Hola a todos! No sé si ya me conocen, pero aquí vengo con otro Klaine. Esta vez es una traducción autorizada, llamada Chasing your love, de framby. Es mi primera traducción, después de leer mucho en inglés. Espero hayan más, con el paso del tiempo. Es algo difícil para mí ponerme a escribir algo propio actualmente, por lo que he decidido a introducirme con algo que no me pertenece al completo.
Este fic me ha gustado bastante, la trama es muy buena y es uno de mis favoritos, necesitaba compartirlo con ustedes. La autora ya va en el capítulo 12 y sigue subiendo, por lo que trataré de ponerme al día pronto.
Este es el link a la historia original, para quien desee leerlo (quitar paréntesis): http(:)(/)(/) (/)(viewstory).(php)?(sid=78)(86&wa)(rning=20)
Resúmen: En un mundo en donde el nombre de tu alma gemela aparece en tu cuerpo, la marca de Kurt ha sido tachada luego de la muerte de la suya. Años después, ¿qué pasará cuando se encuentre con alguien que posee exactamente el mismo nombre de su fallecido destino?
Disclaimer: Glee y sus personajes son propiedad de RIB y FOX y esta historia, con su respectiva trama, de framby. A mí sólo me pertenece su traducción.
Sin decir más, aquí les dejo el prólogo.
Chasing your love
Prólogo
Blaine Anderson.
Nada era más dulce para los oídos de Kurt. Él podía repetirlo una y otra vez, dejando que cada letra escurriera por su lengua. Saboreaba cada sílaba de aquel nombre, junto con todas las promesas que contenía. Porque este nombre no le pertenecía a alguna persona al azar, no le pertenecía a algún enamoramiento no correspondido o algún compañero de laboratorio. No, este nombre le pertenecía chico que era la combinación perfecta para Kurt.
Era el nombre de su alma gemela.
No importaba lo que la vida pudiera escupirle a Kurt; la muerte, la enfermedad, la soledad y elbullying, todo daba igual cuando el día llegaba a su fin. Porque en la seguridad de su cuarto, Kurt miraría el nombre escrito en su pecho, justo sobre su corazón, le hablaría y lo rozaría suavemente con su pulgar, sabiendo que en el otro extremo del enlace estaba un chico que se preocupaba por él, que lo amaría por quien era, alguien que lo sostendría a él y a todos su defectos y caprichos.
Era su madre quien solía contarle historias sobre las almas gemelas. Ella fue quien le había explicado todo, que cuando las personas alcanzaban los tres años de edad, un nombre aparecería en sus cuerpos. El nombre que tuvieras escrito era el nombre de tu alma gemela, el nombre de la única persona que podría complementarte, que era tu pareja perfecta. El vínculo que tú tenías con tu alma gemela era algo misterioso y había muchos estudios científicos sobre el tema. Este vínculo era algo único entre dos personas y cada uno de ellos era diferente entre sí, pero era de común entendimiento que tu alma gemela entraba en tu vida cuando llegaba el momento correcto, y que cuando tu alma gemela moría, una línea tacharía su nombre en tu cuerpo y otro nombre aparecería.
Elizabeth también le dijo a Kurt que el enlace que él compartía con su alma gemela debía ser adorado y protegido. Tal como el amor puede darte alegría y dicha, un vínculo maltratado podría traer tristeza y desesperación. Kurt tuvo miedo de no estar tratando su enlace apropiadamente, trayéndole así dolor a su alma gemela, pero su madre le indicó que todo lo que necesitaba era ser paciente con ésta y esperarle, sólo debía ser él mismo y que eso debía ser suficiente.
Kurt amaba hablar sobre almas gemelas con su mamá. Era mágico y tan romántico.
Kurt pasaba horas mirando el nombre. Él lo adoraba, la conexión que significaba y las promesas que sostenía. Sabía que no se encontraba solo en el mundo, no importaba qué tan duras y complejas se pusieran las cosas. Él sabía que cuando más lo necesitara, Blaine entraría en su vida. Hasta entonces, aquel nombre era suficiente para que Kurt avanzara y pudiera encontrar la fuerza para ser él mismo.
