Canción: Animal Arithmetic (Jónsi)
Hola a todos, estoy aquí, solo para agradecerle a todos los que siguieron la historia, los que la leyeron, los que la hicieron realidad.
Sin ustedes nunca la hubiera terminado, hablo en serio.
Para aquellos que dejaron comentarios halagándola, muchísimas gracias, también a los que la leyeron, a los que la pusieron en su lista de favoritos, en fin, GRACIAS A TODOS.
¿Qué si habrá secuelas? Solo si ustedes quieren. Les juro que será algo inolvidable.
-CREDITOS-
Todos los personajes le pertenecen a DreamWorks. (Excepto mis OC)
Historia creada por mi, y por la inspiración que ustedes me dieron al leer esta historia.
Musica: Creada por genios musicales que, en mi opinión, merecen un premio Oscar cada uno. John Powell, Hans Zimmer, Michael Nyman y Alexandre Desplat.
Creo que con esto me despido, realmente no soy muy buena para este tipo de cosas, pero podemos expresar lo que sentimos con una sola palabra ¿No?
Capitulo: La carta.
Canción: Con toda Libertad (Into the open air) (Brave)
Su padre se había marchado hace unas horas después de recibir una carta. Audrey abrió los ojos, sorprendida, al leer aquel pedazo de papel. Dejo el trozo amarillento de papel arrugado en el escritorio, se dirigió a uno de los gabinetes del fondo, los abrió y saco unas cartas de navegación.
Se dirigió a su habitación, despertó a Dientuda, un Furia Nocturna hembra, puso los mapas en una de las bolsas de cuero de la montura. Estaba lista para despegar. Entonces se acordó de algo.
Harry.
El viejo amigo de su padre, herrero, guerrero, bromista y su niñero.
-Espera aquí.-Le dijo a su dragón.
De un pequeño gabinete saco un frasco. Tomo una taza de café caliente de una de las mesitas y vertió el contenido del frasco.
Bajo las escaleras a toda velocidad, y con cara inocente, le dio el café a Harry, quien cayó dormido al instante.
Audrey regreso a su habitación, subió a su dragón, y ambas salieron volando a todo viento.
Era de noche, pasarían totalmente desapercibidas, pero por si las moscas, Audrey saco un antifaz de una de las bolsas de cuero que estaban en su cinturón, y se lo puso, ajustándolo para que no volara.
En cuestión de minutos habían dejado atrás los imponentes muros de Isla del Naufragio, iban volando hacia otro lugar. Hacia Berk.
(Estas Perdida)
(Claro que no, ahora calla)
Audrey saco una de las cartas de navegación, busco coordenadas, puntos de referencia, pero nada.
(Te lo dije)
(Cállate)
La pelirroja y su dragón se detuvieron en unas rocas que sobresalían del mar.
"Esto es estúpido"-Pensó.
Saco una brújula de su bolso y la abrió. Sus ojos verdes se iluminaron.
-¡Vamos!-Grito con jovialidad.
Subió a Dientuda, ambas reanudaron el viaje. Su cabello rojo se deslizaba entre el aire frio como seda roja. No había pasado ni un mes desde que había huido de casa, otra vez. Pero la adrenalina de romper las reglas la hacía sentir tan bien. La hacia sentir viva.
De vez en cuando, se detenían solo a cazar un par de pescados para comer. Pero las flechas se terminaban. Para su suerte, la isla de forma extraña a la que se dirigían estaba cerca, demasiado cerca.
Guiándose por su brújula, llegaron a Berk una mañana, antes de salir el sol.
-Te lo dije.-le dijo a su dragón.
Dientuda solo rodo los ojos. Al final su cerebro inferior de humano le gano a su cerebro superior de dragón.
Aquella brújula que había comprado en Isla del Misterio, la única brújula que había en existencia. La compro solo porque no encontraba que otra cosa comprar; los troles no le llamaban la atención, aquellas botellas con líquidos de dudosa procedencia tampoco.
Para su sorpresa, Berk estaba siendo atacada por Alvin y los Marginados.
Frunciendo el ceño, acomodo su antifaz de cuero negro otra vez. Reviso sus armas; Espada, báculo, chaleco con artefactos punzocortantes. Listo.
-Marginados, ¿Qué te parecen? Nada mal para esta hora ¿Cierto, amiga?-le dijo.
Dientuda ronroneo, lista para la lucha. Y asi, ambas se sumergieron en la oscuridad, preparadas para defender Berk. Que en pocas palabras, era como el segundo hogar para la princesa pirata Audrey.