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Algo entre nosotros.
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*CAPITULO TRECE/FINAL*
Ese día; especialmente estaba haciendo mucho frio. Por lo que al decidir que sería bueno caminar un rato, se puso un abrigo un poco grueso y una bufanda que le cubriera. No sabía porque, pero tenía un presentimiento que le provocaron esas ganas de salir un rato. Además de que ciertamente, no había hecho nada en todo ese mes.
Aburrido era la palabra exacta con la que se describiría su estado de ánimo.
Se acomodó bien la bufanda y deslizo la puerta. Enseguida el aire frio golpeo su cara, haciendo que el cambio brusco de ambiente –ya que dentro se casa no estaba tan helado- le quitara el aire por unos segundos. Camino hasta las escaleras, listo para empezar a bajarlas, hasta que se detuvo de forma un poco brusca.
Esa cabellera castaña, esos ojos verdes… ¿En verdad era él?
Se quedó estático por unos momentos, esperando que el otro lo notara, pues este mantenía la cabeza gacha, mientras se encargaba de subir las dos maletas que subía por las escaleras con ayuda de ambas manos.
-…..Makoto…..
El más alto, al escuchar su nombre pronunciada con una voz que conocía de sobra, levanto su vista. Viéndolo. No esperaba verlo tan pronto, pensaba que tal vez se verían una vez que ambos entraran de nuevo a clase.
-Haru…
-¡Makoto!
Este sin siquiera tener consciencia de lo que iba a hacer, y sin tomar en cuenta de que se podrían caer, bajo lo que le separaba del castaño y se abalanzo sobre él, rodeándole entre sus brazos y sorprendiendo al otro por lo que estaba haciendo el más bajo. Pocas veces hacia algo como eso, pero el no haberlo visto en semanas lo justificaba.
Realmente no quería hacerlo pero con sus manos empezó a tratar de separarse de Haru, haciendo que este último lo soltara de forma lenta, no queriendo acabar con el abrazo.
-Lo siento…..yo…
-¿Quieres entrar? Está haciendo bastante frio y no quiero que pesquemos un resfriado.
Era demasiado evidente que estaba siendo cortante, le molestaba que ni quiera se prestara a no restregarle ese tono de voz molesto. Mako abrió con sus llaves la puerta de su casa, invitándolo a pasar de nuevo. Ahora ya sabía porque ese presentimiento. No quería perder la oportunidad de arreglar las cosas.
Entro, cerrando la puerta a su paso, ya que el otro había caminado a donde, recordaba, estaba la cocina. El por otro lado, fue hacia la sala, sentándose en uno de los sillones que había en esta.
Al poco tiempo, vio llegar a Makoto de la cocina, con dos tazas en las manos.
-Aquí tienes, para el frio.
-Gracias…
Era bastante incomodo el estar de esa forma pero ningún de los dos sabia como disolver ese ambiente tan tenso y a la vez tan incómodo. La última vez que se vieron no fue precisamente algo que quisieran recordar ni mucho menos de lo que quisieran hablar. Makoto se removió en el sillón, pensando que sería bueno ir por un poco de más café, ya que, al no tener nada que hacer, se lo había tomado todo. Estaba a punto de pararse cuando la voz de Haru lo detuvo.
-Yo…. Quería explicarte todo…. Y pedirte una disculpa por lo que hice….
Se le quedo viendo por unos segundos. Segundos en el que la mirada azul de Haru tampoco se despegó de la mirada esmeralda de él.
-Está bien, te escucho.
Así, pues, le dijo todo. Absolutamente todo. La razón de porque los encontró a él y a Rin besándose, lo que sintió cuando le dijo que habían terminado, cuando se encontró con Rin en la noche y este le invito a tomar, el haberse dejado llevar cuando estuvo tomado. Todo.
Y Makoto escucho todo.
Aun cuando le dolía escuchar algunas partes y otras donde se molestaba, escucho sin decir palabra alguna, solo escuchando atentamente. Y una vez que el de ojos azules termino de hablar, la sala en donde se encontraban volvió a quedar en silencio. Makoto meditando lo escuchado y Haru esperando una respuesta a lo dicho.