Kurt Hummel
Blaine podía pasar horas imaginando al chico en cuestión, imaginando su rostro, el color de sus ojos, la forma de sus labios, la suavidad de su pecho y la fuerza de sus brazos. Blaine también trataba de imaginar la voz de Kurt. Baja y sensual o fuerte y misteriosa. Él sabía que su alma gemela debía amar la música, por lo que el joven había comprado una caja que tenía escondida en sucloset. Contenía todos los duetos que quería cantar con Kurt. Compró las partituras o simplemente las imprimió, las archivó en diferentes carpetas y los ubicó en la caja. No podía esperar por conocer al muchacho, no podía aguantar el poder mirarlo a los ojos y cantar con él, tocar su mano y abrir el vínculo.
Blaine amaba todos los significados detrás de tener el nombre de su alma gemela escrita en su cuerpo. La esperanza y los sueños que venían con ello. Pero lo que más amaba era el lugar en donde se encontraba: en su mano izquierda, en el interior de su dedo anular. El dedo que se conectaba directamente con su corazón.
Algunas veces, la marca se volvía caliente y Blaine estaba seguro de que eso significaba que su alma gemela estaba poniendo atención a su propia marca. Otras veces, la suya se ponía fría, incluso se congelaba, como esa vez cuando tenía siete. En esos momentos Blaine sabía que su alma gemela estaba pasando por tiempos difíciles. El chico sólo la besaba o acariciaba, esperando que Kurt pudiera sentir aquella unión que les pertenecía y pudiera saber que alguien, en algún lugar, estaba allí para él.
Cada vínculo era diferente y nadie podía saber realmente qué tipo de poderes tenían aquellos nombres o los lazos que contenía. Pero algo era lo suficiente fuerte para atraer a las almas gemelas cuando ellos más lo necesitaban, influyendo en su humor y salud.
Blaine resolvió que debía ser fuerte y que debía parar de estar avergonzado de ser quien era. Esa fue la razón por la que decidió pedirle al otro chico abiertamente gay de su escuela, que fuera al baile con él. Ambos estaban nerviosos, sabían que eso no era una cita, ya que habían acordado que sólo deseaban ir como amigos, aún así no querían ocultar quienes eran yendo con una chica. Así que ahí estaban, en el baile de Sadie Hawkins.
Nadie les prestó atención al principio. Los dos amigos podían ver a la gente susurrando cosas a su paso, aunque era algo normal para ellos. Todos hablaban a sus espaldas en la escuela. No era correcto, pero ya estaban acostumbrados.
Bailaron y se divirtieron toda la noche, bebiendo del ponche que había sido modificado y sólo disfrutando como dos adolescentes debían hacerlo en un baile escolar.
Cuando los jóvenes salieron para dirigirse a sus casas, no notaron a los dos deportistas que venían por ellos. No anticiparon el primer golpe o los que le siguieron y fueron llevados a diferentes esquinas, así no podían ver qué era lo que le estaban haciendo al otro. Los dos futbolistas que tomaron a Blaine empezaron a escupirle encima, para luego patear con fuerza su estómago. Blaine estaba tendido en el suelo, tratando de relajarse para que el dolor no fuera tan espantoso, pero cada golpe lo hacía más difícil. Podía sentir sus costillas rompiéndose debajo de su pecho y sabía que sangre escurría desde su cabeza. Se quedó allí, recibiéndolo todo y esperando que alguien, quien sea, pudiera ver lo que estaba ocurriendo y detenerlo. El dolor era abrumador y las lesiones le estaban haciendo sufrir más que la golpiza misma. No se podía mover y cada vez era más complejo mantenerse consciente; cada segundo era una lucha contra el sufrimiento y el dolor. Sentía como su cuerpo temblaba cada vez que intentaba respirar, el dolor gobernando todo con lentitud y la blanca y fría inconsciencia llenándolo. Pudieron ser minutos u horas más tarde cuando la anterior dolencia atravesó su cuerpo, haciéndole recuperar el sentido y notó como era manipulado para que pudiera ponerse de pie. Al segundo sintió un puñetazo siendo estampado en su mandíbula, la dura e implacable inconsciencia sumergiéndolo de nuevo.
