¡Buenas noches! Éste es el regreso a las patadas de Alchemya, pues, tuve un par de... bloqueos serios gracias a persona muy especial y dejando eso de lado, espero que les guste ésta lectura, que les va a parecer complicada en varias partes, pues, está escrito en "pensamiento" (luego a medida que van avanzando en la historia también va a parecer complicada pero por otras cosas).

Cuando vean "Cualquier Palabra" entre comillas, es el comienzo de Luka con un recuerdo, o más bien para denotar pensamientos, por suerte sólo dejé uno así en modo memoria del pasado. Es una lectura corta y ligera que espero que con sus reviews pueda llegar a continuar. ¡Un abrazo a todos y espero disfruten!

Disclaimer: I DO NOT OWN VOCALOID!
Vocaloid no me pertenece *grito interno de frustración*.

¡Gracias por su tiempo!
Y aquellos que ya me conocen, ¡Espero cumplir sus expectativas!


Luka podía decir muy bien que recordaba su primer beso con ella, más bien… lo tenía grabado en su sangre, cerebro, alma. Cualquiera que quiera sonar cursi, dirá "Te llevo marcada/o en la piel"; pero seamos sinceros sin tomar en cuenta los tatuajes de cualquier tipo… decir que llevas a alguien marcado en la piel no es lo más inteligente por el simple hecho de que la piel se renueva.
Así que dejándolo a criterio de Luka, ella no le dirá a chica que ama que la lleva en su piel, si quiere ir de poeta barato porque ella simplemente no es un poeta, le dirá que en cada exhalación se escapa una porción de tristeza y que en cada inhalación, se llena de pura felicidad indescriptible porque entra a su sistema con el nombre "Miku".

Volviendo al monólogo en los pensamientos de Luka, aquél primer beso fue durante el rodaje de "Ladies First", donde Miku le robó su primer beso, siendo totalmente específica, no sólo que aquél contacto suave y atrevido entre sus labios por parte de Miku hacía, hace y hará sonrojar a Luka como un tomate, sino que el segundo beso, aquél que la integrante Vocaloid 03 de la Mansión recuerda, atesora, odia y vuelve a amar como cuando de su boca escapa el susurro con el nombre de Miku, es el que más la frustra y hace sonrojar; pues, aquél beso incluía crema y un gajo de durazno.

"Luka," Aquél día, Miku estaba sentada a su lado y de brazos cruzados sobre la mesa observándola con cierta incomodidad reflejada en su rostro. El corazón de Luka que iba acelerado y en el interior de su ser se derretía en alguna especie de miel bañándola entera ante la chica que tanto quería y adoraba, hacía lo imposible para verse tranquila por fuera, lográndolo muy bien ante la inocente Diva. Apoyó el tenedor sobre el pequeño plato, haciendo a un lado el pequeño gusto que se estaba dando junto a su amiga, quien ahora que observaba, no había tocado el suyo. "¿Crees que…?" La niña jugó un poco con sus manos, sus mejillas abultándose y frunciendo sus tiernos labios. "Es que…"

Luka se detuvo a prestar mejor atención en ese instante en vez de perderse en los detalles de la ternura que se reflejaba en el lenguaje corporal de Miku.

"Miku". Jugó Luka a la chica fresca y seria que era generalmente. "Lo que sea que te esté incomodando, sabes que conmigo puedes decirlo tranquila". Y la sonrisa cool para derretir hombres.

Increíblemente, Miku se vio visiblemente más relajada, aunque aún sonrojada.

"¿Podemos besarnos?"

Shock.
Shock.
¡Alerta!
¡CORAZÓN, VAMOS A MORIR, ALENTA EL RITMO!
¡CEREBRO, A TU POSICIÓN Y CONTROLA TODO DE INMEDIATO!
¿Están mis manos temblando?
Parecen una hoja al viento.

Por fuera Luka estaba en un coma pero despierta, seria, una leve sonrisa y sus ojos pasivos, las manos temblando levemente.

¡Reiniciando sistema!

