Ok, hola a todos, este es mi primer fic de Hey Arnold, los chicos están en la preparatoria y se enfrentaran a muchos cambios, aun hay mucho que explicar del pasado y el porqué algunas situaciones y personajes, pero todo se ira desglosando.

Quería tomar la historia con una Helga más apasionada, más rebelde, pero a la vez con mucho que aprender, sobre ella y su potencial para amar.

Espero les guste y espero comentarios y sugerencias.

Gracias.


Una chispa

Caminaba segura de sí misma, con paso firme y la furia en sus ojos, atravesando los pasillos de la preparatoria, sabia quien era su objetivo.

- ¡Estúpido cabeza de balón! – grito la rubia al divisar a su presa cerca del salón de ciencias.

Todos giraron a ver lo que ocurría, hacía tiempo que Helga había dejado de actuar como la niña psicópata de primaria y secundaria, pero al parecer se habían equivocado.

- Helga, que te ocurre – dijo el muchacho muy sorprendido.

- Oh, demonios tú sabes de que hablo – dijo estando enfrente de él, en su típica pose de mando, excepto que ahora su figura resaltaba de una manera más atractiva que amenazadora y su pantalón de mezclilla oscuro resaltaba sus caderas.

Ella se acerco mucho más a su rostro, unos cuantos centímetros los separaban, él pudo ver en sus ojos azules un fuego que quemaría a cualquiera, pero seguía sin entender que le ocurría o eso quería aparentar. De repente su expresión cambio a una de cansancio y lentamente se alejo de él

- Porque le dijiste a Bob que anoche me escape – sus palabras parecían un susurro y habían perdido el tono de reclamo.

- Helga yo … - por fin él había entendido todo – fue por tu bien no debiste ir a ese sitio y menos con ese chico – lo ultimo lo dijo con amargura

- Arnold, solo deja de meterte en mi vida, esto no es la primaria ni la secundaria, deja de fingir que nos cuidamos mutuamente – dijo sin apartar sus ojos de lo de él, no permitió que respondiera, se giro y se marcho.

Antes siquiera que Arnold pudiera procesar lo que le había dicho, la campana sonó e indico que debían entrar a su última clase.

La chica se alejo lo más pronto que pudo, evitando hacer contacto con cualquier curioso a su alrededor, en verdad estaba harta de estar siendo últimamente parte del cotilleo de la escuela, pero era su culpa, sus acciones (la mitad del tercer semestre) habían sido extremas y había pasado por tantos cambios, solo deseaba que terminara pronto.

A lo lejos vio a su mejor amiga, así que decidió acercarse, Phoebe había cambiado mucho a lo largo de los años, pero este año se veía totalmente diferente, había comenzado a usar lentes de contacto y había optado por un peinado a la altura de los hombros, e incluso había crecido aunque seguía siendo más pequeña que Helga.

- Hola – dijo Helga un tanto indiferente.

- Ya fuiste a reclamarle a Arnold – dijo sonriente.

- Si, espero que ese idiota se aleje de mi - dijo irritada.

- Bueno – dijo dudosa en preguntar - ¿Qué fue lo que paso anoche? ¿Cómo fue que hablo con Bob?

Helga no pudo evitar sonrojarse ante el recuerdo, no sabía si podría contárselo sin que su cabeza explotara de la vergüenza.

- Es simple, el idiota fue hoy en la mañana a decirle a Bob que me había escapado – dijo cerrando los ojos tratando de calmarse – estaría severamente castigada si le importara a Bob.

- Pero me imagino que al final fue una muy buena noche – dijo Phoebe después de un buen rato, tratando de aminorar la tensión de su último comentario.

- Oh, cállate – contesto avergonzada – te diré a la salida.

La última clase fue de matemáticas, Helga y Rhonda tenían esa clase juntas, así que la rubia no pudo evitar las mil preguntas que le hacía sobre lo sucedido en el pasillo, al parecer era la noticia del momento. Helga agradecía que la fiesta de anoche haya sido en un lugar fuera del círculo de chicos de la preparatoria.

- Demonios, princesa si tanto quieres saber ¿Porqué no le preguntas a él? - dijo a punto explotar la rubia.

- Sabes que no dirá nada, aparte esto es solo de chica a chica.

- Yo creo que no cariño – fue lo último que contesto antes que sonara la campana de salida.

