Traducción del original en francés "Accéptation" de Dalou28.

Nota del traductor:

No me gustan las historias de veela, vienen acompañadas generalmente con embarazo masculino (algo que aborrezco), de hecho en esta historia hay alguna que otra mención oblicua al mpreg pero no tiene prácticamente ningún peso en la trama, gracias a Dios.

Aclarado lo anterior, hubo lectores que pidieron una... y encontré ésta que no me disgustó. Es bastante delirante, con situaciones y parejas asaz insólitas. Algunos malos que no son tan malos y algunos buenos que no son tan buenos... Harry en particular es muy odioso durante la mitad de los capítulos... ¡si dan ganas de matarlo! ¡Pobre Draco! (sniff...)

Bueno... ojalá les guste. Que disfruten de la lectura.

Aceptación

Capítulo 1 – Revelación

Se despertó de repente, bañado en sudor, temblando… las cinco de la mañana… otro más de esos sueños extraños que se habían vuelto recurrentes desde principios de agosto… sintió la entrepierna húmeda y pegajosa, se había acabado encima… necesitaba urgente una ducha.

Después del baño ya no pudo volver a dormir, se quedó recostado leyendo para distenderse un poco. A las ocho y media bajó a desayunar. Sus padres ya estaban sentados a la mesa.

—Buen día, Draco. ¿Dormiste bien? —preguntó dulcemente su madre.

—Buen día, madre… padre… No, no dormí bien. Una vez más mis sueños estuvieron poblados de pesadillas extrañas. —contestó suspirando.

Sus padres intercambiaron una mirada en la creyó adivinar inquietud. Fue su padre esta vez el que habló.

—Draco, después del desayuno será necesario que mantengamos una pequeña charla.

—¿Se trata de algo grave, padre?

—Grave, no… importante, sí.

Y tras esas palabras enigmáticas los tres se pusieron a comer.

oOo

Estaban en el salón azul, el preferido de Draco; los tres sentados, reunidos, expectantes. De repente, las llamas de la chimenea se avivaron y destellaron verdes… y llegó Severus Snape.

—Buenos días Narcissa, Lucius, Draco… —el profesor de Pociones acompañó los saludos con breves movimientos de cabeza.

—Buenos días, Severus. Gracias por haber respondido tan pronto a nuestra llamada.

—Por favor, Lucius, no hay nada que agradecer. Si es para mi ahijado, estoy siempre disponible y dispuesto a ayudar en todo lo que pueda.

Draco se puso de pie y fue a saludarlo con un abrazo.

—Tomá asiento, Draco. Es necesario que hablemos de tu futuro.

Una muy mala señal para todo adolescente dondequiera sea que viva…

—Cumpliste diecisiete el 5 de junio pasado…

Si me siguen dado informaciones así de interesantes y con tal lentitud me van a matar de la impaciencia.

—Pero ya a los dieciséis, entre los veela, las hormonas despiertan el instinto de búsqueda de quien será su pareja de por vida.

¿Y? ¿Qué puede eso tener que ver con mi futuro? Abrevien o voy a sufrir una crisis de nervios.

Sus padres y Severus hicieron una pausa estudiándolo, esperando su reacción.

¿Qué respuesta estaban esperando de él sobre una cuestión que no le concern…?

Sintió como si el suelo se le abriera bajo los pies.

Pero… ¡no es posible!... ¡no!... ¡no yo!

Ante las sonrisas compasivas de sus familiares, supo que sí, que justamente de eso se trataba.

—Draco, —retomó Narcissa con voz dulce— sé que esto va a ser un poco difícil para vos.

¡¿Un poco difícil!? Mi madre sí que tiene talento para los eufemismos.

—…que admitirlo puede resultarte complejo…

¡Me niego terminantemente a seguir escuchando este tipo de sandeces!

—… pero vos tenés sangre veela, como tu padre, al que te parecés tanto.

¿Por qué no salí más parecido a mi madre? ¡Yo no soy como él! ¡No voy a aceptarlo! ¡Me opondré!

