BIFURCACIÓN
EPILOGO
Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia…
Robert Frost
LA INDECISA…
Edificio 2879, Tyron Street. Departamento 3 B. 1:30 am.
La muchacha rubia abrió con mucho cuidado la puerta del apartamento a esas horas de la madrugada. Se había quitados los zapatos y entró de puntillas, con los tacones blancos en su mano. Cerró con mucho sigilo y caminó dentro, mirando al lado, en el sillón largo, recostado a Robert de Burgh durmiendo profundamente con el perro bulldog echado en la alfombra igualmente dormido.
"¡Gracias a Miss Piggy! Robert y el cerdete neutralizados…bendito sea el karma que ese porcino es tan flojo"
Serena avanza con paso quedo, caminando hasta la habitación del fondo del pasillo que compartía con su amiga, abre con sigilo la puerta y entra en ella, cerrándola con mucho cuidado, pero antes de que lo logre del todo, se enciende la luz de la lámpara del buró y los ojos morados inquisitivos de su amiga se clavan en los suyos. "¡ASFGSDDGHHHHHHHH! ¡¿cómo demonios se despierta Reindert?! Es peor que un maldito radar de la NASA".
-Al fin apareces…
-Rei…¿Cómo es posible que te despiertes tú y no el perro? Tienes un oído que da miedo-comenta la rubia entrando en la habitación y yendo a sentarse a la cama.
-¿Viste mi mensaje? Supongo que no, porque no lo respondiste-comenta sentada en la cama la pelinegra. Serena se comienza a desabrochar el cierre trasero de su vestido blanco. "Bueno, ahora a decirle la verdad, finalmente es tu mejor amiga del mundo mundial y deberá alegrarse contigo…pero antes introducción apropiada para la gran noticia… "
-Lo vi ya tarde. Luego del coctel en Oxford fuimos a la casa de los Nemadcky en Saint James…¡Es hermosa! Toda una mansión victoriana. Rose hizo una cena especial, brindamos, bailamos, cenamos y estuvimos conversando hasta tarde. No revisé mi celular hasta que Frich me traía para acá y decidí ya no contestarte y mejor hablarlo en persona…-la rubia se levanta de la cama y se quita el vestido caminando solo en ropa interior hacia el cajón a sacar su pijama de ovejitas.
-¿Cena en casa de los Nemadcky? ¿No viste mi mensaje hasta hace un momento?...Serena… ¿Qué cosa intermedia que conecta esos hechos no me estás diciendo?-pregunta la chica de ojos violeta. Serena se comienza a poner su pijama, y ninguna de las dos chicas escucha los pasos quedos que se oyen por el pasillo. "Muy bien, mala idea, le gusta tanto Hércules Poirot que ya deduce cosas como él. A decirle todo de golpe".
-Pues... sí hay algo importante…¡Ya soy Novia de Friederich!-dice Serena con una sonrisa. Reindert la mira con ojos incrédulos.
-A ver…Serena…-se frota la pelinegra la cara con sus manos-¿Sigo dormida? ¿Oí bien? ¿Novia de Friederich?
-¡Así es! Reindert, ya no hay más dudas, ya no las tengo, estoy muy segura de que amo a Friederich Nemadcky y he aceptado ser su novia. Se lo dije hoy mismo y estoy tan feliz-sigue con tono soñador la rubia y se sienta en la cama al lado de su amiga.
-Veamos, Serena, a ver si lo entendí-frota con dos de sus dedos su sien izquierda Reindert "Mala señal: Reindert frotando su sien es igual a regaño nivel 3"-Hasta antes de irte a la presentación del libro, aun no estabas segura de a quién de los dos chicos amabas, te vas, y de repente, como milagro de Dios, regresas convencidísima que Frich es el amor de tu vida…¿Cómo pasó?-duda la muchacha de ojos amatista.
-Fue… ¡como una revelación! Reindert… ¡No sabes las hermosas palabras que Frich puso en su libro para mí! dice que soy su musa, su inspiración, que cambié su idea sobre la forma de escribir su libro, que me ama y que es capaz de esperar con paciencia, sin presionarme, a que me decida…¡Eso me hizo sentir algo tan profundo y tan bello aquí dentro!-emocionada la muchacha toca su pecho hincada sobre la cama contándole a Rei-¡Es lo que me dijiste! Amor con sus cuatro letras, Rei…¡Amo a Frich!-exclama Serena.
-Sere…¿Estás segura?-duda su amiga.
-Sí, Reindert, estoy segura. Ya no más dudas ¿Y sabes algo? Estoy tan segura que amo a Friederich que no me dio más miedo aceptar su propuesta.
-¿Qué propuesta?-intrigada e incrédula Rei "¡OUCH! De la emoción se me salió lo de la propuesta y dije que iba a esperar a decirle a Rei hasta la semana que viene…¡Me lleva la abuela de los Muppets!-Serena, quita esa cara de conejo asustado, somos amigas, ya me estás diciendo todo, dilo de una vez…¿Qué propuesta?...por tu bien espero no sea de matrimonio-preocupada la lingüista.
-¡No que va!-se ríe divertida Serena-no sería tan tonta como para aceptarle una propuesta matrimonial a Frich-comenta la rubia. Reindert suspira aliviada.
-Menos mal…
-La propuesta que acepté fue la de de vivir juntos. ¡Me voy a vivir con Frich la semana que viene!-explica la rubia levantándose de la cama y yendo a buscar su cepillo de dientes y su toalla pequeña.
-A ver…Serena…¿Tú estás bien de la cabeza?...Dices que no serías TAN TONTA-imita Rei su tono-para aceptar casarte con él, pero te vas a vivir con él…¿Cuál es la diferencia?-inquiere la muchacha de cabello oscuro.
-Un anillo, ceremonias y toneladas de problemas. ¡Rei! No me digas que te pondrás como la anticuada de mi madre y te parecerá mal que vaya a vivir con Frich-comenta Serena.
-No es eso, cabeza de panqueque… mira, aun con reservas pudiera yo creerte eso de que te diste cuenta que lo amas, si, hasta allí todo bien, pero, ¿Te parece a ti que es conveniente apresurar así las cosas? Por qué no se toman un tiempo ahora si de novios, con tus sentimientos claros y asentados y después ven si es posible que tomen una decisión tan fuerte y trascendente como vivir juntos-opina la muchacha de ojos amatista. "Ya sabía que Rei me diría algo así, pero ¡AJAAA! Tengo la respuesta".
-Reindert, te diré lo mismo que me dice Frich siempre, ¿Para qué esperar a ser felices si podemos serlo ya? Tu sabes que vengo de una relación desgastante y horrible y necesito y quiero ser feliz, creo que lo merezco Rei. ¿No me decías eso siempre tú?-duda la rubia al ver el escepticismo de su amiga.
-Claro, Sere, y te lo diría siempre, no creas que no me alegra que hayas aclarado tus sentimientos y elijas a uno de ellos, pero sobre irte a vivir con él no estoy tan segura-insiste Reindert.
-Pues yo sí estoy segura, muy segura. Ya se acabaron las dudas sobre quién es el que amo de verdad. Es normal que estuviera tan confundida sobre mis sentimientos porque ambos son maravillosos, pero amor, amor verdadero, sé que es con Friederich- afirma Serena regresando a la cama donde su amiga la mira con los mismos ojos inquisitivos de hace unos días-¿No confías en mí, Rei? ¿No crees que es verdad lo que siento?-preocupada Serena.
-Sobre tus sentimientos no puedo opinar, solo tú sabes qué sientes y por quién lo sientes. Sobre tus decisiones sí que puedo opinar y debo hacerlo porque soy tu mejor amiga y como tal debo ser honesta y decirte las cosas como son. Creo que te estas precipitando al irte a vivir con Friederich y no me gustaría que una elección precipitada como esa empañe lo que debería ser el mejor momento de tu vida. No me gustaría tampoco que de nuevo te equivocaras, Sere-terminante la pelinegra. Serena sonríe y besa la mejilla de su amiga. "¡AWWW! Rei tiene miedo que me pase de nuevo lo del "Innombrable", tan linda mi amix".
-No me voy a equivocar esta vez. Gracias por preocuparte por mí, pero, Reindert, esta vez no me estoy cuestionando nada, se acabaron los líos y las marañas mentales, el pensar una cosa y decir otra, estoy segurísima que quiero una vida con mi Frich-asegura Serena.
-Muy bien. Es tu decisión. Recuerda las palabras de Amado Nervo-afirma Rei.
-En este caso no aplican, sé lo que quiero-reconoce la rubia.
-Muy bien, habiendo aclarado el asunto de tus sentimientos…¿Cuándo vas a decírselo a Owen?-lanza Rei con firmeza. Serena suspira. "Desventaja No. 123 de tener mejor amiga realista: no te permite evadir situaciones incómodas".
-Eso es algo que no he decidido. Owen ahora con todo este problema de haber perdido a los niños debe estar muy mal ¿Verdad?-cuestiona Serena.