"¿Luka…?" Oyó la voz de Miku en medio del huracán que ocurría dentro, de inmediato todo volviendo a la normalidad; ella movió sus pasivos orbes a ver los turquesa de Miku, quien sí estaba temblando cual pluma al viento. "Es que cuando Kaito y yo nos besamos el otro día para el rodaje…"

¿Ese condenado la besó?!
Tranquila Luka, no había de qué tener celos, Miku no es tuya, y éste es su trabajo, nadie mejor que tú lo sabes que tienes que ir besando al idiota de Gakupo casi cada dos por tres, estúpidas canciones llenas de lujuria que exigían alguna especie de contacto entre ellos sí o sí ¡Puta madre!

"Y como él fue brusco, sus labios me parecieron ásperos… fríos como su helado," Miku rio avergonzada "Desde ese día he tenido la sensación de querer besarte de nuevo porque tus labios son suaves, delicados y ¿Maduros? No sabría describirlos, sólo sé que de todos los besos que he tenido que dar y recibir, los tuyos son los que más me han gustado…"

¿Miku está diciéndole en ese mismo instante y lugar alguna especie de confesión indirecta? Miku, ¡Sé franca y sólo bésala!
…O… ¿Es que solo le gustan sus labios por tenerlos geniales? Gran definición, Luka-labios geniales.

"¿Así que sólo te gustaría que nos besemos?" Pronunció Luka colocando una máscara sobre su cambiante rostro, que gritaba, exclamaba y hasta tenía un desfile de felicidad por todos lados.

Miku asintió una sola vez. Luka parpadeó incrédula, colocando sin darse cuenta la mano izquierda sobre su propio corazón para calmarlo y se fue inclinando, poco a poco, lento, despacio… hasta darse con la mejilla de Miku quien se metió en la boca rápido un bocado de la fruta y la crema en su boca, totalmente roja pero sin siquiera… intentar comerlo, la misma niña puso ambas manos en su seguro, desaforado corazón.

Está nerviosa.

Pero… ¿Era necesario usar el durazno y la crema como salvavidas?

¡Por Crypton, Luka! ¡Sólo bésala con fruta y todo, muéstrale otra manera para que sólo prefiera tus besos!

Miku estaba con la vista fija en la mesa, el nivel de coloración en ella llegaba a un punto que Luka simplemente no podría resistir en alguna otra ocasión de abrazarla, sólo que ahora mismo, a lo único que atinó fue a levantarse de su asiento y acunar las mejillas de Miku en sus manos, y ésta de inmediato cerró los ojos e inclinó su rostro, esperándola ya que, al parecer, el toque entre ambas la había calmado. Luka levantó levemente entre sus manos a Miku y tomó en su boca la fruta, mordiéndola perfecto a la mitad y tomándola como si fuera agua, eso fue un error, Luka frunció el ceño haciendo fuerza para que el trozo no la molestara y sólo pasara de largo por su esófago… y luego del éxito, partió sus labios abriendo los mismos de Miku para así empujar el pequeño trozo de fruta en la boca de su amiga con la lengua, luego acariciándole los labios y separándose de ella unos escasos centímetros. Bien, quizás no fue como ella esperaba, pero esa bendita fruta tenía que dejar de estar entre sus bocas. Miku, obediente, comió la fruta y al terminar, abrió los ojos, más sonrojada que antes y relamió sus labios, justo por donde Luka había pasado su lengua.

Para ese entonces Luka había tomado una cuchara llena de crema y la llevó a su boca, manchándose los labios a propósito, ni pienses Miku que el beso había terminado.
Luka chocó sus labios con los de Miku, enseguida manchándola a ella también, los labios de Miku se abrieron más, intentando recoger la crema en los de Luka y ésta lo mismo, llevando despacio a la intrusa dentro de sus bocas; pronto comenzaron a sentir el sabor dulce de la crema entremezclarse con la saliva de ambas, Luka atrapó con sus manos el rostro de Miku una vez más, y ésta última la aseguró con sus manos sobre las muñecas de Luka, impidiéndole así quitárselas hasta que terminaran con aquél beso; del cual, no podían dejar que ni una gota de crema escapara, o es implicaría que el beso se… ¿subiera de tono? No es que les molestara a alguna en ese preciso instante, y tal como ella lo pensó, de Luka escapó un pequeño hilo dulce, el cual Miku se encargó de morderla, cerca de la comisura del labio y ganándose un pequeño sonido de la voz de la madura Megurine Luka, quien sostuvo la boca de Miku allí, y sin desearlo realmente, las separó lentamente.