—Tu vida va a cambiar… esto es… y puedo asegurarte…

Pero mi vida estaba bien como hasta ahora… ¡Quiero que siga igual!

—…que será maravilloso… tener un ser único en el que podrás depositar toda tu confianza, una persona que te protegerá y te amará por el resto de tu vida.

Pero yo no quiero una sola persona, ¡quiero un harén! ¡Me niego categóricamente!

—Entonces, hijo, ¿cómo tomás todo esto que acabamos de comunicarte?

—Bien, madre, haré todo como ustedes me digan…

Sí, ya sé, carezco por completo de voluntad… Pero la temeridad de querer imponer como sea las opiniones propias es una necedad de Gryffindors… los Slytherin tendemos a ser más sutiles.

—Lo habitual es que encuentres a tu pareja por el olor, —dijo Lucius— presumiendo que sea alguien de tu entorno próximo… casi siempre es así.

—¿Y si ése no fuera el caso? —preguntó Draco.

Lucius vaciló un instante y cruzó una mirada preocupada con su mujer. Narcissa se limitó a asentir pero no pronunció palabra.

—Y bien, si eso no se diera… el veela muere de soledad y de tristeza…

—Pero… —empezó a decir Draco inquieto.

—No te trastornes, hijo. —lo interrumpió Lucius —Es justamente por eso que ha venido Severus. Ha inventado y puesto a punto una poción… específicamente para vos… para que no tengas que sufrir los inconvenientes y el estrés que implicaría la búsqueda.

—¿La poción va a proporcionarme el nombre de mi pareja?

—No de inmediato, Draco… —respondió Lucius— Pero Severus va a poder explicarte mejor que yo todo al respecto. ¿Severus?

—Con gusto… el proceso se desarrolla en tres etapas. He traído conmigo tres frascos. —dijo Severus y se los mostró. Una poción incolora, otra gris y otra amarilla. —Hoy vas a beber la poción incolora. Dentro de veinticuatro horas vas a verter una gota de tu sangre en el frasco con la poción gris. Se va a producir un viraje de color que te revelará el sexo de tu pareja. Al rojo si se trata de una mujer, al verde si se trata de un hombre. Tres días más tarde le agregarás al segundo frasco la poción amarilla, el líquido recuperará el color gris original. Esperarás otras veinticuatro horas y agregarás otra gota de tu sangre. La poción se transformará en vapor, que se elevará y escribirá delante de vos el nombre de tu pareja. En verde si fuera un hombre, en rojo si fuera una mujer.

—Entonces… dentro de cinco días sabré el nombre de la persona con la que he de compartir el resto de mi vida. —murmuró Draco suspirando.

¿Qué más podía decir? De golpe su vida se había complicado… y cinco días después podía llegar a perturbarse incluso más… y peor…

—Bebé la primera poción ahora, —lo instó Severus— y te he traído también algunos libros para que puedas ampliar tus conocimientos sobre los veela.

oOo

Draco regresó a su cuarto para leer los libros. Como todo buen hijo de noble familia aceptaba su sino… pero seguía sin entender en toda su amplitud el nuevo cambio… Aparentemente, a su padre no le había significado sufrimiento… para él iba a ser igual… seguramente.

oOo

Al día siguiente, en el salón azul, en presencia de sus padres y de Severus, Draco se pinchó el pulpejo de un dedo y agregó una gota de sangre en el frasco con la poción gris.

¿Rojo o verde?

Se formaron en el líquido unas volutas verde pálido y un segundo después la poción viró al morado primero, al verde después, nuevamente al morado… y cambió estabilizándose finalmente en un hermoso verde esmeralda.

Un hombre… no era tan sorprendente, había tenido amantes de un sexo y del otro… será un hombre, entonces.

Severus frunció el ceño… los dos adultos adquirieron expresiones preocupadas.

—¿Algún problema, Severus? —inquirió Lucius.

—Esos colores intermedios… no deberían haber aparecido, no es normal.

—Si la poción hubiese virado al morado estable, habría sido mi penoso deber revelarles que la pareja de Draco había muerto… pero el color final persistente es indudablemente verde.