A la salida estaba Phoebe esperándola, probablemente caminarían hasta casa juntas, en vez de tomar el autobús.

- Te diré, pero promete no enloquecer – dijo después de un largo tiempo en silencio

Flash Back

Eran aproximadamente las once de la noche, Helga había conseguido salir por su ventana sin que nadie la viera, no es que no lo hubiera hecho antes, era fácil ya que sus padres seguían ajenos a ella.

Doblo en la esquina de su calle y ahí estaba Lucas, recargado en su motocicleta. Para sus adentros pensó lo estúpida que probablemente era la escena, al estilo de película romántica, una chica y un chico huyendo bajo la luz de la luna.

Él llevaba unos jeans negros, camisa negra y chaqueta. Aun a la distancia y con sus cabellos largos y castaños cubriéndole los ojos podía sentir su mirada, observándola con los ojos verdes más profundos que había visto; por un momento se sintió avergonzada por su vestimenta, ella lucía un vestido azul marino entallado, unos 7 o 10 centímetros sobre sus rodillas dejando ver sus piernas largas y bien formadas, el vestido no tenía un gran escote ni mangas, llevaba un leve maquillaje, pero resaltando sus ojos azules con sombras y delineador negro, y claro el cabello rubio suelto.

Al estar frente a frente se saludaron con su habitual indiferencia, ya que no necesitaban más, para demostrarse el agrado de estar juntos.

Llegaron a un antro a las afueras de la ciudad, lugar donde se juntaban todas las personas como él y Helga, o eso había dicho Lucas, chicos y chicas que no buscaban demostrar algo, que solo buscaban divertirse, tal vez no tan sanamente.

La música comenzó a invadir cada sentido y cada parte de Helga, en verdad el lugar era grandioso, pensó. Caminaron tomados de la mano hasta llegar a la barra, esto la puso nerviosa, pero sabía que era para no perderse entre el mar de gente.

La chica dio un rápido vistazo a las personas a su alrededor, había todo tipo de personas, pero se asusto un poco al enfocarse en una mesa en la esquina izquierda, al parecer unos chicos estaban… drogándose o eso parecía. No es que ella fuera una arrepentida, pero era algo que no esperaba ver de manera tan pública.

- Que quieres beber – dijo Lucas casi gritando debido a la música, sacándola de sus pensamientos.

- Cerveza – grito también.

- ¿Enserio?– dijo esperando que ella pidiera alguna otra cosa – tu mandas cariño.

La noche siguió sin problemas, la música era tan hipnótica que Helga no pudo aguantar más tiempo sin bailar, así que tomo la mano de Lucas y lo arrastro a la pista, en verdad la estaba pasando de maravilla, Lucas había cumplido, él era un gran bailarín y la confianza que le tenía al chico hiso que no se sintiera tan incómoda de tener que bailar pegada a alguien, hace poco había descubierto lo que podía causar en los chicos, así que siempre evitaba ciertas situaciones, pero él era diferente.

Helga comenzó a beber sin miramientos, no le preocupaba marearse ya que no era la primera vez que lo hacía y entendida sus límites. Pronto Lucas llego con dos botellas y un grupo de chicos y chicas, al parecer eran amigos de él, se los presento e inmediatamente le simpatizaron, Lucas tenía razón, la gente en ese sitio era diferente a cualquiera que ella hubiera conocido, eran abiertos, alegres y sin reservas, ella por fin se sentía en su sitio.

Dieron las tres de la mañana y Lucas le anuncio que era hora de irse, el día siguiente era jueves y tenían clases, Helga acepto sin refunfuñar. Después de unos minutos por fin se encontraban en la salida del lugar, la música aun salía de la puerta y parecía tener aun un efecto en Helga, ella estaba feliz.

- No querías irte, no es así cariño – dijo Lucas en tono juguetón

- Oh, cállate – dijo dándole un leve golpe en el hombro - es tu culpa por traerme aquí.

Helga intento seguir caminando, pero uno de sus tacones se había atorado y casi cae al suelo, si no es porqué Lucas en el último momento logro sostenerla por la cintura. Sus rostros habían quedado a unos centímetros de distancia, ambos podían sentir la respiración del otro. Lucas comenzó a recorrer el rostro de la chica con sus bellos ojos verdes, esto la puso nerviosa. Helga sintió que sus piernas le fallaban, estaba totalmente perdida en su mirada, había dejado de oír la música, solo podía sentir su corazón palpitante, pensó que no volvería a sentir esa chispa en su interior, creyó haber estado muerta, lentamente cerró los ojos preparándose para lo que viniera, cuando alguien rompió la calma.

