Capitulo 1: Academia Oak

Lunes 12 de agosto, 7:25 de la mañana, Levy McGarden se encontraba frente a la puerta de su escuela, no, su nueva escuela, la Academia Oak. Llevaba puesto el uniforme desde hacía ya dos horas pero su cabeza aun no procesaba lo que estaba ocurriendo. La habían transferido a aquella institución (de no muy buena reputación, cabe mencionar) por problemas económicos que pasaba la compañía de su padre, por lo cual su antigua escuela, la academia Crocus, ahora era un llano recuerdo. Mientras su padre resolvía los últimos requerimientos para su aceptación, Levy no podía dejar de mirar lo que traía puesto, falda negra arriba de la rodilla, playera blanca, calcetas y zapatos negros y un sueter gris que llevaba bordado el símbolo del colegio, no sabía porque pero ese símbolo le causaba una sensación extraña con solo mirarlo. Miedo.

Las instalaciones de aquel recinto no eran ostentosas, llamativas, mucho mejor lucrativas. Caminando detrás del director, Jose Porla, la pequeña chica observaba sus alrededores mientras era conducida a su primera clase. Los pasillos estaban vacíos a esa hora de la mañana, nadie se atreve a saltarse clases a la primera hora, pensó. Jose se detuvo frente a una puerta y tocó varias veces, de ella emergió un profesor de complexión amplia, vestía capa y sombrero verdes, pantalones azules, camisa naranja y, ¿una venda en los ojos?

-Profesor Aria, le presento aquí a la señorita Levy McGarden, recién transferida de la Academia Crocus

Levy avanzo unos pasos hasta estar al frente del profesor, Aria, según había escuchado.

-Oh tan triste que la tuvieran que transferir señorita McGarden, pase y tome asiento, la clase ya comenzó

-Un gusto profesor Aria, gracias.

Respondió Levy, deseando internamente que dejaran de hacer énfasis en que venía de una escuela prestigiosa. Ella no era una chica prejuiciosa, pero podía darse cuenta de que a los alumnos de esta escuela no les agradaría el hecho de que alguien que estudiase en un instituto , como Crocus, fuera a parar a Oak, empezarían rumores del porque se encontraba ahí ahora mismo y esto lo podía notar con solo dar un recorrido por los rostros de sus, ahora, compañeros de clase, sus miradas estaban fijas en ella, y solo ella. Levy intentó ignorar el sonrojo que le invadía las mejillas y tomó asiento en el único lugar disponible, un asiento de la segunda fila frente a la pizarra y el escritorio del profesor. A su alrededor, chicos con cabello largo, camisas desfajadas y desabotonadas, chicas con màs maquillaje del que ella jamás había usado en su vida, faldas en exceso cortas y tintes de cabello de los colores menos esperados para una estudiante de preparatoria.

Para pronto comenzaron los murmullos sobre la recién llegada, la pequeña chica intentaba no prestar atención a frases como "hm, una nerd", "es una enana, enserio es de nuestra edad?", "que hay con su cabello?", "salió de la academia militar o que?" mientras el profesor procedía con su clase. Era la materia de física, había formulas escritas en la pizarra y un problema, instintivamente, Levy sacó una libreta y comenzó a hacer apuntes, entonces sintió un escalofrió recorrerle la espina, todos sus compañeros la miraban como si hubiera cometido el acto más denigrante de la historia, no está permitido tomar apuntes? Se preguntó a si misma desconcertada. Incluso el profesor la miraba, si es que veía algo a través de esa venda, y con un gesto de la mano la señaló y después a la pizarra. Levy intuyó que debía pasar al frente a resolver el problema así que se levantó de su asiento y camino hacia el frente. Tomó el marcador y comenzó a escribir números y letras que, al parecer, solo ella comprendía. Llevó el marcador a su barbilla en modo de pensamiento para luego proseguir hasta llegar a un resultado que señaló encerrándolo en un cuadrado. Devolvió el marcador al profesor, del quien no era capaz de descifrar la expresión en su rostro, camino con paso dudoso hacia su asiento evadiendo mirar a cualquiera a los ojos que la miraban con desprecio, al sentarse, un chico sentado en la parte trasera del aula le arrojó un papel hecho bola a la cabeza, la peli azul solo parpadeó y miró hacia su libreta mientras todos comenzaban a reír, mejor dicho burlarse. El profesor Aria no dijo ni una palabra, Levy se sintió ¿ofendida?, ¿Por qué no les dijo nada?. Ya no era una pequeña que necesitara ser defendida, pero no pudo evitar sentirse insultada por parte de ambos lados, de sus compañeros y del maestro.

El timbre sonó, lo que indicaba que la clase había acabado, todos se levantaron de inmediato mientras Levy guardaba sus útiles en la mochila, colocó la bolsa encima de la mesa y comenzó a guardar cuando un chico pasó y provocó que la mochila cayera y los libros se desparramaran por el suelo. Levy decidió que era mejor no reclamarle, una sola mirada al tipo bastó para darse cuenta de que era más inteligente no decir nada. El chico solo rio y siguió su camino detrás de otros dos que chocaban manos y palmeaban sus espaldas señalando su "buen trabajo". Levy suspiró, ya no quedaba nadie más dentro, comenzó a meter los libros de nueva cuenta en la mochila, metió su cabeza debajo de la mesa para alcanzar unos cuadernos que se habían colado bajo el asiento, mientras se reincorporaba escuchó pasos detrás de ella y al acercar su mano al último cuaderno regado, una mano enorme lo tomó antes que ella. Al mirar hacia arriba se encontró con un par de ojos de un rojo penetrante, largo cabello negro, percings, vestía el uniforme masculino, pantalones negros, camisa blanca desabotonada que dejaba ver la interior de color gris y la corbata sobrepuesta en el cuello.

-No deberías dejar que te hagan eso.

¿Es consejo o recriminación? Pensó Levy mientras el chico le entregaba el cuaderno y se ponía de pie.

-Gracias, pero creo que fue un accidente

-Como digas enana, solo te digo que si sigues dejando a los tarados crear "accidentes", son capaces de llegar muy lejos.

Levy estaba entre desconcertada y confundida, que había dicho? Insinuado que la pisotearían, si, eso insinuaba, pero además…

-Mi nombre es Levy, no enana

-Como digas enana

Repitió el chico con una sonrisa socarrona.

-Y si fue un accidente

Obviamente no lo había sido, pero su posición de la "chica nueva" no dejaría credibilidad, ¿o si?

-Sigue tratando de engañarte a ti misma, yo me voy, el viejo Totomaru se enfada bien y bonito si llegas tarde.

La peli azul lo miraba alejarse a paso lento, como si quisiera que ¿lo siguiera?, este chico si que la confundía

-O- oye!

El la miró por encima del hombro con expresión divertida

-¿Si, enana?

Levy dudó, no sabía si podía confiar en este hombre, pero había sido el único en dirigirle la palabra, incluso le había aconsejado, si es que a eso se le llamaba aconsejar.

-¿P- Puedo ir contigo?, no tengo idea de donde es mi siguiente clase

-Cálmate, toda la clase tiene el mismo horario

Ya de pie, la joven no alcazaba ni los hombros del moreno, se sonrojó un poco de vergüenza, el comenzó a caminar y ella lo siguió de cerca.

-Uh- uhm, no se tu nombre aun.

-Gajeel, Gajeel Redfox