Mi intención era publicar esto antes de que el manga acabase y todo se confirmara pero… cosas que pasan. Mientras escribo esto aún no ha salido el capítulo final, pero si los spoilers, y no puedo decir que estoy especialmente contenta. Hay gente que si lo está y estará, y otra que no lo está y no lo estará o tal vez, con el tiempo si que lo esté. Estoy segura que cuando lea la historia completa el final me va a acabar gustando, pero ahsta entonces no puedo asegurar nada. Y os preguntaréis por qué escribo esto antes de leer la historia completa, ¿No?. La razón es porque quiero expresar lo que siento ahora mismo y que quede constancia, porque para mí, Naruto se ha llevado mi adolescencia y mi entrada en la vida adulta. Llevo siguiendo esta serie desde que tenía trece o catorce años, y ahora tengo veintitrés. No hace falta para ser un genio que llevo casi diez años en este fandom, y casi diez años siendo fiel a esta ship. No soy de las que pienso que el manga debería haber acabado en SasuNaru, ni tampoco en NaruHina y SasuSaku, como ha acabado sucediendo, pero sí que creía que Kishimoto podría haber dado otro final, algo menos como ha acabado.

En fin, el mundo de los fanfics no va a desaparecer, nunca lo hará y no debemos dejar que eso pase, así que aquí os dejo mi pequeño granito de arena. Dejo el final de una historia que comencé hace más de un año, pero que me ha ayudado a superar momentos duros por los que he pasado. Me ha ayudado a crecer como persona y como escritora, y ahora lo único que puedo hacer, mientras tengo lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta que no va a desaparecer ni ahora ni nunca, es daros un final. Un epílogo. Porque este fic se lo merece, porque todas vosotras es lo merecéis, porque las futuras lectoras también se lo merecen, y porque yo también me merezco tener mi pequeño rinconcito de paz. Todas nos lo merecemos.

Va por vosotras, ahora y por siempre.

Disclaimer:Naruto pertenece a Masashi Kishimoto. Yo solo uso sus personajes e historia sin ánimo de lucro.

Advertencias: Spoilers Capitulo 620 (Dejémoslo en 620 lo que sea o pocos anteriores…).


EPÍLOGO. AGARRARSE A UN CLAVO ARDIENTE

Su nombramiento como Hokage y su puesta en marcha como tal eran cosas distintas. Naruto ya lo sabía, y se había preparado para ello, pero jamás pensó que las cosas pudiesen demorarse tanto. Aunque si había algo positivo que sacar de aquello era que había tenido realmente tiempo para reflexionar, aprender, crecer, y ¿por qué no decirlo? Divertirse. Porque había algo que sabía, y es que cuando aceptase el cargo, el oficial, ese en el que tendría que llevar la túnica y pasar a formar parte de toda esa burocracia de la que nunca se había considerado fanático, era que habría de sacrificar parte de su diversión. Por no decir toda, o casi.

Pero había sido su elección, y no podía enfadarse con nadie por eso. A no ser que fuese con él mismo. Aunque no estaba muy por la labor, especialmente porque no podía estar enfadado consigo mismo y cumplir con sus obligaciones a la vez. Era una habilidad de la que carecía, y de la que supuso que no se adquiría con la práctica. O eres ese tipo de persona o no lo eres. No hay punto intermedio qué valga.

Toda la ceremonia que transcurrió en su nombramiento fue bonita, sentimentalista incluso. Cuando dio el discurso se le atragantó la voz, y sus palabras le sonaron extrañamente agudas, como si tuviesen que pasar y pelearse por un conducto que se estrechaba por momentos. Su voz era agua tratando de atravesar una presa, y sus nervios las rocas que se lo impedían. Dio las gracias, una y mil veces, y prometió que trabajaría duro para conseguir que el mundo ninja cambiase, o que al menos, se adaptase a su futuro. Dijo que era importante que aprendiesen de su pasado, y mientras se mordía la lengua para no dejar escapar la verdad tras ese mensaje, juró que trabajaría por conservar la tradición del nombre ninja. Del verdadero ninja.

Por la repercusión que tuvo su discurso en la Aldea durante los días posteriores supo que lo había hecho bien, o que al menos había conseguido ganarse el favor de la gente. No es como si no lo hubiera hecho ya, pero en las palabras de la gente había un tipo de conexión, de esperanza, de renovación. La gente estaba ansiosa por el futuro y lo que él les podía traer. Aunque a decir verdad, Naruto no sabía aún que vientos de prosperidad iba a traer, o como iba a hacerlo, o como iba ni siquiera a conseguirlo.

Durante unos días se permitió a sí mismo un tiempo de deliberación. Tal vez debería haber seguido aquél primer instinto que había tenido cuando todo había acabado, y era que no quería hacer las cosas mal, que quería prepararse para el momento y cuando ya lo supiese todo, lanzarse a por ello. La vida, por supuesto, no era tan condescendiente y no le dio tal oportunidad. Lo que sí que le dio fue un periodo de reflexión. Largo o corto, era algo que dejaba a su elección.

