Les dije que regresaría y regrese con esta historia. Bien, de adelanto no es muy larga (no comparada con mis historias de 29 capítulos) es una historia corta dedicada a mi pareja favorita, el Sonamy. Se me ocurrió mientras estaba trabajando en cosas aburridas XD! En fin, espero les guste o al menos los entretenga para leer mientras hacen cosas aburridas XD! Sin más que decir les dejo el primer capítulo: Deseos.


Capítulo 1: Wishes

-Desde el día que la conocí la palabra matrimonio pareció acecharme y perseguirme como la más terrible maldición jamás conjurada por el más despreciable de mis enemigos. Es casi imposible verla y lo primero que salga de su boca no sea: "Sonic, tú y yo nos casaremos algún día, ¡Te guste o no!"- imitó con un tono de voz más agudo, para luego suspirar con pesadez. Se dejó caer de espaldas para caer sobre el suave césped y ver hacia el cielo pensativo –No es que no me agrade Amy, es una eriza simpática y divertida cuando no intenta obligarme a decir un 'Sí Acepto', pero es sólo que a veces ella es… simplemente... ¡Es tan desesperante y asfixiante!- gritó al cielo –Ya sabes… ese tipo de chica que es linda un tiempo por los halagos que sirven para aumentar tu ego, pero no es con quien realmente te quedarías al final- confesó -Pero eso no significa que sea algo malo, es que simplemente no es La Chica, ¿Sabes de lo que hablo?- le preguntó a aquella rana quien le croo como respuesta para verlo fijamente sin moverse de su par. –Es que a veces me da la impresión que es de ese tipo de chicas que si lo permites estaría contigo a cada momento del día ¡¿Te imaginas eso?!

-"Croak"- respondió el anfibio.

-Tienes mucha suerte de no saber de lo que hablo- dijo con una mirada de reproche.

Se dejó caer nuevamente y su vista se posó en el inmenso cielo, en donde las nubes blancas de distintas formas, navegaban con la suave brisa del viento. El riachuelo que corría a sus pies inundo cada rincón del bosque con el sonido del correr del agua, trayendo paz y tranquilidad en una mente perturbada. Últimamente su relación con Amy se había vuelto muy conflictiva para su gusto; la insistencia de Amy de estar con él, de obligarlo a pedirle matrimonio, entre otras cosas que antes eran de tanto en tanto ahora se había vuelto algo diario. Necesitaba un tiempo libre de ella y de su insistencia en un tema que él no tenía previsto verlo aún, menos con ella.

Frogui!- un gritó disipó la paz del lugar, mientras el eco rebotaba en el troco de los árboles a su alrededor -¡Frogui ¿dónde estás?!

Sonic volteó su cabeza para a la espesura del bosque, en donde sabía que su amigo le esperaba impaciente con buenas noticias; después de todo llevaba varias horas en busca de aquella rana escurridiza. De nuevo un croar llamó su atención para ver nuevamente al anfibio; Sonic sabía que era hora de regresar.

-Bien amiguito- dijo el erizo azul para reincorporarse y estirar sus músculos –Es hora de regresar con Big- le sonrió.

Tomó a la pequeña rana en la palma de sus manos y caminó de regreso a la casa de Big en lo más profundo del bosque. No tardó mucho antes de visualizar por aquel sendero de tierra, un pozo y no muy lejos del mismo, la cabaña de madera de su gran amigo de pelaje purpura quien aún parecía buscarlo con la mirada. Sonic esbozó una sonrisa para apresurar el paso; jamás entendería por qué insistía en mantener una mascota que únicamente parecía querer escapar de sus manos, pero quién era él para romper ese lazo.

-¡Hey Big!- exclamó Sonic según como se acercaba -¡Mira lo que…

-¡Sonic!- un grito agudo recorrió sus oídos, borrando aquella mueca de felicidad que tenía. De la cabaña del felino distinguió a la eriza rosa salir con una gran sonrisa -¡Sonic, por fin te encuentro!- dijo para correr hacia él.

-"¡Esto no es posible!"- pensó deteniendo su marcha con sorpresa.

Sonic había accedido a ayudar a Big a encontrar a su escurridizo amigo con tal de descansar de ella, pues pensó que en un lugar como ese, Amy jamás se animaría a ir a buscarlo.

-¡Oh Sonic!- gritó para intentar abrazarlo, pero fallando en el intento al él hacerse a un lado y retroceder lentamente de ella. -¿Uh?, ¿Qué sucede?- preguntó confundía por su reacción

-¿Qué haces aquí?- preguntó molesto.