Tan intenso había sido aquél segundo beso para ambas, que las dos tenían los ojos cristalinos y nublados en aquella Lalaland a la que ambas habían viajado. Aún sus manos se rehusaban a soltarse, quizás las mejillas de Miku tendrían frío y las muñecas de Luka lo mismo… la calidez era excepcional, adherida al calor normal de... ese memorable mimo.

Las dos viéndose a los ojos, se dejaron ir y se quedaron quietas en sus lugares, admirando y regocijándose en los ahora recuerdos totalmente nuevos.

Y así es como Luka revive cada segundo de aquél beso, en todo sentido le pareció algo de lo más perfecto… quizás sólo por haber sido con Miku.

Y Tic-tac vuela el bendito reloj, y ella sigue pensando en ella.

Y, y, y. Luka no es que deberías… ¡Tienes! Que dejar de pensar en ella al menos por un loco rato, el concierto continúa en menos de unos minutos, tu concierto, ese en el que actúas sola porque te fuiste de viaje por al menos seis meses por Europa y parte de América, sólo para deshacerte de Miku. Desde aquél segundo beso no sólo las cosas se pusieron totalmente raras entre las dos, hacían como que no había sucedido, cada una siendo la misma de antes, sonrisas y aniñada ternura por parte de Miku mientras que de ella, usual calma y frescura. Pasos medios y con gracia, estilo al caminar y elegancia.

¿Por qué?

Luka sintió un nudo en su garganta y sus ojos atentar a humedecerse, no importaba cuán lejos, cuánto tiempo se pudo haber alejado de Miku, ni un segundo, ni un egoísta segundo que ella pretendía usar fue lo suficiente mezquino como para ayudarla a dejar de pensar en ella.

Era verdad eso de que a esa persona de la cuál estás enamorada, la ves en todos lados. Por más mínimo el estúpido parecido o pequeño el afín sea, allí volvía como nuevo a florecer su corazón en latidos apurados, la nostalgia y aquél deseo por verla, volver a hablar con ella, preguntarse cómo no parecer estúpida ante ella.

Pero ¿Por qué es que cuando te gusta mucho alguien –Luka obligándose a veces a presentar la excusa barata de que Miku es sólo un pequeño gusto de ella- simplemente te haces quedar como idiota? La necesidad de hacerle el chiste, o inventar una excusa idiota para hablarla, con cada idiotez que eres capaz de hacer, la chica a la que tanto intentas impresionar, sólo te mira y se ríe. Luka odiaba valga la redundancia de tantas veces que usó la palabra hasta ahora, odiaba… el quedar como una imbécil, no porque ella no es una, sino que… ¿Cómo puede ser? Luka es la chica valiente, seria, neutral… esa que sabe siempre qué hacer, aquella por la que todos tienen mucho respeto, mas con Miku eso no le salía. Era totalmente diferente. Si bien le quedaba algún buen samaritano de seriedad, no era suficiente, pues, sonreía más… y era... difícil… ah… qué dolor de-

— Luka, prepárate, cinco minutos y al escenario. — Genial. Sólo… genial.

¿Se había cambiado siquiera? Un pequeño recreo de quince minutos y no había hecho nada, oh… el amor… el amor…

¡Estúpido amor! ¡GAH! Luka se colocó alas imaginarias –cortesía de Miku y todos esos sentimientos de "Yo Puedo" que le hacía sentir- y se vistió de inmediato, el maquillaje no era necesario según Miku, pues ella quedaba mucho más preciosa sin él ¡FUCK! ¡Luka se supone que tenías que dejar de pensar en ella! ¡Quítate esas alas! ¡No las necesitas! ¡Crypton!

¿Cuántos meses le quedaban… entonces hasta volver a la Mansión Vocaloid y ella sentirse un fracaso por no haberse quitado a la niña de su mente?