-Muy mal-afirma Rei-y no es para menos, todos estamos mal con esta decisión. Owen habló con sus hijos cuando los recogió de casa de Mrs. Tallerman pero no sé qué les haya dicho. Yo salí a pasear un momento con East mientras Robert arreglaba unas cosas con su amigo Richard para darles espacio, y cuando regresé los nenes ya dormían. Owen estaba hablando con Robert y yo me fui a bañar. Cuando salí y mientras cenábamos, hablé con ambos y me dijeron que mañana vienen las personas de Servicios Sociales con los Fletcher para llevárselos- "¡QUEEE! ¡Mañana se llevan a mis niños"
-¿Mañana?-angustiada Serena. Rei asiente.
-Mañana. Los Fletcher se van a Norteamérica el Lunes. El tipo ese tiene negocios y propiedades allá y solo se estaban quedando el tiempo que durara el juicio así que mañana a las doce vienen por ellos. Owen les dijo que van a irse con su mamá de viaje un tiempo, creo que fue lo único que al pobre se le ocurrió.
-¡Por la Rana René!...Reindert, no puedo decirle a Owen la verdad sobre Frich y mi decisión ahora…¡Pobre! De por sí ya está derrumbado con esta situación-comenta ella. "Ahora si está justificado que no le cuente sobre Frich tan pronto, pobre mi Owen, bastante tiene con que le quiten a sus pequeños".
-Pues creo todo lo contrario, Serena. Si de todas formas vas a tener que decirle las cosas díselas de una vez. Owen merece saberlo de ti y lo más rápido posible. ¿No te parece que eso es tenerle una lástima que él no merece?-cuestiona Rei. "¡Lástima! A Owen no le tengo lástima…"
-No es lástima, Rei, es consideración. Owen de verdad está enamorado de mí y en este momento lo que menos necesita es enterarse de más cosas que le lastimen. Déjame hacer las cosas a mi manera ¿De acuerdo?-se decide Serena. Su amiga niega con la cabeza.
-Hazlas, pero no estoy de acuerdo-reafirma Reindert. Serena la mira un momento.
-Es lo mejor, Rei, créeme, se lo diré cuando lo crea conveniente. Ahora voy al baño a lavarme los dientes y asearme para dormir, mañana me gustaría estar cuando se lleven a los niños-opina la rubia.
-Bien, anda porque ya son más de las dos y con todas las emociones que viviste hoy seguramente no despertarás aunque te llame tres veces-regresa a recostarse en la cama la chica de cabello oscuro. Serena asiente y se acerca a la puerta de la habitación, que había dejado mal cerrada, abriéndola para ir directo a lavar sus dientes. Reindert suspira hondo.
-Serena cabeza de panqueque… ¿Por qué debes tomar decisiones apresuradas? Ya te pasó una vez con el "Innombrable" y espero, deseo y ruego que no sea así con Frich-decide la chica y de nuevo se recuesta en la cama intentando dormir, aunque a su muy agudo sentido del oído, que la hacía despertar siempre con el mínimo sonido, no escapa un curioso sonido como de una puerta que se cierra de golpe, pero creyendo que es la del baño no indaga más y cierra los ojos.
EL MÚSICO…
Día siguiente, 6:30 a.m.
El muchacho de cabello castaño oscuro y ojos verdes, salió del cuarto de baño ya cambiado con su ropa deportiva. Había dormido extrañamente bien a pesar de lo difícil que había sido para él perder el juicio de la tutela de sus sobrinos y esa mañana se había levantado para salir a correr un poco con East, pero antes de caminar hacia la salida, llamó la atención una luz que salía de debajo del cuarto de estudio. A esas horas de la mañana, cuando aún está oscuro el ambiente, era sencillo notar ese destello.
Intrigado, el joven abogado se acerca al estudio e intenta abrir la puerta, que está cerrada con seguro. Decidido llama con los nudillos de forma suave.
-Owen…Soy yo…¿Estas allí?-dice el con la misma voz suave para no despertar a nadie. Un momento se oyen unos pasos y la puerta del estudio se abre. Robert entra junto con su perro, y su hermano, que hablaba por teléfono le pide que cierre la puerta.
-…de verdad, Mr. Gjertsen, tengo papeles en regla y puedo viajar enseguida- habla por su móvil el músico, y Robert intrigado entra en el estudio donde puede ver sobre el teclado eléctrico el violín de Owen, papel pautado con muchas notas musicales y anotaciones tachadas con lápiz, basura de sacapuntas y muchas botellas de jugo de arándano vacías-…no tengo inconveniente me parecen adecuadas las condiciones, leeré el mail de todos modos y por el mismo medio le envío mis datos para el boleto. Gracias a Usted, desde luego, no me incomoda para nada que sea de esta forma y firmemos en Oslo. Nos comunicamos luego, Mr. Gjertsen-cuelga Owen el móvil y mira a su hermano que lo observa con sus ojos oliva inquisitivos, y sus brazos cruzados.
-¿Cuándo te pasó la loca de Reindert su nueva obsesión por jugo de arándano?...te bebiste ocho-toma el una botella. El chico de cabello oscuro se acerca a su hermano en silencio-¿No dormiste toda la noche?
-No pude-confiesa el joven con ojeras evidentes.
-Ya me doy cuenta. La música es tu única catarsis. ¿Me vas a decir con quien hablabas? ¿Qué viaje harás el Lunes?-pregunta Robert. Owen se sienta en el banco alto junto a su teclado eléctrico.
-Me habían estado llamando de un número extranjero fuera de Londres y no respondía. Ayer en la mañana antes de ir al juzgado respondí. Era un hombre llamado Olaf Gjertsen, manager de Alexander Rybak, un famoso violinista de Noruega para decirme que él y Alexander han visto mi trabajo en el canal de internet que me animó a abrir Serena y les interesaba contratarme como asesor de producción y compositor de temas en el nuevo disco del violinista-explica sin gota de emoción en su voz el joven irlandés.
-¡Vaya! Hermano eso es maravilloso. ¿Aceptaste?-pregunta Robert mientras su hermano menor recoge las hojas pautadas rayadas.
-No en ese momento. Parte de las condiciones eran vivir en Oslo por más de seis meses, lo que dure la producción, aunque el sueldo es increíblemente bueno y ofrecen alojamiento incluido; como no sabía nada sobre el resultado del juicio no podía decidirme. Le dije que yo le llamaba en cuanto tuviera una respuesta y, justo cuando tocaste, estaba aceptando. Viajo el lunes.
-¿De verdad? ¿No es muy apresurado? –comenta inquieto el abogado.
-No veo por qué lo sea. Hoy se llevan la mitad de mi corazón de mi lado y la otra…bueno la otra supongo se queda aquí de todas maneras-con calma sonríe el joven músico.
-Vamos con calma. Comprendo que para ti igual que para todos ha sido terrible lo de los niños, hermano, no te culpo por querer huir, pero pensé que tendrías motivos para quedarte -observa Robert-de hecho iba a proponerte rentar juntos un departamento porque en definitiva me quedaré a hacer la maestría en derecho familiar aquí-comenta el muchacho de cabello castaño. Su hermano pone su mano en el hombro de Robert.
-Lo lamento mucho, hermano, pero esta vez no podré aceptar esta aventura. Necesito de verdad poner distancia de muchas cosas y esta oportunidad me ofrece eso: lejanía y un trabajo absorbente donde podré sacar todo lo que tengo dentro de forma sana y tranquila, sin dramas innecesarios-observa Owen.
-¿Y Serena? ¿Cómo quedas con ella?-cuestiona Robert tomando la bolsa de plástico con el logotipo del supermercado y comenzando a aplastar las botellas de jugo para dejarlas dentro, mientras su hermano desconecta sus instrumentos y mezclador-si te vas a Oslo no te aseguro que la puedas conquistar, ese escritor es un empalagoso y hace su papel.
-Eso ya no importa. Serena no me ama a mí, ama a Nemadcky-comenta con voz tranquila Owen.
-¿Qué dijiste?-desconcertado Robert.
-Eso. Ella ya se decidió, Robert, y no por mí. Como vez no tengo nada por lo cual quedarme en Londres. Me quitan a mis hijos y el único motivo por el que me quedaría, ya no existe. Perdí mi oportunidad. Así es la vida-sonríe Owen y palmea la espalda de su hermano comenzando a enrollar el cable del teclado.
-¿Tan tranquilo lo tomas?...no te creo-observa su hermano y lo toma del hombro mirándolo atento-Owen, tú estás enamorado de verdad de Serena, te conozco y lo sé, ¿Qué pasa? Y más aún ¿Cómo estás seguro que ella eligió al otro?
-Ayer en la noche me levanté. No podía dormir y tenía sed. Salí por agua y al pasar frente a su habitación estaba la luz encendida, Serena llegó tarde y hablaba con Reindert. Le contó que en la presentación del libro aceptó a Nemadcky, que lo ama y que se va a ir a vivir con él-explica Owen con normalidad.