-Yo… Lo dije todo, así que tal vez ya no es necesario que este aquí. En verdad es un alivio el poder disculparme por todo lo que te hice.
Sin más, se dirigió a la puerta para poder salir. Había esperado obtener una respuesta por parte del más alto, pero al parecer no iba a tener una. Tomo la perilla y se dispuso a abrirla, pero al instante una fuerza superior hizo que se cerrara. Makoto cuando verifico que la puerta estaba cerrada paso ambos brazos alrededor de la cintura de Haru. Escondiendo su cabeza entre en el hueco que había entre el cuello y el hombro.
-No puedo decir que lo voy a olvidar….pero algo es claro, y es que te amo. No sabes cuánto miedo tenia de verte de nuevo, porque el que actuó mal, al final, fui yo. No te deje hacer nada y solo por el miedo que tenía en esos momentos. Yo también te pido una disculpa.
Con una de sus manos tomo la bufanda que aún estaba usando el más bajo, deslizándola de una forma lenta, provocándole unas ligeras cosquillas por el pelaje de esta. Empezando a repartir pequeños besos por el cuello. Lo tomo por las caderas e hizo que se girara hacia él, ambos viéndose fijamente y Mako acercándose de forma lenta a los labios de Haru. Un pequeño roce fue lo único que sintieron sus labios contra los contrarios.
-Te amo…
Juntaron sus bocas de forma lenta, como si esa fuera la primera vez que se besaran, recordando en ese tierno acto el sabor de los labios del otro, su textura y el sentimiento de paz y calma que sentían cada que hacían eso.
Con palabras silenciosas; Makoto dio unos pasos hacia atrás para después tenderle la mano a Haru, sabiendo lo que le pedía, sabiendo lo que seguía. Tomo la mano, y sin soltarse, subieron las escaleras que sabía que le dirigían al cuarto del más alto.
Cuando ambos estuvieron en la recamara, empezaron los besos mucho más intensos. Empezando una batalla de lenguas donde se atacaban con todo, sin dejarse ninguno de los dos. Dando pasos torpes, con los que estuvieron a punto de caer un par de veces. Pero sin separarse en absoluto. ¿Y cómo hacerlo? ¡Era imposible! Pudo haber sido solo un mes pero para ellos había sido más que eso. El estar acostumbrado a la presencia del otro no les permitía estar mucho tiempo separados. Era como si algo dentro de ellos le hiciera sentir la sensación de vacío cuando no estaban juntos.
Makoto topo contra lo que se suponía, era el borde de la cama, sentándose en este, haciendo que Haru se inclinara para poder seguir besándose. La falta de aire hizo acto de presencia por lo que se separaron. El castaño aún estaba sentado sosteniendo de las caderas al otro que no parecía querer ir con a la cama. Vio, poco después, como se inclinaba en frente de él. Mirando hacia abajo cuando lo hizo.
Haru, se levantó un poco, para así poder alcanzar la boca del otro –que aún estaba confundido por la posición en la que estaban- y darle un corto beso. Poco después empezó a repartir besos por su cuello, quitándole el abrigo que traía junto con la camisa, dejando todo el torso desnudo. Besando también este. Llegando finalmente a lo que sería su destino: el pantalón.
Al tratar de retirarlo, jalando de el con las manos, pero al hacerlo Makoto volvió a la realidad, deteniéndolo.
-¿Q-que haces?.- Pregunto un poco desorientado.
-No es necesario que lo diga, ¿o sí?
-P-pero….
-La vez pasada lo hiciste tú, ahora me toca a mí.
Sin dejarle decir más, le dio un leve empujón para que se recostara en la cama, y el, volviendo a su tarea de antes, retiro los pantalones negros del más alto, llevándose también la ropa interior. Dejando salir también la erección de este. Dirigiendo su boca ahí, empezando a lamer la punta para después engullirlo totalmente con su boca, sacándole gemidos quedos al castaño.