Luka salió trotando de su camarín, viéndose en excelente estado tal y cómo lo había planeado, sus ojos determinados que parecían brillar con un fuego fatuo y azul, ah, todos sus ayudantes suspiraban al ver tal belleza con tanta imponencia, sí, eso levantaría suficiente su ánimo y ego para la última parte del concierto. Todo el escenario se oscureció y campanas comenzaron a sonar, hm… Cendrillon ¡Pero qué buena canción! ¡Le venía como anillo al dedo para seguir pensando que todas sus letras y canciones se las cantaba para Miku y nadie más!

¡Miku for the win!

Crypton ten piedad en su pobre chakra del amor.

Luka había comenzado a cantar.


Una vez finalizado aquél concierto, donde las últimas cuatro canciones luego de su receso, fueron pura dedicación al amor, el corazón que alberga los sentimientos de Luka se sentía destruido, sus ojos parecían apagados, en su rostro se veía lo agotada que estaba, para peor, sus colegas en serio creían que el concierto había tomado lo mejor de ella, porque esto, antes no había sucedido. Mas… ¿Cómo podría ella explicarles…?
Como una vez leyó por parte de una muy buena escritora… "El amor te quita las ganas de leer y de escribir". Bien podía tomar esa frase y colocarla en cualquier lado de su vida y adaptarla. Bien no tenía ganas de pensar, bien que no tenía ganas de comer, de moverse o siquiera llorar aunque sabía que quizás derramar algún par de lágrimas le haría bien.

¿Por qué no pudo quitarte de su mente aún?

¿Es así, en serio, como se siente el amor?

Es una de las más excepcionales formas de sentirse, usando aquél amor como fuente de energía interminable, te hace sentir capaz de todo, pero su error estuvo y está en pensar en negativo. Pues, Luka no sabía si Miku en alguna casualidad inexistente –ya que éstas no existen, valga la redundancia- podía… sentir lo mismo que ella y en la misma intensidad, quizás no, quizás… tal vez… no lo sabe.

Ése… era el primer problema. Luka tenía que, debía, era una obligación, confesar sus sentimientos. Pensar en positivo a pesar de las dificultades, el amor era su herramienta y arma en este mismo instante, si iba a sacarle provecho, pues esa era la manera de hacerlo.

El corazón de Luka aceleró una vez más y el miedo lo potenció, su garganta volvía a cerrarse en lo que esa muy bien conocida angustia y terror al rechazo se unían para acobardarla y al mismo tiempo emocionarla a intentarlo.

Luka gruñó y se dio vuelta en la cama del hotel donde se hospedaba, harta a más no poder de pensar en Miku, sin embargo, lo único que podía ocupar su mente y dibujar una sonrisa y contentar a su corazón.

— No me gusta, me caes mal, estúpido cupido y tu idiota poción, fórmula del amor.

— En realidad, ustedes los humanos fueron construidos para amar.

Perfecto, ahora estaba hablando con ella misma, pero una parte recóndita de su cerebro dando vida a un ser un poquito rechoncho y que anda en pañales, de rulos y pelirrojo.

— Sí, fuimos construidos para amar, pero ¿Por qué nos haces amar a la persona equivocada?

— Y ¿Quién te dijo que Miku no te corresponde, o corresponderá en algún futuro? Lo único que haces es estar aquí pensando y pensando, si quieres algo, vas y lo haces, acomodas las cosas a tu favor para que ocurra.

Luka hablaba en voz alta con este tipillo descalzo y de ojos azules con un arco y flechas colgando de su espalda, y éste, sólo respondía en su mente.

— No es tan fácil… — Luka alzo un poco la vista, estoica, encontrándose con la de Cupido, cerca de su cama.

— Las grandes revoluciones fueron logradas por personas que hicieron que ocurriera. Se levantaron y pronunciaron con una convincente voz "Basta, yo lo haré".

— Soy el muñeco esclavo de esa chica, ella es mi fuerza… — Se defendió ella ante la imagen de su coraje y miedo al mismo tiempo. Y para qué volvió a querer mirarlo a los ojos, ahora la misma chica… niña, que la había conquistado estaba mirándola de frente y con esa bendita sonrisa que Luka tanto ama y al mismo tiempo sólo quiere dejar de ver para que deje de sentir todo este desastre emocional con forma de tornado destructivo pero con los colores de un arco-iris.

