porfin!:)


Miro por la ventana y vio varias camionetas colocándose enfrente de cada casa de los vencedores. "Clove, ve arriba." Cato le dijo pero por supuesto que la chica no obedeció, ella n era de las típicas que corría. "¡Clove!" Cato le levanto la voz y frunció el ceño. "Ahora." Cerró la puerta con llave para impedir que los agentes de la paz entraran en su casa. Tomo el brazo de Clove y subió las escaleras. Abrió uno de los closets que tenían y ahí la vio, su espada… hace demasiado tiempo que no la sostenía pues pensó que todo esto ya había acabado… pero estaba equivocado.

"Yo también se defenderme." Dijo Clove y lo miro fijamente. "Sé que sí, pero no me arriesgare. Quédate ahí." Clove trato de decir algo más pero Cato la interrumpió. "Piensa en Alex. Preferiría que te quedaras aquí con él y lo cuidaras. Ahora, silencio Clove." Cato le dijo casi dándole una orden y la chica simplemente se quedó callada. Era verdad, tenía que pensar en él bebe y en su futuro… Poner a su hijo antes que a su corazón.

Cato tomo su espada y la sostuvo entre sus manos. Tantos recuerdos volvieron a él con tan solo tocarla, ahora se hacían más fuertes ya que se sentían reales. Trato de no pensar en eso… nunca había ido a los juegos, pero si había pensado en como matar gente con esa misma espada y ahora era alguien diferente. No alguien más tierno, no compasivo, pero ahora si se podía llamar a sí mismo, una persona.

Clove observaba a Cato con la espada entre sus manos y puso su mano en su hombro. "Concéntrate en lo que está pasando en este momento y no en lo que paso. Pon atención a todo Cato y puede que nunca hayamos puesto en práctica lo que aprendimos en el centro de entrenamientos pero ahora es el momento de hacerlo. Toma aire… tranquilízate… concéntrate." Clove le dijo con palabras calmas para que el chico prestara atención a cada una de ellas. Le respondió con asentir levemente.

Sin importar lo que Cato dijera, Clove tomo uno de sus cuchillos que se encontraban al lado de la espada de Cato y lo guardo en su bolsillo. Así repitió con os demás, guardándolos en diferentes lugares estratégicos que para ella serian fácil de tomar y arrojar, salvándole la vida.

Un ruido hizo que los dos salieran de sus pensamientos y miraran hacia la puerta. Se acercaban. Pensaron los dos. Clove corrió a su cuarto como Cato hubiera querido y se escondió atrás de la puerta, si alguno intentaba entrar y si ella tenía suerte, lo mataría.

Cato tomo el mango de la espada y empezó a sentir ese poder que antes sentía al sostenerla. Soltó un poco de aire y se preparó para lo que viniera.

La puerta se abrió gracias a una patada cortesía de uno de los agentes de la paz. Este, entro sigilosamente en la casa, como si el ruido que había hecho con la puerta no fuera suficiente como para alertar a medio vecindario.

Cato ya se encontraba en posición, listo para atacar cuando fuera necesario. El agente de la paz subió las escaleras, sosteniendo la pistola en la mano… cato nunca se había encontrado en una situación en la que no solamente su vida dependiera de él. Y esta no era cualquier vida, si no... La de la mujer que amaba, madre de su hijo.

No. No iba a permitir que nada le pasara a Alex o a Clove, si a alguien ataparían de ese lugar, seria a él. El simplemente pedía que Clove no saliera del cuarto para hacerse la heroína.

El agente de la paz cambio su dirección, ahora se dirigía para el cuarto que era de Daniel, Cato lo seguía por detrás, lo más callado que podía. Cuando el agente abrió la puerta del cuarto del niño, Cato actuó de manera rápida y lo atravesó con su espada, tapándole la boca para que los demás no escucharan ningún tipo de ruido. Se quedó callado y en la misma posición por un rato, esperando a que el muriera y después retiro la espada de su cuerpo. Tomo el cuerpo del agente de la paz y lo coloco suavemente en el piso, para evitar sonidos.