-Hmph, vine por ti- respondió – ¿Acaso no lo recuerdas?, hoy es un día especial- dijo con una sonrisa.

-¿Un día especial?- repitió el erizo confundido.

-Sí, hoy es el aniversario del día que nos conocimos- habló con una mirada soñadora.

-¿A-Aniversario?

-¡Así es! El aniversario del día en que nuestros caminos se cruzaron apara amarrar nuestro destino para siempre y por siempre Sonic.

-…Sí- respondió con pesadez –Como olvidarlo…

-¿Es que acaso no lo ves?- dijo para acercarse a él tomando sus manos obligándolo a soltar al anfibio, quien sin dudar brincó de nuevo a la profundidad del bosque.

-¡Frogui!- gritó Big para correr tras él.

-¡No!- exclamó el erizo azul frustrado para con la mirada seguir el rastro de la rana, que le había costado horas de búsqueda encontrar. -¡Amy!- reclamó para verle molesto.

-Nuestro destino es estar juntos Sonic- dijo ella obviando las consecuencias de su acto -Algún día nosotros nos casare…

-¡Basta Amy!- gritó para soltarse con brusquedad de ella -¡Estoy cansado de que saques este tema cada vez que me ves!

-Pero Sonic…

-¡No sé que hice para darte a pensar que yo quiero casarme contigo, pero desearía nunca haberlo hecho!- gritó molesto. -¡Ya basta de todo esto, me tienes harto!

Por un momento todo quedó en silencio, ni las cigarras de verano emitían sonido, y la eriza, quien lo veía con asombro, no supo qué responderle. Aquella mirada de asombro pronto se volvió cristalina y sus labios temblorosos le indicaron que pronto rompería en llanto.

-¡Eres un gran tonto Sonic!- gritó Amy mientras sus ojos se llenaban de lágrimas que querían desbordar -¡No valoras nada de lo que hago!

-¡Entonces deja de hacer cosas por mí!- respondió molesto. -¡Jamás te he pedido nada!

-¡Bien!- respondió para correr de regreso por aquel sendero y perderse de su vista según como se alejaba de él.

Sonic estaba tan cansando de todo el maldito tema del matrimonio, estaba cansado de verse como el malo sin sentimientos, de sentirse asfixiado, pero más que nada, estaba cansado de ella. Sonic exhaló un grito en el cielo frustrado -¡Demonios!- gritó para patear las piedras sueltas del suelo desahogando su frustración. -¡Esto no es mi culpa!- se dijo a sí mismo, mientras sentía su conciencia de nuevo acecharlo, tal y como pasaba en cada discusión con Amy; siempre era lo mismo en cada discusión, ella se ponía a llorar por sus palabras duras y verídicas y luego él terminaba con cargos de consciencia que lo llevaban a disculparse, adentrandolo a un ciclo que lo había llevado hasta ese punto.

El erizo caminó hacia aquel viejo pozo que Big tenía cerca de su casa para buscar una pequeña roca entre la tierra y ver como objetivo el pozo de piedra.

-Hmph- exclamó para alzar el brazo – ¡Realmente días como hoy Amy, desearía nunca haberte conocido!- dijo en voz alta para lanzar aquella roca al pozo con fuerza logrando que entrara.

El ecó de la pequeña roca caer al agua se escuchó con gran fuerza en el silencioso bosque, y así dio por concluida su rabieta infantil, o al menos gran parte de ella –Esta vez no pienso disculparme…- dijo Sonic sin convicción.

Un extraño sonido lo distrajo de su enojo para voltear a ver la cabaña de Big, la cual parecía sacudirse. -¿Eh?- exclamó extrañado para dirigirse hacia el lugar, cuando todo a su alrededor pareció imitarlo –"¡Un temblor!"- pensó con rapidez. Lo que empezó como una pequeña sacudida pronto empezó a tomar fuerza y todo a su alrededor se sacudió con violencia incluido él, quien cayó al suelo por la magnitud.

Y pronto todo paró de golpe. Sonic se puso en pie un poco confundido por aquel corto pero intenso temblor para ver hacia los lados y notar que todo aún seguía en pie. No parecía haber de que preocuparse.

-Es hora de regresar Frogui- escuchó a Big acercarse, y traer a la rana con él.

-¡Encontraste a Frogui!- exclamó con una sonrisa el erizo azul.

-Frogui jamás se va demasiado lejos- respondió Big para asentir con la cabeza.