-¿Has hablado con ella? Porque esto me parece muy apresurado, quizá no está segura y puedes tener una oportunidad de…
-No, Robert, se acabaron las oportunidades. Te diré algo que quizá no me creas, conozco a esa mujer, a veces creo que más que ella misma. Este tiempo en que me enamoré de ella he aprendido a conocerla, he observado cada reacción, emoción o situación que ella creaba, porque supongo que eso es parte de estar enamorado, empezar a conocer cosas de la otra persona. A mí no me queda duda del amor que siento por Serena, y por tanto la conozco. Ella jamás puede decidirse por nada en lo que tenga opción, ni siquiera el sabor de sus tres helados favoritos y si lo hizo por Nemadcky es porque está muy segura. Bien, no seré un obstáculo ni un medio que ponga en entredicho su decisión. Me alejo-decidido Owen guardando sus cables en una caja de cartón.
-No me parece justo que te alejes. Yo vi a esa mujer cuando estaba contigo y se nota algo especial entre los dos, Owen, algo fuerte y profundo, algo real-observa Robert-¿De verdad no quieres luchar por ella?-duda el aguerrido abogado-si yo estuviera en tu lugar no me iría, me quedaría a su lado, perseveraría días, semanas, meses, buscando la forma de vencer su debilidad y hacerla entender que soy su mejor opción-decidido Robert.
-Quizá. Tú eres así, hermano. Yo no. Además hay algo importante. Serena no quiere decirme la verdad sobre sus sentimientos por Nemadcky porque teme lastimarme, más por la situación de los niños. ¿Conclusión? Le doy lástima, y eso duele…no Robert. Hace tiempo, cuando me enteré sobre Nemadcky y ella la hice prometer que nunca me mentiría. Si no respetó ese juramento significa que en el fondo quizá nunca fui importante para ella. No la culpo. No se puede tener todo en la vida-comenta Owen.
-¿Entonces qué harás?
-Solo eso. Hoy en la noche viajo a Oslo. Te pediré solo un favor, Robert. Si es que ella pregunta por mí, dile que no sabes nada, por favor. Lo hará, porque a pesar de lo que tengo pensado hacer se sentirá culpable, así es Sere- sonríe Owen-pero yo no necesito su culpa, ni su lástima, ni ningún sentimiento parecido. Bastante los he causado ya con mis malas decisiones de antes. Me iré sin decir nada porque simplemente no creo soportar leer en los ojos de la mujer que más amo en el universo esos sentimientos.
-Lo lamento, Owen. Me habría gustado mucho que después de todo este dolor injusto que no pude evitarte, al menos tuvieras el amor de una buena chica como Serena-comenta el abogado con tono dolido. Owen le sonríe y palmea su mejilla.
-Oye, estoy bien. De todos los fracasos se aprende. No te diré que no me duele. Claro que me duele. Me habría gustado mucho que ella me amara. Estar a su lado como hasta ahora, preparando su desayuno, compartiendo sus charlas sobre la escuela, viéndola convertirse en eso que quiere ser y ya es: una gran escritora-dice con tono suave Owen-solo que ella no me eligió a mí para estar a su lado en ese camino.
-Y es una estúpida por no elegirte-se exalta Robert. Su hermano niega con la cabeza.
-No. Solo está enamorada. No es su culpa, ni de Nemadcky ni mía. Así es el corazón. Voy a enfocar todas mis fuerzas en mi música. Si ahora tengo esta oportunidad lo haré, y estaré bien. Viajo el domingo porque quiero ir primero a casa. Necesito un fuerte abrazo de mamá y contarle algunas cosas que ahora he decidido cerrar con candado aquí-señala el joven de ojos oliva su corazón-y que solo podré abrir delante de ella.
-Haces bien, hermano. Ayer me hizo mucha falta Mrs. De Burgh, necesitaba mucho un abrazo y…me las tuve que arreglar por mí mismo como pude-aquí el joven abogado sonríe de lado-dile que viajaré en dos semanas para arreglar todo sobre mi traslado, porque definitivo me quedo en Londres. ¿Sabes algo, Owen? Me dolió mucho perder tu caso y perder a los pequeños, pero eso me hizo decidirme. Voy a prepararme más para ser el mejor abogado de lo familiar en todo Reino Unido, y ayudar a muchos otros padres como tú que se enfrentan a leyes injustas que les arrebatan a sus hijos-decidido Robert.
-¿Ves cómo se aprende más de los fracasos? Lo harás, hermano, tú siempre logras lo que te propones. También yo lo lograré y estaré en contacto contigo. Gracias por apoyarme y mantener en secreto esto. Es importante para mí-comenta Owen. Robert asiente.
-Sabes que siempre contarás conmigo, Owen, para lo que sea, son mi familia, "Teaghlach"-afirma el chico castaño.
-"Teaghlach"-responde Owen la palabra irlandesa para la familia y ambos chocan sus puños.
-¿Vienes a correr conmigo y con East?-pregunta el abogado.
-Lo siento pero no. Intentaré dormir una hora y levantarme a darme una ducha. Hay que preparar las cosas de los niños y estar listos a las once-observa con estoicismo Owen. Su hermano palmea su hombro.
-¿Sabes qué? Tú eres más valiente y decidido que yo. Te admiro, hermano-Robert abraza a su hermano palmeando fuerte su espalda en señal de apoyo- Iré a correr media hora y vuelvo. Estaré a tiempo para la llegada de las personas de la corte, no te preocupes.
-Gracias hermano-acaba Owen viéndolo alejarse, y cuando Robert sale del estudio, el joven toma una memoria USB negra y sonríe mirándola-creo que todo estará dicho con esto-decide y la guarda en el bolsillo de su pantalón, luego sale hacia su habitación, de verdad estaba agotado de todas las formas posibles, pero tranquilo con sus decisiones.
EL ABOGADO…
Robert salió del estudio realmente preocupado, luego de haber escuchado a su hermano y haberle prometido no decir nada sobre sus decisiones futuras; aún le daban vuelta en su cabeza todas las observaciones que había hecho esos días. Le parecía difícil que a su agudo sentido de la percepción hayan escapado detalles que lo hacían estar seguro sobre los sentimientos de la chica rubia por su hermano. ¿Qué le había fallado?
-¡Maldita sea! Que complicadas son las mujeres, East, por eso más te vale alejarte lo más posible de…-comenta el hablando con su perro pero este lo deja y se aleja corriendo hacia la cocina, donde la chica de cabello negro, vestida de ropa deportiva gris estaba buscando algo en el refrigerador.
-¿Decías?-pregunta Reindert al abogado cargando al perro en sus brazos que la lame y hace gruñiditos de satisfacción evidente-porque East parece que te desmiente- Robert sonríe y se acerca.
-Muy temprano para estar de pie…¿O no?-pregunta el chico tomando del refrigerador abierto una botella de agua.
-Iba a salir a correr, pero no hay ni una sola de mis botellas de jugo de arándano-comenta la de ojos morados.
-Ni las encontrarás. Owen se las bebió todas anoche. Tenía insomnio-comenta el abogado.
-¡Diablos!...tendré que comprar una en el mini súper. Por cierto, hablando del tema ¿Y tú insomnio?
-Desapareció-decidido Robert-pero en su lugar soñé toda la noche que una bruja horrible me abrazaba. ¡Vaya pesadilla! ¿Verdad?-comenta divertido. Reindert lo golpea con el puño en el brazo.
-Ten cuidado, porque molesta la bruja no abraza, golpea-afirma la muchacha.
-Me consta-afirma el joven y ambos comparten una sonrisa-oye, ya que Owen no está de humor y no veo más opción ¿Podemos correr juntos?-Reindert rola los ojos.
-Escucha, abogado-advierte ella bajando al perro-si le dices a alguien que es tu única opción para algo no es precisamente una buena manera de obtener un favor. ¿Sabías?
-Sabía. Pero no es un favor. Es una competencia-decidido Robert busca la correa del perro colgada en un clavo tras la puerta y se agacha llamando a East que corre a que se la ponga.
-¿Competencia?-duda la muchacha.
-El que llegue primero a la florería que está cruzando el parque prepara el desayuno-propone con ojos brillantes el abogado. La muchacha de ojos violeta sonríe y toma de encima de la mesa lateral a la entrada las llaves y su móvil.
-¡Aceptado!-dice sin más y abre la puerta dejándola así mientras corre por el pasillo.
-¡Maldita sea!-exclama el abogado pero sonríe al perro-¿Qué te parece amigo? creo que en Londres tendremos muchas y muy buenas metas ahora que nos mudemos…y corre porque nos gana-observa el chico y jala la correa del bulldog, saliendo y cerrando la puerta tras de sí.
EL ESCRITOR…
Bond Street, Londres.
El muchacho de cabello castaño, vestido elegantemente de impecable traje gris con leves rayas azul marino, pasea del brazo de su madre por aquella zona de lujosas joyerías de Mayfair.
