A causa de mi gran fanatismo por esta serie que me enamore, decidí publicar esta historia de mi pareja favorita, Rita y Dragon. Es algo corto pero bueno.

Disclaimer: Ya saben, Sakurasou no Pet na Kanojo no me pertenece.


Ryuunosuke dio un suspiro pesadamente.

Se movió un poco incómodo en su asiento del parque, en el cual se encontraba, y observó a las personas a su alrededor. No era la primera vez que había visitado Inglaterra, su trabajo de vez en cuando le permitía oportunidades como está, además de sus ingresos, aun así, el viaje de esa ocasión no era algo agradable para él.

Muchas de las personas lo voltearon a ver curiosamente, y él lo entendía perfectamente: un hombre con el cabello muy largo y apariencia andrógina no era algo típico de ver, al menos por esos lados, eso sólo lo hacía sentir más fastidiado. Volvió a ver su reloj de nuevo: una de la tarde, su vuelo de regreso salía las cinco y se le estaba acabando el tiempo.

Nuevamente suspiro, se paro y empezó a caminar con dirección a un hotel cercano de allí.

"¡Akasaka, feliz cumpleaños! – Dijo Kanda muy animado.

-Rita envió esto para ti – Mencionó Mashiro con su típico tono de voz, estirándole un paquete exageradamente grande a Ryuunosuke, que lo hizo tragar saliva nervioso."

Ryuunosuke sacudió la cabeza y se abrazo así mismo, le dio un escalofrió por todo el cuerpo.

Si Ryuunosuke tuviera que describir a Rita en una palabra sería: extraña. En su opinión, Rita era un espécimen raro de humano que difícilmente se volvería a ver. Para los de Sakurasou no era sorpresa que Rita estuviera locamente enamorada del chico informático, pero seguía siendo curioso. Rita era talentosa, tenía un cuerpo perfecto, era hermosa y adinerada, ¿Y Ryuunosuke?, una persona exageradamente fría, calculadora, con un tono despectivo de hablar, y con ginofobia, era algo difícil entender porque lo acosaba tanto.

En su cumpleaños, Rita le regaló un nuevo equipo de programación que no había salido a la venta, algo bastante curioso, y ya que una cita de trabajo de Ryuunosuke había caído en Inglaterra el día del cumpleaños de Rita, pensó que había sido tiempo de devolverle el favor…tal vez.

El viento sopló fuertemente dejando caer alguna hojas de los árboles, sin embargo, él chico agradeció que no fueran de cerezo, ya que habrían brotado sensaciones extrañas a su alrededor. Notó que no habían muchas personas en esa exposición de arte en el hotel. Sostuvo más fuerte el regalo en sus manos y se adentro con toda la confianza que había reunido al lugar.

Habían muchas mujeres especialmente, le dieron náuseas, pero ya no podía echarse para atrás.

Todo ese viaje lo había hecho por Rita, aunque detestara admitirlo. Podría sólo dejarle el regalo a alguien e irse, de todas formas, no es como si él quisiera verla, después de todo siempre que Rita venía a Japón se escondía en el baño, pero, hace mucho tiempo que ella no había venido a Sakurasou…¿curiosidad tal vez?, ¿de ver cómo había estado?, esa sensación sólo lo molestaba más.

Es como si volviera a confiar en una mujer otra vez.

Algo demasiado triste, que quería evitar con todo su corazón.

Se detuvo a ver una pintura de Rita, tenía que admitir que ella era una excelente artista, sus obras eran comparables a las de Mashiro.

-¡Oh, vamos!, ¡No soy tan hermosa!, estás exagerando, pero agradezco el halago.

Ryuunosuke dio un pequeño salto en su lugar y volteó discretamente hacia atrás, esa voz era de Rita sin duda. Cuando decidió a mirar confirmo sus sospechas, estaba igual que la última vez que la vio, con un vestido asquerosamente provocativo pero con algo de decencia de color rosa. Se veía hermosa, aunque para Ryuunosuke, sólo le dio las escalofríos. Estaba hablando con un hombre joven y de buena apariencia.

-No diga eso Rita, usted es una señorita muy hermosa, ¿qué le parecería ir a tomar un té conmigo?, yo invito por su cumpleaños.

-¡Vaya!, es grato ver a un joven muy educado por aquí.

Ryuunosuke se quedó viéndolos sin nada de discreción. El chico tenía un traje, era caballeroso, educado, de una apariencia decente, algo muy distinto a lo que era él. Se notaba que el hombre estaba interesado en Rita, ya que intentaba insistentemente tomarla del brazo, y ella no hacia nada para impedirlo. Una sensación de malestar volvió a invadirlo.

Que estupidez, pensó.

Ryuunosuke pensaba que sería mas feliz si Rita se decidiera a dejarlo en paz, esa escena sólo lo estaba lastimando, era como si todas sus palabras fueran una mentira, podría estar exagerando, pero, quería pensar que la mujer que lo ayudó era…diferente.

-¡Ryuunosuke-sama, tiene una llamada de Kanda! – Ryuunosuke se sobresaltó por la voz de Maid en su bolsillo, volvió a verlos nervioso, por suerte, no habían notado su presencia, nervioso tomó su celular y contestó.

-Alasaka, ¿ya estás en Inglaterra?, ¿ya le diste el regalo a Rita?

-No me molestes, Kanda – Dijo con tono nervioso y despectivo.

-Quería asegurarme de que fueras, eres del tipo de persona que podría abandonar todo a la mitad – Ryuunosuke arqueó una ceja ante sus palabras – Estoy seguro que Rita se pondría feliz si fueras a verla.

-Eres molesto, ¿sabes?