-Bien, eso significa que es hora de irme- se despidió -Debo de ver que todos estén bien- dijo para caminar en dirección al pueblo –Un poco más y el temblor hubiera hecho añicos todo aquí.

-¿Qué temblor?

-¿Cómo que qué temblor?- cuestionó arqueando una ceja –El que hubo hace un minuto.

-Yo no sentí nada.

-¿Uh?- exclamó con sorpresa –Pero…

-Vamos Frogui, vamos a pescar- dijo el felino para dar media vuelta y caminar por aquel sendero en dirección contraria.

-"Este tipo es demasiado raro"- pensó resignado. Sin más que hacer ahí dio media vuelta y regresó a casa.

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Tal y como le había dicho Big, parecía que en la ciudad ni en su villa habían sentido lo que para él había sido casi un terremoto; aunque no le sorprendió mucho, estaba a mitad de la nada cuando sucedió, después de todo Big no viva exactamente cerca de la ciudad.

Pasaron los días y por primera vez en meses había podido descansar de Amy y todo lo relacionado con ella. Sonic había decidido embarcarse en un viaje para disipar su mente y esperar así dejar atrás su conciencia, pues aún se sentía culpable de las duras palabras que le había dicho. No era culpa de Amy estar enamorada de él, después de todo era un gran héroe y un apuesto erizo ¿quién se resistiría a su encanto natural?

Luego de dos semanas de viaje regresó a su amada villa, respirando el fresco aire del campo y ya sabía a donde iría primero, a la casa de Tails. Sonic corrió hacia donde su amigo para verlo en el portico de su casa, y notar que estaba trabajando en otro de sus grandes inventos.

-¡Hey Tails!- llamó.

-¿Uh?, ¡Sonic!- dijo con emoción. -¡Por fin regresaste!

-Sí, necesitaba descansar un poco- dijo para acercarse a él y ver una máquina desmantelada por todo el lugar -¿Y qué haces?

-Pues es una máquina que nos ayudara a encontrar el nuevo invento de Eggman- explicó –Parece que quiere hacer una máquina a base de…

-Joven Tails, buen día- escucharon a la distancia para interrumpir la explicación. Caminando con una bolsa de víveres iba Cream the Rabbit acompañada de Cheese.

-Buenos días Cream- saludó Tails según como ella se acercaba.

-Tiempo sin vernos- dijo el erizo azul a modo de saludo.

-¿Sr. Sonic?- dijo la coneja con una mirada de sorpresa –Vaya, sí que ha pasado mucho desde la última vez que lo vi.

-¿Señor?- repitió divertido –Pensé que ya habíamos dejado tanta formalidad atrás Cream.

-Oh bueno… es que…- habló apenada para quedar en silencio.

-Sabes que no debes de ser tan formal conmigo, ¿somos amigos no?

-Este… supongo- respondió para desviar su mirada. Sus palabras parecían incomodarle.

-¿Qué sucede Cream?- preguntó el erizo azul un poco preocupado -¿Ya no te agrado? "¿Amy le habrá dicho algo de lo que pasó entre nosotros?"- pensó preocupado.

-Perdone Sr. Sonic- dijo con una reverencia –Es sólo que ha pasado tanto tiempo… No es que no me simpatice.

-Sólo fueron dos semanas- le sonrió.

-… ¿Dos semanas?- repitió para verlo con asombro.

-Tal vez un poco más pero…

El pequeño chao de la coneja empezó a exclamar aquel típico sonido por lo cual nacía su nombre, para indicarle con apuro algo que él no logró comprender, pero parecía que la coneja sí.

-¡Oh no ya es tarde!- dijo con apuro la coneja –Lo siento mucho pero debo de entregar esto a mi madre lo antes posible- se disculpó –Sr. Sonic, Tails- habló con otra reverencia.

-Adiós Cream- se despidió el zorro.

-Ha sido un placer Sr. Sonic, espero verlo otra vez muy pronto- dijo con una sonrisa para salir corriendo.

Sonic vio un poco confundido a la coneja para verla correr de regreso a casa. No entendía el por qué de tanta cordialidad, después de todo ellos eran amigos y muchas veces en el pasado le había suplicado que dejara de decirle señor.

-…Seguramente Amy habló con ella- murmuró.

-¿Eh?- exclamó el zorro para llamar su atención.

-Oh, nada- dijo sacudiendo su cabeza –Un problema, nada de que preocuparse.

-¿Te sientes bien, Sonic?

-Claro- asintió –Mejor, sígueme contando de esta máquina.

