe y sale de la sala.