Resultó que fue largo, y también prospero. Cuando Naruto volvió supo que no era el mismo que había marchado, y también sabía que en su esencia era el mismo. Más maduro, más sabio, más constante. Y era extraño reconocerlo, igual que le resultó extraño volver a lo que había dejado atrás.

Jiraiya le dijo una vez que hacía falta perderse para encontrarse. Naruto se recordaba a si mismo diciéndole que entonces él ya debería saber quién era porque se había pasado toda su infancia perdido. En aquél momento su maestro le sonrió y lo acunó bajo su brazo, como una madre que acogía a sus pajarillos bajo su ala. Nunca volvieron a hablar sobre ello, y Naruto nunca supo si aquél gesto pretendía ser reconciliador o una forma de pedir perdón.

Lo curioso de aquello es que desde que comenzó a ser ninja nunca se sintió perdido. Siempre había tenido un objetivo en mente, algo por lo que luchar y esforzarse, y cuando obtuvo lo que sabía que era la recompensa de una vida, tampoco se sintió desamparado. Porque ahora tenía una razón a la que dedicarse en cuerpo y alma. Tenía una razón, y también tenía el apoyo para ello.

Cinco años, diecisiete días, trece horas y cuatro minutos. Ese era el tiempo exacto que había pasado desde su nombramiento oficial como Sexto Hokage hasta su toma de mando. Cinco años que aprovechó y exprimió hasta el máximo, y cinco años que invirtió en reconocer que todo lo que había visto hasta entonces era el preludio del verdadero trabajo. De la transparencia, del cambio. De la libertad. Del cumplimiento de un sueño propio y ajeno.

Dicho sueño y dicho cambio fueron lentos, tanto que para cuando la rueda comenzó a girar, la juventud no era más que un recuerdo lejano, una neblina que se alzaba y revoloteaba desde el suelo hasta las pesadas nubes que cubrían una Konoha que se resistía al paso del tiempo. Pero si el mundo a su alrededor cambiaba, había algo que no lo hacía, y eso era la vista que otorgaba la Gran Montaña, esa en el que la cara de Naruto ya no era la última.

Había algo mágico en el simple hecho de contemplar la figura recortada de Sasuke bajo el manto de estrellas y en lo alto de la estatua. Naruto no sabía lo que era, pero siempre había sido plenamente consciente de ello. Desde que lo vio por primera vez, pasando por su redescubrimiento, hasta ese preciso momento. También sabía que ese no iba a ser el último, pero en cierto modo tenía un regusto final, como si un capítulo se cerrase esa noche.

Sasuke siempre había estado ahí para él después de su promesa. Sorprendentemente, era una que había guardado celosamente y qué sólo incumplía cuando sus caminos divergían y eran incapaces de encauzarlos. Aunque como riachuelos que desembocan en ríos más grandes y después se funden en la inmensidad azulada, sus vidas seguían el mismo patrón. Y lo habían hecho ya durante años.

Por eso, que Naruto tuviese esa corazonada de finalidad no era algo que agradecer.

–¿Vas a quedarte ahí parado mirándome como el idiota que eres o vas a venir aquí?

Sus pies lo llevaron hasta él, y con la mano extendida al vacío, notó como su alma gemela la tomaba. Su vida, en ese momento, se alineó y Naruto sintió que la lucha verdaderamente había acabado.

Era algo hermoso y aterrador al mismo tiempo.


Sinceramente, no sé qué ha ocurrido con este capítulo. El día que comencé a escribirlo estaba de muy mala hostia (como habréis podido comprobar en la intro), y no me apetecía en absoluto escribir algo parecido a todo el fic. Lo mismo me ocurrió con el Prólogo, así que podría decir que he cerrado el ciclo xD.

Sé que durante todo el fic os he dicho que acabaría de pulir ciertas cosas en el epílogo, pero luego he pensado que no, porque eso daría pie a continuar la historia en esta misma y notaría que lo estaría forzando. Así que dejo aquí un epílogo extraño, que puede o puede que no recupere algún día. Pero lo cierto es que me gustaría ya de una vez escribir sobre el terrible canon que supone el Capítulo 700, o almenos intentar arreglar ese sinsentido que parecía metido a colador tras los magníficos 698 y 699. En fin, nunca llueve a gusto de todos, ¿eh?

Podríamos decir que este fic es muy especial para mí, porque me ha ayudado en muchos malos momentos. No suelo decir estas cosas, pero mientras escribía algunos capítulos no me encontraba anímicamente estable, y poder sentarme frente al ordenador y teclear era una especie de bálsamo. Los Capítulos con el POV de Sasuke me permitieron explorar al personaje, y también estos sentimientos míos de los que os hablo. Hay una frase especialmente que cuando la releo, recuerdo por qué la puse ahí y me siento contenta de haberlo expresado de ese modo.

