P.V.O. Hermione

El ruido de la estación se filtraba a través de las ventanas. Era un día gris y lluvioso. No podía para de preguntarme qué fue lo que me llevó a aquella situación. Estar en un compartimento sola y sin nadie a mi alrededor, sola porque mis amigos habían decidido que era una pérdida de tiempo volver a Hogwarts cuando podían empezar directamente una carrera. A mí eso me parecía de lo más absurdo, ¿no se daban cuenta que estarían más preparados repitiendo el curso? Bueno, técnicamente no lo estábamos repitiendo, nos pasamos más de la mitad del curso buscando Horrocuxes, intentando escondernos de los mortífagos e ideando un plan contra Voldemort. Puede que eso fuera suficiente como para decir que no hacía falta volver otro año al colegio, sin embargo yo quería perfeccionarme para desempeñar más adelante mi empleo con mayor precisión y más facilidad ya que al hacer este curso esperaba que mis conocimientos se ampliaran todavía más. Lo que me sorprendía es que hubiera tan poca gente que había decidido hacer el curso, sabía de buena mano que no serían muchos, pero nunca me imaginé que hubiera tan pocos, hasta ahora solo había visto cinco alumnos (incluyéndome a mí) que harían el curso: Neville, Luna, Lavender, Hannah y yo misma. No me había ido con ninguno de ellos ya que los compartimentos no eran demasiado grandes y estar cinco en un vagón sería de lo más incómodo, así pues me fui con la escusa de buscar a Ginny pero como no la encontré en ninguna parte me senté sola en un vagón y para matar el tiempo me puse a leer un libro sobre hechizos.

P.V.O. Draco

El volver a Hogwarts no me emocionaba en demasía pero era mucho mejor que permanecer en casa con los aurores pululando por todos los lados. Quizás no entraban a la casa, pero verles pasear por los jardines y observarnos en cada momento era desesperante, habíamos perdido toda nuestra privacidad. En el colegio al menos no habría aurores vigilando cada paso que daba, seguramente los profesores controlarían lo que hacía pero no estarían detrás de mí todo el tiempo, o al menos eso esperaba...

Había recorrido el tren tres veces en busca de un compartimento vacío pero parecía que no había ninguno libre. Estaba harto de que cada vez que pasara delante de un compartimento alguien me gritara insultos pero siempre cuando me daba la vuelta para ver quién era el gilipollas que no paraba de insultarme, todos los grupitos guardaban silencio y simplemente me miraban con odio, ¿cómo se podía ser tan cobarde? Primero te insultan hasta más no poder y luego se callan y hacen como si nadie hubiera dicho nada, podrían mostrar la cara para variar. Yo no tenía fama de valiente pero si insultaba a alguien y ese alguien me miraba, no me callaba sino que seguía insultándole. Decidí ignorar todo tipo de comentario y cuando ya me estaba mentalizando que tendría que pasar el viaje en el baño, vi mi salvación. Creía haber visto al fondo del pasillo un compartimento vacío pero al abrir la puerta me di cuenta que ya había una persona ocupándolo, Granger. Cuando entré al compartimento, ni siquiera se dio cuenta de mi presencia, tuve que carraspear para que supiera que estaba ahí. Lo más lógico hubiera sido irme e intentar encontrar otro compartimento (algo imposible) pero por alguna razón (probablemente por la idea de tener que quedarme en el baño) no lo hice.