-…y por eso te pedí que vinieras conmigo, Madre, quiero que me ayudes a elegir la más bella pulsera de diamantes para Serena-palmea el chico la mano de su madre.
-Excelente idea-responde la bella dama de cabello castaño y ojos verdes iguales a su hijo, que viste una bella falda azul cielo y blusa rosada-es un maravilloso detalle para el inicio de su noviazgo, mon cher-afirma Rose Nemadcky. El guapo escritor ríe divertido.
-Mamá, la pulsera no es para conmemorar ningún noviazgo, es para festejar que Serena se muda a vivir conmigo al departamento-comenta con una sonrisa el joven belga. La bella señora se para en seco, y toma de los hombros al joven.
-Friederich… ¿Vivir juntos?-asombrada Rose-ayer no dijeron nada al respecto, solo celebramos su noviazgo; pensé que pasarían unos meses de relación al menos antes de…
-¿Te parece mal? No lo creería de ti, Mamá, siempre has tenido mente abierta para estas cosas, además me insistías mucho en una relación seria.
-Mon Cher, no malinterpretes las cosas. Me agrada mucho Serena y sé lo que sientes por ella, estoy feliz por ti-sonríe Rose y acaricia la mejilla de su hijo-pero esto no me parece algo que haría mi hijo. Tú siempre has sido un muchacho reflexivo y maduro, que piensa mucho y con calma sus decisiones importantes y esta es la más importante de todas. Mon Coeur… ¿Por qué la prisa? ¿Por qué no un noviazgo maravilloso de unos meses con ella?
-No le veo sentido a eso, cuando podemos vivir juntos y ser felices desde ahora-Friederich besa la frente de su mamá-Mére, estoy feliz, más feliz que nunca, al fin encontré a la mujer que lo es todo para mí y ella me ha aceptado-declara el joven.
-Frich, mon cher, tengo entendido que ella retomó sus estudios y en tu caso vas a comenzar con viajes de promoción del libro y en esa etapa fuerte de dedicarte a ello…¿Estás seguro que es el mejor momento para vivir juntos?
-Lo es-decidido el chico-no tengo duda alguna. La amo, me ama…es todo.
-Friederich ¿Qué pasa con esa indecisión de ella? La encontré hace un mes en un centro comercial y fue honesta conmigo. Me dijo que había otro chico que…
-¡Se acabó eso!-dice con voz extrañamente cortante y fuerte Friederich, ganando una extrañada mirada de su madre- Maman pardon…de verdad no quise…
Rose toma a su hijo del brazo y lo hace sentarse en una banca negra, de la que hay en la calle, frente a la elegante joyería Moussaieff.
-Hijo, ¿Qué pasa?...tu no eres así. ¿Qué te molesta de este tema? ¿Qué hay con ese otro joven que no permitía a Serena decidirse por ti?-intuye la señora. El joven le sonríe y toma su mano besando su dorso.
-Nada, maman, nada. Ya no es importante porque finalmente ella me eligió a mí, así que, por favor, confía en mis decisiones. Estoy radiante, feliz, y me verás serlo aún más al lado de Serena-asegura con decisión el joven. Rose Nemadcky mira a su hijo a los ojos y acaricia su mejilla, sin sonreír para nada.
-Eso espero, mon cher, eso espero y eso deseo para los dos…-afirma no muy convencida ahora la dama.
-¡Trés bien! ahora vamos a ver la pulsera. ¡Quiero la mejor y más bella! Por eso te traje conmigo-besa él ahora la mejilla de su madre haciéndola levantarse de la banca y entrando en la joyería, donde una amable empleada les muestra enseguida de forma solícita las mejores pulseras de diamantes y oro blanco de su establecimiento, pero la bella dama de ojos verdes luce ausente y pensativa, aunque ayer moría de felicidad por su hijo y Serena, no le gustaba la sensación que le había dejado toda esta charla con Friederich…
LOS NIÑOS…
El pequeño de ojos oliva miraba a su padre con ojos molestos, mientras Owen estaba terminando de empacar su ropa en esa maleta. La pequeña Gwen estaba sentada en la cama al lado del muchacho metiendo en su maleta de "Hello Kitty" sus calcetines. Afuera se oyen las risas de Reindert y Robert que lavan los platos del desayuno.
-Capitán, ven aquí. Ayúdame a empacar tu ropa-sonríe Owen llamando al pequeño.
-Athair, yo no quiero ir a América, menos con esa señora, aunque sea mi madre-serio el jovencito.
-Veamos, capitán, ya te he explicado muchas veces por qué van a ir, no conocen a tu mamá y ella quiere pasar más tiempo con Ustedes, además será divertido dime…¿No querías ir a Disneyland? tu madre te llevará -asegura el músico irlandés con el mejor tono de su voz.
-Pues no quiero ir. No si tú no vas con nosotros. ¿Por qué no puedes ir?-insiste el terco niño.
-Ya lo hablamos, capitán, ya sabes que me cambié de trabajo y si ahora pido permiso me quitarán el puesto en la tienda de discos y no tendíamos dinero. ¿De acuerdo?-comenta Owen-Bien, creo que ya quedó todo listo…ahora…ven aquí-Owen se sienta en la cama y abraza a la nena de ojos color miel sentándola en su pierna, luego llama a Tristán. En ese momento entra la muchacha rubia en la habitación de los niños.
-¡Buenas noticias! Encontré tu toalla de Iron Man, Tris, para que la lleves al viaje-dice Serena . El nene la mira y se abraza de su pierna.
-Sere…no quiero ir a ese viaje si no va Athair-dice Tristán. Serena intercambia una mirada con Owen que la mira suplicante. Ella parece entender. "¡Santos Muppets! Pobrecito mi mini sexy inquilino, claro que no quiere ir con la bruja de su madre y no lo culpo…¡YA! Serena, ponte seria y madura. Tienes que apoyar a Owen para que esto salga lo mejor posible".
-Tris, cariño, ven aquí, vamos con Papá y con Gwen-Serena carga al niño y este se abraza de su cuello. La muchacha entra en la habitación de los pequeños y se sienta en la cama junto a Owen y la pequeña Gwen, dejando sentado en medio al niño de ojos oliva-Escucha, Tris, ¿Recuerdas todas esa fotos que vimos en internet? En mi tablet, del cuartel de Iron Man y el museo de Capitán América-comenta ella.
-Si…-débil responde el niño.
-Muy bien, todo eso, está en Disneyland, y tu mamá te va a llevar allí no una sino muchas, muchas veces. Va a ser un viaje genial que no vas a olvidar-le explica Serena y limpia con cuidado sus lágrimas. "OK. Argumento despreciable, intentando sobornar al nene para que se vaya con los Fletcher por interés de ver cosas de sus superhéroes pero honestamente no se me ocurre como más ayudar a Owen".
-Ni tu ni Athair van a estar con nosotros, así que no será divertido-se resiste aun el niño. "¡AWWW! ¿Tristán quiere que yo también vaya? OK. Saeta a mis sentimiento y muy profunda…¡LLOROOOO!".
-Capitán, escucha. Ya te dije que no puedo ir. Mas delante, quizá, pueda acompañarlos pero ahora no se puede-Owen besa la cabeza de su hijo-van a ir ustedes dos con su madre, pero tú debes prometerme una cosa-pide el joven al niño.
-¿Qué cosa?-duda Tristán.
-Que vas a ser buen niño, obediente y respetuoso con tu madre y su esposo, Mr. Fletcher. Quiero estar orgulloso del mejor capitán-pide Owen a su hijo y le extiende su mano-¿Promesa de Avenger?-pregunta el chico.
-Si Athair, promesa de Avenger-cede el pequeño con seriedad tomando la mano de su padre.
-¡Ven aquí! Abrazo de sandwich-ríe Owen y abraza a Tristán con ella la pequeña Gwen. Serena, sentada a su lado, siente que unas lágrimas se forman en sus ojos azules al ver la escena. "Muy bien, saeta se queda corto, esta escena me acaba de destrozar el corazón en mil pedacitos".
-Athair…¿Puede venir Sere al abrazo de sandwich?-pide el nene. "¡WTFG! ¡NOOOO!…¡Tris por qué se te ocurren estas cosas! ¡No me hagas esto! Tengo corazón de gelatina, si me hacen abrazarlos voy a llorar"
-No…Tris...-se niega la muchacha.
-¡Claro! Ven aquí-abre su brazo derecho Owen con toda naturalidad. "OK…no puedo decir que no, finalmente será la última vez en muchos años que abrace a mis nenes"
La llorosa muchacha sonríe y se acerca a su lado, permitiéndole abrazarla y abrazándolo ella por la espalda con un brazo mientras con el otro abraza a los niños, que siguen riendo. La muchacha que también estaba riendo se queda en silencio poco a poco, igual que los pequeños, y unos momentos se quedan todos abrazados en silencio. "Se me apachurra el alma de pensar que esta familia se va a deshacer por culpa de esa bruja infeliz de Karen y su marido sexy millonario. Se siente bien estar así, después de todo…"
-Athair…cuando regresemos de ese viaje…¿Nos vas a llevar a la playa?-pregunta el niño.