- ¡Helga! – grito a todo pulmón una figura que se movía entre la gente de la entrada.

- ¿Qué demonios? – dijo Lucas, al mismo tiempo que giraba a ver quién era el chico, pero sin soltar a Helga que también buscaba al dueño de la voz

Por fin había llegado a ellos, empujando a todo aquel que se pusiera en su camino, estaba el chico que había gritado su nombre, se veía cansado, desaliñado y extremadamente furioso, pero aun así sus ojos azules mostraban una pizca de temor.

- Arnold – finalmente dijo Helga, soltándose poco a poco de Lucas, para ella era como ver a un fantasma.

- Que te ocurre muchacho, estás loco –dijo Lucas en tono burlón y de superioridad.

- Vine por Helga – dijo Arnold, sin dejar de mirar fijamente a Lucas, el cual solo pudo soltar una gran y fuerte carcajada.

- Que te hace pensar que ella se irá contigo – dijo empujando levente el hombro de Arnold.

- Créeme ella no está a salvo aquí contigo – por fin fijo su mirada en la chica rubia que parecía asustada y atónita – enserio Helga, no ves lo peligroso que es – su voz tenía un tono de reproche

- Diablos, déjala en paz – dijo Lucas, volviendo a empujar al chico para poder caminar a su motocicleta, junto a Helga.

- Deja que ella decida – grito el rubio antes de que se alejaran – Helga pensé que tenias voluntad propia.

Esa última frase saco a Helga de su aturdimiento, se soltó del agarre del chico castaño y se giro lentamente a Arnold, con un paso seguro y amenazante, moviendo ligeramente sus caderas como solo ella sabía hacerlo, en sus ojos había un destello de burla combinado con maldad y reproche, le estaba sonriendo.

- Te crees la gran cosa para venir aquí a juzgar lo que esta gente y yo hacemos ¿No? – ni siquiera permitió que el chico respondiera – tal vez no todos seamos perfectos como tu Arnoldo – fue la primera vez que ese sobrenombre en verdad pareció dolerle – enserio crees que decidiría a irme con alguien como tu – esto último lo dijo mas serena, pero su voz era fría y cortante.

Después ella se giro y siguió a Lucas, en pocos minutos estaban en marcha a su casa. Arnold no se había movido de su lugar en todo ese tiempo, tenia aun la vista perdida en el lugar donde había estado Helga, mirándolo con esos ojos azules que sorprendentemente parecían tener tanta vida, tanto fuego y por primera vez en mucho tiempo sintió algo en su pecho, como si hubiera sido apuñalado mil veces hasta desangrarse.

Fin de Flash Back

La chicas seguían caminando, pronto llegarían a casa de Phoebe y hace rato Helga había terminado su historia, solo esperaba que Phoebe no lo tomara a mal.

- Tiene razón, te arriesgas a que les ocurra algo – soltó finalmente Phoebe,

- Lo sé, pero todo lo prohibido y peligroso es más divertido – dijo Helga, tratando de sonar divertida, no podía enojarse de que Phoebe se preocupara por ella.

- Como Lucas ¿eh? – dijo risueñamente – pero aun así, no debería ir a lugares así

- No lo sé- dijo un tanto deprimida la rubia.

Por fin llegaron a casa de Phoebe y se despidieron, aun faltaban unas cuadras mas para que Helga llegara a la suya, así que tenía tiempo de pensar un poco en lo que haría con Lucas, el chico simplemente no se había aparecido en todo el día, no asistían a las mismas clases, él era un año mayor, pero se le hizo extraño no verlo por los pasillos, él solo le había mandado muchos mensajes con caritas y diciendo que sentía mal por haberla puesto en aquella situación.

Cuando por fin llego a su casa, no espero ver justamente a ese chico esperándola en las escaleras de la entrada, pero no podía huir, porqué ya la había visto y porque ya no tenía diez años como para correr cuando se sentía acorralada; él la miraba con sus ojos azules, esperando a que ella se acercara.


Gracias por leer hasta el final, espero me den una oportunidad, espero sus comentarios, Muchos besos ;)