—¿Y entonces? —preguntó Lucius algo aliviado pero confundido.

—Sólo puedo aventurar una hipótesis que habría que probar. Su pareja puede haber estado a punto de morir, pero finalmente logró sobrevivir… pero me confunde la alternancia entre el morado y el verde… quizá estuvo muy próximo a la muerte en más de una circunstancia.

—Esperemos los tres días… y tendremos más información. —fue todo lo que se le ocurrió decir a Lucius.

Tres días iba a tener que esperar para saber con quién iba a compartir el resto de su vida. Estaba tan impaciente de saber quién era… de conocerlo. Lo que había leído le había provocado grandes ansias. El vínculo entre un veela y su pareja era indestructible. Un vínculo de amor puro, de comprensión total, de apoyo en toda circunstancia, de protección… sin que pudiera existir ni la más mínima posibilidad de traición. Y más… otros sentimientos ideales, que Draco —con su naturaleza desconfiada— jamás habría imaginado poder encontrar en una pareja. La pareja ideal… quizá no iba a resultar tan mal y amargo como había supuesto en un principio… quizá iba a ser todo lo contrario… una bendición que traería aparejada una felicidad sin límites… mucho mejor incluso por lo inesperada.

oOo

Tres días que se le antojaron interminables. Sólo restaba escondida una incógnita… pero era fundamental… el nombre del elegido. Que no podía ser sino perfecto. El Destino siempre señalaba la pareja ideal. Las relaciones que habían terminado fracasadas eran muy pocas… al menos eso era lo que afirmaban los libros… salvo que el compañero predestinado del veela hubiese fallecido.

Bajó las escaleras corriendo hasta el salón azul. ¡Por fin!

—Tenés que aprender a ser paciente, hijo. Es una virtud que todo hombre de poder…

—Sí, padre. Pero se trata de mi vida privada… Ya no puedo aguantarme, necesito saber el nombre de la persona en la que podré confiar totalmente. Padre, vos siempre me has enseñado a desconfiar de todos, excepto de mamá, de Severus y de vos. Pero ahora habrá alguien más, vos tenés que entenderlo mejor que nadie. Mi alma gemela para toda la vida… es comprensible que esté tan ansioso. —declaró Draco con entusiasmo.

Lucius cruzó una mirada con su esposa y le sonrió dulcemente. Sí, él podía entenderlo. Severus interrumpió lo que podía llegar a trasformarse en una riada de emociones empalagosas… muy impropias de los Malfoy.

—Agregá una gota de tu sangre antes de que la escena se transforme en algo de lo que podrían arrepentirse después… —lo instó con humor.

—Severus, siempre nos queda la posibilidad de modificar memorias si hay algo que no queramos que trascienda. —dijo Lucius con sarcástica dulzura.

—…y nosotros también te conocemos algún que otro secretito que podría hacerte poner colorado incluso delante de Hufflepuffs de primer año. ¡Merlín, no lo permita! —agregó Narcissa maliciosamente jovial.

—¿Quién habrá sido el que hizo correr esos rumores? —intervino Draco alzando una comisura.

—Bueno… ya me quedo más tranquilo, todo indica que los Malfoy como se debe están de regreso. Y ahora, Draco, agregá la gota.

Draco obedeció y observó con ansiedad el color rojo intenso que iba mezclándose con el gris pálido. Vapores verdes se elevaron a continuación en el aire desde la boca del frasco y fueron a ubicarse delante de Draco. Y empezaron a conformarse letras. Borrosas al principio… pero ganaron nitidez enseguida… un nombre y un apellido. Draco se puso lívido, a Narcissa se le escapó un grito, Severus y Lucius se pusieron de pie bruscamente.

—¡No, no… no es posible! —aulló Draco con los ojos fijos en las letras verdes que amenazantes revelaban el nombre.

Fenrir Greyback.

Todos sus sueños se desmoronaron cayéndose en pedazos. Tenía que tratarse de un error… un error indigno… ¡Ese animal! Repugnante, cruel, viejo y feo. ¡Esa bestia no podía ser la pareja que le había asignado el destino!

oOo