-Claro, capitán. Se los prometo-responde Owen.
-¿Y vas a venir, Sere?-pregunta el niño.
-Iré, Tris, también lo prometo-asegura ella y besa la cabeza de los dos nenes, aun atrapados en brazos de Owen los tres.
-Suena bien, ¿No?...los cuatro en la playa…¿Llevamos paletas heladas?-pregunta el muchacho de ojos oliva.
-¡SIII!-se emociona Tristán y la pequeña Gwen solo asiente.
-¿Y sandwich-dog?-propone Serena.
-¡SIII!-grita de nuevo el niño acompañando de la sonrisa de la pequeña.-Y haremos surf, y castillos de arena los cuatro-sigue emocionado el pequeño.
-Es una promesa-asegura la rubia.
-Lo es-dice Owen con normalidad y la muchacha puede sentir como el joven irlandés de ojos oliva presiona con sus brazos su espalda y las de los niños, casi como si no los quisiera soltar. En ese momento llaman a la puerta, y se oyen los ladridos de East, luego unas voces y pasos en la sala, y la chica de cabello negro se acerca a la puerta abierta de la habitación de los niños con el perro abrazado y mira la escena un momento, luego llama con los nudillos.
-Owen…ya llegaron los Fletcher y la gente de Servicios Sociales-dice con voz fuerte Rei-voy a encerrar a East en el cuarto de lavado porque casi muerde a los policías. Creo que deben ir-"¡Demonios! Demasiado rápido vinieron por mis pequeños".
-Ya vamos-responde el joven músico y suelta a Serena y a los niños-bien, tomen sus maletas, es hora-les sonríe el chico. Tristán toma su maleta donde Serena ha metido la toalla doblada.
-Listo capitán, ya la puedes llevar-se la da ella al nene besando su cabeza.
-Gracias Sere, te echaré de menos. Tu comida, tus caras graciosas, jugar contigo y tus cuentos de dormir…¡A! y los abrazos-dice el pequeño. "¡Ternurita! Me robaré a este pastelito de azúcar y no se lo dejaré llevar a Karen".
-También te echaré de menos, cariño-emocionada ella lo toma de la mano. Owen, abrazando a la niña, lleva la maleta rosa. Los cuatro llegan a la sala, donde William Fletcher, vestido con traje blanco y camisa azul sin corbata, espera de pie junto a Karen, que viste un traje sastre rosado muy elegante. Sentados en la sala están dos hombres de traje y la Trabajadora Social, que le muestra unos documentos a Robert de Burgh. Al ver aparecer a Serena y Owen con los niños, el millonario americano sonríe y la joven castaña se acerca a ellos con los brazos abiertos.
-¡Mis hermosos pequeños! ¡Vengan con mamá!-abre sus brazos Karen Fletcher acercándose a ellos. "¡PERO QUE HIPÓCRITA ES ESTA TIPA! Si no trajeran policías yo misma le daba una bofetada por falsa…¡La odio!".
Ninguno de los niños se acerca a su madre y ella es la que llega al lado de Tristán y lo abraza y besa. Serena lo suelta de la mano para permitirle a la mujer besarlo pero el nene la mira desconcertado y él no la besa.
-Mr. De Burgh, si nos hace favor, hay algunos papeles que requieren su firma-llama la trabajadora Social. Owen asiente y le da a Gwen a Serena en sus brazos dejando la maleta de la niña en el suelo.
-Ahora voy-la pequeña enseguida se abraza del cuello de la rubia y el músico se acerca a firmar a la mesa de la sala. El hombre canoso de traje blanco se levanta y se acerca a donde su mujer se deshace en cariños con Tristán que se limpia la pintura de labios que ha dejado en sus mejillas con el dorso de su manita.
-Hola amigo…¿Te acuerdas de mí?-pregunta el millonario americano hincándose en el suelo junto a su mujer.
-Si…el amigo de Serena con carro de Tony Stark-comenta el pequeño. Fletcher sonríe y asiente.
-Me llamo Will…¿Recuerdas? Vamos a ser buenos amigos, ¿Verdad?-pregunta el hombre, pero el nene lo mira extrañado y no responde nada. La muchacha castaña se levanta del suelo y mira a Serena y a la pequeña de ojos color miel. Un momento se cruzan las miradas de las dos. Karen Fletcher sonríe de lado al mirar a Serena con ojos entornados y sonrisa burlona. "¡Pero se necesita ser cínica! ¡Se está burlando! ".
-Cerridwen, cariño, ven con mamá-extiende los brazos la bella chica a su hija, pero la nena enseguida niega con la cabeza y se abraza de Serena. Karen se acerca a ella-Ven aquí…hija…-insiste la mujer. "Me odio por hacer lo que se supone es correcto…¡ME ODIO!"
-Gwen, cariño, escucha a tu mamá, ve con ella solo te va a abrazar…¿Si?-la nena sigue negando con la cabeza y la mujer sin espera más la toma de la cintura y la jala de los brazos de Serena para abrazarla ella. "¡Pero qué le pasa a esta tipa! ¡Por qué jala a Gwen!"-la pequeña empieza a llorar y se sigue aferrando al cuello de la rubia, pero Karen la jala más y la separa se sus brazos a pesar de las protestas de la niña que forcejea y se resiste llorando y alzándole las manitas a la rubia.
-¡Gwen!-Serena siente el impulso de ir con la niña pero una mano firme la detiene. Reindert aparece a su lado y le niega con la cabeza. Serena presiona con fuerza el brazo de su amiga conmovida de las lágrimas de la niña. Owen se levanta del sillón en que había estado firmando y mira angustiado a su pequeña que empuja a Karen Fletcher y llora mucho, pero su hermano lo detiene del hombro y niega con la cabeza.
-Muy bien, Mr. De Burgh, eso es todo. Señores Fletcher, jurídicamente esto ha sido cumplido, pueden proceder-comenta la trabajadora Social.
-Gracias, señorita-agradece William Fletcher y toma la mano del niño que ahora contempla asustado a su hermana llorosa-todo listo, Owen, gracias por tu cooperación-dice el hombre, pero Serena logra ver al muchacho que presiona mucho sus puños aunque contesta tranquilo.
-No agradezcas, Fletcher, si no fuera por medio legal jamás le entregaría a mis hijos. Cuídalos, y mira que te lo digo a ti…cuida de ellos por lo que más quieras-pide un desesperado Owen.
-Te doy mi palabra-asegura el millonario americano. Owen asiente con rostro serio-hora de irnos, cariño, niños…-dice el hombre y camina hacia la calle con el pequeño Tristán de la mano.
-¡NO!...ya no quiero ir con Ustedes…¡ATHAIR! ¡ATHAIR YA NO QUIERO IR! ¡QUIERO QUEDARME CONTIGO!-grita el niño de cinco años forcejeando con la fuerte mano de Fletcher y logrando zafarse de su agarre intenta correr hacia su padre, pero William Fletcher lo alza de la cintura y se lo impide-¡ATHAIR! ¡UNCAIL ROBBIE! ¡SERE!-llama desesperado Tristán cuando el hombre sale de la casa con el cargando. Serena llorosa se abraza de su amiga y Owen mira desde su lugar con ira a su ex esposa, quien sigue intentando calmar a una llorosa Gwen.
-Es lo mejor para ellos, Owen, jamás en tu vida habrías podrás darles lo que merecen-dice la mujer caminando hacia la puerta donde esperan los policías y la Trabajadora Social.
-Si no cuidas de ellos, voy a regresar y te los quitaré-dice Owen con voz seria.
-Como si fuera posible…-burlona la mujer y sin decir más camina hacia la puerta del departamento con la niña llorosa, pero antes de salir…
-¡Athaid! ¡Seena!-se oye una vocecita desesperada, aguda e infantil que ninguno se esperaba. Serena y Owen miran a la puerta y en efecto, Cerridwen les ha gritado a los dos.
-Gwen…habló…Rei…¡Gwen habló!-emocionada Serena le dice a su amiga que asiente.
-¡No queo id..no queo id! ¡SEENA! ¡ATHAID!-llama la niña. Owen lleno de una emoción muy grande corre hacia ella pero Karen Fletcher al verlo acercarse, cierra la puerta y el muchacho se queda con los puños en esta, escuchando la voz de su hija hasta que se pierde por el pasillo.