El cuerpo de Blaine fue encontrado una hora más tarde en la esquina de uno de los edificios de la escuela e inmediatamente lo llevaron al hospital. Su corazón latía muy despacio para ser considerado normal, y había perdido demasiada sangre, por lo que necesitaba una transfusión lo más rápido posible. Su cuerpo con suerte llegó hasta el hospital. Al instante fue llevado hasta la sala de emergencias y los doctores y enfermeras se movieron alrededor de él para coserlo y vendarlo, cuando su pulso se detuvo. Nadie cayó en pánico y rápidamente el doctor comenzó con la reanimación cardiopulmonar.
El Dr. Patterson ya había perdido a un paciente esa noche; no iba a perder a otro, no siendo éste tan joven, no teniendo toda una vida por delante. Él iba a hacer lo que sea para poder salvarlo. Escuchó a las enfermeras diciéndole que el chico estaba sufriendo por hemorragias internas y externas por pulmones perforados, que tenía muchas costillas rotas y severas contusiones.
El doctor pidió el desfibrilador y trató por primera vez. Nada pasó, el pulso del chico seguía intacto y ni el más mínimo latido hizo acto de presencia luego del primer intento. El hombre continuó de nuevo y luego otra vez por varios minutos, sin ver resultados. Las enfermeras trataron de decirle al doctor que el muchacho no podía ser salvado y que debía anunciar el deceso. Pero el doctor no podía hacerlo, no esa noche.
Kurt se encontraba recostado en la cama; había sido un día terrible. Karofsky lo había empujado tan fuerte contra sulockerque la piel de Kurt se había roto y sus ropas se tiñeron de sangre. Kurt se culpó a sí mismo por ser tan abiertamente gay que la gente se sentía insultada, y porque esta situación había causado una vez más que su padre llegara a rescatarlo cuando Finn usó la palabra con "M". Kurt actuó como si no le importara, como si su cuerpo repeliera al mundo y no le afectara. Sin embargo la verdad era que cada palabra lo destruía profundamente y le hería tanto que lloraba hasta quedarse dormido cada noche. Durante esas noches, estaba casi completamente seguro de que su marca quemaba. Ese sentimiento lo hacía sentir confortado y como si importara. No tenía idea si era posible, pero amaba la idea de que su alma gemela supiera que lo necesitaba sólo a través de su marca.
Esa noche Kurt estaba recostado en su cama, esperando por las lágrimas o por el sueño – cualquiera de los dos, de verdad -, pero en su lugar un dolor sordo se instaló en su pecho y siguió golpeándolo con fuerza. Era como si se estuviera partiendo en dos, y continuó por varios minutos, percibiendo en su cuerpo algo parecido a una fuerte golpiza, hasta que el dolor se detuvo y un helado sentimiento lo rodeó. Su pecho comenzó a quemar nuevamente y con rapidez se levantó y corrió hasta su espejo. Kurt abrió la parte superior de su pijama y observó lo que le estaba ocurriendo.
Blaine murió esa noche.
Como consecuencia a su muerte, Kurt vio la oscura, gruesa línea que cruzaba el nombre de su alma gemela, para esconderla del mundo.
Ningún otro nombre apareció en el cuerpo de Kurt en el transcurso de la noche, o en los meses que le siguieron, dejando al joven completamente solo.
Y ese fue el prólogo, espero les haya gustado!
Creo que me ordenaré como una escritora/traductora seria y estableceré los viernes y los martes para las actualizaciones, hasta que me ponga al día con la autora y me abstenga a hacerlo junto a sus propias actualizaciones.
Comenten qué les pareció, si lo desean. Tanto los comentarios positivos, como las críticas constructivas sirven, en especial porque no acostumbro trabajar con beta y, a pesar de que reviso muchísimas veces antes de subir el archivo, los errores pueden escaparse de mi vista. Si han encontrado alguno, mi más sinceras disculpas.
Besos, abrazos y nos leemos pronto!
Nera.