¿Depresión?

Luka escondió el rostro, ya no quería hablar con el estúpido de Cupido. Y las lágrimas ésta vez sí poblaron sus ojos.

¿Por qué tengo tanto miedo?

'Quiero tenerte… quiero abrazarte y verte reír, que me abraces y saber que sí me amas…'

— Así que un día te armas de valor y te confiesas… — Oyó a "Cupido" con su propio tono de voz, interrumpiendo sus pensamientos un tanto negativos y masoquistas.

— Podría, debería, ese sería el primer paso para dejar de sentirlos, ya no puedo… — Los ojos se cerraron, pesados y cansados, Luka tenía sueño, agotada de tanto… usar doble-filo. — contenerlos…

Una pobre idiota enamorada. Una chica buena… ¿Sería Miku capaz de amarla? ¿Sería Luka capaz de enamorarla?


Pasando los últimos conciertos en las pasadas cuatro semanas, Luka emprendería el regreso a la Mansión Vocaloid, seguro para encontrarse con nuevos duetos a cantar con sus compañeros, tanto los de Crypton, como los de Internet Co. Y quién sabe cuál más, había tantas empresas y en ellas lleno de amigos…

La joven mujer de veinte años se dignó a levantarse del sillón en el que estaba durmiendo, dentro del avión directo a su país de origen, aquél que por más bello y hogar que sea… Luka no tenía ganas de regresar.

Oyó a varios saludarla con un buen día entusiasta, sus colegas y encargados del concierto con la curiosidad y entusiasmo altísimos para regresar a "casa". Y ella continuó su camino luego de asentir una sola vez y levantar la mano, sintiendo la gravedad molestarla lo suficiente como para hacerla esforzarse para algo tan común como saludar. Dentro de la cabina que vendría a ser el baño de un avión, Luka corrió la vista de sí misma, despeinada, ojeras bien pronunciadas… labios fruncidos hacia abajo en una mueca de tristeza.

Estúpido amor… condenado hijo de una gran-

No había necesidad de ser vulgar. Luka podía con esto. En consecuencia, casi cuarenta minutos después de auto-convencerse en que debería de estar de buen humor, Luka se dignó a salir del baño; arreglada, brillante y la dama de hielo de siempre.

Pero sólo en apariencia.

Su buen humor estaba creciendo, y se le dio por molestar a varios de sus compañeros de viaje, jugando a varias cosas que hacía la esperanza en sus fans explotar en felicidad para el DVD de su concierto, donde verían a Luka hacer chistes y sacar la lengua, molestar a los camera-man, jugar bromas y hasta escabullirse del estilista, cantar canciones de otros artistas, así como "Girls just wanna have fun" de Cindy Lauper y bailar con una toalla como si fuera micrófono. O también "Eye of the Tiger" y verla con esa cara de que se había propuesto algo y nadie ni nada iba a detenerla, lanzar algún que otro gracioso golpe al aire y festejar tal y como Rocky hacía.

Ah sí, Luka es de muy buen humor en ocasiones y mayoría del tiempo. Otras sí respetaba muy bien su fama y título de Divine Diva y se comportaba como el témpano de hielo de violenta elegancia, sensual y sexual al mismo tiempo.

Y volviendo al tema… Luka dentro de todo, después de haber grabado unos buenos recuerdos para sus fans, encontró el póster de Miku cerca del de ella, básicamente al lado, con su sonrisa enorme, ojitos que tenían brillo propio… piernas en una pose tierna…

Luka, ¿Cómo harías para conquistar a alguien tan… cercano y lejano al mismo tiempo?

Otro de los problemas de Luka era, que no tenía a quién confiarle semejante secreto. ¿A quién decirle que te gusta una niña, menor de edad…? Si bien no era la extrema diferencia de edad… aun así, "Dieciséis" es un número, cifra… demasiado joven para muchas personas, y el asunto no estaba en que ella podría ser lo mejor para la niña, sino en que ese "veinte" que es su cantidad de primaveras, era un "veinte". No un dieciocho, no un "dieci".