Dentro de departamento, Serena sigue llorando en silencio abrazada de su amiga, Owen recargando la frente en la puerta y Robert abatido se ha tirado en un sillón con las manos en la frente. Ninguno de los cuatro dice una sola palabra, pero de pronto, el departamento 3B está en un silencio que desconocía desde hacía meses, un silencio que los aplasta a los cuatro con la más clara realidad: ya no están los niños…
LA LINGÜÍSTA…
-…eso es hasta cierto punto comprensible, pero entiéndame Usted, señorita, la fecha límite para entregar papeles en la Universidad de Edimburgo es la semana que viene, si no liberan mi título como postularé a mi doctorado? Me debieron haber enviado por correo hace una semana…¡UNA SEMANA!-reclama la chica de cabello oscuro, sujeto con una pinza-¿No es asunto de su oficina? ¡Por favor! Si es usted secretaria de Control Escolar ¿A qué le suena eso? Si no es su asunto dígame de quién diablos es para poderle reclamar y…¡Señorita! ¡Señorita!...¡AGSRDJHS! Me colgó-se enfurece la muchacha de ojos violeta y con furia patea la esquina de la mesa de madera de la sala con tan mala suerte que se golpea el dedo pequeño del pie.
Contrario a su costumbre y a pesar de corregir a quien las usa, una ola de maldiciones y malas palabras escapa de su boca, y adolorida, se deja caer encima del sillón de la sala quitándose una de las zapatillas deportivas y frotando su adolorido dedo. Enseguida el bulldog blanco con café salta y se acerca a su regazo. Ella suspira.
-Definitivo solo tú me entiendes, East, amor mío…Owen sigue dormido en su habitación, Serena encerrada estudiando y tu inútil amo hace horas que se salió…¡bien! Tampoco me da la gana quedarme o voy a incendiar al universo…¡Vámonos!-dice ella y besa al perro que gruñe satisfecho. Reindert se levanta, se pone su zapato, toma su monedero y llaves de sobre la mesa y la correa del perrito al cual se la pone, abre la puerta y camina por el pasillo con el bulldog. Se detiene delante del ascensor y presiona el botón para que se abra, pero de pronto el perro comienza a jalarse de la correa hacia las escaleras y ladra-¿East?¿Qué te pasa, cariño?-pregunta Reindert, camina hacia donde el animalito indica y se asoma a las escaleras del piso superior mirando sentado en uno de los escalones con la espalda recargada en la pared, al abogado castaño, quien bebe una lata de cerveza de un paquete de seis, mientras escucha algo en sus audífonos conectados a su móvil . Rei suelta al perro que corre hacia su amo.
-Hola hijo mío. ¿Qué haces aquí?-comenta Robert al verlo y mira a la muchacha de blusa morada quitándose los audífonos-¿Qué tal? ¿También escapando de la casa de la depresión?
-No exactamente, escapando de mis ganas de cortar en pedacitos a la maldita secretaria del "Trinity"-explica Reindert. El chico de ojos verdes ríe, se sienta bien en el escalón y palmea a un lado de este. La muchacha sube sentándose a su lado.
-¿Qué hizo la pobre mujer para ganar tu furia eterna?-pregunta Robert y le ofrece una lata de cerveza que ella niega.
-No quiere ayudarme a corregir un error en mis papeles para el título. Desventajas de tener un nombre kilométrico, se equivocaron en uno de mis nombres y por eso tardaba mi título. El problema es que si no lo tengo la semana que viene no podré viajar a Escocia a dejar mis papeles en la Universidad de Edimburgo…¿Y sabes qué significa eso?-cuestiona la joven al muchacho que niega con la cabeza-que tendría que esperar tres años para postular a mi doctorado porque son generacionales…¡Y ESO NO LO VOY A PERMITIR!-estalla ella gritando. El perro ladra.
-¡Hey! Tranquila, me queda claro que estas molestas pero ni mis tímpanos ni los de East ni los de ningún vecino tienen la culpa-se queja Robert. Rei rola los ojos -Ya comprendo, pero…¿De verdad es la muerte para ti esperar tres años? No parece tanto tiem…
-¡No parece tanto tiempo! ¡Es una eternidad! Yo había hecho planes para terminar la maestría y entrar directo al doctorado y ahora por una estupidez de una Secretaria inepta y por culpa de mis padres que no sé de dónde demonios sacaron la idea de ponerme tantos nombres, mis planes se vienen abajo-se queja la muchacha y patea una de las latas vacías.
-Si no es indiscreción…¿Cómo te llamas?-pregunta divertido el abogado. Ella lo mira con una ceja levantada.
-¿No te vas a reir?-pregunta. Robert asiente-Reindert Brighid Eleanor Griffiths-dice la muchacha con calma y enseguida el abogado estalla en una sonora carcajada, ella lo golpea-¡Robert! ¡Dijiste que no ibas a reírte!
-¡Oye! ¿Con todos esos nombres culpas a la pobre secretaria? ¡Te llamas como medio directorio telefónico!-se burla el chico. Reindert lo pisa-¡OUCH! ¡Qué te pasa! ¡Duele!-se queja Robert.
-Lo mereces…no ayuda lo que me dices-se queja ella.
-Eres una salvaje y violenta de lo peor, y también intolerante, obsesiva y caprichosa…
-¡CAPRICHOSA YO!-salta ella molesta-mira, lo demás te lo acepto porque me conozco, pero ¿Caprichosa?
-Ca…pri…cho…sa-deletrea Robert y la empuja de la frente con su índice, ella lo mira molesta-caprichosa porque quieres que todo se haga tal como lo quieres y lo planeas, y si hay unas leve dificultad estallas y haces rabieta como niña de 3 años. Veamos, si no se puede lo de Edimburgo ahora ¿Qué más da? Hay más tiempo que vida, mil cosas puedes hacer en tres años, estudiar más tus cosas raras del lenguaje, trabajar, ganar dinero, aplicar lo que aprendiste en la maestría, aprender otra cosa, qué se yo, no veo el motivo a tanto drama. Se equivocó la secretaria, que mal, pero si no hay remedio para qué seguir haciendo rabia-comenta el abogado. La chica se queda en silencio y suspira resignada.
-¿Aprendiste eso por tu profesión? A tomas las cosas con calma…-pregunta ella y acaricia al perro que de nuevo se ha recostado en sus piernas.
-Un poco, y otro con la vida. Mira, no siempre las cosas van a salir como las planeamos. Ya viste mi caso con la tutela de los niños, todo se lo llevó el diablo, y sí, me enojé, me sentí inútil como abogado y basura como hermano mayor pero si no hay remedio, mejor buscar algo bueno en medio de todo lo malo-bebe su otra cerveza Robert.
-¿Y qué encontraste de bueno?-pregunta la chica de ojos morados.
-Un motivo para superarme. Me quedaré en Londres y voy a hacer mi maestría en derecho familiar. No pude evitar que mi hermano perdiera a los niños pero puedo ayudar a otros padres en su situación-decidido Robert-deberías hacer lo mismo. Eres muy competente en tu área, me di cuenta en el juicio, seguro muchos niños con el problema de Gwen esperan a alguien como tú para que los ayude, y cuando menos te des cuenta, habrán pasado los tres años y allí estará tu doctorado esperando por ti-dice con calma el chico. Reindert le sonríe-¿Qué?-pregunta extrañado el joven.
-Nada solo…cuando no eres el tipo arrogante y soberbio que sueles ser, dices cosas muy sensatas-comenta la muchacha. Él se encoge de hombros.
-Agradece a mi madre y a Dios por hacerme no solo guapo e inteligente sino encantador-observa el joven ganando la risa de la chica.
-Te golpearía por eso pero hoy no lo mereces. Haz dicho cosas muy ciertas. De igual modo quiero viajar la semana que viene a Dublín para intentar presionar por mi título, nada pierdo.
-Buena idea. Podemos viajar juntos, también iré por mis cosas para quedarme aquí definitivamente ¿Qué dices?-pregunta Robert.
-Me parece bien. Más vale compañero arrogante conocido en el avión que viajero desconocido. A un desconocido no le puedo quitar la comida que de la azafata-bromea Reindert y ahora el abogado es quien ríe.
-¿A dónde iban tú y mi hijo?-pregunta al fin.
-A comprar pasta y a despejar mi mente. Quería sobornar a Serena escribiéndole yo una parte de su análisis morfológico del swahili para que cocinara pasta de queso, muero de ganas-comenta ella.
-Pues, le tengo noticias, señorita lingüista caprichosa, aquí su servidor, como si no fueran muchos los talentos que derrochó en él la naturaleza, sabe cocinar pasta de queso-presume Robert.
-¡De verdad! ¡Genial! Entonces sin molestar a Sere ni al pobre de Owen que sigue durmiendo, cocínala tú-ordena ella y se pone de pie alargando su mano al abogado-vamos a comprar la pasta-el muchacho sonríe de lado pero sí toma su mano para levantarse.
-A veces es irritante como das órdenes al mundo ¿Sabías?-cuestiona el chico.
-Si sabía-responde ella y un momento los dos sonríen sin soltar sus manos-creo que será divertido-comenta Reindert soltando la mano del chico y bajando las escaleras con el perro para recoger la lata que pateó del suelo.
-¿Qué cosa?-pregunta Robert guardando las latas cerradas en una bolsa y bebiendo lo que le quedaba de la abierta.
