Rose lo miró sin expresión alguna en su bonita cara.
― No te puedo creer ― dijo finalmente, después de un largo silencio.
Scorpius se quedó callado, esperando la explosión que sabía iba a llegar en cualquier momento. Luego de unos minutos más, al fin explotó:
― ¡Eres tan imbécil! ¡No puedo creer que no se te ocurriera…! Ni siquiera tendrías que habérselo dicho a Zabini. Creo que fui muy clara cuando dije que no debías contarlo a N-A-D-I-E.
― ¿Me estás diciendo que tú no se lo contaste a Hartwell? ― dijo el rubio arrogantemente, convencido de que se lo había contado a su mejor amiga y que eso lo justificaría. Pero estaba equivocado.
― ¡NO! ― rugió Rose ―. Celia no sabe absolutamente nada. Te puedo asegurar que ese tema no ha salido de mi boca.
― Ah ― fue todo lo que pudo decir. Avergonzado, fijó su mirada en la ventana. Era un día horrible.
De pronto la escuchó hacer unos sonidos extraños. Estaba… ¿llorando? Preocupado, volvió su vista a la chica para encontrarla riéndose. Realmente lanzando fuertes carcajadas. Parecía no poder detenerse y unas lágrimas asomaban en sus ojos. Scorpius la miró incrédulo.
― ¿En serio? ¿¡Qué tiene de gracioso esto ahora!? ― preguntó indignado. Un momento lo hacía sentir como la peor basura del mundo y ahora se reía. ¡Se reía de él! Como se atreve.
― ¡Oh, Malfoy! ¡Es que eres tan idiota! ― respondió la pelirroja cuando pudo tomar un poco de aire, para luego volver a carcajearse.
― Bueno, muchas gracias ― dijo el chico, resentido. Rose lo ignoró y siguió riendo hasta que se calmó, mucho tiempo después.
― Ah… Ya, ya. Ya se me pasó, lo siento ― le dijo con una pequeña sonrisa, divertida con su enojo. En ese momento la pelirroja decidió que nunca se cansaría de meterse con su orgullo.
― ¿Y ahora cual es el problema? Creía que ibas a matarme, no humillarme.
― La cosa es, Scorpy, querido ¡que humillarte es mucho más divertido!
El rubio se encogió ante el apodo y la miró de mal humor, a lo que ella reaccionó lanzando una breve carcajada. Genial, más risas.
― De todas maneras, siguiendo adelante. No me importa lo que piensen los demás estudiantes, me importa lo que pasará cuando el rumor llegue a los oídos de mi familia. Obviamente pasará, no crearé falsas ilusiones. Pero tú, Scorpius, me vas a ayudar a que no lo crean. ― Rose le dedicó otra de sus deslumbrantes sonrisas y el rubio no tuvo más remedio que asentir como un idiota.
Y aquí vamos de nuevo. ¿Por qué me meto en estos problemas?
A/N: Bueno, ahora necesito su ayuda para seguir! ¿Qué piensan que Rose le dirá a Scor que haga para ayudarla?
En serio, ¿qué piensan? Yo no tengo idea...
Espero que les haya gustado!
Besos
Nate