Ansiando más contacto, Makoto llevo sus manos hacia la cabellera de Haru, empezando a establecer una velocidad, haciéndole subir y bajar más rápido. En un momento dado Haru, aun sin dejar de hacer lo que estaba haciendo, elevo su mirada, encontrándose con la de Makoto. Este último jamás olvidaría una vista como la que tuvo en ese momento, era de lo más excitante.
Después de un momento, tomo a Haru para levantarlo y besarlo, quitándole sus ropas en el proceso, dejándolo totalmente desnudo. Tomándolo de las caderas para posicionarlo sobre sus piernas, haciendo rozar sus miembros erectos. Llevando una de sus manos hacia el trasero de este; para luego empezar a introducir unos de sus dedos, escuchando un pequeño jadeo de sorpresa por eso. Con la otra mano que tenía desocupada, tomo ambos miembros y empezó a masturbarlos, escuchando los constantes gemidos y jadeos que soltaba Haru.
Metió un segundo dedo, uniendo y separándolos como tijeras. Una vez estuvo seguro de que estaba bien seguir lo levanto un poco y empezó a introducirse lentamente. Dando leves embestidas para entrar más rápido.
-Estas…menos estrecho…que la última…vez...
Un color rojizo se apodero de sus mejillas.- Ahhh…C-callate…
Las embestidas se volvieron cada vez más rápidas y más profundas. Cambiaron de posición poco después; Haru se colocó debajo y Makoto arriba, entre las piernas del más bajo. El primero enredando sus piernas alrededor de la cadera de Mako. Tomo con una de sus manos el miembro del de ojos azules, masturbándolo al mismo tiempo que las embestidas se hacían más rápidas.
Sintiendo como el orgasmo estaba a poco de llegar, tomo entre su mano la de Haru, entrelazando sus manos e inclinándose hasta alcanzar la boca de este último. Dándole un beso al momento en el que sintió como Haru se venía en su mano. Las contracciones en la entrada de este le hicieron venirse a el también; dejando su semilla en el interior del otro.
Sus respiraciones irregulares era lo único que se escuchaba puesto que la casa de Makoto en ese momento se encontraba totalmente vacía, exceptuando solo a ellos dos. Salió del interior del de menor estatura y se recostó a un lado de él. Atrayéndolo con sus brazos para que se recostara sobre su pecho.
-Haru, yo….
-Shh…siempre eres el primero que lo dice.
Pareció un poco dudoso y avergonzado de decirlo y lo supuso cuando, a pesar de que estaban prácticamente a oscuras, vio un sonrojo en sus mejillas.
-….T-te amo…
Sintió como las sabanas que se habían puesto para cubrirse eran estrujadas con fuerza, dirigió su vista y vio como Haru tenía la cabeza hundida en su pecho y la sabana. Rio ante eso.
-Sabes que yo también…
Siendo vencido por el cansancio, cerró sus ojos y poco a poco se fue haciendo víctima de Morfeo. Quedándose totalmente dormido.
….
El incontrolable frio que tenía lo despertó por completo y tratando de entrar en calor, tomo las sabanas, jalándolas pero sin que estas cedieran. Giro su vista a un lado y se dio cuenta de que Haru estaba enrollado en ellas, manteniéndose calientito. Mientras que él se congelaba por el frio de esa mañana.
Se le quedo mirando buen rato, a pesar de que tenía frio. Y se puso a pensar en todo lo que había pasado. Desde que se habían vuelto pareja los problemas no dejaron de venir, aunque bueno, eso no quitaba los maravillosos y lindos momentos que paso con el de ojos azules.
Jamás se arrepentiría de haberse enamorado de él.
Sus ojos azules, con ese toque de misterio como el que tiene el mar que te provoca querer saber más de él; su nariz respingada, sus labios de un color rosa pálido; convertidos en una línea la mayoría del tiempo, el cabello azulado –casi negro-, y muchas otras cosas que tardaría en decir.
A veces se preguntaba que era en lo que se había fijado Haru en el. Pero realmente no le importaba. Con que lo amara estaba bien.