-Que vivas aquí-dice sin más la muchacha y tira la lata en el bote de basura del pasillo, dándole la espalda. El abogado, aún en el escalón, sonríe y mira a la joven de cabello oscuro con un brillo diferente en sus ojos oliva, uno que ella no nota.
-Eso creo también-concluye el joven bajando y tirando la otra lata-ahora vamos por la pasta, y me vas a ayudar a prepararla para que aprendas, ni creas que cocino gratis.
-Hecho-acepta Reindert y los dos jóvenes con el perro se alejan riendo y charlando hacia el ascensor…
LA DESPEDIDA…
Eran las dos de la madrugada del mismo día en que los niños se fueron. Owen de Burgh iba saliendo de su habitación, vestido con pantalón de mezclilla, blusa gris, chamarra negra y una bufanda en su cuello, jalando su maleta. En la puerta del departamento, Robert de Burgh le estaba dando otras maletas grandes y más pesadas al taxista del aeropuerto y cuando vio salir a su hermano se acercó.
-Ya todo listo, tus instrumentos musicales están en el taxi, hermano-dice el abogado.
-Gracias, Robert…¿Reindert sí se durmió en la cama de Tris?-pregunta Owen.
-Claro. En cuanto se lo sugerí aceptó. Parece que con Serena no duerme mucho hace días y no puso objeción a dormir en el cuarto de los niños-asegura el.
-Muy bien, entonces iré a dejarle esto-señala Owen dos cajitas de cartón pequeñas que lleva en la mano. Robert lo mira y niega con la cabeza.
-¿Estás seguro que haces lo correcto yéndote así?-pregunta.
-Lo hago-responde Owen con decisión-por favor lleva mi maleta al taxi, solo le dejo esto y bajo-observa el músico. Robert asiente y toma la maleta de la mano de su hermano alejándose hacia la puerta de la calle.
El muchacho de cabello oscuro camina por el pasillo con las dos cajitas de cartón en su brazo, y abre con cuidado la puerta de la habitación de Serena, donde antes dormía con Reindert. En esos momentos agradece que la rubia tenga sueño pesado porque eso le permite dejar abierta la puerta, entrar y dejar ambas cajitas sobre el buró al lado de su cama. Luego busca en el bolso de su chamarra la USB negra y la deja sobre las dos cajitas. Un momento, Owen mira a la muchacha dormida y sonríe.
-Adiós, Sere, sé muy feliz…gracias por todo lo que me enseñaste-musita Owen, se inclina y besa con mucha suavidad la frente de la rubia que no se mueve ni se despierta. Después da media vuelta y sale con el mismo cuidado de la habitación, cerrando la puerta.
EL MENSAJE…
El celular de Serena suena con el tono de despertador a las ocho de la mañana, y una adormilada rubia se estira en las sábanas buscando a tientas el móvil, el cual toma y apaga.
-¡Por la Rana René!...las ocho…no debí prometerle a Frich acompañarlo a desayunar a IHOP en domingo, muero de pereza…-se endereza la chica y bosteza. Luego mira los mensajes de su novio.
"Buenos días, mon amour, ¿lista para nuestro desayuno? Muero de ganas de verte. Frich"
Serena sonríe a pesar de toda la pereza que la invadía.
-Definitivo un solo mensaje de mi amado Friederich alegra hasta el peor día-comenta ella con voz más alegre y baja de la cama, respondiendo el texto.
"Buenos días, querido mío, despierta y lista para desayunar con el hombre de mi vida. Nos vemos a las 8:30 en el IHOP, te amo"
Después, la muchacha rubia se acerca al armario para buscar su ropa y toalla, e ir directo al baño, cuando dos cajas de cartón que estaban sobre su buró llaman su atención. Con la toalla al hombro, llega a la cama y se sienta de nuevo sobre esta, viendo además una USB negra sobre las cajas. Toma la memoria y la deja a un lado, y curiosa abre las cajas con logotipos de "Minute Maid" abre la primera y dentro, envuelta en plástico de burbujas, hay una taza morada de florecitas pequeñas de "Hello Kitty".
-¡Por la Rana René!...¡La taza del 50 aniversario de "Hello Kitty" de la promoción de TV de "Minute Maid" –emocionada la rubia, quien enseguida abre la otra cajita sacando otra taza con la famosa gatita vestida de ángel con nubes azules-¡Pero cómo es posible!...los dos modelos…¿Quién me los consiguió?-emocionada Serena mirando las dos tacitas. Luego mira la USB e intrigada camina hacia su laptop encendiéndola-el único que pudo conseguirlas porque me estaba ayudando a juntar los stickers del jugo era Owen…sí…tuvo que ser Owen-comienza a deducir ella mientras prende la máquina-tengo que agradecerle antes de irme, ¡Qué lindo! y pensar que aún no le digo que ya soy novia de Friederich, debería haber un manual sobre "Como romperle el corazón a un chico lindo sin mucho daño"-observa la muchacha y conecta la USB-¿Un archivo de música?-intrigada ella y abre el archivo, que rápidamente es leído por el reproductor de la computadora.
El sonido de un piano comienza a escucharse y Serena sube el volumen de la laptop, entonces la voz entonada y varonil de Owen de Burgh comienza a sonar en una bella interpretación y melodía acompañada del piano…
Sabes ya sé que te vas,
esa idea o locura hace tiempo
que tienes en plan...
blanca bandera de paz y aunque a veces
ingenua tu alma decide alzar.
Que nadie te diga que no,
ni siquiera este tonto,
que a veces le falta valor...
Si te vas, mira adelante,
solo adelante, no mires atrás
si te vas, no tengas miedo,
sigue tu vuelo de libertad, de libertad…
Serena escucha aquellas palabras de la melodía cantadas por Owen, y no necesita de más para comprender lo que estaba pasando. Cada frase, cada tono en el que el joven cantaba, le estaba abriendo una verdad a su alma que era indudable: ¡Owen ya sabía! Owen estaba enterado, aunque no dio muestra alguna de saberlo…
Milagros ya habrá que esperar,
mas tus Santos son tantos
que sabes que no fallaran.
Nunca pierdas la Fe
porque aquello por lo que has luchado
lo vas a tener.
Que nadie te diga que no
ni siquiera este tonto,
que a veces le falta valor.
Si te vas, mira adelante,
solo adelante, no mires atrás
si te vas, no tengas miedo,
sigue tu vuelo de libertad... de libertad
de libertad…
La muchacha rubia termina de escuchar la única melodía que estaba adentro de esa USB, con lágrimas corriendo por sus mejillas, en un silencio revelador que no dejaba lugar a dudas del sentido de esa canción. Owen se estaba despidiendo.
Sin esperar más, Serena salió corriendo de su habitación y abrió la puerta de la de Owen, viendo la cama hecha. Entró y buscó en el armario las maletas y su ropa, viendo que no estaban estas y faltaba mucha ropa. Sin pensarlo mucho salió al pasillo y caminó hacia el comedor, donde Robert y Reindert estaban tomando cereal con leche.
-¿A dónde fue Owen?-cuestiona la llorosa rubia al joven abogado que la mira en silencio y deja de comer-¡Robert! ¡A donde se fue mi Owen!-exclama Serena con fuerza.
-A intentar rehacer su vida lejos de aquí, Serena. Perdona que no pueda decirte a dónde pero le prometí que de momento nadie lo sabía. Por favor entiende. Mi hermano necesita tiempo lejos para recuperarse de la pérdida de los niños y…-Serena camina hacia el desayunador y se sujeta del brazo de Robert.
-Él sabía de lo mío y Friederich, ¿Verdad?-pregunta ella.
-Si-responde el abogado-te escuchó hablar con Reindert el viernes en la noche, pero no quería que lo superas. Prefirió hacer las cosas a su modo-responde Robert. Serena suelta su brazo y limpia sus ojos con la toalla que lleva al hombro.
-Sere…¿Estás bien?-pregunta preocupada Rei.
-Sí, claro, estoy bien. Me daré un baño, voy a salir a desayunar con mi Frich y es posible que no regrese hasta la noche así que no me esperen ni me hablen. ¡Buen provecho chicos!-sonríe Serena con una alegría demasiado exagerada y da media vuelta corriendo a su habitación, cerrando esta con un portazo.
Reindert y Robert se miran desconcertados.
-¿Qué fue todo eso?-cuestiona el abogado-¿de verdad estará bien?-duda el joven. La muchacha de cabello negro suspira.
-Si…supongo que sí. Y si no, no tiene más opción, ella eligió esto, Robert-terminante la pelinegra. El muchacho asiente-ahora date prisa en terminar porque si no, no llegaremos al partido de Rugby-da por cerrado el tema la joven de ojos amatista.