Por otra parte, Clove se había dado cuenta de lo que había pasado y ya estaba preparada para lo que pudiera pasar, estaba pendiente de lo tuviera que ver con el pasillo y la puerta. Lo que no sabía era que alguno de los agentes de la paz estaba trepando para entrar por las ventanas.

Uno, ya estaba en posición, listo para atacar a la chica pero cometió un grave error. Un pequeño sonido hizo que Clove se diera cuenta de que él estaba ahí. Se volteo lo más rápido que pudo y vio al hombre apuntándole con un arma color blanco. Rápidamente se dirigió hacia la ventana y se colocó debajo de ella para que el hombre no tuviera como apuntarle. Tomo aire y el vidrio se rompió, cerró los ojos para que no entraran partículas y lo primero que vio fue el arma entrando al cuarto. Tomo valor y dio un jalón en el arma para arrebatársela y hacerle perder un poco el equilibrio. En este momento el do estaban en desventaja. El por lo tener apoyo, y ella por todo lo que estaba pasando, sabia perfectamente que eta no era la mejor posición para atacar y que ella debía de atacar a distancia, nunca cuerpo a cuerpo.

El agente de la paz se apoyó en el marco de la ventana y Clove tomo uno de los cuchillos, encajándoselo en la mano. El soltó un grito de dolor lo cual alerto a Cato, sabiendo que algo mal estaba pasando y tenía que ver con Clove... ya que nadie más estaba en la casa.

Salió corriendo del cuarto, sin importarle que alguien más pudiera verlo y entro en el que se encontraban Clove y el agente de la paz. Sabía que la chica no debía de atacar… tenía que pegar en puntos estratégicos para evitar cualquier tipo de sonido... Cabeza, corazón... Pero en vez, había dado a la mano para distraerlo el suponía, y había alertado a los demás agentes de que en esa casa se encontraba alguien y ese alguien podía ser una amenaza.

Cato con rapidez se acercó a los dos y con su espada corto en el pecho del agente, quitándole la vida. "Te dije que no atacaras." Le dijo a la chica con algo de furia. "Era eso o que nunca más me volvieras a ver Cato, escoge." Le contesto de la misma manera. "No necesito que tú me cuides cuando yo tengo las cosas bajo control." Empezó a discutir pero Cato sabía que este no era el momento para eso. "Clove, no es momento. Tranquilízate." La chica planeaba en contestar algo más pero en vez solamente se quedó callada. Era cierto, no era momento para discutir.

La tomo de la mano y aclaro su garganta. "Pase lo que pase Clove, si necesitas soltarme… hazlo. Siempre piensa antes en él bebe. Te prometo que yo haré lo mismo. No podeos dejarlo solo." Clove escucho las palabras del chico y se limitó a asentir. "Tenemos que bajar, si nos quedamos aquí no llegaremos a nada. Protege la espalda del otro y si es que vemos a algún otro vencedor, rodeado de pocos agentes, tenemos que ayudarlo... no porque lo queramos vivo, sino porque podría ser nuestro boleto de salida." Clove continúo después de varios segundos. "Está bien." Contesto, Cato.

Los dos tomaron valor y bajaron las escaleras sin importarles el ruido que se pudiera escuchar, Cato decidió que sería mejor idea salir por la puerta de atrás para que no hubiera tanto peligro, saltar a alguno de los patios y salir en la casa que hubiera menos agentes.

Cuando salieron de la casa vieron que el área, por la parte de enfrente, estaba rodeada y se podía escuchar un aerodeslizador a la distancia. 'que ha pasado' Cato se preguntaba mientras brincaban la reja para ir hacia la otra casa.

Estaba sola.

Ya habían atacado esa casa. Las puertas abiertas, igual las ventanas, vidrios rotos y muestras de que alguien ya se había defendido en ese lugar.

Todo iba de mal en peor y Cato y Clove necesitaban de algo que los pudiera salvar de ahí.

Por suerte, ni los padres de Cato ni los de Clove estaban cerca ya que habían decido caminar por el Distrito Dos, que estaba un poco lejos de la aldea de los vencedores. Al parecer querían llevar a Alex a conocer. Al principio a Cato y Clove les parecía una idea estúpida pero ahora agradecen por ello.

