N/A: ¡Perdón! ¡Perdón! ¡Perdón! Debería estar terminando Lo Que Pase Aquí, Aquí Se Queda, lo sé. Pero es que ésta historia ha estado en mi cabeza durante todo el día, y cada vez que le decía que se marchara, se burlaba en mi rostro y seguía molestándome.

Esta historia sigue el formato del clásico de Wolfang Goethe: Las Cuitas del Joven Werther.

Hasta Que Despiertes va dedicada para Lunanoe, una excelente FicFriend, ¡Eres increíble! Realmente no sé qué haría sin ti.

Hasta Que Despiertes.

23 de noviembre del 2012

Querida Teresa:

Llevas una semana sin despertar cariño. Sé que es raro que escriba cartas en vez de sentarme a tu lado, sostener tu mano y contarte cosas de mi día a día, pero el verte ahí, tan quieta y frágil, tan diferente a la princesa guerrera que has demostrado ser, me destroza. Así que prefiero plasmar estos pensamientos e ideas que plagan mi cabeza en un papel, esperando de alguna manera que ellas lleguen hasta ti.

Te extraño como un loco. Extraño trabajar contigo, escuchar tu voz, aunque sea en un regaño, extraño el modo en que tus ojos brillan cada vez que te enfadas, extraño la nube de rubor que invade tus mejillas y te hace ver tan hermosa, extraño tus comentarios sarcásticos… en fin, te extraño a ti.

Aunque intento ser positivo, puedo contar con los dedos de una mano las veces que he sonreído realmente en estos días que no has estado. Me siento como si el aire hubiese sido extraído de mis pulmones ahora que no estás, como si el mundo fuese un lugar más oscuro ahora que no te veo caminar en él.

Hoy he ido a visitarte. No te imaginas lo extraño que me resultó estar ahí a tu lado sin escucharte, sin moverte… Me quedé sin palabras ¿Puedes creértelo? ¡Me quedé sin palabras! Supongo que es por eso que te escribo, de alguna manera, cuando estoy ahí contigo, no puedo hablar, no salen palabras de mi boca. Es tan sorprendente que deberías despertar sólo para verlo.

Hoy llegó la primavera, desearía que pudieses verla. Es hermoso, los jardines del CBI están más bellos que nunca, justo como te gustaban cuando salías a la terraza a tomar un café, sé cuánto te gustan las flores, y por eso entre todos te hemos hecho un arreglo de flores que estoy seguro de encantarán, me parece un buen incentivo para despertar ¿No lo crees? Lo hemos colocado junto a tu cama, para que apenas abras los ojos lo veas.

No sé qué más contarte sin caer en repeticiones, pero es que no quiero cerrar esta carta todavía.

No voy a decirte adiós, porque sé que nos veremos pronto, así que me conformaré con un:

Hasta que despiertes.

Siempre tuyo, Patrick.

N/A: ¿Qué les pareció? Espero que realmente les haya gustado.