-Como ordene-bromea Robert ganando la risa de la pelinegra. Dentro del baño de su habitación, Serena abre la llave del agua y se mete a bañar, pero en cuanto el agua helada cae sobre su cuerpo, ella misma se abraza, se recarga en la pared del baño, y llora, llora con fuerza, sin entender de donde le había salido toda esa amargura y todo ese sentimiento, y mientras llora, en su mente se recrean las palabras de la última melodía que le regaló Owen de Burgh…
Si te vas, mira adelante,
solo adelante, no mires atrás
si te vas, no tengas miedo,
sigue tu vuelo de libertad... de libertad
Walpole Apartments, Mayfair, Londres. Diez meses después.
La bella muchacha de cabello rubio y gafas estaba sentada en la mesa del elegante comedor, tecleando algo en su laptop mientras escuchaba música de violín. Muchos libros estaban diseminados en la mesa pero ella no leía ninguno, estaba como absorta escribiendo algo, sin prestar la mínima atención a la bella vista de la ciudad de Londres que se apreciaba desde los ventanales de los lujosos apartamentos. Mientras tecleaba, una hermosa pulsera de diamantes y oro blanco pendía de su muñeca.
"Desde que soy pequeña, he tenido el mismo problema: La indecisión. Cuando tenía tres años no podía decidirme si usaba mi camisa azul o la morada, a los seis era incapaz de elegir si quería subir al columpio o a la resbaladilla, a los ocho no sabía si sería mi novio el Power Ranger rojo o el verde, a los diez no lograba elegir si quería helado de tiraminsú o francesca, y siempre que me veía ante una decisión así fuera mínima, entraba en ansiedad, elegía algo…y después me arrepentía de mi elección y pasaba horas ponderando ¿Qué hubiera pasado si…elegía la blusa morada, el columpio, el Power Ranger verde o el helado de tiramisú…
¿Por qué hago todo este recuento? Porque mi problema de indecisión creció con el paso de los años y se volvió un gran lío en cosas trascendentes. Al elegir mi profesión y decidir entre letras o administración hotelera, elegí esta última solo para darme cuenta que me había equivocado y en verdad había dentro de mí una escritora y no una administradora del gremio turístico. Pude rectificar y ahora estoy haciendo lo que amo, pero ¿Qué pasa en cosas del corazón donde no se puede rectificar cuando nos apresuramos a elegir? ¿Qué pasa si confundí un sentimiento intenso de gratitud y admiración con la palabra de cuatro letras y finalmente me di cuenta que esa palabra se fue volando junto con otra persona lejos de aquí?..."
El apuesto muchacho de cabello castaño rizado, abre la puerta del apartamento y deja su portafolio sobre un sillón, quitándose su saco y acomodando su corbata, vestido con traje gris, impecable, elegante y sonriente. Al llegar al comedor, vio a la joven rubia escribiendo con ímpetu y se acercó a ella por el respaldo de la silla besando su mejilla. La chica tiene un breve impulso al sentir el beso y minimiza la ventana en que había estado escribiendo.
-Buenas tardes, mon amour…¿Sigues trabajando?-pregunta el joven. Ella sonríe y besa la mejilla de Friederich.
-Ya estoy con el anteproyecto de tesis, sabes que no me gusta que se acumulen las tareas-responde Serena.
-Ocúpate de tu tarea, ma cheríe, yo preparo el almuerzo-ofrece el joven.
-No, para nada, Frich, puedo hacerlo yo-se niega ella-iba a hacerlo pero me abstraje escribiendo.
-SHHH...quiero consentir a mi chica favorita-toma el escritor su mano y besa su dorso-sigue trabajando, prepararé algo delicioso.
-Eres un amor-sonríe la rubia. El escritor belga sonríe y besa por encima sus labios.
-Me conformo con ser TU amor-asegura él. Serena sonríe pero no responde nada y lo mira alejarse hacia la cocina silbando y arremangando las mangas de su camisa azul cielo. Un involuntario suspiro escapa de ella cuando lo ve alejarse-por cierto, ¿Hablaste con mi madre? Estamos invitados a cenar en casa por el cumpleaños de papá.
-No me olvido, Frich, ya fui por la pluma fuente que mandaste grabar, la recogí al salir de la universidad y yo misma la envolví-responde ella-y también invitaron a Reindert y a Robert, me puso mensaje preguntando qué se le regala a un embajador-responde Serena volviendo a maximizar en su pantalla el documento que había cerrado. El joven belga ríe divertido.
-Esa Reindert es genial. Menos mal que va Robert, habrá interesante noche de ajedrez con papá-comenta el muchacho sacando del refrigerador unas verduras.
-Tengo doce mensajes suyos en el face pidiéndome consejo…le responderé-comenta Serena.
-Hazlo, ya sabes cómo se pone de ansiosa-responde Friederich, pero luego sonríe dándose cuenta que su novia se haya absorta viendo algo en la computadora y prefiere ya no interrumpirla, mientras sigue cocinando.
Serena por su parte había abierto una página de redes sociales, para leer los mensajes que su mejor amiga le había dejado y muchas fotos de camisas, cigarreras y calcetines para que le dijera cuales le gustarían a Sergei Nemadcky, pero los ojos azules de la rubia se detienen en un mensaje de la página de fans de Owen de Burgh. Un segundo Serena mira a su novio y este estaba muy absorto cantando y cocinando, así que se atreve y da click en la página para ver la foto que había subido el violinista, en donde estaba sentado en un estudio de grabación muy moderno, con unos audífonos en sus orejas y su violín eléctrico al lado de Alexander Rybak y una muchacha castaña que los abrazaba a ambos. La sonrisa de Serena desapareció cuando vio aquella foto y leyó lo que el joven había escrito en su página: "Porque no hay nada más digno de poner en notas musicales que el amor…"
Serena de repente sintió una fuerte punzada de dolor en su corazón, y una amargura profunda la llenó por dentro, tanto, que unas lágrimas se formaron en sus ojos azules y de repente, molesta y sin responderle a su amiga, cierra la página de internet, respirando con dificultad y conteniendo un sollozo, solo se retira las gafas y limpia casi con furia las lágrimas de sus ojos.
-Sere, ¿Te parece bien salmón al ajillo? Creo que tengo ganas de pescado…¿Serena?-pregunta Friederich y se asoma a verla.
-Si…si Frich, me parece bien…-responde ella a su novio sin mirarlo, de espaldas a él. El joven belga sonríe.
-Sigue trabajando, amor, ya no te interrumpo-responde el joven. La rubia sin embargo vuelve a abrir el documento donde había estado tecleando y regresa a escribir, de prisa y dejando salir todo lo que parecía que quería brotar de su interior por ese medio mágico de la escritura.
"Esta es la historia de como yo, Serena Myles, la mujer más indecisa del universo, perdió al amor de su vida por tomar una decisión apresurada. Esta es la triste historia de como yo, Serena Myles, estoy lastimando a otro hombre maravilloso día a día al no confesarle una verdad que hace mucho descubrí, y finalmente esta es la historia de como yo, Serena Myles, al tener delante dos caminos, igual que siempre…elegí el equivocado…"
FIN…
NOTAS FINALES: Si, al fin está aquí el epilogo. Tardé un día más porque se alargó la cosa pero no quería dejar cabos sueltos…¿O quizá sí? Bueno ya me dirán.
ME siento feliz de haber cerrado este proyecto que comenzó como un regalo para mi mejor amiga del mundo mundial y un experimento para mí al trabajar con una Serena que es protagonista absoluta de esta historia, conocer más a fondo este personaje en una versión fuera de SM me ayudó a reconciliarme con su esencia y estoy muy orgullosa del resultado.
La vida se construye de retos, y este lo fue para mí, sé que aprendí más de Serena Myles que de todas las Rei que he escrito en mi vida. Me divertí, probé algo nuevo, crecí como escritora y abrí una veta de historias que mi mente ya ha comenzado a entrelazar a partir de BIFURCACIÓN.
Definitivamente las historias que alguien como escritor recuerda haber escrito con más alegría, risas, cariño y diversión son las mejores y en mi caso hace muchos fics que no gozaba tanto escribiendo como con este.
Espero que mi amix, a quien va dirigido esto, por ser la que lo inspiró, este conforme, y si no me lo haga saber, porque finalmente de sus dos amores surgió este fic…¡TQM AMIX!
Igualmente gracias a todos los que leyeron, se enojaron, gritaron, insultaron o se rieron con los pensamientos raros de Serena y me acompañaron en este camino, gracias por su presencia y por asomarse a mi imaginación.
Finalmente, creo que ya habrán notado que mi cabeza no suele estarse quieta, así que no será la última vez que el fandom vea a Serena Myles, Owen de Burgh, Frich Nemadcky, Rei Griffiths, East…y Robbie… todo puede pasar...
¡GRACIAS A TODOS!
"Cuanto más complicado, mejor, cuanto más imposible, más bello"
LEONOR DE EBOLI.
P.D. La canción de Owen no es mía, es de Carlos Rivera y se llama "Si te vas" si alguien la quiere oír y buscarla en el famoso canal de videos, les recomiendo la versión acústica, es preciosa. ¡AU REVOIR!