-Gracias a Rita pudiste confiar en nosotros, así que sólo quería hacerla feliz y devolverle al favor.

-¿…Cómo estás tan seguro de sus sentimientos?

-Bueno, Rita no es del tipo de personas que mienten…supongo, de todas maneras ve, Akasaka, te estamos esperando en Sakurasou, ¡Adiós!

Suspiro pesadamente y guardo su celular.

Tomó algo de aire y se dirigió hacia donde estaban esos dos, cuando Rita notó su presencia hizo un gesto de sorpresa y susurro su nombre, por otra parte, el hombre le dio una mirada de asco, ¿era su aspecto?, podría ser. Miro que el chico estaba intentando tomarla de la mano, tal vez no era tan educado como aparentaba…

-¿Y tú quien eres?, estamos discutiendo de un asunto importante – Dijo el hombre.

-Me estás estorbando, me harías un enorme favor si te quitarás de en medio.

-¡Ryuunosuke! – Exclamó Rita.

-Oh, feliz cumpleaños, ex-aprovechadora, la razón de mi presencia pue-

Hubiera terminado la oración si la chica no se le hubiera aventado encima, olvidando el lugar donde estaban, y que ella era una persona con decencia que participaba en la exposición de arte. Rita le dio un beso en la mejilla y se aferro a su brazo con insistencia. Ryuunosuke tenía ganas de vomitar, o al menos, los ojos le daban vueltas y vueltas, sólo porque ya había pasado por esa situación fue que no se desmayo.

-¿¡Rita, lo conoces!?

-¡Así es, él es mi futuro esposo!

-¿¡Eh!? – Gritaron Ryuunosuke y el hombre a la vez.

Después de unos minutos de charla, el hombre se fue dejando a Rita y Ryuunosuke solos.

-¡Que clase de indecencias estás diciendo en público, ex-aprovechadora! – Gritó Ryuunosuke sonrojado.

-Es la verdad, mi plan a largo plazo – Mencionó Rita animada – No puedo creer que viniste a hablarme, después de todo, estabas demasiado entretenido viéndonos por allá.

-¿M-Me es-estuviste viendo todo el tiempo? – Preguntó Ryuunosuke con un escalofrió.

-Así es, me estaba preocupando que no vinieras, ese chico era tan detestable y aburrido – Ryuunosuke hizo una mirada extraña, y se alejó un poco de ella aún nervioso, ¿así que no estaban saliendo?, pensó, un momento, ¡Era como si lo estuviera usando y provocando!

-Vine a traerte esto – Mencionó Ryuunosuke cuando se calmo, le dio el regalo de cumpleaños y sus manos se rozaron por un segundo, ambos sintieron una sensación electrizante – Feliz cumpleaños, ex-aprovechadora, tómalo como un agradecimiento por el que me diste, deberías pasarte por Sakurasou, Mashiro y todos los demás te han extrañado y…

Rita le dio un abrazo y Ryuunosuke saltó en su lugar otra vez, pero no hizo nada.

-Ya no te desmayas cuando te toco.

-Creo que ya me acostumbre, supongo.

-Te extrañe mucho.

Ryuunosuke no dijo nada, esto tenía que ser algo exageradamente incómodo para él, pero no se sentía mal. No le respondió, pero le tocó ligeramente la cabeza, aunque se arrepintió pues alejo su mano rápidamente. Su ginofobia aun no estaba curada.

-Vuelve pronto a Sakurasou, ex-aprovechadora, si dejas de enviarme tantos mensajes todos los días, considerare recibirte personalmente cuando vengas de visita.

-¡Es una promesa! – Gritó Rita, y Ryuunosuke se sintió pequeño, era como si todos los estuvieran viendo. Ella no tenía ni una pizca de decencia en público cuando estaba con él.

Rita sonrió y le dio un beso en la comisura de los labios. Ryuunosuke cayó al suelo debilitado, era demasiado para soportarlo, todo su valor ya se había acabado, ¡Esa mujer le daba miedo!

-¡Te llevaré al aeropuerto!, estás demasiado débil para ir por tu cuenta.

-¡Planeaste todo, ex-aprovechadora!

-Yo no hice nada.

-¡Pero es una exposición de arte tuya, no te puedes ir!

-Entonces pediré que hagan algo, ahora que viniste no te dejaré ir hasta que sea la hora – Ryuunosuke suspiro de nuevo, ella no iba a cambiar de opinión – Gracias por el regalo, haberte visto hoy fue el mejor que me pudiste dar.

Sorata tenía razón, Rita nunca mentía, ese era uno de los pocos puntos positivos que tenía ahora, según Ryuunosuke.

Por alguna razón su corazón se encogió, esa sensación que estaba sintiendo, sentirte querido…lo había olvidado hasta ahora. Él creyó que había perdido eso cuando su compañera de su anterior escuela lo dejo.

-De nada.

-¡Te amo!

Pero él estaba seguro que nunca se acostumbraría a sus muestras de afecto, seguramente.

Sin embargo, eso la hacia ella, la mujer que lo había ayudado, y para Ryuunosuke eso era suficiente. De alguna forma, aunque odiará a las mujeres, ella era diferente y especial. Sabía que esos sentimientos le dolerían a largo plazo, enfrentarse a las nuevas emociones, pero por el momento, las cosas estaban bien así.

-Como digas, ex-aprovechadora.

Ir por ese compromiso de trabajo era una mentira, Ryuunosuke sólo quería ir y agradecerle por todo lo que había hecho por él, aunque nunca se lo diría en público.

Disfrutaría de sus días de tranquilidad, sin flores de cerezo a su alrededor, cuando es que su corazón se agita más en la presencia de Rita.


Gracias por leer :)