¿Malfoy? –preguntó obviamente sorprendida de verme en el compartimento-

Pensé seriamente en darme la vuelta e irme al baño pero elegir entre Granger y el baño era prácticamente igual de tortuoso, así que si tenía que sufrir, lo haría en un compartimento. No me gustaba Granger por tres motivos: el primero, era amiga de Potter y salvadora junto a él del mundo mágico; el segundo, era una sabelotodo insoportable, ¡incluso sus amigos se quejaban de eso!; y el tercero, era una sangre sucia, aunque ese motivo ya lo podía borrar de la lista, me había dado cuenta de lo idiota que había sido al creer en lo de "los sangre pura son los únicos que pueden ser magos", hay que ser gilipollas para creer en eso porque si fuera así, ¿por qué coño los hijos de muggle poseían poderes mágicos? Y lo más estúpido de todo eso era que el provocador de la guerra era un mestizo, ¡hay que joderse! Si que había estúpidos en el mundo y lo triste es que yo formé parte de ellos. Bueno, ahora tengo que centrarme en que le voy a decir a Granger… ¿¡Qué habré hecho yo para encontrarme en esta situación!? Las respuestas venían inmediatamente y sin haber sido invitadas: haber sido mortífago, no tener demasiados amigos, ningún compartimento vacío, haber sido mortífago de nuevo…

Malfoy, ¿se puede saber que haces en mi compartimento? –preguntó molesta-

Y ahora que le contesto…

No me digas que te ha comido la lengua el gato. Malfoy o me dices que haces aquí o te echo a patadas, -amenazó- no tengo ganas de perder mi tiempo.

Sí, bueno, es que, verás… -dije sin mucha convicción-

¿Si? –sin duda Granger empezaba a impacientarse-

¿Te importaría que me quedara aquí? –pregunté-

Su reacción fue tal y como había previsto. Abrió los ojos a más no poder y se me quedó mirando sin saber muy bien que decir.

Sí, claro… ¿Pero acaso el aire a sangre sucia no te va a poner enfermo? –preguntó claramente intentando echarme-

Tranquila, sobreviviré. –y dicho esto me senté enfrente suya-

¿No había más compartimentos vacíos? –preguntó ingenuamente-

¿Crees que si hubiera alguno vacío te hubiera preguntado si podía quedarme aquí? Creía que eras más lista.

Desde luego sigues siendo el mismo arrogante de siempre.

Mira, no tengo ganas de discutir así que si no te importa dejaremos la conversación para otro día, ¿vale?

P.V.O. Hermione

Malfoy se había quedado dormido con la cabeza apoyada en el cristal, cuando se levantase iba a tener una buena tortícolis. La verdad es que verlo así dormido era mucho más placentero que verlo despierto. Dormido parecía un ángel caído con su cabello rubio platino cayéndole por la frente, sus facciones que eran prácticamente perfectas (aunque nunca lo admitiría en voz alta), el cuerpo que se escondía debajo de ese uniforme sería probablemente igual de perfecto que sus rasgos y lo mejor de todo, no hablaba. Me quedé mirándole un buen rato, si que estaba bueno el tío, lástima que fuera un capullo. Tras deleitarme un rato con la vista, continué leyendo el libro. No podía concentrarme y el tener a Malfoy dormido en el compartimento no ayudaba mucho. Decidí dejar el libro y ponerme a observar el paisaje a través de la ventana. ¿Dónde se había metido Ginny? No la había visto en la estación, ni en ningún otro compartimento… Mis pensamientos rápidamente tomaron otra dirección, intenté pensar en otra cosa pero lo único que se me venía a la cabeza era la imagen de Ron besándose con una prima de Fleur. Si creía que con el beso que nos dimos en la batalla nos haríamos novios, la llevaba clara. Por segunda y última vez (me lo había jurado a mi misma), me dejaba dañar por Ronald Weasly. Primero con Lavender y ahora con esa, esa… ¡Lo que sea! Yo no estaba para dejarme maltratar de ese modo, si no quería nada conmigo, yo menos. Ronald Weasly no formaría parte de mi vida, al menos no hasta que consiguiera olvidarle y encontrar una pareja estable para no caer en el mismo error por tercera vez.

Oí como la puerta del compartimento se abría y antes de que pudiera hacer nada para evitarlo, Ginny había entrado.

¿Qué hace Malfoy aquí? –preguntó sorprendida-

Pues como no quedaban compartimentos vacíos, me preguntó si se podía quedar aquí. –susurré ya que no quería despertarle-

¿Y tú le dijiste que si? –preguntó extrañada-

¿Tú qué crees? –dije molesta y expliqué- Me lo pidió tan amablemente que no me pude negarme. Por cierto, ¿dónde estabas? –pregunté cambiando de tema- Te busqué por todos lados y no conseguí encontrarte, incluso les pregunté a Neville y Luna si te habían visto.