Ha sido un largo camino, y me hubiese gustado poder seguirlo un poco más, pero creo que este final no está nada mal para lo que hemos estado leyendo. De todos modos espero escribir más sobre el fandom, y que nos reencontremos de nuevo en los reviews con muchas de vosotras. Sin más dilación paso a comentar y a daros las gracias por este magnífico viaje, (y a disculparme por si no he cumplido con vuestras expectativas).

Gracias a Sipei (si, en cierto modo el fic ya estaba acabado con el capítulo final. Sólo le faltaba este pequeño empujoncito para acabar de redondearlo todo. Sobre lo de Sasuke y su virginidad… partiendo de la base de que Orochimaru no es ese tipo de malo y Naruto no es ese tipo de serie (en SNK tendría mis dudas de que cosas así no sucedieran), creo que en ningún momento Orochimaru tuvo que usar alguna estratagema para que Sasuke hiciese algo que a él le beneficiase. Simple y llanamente porque Sasuke tenía el control de la situación y no al revés. Y ostras, ahora no recuerdo que era eso de Akira, pero creo que no lo consideré importante si al releerme la historia no me acuerdo de que quería poner xD (Creo que debo sufrir de algún tipo de pérdida de memoria a corto plazo….); a Goten Trunks5 (Si, es triste que acabe, pero tarde o temprano todo tiene que hacerlo! Siento que haya tardado tanto, pero han pasado muchas cosas entremedio. Y sobre lo de la aceptación de la relación… como que al ser un secreto a voces no había tampoco mucho margen para la duda. Gracias por seguir la historia desde el principio! :D); a Soy YO–SARIEL (Haahaha. Mil perdones por haber tardado tanto en actualizar! Espero que este capítulo cierre el círculo (más o menos). Y muchísimas gracias por estar ahí desde el principio principio!); a Kaoru–himura1878 (Wow, muchas gracias por haberte leído la historia! Es algo maravilloso cuando sucede algo así (a mí también me pasa de coger una historia y leerla hasta el final). Sobre lo del lemon me alegro que aceptases el tono de concordancia! Para mí era algo esencial. Y si, espero poder escribir algo más sobre Naruto y Sasuke en el futuro!); a Dakota Boticelli (Todo lo bueno acaba! (xD). Si, los lemons no siempre son necesarios, pero creo que le dan un buen toque final a todo. Al fin y al cabo es algo natural. Muchas gracias por seguir desde el `primer día!); a sofi12 (Espero que esta cortísima actualización final también te haya gustado! Pues al final no ha habido boda (no me gustan), pero ha habido entendimiento mutuo y estada juntos hasta el final. Creo que eso lo compensa, ¿No?. En fin, gracias por haber estado siempre ahí :D); a ambu780 (No, no he publicado el epílogo pronto, pero al menos ya está publicado xD. Y si, el hecho de que estén juntos ya sin problemas es de agradecer! Muchísimas gracias por estar ahí!); a Rakelita (Cuando alguien dice que es su fic favorito lloro. En serio. Porque yo también tengo los míos y conozco ese sentimiento. Las esperanzas sobre el final se perdieron… pero si en las películas siempre quedará París, en nuestro caso siempre quedarán los fanfics!); a Funeral–of–the Humanity (Estoy llorando, en serio. Recuerdo que la primera vez que escribí el fic para mí era de lo mejorcito que había hecho, y ahora lo releo y pienso "cambiaría tantas cosas…", aún y así me alegro que te guste como escribo. Me ayuda mucho escuchar eso porque me motivo y quiero escribir más! Me encantan a mí también las dos escenas que describes. La del año nuevo es muy especial, también porque adoro escribir a Sakura, quien es simplemente un personaje maravilloso. Y sobre la descripción de sasuke es algo que siempre me gusta leer en los fics, es decir, ir un poco más allá y tratar de hacer al personaje tangible y creíble. Sobre lo de felicidad en este epílogo es bastante relativo, pero creo que se da a entender que a pesar de todo, han conseguido cambiar las cosas. No son ultra felices, pero creo que se acercan al sueño que querían ver cumplido. Muchas gracias por todo.), y a Faig2 (Llora desconsoladamente en una esquina por las palabras tan bonitas que acaba de leer. En serio, MUCHAS GRACIAS. Es que no tengo palabras para decir lo mucho que me ha alegrado tu review. Y te diré una cosa, creo que todo es cuestión de práctica y perspectiva, nada más y nada menos. (Y una recomendación: No visites mucho mis otras historias… o lee lo que hay en la bio xD).

En fin, ya no sé que más decir. Que muchas gracias por estar ahí, y que aqunque este final sea muy muy muy corto, espero que cierre el círculo. Espero vernos en más historias!

Sobre el tíulo del capítulo "Agarrarse a un clavo ardiente", hace un poco de referencia a la frágil situación que Naruto ha tenido que manejar al convertirse en Hokage y asimismo a todo lo que el sistema ninja supone y que Sasuke tan ardientemente había tratado de destruir.

Saludos, Ankin.

© Ankin. A fecha de 13/01/2015, Caldes de Montbui.