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Habían pasado dos días desde su regreso y no había señales de la eriza rosa, era posible que aún siguiera molesta por lo que había pasado en casa de Big. Sonic sabía que debería de pasar por su casa en algún momento, y como siempre, ir a disculparse, pero realmente no deseaba hacerlo. Sabía que lo primero que le diría después de su lo siento, sería algo como "Seré tu esposa ¿cómo podría enojarme contigo?" o "Oh, Sonic, tú y yo siempre estaremos juntos" y realmente no quería escuchar eso.

Sonic suspiró derrotado según como caminaba por Station Square mientras miraba a la gente ir y venir. No quería disculparse, pero tampoco seguir sabiendo que Amy sufría por sus palabras, pues conociéndola se encontraba llorando sin consuelo; razón por la cual Cream había actuado tan distante con él. No quiso pensar más en eso, esa noche arreglaría todo, pero hablaría directamente con ella sobre su fastidiosa tendencia a querer obligarle a casarse con ella.

-Supongo que está decidido- dijo para sí sin interés –Esto se termina… ¿uh?, ¿Amy?

Del otro lado de la calle, yendo hacia él, vio a Amy caminar con un par de libro en los brazos; pero había algo extraño, sus ropas eran diferentes a su acostumbrado vestido rojo, y su cabello yacía largo hasta casi su cintura atado con un listo rojo brillante, pero sin duda era ella. Amy llevaba una falda cuadriculada negra, una blusa blanca de botones y una pequeña corbata de color rojo, dandole una apariencia de colegia, lo cual le pareció extraño, no parecía ser su estilo. Sonic la vio acercarse y el miedo lo invadió, no estaba listo aún para hablarle, y no quería dar un espectáculo a media calle; pero parecía ser algo inminente. Cerró los ojos en espera de los alegatos por parte de ella pero nada pasó, únicamente un perceptible aroma a rosas se hizo sentir, abriendo sus ojos. La vio caminar a su par sin siquiera fijarse en su presencia y seguir de largo.

-¿Eh?- exclamó para voltearse y verla andar –"¡Perfecto!, está más molesta de lo que imagine"- pensó con cansancio para caminar tras ella y seguirla.

La eriza no pareció percatarse de su presencia pues no había parado o volteado a verlo, era obvio que Sonic debería de trabajar muy duro por aquella disculpa de algo que no era su culpa.

-¡Hey, Amy!- llamó por fin haciendo que ella parara y lo volteara a ver –Ammm… hola- saludó el erizo un tanto nervioso. Era una situación un tanto incomoda por todo lo que le había dicho. -Este… ¿cómo has estado?- preguntó con una risa nerviosa.

-¿Eh?- exclamó ella únicamente como respuesta.

-Ok, ok, entiendo, sigues molesta- dijo con pesadez para desviar la mirada –Escucha, respecto a lo que pasó, yo…

-¿Te conozco?- preguntó ella con aquel semblante serio.

-¿De qué hablas Amy?, ¿Es acaso una broma o tipo de venganza infantil?- reclamó con una mirada molesta –Porque no me hace gracia.

-Creo que me confundes con alguien más- dijo para dar media vuelta y seguir su curso.

-¡Espera!- gritó para tomar su brazo y obligarla a parar.

-¡¿Qué haces?!- gritó ella -¡Suéltame!- forcejeó con él para obtener su liberación -¡Aléjate de mí quien quieras que seas!- ordenó -¡No te conozco y no sé quién eres!- dijo para retroceder a prisa de él -¡Déjame en paz!- gritó por último para correr lejos de él.

-Pero… Amy…

La vio correr a toda prisa lejos de él. Sería posible que se hubiese confundido de chica, tal vez no era la Amy que conocía, tal vez era una eriza idéntica a ella. ¿Sería posible? Todo tenía sentido a excepción que todo su ser le decía que esa era la Amy que lo hostigaba con empeño. Sonic debía de saber qué era lo que estaba sucediendo.


Ohhh ¿Qué creen que ha sucedido?, ¿Un sueño?, ¿Un secuestro alienígena?, ¿Titanes mutantes que cambian de forma?! (puede ser XD) Bien lo sabrán en el siguiente capítulo. La historia tendrá entre tres a cuatro como máximo (eso espero XD) así que sin más que decir los dejo. Kat fuera.

Una verdad que parece una elaborada mentira, un recuerdo que empieza a olvidarse. Capítulo 2: Who's Amy?

¡GrAcIaS pOr LeEr!