¿Cuándo exactamente?

Cuando el tren arrancó. –respondí-

Estaba en el baño… Joder, Malfoy duerme como un tronco…

Bueno, por lo menos no ronca. –bromeé-

Lo cierto es que cuando no habla está para comérselo… ¡A ese le daba yo hasta que le sobrara!

¡Ginny! –grité escandalizada- Podría oírte.

Si, pelirroja, podría oírte. –dijo Malfoy y Ginny casi sufre un ataque-

P.V.O. Draco

Hay que ver la Weasly, que calentorra que es. Y Granger estaba más avergonzada que la propia bocazas, hay que ver… Weasly casi se cae del asiento al oírme y Granger se puso roja como un tomate.

¿Cuánto… cuanto tiempo llevas despierto? –preguntó Granger nerviosa-

Desde lo de "Joder, Malfoy duerme como un tronco…". Te digo yo que tu amiga debería mejorar su vocabulario y cuidar cuando lo dice… -dije dirigiéndome a Granger- Por suerte no me siento ofendido y si algún día te cansas de Potter, -dije esta vez hablando con Weasly- estaría encantado de ver si de lo que me das me sobra algo o no.

Merlín me ayude, como no dejen de decir guarradas me da algo… -susurró Granger-

¿Decías? –pregunté haciendo que se volviese a sonrojar, hay que ver lo fácil que le sube el color a las mejillas-

Nada, nada… -dijo rápidamente-

El resto del viaje transcurrió con pequeñas conversaciones sin importancia y aunque jamás lo admitiría el viaje había sido muy entretenido, sobre todo la parte de sacarle los colores a Granger, si hubiera sabido hace años que se sonrojaba tan rápidamente, hubiera empezado a hacerlo mucho antes.

P.V.O. Hermione

Salimos prácticamente los últimos del tren. Malfoy no quiso salir antes y Ginny propuso que esperáramos con él, ni a Malfoy ni a mí nos hizo mucha gracia, pero parecía que a Ginny le gustaba hablar con Malfoy y yo no podía irme y dejarla sola. Así pues nos quedamos hasta que la mayoría de los alumnos salieron del tren y al salir entendí el porqué Malfoy quería salir el último. No pisamos el suelo de la estación y ya cayeron insultos sobre Malfoy y nosotras dos por ir cerca de él, está bien que a mí no me gusta Malfoy, pero no me pongo a insultarle si él no lo hace primero…

¡Eres un mortífago de mierda, no deberían dejarte venir a este colegio, por tu culpa mataron a mis padres! –gritó un chico que sería de quinto- ¿¡Y vosotras dos estáis hechizadas o que!? ¡No os dais cuenta que estáis hablando con un asesino! ¡Se supone que vosotras luchasteis para que venciéramos a Voldemort no que os ibais a aliar con el enemigo! –eso fue para mí el colmo-

¡Cállate niñato porque te juro que como salga una sola palabra más de tu boca, te voy a enseñar lo que es el sufrimiento -amenacé- ¡Una palabra más en contra de nosotras o de Malfoy y me encargo de que te echen del colegio! ¿¡Entendido!?

El chico se fue con su grupito de amigos y por fin tuvimos un poco de tranquilidad, hay que ver lo idiotas que se habían vuelto los alumnos de este colegio. Si declararon inocente a Malfoy en el juicio sería por algo, digo yo.

Hay que ver, si estuviera aquí Rita Skeeter tendría ya un artículo para su revista: "La heroína del mundo mágico, Hermione Granger y su amiga y novia del Niño que vivió, defienden al ex-mortífago Draco Malfoy de un ataque de niños encolerizados…" –dijo Malfoy teatralmente- Sin duda sería un gran artículo, ¿no creéis?