Poco después volvió a la realidad, al escuchar la alarma de su celular que le decía que se le hacía tarde para ir a la escuela. Se levantó y antes de meterse al baño empezó a sacudir a Haru para que se despertara. Se bañó lo más rápido que pudo y después obligo a que el otro lo hiciera también. Una vez alistados comieron y se dispusieron a salir de ahí.
Cuando abrió la puerta Makoto, vio cómo su madre estaba fuera de la casa, con la mano dirigida, a lo que supuso, era la perilla de la puerta.
-¡M-mamá!
-¡Oh! Makoto…. y Haru-chan también….
-Veo que ya van de salida.- Dijo su padre.
-Sí, se nos hizo tarde….
-¡Hm! Algo me dice que tendré que limpiar tu cuarto, ¿eh~?.- Su madre le dirigió una mirada un poco burlesca y al poco tiempo escucho la risa de su padre. Algo le decía que el también sabía de su relación con Haru.
-¡Mama!
-Vamos querida, déjalo. Aprovecho sus horas mientras la casa estaba vacía.
-¡Papa!.- Sus mejillas seguramente estaba totalmente rojas.
-Está bien, está bien. Anda, ya vete, que se te hace tarde.
-¡Hm!
Tomo a Haru de la mano, queriendo salir lo más pronto posible de esa situación tan vergonzosa. Giro su vista hacia el más bajo, pues este no había dicho nada; solo se había quedado callado. Este tenía una pequeña sonrisa sobre los labios y un mini sonrojo en sus mejillas. Contagiado por su sonrisa, el también rio. Al final, era un poco divertido.
Al llegar a la escuela, distinguió que fuera de esta se encontraba Rei y Nagisa. Seguramente esperándolos a ellos. Y no se equivocaron. En el minuto en el que Nagisa los vio se lanzó a ellos dos, haciendo que cayeran al piso. Algo que no le importo al rubio que aún seguía encima.
-¡Los extrañe mucho! ¡Mucho!
De algo pareció darse cuenta el rubio pues se quedó en modo pensativo unos minutos. Cuando su mente hizo click se le s quedo mirando a Haru y a Mako como si hubiera descubierto algo.
-¡Vinieron juntos! ¡Eso quiere decir que se arregló todo! ¿Verdad?
Los aludidos se miraron por unos cuantos segundos y después volvieron su vista hacia Nagisa.
-Sí, se arregló todo.
…..
Cuando sonó el timbre que anunciaba el inicio de las clases Nagisa y Rei se despidieron de ellos dos para poder dirigirse a su respectiva aula. Cuando quedaron solo, caminaron hacia su salón, con pasos lentos. De un momento a otro sintió como una mano se colaba en el abrigo que llevaba y sabiendo de quien se trataba la tomo, entrelazando sus manos.
Siempre fue de pocas palabras. Pero esas pequeñas acciones que hacía con él y para él, simplemente eran las más hermosas.
Nunca se cansaría de decirlo…
….Jamás se arrepentiría de haberse enamorado de él.
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N/A: ¡YYYYYY AQUÍ EL FINAL! Si queridas y queridos lectores, aquí termina esta bella historia de amorsh (?) Espero que el final les haya gustado tanto como a mi :D! ¡Ah! También les tengo una noticia que tal vez a nadie le importa pero…. ¡Mañana cumplo años! ¡YEEEI! Sip mañana cumplo años así que le quisiera pedir un favor… ¡Ayúdenme a llegar a los cien reviews! Para mi seria uno de los mejores regalos.
Bueno, bueno, dejando todo eso de lado…. ¡Mil gracias por haberme acompañado a lo largo de todo este tiempo! ¡Y también de sus maravillosos reviews!
Tal vez nos volvamos a leer a finales de Diciembre ya que tengo una historia planeada. Pero quiero tomarme un descanso un rato. De nuevo ¡Mil gracias! y aunque no quiera me tengo que despedir.
(Disculpen todos los errores de ortografía que tengo, pero ahora no tengo mucho tiempo para poder corregirlos)
¡Saben que las quiero mucho!
¡Besos!