Después de varias casas porfin encontraron una en la que no se veian muestras de combate. Pedían por que no fuera una trampa de alguno de los agentes. Cato fue el primero en entrar, Clove cuidaba de su espalda. Ya no tenían nada que perder asi que alzo la voz. "Mi nombre es Cato Hadley… Hijo de ganadores de los Juegos. Necesitamos ayuda y estoy seguro de que tu también. No se quien seas pero si estas aquí, baja… podemos ayudarnos." Dijo Cato. Repitió esto en ada rincón de la casa. Dando su nombre para tratar de brindar cierto tipo de confianza. Después… era turno de Clove. "Mi nombre es Clove Greenleaf, tengo 17 años… fui entrenada para ser tributo. Vengo con Cato, puedo ayudarte." Clove repitió y por fin escuchar un ruido proveniente de las escaleras.

Si se trataba de algún agente de la paz, los dos estaban muertos… ya no podrían hacer nada. Por fortuna no era asi. Se trataba de uno de los ganadores del distrito dos en lo 66° Juegos del Hambre. Su nombre era Charles Anders, era un hombre alto y fuerte, definitivamente uno de los mejores tributos del distrito dos, habia ganado los juegos con estrategias, formando una trampa para que el tributo que quedara muriera. El Capitolio lo ama. Nunca le dio problemas. Siempre fue bien controlado por ellos.

"Yo no necesito de su ayuda, pero veo que ustedes si. Vengan conmigo y asi posiblemente se salven." Dijo Charles. Tenia una voz gruesa que al mismo Cato podria atemorizar. Cato camino antes de Clove, no quería exponerla a absolutamente nada.

"Asi que Cato es tu nombre… Y tu eres Clove. "Dijo él. "A ti Cato te reconozco por apellido, pero de ti no tengo ningun dato. Que haces aquí." Continuo y Clove meneo con la cabeza. "Digamos que Cato me ayudo a sobrevivir. Yo no tenia nada y estaba demasiado necesitada. El me ayudo. No quiero que pienses que somos débiles por eso por que no lo somos, simplemente somos personas." Cove dijo. Charles hizo una pequeña mueca. "Hermosa, cualquier "persona" entrenada para matar gente no es persona. No te llames asi por que no lo eres y nunca lo serás. No importa cuanto intentes ayudando gente… en algún momento tu pensaste en ayudarte a ti misma por medio de muertes. Acostúmbrate." Le dijo Charles y Cato iba a contestar en vez de Clove pero esta lo miro y meneo la cabeza. Charles podía ser ese boleto de salida que tenían. El era demasiado inteligente y aunque Clove y Cato lo fueran también. Ni los cerebros de los dos jntos podían formar la mitad del de Charles. "Entiendo…" Fue todo lo que Clvoe dijo.

"Perfecto, ahora que los dos estan conmigo déjenme decirles que aquí se hace lo que yo diga. A mi no me van a mandar dos jóvenes probablemente menores a 20 años. Puede que yo no sea mayor a 30 pero si soy mas inteligente que ustedes. Aquí se hace lo que diga." Repitió. Clove asintió ante sus palabras pero Cato no dijo nada. Charles miro al chico fijamente esperando una respuesta de el y después de unos segundos de peleas internas Cato decidio aceptar la propuesta de Charles.

"Esta bien. Por lo que se eres muy fuerte, Cato. Y Clove, tu eres pequeña, por lo que debes de ser agil. Yo soy el cerebro aquí. Juntos podemos salir de esta fácilmente. Los agentes de la paz no son inteligentes, ni estratégicos. No les enseñan nada de eso en los entrenamientos. Solamente sben como manipular armas. Los he estado observando ya desde años por que sabia que algo asi podía pasar y como siempre, estaba en lo correcto, paso." Hizo un pequeño ademan con los hombros. "Ahora escuchen, este es el plan."


porfin actualice! 333

foreveryoung13: jajaja ya dare un capitulo explicito cuando se de el momento! me da gusto que te haya gustado

Alexbelle 321 : siii! ya me hacian falta sus comentarios! muchas gracias por seguir leyendo xxxx