¿A quién contarle y que te apoye, que no piense que estás loca o que es sólo una fase, o que en sí mismo, la niña sólo 'te cae muy bien'?

No debían desmerecer esos sentimientos con lo que Luka estaba… luchando para detenerlos al mismo ritmo en el que parecían crecer mucho más de lo que ella podía ser capaz de aguantar.

Luka está enamorada. Luka ama a Miku.

Malditos imbéciles lo suficiente egoístas como para no creerle, o para ser idiotas e intentar creer que tenían una oportunidad con ella.

¡Bien podían hacer como ella! Que cuando Miku le contó que le gustaba alguien, ella la alentó a invitarla a salir, no tener miedo a esa tan famosa "Friendzone" o al inminente rechazo. A Luka no le importaba con quién estuviera Miku, mientras ésta persona –que quedaba para siempre en el área de vigilancia de Luka- la hiciera feliz e hiciera todo lo que esté al alcance de sus manos para regocijarla en un amor inmenso, único e inigualable. Darle absolutamente todo, lo que Luka misma le daría… si hubiera una oportunidad.

Quizás fue idiota… quizás ahora mismo podía decir "Nadie es mejor para ti que yo". Pero regresando al asunto, Luka no quería que estos tipos a los que le había básicamente dicho "Me gusta Miku" se creyeran tan importantes como para eso, es un asunto complicado, pero si desmereces los sentimientos de alguien, está mal. Ellos no le preguntaron "¿Cómo te sientes?" o un "Cuéntame más"; sólo se burlaron y lo descartaron haciéndole saber que era sólo… una tontera.

¿Cómo podía Miku sólo caerle muy bien? ¿Bajo qué principio?!

Y ni hablar del otro, el que pensó directamente que ella era una lesbiana normal como cualquier otra a la que le gusta cualquier par de pechos y un buen trasero, o cargándola con "¿Y le has dado la leche de todas las mañanas? ¿La pasarás a buscar al colegio?" Gracias, pero no.

Gracias… pero no.


Luego de un par de aviones, paradas, firmas de autógrafos y fotos tanto con fans como las que sacan los paparazzi para aquellas grandes portadas de las revistas de música y otras ante "¡El regreso de Megurine Luka a Japón!", ella, Luka, estaba en la limusina que la llevaba a donde se albergaba su corazón, su amor, la dueña de su vida, su todo.

El hecho de que Luka estaba enamorada, era algo que ella ya había aceptado hace rato, luego de idas y vueltas, negaciones y afirmaciones que cambian como una modelo de ropa en un desfile. Su asunto, personal y a nivel familiar, ahora, era el confesarse.

Que se iba a confesar fue algo que pensó muy bien… o tachen eso, no es que lo haya pensado, parecía algo que debía hacer en cuanto sus sentimientos ya no eran capaces de ser contenidos; cada día que pasaba Luka simplemente se fue convenciendo más y más, lidiando con ese miedo que la agarraba de los pies cual fantasma en una leyenda antigua y urbana.

Aparecía a la vista la "Mansión Vocaloid". Latía más nervioso el corazón de ella.

"Miku". Pronunció en su mente, con tanto amor que enternecería hasta a un asesino. Con tanta dedicación que ganaría un premio Grammy por mejor canción de amor, y eso que sólo era el nombre de ella.

"Miku".

¿Cómo podía ser un nombre, tan hermoso?

Luka se abrazó sola, conteniendo los escalofríos que sólo el pensar en ella, causaba en su cuerpo.

Definitivamente, no le quedaba otra que confesarse y rogar al Universo que se convirtiera en una sola con ella y así, ser dueña del amor de Miku, así como ella, era la ama y señora del amor de Luka.

Koi-shiteru. Doki Doki.

Te amo, Ba dump, ba dump.

I love you, tu-thump tu-thump.

¡Gahhhh…!

Luka estaba saliendo del vehículo, ya dentro y en frente de la Mansión, era la hora de buscar a Miku… y rogar que su amor sea correspondido.


Y hasta ahí llega por ahora la historia, ¿Les gusta?
¡Muchas gracias por leer y apreciaría opiniones, cuídense mis muchachas y muchachos!